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En la trastienda Todo lo que pasa detrás de las vidrieras

Por el mundo

El desertoor, de Tomás Maglione, obra ganadora de Curriculum Cero 2011

Empezar de cero Cumple una década el concurso impulsado por la galería Ruth Benzacar para promover nuevos talentos, que otorga al ganador una muestra individual

La Nacion

E

n 2001, mientras la sociedad argentina padecía la crisis de gobierno de la Alianza, la galería Ruth Benzacar decidió crear otro tipo de coalición: juventud, creación estética y criterio institucional fueron las bases de Curriculum Cero, un concurso destinado a artistas de quince a treinta años, con temática libre, y técnicas y formatos variados. El premio: una exhibición individual en el espacio joven de la galería de Florida 1000. Poco después, algunas instituciones también comprometidas con el arte contemporáneo la imitaron. El Centro Cultural Rector Ricardo Rojas reeditó entre 2003 y 2005 el Programa de Talleres para las Artes Visuales-Kuitca, que luego la Universidad Torcuato Di Tella desdobló en la Beca Kuitca y el Programa de Artistas. Algunos bancos y ciudades provinciales (en Santa Fe, en San Juan) crearon becas de estímulo para jóvenes artistas. Luego de diez años, Curriculum Cero puede juzgarse por sus resultados. Entre

Por la ciudad los ganadores, figuran artistas reconocidos internacionalmente, como Flavia Da Rin y Adrián Villar Rojas, quien este año representó a la Argentina en la 54° Bienal de Venecia, y otros establecidos en la escena nacional como Jazmín López, Luciana Lamothe y el grupo Doma. En el “seleccionado” de la década, también aparecen Cotelito, Amaya Bouquet, Nicanor Aráoz y Sofía Berakha, todos ellos con perfil (y nombre) propio. Según algunos críticos, los años recientes han sido menos exitosos o interesantes que los primeros, pero si se observa el desarrollo posterior de ganadores y seleccionados la razón de ser del proyecto está honrada. Si se descuentan los premios nacionales o provinciales, no abundan los espacios institucionales que promuevan el arte contemporáneo en sus variantes originales. El desertoor, de Tomás Maglione (Buenos Aires, 1985), ganó la décima edición de Curriculum Cero. Su video de casi cinco minutos sobre los avatares de una superficie reflectante crea, de la manera más analógica posible, un efecto fantástico: la cámara parece darse vuelta, y con ella el

espectador. El cielo toma el lugar del lago quieto, vecino de una pista de aterrizaje, y los aviones y pájaros naufragan rodeados de pescados y desechos, a la vez que la pantalla “refleja” bucles en el agua y surcos de los vuelos desde un plano anómalo. Maglione participó en 2009 del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella a cargo de Jorge Macchi y, en 2010, del Laboratorio de Cine con Martín Rejtman. Este año presentó una muestra de dibujos “cavernícolas” en Rayo Lazer. Completan la lista de Curriculum Cero 2011 Donjo León y Laura Langer (ambos con obras sugerentes, complejas e irónicas), Daniel Alva, Francisco Amaru Medial, Mariano Javier Benedetti, Sebastián Desbats, Sebastián Garbrecht, Bruno Gruppalli, Sol Pipkin, Rocío Ruscelli, Paula Pogranizky, Facundo Pires y Sofía Sarkany. En el segundo subsuelo, se presenta la obra de David Maggioni, ganador de la edición 2010. Ficha. Curriculum Cero en Ruth Benzacar (Florida 1000), hasta el 30 de diciembre

El mismo fin solidario tiene la muestra que inaugurará el martes la galería Rubbers (Av. Alvear 1595), con fotografías donadas por más de 50 artistas (entre ellos, Luis Felipe Noé) a beneficio de la Fundación Agrupar. Cerca de allí, en Av. Alvear 1761, local 9, Cecilia Caballero exhibe hasta el martes pinturas de James Peck, y en Cerrito 1522 Zurbarán presenta una obra de la artista cordobesa Sol Halabi, ganadora del Premio 10 Jóvenes Sobresalientes 2011.

Por el país Otro cordobés reconocido es Miguel Ángel Rodríguez, ganador del Premio Arnet a Cielo Abierto 2011; su escultura Paisaje ambulante se acaba de instalar en el Parque Las Tejas de la ciudad de Córdoba.

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25 Viernes 9 de diciembre de 2011

POR DANIEL GIGENA

Marta Minujín (foto), Jorge Macchi, Leandro Erlich y Liliana Porter se cuentan entre los 19 artistas de 10 países latinoamericanos convocados por Diego Costa Peuser para participar de ARTecho, un proyecto ideado para colaborar con Un Techo para mi País. Cada uno intervino un modelo a escala de las viviendas que la ONG construye para familias en situación de extrema pobreza. Las maquetas se subastaron la semana pasada en Art Basel Miami y permitieron recaudar más de 200.000 dólares, que permitirán construir 118 casas en América latina en 2012.