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Mother blogger power A
Laura se le han salido unos granitos detrás de las rodillas. Sus padres, Erika y Juan, han pedido cita con el pediatra, pero para cuando lleguen ya habrán recabado información a través de internet y seguramente tendrán una idea de qué puede ser. Esa misma operación, la de teclear en internet una pregunta en busca de respuesta, es la que repite cada viernes Claudia: llega el fin de semana, cuando tiene más tiempo para hacer manualidades con su hija, y en el ciberespacio busca cómo fabricar una hucha-cerdito con una botella de plástico o qué pasos seguir para crear una varita mágica. Mientras Claudia, Erika y Juan encuentran lo que buscan, Ana da con un foro de lactancia donde pregunta sus dudas, Pablo tuitea su último post para papás primerizos, Ángel busca ideas mirando fotos de decora-
ción infantil en Instagram, Leo pregunta en Facebook por lo que necesita para inscribir a su bebé en su seguro médico... Todos ellos han encontrado en la red una herramienta de apoyo, un espacio para el desahogo, un lugar donde buscar respuestas sin miedo a que sus preguntas parezcan banales e incluso una guía para saber cómo actuar con sus hijos en determinadas circunstancias. Y no son la excepción: casi siete de cada diez madres busca habitualmente información sobre el cuidado de sus hijos en internet, concluye un estudio de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), en colaboración con la compañía farmacéutica Mylan. ¿Qué ofrece la red para resultar tan atractiva a los padres? Progenitores y expertos responden al porqué del éxito de la paternidad 2.0.
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Los papás perfectos «¿Quién no quiere ser el mejor padre para su hijo?», se pregunta Claudia. «Creo que por eso acudimos tanto a la red, porque nos exigimos mucho como padres, queremos hacerlo lo mejor posible, y en internet puedes encontrar de todo: desde cómo estimular a tu hijo a cómo preparar una tarta de chocolate. Como los padres somos nuevos en esto, necesitamos que nos cuenten casi todo», explica Claudia, madre de una niña de cuatro años. Su argumento es similar al de Erika, quien cree que ahora se toma la decisión de ser padre o madre de una forma muy meditada, y eso influye en querer informarse al máximo sobre todo lo relacionado con los niños. «No es que antes la gente no se pensara tener hijos, pero creo que ahora la decisión es más libre, y por esa misma razón la mayoría de quienes somos padres y madres deseamos tanto hacerlo bien que nos ponemos el listón muy alto. Para estar a la altura nos informamos todo lo que podemos, principalmente a través de internet», afirma Erika. También su pareja, Juan, cree que ahora estamos en un nuevo escenario donde las madres, y también los padres, quieren involucrarse al máximo en su nuevo rol. «Según cuenta mi madre, mi padre nunca cambió un pañal ni puso una lavadora, y para mí eso es impensable. Nuestra hija es de los dos, y los dos tenemos que educarla y ocuparnos de las tareas de casa a partes iguales», dice. «En eso, internet facilita mucho las cosas. Lo uso para buscar formas de pasar el tiempo libre con mi hija que le aporten algo más que diversión. O para saber cuándo es la mejor edad para quitar los ruedines a la bici, si hay un método mejor que otro para que aprenda inglés... Además, aparte de información, la red ofrece otras muchas cosas. Puedes explayarte a gusto desde el anonimato, porque aunque firmes como Juan nadie te identifica, y eso ayuda a desahogarse, que también hace falta», dice.
Durante años, el discurso público sobre el embarazo y los hijos era el de los profesionales de la salud
Una red virtual de apoyo Natalia Lucas es madre de dos niños de tres y cinco años, y pertenece a ese 68,1% de madres experimentadas que buscan información sobre el cuidado de sus hijos en internet –entre las madres primerizas el porcentaje asciende a un 70,9%–. Alimentación, métodos de aprendizaje, cómo tratar las pesadillas de su hijo mayor... Dice buscar información en la red sobre todos esos temas, pero para ella internet también es mucho más que una herramienta de información. «Creo que en parte cumple el papel que antes cumplían las vecinas, las madres, las tías... Había una red de apoyo para criar a los hijos y saber qué hacer en cada momento sintiéndote arropada, pero ahora estamos más desconectados», explica. De esa red virtual de apoyo que ofrece internet habla Mariona Visa, profesora de Comunicación y Periodismo Audiovisual de la Universidad de Lérida y autora, junto con Cira Crespo, de Madres en red. Del lavadero a la blogosfera (ed. Clave Intelectual, 2014). «Esta tecnología ha permitido la creación de "tribus virtuales", que son comunidades de iguales que se encuentran en la red a causa de la dificultad que hay de crearlas en la sociedad. Así, muchas madres han podido beneficiarse de los consejos de otras madres, de mayores referentes y de relatos maternales al margen de los oficiales», explica. De esa forma, las mujeres han recuperado su voz en el campo de la crianza. «Durante muchos años el discurso público sobre el embarazo y la crianza era el propio de los profesionales de la salud, con una visión muy medicalizada del proceso que relegaba a la mujer a un segundo plano», afirma Visa. «Actualmente, el relato de experiencias en primera persona sirve para devolver la voz a las
En internet, las mujeres han recuperado su voz en el campo de la crianza
mujeres, que describen cómo viven estas etapas», comenta. Y es en esas experiencias personales donde además de información muchas madres encuentran un espacio para el desahogo. «Saber que no eres la única que acabó dejando de dar el pecho porque no era capaz de hacerlo sin dolor o que hay más gente además de ti cuyo parto no fue maravilloso reconforta. Incluso dejas de culpabilizarte por no ser la madre perfecta al ver que hay otras madres a las que también se les olvida meter el sándwich en la mochila o que llegan tarde al partido de su hijo», cuenta Natalia Lucas. Ese apoyo en la distancia que permite cierta interacción es el que parece haber marcado la diferencia en favor de la red. «Internet es una plaza frecuentada por un gran número de personas. Las mujeres que se han convertido en madres están más tiempo solas en casa y, sin duda, la red es
una vía de escape muy importante para ellas», explica Cira Crespo, doctora en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona y autora de Maternalias. De la historia de la maternidad (ed. ObStare, 2013) además de coautora de Madres en red. Del lavadero a la blogosfera. «Allí pueden encontrarse con otras madres, con las que tienen muchos intereses en común y encontrar información de todo lo que les interesa», afirma. Los números respaldan esa realidad: según el estudio de SEPEAP y Mylan, para un 51,4% de las madres primerizas y un 38,7% de las madres experimentadas, internet es el principal medio de información, si se incluyen foros y redes sociales. Pero si hay una herramienta que se imponga por encima del resto en el ciberespacio paternal son los blogs, un auténtico boom entre los padres, y sobre todo madres, actuales.
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El éxito de las madres blogueras
Fotos: Getty.
Hace tiempo, cuando nacía el bebé, se levantaba el teléfono para dar la buena nueva. Ahora, WhatsApp o incluso las redes sociales como Facebook o Twitter cumplen el papel de pregoneros. Es lógico: un mensaje llega a todo nuestro entorno de una vez, sin tener que repetir la operación con cada familiar/amigo/conocido al que queramos informar. Pero desde hace unos años, esa forma de actuar no tiene por qué limitarse a nuestro entorno más inmediato. Puede abrirse a extraños que naveguen por la red si tenemos un blog donde contar experiencias personales que puedan ayudar a otros e incluso a nosotros mismos, si lo usamos como espacio de desahogo. En Estados Unidos lo llaman mother blogger power, y está teniendo tal éxito que no ha pasado inadvertido para las empresas, las primeras en ver que las madres pueden ser líderes de opinión. En ellos se habla sin pelos en la lengua, normalizando situaciones y experiencias que muchas veces avergonzaba relatar en voz alta. Éxitos como el de Malas Madres, un espacio para mamás «con mucho sueño, poco tiempo, alergia a la ñoñería, con ganas de cambiar el mundo o al menos de morir en el intento», según dicen en su web estas «madres imperfectas que luchan por no perder su identidad como mujeres», demuestran que las experiencias personales de las madres interesan a otras que se identifican, o al menos entienden, sus problemas, alegrías, dificultades y preocupaciones. Hace ya más de tres años se presentaba el estudio a nivel mundial La verdad sobre las madres, llevado a cabo por McCann Truth Central. En él se decía que los blogs son una herramienta fundamental para las madres, que valoran especialmente el conocimiento y la experiencia personal de otras mamás. Según ese estudio, más de dos tercios de las madres se desenvuelven con soltura en el campo tecnológico y son grandes prescriptoras de ideas y consejos. Ya en aquel año 2012, casi un 40% de las madres encuestadas, residentes en Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia, Japón, Brasil, China, India y México, decía escribir en un blog.
Más de dos tercios de las madres son grandes prescriptoras de ideas y consejos en la red
Sin embargo, el éxito de las madres blogueras no ha venido sin más. Si ha llamado a su puerta es gracias a un público fiel y entregado que interactúa dejando mensajes en cada post y creando comunidad. «No era muy aficionada a los blogs hasta que por casualidad me encontré leyendo un post sobre el poco apoyo familiar que estaba teniendo una madre», recuerda Marga López, madre de tres niños de tres, cinco y siete años. «Lo contaba con humor, quitándole hierro al asunto, y me gustó porque es un tema que no sueles tratar en voz alta salvo con tus mejores amigas. Fue la primera vez que me animé a dejar un comentario», asegura. Aquel día, Marga expresó por primera vez su opinión sobre un tema en la red. Y no fue la única ocasión en que lo haría. Como ella, cada vez son más personas las que alimentan el espacio virtual con sus experiencias. «Estamos acostumbrándonos a dar nuestra opinión, a exponer nuestros casos y, en definitiva, a convertirnos en protagonistas de blogs, perfil de Twitter o de nuestro muro de Facebook. Eso es interesante para todas aquellas personas que nunca habían aparecido en ningún lugar, no eran protagonistas en nada», explica Cira Crespo. «En el caso de la maternidad me parece fundamental para poder ampliar el relato. Al leer tantas experiencias de madres te das cuenta de que madres hay más que una y que dos, hay infinidad y tú puedes hacerlo un poco como te parezca también. Sientes cierta libertad de actuación», afirma. Esa forma de apoyo es precisamente la que más valoran madres como Marga. «Se trata de no ahogarte en un vaso de agua, de saber que lo que estás haciendo lo mejor posible, de no encontrarte sola... Es como un gran club para madres y padres que necesitamos un poco de ayuda para ejercer de papá y mamá. Y la encontramos», afirma Marga. Beatriz Fernández l
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Entrevista a Joaquim Montaner, padre de seis hijos y creador de la web @papasblogueros.
“La red facilita apoyos para esta difícil tarea que tenemos por delante: ser padres” Hace cinco años, cuando ya había miles de blogs de madres, apenas encontraste 16 de padres. Ahora aparecen más de 170 en tu web. ¿Qué ha pasado en este tiempo? Poner el foco en comunidades de papás (varones) con herramientas privadas y también con lugares mixtos para conversar como fb.com/papasblogueros o iniciativas como #eltemadelasemana está contribuyendo a que los muchachos vayan perdiendo el miedo a compartir sus vivencias y emociones sobre paternidad. El crecimiento de páginas de papás tiene también mucho que ver con la necesidad de encontrar apoyo fuera de los circuitos y de las redes de apoyo habituales. Es una buena época y estoy completamente convencido de que irá a más. ¿Cuáles son los temas que más preocupan a los padres de hoy? Las conversaciones son muy similares a las de las webs de madres: preocupación por diferentes aspectos de los cuidados y la crianza, dudas ante el futuro, temas vinculados a la salud, a la alimentación, cuestiones relacionadas con la conciliación de la vida familiar, profesional y personal (o más bien la falta de conciliación), interacciones con personas implicadas en la vida de nuestros peques (familia, amistades, profesionales...). ¿Cuál es la mayor virtud de la red para los padres? Para mí la mayor oportunidad es facilitar la conexión con otras personas con las que compartimos intereses; en mi caso, apoyos para esta difícil tarea que tenemos por delante: ser padres. Y gracias a esto, en nues-
tras comunidades contamos con gente de tres continentes unidos por dos cuestiones: ser papás y bloguear sobre paternidad. ¿Internet ha ayudado a que los padres que quieren implicarse en la crianza no se vean a sí mismos como bichos raros? Estoy convencido de esto. De hecho, muchos de los compañeros de @papasblogueros tienen al menos una entrada sobre la soledad en su labor como padres, sobre sentirse bichos raros o sobre las dificultades que encuentran para conversar con sus propios amigos o sus familias sobre paternidad. Somos muy gregarios, y contar con una comunidad cada vez más potente y con más audiencia cada día que pasa está facilitando que el número de hombres que cuenta sus vivencias no pare de crecer. Seguimos preparando acciones para seguir sacando del armario a más varones que están locos por conversar sobre su rol como papás. Además de poner en marcha esta blogosfera y ejercer tu profesión, tienes seis hijos. ¿Cómo compatibilizas todas tus facetas? Es muy complejo. Y realmente agotador. ¿La manera de compatibilizar? Multipensamiento, multitarea, priorizar y repriorizar de una manera endiablada, convertirse en alguien totalmente pragmático, no malgastar esfuerzos. Y durmiendo mucho menos de lo que necesito. A pesar de todo, no se llega a compatibilizar completamente. Pero intento no agobiarme cuando algo queda pendiente. Ante todo, somos personas y tenemos que permitirnos flaquear de vez en cuando.