ELIGIENDO MATERIALES DE ENSEÑANZA PARA SUS HIJOS PARTE 4 CREANDO TU PROPIO ALCANCE Y SECUENCIA Por Ellyn Davis Usado con permiso Desarrollando una Filosofía de la Educación. Continuando con el tema de la “Elección de Materiales de Enseñanza”, aquí exploraremos las cuatro diferentes filosofías educativas que influencian la enseñanza en casa cristiana y posteriormente te ayudarán a determinar tu propia filosofía educativa. Filosofías educativas comunes. Existen actualmente cuatro filosofías educativas que influencian la enseñanza en casa. Piensa en estas filosofías como las suposiciones subrayadas acerca de lo que comprende una educación y lo que los materiales de estudio deben cubrir en el curso del estudio. Todos los métodos de enseñanza comunes disponibles para maestros en casa contienen elementos de estas cuatro filosofías, pero cada método de enseñanza favorece diferentes filosofías educativas. La primera filosofía educativa es el esencialismo. El esencialismo asume que existe una parte fundamental del conocimiento que debe ser dominado para que la persona pueda ser considerada como “educada” Se enfoca en los “fundamentos” y está dirigido hacia la materia. El esencialismo puede ser resumido en esta frase: “la información es la clave para una buena educación”. El perennealismo está más orientado a la “idea”, y considera que la educación consiste en volverse un conocedor de los grandes escritores y pensadores a través de la historia. Para los perennealistas, “la comprensión es la clave de una buena educación.” El rogresivismo busca hacer práctica y aplicable la educación a las necesidades tanto de los estudiantes como de la sociedad. Asume que “el considerar al conocimiento y las habilidades como significativos, es la clave para una buena educación”. El existencialismo hace hincapié en la “autenticidad” – el compromiso de encontrar al verdadero ser. Para el existencialismo, “el descubrir el significado y propósito propio en la vida, es la clave para una buena educación”. ¿Cuál es tu filosofía educacional? Ya sea que estés consciente o no, tu tienes una filosofía educacional – una idea de lo que comprende una “buena” educación. Y es esta idea la que traes a la mesa cuando comienzas la enseñanza en casa de tus niños. También es esta idea la que causa que tú seas atraído hacia cierto tipo de materiales de enseñanza. Así que tal vez desearías hacerte a ti misma las siguientes preguntas: 1. Si tuviera que decir lo que pienso ser lo más importante durante los años que mis hijos pasen en la escuela en casa, sería... (Dentro de un rango de 1 (más importante) al 4 (menos importante)
2 ____ (a) Que mis hijos aprendan la parte medular del conocimiento que sea universalmente reconocido como una educación completa; para que ellos puedan ser aceptados en las mejores escuelas y cursen carreras profesionales. ____ (b) Que mis hijos se hagan conocedores de las grandes mentes a través de la historia y el panorama mundial que influenció la historia, para que lleguen a ser pensadores, líderes y estén capacitados para resolver problemas ____ (c) Que mis hijos aprendan la información y habilidades que sean de uso práctico para ellos y prepararlos así para la vida en el mundo real y la vida en familia. ____ (d) Que mis hijos descubran su significado y propósito en la vida y que estén equipados con el conocimiento y las habilidades para cumplir con los designios de Dios. 2. ¿Qué me enseñaron que necesitaba verdaderamente saber? (Saca un pedazo de papel y haz tres columnas. Arriba de cada columna escribe “Académicas”, “Habilidades Prácticas”, y “Relaciones”. Escribe cuántas cosas quieras en cada columna de lo que fuiste enseñada y que en el curso de tu vida has descubierto que realmente necesitabas haber sabido.) 3. ¿Qué me faltó de la enseñanza que he descubierto que realmente necesitaba saber? (Haz este ejercicio de la misma manera que en el punto 2, excepto que tu lista sea de aquellas cosas que no te enseñaron que hubieras deseado saber.) 4. ¿Qué enseñanzas recibí que no necesitaba saber y que jamás preví necesitar saber y que nunca he conocido a alguien que necesitara saberlas? (Haz este ejercicio de la misma manera que en el punto 2, excepto que tu lista será de aquellas cosas que aprendiste y descubriste que fueron una pérdida de tiempo para ti y todos los demás.) De aquí, ¿a dónde vamos? Nuestra recomendación es que sigas los siguientes cinco puntos: 1. Primero, echa una buena y larga mirada a las presuposiciones y objetivos de la educación institucional, por medio de la lectura de libros tales como los de John Gatto y John Holt. ¿Por qué? Porque, como Pogo dijo, “Hemos visto al enemigo y ¡él somos nosotros!” Estamos tan acostumbrados a pensar en la escuela como niños sentados en sus bancas, escuchando lecturas y trabajando en programas de estudios preempaquetados por seis horas diarias, 180 días al año, por un período de doce años, que nos cuesta trabajo imaginarlo de otra manera. Así mismo, muchos productos para educadores en casa son solo versiones reempaquetadas de materiales de escuelas públicas, y necesitamos estar dispuestos a reconocerlos como tales. De otra manera, nos encontraremos adoptando la misma postura y secuencia, los mismos métodos, y los mismos programas de estudio estandarizados que fueron derivados de las presuposiciones de las escuelas públicas y que buscan alcanzar sus objetivos. Nos preocuparemos si nuestros niños no están leyendo para cuando tengan seis años o haciendo fracciones para los nueve. Guiaremos a nuestros hijos hacia las carreras populares. Nos sentiremos no calificadas para enseñar sin un grado educativo. En resumen, hasta que comprendamos los conceptos erróneos tras la escolaridad pública, pensaremos de alguna forma que la educación tradicional institucionalizada es la verdadera educación.
3 Para la mayoría de nosotros, nuestra crianza en escuelas públicas nos ha estancado en ideas acerca de la educación que deben ser descartadas, si queremos efectivamente educar a nuestros propios hijos en casa. Como John Gatto dice, “La escuela fue una mentira desde el principio, y continúa siendo una mentira” Si no mejoramos nuestro conocimiento, podemos caer en la mentira de perpetuar su pensamiento. 2. Segundo, examina las opiniones y métodos de enseñanza que actualmente influencian la enseñanza en casa. Puedes leer acerca de éstos en los números pasados de este boletín y puedes leer libros que expliquen más ampliamente las opiniones y métodos. Si hay un énfasis en particular o un método de enseñanza que te atraiga, tómate el tiempo de aprender acerca de él. El hecho de que te atraiga, puede ser un discreto llamado del Señor hacia esa dirección. 3. Tercero, trata de ponerte en contacto con las convicciones y valores de tu familia y las necesidades reales de tus niños (ver el boletín sobre Estilos de aprendizaje). Una vez que tengas una idea de lo que realmente quieres para tus niños, estarás mejor preparado para trazar tu curso de escuela en casa. 4. Cuarto, compra varios libros sobre los recursos para la escuela en casa, que te ofrezcan una visión general de la enseñanza en casa. Estos libros te agobiarán si aún no tienes una idea de hacia dónde quieres dirigir tu enseñanza en casa, así que no profundices en ellos hasta que tengas alguna idea de las convicciones y necesidades reales de tus niños en la familia. Comienza con libros tales como Los primeros años de escuela en casa, Los años intermedios, y Los años de la adolescencia. Ellos te proveen de información general acerca de cómo enseñar a cada grupo de edades. De ahí, comienza a buscar guías de programas de estudios, como los de Mary Pride o Cathy Duffey. Edúcate a ti mismo acerca de lo que “hay allá afuera” 5. Crea tu propio alcance y secuencia. Creando tu propio Alcance y Secuencia. Si tú nunca has oído el término “alcance y secuencia”, es una simple lista de las cosas que deben ser aprendidas y en qué orden, durante un curso típico de estudio del primero al doceavo grado. Puedes crear tu propio alcance y secuencia, elaborando un curso de estudios para tus niños alrededor de todas las cosas que sepas que una persona verdaderamente necesita conocer, tomando en consideración la filosofía educativa que tiendes a elegir. ¿Cómo lo haces? Primero, toma una hoja de papel en blanco y haz tres columnas. Divide cada columna en cuatro filas. Ahora debes tener una cuadrícula en la página que tiene 12 compartimentos, uno para cada grado del 1 al 12. Marca los compartimentos con números del 1 al 12 (O, si no quieres asignar niveles de grados a tus niños, marca los compartimentos con edades de 6 a 17 años.) Consulta las listas que escribiste para las preguntas No. 2 y 3. Anota brevemente los “necesito saber” de lo académico, habilidades prácticas y habilidades de relación en tu cuadrícula del 1º al 12º grado. (o de los 6 a los 17 años de edad), de acuerdo a qué tanta madurez crees que necesita tener tu niño antes de aprender esos conocimientos o habilidades. Ahora, consulta tus respuestas a la pregunta No. 1.
4 Si tu primera elección fue (a) tu filosofía educativa está orientada hacia el esencialismo, probablemente necesites considerar los materiales de enseñanza tradicional tales como los de Bob Jones o A Beka, los cuales tienen un alcance y secuencia predefinidos. Entonces puedes complementarlo con materiales que reflejen tu segunda, tercera y cuarta prioridad y cosas que estuvieron en tus listas de preguntas No. 2 y No. 3. (Para una explicación del método tradicional. Si tu primera elección fue (b) tu inclinación es hacia el perennealismo, los métodos de los grandiosos libros del tipo de Charlotte Mason, es lo que se ajusta mejor a tu curso primario de estudios en casa. Este método puede ser fácilmente adoptado, así que eso incluye tus listas en los números 2 y 3. Si tu primera elección fue (c) entonces tu tendencia es a ser progresivista. Un enfoque más experimental, práctico, y manual de aprendizaje es el que mejor se ajusta a tu familia. Este enfoque puede ser fácilmente adaptado, aquí que eso está incluido en tus listas Nos. 2 y 3. Si (d) fue tu primera elección, tu inclinación está hacia el existencialismo como una filosofía educativa. Un método “dirección de identidad” funcionará mejor para tus hijos, con el diseño de cursos de estudio que reflejen los intereses y talentos de tus niños. También puedes cubrir lo que estaba en tus listas en los números 2 y 3. (Consulta nuestro artículo sobre “Dirección de identidad en la escuela en casa.”) Ahora estás listo para comprar tus materiales de enseñanza para el próximo año. Ya entiendes la procedencia de los materiales para la escuela en casa de los diferentes métodos y filosofías educativas, ya sabes los estilos de aprendizaje de tus niños, conoces tu propia filosofía educativa, y los aspectos académicos y habilidades prácticas y de relaciones que son importantes que cubras con tus hijos en el próximo año escolar. También tienes una percepción de los diferentes productos que están disponibles. Prepara varios cientos de dólares y quizá algunos meses para que tengas claro lo que quieres hacer. Si te hace sentir mejor acerca de la cantidad de tiempo y dinero que necesitas invertir para estar lista para enseñar a tus niños, piénsalo de esta manera: Una maestra promedio de escuela pública tiene que invertir de cuatro o seis años y de veinte a cincuenta mil dólares en aprender cómo enseñar a tus niños. ¿Por qué no deberías gastar algo de tiempo y dinero en prepararte a ti misma? Sin embargo, no pienses que debes tener todo planeado antes de comenzar. Puedes adaptarte sobre la marcha. Así que relájate y acepta el hecho de que algo de lo que intentarás, será una total pérdida de tiempo, energía y dinero. Todo esto es parte de aprender lo que funciona para ti y para tus niños. Considéralo un pago por tu instrucción en la unidad de educación en casa. Así que, ¡solo relájate y diviértete con tu escuela en casa!
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