ELIGIENDO MATERIALES DE ENSEÑANZA PARTE 3 DETERMINANDO CÓMO APRENDE MEJOR TU HIJO Por Ellyn Davis Usado con permiso La escuela para animales Una vieja historia nos dice de la creación de una escuela para animales. En esta escuela, todos tomaron los mismos cuatro cursos: volar, nadar, trepar y correr. Entre los estudiantes estaban un pato, una ardilla voladora, una zorra y un elefante. Los cuatro estaban altamente motivados, y querían sacar buenas calificaciones, así que todos le pusieron mucho empeño. El pato lo hizo fantásticamente bien en natación y vuelo, pero quedó atrás de sus compañeros de clase en escalar y correr, por lo que se concentró especialmente en estas dos materias. Sin embargo, sus patas comenzaron a dolerle tanto por tratar de correr y sus alas se le estropearon por tratar de trepar que para el final de año, no solo falló en ambas materias, sino que se sacó un cero en natación y vuelo, mismas que habían sido sus dos mejores materias. Al principio del año escolar, la ardilla era la primera en la clase de trepar y correr y solo después del pato, la segunda en volar. Pero mientras los meses pasaban, perdió tantas clases al pescar una pulmonía en su clase de natación, que falló en todo. Para empeorar las cosas, como la ardilla estaba constantemente moviéndose y parloteando en clase, y tenía dificultad para poner atención, fue diagnosticada con un “problema de aprendizaje”. Eventualmente la ardilla fue sometida a clases para estudiantes atrasados y estuvo bajo tratamiento médico para poder continuar con su trabajo en la escuela. La zorra se veía muy cómoda en su clase de carreras y también lo hizo bien en trepar y nadar, pero se volvió tan frustrada de su ineptitud para sacar buenas calificaciones en vuelo, que comenzó a atacar a sus compañeros de clase. Aún trató de comerse al pato. Su comportamiento llegó a ser tan perturbador, que fue expulsada de la escuela. Se juntó con malas amistades y eventualmente terminó en un centro para animales delincuentes. Mientras tanto, el elefante desarrolló una baja autoestima, porque no pudo hacerlo bien en ninguna de las materias. Cuando se hundió en una depresión clínica, su terapeuta lo persuadió de tratar en otras escuelas, que se enfocaran más en materias tales como el levantamiento de peso y acarreo. El elefante estaba desconcertado, porque las carreras de levantamiento y acarreo no eran tan prestigiosas como las de vuelo, natación, escalado o carrera. Aunque él siempre se sintió inferior, se las arregló para tener una vida decente y mantener a su familia. Nuestros hijos son individuales El punto de esta chistosa historia acerca de la escuela para animales, es que la educación moderna envía a cada niño a través de un programa de estudio que está dirigido hacia un niño “genérico”. Se espera que cada estudiante esté dispuesto a seguir el mismo curso de estudio en la misma secuencia, sin considerar las aptitudes innatas o diferencias individuales que son cruciales para las habilidades de aprendizaje de los niños. La instrucción no toma en consideración la diferencia en tipos de personalidad o temperamentos.

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Los padres que entienden las diferencias en el aprendizaje, pueden ser más comprensivos con las frustraciones que afrontan sus hijos en la escuela, y de más ayuda en encontrar propuestas alternativas. Las dos mayores diferencias de aprendizaje entre los niños tienen que ver con los estilos de aprendizaje y la buena disposición para aprender. CONDICIONES QUE AFECTAN EL APRENDIZAJE Cada persona tiene una forma dominante o preferida de recibir la información. La gente también tiene diferentes maneras en las que procesa el ingreso de información, diferentes aptitudes innatas, y diferentes temperamentos. Estas diferencias en las modalidades de aprendizaje pueden afectar profundamente su habilidad para aprender. Los estudiantes visuales son los que aprenden mejor a través de imágenes visuales, grabados, diagramas, etc., y mediante el observar a otros hacer algo. Los estudiantes visuales tienden a ser de orientación impresa y pueden aprender leyendo acerca de una materia. Algunos estudiantes visuales son estrictamente estudiantes de impresos. Estudiantes auditivos lo hacen mejor con lecturas, canciones, historias y otros materiales orales. A los estudiantes sinestéticos les favorece interactuar haciendo y tocando lo que están aprendiendo. La mayoría de los niños pequeños son estudiantes sinestéticos, pero algunas veces continuarán necesitando “manejar manualmente” los materiales, aún cuando sean mayores. Estudiantes interactivos de grupo o sociales aprenden mejor a través de la participación en grupo, conversaciones y discusiones. Un niño te dará pistas para saber qué clase de estudiante es él, no solo mediante sus actividades, sino también con las palabras que use para expresarse. Si un niño observa y recuerda detalles, tales como cosas bonitas o ilustraciones brillantes, y tiende a expresarse con frases tales como “¡Mira esto!” o “Ya entiendo lo que quieres decir”, ese niño es probablemente sea un estudiante visual. Si el niño canta con frecuencia para sí mismo o inventa canciones, puede recordar lo que la gente dice, usa expresiones como, “¡Oye esto!” o “Escucho lo que estás diciendo” queriendo decir que entiende, puede ser un estudiante auditivo. El niño a quien le gusta tocar todo, desarmar cosas, y usar expresiones como “Ya lo tengo” es más bien un estudiante sinestético. Adicionalmente a una o dos preferencias en los estilos de aprendizaje, cada persona tiene un estilo de pensar dominante, dependiendo si él o ella procesa información con el hemisferio derecho o izquierdo del cerebro. El pensamiento del hemisferio izquierdo es secuencial, analítico, racional e interesado en detalles. El pensamiento del hemisferio derecho es de “concepto global”, intuitivo, subjetivo y artístico. LAS SIETE INTELIGENCIAS Otro componente del aprendizaje es lo que los científicos llaman Las Siete Inteligencias. Las personas tienen diferentes habilidades innatas que hacen que ciertos estudios les resulten más fáciles. Esta aptitud innata puede ser musical, artística, lógico-matemática, lingüística, sinestética-corporal, interpersonal, o intra-personal. Inteligencia lingüística es la habilidad de usar y entender el lenguaje. Inteligencia lógico-matemática, es la habilidad de usar números y conceptos matemáticos.

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Inteligencia visual-espacial es la habilidad de entender las relaciones de imágenes y figuras en el espacio. Inteligencia músico-rítmica es la habilidad de escuchar los tonos y las notas, y sentir el ritmo. Inteligencia interpersonal es la habilidad de guiar y trabajar con otras personas. Inteligencia intra-personal es la habilidad de entender las emociones, motivaciones, y metas propias. La gente que tiene una inteligencia altamente desarrollada en un área, puede ser débil en las otras. EL TEMPERAMENTO Y EL DOTE ESPIRITUAL Además, el temperamento del niño y su dote espiritual puede ser una poderosa influencia en su habilidad para aprender. Las profundas diferencias en la personalidad de la gente les causan ser más receptivos a ciertos ambientes y métodos de aprendizaje. El determinar las preferencias de aprendizaje de tu hijo puede ser importante, porque los métodos y materiales de enseñanza tradicionales tienden a favorecer los temperamentos más formales, los estudiantes visuales y auditivos, los que utilizan el hemisferio izquierdo del cerebro, y las inteligencias lingüísticas y lógico-matemáticas. APRENDIENDO A RECONOCER EL MOMENTO ADECUADO El Dr. Raymond Moore fue parte de una fuerza de tarea para dirigir a educadores americanos que estudiaron el aprendizaje de la niñez temprana para la Oficina de Oportunidad Económica de los Estados Unidos. Basado en su investigación de años, el Dr. Moore llegó a dos conclusiones para reconocer el momento adecuado para el aprendizaje: 1) Muchos niños sufren de un innecesario stress físico, emocional y mental, porque fueron sometidos a actividades académicas antes que su visión, oído, sistema nervioso, habilidades de razonamiento, y coordinación muscular estuvieran lo suficientemente desarrolladas para cumplir con las tareas escolares convencionales, y 2) A menudo se les enseña a los niños habilidades académicas, antes de que cuenten con la suficiente experiencia práctica y conocimientos previos para captar los conceptos involucrados. El Dr. Moore y su esposa Dorothy, se han convertido en dos de los principales abogados por la educación en casa en los Estados Unidos. Ellos han escrito muchos libros, alentando a los padres a posponer la educación formal, hasta que los niños estén mental, física y emocionalmente preparados. UN AMBIENTE AGRADABLE PARA APRENDER Adicionalmente a los estilos de aprendizaje y el momento correcto para su inicio; también es crítico para la enseñanza el contar con un ambiente que resulte “agradable para el estudiante” Estos ambientes adecuados, toman en consideración todo lo que rodea física y emocionalmente al niño. Los niños aprenden mejor en una atmósfera positiva, dentro de una ambientación placentera, en la que se encuentren física y emocionalmente seguros. Muchos niños son sensibles a la iluminación, temperatura del cuarto, distracciones visuales tales como un lugar desordenado, distracciones auditivas, como ruidos de fondo, y a lo confortable o no del lugar. Algunos estudiantes trabajan mejor solos, mientras que otros hacen mejor su trabajo cuando se involucran otras personas.

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Los niños también son sensitivos a las actitudes de los maestros hacia ellos. Los niños de quienes se espera que fallen, tienen un bajo rendimiento en la escuela, mientras que los niños de quienes se espera que tengan éxito, generalmente son mejores estudiantes. Los padres observadores pueden crear un ambiente que resulte física y emocionalmente positivo en el que cada niño pueda dar lo mejor de sí en el trabajo.

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