Espectáculos

Domingo 19 de abril de 2009

LA NACION/Sección 4/Página 7

TEATRO (En el mundo)

Por Pablo Gorlero Los australianos John Ellis y Delia Hannah hacen el musical Cats, de Andrew Lloyd Webber, en el espectacular teatro Esplanade, de Singapur

N Gatos siempre vigentes. La compañía

de Cats que gira por Australasia subió a escena en el imponente Esplanade Theatre, de Singapur, hace dos semanas. Este elenco internacional (en su mayoría compuesto por australianos y neozelandeses) está encabezado por John Ellis, como el viejo Deuteronomy; Delia Hannah, como Grizabella; John O’Hara, como Rum Tum Tugger; y Michael-John Hurney, como Gus. La gira continuará por HongKong y distintas ciudades de Nueva Zelanda. Actualmente, la obra también tiene otras tres compañías en distintas partes del mundo. Una de ellas, en gira por los Estados Unidos; otra en gira por Alemania; y una más en el Madach Theatre, de Budapest. Cats estuvo 21 años en cartel en Londres, y 18 en Broadway.

EFE

Mike Adler (de pie), como Benvolio, en la versión de Romeo y Julieta que acaba de estrenar el Maxim Gorki de Berlín

* * * N El teatro anglosajón en Madrid. El año

pasado Sam Mendes, quien durante diez años fue responsable artístico del Donmar Warehouse Theater de Londres, lanzó el Proyecto Puente (The Bridge Project), junto a Kevin Spacey, cuyo propósito es realizar dos clásicos por año con primeros actores en un puente de intercambio entre actores estadounidenses y británicos, en distintas ciudades del mundo. El jueves pasado, Mendes presentó el proyecto en el Teatro Español, de Madrid, acompañado por los actores Ethan Hawke, Simon Russell Beale, Rebbeca Hall y Sinéad Cusack. La idea es presentar El jardín de los cerezos y Cuento de invierno, de Chéjov, que estrenó en enero en Nueva York y concluirá en agosto, en Epidauro (Grecia), tras recalar en Singapur, Nueva Zelanda, España,

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Alemania e Inglaterra. Las obras se verán en Madrid, hasta el miércoles 29, con subtítulos. * * *

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Ethan Hawke y Sam Mendes, durante la conferencia de prensa donde se anunció el Proyecto Puente, en Madrid, ciudad donde harán dos obras de Anton Chejov

Marita Ballesteros, Joaquín Furriel y Julieta Vallina hacen sus trabajos protagónicos con profundidad

Electra vivió en Palermo Es intensa y dinámica la puesta en escena que Eva Halac hizo de El reñidero Muy buena

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El reñidero, de Sergio De Cecco. Intérpretes: Julieta Vallina, Joaquín Furriel, Antonio Grimau, Marita Ballesteros, Tony Lestingi, Miguel Angel Martínez, Pepe Mariano, María Urdapilleta, Monina Bonelli, Mauricio Minetti, Claudio Rodrigo y Andrés Bailot. Música: Mariano Fernández Bussy y Carlos Alvarado. Escenografía: Micaela Sleigh. Iluminación: Leandro Pérez. Dirección: Eva Halac. Duración: 90 minutos. En el Teatro Regio.

Cuando un personaje ha sobrevivido en el tiempo y ha superado estoicamente todas las versiones y adaptaciones, entonces se puede decir que ha alcanzado la categoría de clásico. Y esto es lo que ha pasado también con Electra, una creación de Sófocles, y también de Eurípides, que ha tentado a más de un artista a través de los siglos. Fue inspiración tanto para Eugene O’Neill (El luto le sienta bien a Electra, 1931); el dramaturgo cubano Virgilio Piñera (Electra Garrigó, 1948); Marguerite Yourcenar (Electra o la caída de las máscaras, 1954); Richard Strauss (la ópera Elektra, con libreto de Hugo von Hofmannsthal, 1909); Omar del Carlo (Electra al amanecer, 1948) y Julio Imbert (Electra, 1964), entre muchos otros. De Cecco tomó la tragedia de Electra, de Sófocles, como base de su obra y la ubicó en 1905 en el barrio de Palermo. El reñidero –la pista de arena donde luchan los gallos de riña– fue utilizado por

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N Fiesta teatral en Bolivia. Desde el jue-

ves hasta fin de mes, compañías de doce países americanos y europeos inundan de teatro La Paz y Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, ciudades que albergan dos festivales internacionales de artes escénicas. Actuarán los principales elencos bolivianos; y, entre las obras internacionales estarán Solamente un día (Alemania), Le

el autor para ubicar a los guapos y al malevaje en un barrio donde la única ley era la que emanaba del coraje y la justicia se obtenía a punta de cuchillo. De Cecco creó su propio Orestes, convertido en una víctima del enfrentamiento dramático, enfrentamiento gestado por su hermana Elena (Electra sofocliana). La muerte de Pancho Morales, asesinado por el amante de su mujer, sirve para darle respaldo a la protagonista femenina. Ella se erige en continuadora de los valores de su padre, sin importarle que esté tramando un destino infausto y sin piedad para su madre adúltera. Se convierte, como una moderna parca, en la gestora del odio y la sed de venganza que, a su vez, la irá consumiendo. Ellos son los reales participantes del reñidero.

Un gran salto Eva Halac trae acertadamente el conflicto trágico a principios del siglo XX, en un barrio porteño, y lo logra con una dinámica tan aceitada e integrada que texto, música, vestuario, escenografía e interpretación se convierten en un todo que permite resaltar la tensión de las acciones. Con una escenografía realista que reproduce la casa de Morales y el reñidero y un vestuario acorde a la época, todas las situaciones están ensambladas de tal manera que los racontos fluyen, con un tenue cambio de luces, sin inte-

rrumpir la atención. Se suma la música, atemporal, que subraya la atmósfera dramática. Con un elenco muy bien seleccionado, el peso de la interpretación recae en Julieta Vallina, la protagonista, quien aporta una carga de erotismo y sensualidad que acentúa la carga emocional, casi incestuosa, que vuelca sobre su padre. Muy bien definida, va hilvanando una trama de rencor y el revanchismo que es la base de su actuación. Joaquín Furriel logra plasmar la ambivalencia de Orestes, cuyos pensamientos pugnan entre el honor de ser el heredero de una tradición y la exigencia de vengar la muerte del padre, a pesar de sus propios sentimientos. Antonio Grimau pone prestancia y carácter al papel del padre, de la misma manera que Tony Lestingi elabora un trabajo bien contenido ante la condición de ser amante y asesino. Marita Ballesteros, como la madre, se ve obligada, desde el personaje, a transitar una cuerda de fuerte tensión dramática, situación que a veces la lleva a puntos de extrema crispación. Un solo reparo cabría mencionar: por momentos el texto no se expresa con nitidez, probablemente por la carga de emociones que contiene. Probablemente se superará con el baqueteo de las funciones.

Susana Freire

polichineur de tiroirs (Bélgica), Neva (Chile), Dile a mi hija que me fui de viaje (España), Toda nudez será castigada (Brasil), Cool Frogs (Holanda), El automóvil gris (México) y Con sed de historias (Paraguay-Bolivia). Por la Argentina estarán Tercer cuerpo, Rodando y Comunidad. N El Gorki, en acción. en el prestigioso

EFE

El grupo alemán Marabú hace Solamente un día, en un festival teatral que lleva obras de dos continentes a La Paz y a Santa Cruz, en Bolivia

teatro Maxim Gorki, de Berlín, se acaba de estrenar un moderno montaje de Romeo y Julieta, con alumnos de la escuela Ruetli, de la Universidad Berlinesa de las Artes y artistas de hip hop. Está dirigida por Nuran David Cali y tiene dramaturgia de Carmen Wolfram.

Contactos eventuales Hoy se estrena (de mí), de Coulasso y Cuculiansky Hoy, a las 20, se estrenará (de mí), una experiencia teatral ideada y dirigida por Juan Coulasso y Daniela Cuculiansky. Fue concebida a partir de impresiones y fantasías surgidas de la convivencia con desconocidos en los inacabables viajes en subte, en las largas esperas en las filas de los bancos, en los efímeros traslados en ascensores, y en las perpetuas caminatas sin rumbo por la ciudad. A su vez, (de mí) es efecto de una indagación sobre aquello que constituye la dimensión de lo privado o la magni-

tud de lo íntimo, al tiempo que pone en juego el despliegue del narcisismo y las fantasías superheroicas de las personas comunes. Los intérpretes son Eugenio Davide, Gabriela Fiorentini, Laura Tugentman, Laura Lebedinsky, Sergio Calvo y Zaida Rico; y la dramaturgia es de toda la compañía. (de mí) subirá a escena los domingos, a las 20, en La Castorera, Córdoba 6237 (4555-4199). Dura 45 minutos y las entrada cuesta 20 pesos, con descuentos a jubilados y estudiantes.

El elenco de esta creación colectiva