Ella era más vieja que el tiempo…

9 may. 2014 - de Yupanqui encontrará una fuente valiosa en Cartas a Nenette, la obra compilada por Víctor Pintos (Sudamericana, 2001). Héctor Roberto ...
499KB Größe 7 Downloads 81 vistas
2 | ADN CULTURA | Viernes 9 de mayo de 2014

Final abierto

línea & letra

Poesía interpretada por Pablo Bernasconi

Yupanqui, en el espejo de la historia

Ella era más vieja que el tiempo…

Verónica Chiaravalli

Georges Schehadé

E

n febrero, la Secretaría de Cultura de la Nación publicó un librito que reúne canciones de Atahualpa Yupanqui, en una edición bilingüe (castellano - francés), cuyo destino fue el Salón del Libro de París, donde la Argentina era invitada de honor. Allí también interpretó el repertorio de Yupanqui Lidia Borda, y el resultado de esa actuación fue el disco Atahualpa, que la cantante acaba de presentar en Buenos Aires. Siempre es justo que los pueblos recuerden a sus artistas y noble que los gobiernos lo hagan sin discriminar a aquellos que critican con severidad sus ideas y sus actos. Así les ha llegado, en estos años de gobierno peronista, un vivo reconocimiento a personalidades como Julio Cortázar y Atahualpa Yupanqui (Borges sigue siendo un problema), que en su hora padecieron en mayor o menor grado al movimiento del general Perón. El librito cuenta con un informativo prólogo escrito por Norberto Galasso, que resume los hitos en la vida del cantor; pero quien quiera conocer a fondo cómo fue el período europeo de Yupanqui encontrará una fuente valiosa en Cartas a Nenette, la obra compilada por Víctor Pintos (Sudamericana, 2001). Héctor Roberto Chavero (Atahualpa) le escribe a su mujer, la pianista francocanadiense Antoinette Paule Pepin (Nenette), desde las ciudades que visita, dentro y fuera de la Argentina. Afiliado al Partido Comunista, en 1949 Yupanqui debe huir del país “sin documentos porque la policía se los había retenido”, cuenta Pintos. De París, le agradan el cosmopolitismo, la belleza arquitectónica, la elegancia de las mujeres, la cortesía urbana. Pero le cuesta acostumbrarse al ritmo de su nueva vida. Aun así, no conviene volver. En junio de 1950 escribe: “Por los diarios de Francia veo que las cosas en mi tierra siguen su curso de siempre. ¡Pobre país mío! Cuándo sacudirá su modorra, su credulidad, su oportunismo, inclinación al burocratismo envilecedor. Me duele profundamente esta etapa argentina tan suicida, tan bochornosa”. Los comienzos parisienses son difíciles y Yupanqui piensa que no se quedará demasiado tiempo en la capital francesa, pero de a poco todo se encamina. Hacia fines de ese mes empieza a dar una serie de recitales y su fama crece hasta culminar en el ya legendario concierto junto a Edith Piaff, en 1950. Atahualpa le cuenta a Nenette que fue un éxito. “Por otro lado, te diré que los argentinos están bastante desprestigiados en Francia, por su petulancia, chauvinismo y suficiencia, casi siempre no justificada de manera alguna.” Yupanqui estaba convencido de que él debía ser un buen embajador de su pueblo, y su noción de pueblo no tenía nada de sectario. En 1968, ya consagrado, lo invitan a actuar en el Teatro Popular de Bruselas. Atahualpa habla con un representante de la sala y escribe a Nenette: “Por lo que veo, ese teatro está manejado por la gente de izquierda. De ese modo, yo no puedo ir. Le dije que yo tocaba para Bruselas, sin averiguar cómo piensa la gente, pero que no estaba dispuesto a tocar con un público de ideología especializada. [...] Quisieron sensibilizarme diciendo que mi repertorio es para el pueblo. Yo les respondí que sí, que canto para el pueblo, pero no para los comunistas sino para todo el pueblo, con católicos, intelectuales, obreros, policías, profesores y sacerdotes. Eso es, para mí, el Pueblo. Estos señores de ‘la zurda’ se autocalifican como Pueblo, haciendo exclusión de todos los otros sectores. Y yo considero que esta es una de sus equivocaciones –entre tantas– mayores”. ß

Ella era más vieja que el tiempo Con manos de gran transparencia Y en los ojos la triste primavera Se la acostó bajo la arena Algo de viento había en los árboles Y no había nada más Queda el recuerdo de su voz Desde que está en ese país lejano Donde todas las mujeres se parecen

En: Los poemas, traducción Rodolfo Alonso, Hilos.

Schehadé Alejandría, 1905 - París, 1989 Aunque alentado en su momento por Paul Éluard y Saint-John Perse, Georges Schehadé persistió siempre como un poeta más bien secreto, tenue como la mayoría de sus poemas. Escribió también teatro y muchas de sus obras fueron dirigidas por JeanLouis Barrault.

STAFF Director: Bartolomé Mitre. Subdirector: Fernán Saguier. Secretario general de redacción: Carlos Guyot. Directora de arte: Ana Gueller. Directora de adncultura: Verónica Chiaravalli. editor: Pedro B. Rey. editora de artes Visuales: Alicia de Arteaga. editora de arte: Silvana Segú. editoras fotográficas: Andrea Knight y María Aramburú. redacción: Pablo Gianera, Natalia Blanc, Celina Chatruc y Martín Lojo. Corresponsales: Luisa Corradini (Francia), Elisabetta Piqué (Italia), Silvia Pisani (EE.UU.). Diseño gráfico: María Paula Pilijos. Corrección: Susana G. Artal y Daniel Gigena. Gerente comercial: Gervasio Marques Peña. Propietario: S.A. La Nación, Zepita 3251, C.A.B.A. (C11285ABG) CABA. Derechos de la propiedad intelectual amparados por el Registro N° 5030332. Redacción: Av. del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA) Buenos Aires. impresión: taller propio de S. A. La Nación (Zepita 3251, C.A.B.A.) año 7 - número 352 - 9 de mayo de 2014 - buenos aires, argentina