“En la Universidad jamás he visto un proyecto que haya suscitado ...

29 ene. 2015 - su colección de arte a la Universidad de Na- varra. ... une la actividad de artes escénicas con la ... Estética y de Arte Contemporáneo Félix.
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La Semana Navarra Entrevista

DIARIO DE NAVARRA DOMINGO, 18 DE ENERO DE 2015

ÁNGEL J. GÓMEZ MONTORO

PRESIDENTE DEL PATRONATO DE PROMOTORES DEL MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA

“En la Universidad jamás he visto un proyecto que haya suscitado tanto interés como el Museo”



Ángel Gómez Montoro, en la sala de reuniones del patronato del Museo de la Universidad de Navarra, junto a uno de los ventanales con vistas al campus.

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AN pasado diez años desde aquella conversación en la que María Josefa Huarte le expresó a Ángel José Gómez Montoro su deseo de donar su colección de arte a la Universidad de Navarra. Entonces él era rector y asumió un reto que conllevaba una inversión de 22,5 millones de euros, de los cuales 12 ya han sido aportados por mecenas de distintos países de Europa y América. Rector durante siete años (entre 2005 y 2012) de la Universidad, en 2013 se le encomendó la tarea de diseñar el patronato de promotores del museo. “La idea es que haga una función de impulso de la actividad del museo, de ayuda en su financiación, de orientaciones generales, trabajando en la línea que quiera la propia dirección del museo”, explicaba entonces Gómez Montoro. El próximo jueves, el museo mostrará sus cinco primeras exposiciones para un millar de invitados, entre ellos los Reyes Felipe y Letizia, que confirmaron su asistencia un mes antes de la inauguración. Quien no podrá asistir es María Josefa Huarte, debido al delicado estado de salud que la mantiene alejada de la vida pública desde hace años.

¿Qué sensaciones le están acompañando en esta cuenta atrás? Parecía que no iba a llegar nunca y ya ha llegado. En primer lugar, una gran alegría por ver un sueño que se hace realidad. Ahora, viendo el resultado, podemos decir que la

realidad supera al sueño. Y también la sensación de agradecimiento, porque esto ha sido posible gracias a mucha gente que ha colaborado desde tantos puntos de vista. Y la presencia de los Reyes en la inauguración les garantiza el eco que buscaban. Cuando eran príncipes ya estuvieron inaugurando el CIMA y en otras ocasiones también han venido a inauguraciones o actos de la Universidad. Era algo que queríamos. Finalmente ha sido posible y hará que el acto del jueves tenga mucha mayor repercusión a nivel nacional. ¿Y eso ayudará a encontrar nuevos donantes? No cabe duda de que será mejor cuanto más eco tenga, porque vendrá más gente a ver el Museo. Pero no sólo por la visita de los Reyes, sino también por el hecho de que el comienzo va a ser muy importante, con cinco exposiciones montadas, a lo que se une la actividad de artes escénicas con la Compañía Nacional de Danza. ¿El jueves habrá oportunidad de conocer a donantes que hasta ahora hayan permanecido en el anonimato? Yo creo que no. Hay algunos que no quieren salir, y con otros seguimos trabajando. Confiamos en que se animen más empresas conforme el Museo vaya ganando visibilidad. Y también confiamos en que puedan llegar más donaciones de obras de arte. Recientemente han buscado socios en Oriente Medio. ¿Prosperarán esas gestiones?

“Confiamos en que haya más donaciones conforme el Museo vaya ganando visibilidad”

“El arte une, y en nuestro patronato nos gustaría que incluso hubiera gente de religiones distintas” “A los artistas que vengan aquí les pedimos que se sientan cómodos con nosotros y que nosotros nos sintamos cómodos con ellos”

El director del Museo, Jaime García del Barrio, estuvo allí hace más de dos meses. Nuestra experiencia es que estas cosas son muy lentas. Primero requiere buscar contactos antes de ir, y después que se produzcan esas entrevistas. Un paso fundamental suele ser cuando la gente viene y conoce el campus. ¿Es cierto que han intentado llegar hasta el multimillonario Carlos Slim? Jaime ha tenido contacto con algún miembro de su familia, en ese sentido sí hemos intentado acercarnos a él. Desde el primer momento queríamos un patronato muy internacional, porque la propia Universidad tiene cada vez más proyección internacional: cada vez es más normal oír hablar inglés por el campus o por los pasillos. En estos años hemos hecho muchas gestiones y hemos hablado con mucha gente. ¿Y los contactos personales han sido determinantes para lograr que se involucrasen con el proyecto? Al final tiene que haber algún tipo de conexión personal. ¿Conexión personal o ideológica? No, ideológica no. A nosotros nos gustaría que en el patronato hubiera gente con visiones complementarias, e incluso de religiones distintas. El arte une, y la belleza se comparte por todos. De hecho, el Museo está siendo un punto de encuentro entre gente muy distinta. ¿El museo es ahora la mejor tarjeta de presentación de la Universidad?



DIARIO DE NAVARRA DOMINGO, 18 DE ENERO DE 2015

CATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA ENTRE 2005 Y 2012, ÁNGEL JOSÉ GÓMEZ MONTORO HA ESTADO ENTRE LOS PRINCIPALES IMPULSORES DEL MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA. DESDE 2013 HA ESTRECHADO AÚN MÁS EL VÍNCULO AL ENTRAR A PRESIDIR EL PATRONATO DE PROMOTORES DEL MUSEO, ENTRE CUYAS FUNCIONES ESTÁ LA CAPTACIÓN DE DONANTES. EN VÍSPERAS DE QUE EL NUEVO CENTRO ABRA SUS PUERTAS, TIENE UN RECUERO ESPECIAL PARA MARÍA JOSEFA HUARTE, DONANTE DE LA COLECCIÓN: “ES UNA PENA QUE ELLA NO PUEDA DISFRUTAR DE TODO ESTO POR SU ENFERMEDAD”. TEXTO: NEREA ALEJOS FOTOGRAFÍA: CALLEJA

Efectivamente, es una tarjeta de presentación. Y cuando la gente viene a la Universidad, el entorno del campus es una introducción fantástica al Museo. En todos los años que llevo aquí, especialmente en los que estuve como rector, yo no he visto ningún proyecto que haya suscitado este interés y que haya logrado el eco que tiene en los medios de comunicación. Por ejemplo, el CIMA tuvo un impacto muy inicial, pero el objetivo es que el Museo genere un impacto continuado. Personalmente, tengo mucha esperanza e ilusión en que vengan muchos colegios a visitarnos. Nuestra idea es que los niños y adolescentes aprendan a apreciar el arte, pero también será una oportunidad para que conozcan el campus. La mayoría de los mecenas que han salido a la luz no tienen nada que ver con el mundo del arte. Son empresarios, inversores... ¿Qué se les ofrece a cambio de su generosidad económica? Aunque pueda sorprender un poco, ellos entran porque les parece que el proyecto merece la pena, pero no podemos hablar en términos de contraprestación, sino de reconocimiento a su generosidad. Hay empresas, como La Caixa, a las que sí les hemos ofrecido esponsorizar espacios para darles mayor visibilidad. Además, el edificio es de los patronos y pueden disponer de estas instalaciones. Y cuando algunos de estos patronos están en otros museos, nos ofrecen contactos y asesoramiento. Ahora está por ver la orientación que le va a dar el Museo a su actividad. ¿Será un espacio abierto a los artistas navarros, sobre todo a los jóvenes? La inauguración del Museo hará ver nuestra apuesta por los jóvenes artistas. De las cinco exposiciones que vamos a presentar, una es del navarro Carlos Irijalba. Eso está en la filosofía del Museo, y es muy propio de una universidad: crear, innovar y colaborar con artistas, como lo venimos haciendo con la iniciativa Tender Puentes, donde hemos trabajado con casi veinte artistas muy distintos. El arte contemporáneo es un reflejo de la sociedad en la que vivimos y es lógico que se aborden temas controvertidos. ¿Tendrán cabida artistas que no conciban su obra como un mero objeto sino como una fuente de debate? A mí me parece que la universidad es un ámbito de debate y por tanto un museo universitario tiene que serlo también, pero hay muchas maneras de generar debate o polémica. Nosotros tenemos unos valores propios del humanismo cristiano. Lógicamente, lo que pedimos a quienes vengan aquí es que se sientan cómodos con nosotros y que nosotros nos sintamos cómodos con ellos. ¿Nombres como el de Abel Azcona, el artista navarro que más polémica e impacto ha generado a nivel internacional, podrán tener cabida en este museo? Yo creo que no tiene mucho sentido sacar nombres sobre quién puede venir o no. El Museo tiene un comité artístico que va decidiendo la línea de programación. Por tanto, será el comité el que decida cómo encontrar nuestra propia línea y cómo situarnos. Nuestra experiencia es que hemos tenido muy buena interlocución con los artistas y queremos seguir creando arte contemporáneo. La ausencia más notoria en la inauguración del Museo será la de la su impulsora, la coleccionista navarra María Josefa Huarte.

Antes he dicho que los sentimientos de estos días son de alegría, pero es verdad que tenemos la gran pena de que María Josefa Huarte no pueda disfrutar de ver su colección reunida y expuesta. Siempre quiso que la gente disfrutara con el arte tanto como ella lo ha hecho. Era impresionante lo que disfrutaba cuando te enseñaba los cuadros que tenía en su casa de Madrid. María Josefa siempre estuvo bien cuando había que tomar decisiones y trabajar, y ahora que todo iba a ser disfrutar, no va a poder hacerlo. Gracias a Dios tendremos a su marido, a Javier Vidal, y a muchos miembros de la familia Huarte. Nosotros, viendo el resultado final, nos sentimos tranquilos y contentos de haber hecho lo que ella quería. Yo también destacaría la visión arquitectónica de María Josefa, no hay más que ver cómo organizó su casa de Madrid, en función de sus obras de arte. Creo que hubiese disfrutado mucho viendo los espacios del Museo. Remontándonos al germen del Museo, ¿cómo se produjo aquel primer contacto, quién buscó a quién? El primer vínculo se creó con la Cátedra de Estética y de Arte Contemporáneo Félix Huarte. María Josefa estaba muy contenta con el trabajo que se estaba haciendo y ella tenía una relación habitual con algunos profesores de la universidad, como Álvaro de la Rica o María Antonia Labrada. Ese trato personal que permitió la Cátedra y los resultados que ella vio —en forma de publicaciones, encuentros, simposios—, posiblemente le llevaron a pensar en la Universidad. Fue en 2004 cuando habló con el rector José María Bastero para tantear la posibilidad. ¿Fue un factor fundamental que la propia María Josefa mostrara su disposición a convencer a Rafael Moneo para que hiciera el edificio? Ella se implicó muchísimo en todo el proyecto. Por una parte, María Josefa es una persona de trato elegantísimo, delicadísimo, y por otra parte, es de ideas muy claras, y eso se ve muy claramente en su colección. En los años setenta, mucha gente no apreciaba ese tipo de arte, pero ella demostró una gran valentía comprando cuadros como Incendi, de Tàpies, de seis metros. En un principio, Rafael Moneo pensó en un proyecto más pequeño, más sencillo, con la idea de construirlo pronto. Pero María Josefa no se conforma fácilmente, y tanto ella como nosotros veíamos que había que hacer un proyecto más ambicioso. Aunque fuese algo que tardase más en llegar, no queríamos que se nos quedara pequeño al día siguiente. Pero es muy fácil desviarse del presupuesto con este tipo de obras, y que acaben costando el doble de lo proyectado en un principio. Sí, tenía que ser un proyecto asumible. He de decir que Rafael Moneo se hizo cargo de la situación desde el primer momento. Creo que uno de los éxitos de este edificio es que el metro cuadrado ha salido a un precio razonable. Así como la crisis económica ha complicado más el encontrar donantes, por otro lado ha hecho más asequible la construcción del Museo, que ha sido de una gran complejidad técnica. Antes de empezar, nos daban unos precios de entre 3.0003.500 euros el metro cuadrado, y al final se ha quedado en 2.000. El otro punto muy importante es que no ha habido desviación presupuestaria, todo un logro. Si había alguna cosa nueva no prevista en los planos y suponía un incremento, había que bajar alguna otra partida. Todas las partes implicadas hemos estado muy concienciados de ello.

“Creo que María Josefa hubiese disfrutado mucho viendo los espacios del Museo. Ella tenía una visión muy arquitectónica”

“Uno de los éxitos de este edificio es que el metro cuadrado ha salido a un precio razonable. Al final se ha quedado en 2.000 €”

EL TEST Un paseo por el Museo del Prado o por el Guggenheim de Bilbao Rothko o Kandinsky Un espectáculo de danza o un concierto de música clásica Arte puramente estético o con carga social. Buen arte Una charla con el rey Felipe VI o con el Papa Francisco La tranquilidad de Ávila o el cosmopolitismo de Nueva York (y que me perdonen mis paisanos)

DNI ■ Ávila, Madrid y Pamplona.

Ángel José Gómez Montoro nació en Zamora en 1960 y a las pocas semanas su familia se mudó a Ávila, donde permaneció hasta los 17 años. Después se marchó a estudiar a Madrid. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y doctor por la Universidad Autónoma. Catedrático por la Universidad de Navarra , fue rector de 2005 a 2012. Reside en Pamplona desde 2001.Tiene tres hermanos: María del Carmen (psicóloga), Encarnación (regenta una administración de lotería) y José Antonio (protésico dental). Su padre, Ángel, fue ferroviario, y su madre, Antonia, tuvo una tienda de lana y punto. Es el único miembro de su familia vinculado al Opus Dei, en su caso como numerario, desde los 18 años.

La Semana Navarra Entrevista

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Un exrector con un retrato pintado por Antonio López Su trayectoria ha estado ligada al derecho constitucional. Antes de vincularse al Museo, ¿en qué medida estaba presente el arte en su vida? Siempre me han gustado mucho la pintura y la escultura, y además he tenido la oportunidad de viajar y de ver museos importantes de España y del mundo. Me han impactado especialmente museos como el MoMA y el Metropolitan de Nueva York, o la Frick Collection, que es menos conocida. Yo la recomiendo especialmente a todo aquel que vaya a Nueva York. ¿Qué obras o artistas le han impactado más? Centrándome en el arte más contemporáneo, destacaría El grito de Munch, o la colección de Kandinsky en el Guggenheim de Nueva York. Más tarde descubrí a Rothko. ¿Alguna otra afición artística? Me gusta mucho la música clásica, especialmente Brahms,Beethoven y Rachmaninov. Siempre que puedo voy a los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Navarra. Una de las compensaciones que ha tenido el proyecto del Museo es que he intensificado la dedicación a este tipo de actividades. También me ha resultado muy interesante el trato con los artistas. Y hablando de artistas, la Universidad encargó un retrato suyo a Antonio López y Juan José Aquerreta. Dados los precedentes de López con el retrato de la familia real, ¿tiene la esperanza de poder verlo terminado? Estoy muy agradecido e ilusionado. Todavía no he visto nada, pero creo que va avanzando. Procuro no dar mucho la lata, pero recientemente me dijeron que le habían dado un buen empujón. Tengo muchas ganas de verlo. Es curioso que se encarguen retratos de pintura en pleno siglo XXI. Además, resultaría mucho más económico optar por un retrato fotográfico. Siempre ha habido una tradición de realizar retratos y no me atrevo a decir qué se hará en el futuro. Yo confío en que mi retrato estará en un precio razonable. Creo que López y Aquerreta también lo hacen en buena medida como un detalle, dada la relación que hemos mantenido durante todos estos años. Como experto en derecho, ¿qué opina sobre lo sucedido con el semanario Charlie Hebdo? ¿Usted consideraría ofensivas ese tipo de caricaturas? Soy muy partidario de la libertad de expresión, pero creo que quien la ejerce debe hacerlo responsablemente, evitando ofensas que puedan resultar gratuitas. ¿Debe prevalecer entonces la no ofensa a una religión? No me refiero sólo a las religiones. La libertad de expresión ampara la crítica, pero no el insulto. Yo creo que no se pueden olvidar otros derechos, como la libertad religiosa o el honor de las personas.