El Turismo en el proceso de internacionalización ... - unesdoc - Unesco

estaciones de ferrocarril o de autobuses y los medios de transporte, sino que tam- bién se suelen encontrar en los alojamientos que les ofrecen en sus puntos ...
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Edición francesa: Revue internationale des sciences sociales (ISSN 0304-3037), Unesco, Paris (Francia). Edición inglesa: International social science journal (ISSN 0020-8701), Unesco, Paris (Francia). Edición árabe (selecciones trimestrales): Al-Madjalla al-Dawaliyya lil-'Ulüm ul-Idjtimü'iyya, Unesco Publications Centre, 1 Talaat Harb Street, Tahrir Square, El Cairo (Egipto).

Temas de los próximos números Dilemas de la comunicación: ¿la tecnología en contra de las comunidades? El trabajo: sus ideologías y valores Estado y sociedad

Precio y condiciones de suscripción [A] Precio del número: 23 F Suscripción: 1 año, 70 F 2 años, 116 F Dirijan los pedidos de suscripción a los agentes de ventas de la Unesco {véase ¡a lista), que les indicarán las tarifas en moneda local. T o d a comunicación de cambio de dirección debe ir acompañada de la última banda de expedición Imprenta de Presses Universitaires de France, V e n d ô m e . © Unesco 1980

Redactor jefe: Peter Lengyel Redactor jefe adjunto: A H Kazancigil Corresponsales Bangkok: Yogesh Atal Belgrado: Balsa Spadijer Buenos Aires: Norberto Rodríguez Bustamante Canberra: Geoffrey Caldwell Colonia: Alphons Silbermann Delhi: André Béteille El Cairo: Abdel M o n e i m El-Sawi Estados Unidos de América: Gene M . Lyons Ife: Akinsola Akiwowo Londres: Cyril S. Smith México: Pablo González Casanova Moscú: Marien Gapotchka Singapur: S. H . Alatas Tokyo: Hiroshi Ohta

Los artículos firmados expresan las opiniones de los autores y n o necesariamente las de la Unesco. Los artículos de este número pueden ser reproducidos con la autorización de la redacción. Toda correspondencia relativa a la presente revista debe dirigirse al redactor jefe de la Revista internacional de ciencias sociales, Unesco, 7, place de Fontenoy, 75700 París

revista internacional de ciencias sociales

volumen X X X I I 1980

Unesco

"Turistas estereotipados" El hombre moderno en busca del sol, del mar y de la arena. Esculturas por Richard England.

revista internacional de ciencias sociales Revista internacional publicada por la Unesco, París Vol. X X X I I (1980), n.° 1

Anatomía del turismo Editorial Marie-Françoise Lanfant

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Introducción: El turismo en el proceso de internacionalización 14

Richard England Nelson H. H. Graburn Tord Heivik y Turid Heiberg

Arquitectura y turismo 46 L a enseñanza de la antropología del turismo 59 El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia 73

Miro A. Mihovilovië Ocio y turismo en Europa 106 Olaf Rogalewski

Turismo internacional de los polacos 122

Tamao Tokuhisa

El turismo en el Japón 137

Elementos documentales: los dilemas del desarrollo Dzhermen M . Gvishiani Los problemas del desarrollo y la ciencia y la técnica contemporáneas 161 Volker Bornschier Empresas multinacionales, política económica y desarrollo nacional 169

El ámbito de las ciencias sociales Heleen F. Ietswaart

U n proyecto afortunado en la República del Ecuador: El Instituto de Estudios Económicos 189

Servicios profesionales y documentales Calendario de las reuniones 195 Libros recibidos 200 Publicaciones recientes de la Unesco 204

ISSN 0379-0762

Anatomía del turismo

Editorial

Este número está dedicado al turismo. Pero basta una mirada al índice para darse cuenta de que este fenómeno amorfo sólo se puede comprender c o m o resultante de varios factores importantes que en él convergen: la interdependencia de las naciones y las comarcas, los contactos culturales, las condiciones desiguales del comercio y del poder, los intereses del capital, las empresas multinacionales y los conflictos de valores o ideologías, los estilos cambiantes de la vida y la transferencia de modelos o formas de vida de uno a otro contexto, así c o m o la aplicación y transferencia de la tecnología moderna, con sus consiguientes ventajas e inconvenientes. El turismo ha pasado a ser una industria, u n amplio "sistema" que abarca todo el m u n d o , cuyos efectos directos e indirectos se entienden todavía mal y se controlan aún peor. Regenera a la vez que contamina, gratifica a la vez que socava sus propios fundamentos, representa tanto una fuente de experiencia constructiva y de enriquecimiento cultural c o m o de alienación y de degradación. E n una palabra, el turismo refleja las contradicciones inherentes al estado actual del desarrollo del m u n d o y, por ello, ofrece excelentes perspectivas para el análisis desde diversos puntos de vista. ¿Por qué han tardado tanto tiempo los sociólogos en interesarse seriamente por el turismo? Las obras científicas al respecto siguen siendo relativamente escasas en comparación con las de carácter comercial o superficial, y los instrumentos conceptuales utilizados son todavía bastante toscos. El curso sobre antropología del turismo, dictado por Graburn en la Universidad de California, Berkeley, que él m i s m o describe en este número, es una labor pionera. El grupo francés de investigación dirigido por Lanfant, algunas de cuyas conclusiones recientes se mencionan en el artículo de introducción, es también bastante reciente. El proyecto T O U R , patrocinado por el Centro Europeo para la Coordinación de la Investigación y la Documentación sobre Ciencias Sociales (Viena), de algunos de cuyos aspectos se ocupa fundamentalmente el artículo de Mihovilovic, constituye una esperanzadora empresa de colaboración entre naciones que podría servir de modelo para otras regiones. E n cuanto al material de Rogalewski relativo a Polonia, no ha sido todavía objeto, según él mismo señala, de una amplia difusión. Los trabajos que presentamos constituyen, pues, una muestra de fuentes m á s amplia de lo normal, debido precisamente a la escasez de las mismas. U n a

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de las razones es, sin duda, la dificultad de separar el turismo de la estructura de la vida moderna en que está profundamente inserto. Es tentador considerarlo meramente c o m o una dimensión del aprovechamiento del tiempo libre y de las vacaciones pagadas de que disponen normalmente la mayoría de los ciudadanos de los países industrializados. También es frecuente incluir totalmente el turismo en la categoría de los servicios, c o m o la peluquería o los seguros. U n a tercera posibilidad es trivializar el turismo, tratándolo a nivel anecdótico por considerar que, después de todo, es fundamentalmente una distracción inocua que hace disfrutar a algunos y proporciona un medio de vida a otros. Todos estos enfoques son ya insuficientes ante un fenómeno tan masivo y complejo c o m o el turismo en nuestros días... • -, . . . . . . . •. ' . El uso del idioma es un buen índice de las innovaciones sociales. Por ejemplo, según el Oxford english dictionary, la palabra "tourist" aparece en 1800. El diccionario francés Robert confirma que "touriste" entró en el idioma francés en 1816, y "tourisme" en 1841, en ambos casos por influencia inglesa, mientras que el adjetivo "touristique" se usaba ya en 18301 Es decir, que no hace siquiera 180 años que se usan esas palabras aunque, evidentemente, hace siglos que la gente viaja por diversos motivos, entre ellos el placer y la distracción. El que se haya acuñado una palabra nueva corresponde sin duda al.advenimiento de una nueva categoría de viajeros y, durante : muchos decenios, esta categoría —los turistas— coexistió con las demás (peregrinos, vagabundos, exploradores, caminantes, viajeros por motivos de salud, para visitar lugares determinados o visitar a sus familiares) aunque distinguiéndose: de ellas. Eri.un principio, los turistas constituyeron una clase aparte, blanco frecuente! de bromas pesadas: inocentes en el extranjero, papanatas, rebaños vulgares pastoreados por los.representantes de las agencias de viajes, con las narices siempre metidas en el libro guía, preocupados por la forma en que habrían de vestirse.para visitar la iglesia o por la propina que habrían de dar al gondolero. Las demás categorías de viajeros n o tenían interés en mezclarse m u c h o con ellos ni estaban obligados a hacerlo, puesto que podían organizar los itinerarios y los horarios reduciendo los contactos al mínimo. Actualmente, en cambio, los viajes, con el propósito que sea, han adquirido u n carácter m u c h o m á s homogéneo: veraneantes, participantes en un congreso profesional, arqueólogos que van a participar en una excavación, periodistas con una misión informativa, diplomáticos en misión oficial, hombres de negocios en busca de mercados, no sólo se encuentran.en los aeropuertos, las estaciones de ferrocarril o de autobuses y los medios de transporte, sino que también se suelen encontrar en los alojamientos que les ofrecen en sus puntos comunes de destino. A u n q u e esto implique una indudable democratización de los viajes, los ha privado en cambio de gran parte de su antiguo encanto: toda suerte de personas, con motivaciones y gustos sumamente diversos, se ven obligadas a compartir un marco c o m ú n , que m á s se distingue por el nivel dé los precios que por su diversidad inherente..

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Este solo hecho influyó muchísimo en la forma en que se respondió a la demanda (en lo que respecta a instalaciones y servicios). Históricamente, el turismo surgió en primer término en los centros culturales c o m o Venecia, Florencia o París, y en las zonas m á s pobres o marginales del m u n d o industrial: los Alpes, el litoral del Mediterráneo, Escocia o Egipto. Se trataba de transportar a esos lugares, por lo general en determinadas estaciones del año y en condiciones claramente definidas desde un principio, a u n número limitado de visitantes para hacerles admirar los paisajes, disfrutar del clima, hacer deportes, por razones de salud, etc. El turismo era así una actividad auxiliar, muchas veces complementaria de la economía local. El ritmo relativamente lento de expansión permitió que los habitantes y las comunidades se adaptaran en forma orgánica. A l no haberse encontrado todavía una fórmula precisa para el turismo, las demandas se atendían de m o d o s m u y variados. Viejas posadas, hoteles nuevos, pensiones familiares modestas en casas privadas, granjas o casas de pescadores transformadas en hospedajes prosperaron simultáneamente c o m o refugios para visitantes. Aparecieron luego otros servicios:, comercios, servicios de guías y de interpretes, medios de transportes e instalaciones en las playas. Incluso los centros de vacaciones, creados especialmente c o m o tales, experimentaron esta transformación gradual: no se planificaron y establecieron de una vez, c o m o suele hacerse en la actualidad. ; N o obstante, desde mediados del siglo xix se observó una tendencia hacia la homogeneidad, que correspondía a los gustos de las élites o de sus imitadores y que se expresó, por ejemplo, en la arquitectura y las comodidades ofrecidas por los hoteles "palacios", m á s o menos iguales independientemente de que estuviesen en las ciudades, las montañas o las playas. L a tecnología de la calefacción central hizo posible vencer el rigor del invierno, lo que permitió apartarse de los estilos locales adaptados a las condiciones especiales del lugar. M á s tarde correspondió al aire acondicionado y a la refrigeración vencer los inconvenientes del calor y escapar a la dependencia básica de los suministros locales en la alimentación. N o puede negarse que gran parte de las antiguas regiones turísticas sacaron provecho de la corriente de visitantes y que, a través de los años, se fue produciendo una simbiosis bastante feliz entre hospedantes y hospedados. D e hecho, algunas de esas regiones han llegado a ser tan ricas que ya no es posible hablar de condiciones desiguales del comercio ni de dominación cultural. E n estas regiones se ha integrado y se ha asumido el turismo, c o m o los demás servicios, y puede legítimamente considerarse c o m o un elemento endógeno, especialmente cuando las comunidades locales y la mayoría de los visitantes tienen los mismos valores culturales, los mismos gustos y desempeñan funciones análogas, de manera que los intercambios que tienen lugar entre ellos se desarrollan en u n marco familiar de referencias. Se produce, ciertamente, una degradación ambiental c o m o resultado de las migraciones en masa que caracterizan el periodo de las vacaciones en el hemisferio septentrional. E n el verano de 1979, por ejemplo, se habló m u c h o

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de los problemas que planteaban en Europa occidental el camping no reglamentado en las playas, los refugios de montaña atestados y la basura acumulada en los sitios m á s remotos, hasta en los picos m á s altos de los Alpes. N o obstante, todas estas manifestaciones n o hacen m á s que revelar la existencia de problemas m u c h o m á s generales: quienes m á s contaminan los lagos y los mares n o son los turistas, sino la industria, la navegación y las aguas residuales no tratadas de las poblaciones costeras; si es verdad que el turismo es ruidoso, también lo son el comercio y la industria. Ahora bien, cuando la industria turística, con la completa g a m a de medios de que dispone actualmente, se extiende a zonas todavía vírgenes, sobre todo (pero por supuesto no exclusivamente) de países en desarrollo, el problema se presenta de u n m o d o bastante distinto. Tal extensión se presentará probablemente c o m o una incursión repentina destinada a crear precisamente esos enclaves que Hivik y Heiberg deploran y que representan esencialmente una anticipación de demandas, cuidadosamente calculadas, que deberán satisfacerse de forma también perfectamente calculada y, por lo general, dentro de una escala de precios no m u y amplia. Surgen entonces rápidamente, en una tierra virgen, instalaciones planificadas de antemano, en muchos casos prefabricadas y en su gran mayoría importadas, para una clientela de lujo, de clase media o de familias m á s humildes, sin tener muchas veces en cuenta las características climáticas, geográficas, culturales, estilísticas o gastronómicas del lugar. Tales enclaves representan evidentemente en el marco en que se introducen, y sean quienes fueren sus promotores, las cabezas de puente del transnacionalismo y de una concepción discutible de refinamiento cosmopolita. Desde el punto de vista arquitectónico, Richard England denuncia en su artículo algunas de las degradaciones consiguientes; no obstante, está todavía por aclarar la dialéctica entre la arquitectura c o m o deformación de lo deseable y la deformación de los deseos mismos de las expectativas del público turista. Porque esos enclaves no. sólo representan típicamente la superposición de un modelo cultural dominante sobre otro m á s débil, sino que llegan a deformar considerablemente incluso el elemento dominante puesto que, m á s que sus sobrias realidades, simbolizan sus sueños, aspiraciones y exageraciones. Cabe preguntarse, en realidad, con qué lógica se sienten atraídos los turistas por un país globalmente, y por qué el análisis costo-beneficio del turismo se efectúa a escala nacional. Cierto es que quien vaya a visitar una localidad determinada se encontrará en el país en que.esa localidad esté situada; pero en realidad, el visitante se encontrará m á s precisamente en una región, tal vez en una subregión o una comunidad bien determinadas con sus características y peculiaridades especiales. T o d o turista que viajé a través de la India debe darse cuenta de las diferencias enormes entre, por ejemplo, Punjab, Bengala y Misore, tan marcadas por lo que respecta al clima, al idioma, al paisaje, a la religión y a la alimentación, aunque el viajero se traslade, en el ambienté algodonado de unos servicios homogeneizados. Es igualmente obvio que, en Suiza,

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hay tres regiones lingüísticas principales. Pero, ¿se da también cuenta cada viajero de que, en Francia, el Loire representa una frontera cultural, de que entre las islas de Polinesia y de Melanesia en el Pacífico hay diferencias esenciales, de las peculiaridades locales de la provincia del Algarve en Portugal o del paso de u n territorio tribal a otro en África? El turismo moderno actúa para igualar lo discontinuo, para ocultar las peculiaridades locales (salvo c o m o elementos "exóticos" que puedan servir de distracción), precisamente con el objeto de crear enclaves homogéneos, que puedan venderse fácilmente mediante una fórmula única. Y todo ello, no solamente es fomentado por los intereses comerciales, sino también por los gobiernos y los organismos internacionales, c o m o lo demuestra ampliamente Lanfant. Frente a una alianza tan formidable, las autoridades o grupos locales están en total desventaja, cuando no realmente persuadidos de que les convendría más abandonar todo esfuerzo por conservar una postura particularista. Sin embargo, lo que originalmente motivó el turismo fue la atracción de la identidad local, y es el desdén de ésta lo que hay que deplorar ahora. N o cabe duda de que una playa soleada se parece a otra playa soleada, pero detrás de las playas están las zonas del interior y un entorno m á s amplio que debe hacerse valer. E n un libro reciente, Jean-François Revel se opone al concepto de cocina nacional (y m á s aún al de cocina internacional): a su juicio, la célula gastronómica es la región1. Y lo m i s m o sucede con muchas otras cosas a las que lamentablemente se resta importancia debido a los procedimientos en que se funda la industria turística contemporánea. Por lo m i s m o , y c o m o señalan en su artículo Hoivik y Heiberg, n o es automático que los beneficios del turismo fluyan necesariamente en gran medida hacia los sitios que reciben turistas. Así c o m o a nivel internacional hay u n problema centro-periferia, a nivel nacional pueden surgir problemas análogos, con unos procesos que se acumulan a distancia y unos gastos soportados localmente, fenómeno bastante conocido ya en otras industrias. Los beneficios pueden ser absorbidos por la capital o por otro centro, mientras que la contaminación y la desintegración social hacen estragos en el lugar de producción. E n el caso del turismo, la estructura de la oferta y la demanda es tal que las zonas receptoras se encuentran necesariamente en una situación de relativa dependencia: compiten unas con otras, sus inversiones permanentes sólo son rentables si se utilizan, n o pueden cambiar sus atractivos para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, dependen del capricho y de la m o d a . Tratar entonces al turismo c o m o una industria de servicios igual a cualquier otra es hacer caso omiso de sus características propias y destruir el difícil equilibrio dé que depende. Hoivik y Heiberg, en las conclusiones de su trabajo sobre los estilos de vida y el turismo bosquejan una estrategia de lo que podría llamarse una tecnología adecuada oflexiblepara el turismo. A su juicio, habría que promover u n acercamiento entre los estilos de vida de los hospedantes y de los hospedados, integrando más plenamente a éstos en las estructuras de aquéllos, diversificando así las opciones disponibles aparte del turismo típico de enclave. M u c h o cabría decir

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en favor de esta fórmula, que marcaría también un retorno a los tipos de viajes que solían realizarse antes de que existiera el turismo de masas. N o obstante, por sensata que parezca la idea, no debe subestimarse la oposición a ella. El turismo de enclave n o es fomentado por el proveedor, simplemente para obtener u n provecho económico; sirve también para apartar al visitante del nativo con fines que pueden considerarse política o socialmente convenientes. E n un informe sobre el turismo en Bali, que publicamos en un número anterior2, se veía m u y claramente que las diferencias económicas entre la población local y la mayoría de los turistas n o eran el único punto de fricción. Los turistas que gastaban poco y procuraban participar en la vida local pero cuya "moral relajada" o cuyas ropas sucias se consideraban ofensivas eran también causa de molestias. Otra causa de cierta segregación de los turistas puede ser el deseo natural de no mostrar m á s que el lado bueno de las cosas. L a introducción de una "tecnología turística adecuada" puede pues tropezar con una resistencia considerable. Los historiadores del futuro deberán determinar si el turismo de masas de la segunda mitad del siglo xx es la vanguardia de una civilización paulatinamente universalizada o m á s bien una gran corriente de refugiados que huyen de las tensiones de la abundancia y de la plaga de la vida urbanoindustrial. Debe observarse que el turismo sigue siendo un sector que se desarrolla favorablemente a pesar de (o tal vez, en parte, debido a) las dificultades económicas de los principales países de origen. Solía ser la prerrogativa de los habitantes de Europa occidental y América del Norte, pero actualmente también hacen turismo muchos asiáticos, latinoamericanos y habitantes del Oriente Medio, lo que demuestra la popularidad del fenómeno a través de las culturas. Pero el turismo no es, evidentemente, m á s que una de las formas posibles de utilizar el tiempo libre y el dinero, bajo la influencia indudable de las ideas en boga del prestigio o de la m o d a : por ejemplo, el hecho de que tomar el sol se considere o no bueno para la salud, o la importancia que se concede a las fotografías hechas para mostrarlas al regreso. L a orientación etnocéntrica de los viajes siempre tuvo un peso decisivo. Los viajes de descubrimiento emprendidos por navegantes europeos a partir del siglo xv, sirvieron después de todo simplemente para confirmar a quienes los emprendieron —y al público al que presentaron sus informes muchas veces fantásticos— que por todo el m u n d o había pueblos y civilizaciones florecientes. N o obstante, difundieron, tanto por el nombre dado a los países c o m o por la historia escrita, la extraña noción de que América (designación que procede de un obscuro navegante italiano, uno de los muchos europeos que, empezando por los vikingos, sostuvieron que habían llegado a ese continente desde Europa) fue "descubierta" partiendo del Este, cuando posteriormente se ha demostrado que, m u c h o antes, había sido poblada desde el Noroeste por gentes absurdamente conocidas por el nombre de "indios". L a existencia de Australia (llamada en una época Nueva Holanda, aunque físicamente no se parezca m á s a Holanda que Nueva Gales del Sur a Gales).era conocida por los holandeses, los piratas ingleses y probablemente por

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los navegantes chinos e indonesios m u c h o antes que el capitán C o o k desembarcase en la bahía de Botany en 1770, una vez concluida la circumnavegación de N u e v a Zelandia (otro nombre evocador inapropiado). Australia fue primero poblada desde el Norte por gentes de origen probablemente dravidiano (que podrían, legítimamente, haberse llamado "indios", pero a los que se colgó en cambio el nombre genérico de "aborígenes", que puede aplicarse a cualquier grupo h u m a n o que en un m o m e n t o dado viva en un territorio determinado y sea descubierto por. otro grupo h u m a n o que ignore su historia), mientras que Nueva Zelandia también fue poblada desde el Norte por polinesios, probablemente en un tiempo en que los europeos estaban convencidos de que la tierra era plana. Éstos son algunos ejemplos notables de apropiación cultural realizada por los cronistas de una civilización que imponen a las demás civilizaciones su propia cronología y sus puntos de vista con todas las deformaciones que de ello resultan. El turismo moderno difícilmente se puede comparar con esas formas elementales de apropiación y de contactos culturales, puesto que se dirige a lugares conocidos y en condiciones controladas, pero su impacto en las comunidades y en la ecología puede ser igualmente destructivo. Es sintomático el hecho de que al referirse al turismo se suela hablar de "invasiones", de verdadera expoliación por "hordas doradas"3. Los anuncios en que se invita a los clientes a "descubrir" ciertos lugares muestran también que las preocupaciones etnocéntricas subsisten. U n aspecto del turismo de masas, que hace de él un precio que se paga por la opulencia y por el m o d o de vida urbanoindustrial, requiere una rápida corrección". El propio turista puede ser tan víctima de ello c o m o el ambiente de su punto de destino: lo que se gana por un lado se perdería por otro. E n consecuencia, el análisis y la reflexión, en las formas sugeridas por los artículos de este número, son elementos oportunos para trazar u n derrotero diferente para el porvenir. r,

Li.

[Traducido del inglés] Notas 1 a

Jean-François Revel, Un festín en parole, Paris, Pauvert, 1979. Universitas Udayana y Francillon, Gérard, Tourism in Bali—its economic and socio-cultural impact, International social science journal, vol. X X V I I (1975), n." 5, p . 721-752. Véase igualmente R a y m o n d Noronha, "Paradise reviewed: tourism in Bali", en: de Kadt, E .

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(comp.), Tourism: Passport to development? p. 182-183, Estudio conjunto de Banco Mundial/Unesco, Oxford University Press, 1979. Véase L . Turner, y J. A s h , The golden hordes— international tourism and the pleasure periphery, Londres, Constable, 1975.

Introducción. £1 turismo en el proceso de internacionalizado!!*

Marie-Françoise Lanfant El turismo internacional constituye un nuevo desafío en el proceso de transformación de las sociedades contemporáneas hacia lo que algunos llaman "un nuevo orden" a escala mundial. E n una primera aproximación y según la definición convencional, el turismo internacional es simplemente el hecho de que u n individuo cruce, las fronteras nacionales para ir a viajar o a residir durante cierto tiempo, y por razones n o profesionales, en un país distinto del suyo. El turismo se considera pues, por lo pronto, c o m o una actividad individual. Pero cuando los individuos se cuentan por millones, ese simple hecho adquiere otra dimensión: la sociológica. E n efecto, a través de ese movimiento de desplazamiento de personas y de penetración masiva de turistas extranjeros en las sociedades nacionales se realiza un proceso de internacionalización que pone en marcha por su dinámica cierto tipo de cambios en un número creciente de regiones del m u n d o . Durante el año 1977 se desplazaron en el espacio internacional 244 millones de personas1, cifra que aumenta cada año pese a una coyuntura que se juzga desfavorable. Se prevé, en efecto, que esos movimientos se ampliarán en los años próximos con una tasa de crecimiento del 2 al 3 por ciento anual; desde ahora hasta el año 2000, losflujosturísticos internacionales se habrán duplicado2. Este fenómeno suele presentarse y apreciarse de una manera ambigua por los pensadores sociales. El crecimiento de los desplazamientos provoca a la vez euforia y temor. Euforia, porque la posibilidad de viajar por el m u n d o es interpretada c o m o un progreso al que aspiran las sociedades modernas, y porque además el turismo se considera c o m o una fuente de enriquecimiento gracias al comercio que suscita. Temor, porque este fenómeno, en sus componentes subjetivas, aparece vinculado a impulsos y a motivaciones oscuros que podrían engen-

Marie-Françoise Lanfant, encargada de investigaciones en el Centre d'études sociologiques del Centre national de la recherche scientifique, 82 rue Cardinet, 75017 Paris, trabaja en el campo de la sociología del ocio y de la cultura. Dirige un grupo de trabajo en sociología del turismo internacional que ella misma ha creado en 1975. Ha publicado Les théories du loisir, sociologie du loisir et idéologies (1972), que ha sido traducido al holandés, al italiano y al español. * Este articulo se apoya en las investigaciones realizadas en cooperación con Marie-Hélène Mottin, Michel Picard, Daniele Rozenberg y Jacques Weerdt, en el Collectif de recherche en sociologie du tourisme del C N R S . Rev. int. de cienc. soc, vol. X X X I I (1980), n.» 1

Introducción. El turismo en el proceso de internacionalización

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drar a escala social u n a movilidad generalizada y sin freno. A este respecto, conviene notar que el aumento de los desplazamientos suele considerarse en las publicaciones oficiales c o m o la expresión de una demanda casi incontenible, que se trata de canalizar y de controlar. Pero el turismo, contra lo que se dice con demasiada frecuencia, n o es u n fenómeno espontáneo. N o se produce desordenadamente, por obra de una demanda incontrolable. Es resultado de una voluntad. Este fenómeno se desarrolla impulsado por u n potente aparato de p r o m o ción turística que recibe el apoyo de las m á s altas instituciones internacionales: la Organización Mundial del Turismo, el Fondo Monetario Internacional, las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Unesco, etc. Las instituciones económicas internacionales atribuyen una gran importancia a los flujos turísticos internacionales por cuanto provocan movimientos monetarios cuyas repercusiones n o son desdeñables en los pagos en concepto de comercio exterior mundial, en el que los ingresos procedentes del turismo internacional representaron en 1976 el 3,6 por ciento, siendo su ritmo de aumento más rápido que el del conjunto de las exportaciones3. Esos organismos intervienen también directamente en la concepción y la determinación de los movimientos turísticos. N o sólo trazan verdaderas estrategias de promoción y de planificación, sino que además elaboran una doctrina social cuyas implicaciones para la concepción del ocio merecen notarse1. L a difusión del turismo internacional se desea por razones que son ante todo de orden económico. Es bien sabido que los países m á s desarrollados fueron sus primeros beneficiarios. Así sigue siendo ahora. Los países ricos recibieron la mayor parte de los 36 000 millones de dólares de los Estados Unidos en que se cifraron los ingresos del turismo en 1976. Los Estados Unidos de América ocupaban el primer lugar, con 6 375 millones de ese total, Francia el segundo lugar con 3 613 millones, y a continuación venía la República Federal de Alemania con 3 211 millones5. Los países occidentales son pues los primeros interesados en estos desplazamientos, aunque su balanza turística sea deficitaria. . Pero, a partir de 1960 surgió la idea revolucionaria de que el turismo internacional debía beneficiar también a los países subdesarrollados: el argumento esgrimido era que la venida de numerosos turistas occidentales a esos países aportaría divisas, lo que reduciría en consecuencia el déficit estructural de su balanza de pagos. E n 1963, las Naciones Unidas hicieron suya esta tesis y proclamaron solemnemente: "el turismo puede aportar y aporta efectivamente una contribución vital al crecimiento económico de los países en vías de desarrollo"8. E n los años siguientes se presencia una intensa campaña de persuasión dirigida hacia los países en desarrollo, a los que se invita a abrir sus fronteras a los turistas, : a atribuir en su economía u n lugar prioritario al sector turístico, a acoger los capitales extranjeros deseosos de invertir en esta esfera y a concederles

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Marie-Françoise Lanfant

ventajasfiscalesy garantías. M u c h o s países subdesarrollados, sostenidos financieramente por el Banco Mundial, se lanzan a la empresa con entusiasmo, esperando encontrar allí una solución para su pobreza endémica. Se inician grandes proyectos para responder a la demanda creciente de desplazamientos y a la búsqueda de lo exótico por parte de las poblaciones industrializadas. ¿Iba a establecer el turismo un puente entre el m u n d o desarrollado y el m u n d o subdesarrollado? Es verdad que, si se consultan las estadísticas de los flujos turísticos internacionales y su distribución geográfica en la superficie del globo, se comprueba que los países del tercer m u n d o no participan sino m u y débilmente en estos movimientos, en comparación con los países industrializados del continente europeo y de América del Norte. Europa sigue siendo el continente m á s visitado, con 175 millones de personas llegadas a sus fronteras en 1977, es decir casi las tres cuartas partes del total registrado a nivel mundial. Es también el continente de donde parten hacia otros países u n mayor número de turistas, ocupando Alemania Federal el primer puesto con 36 millones de salidas3. Y es asimismo el continente que recibe m á s extranjeros procedentes de los demás continentes: 3,5 millones de ciudadanos estadounidenses entraron en Europa en 1976, junto a 900 000 canadienses, 300 000 japoneses, 150 000 australianos, sin contar a todos los venidos de otros países cuyo número se desconoce1. El tercer m u n d o , por su parte, sólo recibe una proporción mínima. El número de llegadas de turistas extranjeros a las fronteras del continente africano no llegaba a 5 millones en 1976, es decir el 2,2 por ciento del turismo mundial; en Asia meridional la cifra era 1 millón, y en Asia oriental 5,5 millones en 1974. Estas cifras, por elocuentes que ' sean, n o deben ocultar las nuevas direcciones del turismo internacional: la parte creciente de los países de la cuenca del Mediterráneo en la recepción de los turistas extranjeros, así c o m o la progresión todavía débil pero sostenida de los países del tercer m u n d o . E n 1976, varios países del litoral experimentaron u n crecimiento en las llegadas m u y superior a la media: Grecia (35,4 por ciento), Turquía (8,8), Yugoslavia (7,3), Portugal (7,8), Italia (6,5 por ciento)5. E n algunos de estos países el crecimiento fue rapidísimo, c o m o en Túnez que recibía 250 000 turistas en 1965 y 2 250 000 en 19757. Es sabido que los turistas que acuden a esas regiones del m u n d o proceden de las grandes metrópolis de América del Norte y de Europa Occidental, y más recientemente del Japón. E n las sociedades occidentales se está adquiriendo el hábito de ir a residir a u n país extranjero durante la época de vacaciones. Gracias a encuestas nacionales, se conoce la proporción de estos viajes al extranjero en relación con el conjunto de las salidas de vacaciones, proporción que pasa del 50 por ciento en la República Federal de Alemania, Países Bajos, Suiza, Dinamarca; se sitúa entre el 40 y el 50 por ciento en Bélgica y Austria; pero que es menor en Francia (17 por ciento) y el Reino Unido (menos del 20 según las últimas estadísticas)8. L a apertura de los países en desarrollo al turismo internacional obliga a

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reconsiderar este fenómeno desde una perspectiva enteramente nueva. E n esta nueva coyuntura, n o es ya posible imaginar los flujos turísticos internacionales c o m o una simple extensión del turismo interior que traspasaría las fronteras nacionales bajo el empuje de una irresistible propensión a viajar, ni reducir su efecto económico a una simple contribución al comercio exterior. Porque de lo que ahora se trata es de articular el subdesarrollo al desarrollo de las sociedades más ricas por medio del turismo. Y esta opción halla eco en estas últimas sociedades, cuando hacen del turismo un factor de desarrollo para las regiones económicamente débiles de su propio territorio. Es fácil percatarse de que n o se trata de u n simple cambio de escala, sino de u n verdadero cambio de sentido, pues estas opciones traen c o m o consecuencia la inscripción del fenómeno de las vacaciones en unas estrategias económicas que abarcan en u n m i s m o programa al m u n d o desarrollado y al m u n d o subdesarrollado. Esta visión de conjunto es la que adoptan ahora los organismos internacionales al presentar la expansión turística a escala mundial, ya que afirman que el turismo responde simultáneamente a dos necesidades: ofrecer a las masas trabajadoras y urbanizadas de las sociedades industriales una vuelta a la vida natural y de aire libre durante el tiempo de vacaciones; ofrecer a las regiones periféricas la ocasión de entrar en el circuito de los intercambios exteriores y de atenuar así su separación de las sociedades m á s ricas. Las sociedades desarrolladas y los países subdesarrollados están en adelante llamados a mantener nuevas relaciones de interdependencia a través del turismo; esto es precisamente lo que el economista italiano Alberto Sessa, experto internacional en la materia, formuló sin ambigüedad en una conferencia de la Unesco reunida sobre este tema en 1970. A partir del m o m e n t o en que las sociedades industriales convencen a los países en desarrollo para que opten por el turismo c o m o instrumento prioritario de desarrollo —decía el autor citado—, están a su vez obligadas a realizar ciertas opciones en su economía, para responder a las exigencias del mercado que han creado. E n particular deberán, mediante una política adecuada del consumo privado y del tiempo libre, mantener y aumentar la demanda turística en dirección al extranjero9. E n este argumento se ve que, en su alcance internacional, la política turística forma parte de un plan económico de conjunto que cubre, con unas finalidades que quieren ser convergentes, las economías desarrolladas y las subdesarrolladas, y que une en una misma lógica el aumento del tiempo libre y del ocio en las sociedades industriales y el desarrollo económico y social del m u n d o subdesarrollado. Estimamos que esta lógica debe inscribirse en los datos del "nuevo orden económico mundial".

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El planteamiento dominante y sus presupuestos El fenómeno se comprende todavía mal. Se analiza de manera superficial y parcial, en función de esquemas conceptuales inadecuados. Apenas hay un campo en las ciencias sociales en el que sea m á sflagrantela discrepancia entre las elaboraciones políticas o científicas y la realidad de los hechos. H a y aquí algo inquietante, pues no sólo se evalúa mal este fenómeno en sus efectos en el interior de las diversas sociedades y en su influencia periférica en las relaciones internacionales, sino que sobre todo se adopta una falsa perspectiva. El pensamiento sociológico sigue siendo prisionero de una conceptualización heredada de la economía de mercado que hace del turismo internacional u n hecho económico en primer término, interesándose esencialmente por sus efectos en las balanzas de pagos y relegando a u n segundo plano el problema de sus implicaciones sociales y culturales. Este planteamiento se encara con el turismo en términos de oferta y demanda. Hace de la demanda turística un fenómeno vinculado a la industrialización cuando ésta llega a cierto nivel de desarrollo y, gracias a su tecnología, permite disponer de u n tiempo libre que se puede utilizar para los desplazamientos y crear medios de transporte cada vez m á sflexiblesy rápidos. Hace depender así la expansión del turismo a escala mundial de una demanda turística registrada en los principales países industriales, y lo esencial de su trabajo conceptual consiste en hacer que las determinaciones de esta demanda correspondan a una oferta potencial que hay que suscitar en los países no industrializados. Esta consideración de la oferta y la demanda, derivada de la economía de mercado, constituye a nuestro juicio uno de los principales obstáculos metodológicos y epistemológicos para el conocimiento sociológico del fenómeno turístico. E n efecto, el sistema de conceptos en que se basa invade insidiosamente el campo de la sociología, a la que se invita a alinearse a este planteamiento de la oferta y la demanda. Es preciso analizar a este respecto.la noción de "flujos turísticos internacionales", que está en la base de toda concepción del turismo c o m o hecho internacional. Esta noción procede de la economía de mercado, que asimila las personas desplazadas a mercancías, y que contabiliza las salidas y las llegadas de turistas en las diversas sociedades c o m o operaciones de importación-exportación que obedecen a las leyes de la oferta y la demanda. D e esta manera, la demanda turística se analiza a escala social c o m o un fenómeno coyuntural, sometido a los azares y a las variaciones de u n mercado competitivo, y a escala individual c o m o una opción discrecional sin responsabilidad en lo que se refiere a las finalidades a que tiende. C o m o la demanda se erige en principio de explicación, es el conjunto m i s m o del fenómeno el que queda impregnado de ese carácter coyuntural, lo que conduce a la negación de sus implicaciones de orden estructural. Esto es tan cierto que, en el lenguaje económico, las personas que se des-

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plazan son "invisibles", término consagrado para los intercambios turísticos en el vocabulario contable de la balanza de pagos. El carácter coyuntural de la demanda repercute en la noción de espacio turístico internacional que, bien considerada, se reduce a la idea de u n espacioplan, recortado según las salidas y las llegadas de los turistas, y dividido aproximadamente en dos por la bipartición de las sociedades emisoras y de las sociedades receptoras. Este espacio de relaciones, definido por la proyección de los datos coyunturales de una demanda y de una oferta fluctuantes, n o tiene ninguna consistencia sociológica. Estas observaciones sobre el vocabulario no son redundantes. E n efecto, toda esta terminología transpuesta del lenguaje económico al lenguaje oficial del turismo internacional conduce a privar al hecho turístico de sus bases sociales y a separarlo del conjunto de los procesos en que está inmerso, considerándolo c o m o una variable exógena cuyos efectos podrían medirse con ayuda de algunos factores separados de su contexto. Pero hay m á s . Esta conceptualización lleva en sí los gérmenes de u n a ideología de la que conviene adquirir conciencia. A estas nociones se vinculan toda una serie de otras nociones que, entretejidas por el juego de asociaciones n o elaboradas, conducen a u n a construcción conceptual inconsciente del turismo internacional en cuanto sistema de intercambios entre sociedades. L a idea del turismo internacional, expresada por la voz de científicos, de expertos o de responsables políticos, descansa en una serie de oposiciones entre sociedades emisoras y sociedades receptoras, sociedades industriales y sociedades subdesarrolladas, llegadas y salidas de turistas, etc. Estas oposiciones organizadas en sistema de conceptos constituyen la osatura de u n modelo de intercambio internacional con rango de teoría. Este aparato conceptual designa implícitamente un modelo del intercambio en donde las relaciones que el turismo permite entre el m u n d o desarrollado y el m u n d o subdesarrollado parecen instaurarse en reciprocidad de perspectivas. Según esta lógica, se consideran las sociedades exclusivamente en su función de oferta y demanda: los países subdesarrollados, en los que se presumen recursos turísticos, se asimilan a la oferta, mientras que las sociedades desarrolladas son consideradas esencialmente c o m o reservas de una d e m a n d a virtualmente extensible. Este modelo hace funcionar la relación entre ambas partes según el principio de los vasos comunicantes, pues ya que los turistas venidos de las sociedades emisoras traen divisas, se supone que las sociedades receptoras, al ofrecer su territorio a los turistas, se enriquecen a su vez. El turismo internacional aparece en definitiva c o m o un medio de redistribuir a las sociedades m á s desheredadas las rentas de las sociedades mejor provistas. Así pues, en todos sus planteamientos, este sistema de intercambios parece realizarse mediante dones recíprocos. Los equilibrios entre sociedades receptoras y emisoras, entre oferta y

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d e m a n d a , se basan en un doble postulado que permite a este sistema funcionar sin desajustes. El primero afirma que el turismo es u n factor de crecimiento para las regiones en que se implanta; el segundo declara que la demanda está en la base del fenómeno turístico, haciendo de la oferta una consecuencia de aquélla. Si se analizan estos dos postulados, se advierte que a m b o s se articulan en el concepto de crecimiento. El crecimiento, en efecto, está antes y después del fenómeno turístico: si la d e m a n d a turística prolifera, ello se debe —se dice— al crecimiento económico de las sociedades industriales, que engendra una renta disponible, discrecional, que será empleada por lo tanto en opciones preferenciales, es decir en ocioconsumo. E n el otro extremo, el turismo internacional, al penetrar en las sociedades subdesarrolladas, aporta dinero en divisas y capitales que constituyen factores de crecimiento, y por lo tanto de iniciación al desarrollo. Se llega así con toda naturalidad a esta ecuación: el crecimiento del turismo, es decir los desplazamientos de las poblaciones industriales, es u n factor de crecimiento, o sea de desarrollo de las sociedades subdesarrolladas. Y por esta necesidad del crecimiento de las sociedades desarrolladas y de las sociedades subdesarrolladas se encuentran encadenadas unas a otras en una implacable circularidad de condicionamiento: porque lo que es preciso en todos los casos para dar a esos intercambios su eficacia es que se produzcan los efectos multiplicadores del crecimiento suscitando las salidas de las sociedades ricas y a u m e n tando las llegadas a las sociedades pobres. Crecimiento demanda llegadas salidas de divisas entradas de divisas gastos ingresos sociedades emisoras «-> sociedades receptoras Desarrollo Este marco de referencia teórico, que es el de la visión oficial del turismo internacional y que h e m o s encontrado igualmente en muchísimos planteamientos que sin embargo pretenden apartarse de aquélla, nos parece particularmente inadecuado para captar la realidad de la internacionalización en la que participa el turismo. Este modelo teórico conduce, en efecto, a imaginar las relaciones entre el m u n d o desarrollado y el m u n d o subdesarrollado dentro de un sistema de intereses complementarios, ocultando sus eventuales contradicciones. A l reducir esas relaciones a simples ajustes entre la oferta y la demanda, el modelo prescinde de toda la serie de mediaciones por las que se realizan esos ajustes, y en

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particular del papel desempeñado por los aparatos de promoción turística con sus efectos en los engranajes de las economías nacionales en las que actúan. Asimismo, el modelo ignora las repercusiones en los sistemas culturales y sociales de las sociedades industriales y tradicionales provocadas por las estrategias ofensivas de la comercialización turística en dirección de la oferta y de la demanda. Y puede decirse en general que lo que se escamotea con este planteamiento es todo el problema de las implicaciones sociales y culturales, sobre todo respectó a las sociedades receptoras subdesarrolladas, en las que la penetración del turismo internacional queda reducida a una simple transferencia de tecnología. Este marco de referencia, la economía de mercado, además de constituir un obstáculo por su inadecuación para el estudió sociológico del turismo, asigna a la sociología una función particular. E n virtud de esta lógica de doble entrada, la sociología se ve doblemente solicitada: del lado de la demanda y del lado de la oferta, independientemente uno de otro. E n las sociedades emisoras, se pide sobre todo al sociólogo que profundice en el conocimiento de la demanda y de sus motivaciones subjetivas*. L a sociología queda entonces confinada a encuestas de comportamiento, de actitudes o de motivaciones, limitándose en general a describir estos fenómenos y a clasificarlos sin poder referirlos a u n principio de explicación, ya que tales encuestas suelen estar disociadas del análisis macrosociológico de los conjuntos sociales y culturales. L o m á s frecuente es considerar el comportamiento turístico c o m o u n ocio, es decir un empleo particular del tiempo libre que obedece a una lógica de opciones individuales derivadas de las propiedades del ocio: deseo de evasión, de distracción, de realización personal, etc. Esto hace que la sociología, pese a su e m p e ñ o por situar el análisis de la demanda en el contexto de la evolución de las sociedades industriales, tenga tendencia a subestimar la influencia determinante de la industria turística sobre el consumo del tiempo libre y a no ver el cambio de sentido que se deriva de la ocupación de ese tiempo en desplazamientos. Pero sobre todo la sociología se ve así empujada, sin darse cuenta, a producir una concepción del turismo adaptada al ideal occidental del ocio, desconociendo las contradicciones que aquél suscita al penetrar en sociedades que siguen otros modelos culturales. Del lado de la oferta, el papel del sociólogo es m á s difícil de desentrañar, pues rara vez se le consulta en la preparación de las operaciones de ordenación * Así lo hemos comprobado al informarnos sobre diversas investigaciones internacionales en torno a "los aspectos sociológicos del turismo internacional", en especial el programa T O U R , coordinado por el Centro Europeo de Coordinación de Investigación y de Documentación en las Ciencias Sociales de Viena (Austria), en el que participan investigadores de Europa oriental y occidental.

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turística. Es al margen de las estructuras oficiales de la investigación, casi siempre mediante trabajos universitarios, c o m o se estudian los problemas de las implicaciones sociales y culturales. Pero los resultados de estos estudios rara vez se integran en la concepción del turismo internacional elaborada en los órganos de decisión. L a consideración de los aspectos sociales y culturales del turismo es por lo demás una preocupación reciente. Los modelos de evaluación destinados a captar los efectos del turismo en las sociedades receptoras estaban concebidos, en u n principio, en términos puramente económicos, limitándose a registrar las entradas de divisas, los puestos de trabajo creados, y los efectos inducidos sobre los niveles de vida y el consumo. El problema de las repercusiones de una implantación turística en el medio social no se planteaba, por la razón de que el turismo se consideraba c o m o una actividad marginal, desarrollada en una economía cerrada, concepción a la que corresponden las soluciones de "turismo enclavado" preconizadas en esa época. Esta situación se ha modificado en los años setenta, sobre todo a raíz de ciertas reacciones negativas registradas entre las poblaciones receptoras. Estas reacciones debían suscitar inquietudes en los medios oficiales de la promoción turística internacional, m á x i m e cuando durante ese periodo se lanzaban operaciones de envergadura, por iniciativa de aquellos, en numerosos países subdesarrollados. El problema de las implicaciones sociales y culturales se agudizaba cada vez m á s . El congreso reunido en Washington en 1976 por iniciativa conjunta de la Unesco y del B I R F sobre el tema "Impacto del turismo internacional en los países en desarrollo" es m u y significativo a este respecto, pues traduce el desasosiego de ciertos expertos ante un fenómeno que n o consiguen vincular al conjunto de las transformaciones experimentadas por el m u n d o contemporáneo 10 - ". E n las filas de los propios economistas está despuntando esa inquietud. Se reconoce que la rentabilidad inmediata de una operación turística no basta para garantizar su contribución al desarrollo económico del conjunto. Se discuten los criterios y los instrumentos de evaluación. Se denuncian los datos estadísticos, a m e n u d o falseados por el prejuicio favorable de que goza la actividad turística12. Se critica el modelo de crecimiento que sólo tiene en cuenta los factores cuantitativos sin relacionarlos con los criterios de desarrollo. U n economista c o m o Erbes llega a recusar la pertinencia del análisis. económico y propone contemplar la actividad turística c o m o medio y c o m o obstáculo para el desarrollo, lo que equivale a considerarla c o m o una actividad económica con implicaciones extraeconómicas 13 . E n esta perspectiva se propondrán nuevos modelos de evaluación que revelan un ensanchamiento del enfoque económico en dirección al análisis social, con la preocupación de integrar en los cálculos unos factores sociales y culturales no tomados hasta ahora en consideración; se invitará entonces al sociólogo a dar su opinión sobre "los indicadores sociales" que el economista habrá de tener en cuenta14.

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Conviene, n o obstante, comprender bien la finalidad de la operación. El economista quiere tratar los factores extraeconómicos en cuanto limitaciones y ventajas, siendo su objetivo adquirir el dominio del fenómeno acentuando los efectos positivos y reduciendo los negativos. Esta manera de dar u n valor económico a elementos n o económicos, para hacer que su modelo sea m á s realista integrando en él nuevas variables, es considerada por él c o m o u n progreso. Pero para el sociólogo, este enfoque sigue siendo reductor, pues pretende sopesar los datos sociales según una lógica de rentabilidad y de crecimiento que falsea su sentido, el cual es de orden cualitativo. E n efecto, evaluar los factores sociales en términos positivos o negativos es una manera de extraerlos del c a m p o social, sin prestar atención a la causa que los engendra, para hacerlos entrar en un modelo en el que se les asignará u n peso numérico relativo. Y es también subordinar la apreciación sociológica a una criteriología normativa. Se advierte que en este movimiento se define a priori u n lugar para la sociología: un lugar circunscrito por el análisis económico, que aborda la actividad turística c o m o una actividad económica principalmente y que n o ve en las implicaciones sociales de esta actividad sino unas limitaciones que hay que asumir, es decir que hay que compensar mediante ganancias económicas. Por supuesto que, encerrada en esta lógica, la sociología n o puede profundizar en esas interrogaciones15. El planteamiento de la internacionalización Nuestra manera de concebir la investigación se aparta del enfoque antes descrito. , Pensamos que el planteamiento basado en el intercambio internacional, que analiza las relaciones entre sociedades en términos de oferta y d e m a n d a y de sociedades emisoras y receptoras, debe ser sustituido por u n planteamiento de la internacionalización que analice esas relaciones n o sólo en cuanto sistemas de relaciones sino también en cuanto procesos. Nuestra hipótesis es que, por medio del turismo, las diversas sociedades nacionales se encuentran progresivamente vinculadas a redes económicrs, sociales y culturales que se organizan a escala internacional a partir de una decisión central desintegrando los sistemas de referencias nacionales. H e m o s detectado este proceso de internacionalización a través de toda una serie de indicios, pero m á s particularmente prestando atención a dos categorías de agentes que contribuyen a la promoción turística internacional y que a nuestro parecer desempeñan un papel determinante en la organización turística a nivel mundial: los organismos internacionales y las agencias turísticas agrupadas en firmas transnacionales. . H e m o s abordado el análisis de esta organización con hipótesis de trabajo relativamente precisas, apoyándonos en los principios metodológicos del análisis sistémico16. H e m o s destacado.lo que llamamos el sistema de acción turística internacional, es decir, un conjunto de agentes coordinados entre sí por lazos

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voluntarios o involuntarios, constitutivos de redes de acción que dan su fuerza y su coherencia a esta forma de actividad particular que es el turismo internacional. Porque nos interesamos por esos agentes no c o m o piezas montadas en un sistema de manera mecánica, sino c o m o actores animados de un proyecto que introducen sus prácticas en las estrategias, es por lo que hemos podido captar la relación que el turismo internacional mantiene con los demás sectores de actividad de la vida social, y en especial su papel específico en la internacionalización de los sistemas económicos, sociales y culturales, gracias a las mediaciones que dichos agentes introducen en esos sistemas. La industria turística: una industria transnacional E n el marco nacional y en lo tocante al turismo interior, la actividad turística tiene todavía m u y a m e n u d o un carácter artesanal. Esta opinión no puede mantenerse cuando se trata del turismo internacional, el cual es explotado por una potente industria transnacional con técnicas de comercialización m u y elaboradas, en la vanguardia del marketing. El eje de esta industria es la agencia turística o "tour operator". C o n este nombre se designa la empresa que prepara el producto y lo distribuye en el mercado. Pero la agencia turística n o es un simple fabricante o agente de viajes, c o m o se cree a m e n u d o . Porque, por la índole de su función que consiste en coordinar numerosos servicios, ese agente económico se convierte en un punto de articulación privilegiado en las múltiples conexiones que se establecen entre los diversos agentes cuando cooperan en la promoción de un producto en el mercado, y es su situación en la encrucijada la que le destina a ser el órgano esencial de la promoción turística internacional. A nivel de la organización, n o nos encontramos ante una serie de acciones aisladas, sino ante actos verdaderamente coordinados. H e m o s observado movimientos de integración horizontales y verticales y de concentración entre los diversos agentes e instrumentos de la actividad turística, movimientos que se han multiplicado considerablemente estos diez últimos años para conducir a la formación de sociedades transnacionales que reúnen bajo su control el m á x i m o de actos necesarios para sus actividades1'1 "• "• 20 . M á s allá de las fronteras y de las soberanías nacionales se constituyen redes plurinacionales de agentes económicos. Estos agentes se adhieren a cadenas internacionales y se encuentran juntos en sociedades anónimas transnacionales, con participaciones difícilmente identificables por su gran movilidad. Estas transnacionales turísticas tienen una posición m u y fuerte, por disponer de muchas antenas en las diversas sociedades nacionales a causa de la índole misma del producto turístico; por su posición bifronte, conectadas a la vez con la oferta y con la demanda, lo que les permite guardar y controlar los parámetros de la decisión en las sociedades emisoras y receptoras; por su posición de m o n o -

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polio que resulta de sus estrategias de concentración y de integración; pero m á s todavía por el lugar m u y especial que ocupan en el interior de un m o d o de producción, ya que lo que venden es nada menos que la sociedad, la cultura: "Vender Francia a los extranjeros", "Grecia nos pertenece"; tales son, entre otros, los eslóganes de la promoción turística. El producto turístico A través de la definición de su producto, se comprende que la industria turística no sea una industria c o m o las otras. Porque el producto turístico no existe. Su materia prima empieza siendo indeterminada. El producto turístico es una combinación de elementos heteróclitos: servicios (alojamiento, comidas, transportes y servicios conexos, en especial relativos al ocio), objetos culturales (patrimonios culturales y artísticos, folklore,fiestas),particularidades geográficas (lugares de interés, paisajes) y muchos elementos menos palpables c o m o la hospitalidad, el ambiente, las curiosidades étnicas, las costumbres, etc. Estos diversos elementos se amalgaman en u n "producto" que es en s u m a un paquete de servicios y de imágenes seductoras. C o m o hace notar J. Krippendorf, experto en comercialización21, el producto turístico deriva de una práctica simbiótica —symbiotic market es la expresión consagrada— que reúne en un mismo concepto, traducible en mensaje publicitario, todos los factores que por su naturaleza no tienen una relación directa con el turismo, pero que se convierten en objetos turísticos por el hecho m i s m o de ser promovidos para el consumo. Pero este producto, uno y múltiple, es el espejo de una estructura, la de la industria turística que lo coloca en el mercado. L a informática, que ha encontrado en el turismo su c a m p o existencial, confiere a esta industria medios m u y poderosos de organización y de gestión. Es sabido que las primeras sociedades que se dotaron de computadoras fueron las compañías aéreas y las cadenas hoteleras. Las agencias turísticas debían a su vez aprovechar m u y pronto las enormes posibilidades que ofrecía la informática para hacer frente a la tarea complicada que representa la conexión de las redes de viajes, de alojamiento y de los diversos servicios para llegar a la venta de u n producto turístico en u n solo paquete. L a introducción de la informática ha desempeñado un papel decisivo en la organización de la industria turística y en su dominio del mercado, por una parte porque provocó la interconexión de agencias que trabajaban hasta entonces m á s p menos individualmente, una concentración del capital a causa de las masas presupuestarias necesarias para la instalación de los circuitos computadorizados y una nueva etapa en su extensión mundial, y por otra parte porque contribuyó a acelerar el proceso de racionalización de la demanda turística permitiendo a la comercialización refinar considerablemente su técnica de segmentación del mercado y por consiguiente lograr una articulación cada vez m á s fina de la oferta y de la demanda. E n efecto, gracias

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a sus posibilidades de memorización y tratamiento de una infinidad de datos, la computadora debía permitir identificar cada vez m á s sutilmente los comportamientos de los consumidores potenciales y constituir bancos de datos sobre los que pudieran basarse las decisiones. : Esta industria se diversifica actualmente por sus diferentes ramas en las sociedades que escogen el turismo c o m o actividad económica de desarrollo o que refuerzan, c o m o ocurre en Francia, su producción turística. E n efecto, el aprovechamiento de una región requiere la instalación del aparato multinacional de la industria turística y la creación de servicios de índoles diversas con arreglo a técnicas idóneas. Penetran así en los países o las regiones receptoras un conjunto de prácticas económicas y de organización características de un m o d o de producción industrial en una fase m u y avanzada de desarrollo. Para lanzar a u n país o una región al mercado internacional del turismo es preciso equiparlos previamente con una infraestructura elaborada: aeropuertos, servicios hoteleros vinculados a las cadenas internacionales, red de carreteras, telecomunicaciones, sistema de reserva electrónica, gestión computadorizada, sistema de seguridad, seguros. Respecto a los propios servicios, se impone la modernización: automatización de la industria alimentaria y de los servicios de restaurantes y hoteles, creación de instalaciones elaboradas para el empleo del ócio por medio de las industrias mecánicas y electrónicas. Cuando estas prácticas penetran en un medio económicamente poco desarrollado y alejado de las grandes metrópolis económicas e industriales, crean automáticamente las condiciones para un paso hacia el m u n d o industrializado. Al implantarse en las diversas zonas receptoras, el turismo internacional suscita la creación de puntos de conexión en los niveles local, regional o nacional, que estarán en contacto con el sistema internacional, en el sector específico del turismo, pero también fuera de este sector (por ejemplo: artesanía,fiestaslocales, festivales, peregrinaciones, etc.). El turismo asienta así progresivamente la economía y la cultura de los países o de las regiones que optan por él sobre datos económicos, sociales y culturales extraterritoriales. La promoción turística y el Estado Esta industria internacional con sus diversas ramificaciones en las sociedades emisoras y receptoras n o debe considerarse c o m o un sistema de acción capaz de funcionar de manera autónoma, independientemente de los poderes políticos. Entre aquélla y éstos existen numerosas interacciones. Los Estados tienen que intervenir de manera cada vez m á s activa en este c a m p o , no sólo porque les corresponde definir la política turística en función de objetivos nacionales, sino también porque asumen cada vez m á s funciones de promoción, de coordinación, de planificación, e intervienen en cuanto prestamistas. N o hay que creer que la industria turística y el Estado son entidades mal avenidas. A decir verdad, es

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m u y difícil trazar una línea de demarcación entre el sector privado y el sector público, pues hay interpenetración recíproca. L a actividad turística, que produce una integración de las sociedades nacionales en los datos del sistema internacional, va acompañada de una transformación de las estructuras estatales que se modifican desde el interior por la penetración de nuevos agentes y de nuevos métodos propios de la comercialización turística. E n los países en desarrollo, el turismo internacional implica la creación de un cuerpo administrativo nuevo en el Estado, formado en las escuelas profesionales de turismo de categoría internacional. E n los países abiertos de antiguo al turismo, c o m o Francia, se observa actualmente una transformación interna de la administración pública, por la intrusión de agentes técnicos y comerciales en el aparato del Estado. Se advierte asimismo una reestructuración de los eslabones administrativos, regionales o locales, necesaria por la extensión de la organización internacional y las exigencias de la competición22. Los agentes del sector privado que aspiran al lucro y los del sector público que buscan un crecimiento de la riqueza nacional coinciden en estructuras de gestión, de financiación, de planificación, con poderes mitigados. H a y que recordar que los intereses privados y los del Estado estaban unidos desde el principio dentro de la U I O O T la cual, inicialmente, se constituyó c o m o asociación de derecho privado antes de convertirse en Unión Internacional de los Organismos Oficiales de Turismo, reuniendo a organismos estatales y a profesionales del turismo antes de su transformación bastante reciente en Organización Mundial del Turismo, órgano de las Naciones Unidas 23 . A decir verdad, el papel del Estado en el turismo es difícil de definir. L a pluralidad de los regímenes políticos que se expresan dentro de la organización mundial que los representa debería traducirse en una diversidad de enfoques políticos del fenómeno turístico. Ahora bien, aunque los diversos países conserven ante el turismo su personalidad propia en función de su ideología, la armonización de los métodos de planificación, de gestión y de promoción tiende a borrar esas diferencias de manera que cabe establecer analogías entre políticas turísticas que derivan n o obstante de opciones contrapuestas. La centralización de las políticas turísticas L o que observamos, en cuanto tratamos de comprender el funcionamiento de la acción turística en su dimensión internacional, es una voluntad m u y claramente enunciada de centralización de las políticas a nivel de los organismos internacionales. Las declaraciones de la O M T son a este respecto m u y significativas; la O M T quiere ser "organismo internacional de coordinación, de cooperación y de armonización de las políticas nacionales e internacionales"24. S u nueva condición jurídica refuerza su capacidad centralizadora. L a O M T , nacida de la

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voluntad de la U I O O T , es una organización pluripartita que comprende miembros efectivos —los Estados soberanos—, miembros asociados —los territorios ö grupos de territorios que no tienen la responsabilidad de sus relaciones exteriores— y miembros afiliados —los organismos gubernamentales y n o gubernamentales que se ocupan de intereses turísticos especializados, a los cuales se añaden organizaciones comerciales o asociaciones a condición de que su candidatura sea apoyada por el Estado bajo cuya jurisdicción esté situada su sede. C o m o ya hemos subrayado, la O M T n o es la única organización gubernamental o n o gubernamental que toma partido por el turismo. Entre las diversas instituciones internacionales que pueden citarse, hay m u y pocas que n o estén interesadas en este fenómeno desde algún punto de vista. L o que hay que notar es que entre esas diversas entidades existen numerosos vínculos, institucionales e informales, que autorizan a preguntarse sobre la formación de un sistema supranacional de decisiones. E n el estado actual de la información, es difícil captar perfectamente el organigrama. Se requerirían investigaciones para c o m prender cual es la estructura de este conjunto, su política y1 su influencia. Pero en el análisis de las estrategias de esas distintas entidades, lo que llama la atención es la voluntad c o m ú n que las anima. Esas estrategias abarcan en un m i s m o proceso de desarrollo las diversas sociedades interesadas en el turismo y en el límite, en la óptica de la O M T , todas las sociedades existentes en el planeta. Claro está que esos organismos se atribuyen ante todo el papel de centralizar las informaciones recogidas a nivel de las sociedades particulares, para transmitirlas después a los órganos nacionales públicos o privados; pero son también lugares donde se elabora una política del turismo que aspira a superar las multiplicidades nacionales. Todos esos organismos han publicado numerosos documentos que manifiestan su voluntad de unificar la diversidad de las iniciativas locales y nacionales y de coordinarlas según un plan concertado. Esos documentos no son simples escritos técnicos. Contienen recomendaciones a los gobiernos de los Estados, que tienden a orientar sus opciones en función de una cierta concepción del papel del turismo en el desarrollo general de las sociedades y de sus intercambios recíprocos. Se observa entonces que, en países m u y diferentes por su contexto económico, social, cultural y político, se generalizan instituciones y prácticas similares. L a tendencia a la unificación puede detectarse en múltiples indicios: centralización de la información y de la investigación por las organizaciones internacionales y las oficinas de estudios subvencionadas por ellas o con las; que conciertan contratos; preparación de planes básicos turísticos, en el marco de la cooperación y de la ayuda al desarrollo; recomendaciones y directrices enviadas a los gobiernos de los países y regiones receptores respecto a las normas de inversión,1 las garantíasfiscales,el establecimiento de balanzas de pagos, la creación de un cuerpo administrativo, etc.25; formación de los profesionales del turismo, y en especial del personal de dirección, en escuelas de fama internacional patro-

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cinadas por las organizaciones internacionales; intervención de oficinas de estudios y de expertos internacionales en situaciones m u y variadas. :; L a promoción turística organiza lazos entre distintos poderes, cada vez m á s incapaces de actuar, por separado., Los organismos oficiales instan a los Estados a crear estructuras de cooperación que permitan obtener en el plano plurinacional una concertación de los diversos agentes que contribuyen a la expansión turística. Estas estructuras se establecen en todos los niveles de intervención: intercambios bilaterales y multilaterales entre los Estados de las sociedades emisoras y/o receptoras, así c o m o entre las regiones dentro o fuera de los espacios nacionales. : Esta concertación puede abrirse a sectores extrínsecos al turismo y coordinar diferentes entidades: los representantes de los gobiernos, el sector público y el sector privado, lucrativo y asociativo (por ejemplo los comités de empresa, las asociaciones voluntarias). Asimismo, la O M T insiste sobre la necesidad de organizar "nuevas formas de cooperación entre países de salida y países de llegada". Las vacaciones son ya objeto de negociaciones internacionales entre agencias turísticas, pero estos problemas se tratarán cada vez m á s a nivel intergubernamental. De la planificación sectorial a la planificación global Observamos paralelamente cambios notables en la concepción de la planificación turística2*. : L a planificación es precisamente el método preconizado para alcanzar los objetivos de la promoción turística internacional. Gracias a este método, los organismos oficiales intervienen en los diferentes países, orientándolos en sus opciones. Desde hace veinte años, la planificación turística h a ampliado, considerablemente el c a m p o de sus aplicaciones. A l principio se hablaba únicamente de planificación sectorial. Se trataba de racionalizar opciones de inversiones, cuyas ventajas recaían ora en la firma de explotación ora en el Estado; para ello, se realizaban arreglos según una concepción puramente sectorial que ignoraba las interacciones de la actividad turística con las demás actividades del entorno. Estas soluciones llamadas de "turismo enclavado" siguen siendo actuales, por lo demás. L a estación turística situada en u n lugar aislado forma u n m u n d o aparte, que vive en un espacio cerrado, al margen de la vida ordinaria. L a clientela es¡agrupada en un hotel o en un complejo hotelero que contiene todos los servicios que se estiman necesarios para su manutención y su placer con arreglo a una concepción rudimentaria—hay que confesarlo— de sus necesidades, popularizada en el famoso eslogan de las 4 S: sun, sea, sand, sex (sol, m a r , arena, sexo). Estas instalaciones suelen estar situadas lejos de los centros vitales existentes y sin

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lazos directos con el entorno social y cultural de la sociedad hospedante. Se destinan sobre todo a captar a una clientela solvente y a canalizar sus gastos. A partir de 1965, el acceso a las vacaciones anuales de nuevas capas sociales dio lugar a proyectos de mayor amplitud, pero concebidos siempre con el m i s m o espíritu, destinados a acoger a miles de turistas en vacaciones. Inmensos centros turísticos brotaron de la tierra en las regiones m á s diversas y aisladas: en las costas españolas, en las arenas de la costa búlgara y rumana del M a r Negro, en Túnez, en Marruecos, en Grecia, y más recientemente en las montañas francesas. Algunas de estas estaciones n o tienen m á s función que la de recibir durante el verano su contingente de veraneantes que llegan en masa en fechasfijasy en vuelos "charter". Fuera de ese periodo, los lugares quedan completamente desiertos y parecen extrañas ciudades difuntas, detenidas en plena juventud por una muerte brutal. L a industria turística vive de esta concentración que le permite aplicar técnicas de explotación y de gestión según los principios m á s modernos de racionalización del trabajo en que basa sus ganancias. ' N o obstante, con las nuevas orientaciones que se dibujan en los años sesenta y que marcan la apertura de los países en desarrollo al turismo internacional, la planificación turística cambia progresivamente de sentido. M u c h o s países declaran prioritario el sector turístico en su economía nacional. Es un medio de hacer venir capitales extranjeros y de recibir una ayuda del Banco Mundial, pero de esta manera van a producirse también cambios m u y profundos en la manera de abordar el problema. Los Estados, en efecto, se ven obligados a asumir responsabilidades que les incumben en opinión de sus pueblos. A partir del m o m e n t o en que el turismo deja de ser una actividad complementaria para convertirse en una primera necesidad, se plantea la cuestión de su rentabilidad en términos enteramente diferentes. N o se trata ya de una contribución secundaria a la economía del país, sino de su instrumento esencial. Es preciso pues considerar la validez de esta opción que hace del turismo u n factor de arrastre del conjunto de la economía. Se comparan las actividades del turismo con otras actividades reales o posibles en cuanto a sus ganancias eventuales, y la necesidad de establecer las correlaciones de esas actividades entre sí conduce a nuevos procedimientos de evaluación; la idea de planificación intersectorial viene así a sustituir la de planificación sectorial. Pero hay más. A partir del m o m e n t o en que el turismo se convierte en objetivo prioritario decidido por el Estado, se modifican susfinalidades.N o se tratará ya únicamente de hacer entrar divisas. Se trata de integrar los beneficios del turismo en planes de desarrollo de interés nacional, encontrándose así las finalidades del turismo medidas con criterios de desarrollo, lo que obliga a los planificadores a formularlas teniendo en cuenta consideraciones morales, ideológicas y políticas. T o d a esta evolución conduce a un cambio total de la situación. El sector turístico, que podía considerarse al principio c o m o una actividad, se

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hace m á s o menos impreciso en cuanto a sus relaciones con las m o d a s , llega a ser parte integrante de las economías nacionales y, m á s todavía, es el eje m i s m o en torno al cual las demás actividades esperan desplegar su dinamismo. D e ahí que la noción m i s m a de planificación intersectorial deje paso a la de planificación global. A esta evolución interna se añade una evolución paralela en las relaciones que esos países mantienen con los instrumentos internacionales de la planificación. Al estar destinadas a clientelas extranjeras las operaciones de ordenación de los territorios nacionales, se impone la necesidad de acuerdos entre distintas partes. A instancias de las organizaciones internacionales — O M T , Banco Mundial— o de los gobiernos occidentales que son con frecuencia las antiguas metrópolis coloniales con las que se han firmado acuerdos de cooperación, los Estados emprenden estudios para planificar las inversiones en el marco de u n a programación a largo plazo teniendo en cuenta la interacciones internacionales. Se preparan activamente planes básicos con arreglo a un esquema uniforme, confiándose los trabajos preparatorios a oficinas de estudios norteamericanas y europeas que tienen u n c a m p o de aplicación internacional y operan en varios países. D e esta manera las políticas turísticas nacionales se encuentran cada vez m á s vinculadas a los datos internacionales. Se emprenden además estudios prospectivos a largo plazo para que cada país pueda situarse en u n mercado que se disputa la clientela. Esta planificación global adquiere pues una dimensión internacional coordinando las iniciativas aisladas o particulares de un país e integrándolas en una estrategia de conjunto á la vez nacional y plurinacional. Del turismo enclavado al turismo integrado Paralelamente evolucionan también las concepciones de la ordenación de conjuntos en el sentido de una mayor integración de cada acción en operaciones globales de ordenación de los territorios nacionales. Se está realizando un movimiento que tiende a insertar m á s profundamente las actividades turísticas en el tejido social y cultural de las diversas sociedades a las que llega el turismo, reaccionando frente a las fórmulas de turismo enclavado que provocan actitudes negativas entre las poblaciones hospedantes. Bajo la expresión "turismo integrado" se estudian actualmente numerosas soluciones. Estos estudios apuntan a englobar el centro turístico en el contexto social acercándolo a lugares vivos existentes o vinculándolo m á s íntimamente al entorno social y cultural mediante conexiones urbanísticas. El turismo integrado puede adoptar modalidades diversas. Pero en todos los casos de lo que se trata es de organizar los encuentros y permitir que las actitudes de los visitantes y los visitados evolucionen en u n sentido más positivo. Se desaprueba ahora al turista que va en pos del sol, el mar, la arena y el sexo. Se trata de promover u n nuevo

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tipo de turista, que muestre curiosidad y respeto ante las particularidades culturales y sociales con que tropieza en su camino. Se emprenden así; campañas de educación en gran escala en las sociedades emisoras, mientras en las .sociedades receptoras se inventan múltiples experiencias de animación. •. / • Al m i s m o tiempo, el producto turístico se diversifica e incorpora en una cierta simbiosis práctica de encuentros, de convivencia, de comunicación, de comunión, así c o m o toda clase de acontecimientos festivos que refuerzan la cohesión social. , L a m i s m a idea inspira las acciones experimentales llamadas- de; "turismo comunitario integrado", c o m o la de Casamance. en Senegal, que "procuran asociar a los turistas a la vida cotidiana del medio que les acoge"?!. Todas estas iniciativas denotan la preocupación de mejorar las relaciones entre las diferentes nacionalidades llamadas a convivir y a reducir los conflictos que podrían nacer de sus contactos28. Pero esto permite también a la acción turística internacional penetrar cada vez m á s profundamente en las estructuras sociales y culturales de los países hospedantes. Nuevos indicios, perceptibles en su lenguaje en torno a temas culturales y socioculturales, revelan de manera, m á s significativa todavía el proceso de integración de la promoción turística internacional en lasfinalidadesculturales de las diversas sociedades. Los signos de identidades sociales se exhiben en los productos turísticos en cuanto expresión de las, diferencias y las singularidades nacionales, regionales o locales. Esto puede observarse tanto respecto a las producciones culturales m á s arraigadas en las memorias colectivas c o m o respecto, a las expresiones m á s vivas de las culturas contemporáneas,.que se convierten en pretextos para operaciones de comercialización de gran envergadura. Esta evolución es preconizada por las propias organizaciones internacionales, que justifican la consiguiente comercialización de la cultura y su exhibición artificial alegando que los ingresos así obtenidos podrán servir para restaurar los patrimonios culturales en descomposición y para reanimar las culturas en trance de extinción. Es conocido el caso de Borobudur en Indonesia, transformado con ayuda de la Unesco en uno de los grandes centros del turismo cultural. Otros lugares están llamados a seguir la m i s m a suerte: Herat en Afganistán, Fez en Marruecos, etc. Acciones de animación de gran amplitud extendidas a regiones enteras, tales c o m o el A ñ o del Románico y el A ñ o del Gótico, se programan a nivel internacional, y se invita a las poblaciones a protagonizarlas convirtiéndose en actores de un vasto teatro. Se organizan así reconstituciones históricas, desfiles, fiestas...2". También los acontecimientos del folklore, y m á s aún las celebraciones religiosas, son resucitados o explotados por la industria turística internacional. A estas acciones, que conducen a la escenificación de la culturarse les atribuye u n alto valor, pues se piensa que deberían permitir a las sociedades interesadas salvaguardar.su identidad cultural,, incluso recuperarla, al m i s m o tiempo que aportan su singularidad al fondo c o m ú n de la cultura universal?0.

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Un ejemplo de planificación turística: Marruecos Ilustraremos esta argumentación con un ejemplo, el de Marruecos, país en desarrollo que ha sido uno de los primeros en adoptar la estrategia de la promoción turística internacional. Desde el primer plan quinquenal de 1960-1964, el turismo constituyó una opción prioritaria. Al final de los años sesenta, cuando numerosos países del litoral mediterráneo están equipándose activamente para recibir turistas extranjeros, Marruecos decide lanzarse m á s de lleno a la competición internacional y estima necesario inscribir su resolución en una planificación a largo plazo. Así en 1970, en el marco de la Cooperación, se firma u n acuerdo bilateral entre el gobierno de Marruecos y la República Federal de Alemania para el establecimiento y la financiación del esquema rector del turismo marroquí. Se llega así en 1975 a la publicación de un enorme documento en nueve volúmenes, titulado "Masterplan touristique du Maroc", que lleva —cosa significativa— la doble firma del Reino de Marruecos y de la República Federal de Alemania 31 . H e m o s tenido la posibilidad de examinar este documento con ocasión de dos misiones realizadas en Marruecos y en la Alemania Federal, donde tuvimos oportunidad para hablar con personalidades e investigadores que contribuyeron a esa obra. , El Masterplan turístico marroquí no es único en su género. Al contrario, en muchos aspectos nos parece u n buen ejemplo de la orientación general que determina la elaboración de las decisiones turísticas en el marco de los planes nacionales de desarrollo de los países en vías de desarrollo. EI Masterplan turístico de Marruecos ilustra m u y vivamente la realidad de la internacionalización de la que el turismo constituye un pretexto. Esto es lo que trataremos de poner de manifiesto. : : E n 1971, el gobierno marroquí pide al alemán que centre los estudios preparatorios del plan principalmente en el análisis de la demanda turística internacional .y en la oferta de los países competidores. Esta opción suponía, por consiguiente, que los estudios se realizarían fuera del territorio marroquí. E n 1972, el gobierno alemán confía la responsabilidad de esos estudios a dos oficinas de investigación alemanas, el Institut für Planungskybernetik (IPK) de Munich y el Steigenberger Consulting de Frankfurt, que buscarán la asistencia de M a r o c Développement, oficina de estudios privada marroquí que empleaba en esa época a investigadores alemanes y franceses en concepto de cooperadores. Paralelamente, Marruecos participa en una investigación internacional sobre "las previsiones de la demanda turística internacional en la cuenca del Mediterráneo", financiada por varios bancos de desarrollo de los países del litoral, lanzada bajo la égida y con la ayuda del Banco Mundial (BIRF) y confiada a una oficina de estudios suiza, Battelle. Todos estos estudios están coordinados por diversas autoridades de decisión y de investigación de los países interesados. Así pues, se

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constituye una estructura operacional internacional en la que están comprendidos representantes de los Estados, bancos de desarrollo, organizaciones internacionales y expertos científicos; y, a través de los procedimientos de la planificación turística, se monta una red internacional de consultas y de decisiones en las que intervienen europeos y africanos. L o que llama la atención ante todo, al examinar el contenido del Masterplan turístico marroquí, es la importancia atribuida a los parámetros de la demanda turística internacional, es decir a la opinión de las poblaciones de las sociedades proveedoras de turistas, para iluminar las decisiones nacionales marroquíes. Mientras que el análisis de la oferta se limita a un inventario bastante sumario de los productos turísticos que pueden presentarse en el mercado mediterráneo, el análisis de la demanda se apoya en una batería de encuesta m u y elaboradas, efectuadas simultáneamente y con procedimientos uniformes en los países hospedantes y en los países de origen. Estas encuestas son relativamente complejas. Se refieren a las características sociológicas de las clientelas turísticas actuales y potenciales, a sus comportamientos durante las vacaciones, a sus opciones y a sus opiniones sobre los países visitados. Las encuestas en el país hospedante, es decir entre los turistas en los lugares mismos de estancia, se realizaron en todos los países del litoral mediterráneo, del norte y del sur, con excepción de Albania y Francia, este último país por razones mal explicadas. Por otra parte, en los países de origen se realizaron encuestas con muestras representativas de la población nacional aproximadamente en la misma época del año y con el mismo cuestionario: en la República Federal de Alemania, en Francia, en los Estados Unidos de América, en el Reino Unido, en los Países Bajos y en Dinamarca. Los resultados de estas diversas encuestas, reunidos por I P K de Munich y memorizados en sus computadoras, se consignan en uno de los volúmenes titulado "Atlas de la demanda", que presenta el conjunto de las respuestas en una visión sinóptica de la demanda turística internacional en la que las diferentes clientelas nacionales con todas sus particularidades encuentran su lugar en un modelo de expresión global. Tal masa de informaciones sobre el origen, los comportamientos, las motivaciones, las opiniones, las posibilidades de los turistas, actuales y potenciales, no deja de impresionar. El objetivo sobrepasa evidentemente los deseos del gobierno marroquí, e indudablemente así lo entienden los responsables del estudio, que insisten en el "carácter fundamental de su investigación" en la que se tienen en cuenta según ellos "puntos de vista del marketing moderno en el marco de la cooperación económica" y que proporciona "un instrumento de sondeo utilizable durante años, apto para conservar los cálculos de tendencia en el marco de estrategias a plazo medio de la ayuda a los países en desarrollo". Y en • efecto las estrategias propuestas al gobierno marroquí se deducen

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directamente del análisis de la demanda. Así, los motivos de insatisfacción registrados entre los turistas en los lugares mismos de su estancia se consideran c o m o indicios reveladores de la inadecuación de la oferta a la demanda y por consiguiente c o m o defectos que el país receptor debe corregir. Asimismo, las fijaciones imaginarias de los turistas en potencia se interpretan c o m o signos de atracción de un país y de su nivel de competencia en el mercado. L a clientela potencial de Marruecos se evalúa en 18 millones de turistas extranjeros para 1980. Se establece que el 25 por ciento de esta clientela pertenecerá a una clase superior cuyas nueve décimas partes procederán de Francia y de los Estados Unidos, el 45 por ciento a la clase media superior formada en su mayoría por alemanes, y el 30 por ciento a las capas sociales medias de diversas nacionalidades. L a necesidad de adaptar la oferta marroquí, preconizada por los autores, sin lo cual Marruecos n o podría resistir a la competición internacional, impone una lógica verdaderamente vertiginosa y compulsiva, ya que llegamos a la situación paradójica de que el plan nacional de desarrollo de un país subdesarrollado se encuentra condicionado por la demanda de ocio de las poblaciones m á s ricas. Todas las recomendaciones al gobierno marroquí sobre el mejoramiento de su producto turístico, el programa de animación destinado a los turistas, el clima social general deseable, proceden de este análisis de la demanda. Pero sorprende en cambio comprobar que en ningún m o m e n t o se menciona de qué manera el país podrá apropiarse de esa demanda e integrarla en sus estructuras sociales y culturales. Es flagrante el contraste entre el análisis de la demanda, relativamente pormenorizado, que conduce a tomar en consideración las aspiraciones y motivaciones de los futuros turistas inquiriendo el menor de sus deseos, y el.análisis de la oferta que es puramente descriptivo, sin ninguna referencia a lo que esperan y prefieren las poblaciones receptoras o a las reacciones de éstas. Este ejemplo traduce bien toda la ambigüedad de la situación en que se encuentra un país en desarrollo cuando ha optado por basar su desarrollo en la actividad turística, sobre todo si se trata de una opción prioritaria que movilice todas las fuerzas disponibles del país. L a competición obliga a ese país a definir su política sobre bases internacionales y a conformarse a la n o r m a impuesta por la tecnología de la comercialización que actualmente concede un lugar preponderante a los parámetros de la demanda para la conquista y la expansión del mercado. Cientamente, c o m o se ve en este ejemplo, la internacionalización no excluye una participación de los dirigentes de los países en desarrollo en los actos de decisión a nivel internacional. Pero ¿tienen la capacidad de orientar los objetivos de la promoción turística internacional en u n sentido compatible con los imperativos del subdesarrollo? Es ésta una pregunta que dejaremos abierta.

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Ejes teóricos y metodológicos Se precisan estructuras y procedimientos de investigación en armonía con ese proceso de internacionalización. E n una primera etapa hemos abordado el proceso de internacionalización a partir de una organización central. H e m o s hecho hincapié en el impulso dado al turismo internacional y a su despliegue a escala mundial por obra de los organismos internacionales del turismo y de las firmas multinacionales. Esta reflexión se apoya pues principalmente en la organización del turismo y en sus estrategias de unificación y de integración. U n a de las consecuencias metodológicas de esta situación de hecho está clara: Si queremos comprender los problemas suscitados en los planos local, regional o nacional necesitamos, so pena de no captar la causalidad que los ordena, poner esos planos particulares en relación con las acciones y las decisiones correspondientes en el plano internacional. El análisis sociológico del turismo y de sus implicaciones locales debe rehacerse según esta perspectiva. Ese proceso de internacionalización actúa, en efecto, en lo m á s profundo de las sociedades. N o se limita a obrar sobre las economías nacionales. Es un proceso de resocialización y de aculturación. C o n el turismo, nos encontramos ante u n fenómeno social total que se traduce en el establecimiento de nuevos sistemas de relaciones en todos los sectores de actividad, lo que da lugar a cambios estructurales en todos los estratos de la vida social, cambios que alcanzan progresivamente a todas las regiones del m u n d o . Es importante por consiguiente analizar el hecho turístico dentro de un marco teórico y metodológico que tenga presentes a la vez su globalidad y su pluridimensionalidad, si se quiere estar en condiciones de descubrir la lógica de su "deslocalización" y de su implantación en sociedades sumamente diversas. Captar el movimiento turístico en su pluridimensionalidad implica situar de entrada el análisis en los diferentes niveles de la realidad social. Esto implica también n o aislar esos niveles unos de otros, trátese de lo cultural o de lo económico, de las sociedades receptoras o de la organización turística internacional; al contrario, hay que recogerlos en una metodología fundada en u n planteamiento de conjunto, teniendo en cuenta las relaciones que se establecen entre ellos. Contemplar el turismo c o m o un hecho social total equivale a considerar que todo lo social está siempre en el objeto de análisis. Dicho de otro m o d o : n o puede tratarse de hacer del turismo una variable determinante con objeto de estudiar sus efectos, investigando eventualmente su especificidad. Al contrario,, será posible captar el fenómeno turístico y sus implicaciones a partir de lugares múltiples inquiriendo sobre situaciones y prácticas sociales diversas, pues lo importante es poner de manifiesto una lógica de funcionamiento que permita analizar el hecho turístico en su proceso generador de lo social.

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El enfoque adoptado ha podido dar, no obstante, la impresión de que las estrategias de los aparatos y los nuevos poderes que éstos suscitan son absolutamente determinantes en el devenir de las sociedades receptoras del turismo internacional. N o es éste nuestro punto de vista. N o quisiéramos caer en una concepción mecanicista del sistema social. Si bien pensamos que analizar el turismo en términos de redes de agentes es u n progreso analítico, creemos también que este enfoque abre el camino a su vez a una ideología que con razón podría calificarse de "maniquea" si condujera a hacer creer que el sistema en cuanto tal posee un poder de determinación que hiciera vana toda capacidad de los sujetos, individuales o colectivos, para dominarlo y transformarlo. El sistema se compone de actores guiados por estrategias en situaciones atravesadas por contradicciones. E n el estado actual de nuestro trabajo, hemos captado un fenómeno en formación, pero no estamos en condiciones de decir c ó m o se encama en las situaciones concretas de los medios receptores. Gracias a esta hipótesis de Ínternacionalización hemos podido poner de manifiesto algunos hechos que, en u n primer análisis, escapan a una observación del hecho aislado; hemos esbozado así un planteamiento de los problemas de los cambios; pero, a falta de observaciones detenidas sobre el terreno, a las que procedemos actualmente, no podemos analizar las prácticas reales a través de las cuales se están operando esos cambios, ni los procesos intermedios en virtud de los cuales surgen nuevas estructuras y se afirman nuevas identidades culturales resistentes al turismo internacional. N o ignoramos, en absoluto, las simplificaciones a que puede conducir lógicamente la hipótesis de la internacionalización si se la lleva demasiado lejos. Ante todo no hay que olvidar que el turismo internacional no es el único vector de cambio en las sociedades tradicionales. A d e m á s , en los casos en que puede ser considerado c o m o el principal, se plantea todavía el problema de la especificidad de las transformaciones que provoca, n o sólo en los m o d o s de producción sino también en los sistemas culturales. El turismo internacional ofrece la oportunidad de una aculturación entre otras. Pero es preciso definir las condiciones y los marcos sociales de esa aculturación, y eso no se ha hecho. S o m o s m u y conscientes de que los conceptos mismos con los que nos proponemos analizar este proceso de internacionalización, en sus implicaciones sociales y culturales, son todavía m u y imprecisos y habrán de revisarse necesariamente al continuarse nuestras investigaciones en contacto con el terreno. E n concreto los conceptos de m o d o de producción, clase social, estado, ocio, identidad, elaborados en y para el contexto cognitivo de las sociedades occidentales, son problemáticos y se ven sometidos a prueba cuando se trata de observar u n fenómeno social que se difunde en sociedades totalmente diferentes en cuanto

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a los sistemas de referencias económicas, políticas, sociales y culturales, y cuyas diferencias se basan en dicotomías que el fenómeno turístico, en cuanto proceso de internacionalización, tiende precisamente a superar dialécticamente. El turismo internacional: agente de difusión de un modelo económico y cultural El planteamiento en que se basa nuestra metodología reconoce que el turismo internacional es un agente de difusión de u n modelo económico de desarrollo a escala mundial; esto implica que existen interdependencias de objetivos entre las sociedades desarrolladas y subdesarrolladas. Este modelo económico, que se articula en una consideración del crecimiento por medio del consumo, se apoya en el postulado de que el turismo es en sí mismo u n factor de crecimiento y de desarrollo en los países y las regiones subdesarrollados. ; .'• < \: E n virtud de este planteamiento se elaboran políticas a nivel internacional que tienden a aumentar los desplazamientos, a repartirlos por las diversas regiones del m u n d o y a planificarlos de manera que los beneficios resultantes sean encauzados hacia los sectores productivos de la economía, en provecho de los intereses nacionales. Por una parte, las regiones y los países subdesarrollados participan en ese modelo cuando invierten prioritariamente en el sector turístico, previendo que los efectos inducidos por esa actividad acelerarán su desarrollo económico. Por otra, los países desarrollados, al orientar las ocupaciones de tiempo libre de las clases asalariadas hacia un consumo de desplazamientos fuera de las fronteras nacionales, provocan una "deslocalización" parcialdel consumo, temporal pero masiva. Este modelo de desarrollo presenta ciertos rasgos característicos. Se basa en la explotación de recursos que no existen, o m á s bien que sólo existen a condición de ser creados en imaginación y convertidos en u n producto turístico que, para que tenga valor, necesita el aparato de producción multinacional de la industria turística, y cuya valoración —en el sentido monetario del término— sólo tiene sentido en el sistema monetario internacional, ya que la actividad turística se funda en el mercado exterior. Este modelo económico derivado de las sociedades industriales desarrolladas tiene u n valor casi universal, ya que se propone a países o regiones de desarrollo económico desigual. Se extiende, en efecto, tanto a los países subdesarrollados c o m o a los desarrollados. E n estos últimos por ser considerado c o m o un medio de reequilibrar el nivel de desarrollo de las regiones económicamente débiles, y también porque permite entradas de divisas n o desdeñables. Pero para que este modelo funcione se requieren varias condiciones: por una parte, es preciso que las instalaciones turísticas sean productivas y que los

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beneficios derivados de su explotación se reinviertan en la economía del país. Por otra parte, hace falta que el tiempo libre de los asalariados de las sociedades industriales —ese tiempo libre arrancado a los imperativos de la productividad del trabajo— se reinscriba en u n cálculo de productividad. Para aumentar la rentabilidad de los servicios, los promotores privados o públicos se ven en la necesidad de realizar ciertas opciones; su tentación es aumentar cada vez m á s la llegada masiva de turistas extranjeros sin tener verdaderamente en cuenta las perturbaciones que causa al medio receptor u n a población,suplementaria de varios millones de personas en territorios a m e n u d o mal preparados para soportar tal carga. E n cuanto a los países receptores, deben plegarse a las exigencias de las agencias turísticas y de esas clientelas importadas, con el consiguiente riesgo, c o m o ya h e m o s comprobado, de hacerse cada vez m á s dependientes de la industria turística multinacional. Las consecuencias de tales opciones en él devenir de las sociedades siguen siendo una gran incógnita. Este modelo económico encierra en sí m i s m o contradicciones. Ante todo, la rentabilidad del turismo es una cuestión m u y controvertida. Se reconoce que, en su fase de despegue, la actividad turística exige enormes inversiones. El esfuerzo que se pide al principio a los países receptores es m u y considerable, incluso cuando reciben una ayuda financiera del Banco Mundial. M á s tarde, al desarrollarse, esta actividad llamada "de exportación" segrega sus propias necesidades y acarrea en los países receptores gastos de importaciones de bienes de consumo destinados a los turistas, lo que reduce y eri último extremo anula el saldo positivo de la balanza turística. L a lógica de este modelo está igualmente llena de ambigüedades. E n principio, la política turística aspira a articular el desarrollo potencial de las sociedades subdesarrolladas con el desarrollo relativo de las sociedades industrializadas, inscribiendo a unas y otras en una m i s m a lógica unificadora. Pero el turismo internacional vive de sus antinomias. L a industria turística extrae su.beneficio del juego de las disparidades económicas entre los países. Es así c o m o puede reducir sus costos de explotación. H a y también una contradicción flagrante cuando se pretende llevar la modernización a las sociedades tradicionales al m i s m o tiempo que se las incita a un proceso de "involución cultural", empujándolas a cultivar sus tradiciones para mantener su imagen propia en el mercado turístico internacional. Pero hay m á s , porque con el turismo lo que se importa en el país n o son simplemente turistas con una provisión de billetes de banco, sino que es sobre todo un modelo de sociedad. Este modelo n o sólo influye sobre las prácticas económicas, los métodos de gestión, las modalidades de división y de organización del trabajo, los modelos de formación profesional, etc., sino que además actúa sobre las prácticas sociales en todos los niveles de la sociedad, hasta sus m á s profundas raíces. Ese modelo económico es un modelo cultural.

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Interrogaciones sociológicas Expondremos para concluir este artículo algunos problemas de orden teórico y metodológico que jalonan nuestra reflexión y que podrían constituir orientaciones para la investigación. Orientaciones conceptuales. El concepto de internationalization El enfoque de la internacionalización ofrece u n instrumento conceptual particular capaz de guiar la interrogación sociológica que es inherente a las relaciones sociales y los sistemas culturales. Ahora bien, la reflexión sobre la internacionalización procede principalmente de la economía y de la economía política. A la sociología corresponde ahora profundizar en este concepto, sin dejar de articularlo con el concepto de internacionalización forjado en el c a m p o de la economía. Porque, si bien parece necesario despegarse de una economía que impone restricciones a la sociología en función de sus propios límites, n o parece menos necesario, desde nuestra perspectiva, apoyar el planteamiento sociológico de la internacionalización mediante el análisis de los sistemas económicos en que participa la actividad turística. H e m o s abordado este problema a través de ciertas teorías actuales que se interrogan sobre el fenómeno de las multinacionales y, siguiendo a numerosos autores, hemos hecho una distinción entre las teorías neoclásicas del intercambio internacional y las teorías de la internacionalización. E n particular ha retenido nuestra atención la obra de C . A . Michalet, Le capitalisme mondial*1. El autor pone de manifiesto las estrategias de "deslocalización" por las que las firmas transnacionales logran aumentar sus beneficios, y descubre en esta tendencia el signo precursor de un sistema económico mundial en formación33. Este fenómeno aparece también en la industria turística: las firmas transnacionales turísticas tienden igualmente a deslocalizar su aparato de producción, ramificando sus redes en las sociedades donde son bajos los costos de explotación. Con.el turismo nos encontramos además ante una deslocalización de un tipo m u y particular, ya que se trata también de una deslocalización de personas que se desplazan por millones para ir a consumir su tiempo libre en los países donde los precios de los servicios son inferiores a los pagados en sus países de origen. Puede pues formularse la hipótesis de que el turismo internacional desempeña un papel específico en la formación del sistema económico mundial. Pero ¿cuál es ese papel? N o es posible en el estado actual de nuestro conocimiento responder de manera precisa a esta pregunta. Constatamos que esta actividad económica n o se toma en consideración en las obras recientes que tratan de la internacionalización y n o sabemos c ó m o se inscribe esta actividad en la economía internacional. Parece pues m u y necesario proceder a análisis empíricos y descriptivos para

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descubrir mejor la red organizativa de la industria turística, a la vez en su unidad y su diversidad, así c o m o en sus relaciones con los demás sectores de la economía que proceden a organizarse sobre una base internacional. El problema del tiempo libre El problema del tiempo libre debe reconsiderarse también, a nuestro parecer, a la luz del análisis económico de la internacionalización. L a doctrina que hace del turismo u n factor de crecimiento para los países en vías de desarrollo supone que el porvenir de esos países depende del desplazamiento, durante su tiempo libre, de la población de las sociedades industriales. El tiempo libre se convierte pues en la condición del enriquecimiento de ciertas sociedades. Queda entonces englobado en la teoría del crecimiento por el consumo e introducido en los circuitos económicos en los que, a través de diversas mediaciones, vuelve a ser productivo y. fuente de beneficios. A u n q u e la cuestión de la productividad del' tiempo libre no se plantee actualmente, puede comprenderse no obstante a partir de algunos indicios que el tiempo libre cambia de sentido. N o es ya tan sólo el tiempo liberado por la productividad del trabajo o el tiempo conquistado por la combatividad de los asalariados: es un tiempo necesario para el consumo de desplazamientos. L a promoción turística exige que el tiempo libre de las sociedades industriales aumente y se invierta en el aparato de producción turística, lo cual engendra nuevas limitaciones en el empleo del tiempo libre que habría que analizar. Hipótesis de la tecnoestructura turística internacional E n un m o m e n t o dado de nuestra investigación hemos formulado la hipótesis de que el turismo internacional nos coloca ante una tecnoestructura en formación. T o m á b a m o s este concepto de Galbraith, sin hacer nuestras por ello todas sus convicciones. L o que nos interesaba en la obra de Galbraith, La science économique et Vintérêt général3*, era ante todo su enfoque y las cuestiones que plantea a propósito de la internacionalización. Galbraith hace hincapié en la potencia de las sociedades transnacionales en cuanto organizadoras de una tecnoestructura. Según su concepción, la tecnoestructura se apoya en la interpenetración de la tecnología y de la gestión burocrática, las cuales, al reforzar sus efectos, conducen a la formación de un poder transnacional distinto del capital: el de los gestores. H e m o s abordado el análisis de la organización internacional del turismo con esta hipótesis. Los criterios señalados por Galbraith —transnacionalidad, concentración, integración, fragmentación y circulación del capital, planificación, estrategia ofensiva y defensiva de las firmas transnacionales, comercialización, técnicas de persuasión— resultaron ser puntos fuertes en el análisis del fenómeno turístico. -

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Galbraith, notaba que la tecnoestructura no se interesa por los países en desarrollo en cuanto mercado por conquistar. N o se esfuerza por integrarlos en el mercado planificado. Tales países permanecen, según el autor, sometidos a las leyes del mercado de competencia. Nosotros constatamos, al contrario, que mediante el turismo internacional ciertos países en desarrollo entran en los aparatos multinacionales. Adoptan los métodos de planificación y de gestión de la organización internacional y llegan a ser partes en un sistema de acción internacional al lado de los agentes económicos de las sociedades desarrolladas. Según que se analice el turismo internacional c o m o una extensión del sistema capitalista a países que habían permanecido anteriormente apartados de él o c o m o la formación de una tecnoestructura a escala internacional, habrá que plantearse cuestiones diferentes. E n el primer caso, se verá en la difusión del turismo internacional uña forma disfrazada de apropiación de los territorios nacionales por el juego de las expropiaciones y de la espsculación inmobiliaria y la organización de una dominación por la apropiación de los medios de explotación de los recursos turísticos. L a difusión del turismo internacional en los países en desarrollo será considerada c o m o la expresión neocolonialista del capitalismo. M u c h o s autores hacen este análisis. C o n el planteamiento basado en la tecnoestructura, lo que se considera importante es la penetración, por medio de la promoción turística, de los métodos de organización, de gestión y de planificación económica en una economía retrasada, para organizar en ella el crecimiento. El capital se interesa por los mecanismos de explotación para beneficiarse de ellos. L a tecnoestructura tiene c o m o segundafinalidaddesarrollar sus técnicas de gestión. El primero tiende principalmente hacia el lucro, la segunda hacia el control. : N o hay que perder de vista que el turismo es u n pretexto para montar redes de transportes y de telecomunicaciones, entre ellas la informática. U n país que posea una agencia turística de difusión internacional o que negocie con ella se asegura una parte de control sobre los instrumentos de la economía internacional. L a implantación de los aparatos productivos de la industria turística puede constituir una de las palancas de u n proceso de reorganización de la economía según un modelo determinado. Estas hipótesis deben examinarse con m á s atención. Turismo internacional y relaciones sociales Galbraith insiste en que se está produciendo una disociación, por la organización de una tecnoestructura internacional, entre los poseedores del capital y los gestores de los medios de producción. Después de otros autores, recalca la formación de una nueva clase social

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dominante, la clase de los gestores, en cuyas m a n o s están, gracias a su organización y a su saber científico y técnico, los instrumentos de la dominación. Esta idea, que puede parecer chocante desde una ortodoxia marxista, merece ser examinada en el caso que nos ocupa. L a industria turística, en la medida en que toma la forma de un sistema organizado y planificado, obedece en cierto m o d o a esta tendencia. N o seguimos a Galbraith en su concepción de las clases sociales, pero conviene interrogarse sobre las implicaciones del turismo internacional en la organización de las relaciones sociales. L a formación de u n aparato turístico internacional produce u n acercamiento entre las capas dirigentes y el m u n d o capitalista. E n los países en desarrollo, la penetración del turismo internacional sacude las estructuras sociales tradicionales. Se observa una doble mutación en las capas sociales que poseen el poder económico y político. L a planificación turística internacional reclama empleos administrativos y técnicos de alto nivel que son ocupados por hombres formados en las escuelas de reputación internacional. Esta nueva capa social tecnoburocrática, m á s directamente centrada en la estrategia internacional de integración, tiende a distinguirse de una nueva clase social acaudalada que se está desarrollando y que se enriquece por la manipulación de los capitales, por la especulación inmobiliaria y por el fraude fiscal facilitados por el turismo. Estas dos capas sociales están igualmente interesadas en el acceso al poder político, pero tienen distinta orientación en cuanto a lasfinalidadesde la economía internacional. D e ahí que aparezcan contradicciones secundarias dentro de la clase dominante. Pueden nacer divergencias entre los intereses turísticos m á s íntimamente ligados al proceso de internacionalización del capital y los intereses nacionales o regionales m á s directamente centrados en u n m o d o de producción organizado sobre una base nacional. A falta de trabajos suficientes, no podemos profundizar en las implicaciones del problema del turismo internacional a nivel de las relaciones sociales. Orientaciones metodológicas Sabemos m u y bien que los problemas teóricos que acabamos de evocar no pueden tratarse según los métodos de análisis comparado clásico en las ciencias sociales, que consisten en explorar sistemáticamente un conjunto de variables en su relación de dependencia é interdependencia y en proyectarlas en situaciones diferentes para observar sus variaciones concomitantes. El turismo internacional se propaga en sociedades cuyos m o d o s de producción y cuyos sistemas socio-simbólicos difieren. El análisis debe integrar estas diferencias captándolas desde el interior. N o se trata ya por lo tanto, en nuestra perspectiva, de querer explicar los cambios observados localmente, a partir de un modelo económico de crecimiento, señalando sus efectos derivados en

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términos de repercusiones económicas y sociales. Se trata de captar un movimiento real de "des-estructuración" y de "re-estructuración" que está actuando en lo profundo de la sociedad, y para ello hay que estar atentos a las contradicciones en que se basan las diferencias con que tropieza el proceso de internacionalización. U n a metodología que sólo fuera sensible a los efectos de homogeneización de este proceso, igualando las diferencias (sean éstas nacionales, regionales o m á s individualizadas) en una identidad pretendidamente universal, neutralizaría automáticamente la dialéctica concreta que el turismo internacional pone en marcha al introducirse en las diversas sociedades y al alterar los procesos de identificación y de diferenciación de los grupos h u m a n o s y de los individuos llam a d o s en esta nueva coyuntura a forjar y afirmar su identidad. Es precisamente en este punto donde se encuentra interpelada la sociología. [Traducido del francés] Notas 1

U I O O T , Le tourisme dans le monde, rapport 1967Collectif de Recherche en Sociologie du Tourisme du C N R S para la División de los 1969, rapport 1970-1971, rapport 1971-1974, Asentamientos H u m a n o s y el Medio Sociorapport 1976. 2 cultural, Paris, Unesco, 1979. J. Lauriac, Étude pilote des perspectives touristiques 12 en Europe pour les années 1980. Première et G . Anderla, La balance des paiements : les invideuxième partie, I T A (Institut du Transport sibles et le compte voyages, études méthodoloAérien), Paris, Commission Européenne de giques, Aix-en-Provence, Centre d'Études : Tourisme, janvier 1978. Touristiques, 1971. 3 R . Lanouar, Le tourisme international, Paris, P U F , 13 R . Erbes, Le tourisme international et l'économie des pays en vole de développement, Paris, 1977. 126 p. ("Que sais-je".) 4 O C D E , Centre de Développement, 1973. M . - F . Lanfaht, Les théories du loisir, Paris, P U F , 14 R . H . Green, "Toward planning tourism in 1972. 254 p. 6 O C D E , Politique du tourisme et tourisme internaAfrican countries", comunicación presentada tional dans les pays membres de l'OCDE, rapal Seminario Unesco/BIRD, "Les impacts du port annuel; Paris, 1974, 1975, 1976, 1977. tourisme international sur les valeurs socio6 culturelles", Washington, 1976. Naciones Unidas, Recommendations on international travel and tourism, United Nations, Confé- " M . - F . Lanfant et al., "Sociologie du tourisme : positions et perspectives dans la recherche rence de R o m e , 1963. 7 internationale", rapport de recherche par Groupe Huit, L'Impact social et culturel du tourisme M . - F . Lanfant, M . Picard, M . H . Mottin, sur les populations des PVD; une étude de D . Rozenberg, J . d e Weerdt, C N R S , Paris, cas : Sousse-Tunisle, Séminaire Unesco/ Centre d'Études Sociologiques, 1978, 110 p . B I R D , Washington, 1976. 16 8 M . Merle, Sociologie des relations internationales, Centre des Hautes Études Touristiques ( C H E T ) , Éd. Dalloz, Paris, 1974, 424 p . '.'Le tourisme dans le Bassin Méditerranéen ; 17 Évolution et prévisions", Aix-en-Provence, M . - F . Lanfant, y otros, "Signification du tourisme 1976. (Résumé:) international : fait et acte social", par 9 M . - F . Lanfant et J. de Weerdt avec la coll. A . Sessa, Tourism as a factor of progress in the de M . H . Mottin et D . Rozenberg, rapport economy of developing countries, Frosinono, de recherche, C N R S , Paris, Centre d'Études Tipographia di Cosamari, 1974. 10 Sociologiques, 1975. U n e s c o / B I R D , "L'impact du tourisme interna18 F . Asrier y J. Schecht-Jacquin, " L a productional sur. les valeurs socio-culturelles", tion du tourisme", rapport de recherche, Washington, 1976.. (Séminaire.) 11 C O R D E S , Paris, 1978. M . Picard, Tourisme et société. Propositions pour 111 la réflexion et l'action. Estudio realizado por el J. de Weert, Recherche sur la signification de la

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Notas {continuación) promotion touristique internationale, C E S T28, A . Haulot, Coloquio sobre "Tourisme et environnement", Séminaire de Tunis des 23-24 octoParis, Université de Paris, 1976. 20 bre 1976, Bruselas, Bureau International du M . Hudson, "L'intégration verticale dans l'indusTourisme Social (BITS), 1976. trie des voyages et des loisirs", ITA, Paris, 2 1972. (Estudio.) * F . André, " U n e opération de tourisme culturel. 21 L'année de l'art gothique en Picardie", J. Krippendorf, "Marketing et tourisme", Études Centre d'Études Supérieures du Tourisme, Bernoises de tourisme, Berne, 1971. (Cahier 7.) 22 Université de Paris I, Paris, novembre 1976. C G T , "Rapport d'activités 1971-1974", Paris, (Mémoire de recherche.) Commissariat Général au Tourisme. 30 23 M . - F . Lanfant, Exposé introductif au IV« colU I O O T , " L e rôle de l'État dans le domaine du loque "Tourisme et patrimoine culturel"; tourisme", Information U I O O T , Genève. "Actes du colloque Galerie Culturelle", « U I O O T , Documentation U I O O T SG/413, G e organisé par le Musée des Arts et Traditions nève. 25 Populaires, Paris, juin 1975. C N U C E D , Les éléments de la politique du tourisme dans les pays en voie de développement, C o m - 31 , "Master Plan touristique du Maroc", R é mission des Nations Unies pour la Coopérapublique Fédérale d'Allemagne et R o y a u m e tion et le Développement, rapport du Secrédu Maroc. Études réalisées par I P K (Munich) tariat, Nueva York, Nations Unies, 1979 et Steigenberger Consulting (Francfort/Main) (réf. TD/B/C.3/89/rev.I); Directives pour assistés de Maroc Développement, Í976. 32 l'établissement des statistiques du tourisme, C . - A . Michalet, Le capitalisme mondial, Paris, rapport du Secrétariat de la C N U C E D , P U F , 1976, 233 p . 33 Nueva York, Nations Unies, 1971. C . - A . Michalet y B . Madeuf, Hacia un nuevo M enfoque de la economía internacional, U I O O T , " L a planification touristique", rapport Revista internacional de ciencias sociales, D I approuvé par le Comité Exécutif, vol. X X X (1978), n.» 2 . Mexico City, septembre 1970. 34 27 C . Saglio, Essai d'intégration sociale et culturelle J. K . Gálbraith, La science économique et l'intérêt général, Paris, Gallimard, 1974. du phénomène touristique, Londres, 1976.

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Richard England Introducción "... Y el séptimo dfa, Dios vio que su obra era buena y descansó..." (Génesis). N o se dice en las Sagradas Escrituras dónde pasó el Señor su tiempo de asueto o de esparcimiento (quizás en uno de los bellos lugares — n o contaminado ni estropeado todavía por el hombre— que había creado durante su trabajo) pero se destaca claramente la necesidad de descanso y de reposo en esta fase inicial de actividad, incluso en el plano divino. L a ecuación de descanso y vacaciones después del trabajo queda oficialmente establecida, y por ello no es sorprendente que el hombre, hecho a imagen y semejanza del Creador, siga el ejemplo de éste. C o n una imaginación quizás desbordante, ciertos autores han llegado hasta el punto de sugerir que la propia tierra ha sido quizás un centro de esparcimiento para los visitantes de otros planetas o galaxias, al ofrecer en su primigenio y virginal estado espléndidas instalaciones de vacaciones, al paso que el poeta norteamericano B o b K a u f m a n ha querido demostrar que "la Atlântida era un sitio de veraneo para los hombres de las cavernas". T o d o ello indica la constante preocupación e interés del hombre por la relación entre el trabajo y el asueto. E n su gran sabiduría, Aristóteles dice categóricamente: "lafinalidaddel trabajo es conseguir el ocio". Y Cicerón alude también a los momentos de tiempo libre y de descanso c o m o elemento esencial de la vida del hombre, tanto en el plano físico c o m o en el mental, al escribir que "el ocio es lo que hace que la vida valga la pena". M u c h o m á s tarde, Bertolt Brecht hizo en su p o e m a "¿Quién construyó Tebas con sus siete puertas?" una pregunta crucial y decisiva, referida a la idea del tiempo libre y las vacaciones de nuestra época, al querer saber adonde iban a parar sus

Richard England, arquitecto, se interesa también por la escultura, la fotografia, la pintura, la literatura y el cine. Ha expuesto sus obras en Europa y en los Estados Unidos de América. Ha publicado obras, dibujado un sello de correos para Malta y construido numerosos hoteles, bancos, edificios para oficinas y para habitación, conjuntos turísticos y una iglesia. Su dirección: Oleander St., The Gardens, St. Julians (Malta).

Rev. int. de dene, soc, vol. XXXII (1980), n.« 1

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horas libres después de la jornada de trabajo todos los chinos que construyeron la Gran Muralla. Es posible que esta inmensa m a n o de obra, o la que trabajó en las Pirámides, Stonehenge u otros grandes proyectos, fuera, en sus momentos de reposo, la protagonista de los primeros ejemplos de vacaciones en masa.

Evolución y rumbos futuros A u n q u e el principio y el fenómeno del ocio queda claramente esbozado y definido históricamente, incluso en la época bíblica, el hecho de viajar en busca concretamente de un deleite es m u y reciente. Procede considerar que el turismo —es decir, los viajes durante el tiempo libre— es el resultado y producto directo de la disponibilidad de tiempo del hombre. Kenneth Clarke nos asegura que antes del siglo xviii no interesaban demasiado las montañas y la naturaleza en general. Según un estudio de Londres realizado en 1598 por John Stow: "Todo hombre [...] podía caminar por los prados callejeros y los verdes bosques para regocijar su espíritu". Estas palabras indican claramente la interacción existente en aquella época entre la naturaleza y el medio creado por el hombre, que ha desaparecido y no se manifiesta en nuestras modernas y laberínticas ciudades opresivas, que solamente nos presentan monolitos marmóreos de humillada decadencia. Los barrios urbanos en los.cuales residía la mayoría de la población en esa época histórica eran m u c h o m á s pequeños, tenían grandes espacios abiertos, y una proporción considerable de la población seguía viviendo en el c a m p o , con lo que se reducía al mínimo la actual necesidad, por razones a la vez higiénicas y psicológicas, de huir a espacios abiertos y apacibles confinesde recuperación. Históricamente, el tiempo libre del hombre se centraba por entonces en las fiestas y celebraciones religiosas de "séptimo día", que colmaban la necesidad física de descansar y la exigencia social de u n contacto h u m a n o y de una relación con los demás, todo ello al amparo de la jerarquía eclesiástica. Incluso la forma m á s primitiva del turismo moderno, tal c o m o lo conocemos se orientaba y centraba en temas religiosos o higiénicos o, en ciertos casos, en una combinación de ambos aspectos. Lugares c o m o Lourdes (Francia), velados de misticismo y de retórico misterio religioso, y Montecatini (Italia), al igual que Vichy (Francia), Baden Baden (Alemania) y Bath (Inglaterra), apreciados y famosos por sus aguas minerales y las virtudes médicas de éstas, fueron los primeros que recibieron la embestida embrionaria del turismo de masas, tal c o m o existe hoy. Pero incluso entonces este tipo de manifestación tenía carácter aislado, y solamente entrañaba la participación de una proporción m u y pequeña de la población de u n país. La incitación. a viajar era pequeña y el costo m u y alto, y los medios reales de comunicación lentos, incómodos y engorrosos. :. El crecimiento demográfico en forma exponencial, la industrialización y el

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subsiguiente crecimiento urbano produjeron unos resultados y fuerzas negativos y heterogéneos para el medio de vida, con lo que no solamente surgieron los primeros instintos y necesidades de evasión sino que m á s tarde pasaron a ser exigencias básicas, claramente destacadas y formuladas en el orden de prioridad h u m a n o relativo a su supervivencia. El hombre, encerrado en ciudades lúgubres, llenas de h u m o y crepusculares, y dedicado a u n trabajo m u y duro, descubrió que el descanso y el reposo eran indispensables para recuperar energía después del cansancio, la fatiga y el agotamiento. Ahora bien, para la inmensa mayoría de los individuos la única forma posible de vacaciones, cuando realmente existía, se refería a periodos de tiempo breves, debido a la rigidez del horario de trabajo, los problemas monetarios, las dificultades de desplazamiento y la brevedad de tales vacaciones. Por consiguiente, la inmensa mayoría de los viajes recreativos se limitaban a arduas excursiones de un día. Todavía a fines del pasado siglo, se consideraba que las vacaciones eran un lujo, incluso para los ricos. M á s tarde, entre las dos guerras mundiales, al hacer su aparición en los países industrializados el principio de las vacaciones remuneradas, empezaron a aumentar los viajes durante las vacaciones. Pero solamente después de la segunda guerra mundial fue, posible que el viaje al extranjero llegara a estar al alcance de la clase media. Por consiguiente, el significado de la palabra "turismo" —tal c o m o la empleamos hoy, es decir, el viaje en masa— es relativamente reciente, y cabe interpretarla c o m o la confluencia de muchos factores, entre ellos el crecimiento demográfico, el aumento de los ingresos, la movilidad, una jubilación m á s temprana y una mayor disponibilidad de tiempo libre. "En The challenge of leisure (Civic Trust, 1965) Michael D o w e r dijo profeticamente: "Desde 1800 ha habido tres grandes oleadas. E n primer lugar el brusco crecimiento de unas sombrías ciudades industriales; en segundo lugar, el auge del ferrocarril; en tercer lugar, la proliferación de unos suburbios accesibles en automóvil. Ahora [...] surge una cuarta oleada [...] el tiempo libre". . Esta oleada va a tener proporciones gigantescas, cuantitativamente y también c o m o empresa comercial, y llegará a ser quizás una de las corrientes m á s poderosas de todo el estilo de vida del hombre del siglo xx.

£1 turismo moderno: lujo, más tarde producto y hoy necesidad L o que ha contribuido m á s poderosamente al abrumador crecimiento y expansión del fenómeno turístico en el pasado decenio y en el presente ha sido, paradójicamente, el fracaso de un m u n d o urbano inspirado en lasfilosofíasarquitectónicas basadas en el racionalismo del siglo xx. E n el decenio de 1920, la arquitectura moderna se regía por unas teorías basadas en los dogmas de una revolución; pero las rígidas simplificaciones que resultaban necesarias en las primeras fases

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de semejante situación persistieron, sobreviviendo a su utilización inicial y, por consiguiente, coartando y descartando las nuevas dimensiones que eran, desde luego, posibles. L a inmensa mayoría de los grandes predicadores y constructores produjeron monumentos egocéntricos y sin alma, dedicados exclusivamente a sí mismos, ostentosos y retóricos, que no guardaban relación alguna con el hombre y con la exigencia h u m a n a de una vida telúrica fecunda. E n vez de ser u n arte, la arquitectura se convirtió en una ciencia basada en el industrialismo maquinista, que rechazaba los vitales aspectos afectivos de su expresión. A diferencia de los antiguos griegos, cuyas actitudes polivalentes les permitieron seguir pensando que la luna era la diosa Artemisa, a pesar de que les constaba claramente que, en realidad, el satélite no era m á s que una masa inerte que giraba en torno a la tierra, el hombre moderno sólo se centró miopemente en unos aspectos tecnológicos limitados. C o m o ha dicho Cari Sagan: "Los procesos del pensamiento racional no son un fin en sí mismo, sino que hay que percibirlos en el contexto más general del bien h u m a n o . " Únicamente personalidades de la categoría de Charlie Chaplin que, en su película genial Tiempos modernos, describió con gran clarividencia al hombre moderno c o m o víctima de su propio progreso técnico, con una insinuación profética de catástrofes eminentes, supieron anunciar el desastre. El problema de la arquitectura moderna consiste en que ha intentado encontrar una solución universal a lo que de hecho n o ha sido nunca un problema universal. El dominio de la materia sobre el espíritu, encerrado,en los limitados muros de una lógica implacable, ha producido la mortal trampa urbana-industrial de ese entorno nocivo y sin alegría que es la ciudad actual: una megápolis, producida por unos megatécnicos, que n o está adaptada a las condiciones humanas sino que engendra congestión, apresuramiento, ruido, delincuencia y agresiones. El hombre se ha convertido en el liquidador de su habitat, y sus creaciones son símbolo y cifra de la muerte. El fracaso básico se ha debido al hecho de orientar exclusivamente las finalidades sociales en el sentido de una actuación productiva, lo cual ha eliminado todos los matices teomórficos y mesiánicos necesarios para una existencia equilibrada, en un ciclo integral constituido por la totalidad del espíritu intelectual y del alma afectiva. Se ha ensalzado la tecnología c o m o una diosa, y el hombre se ha convertido en un número y ha dejado de ser un individuo; al no sentirse identificado c o m o animal social, se ha quedado totalmente desorientado en el ambiente mismo que había creado para sí mismo. Lewis M u m f o r d , Jane Jacobs y otros autores, así c o m o JeanrLuc Godard, especialmente en su película Alphaville, nos han dado una visión anticipada espantosa de lo que ocurre cuando las arterias que mantienen la vida de la tecnología quedan obstruidas en la terrorífica situación que ha decidido el hombre concebir y crear para sí mismo. C o m o ha dicho Joseph Rykwert: " L a inmensa mayoría de los edificios modernos odian a la gente." , : D e ahí se desprende que para remediar este estado de cosas habría que

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conseguir u n remozamiento total, que abarcara el cuerpo, el espíritu y la mente, y el r u m b o evidente debe consistir en ir hacia la naturaleza en su aislamiento poético, su paz, su soledad y su silencio, por el afán de lograr un total hermanamiento y fusión del hombre con su entorno. H o y en día, en su tiempo libre todo el m u n d o se preocupa por alcanzar un sueño o visión personal e individual, en forma de una utopía, un Shangrila o una isla al sol, y anhela encontrar ese lugar. Anatole France ha dicho que "las utopías tienden a inspirar aversión por la realidad". Pero cuando la propia realidad es tan poco agradable, las utopías se convierten en una inspiración necesaria para la liberación. El hombre moderno necesita, de u n m o d o absolutamente indispensable, disponer de tiempo,para sí m i s m o , tiempo quizás para que el alma tensa pueda acoplarse no solamente consigo misma sino también con su cuerpo mecanizado y agotado. Únicamente si consigue disponer de este tiempo podrá el hombre sobrevivir a las presiones del m u n d o actual.

, El problema de la aceleración U n o de los aspectos positivos de la tecnología definesdel siglo xx es la facilidad de viajar. A l resultar m u y fácil la evasión, muchos millones de personas viajan todos los años, seducidos por una publicidad m u y trabajada, en busca de unas vacaciones que les aparten de todo. N o resulta, pues, sorprendente que el turismo sea uno de los sectores económicos m á s desarrollados del m u n d o . Cuando la mayoría de los habitantes de las sociedades de consumo han satisfecho casi todos sus deseos razonables (casa, automóvil, televisión, nevera, congelador, etc.) en vez de adquirir otros productos de consumo duraderos compran una experiencia de consumo —por ejemplo, las vacaciones— antes de volver a su realidad cotidiana. El alojamiento de esas masas de viajeros, el problema de albergarles sin contaminación ni destrozos, la creación de las instalaciones y servicios necesarios y la conservación de las bellezas naturales e históricas constituyen el problema vital que se les plantea a los planificadores y arquitectos que trabajan en esta especialidad. Y sin embargo, procede tomar todas las precauciones necesarias para no matar a la gallina de los huevos de oro. Por desgracia, la siguiente progresión es ya harto familiar: u n lugar intacto que tiene una gran personalidad atrae a los turistas; los nuevos edificios y servicios necesarios para albergar a los turistas engendran cambios; un número mayor de turistas produce nuevos cambios; la pérdida de su atractivo inicial provoca la huida de los turistas; el resultado final es un desastre ambiental, social y económico. L a palabra "turismo" tiene connotaciones e interpretaciones diferentes para los distintos clientes: "un lugar al sol" para los europeos del Norte; una "cultura instantánea" para los norteamericanos o "la participación en masa" para los japoneses, por ejemplo. Sin embargo, el problema internacional esencial

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Pueblo del Club Valtur, Kemer (Turquía) Arquitectos: Giovannini, Giovannini y Çavdar. (Fotos: Club Méditerranée.)

Pueblo del Club Valtur, Brucoli, Sicilia (Italia) Arquitectos: Anversa, Barbera y Belardelli. (Fotos: Club Méditerranée.)

Pueblo del Club Méditerranée, Otrante (Italia) Arquitectos: Noëlle Janet y Christian Demonchy. (Fotos: Club Méditerranée.)

Pueblo del Club Méditerranée, Otrante (Italia) Arquitectos: Noëlle Janet y Christian Dcmonchy. (Fotos: Club Méditerranée.)

Proyecto de pueblo para turistas en Malta. U n a tentativa de integración entre los edificios y el paisaje. Arquitecto: Richard England.

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sigue siendo el de albergar a esas masas de personas sin perpetrar u n suicidio ambiental, a la vez que se mantienen el ethos y el logos locales. E n términos generales, las actividades y losflujosturísticos se centran o bien en lugares históricos y culturales'o bien en las zonas de sol, m a r y playa, en verano, y de nieve y esquí (quizás sobre todo c o m o segundas vacaciones) en invierno. U n rápido esbozo de algunas de las soluciones y tendencias que se están aplicando actualmente en la arquitectura en este campo permitirá indicar las dificultades existentes y precisar los requisitos indispensables para poder formular ciertas propuestas y sugerencias que quepa adoptar c o m o r u m b o para el futuro. H e m o s dicho ya que los centros históricos y culturales figuran entre los lugares m á s populares del m u n d o turístico actual y, por consiguiente, están expuestos a las violentas presiones consiguientes. Esto obedece a la búsqueda de una "cultura instantánea", y también a la fuerte nostalgia del pasado, debido a la situación existente en la civilización urbana. E n el entorno de sólidas raíces culturales de Venecia, R o m a , Atenas y otros centros de la civilización, los restos del pasado proporcionan solaz, esparcimiento e identificación en el descubrimiento de antiguas raíces, fuentes y orígenes básicos. E n relación con el aprovechamiento de los centros históricos, si se le maneja cuidadosa y correctamente el turismo constituye una forma de conservación y resurrección ambientales, a condición de que se tomen precauciones para regular la circulación de vehículos, la publicidad y otros elementos contaminantes, velando al mismo tiempo por que la población local se mezcle con el aflujo de turistas y saque u n beneficio económico del mismo (evitando los viajes turísticos en bloque, pagados de antemano). Esta interacción puede apuntar al fomento y reconocimiento de la artesanía autóctona, la agricultura y otras pequeñas industrias de la zona. L a reutilización, dedicando a nuevas finalidades viejos edificios, conjuntamente con otros aditamientos cuidadosamente insertados, constituye, pues, una forma m á s positiva que el derribo y la reurbanización. Se trata de conseguir que lo nuevo quede delicadamente engarzado en lo antiguo, con objeto de producir un efecto de unidad, homogeneidad y compatibilidad. E n pos de las crisis energéticas y en consecuencia con las ideas de escritores c o m o Ivan Illich, Jacques Ellul y E . F . Schumacher, que presagian u n a era de interés por la ecología, la arquitectura ha recurrido a adaptar edificios antiguos a las necesidades modernas, a mantener, conservar y reutilizar con un costo inicial razonable y unos costos periódicos modestos. El aprovechamiento de edificios históricos, o incluso de otros populares, tradicionales y anónimos, puede considerarse en muchos sentidos c o m o una opción válida, si se adopta c o m o solución para alojar a los turistas. A d e m á s de preservar la vida de los propios edificios (no hay nada m á s destructor que la falta de uso), el sistema facilita alojamientos en un ambiente arquitectónico de proporciones humanas, concebido e interesado, no ya por la cosmética aplicada del siglo xx sino por una realidad innata, con una verdad global m u c h o m á s profunda.

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Estos ambientes adaptables y maleables, con su capacidad de desempeñar nuevas funciones, contrastan con el ideal racionalista del moderno movimiento arquitectónico y su producción de unos objetos de arte totalmente terminados, rígidos e inmutables, lo cual constituye una concepción m u y desdichada que relega al usuario de los edificios modernos a una función pasiva de mero guardián. El hecho de facilitar la participación individual es m u y positivo para los edificios, y también para sus usuarios. Se han aplicado ya eficazmente estos criterios de adaptación a antiguos castillos, fortalezas y otros diversos edificios en Irlanda, España, la República Federal de Alemania y otros países europeos. El aspecto negativo ha consistido en la tendencia a crear unos interiores kitsch, que guardan una relación mínima o nula con la expresión global del edificio o con jos modernos requisitos básicos en materia de comodidad. También es especialmente interesante aplicar esta forma de rehabilitación a edificios populares y étnicos, simples y menos importantes. N o debemos olvidar que la inmensa mayoría de los edificios de todo el m u n d o no fueron la obra de grandes creadores, y ni siquiera de arquitectos de profesión, sino que fueron construidos por hombres m u y simples que procuraban protegerse contra las inclemencias de la naturaleza. Se trata de una "arquitectura sin arquitectos". H o y en día, a pesar de su formación m u y especializada y de su nivel universitario, los arquitectos han perdido el contacto con lo que desea el público, y parecemos estar en la paradójica situación de producir "unos arquitectos sin arquitectura". Se ha dedicado m u y poca atención, especialmente en la enseñanza de la historia de la arquitectura, al aspecto popular de la construcción, al paso que los monumentos, desde Babilonia hasta Brasilia, han sido ilustrados, medidos y documentados de un lodo exhaustivo, que es c o m o empezar la historia de la música con el nacimiento de la sinfonía o restringir la botánica aflorestan rebuscadas y evocadoras c o m o las camelias o las azucenas. Únicamente después de haber sido presentada en Nueva York, a principios del pasado decenio, la exposición titulada "Arquitectura sin arquitectos" de Bernard Rudolssky, pasó al primer plano esta arquitectura sin pedigree, y se le prestó la atención que merecía. Pero n o es posible repetir lo que es auténticamente popular; aprovecharlo, adaptarlo y volverlo a utilizar. E n los países desarrollados está ya muerto. Utilizando técnicas y materiales de trabajo primitivos, Hassan Fahty ha conseguido producir en Egipto una expresión popular "diseñada", m u y positiva que resuelve el actual problema, especialmente complejo, de la vivienda. N o se puede copiar lo popular porque muere en el tablero de dibujo. Diversos intentos encaminados a producir un nuevo estilo popular han producido simplemente unos pastiches plagados de tópicos. L a Costa de Esmeralda, de Cerdeña, es un ejemplo típico. C o m o ejercicio de aprovechamiento y reutilización, y m á s todavía c o m o instrumento pedagógico, la arquitectura popular tiene, sin embargo, un gran potencial, especialmente si se aplica en un plan arquitectónico turístico, una de cuyas principales finalidades sea la preservación del genius loci.

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Gran parte del impacto negativo del turismo se centra en las zonas costeras. T o d o litoral ha sido siempre una zona m u y vulnerable n o sólo históricamente, debido a las amenazas de invasión, sino también a causa de su contacto con los elementos y de los estragos de éstos. L a moderna explosión turística intensifica esa vulnerabilidad y fragilidad. U n periodista de The architect's journal de Londres recorrió en coche 1 500 kilómetros del litoral español, desde Cádiz hasta Barcelona, y ha descrito en el número del 1.° de m a y o de 1974 de dicha revista el saqueo del medio ambiente en menos de un decenio. Así el sueño de evasión durante las vacaciones se ha concretado en una jungla de cemento, casas, apartamentos u hoteles m u y altos, en forma de cajas de zapatos, esparcidos monótonamente en unas parcelas repetidas y que consumen m u c h a tierra. T o d o el paisaje dedicado al esparcimiento ha pasado a ser simplemente una imagen traumatizante de u n espejo y una duplicación de la realidad m i s m a que provocó el éxodo y la necesidad de las vacaciones. L a búsqueda de aventura y de cambio termina en una aburrida previsibilidad. E n contraste con las expresiones populares y étnicas, una megalopolis costera de densidad máxima (en la isla de Mallorca se han construido en diez años m á s de mil hoteles) se queda inmediatamente anticuada debido a su imposibilidad de madurar. Estos edificios hegemónicos, uniformes y de vida corta, van desde las orillas de M i a m i hasta las del Mediterráneo, c o m o advertencia de lo que puede ocurrir y ocurrirá si no se aborda cuidadosa e inteligentemente el problema del turismo de masas, dedicando una atención específica y polifacética a los aspectos humanos, ambientales y ecológicos. E n la inmensa mayoría de los casos, el problema radica en que hoy es ya imposible salvar esas zonas; lo que hace falta ahora es eliminar la causa, y no curar los efectos, y velar porque ese tipo de crecimiento no contagie otras zonas todavía vírgenes.

Paradigmas prometedores Sin embargo, ocasionalmente hay ejemplos de urbanización que indican y sugieren, y a veces demuestran, el r u m b o que habría que seguir para garantizar n o solamente la viabilidad económica del promotor sino también una buena adaptación ambiental a las proporciones y al lugar, junto con la atmósfera deseada y un alto grado de belleza y comodidad para los visitantes. Repasando algunas de estas iniciativas (por desgracia demasiado poco numerosas) podremos formular los criterios necesarios para el establecimiento de una expresión arquitectónica moderna y eficaz, relacionada específicamente con el turismo. Los hoteles Xenia construidos en Grecia por Arís Konstantinidis fueron los primeros ejemplos (a fines del decenio de 1950 y principios del siguiente) de una adaptación simple, cabal, inteligente y regionalista de los modernos criterios racionalistas. Su calidad humanista aplicada, su adaptación al lugar y la utilización de materiales locales produjeron soluciones de notable interés y de gran calidad.

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L a concepción de Port Grimaud, de François Spoerry, en la costa meridional de Francia, construido en unas marismas desecadas, aunque quizás propende hacia un tipo de arquitectura escenificada, fue un éxito en lo que se refiere a la planificación global, la creación de atracaderos para los yates y unas proporciones y unos elementos de organización humanos. Casi toda la arquitectura del Club Méditerranée en diversas partes del m u n d o , de Noëlle Janet y Christian D e m o n c h y , es m u y encomiable por su paisaje circundante. M á s recientemente, ha habido algunos ejemplos de excelente diseño en Europa, entre los cuales destacan el Pueblo Turístico, en forma de cubos blancos, en K e m e r (Turquía), de los arquitectos Giovannini y Cavdar; el pueblo en forma de ziggurates de Simeri y Crichi en Catanzaro obra de los arquitectos Cidonio, Finzi, Zamponi y Machiocchi, y el introvertido pueblo Valtur de Brucoli (Sicilia), construido por los arquitectos Anversa, Barbera y Belardelli. Todos estos edificios tienen aspectos m u y encomiables, que convendría estudiar y documentar cuidadosamente para establecer unas directrices (¡ y no desde luego unas fórmulas I), con miras a futuras creaciones turísticas. Todos ellos tienen personalidad, identidad espacial, proporciones y una dosis suficiente de brillantez y diseño de gran calidad, por lo que destacan entre los intentos m á s eficaces en este sector de la práctica arquitectónica. Otras interesantes iniciativas arquitectónicas modernas en forma de edificios aislados, en contraposición a las agrupaciones orgánicas diseminadas antes citadas, son el severo pero ingenioso hotel de Skidmore, Owings y Merril en la playa M a n u a K e a de Hawai; el Amathus Beach Hotel de Chipre, en terrazas descendentes, de Architects Collaborative, en Chipre; el mínimo hotel Camino Real del Studio Legoretta en México; los;ingeniosos apartamentos de Ricardo Bofill, si bien abrumadores, de Sitges y Alicante (España) y las ideas racionalistas autóctonas, plasmadas por Elie Azagury y Jean-François Zevaco en Marruecos. Es interesante, pero algo decepcionante, observar que m u y pocos de los grandes arquitectos modernos han intervenido en la concepción de proyectos turísticos. Esto sirve quizás para destacar la falta de comunicación entre los promotores y la minoría de la arquitectura moderna. Frank Lloyd Wright concibió el famoso Hotel Imperial de Tokyo en 1916 con unas sugerencias, orientales específicas, y el hecho de que superviviera a un gran terremoto pocos años m á s tarde difundió su fama, al igual que la de su creador. Ese edificio, obra de un genio, fue destruido afinesdel pasado decenio, en un gesto típico de nuestra época, porque ya n o era comercialmente viable., L a concepción de;la Torre, de la S A S en Copenhague, c o m o una totalidad unificada, desde el edificio hasta la ropa, de cama, por el arquitecto, A n n e Jacobson, es un monumento alzado a su tipo concreto de expresión nórdica, severa y cerebral pero realizada con la habitual calidad de concepción y ejecución escandinavas, y u n ejemplo excelente de una tecnología mecánica casi perfecta que, por desgracia, guarda poca.relación con la dimensión y la sensibilidad humanas. El Hotel Parco dei Principi, de Gio Ponti,

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en Sorrento (Italia) es u n ejemplo de lo opuesto, con sus sugerencias románticas. E n u n luminoso derroche de interiores opulentos de cerámica polícroma, esta malograda arquitectura crea una. evocación y compendio de las artes y tradiciones de la región. Es un gesto de exuberancia italiana, unido, sin embargo, a una gran delicadeza, que acoge a los huéspedes con una cálida evocación acariciadora del propio sol del Mediterráneo. Las "casas para quienes se han ido de casa" de Richard Neutra en California son excelentes ensayos de simple expresión arquitectónica que hacen hincapié en la eliminación de todo lo que no es esencial, a pesar de lo cual no desentonan del paisaje. El Borgajall Hotel de Ralph Erskine en Laponia meridional está pintado para que parezca un juguete infantil, y evoca quizás los policromos trajes étnicos de los lapones, pero su forma queda serenamente engarzada en el terreno nevado y ondulado, y constituye una sutil obra maestra de máxima calidad, que indica hasta que punto puede resultar excelente la arquitectura turística con un presupuesto modesto, una gran imaginación y, sobre todo, buen gusto y distinción. H a y dos arquitectos norteamericanos cuyos nombres destacan por su contribución a la concepción turística, quizás más gracias a sus trabajos escritos que a sus edificios terminados, y son John Portman y Morris Lapidus. Se asocia más fácilmente estos nombres con expresiones decadentes de un gusto ersatz que con una arquitectura refinada y minoritaria. Pero yo pienso personalmente que muchos colegas suyos podrían aprender de sus intentos por crear u n m u n d o exótico para satisfacer y atender los gustos del hombre corriente. E n la mayoría de sus obras expresan vigorosamente que lafinalidadde la arquitectura consiste en conseguir que los individuos se sientan a gusto en su entorno. C o n los suntuosos interiores de la cadena Hyatt-Regency de hoteles, en América del Norte y otros países, John Portman, arquitecto y hoy promotor, ha vuelto a introducir el sentido de la grandeza palatina del siglo xix en los hoteles. Aunque tienen una orientación estrictamente comercial en su concepción y en su utilización, y muchos detalles kitsch, son ejemplos m u y valiosos e interesantes de una nueva definición y organización del espacio; interno en una escala casi bíblica. H a y pocos ejemplos de interiores en la arquitectura contemporánea que susciten tanta atención y admiración en los profanos que los contemplan. Morris Lapidus, que inicialmente era un diseñador de tiendas, se incorporó al sector hotelero con la construcción del Fontainebleau Hotel de Miami (Florida) a principios del decenio de 1950. Desde entonces, después de haber construido otros muchos hoteles, Lapidus ha aportado una contribución más positiva en sus escritos que en sus edificios. H a optado siempre por el h u m o r y el goce, que son dos aspectos que, por desgracia, brillan por su ausencia en casi toda la arquitectura moderna. C o m o dice él mismo: ... "no hay que tomar en serio estos hoteles de Miami Beach, ya que están construidos.para divertirse [...] para introducir una dimensión de apasionamiento [...]. Y o quiero construir lo que desean los hombres [...]. N o intento edificar monumentos; mis hoteles n o están construidos

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para impresionar a los arquitectos sino para que la gente se sienta a gusto y de m o d o tal que resulten económicamente viables para quienes los edifican"... Lapidus sobresale también por su intención y susfinalidades,1pero su abrum a d o r ersatz invalida sus objetivos estéticos; aunque n o ciertamente los comerciales: sus hoteles tienen fama de ser los m á s eficaces del m u n d o a la vez por su financiación y por su funcionamiento. Su credo arquitectónico, relativo a una arquitectura concebida "para proporcionar unas vacaciones que sean un recuerdo m u y codiciado", "para que cada huésped se sienta importante", es en principio correcto; pero la línea divisoria entre la realidad y A pastiche es peligrosamente delgada, tan delgada de hecho que cabe preguntarse formalmente si, después de todo, no tiene razón. (Los Disneyland Parks, que son los únicos ejemplos de kitsch logrado, constituyen los centros recreativos m á s eficaces del m u n d o , a la vez económicamente y por el número de visitantes que atraen.) C o m o dice m u y bien Lapidus, el hombre corriente está enfermo y cansado de la pretensión de los arquitectos selectos con su "Si n o lo entiende, es V d . u n idiota" y le regocija sentir la importancia que se le otorga al entrar en un edificio de Lapidus. Pero es posible que, paradójicamente, el nombre de Morris Lapidus figure en el "establecimiento" arquitectónico por sus servicios en materia de c o m u nicación popular, al utilizar la gente su m u y peculiar "dialecto" arquitectónico.

Conclusiones: consultas para lograr una solución óptima C o m o ya hemos visto, tal c o m o lo conocemos hoy el turismo es tan vital para la supervivencia del hombre c o m o el aire que respira. L a protección del oxígeno contra la contaminación y la corrupción reviste una importancia singular para la función biológica del hombre; lo m i s m o ocurre con la protección de las zonas destinadas a fines recreativos y de deleite, que son indispensables para su existencia psicológica: N o puede permitirse el lujo de eliminar kilómetros de zonas costeras m u y valiosas, o incluso centros culturales, m á s escasos, debido a unos errores repetidos una y otra vez. A pesar de sus actitudes y tácticas destructoras, el hombre sigue siendo esencialmente un animal sensible y se apresura a huir de las zonas estropeadas. Según recientes estudios sobre las zonas turísticas en Italia, cuando la densidad llega al nivel del hacinamiento los turistas extranjeros empiezan a abandonar tales zonas. Esta inmensa responsabilidad ecológica incumbe a los arquitectos diseñadores, que deben entablar diálogo n o solamente con el lugar y con sus requisitos propios sino también con los inversionistas especuladores y con los propios turistas. Es posible que la solución consista en la intervención de otras personas que trabajen en campos distintos, en una especie de pluralismo, en el sentido de una participación pluridisciplinaria de un m o d o similar y paralelo al de la orquestación en la reciente música aleatoria. E n Pli selon pli de Pierre Boulez, la estructura c o m o un todo global viene determinada

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por el compositor pero se incita a los intérpretes a improvisar y a añadir detalles en este orden global. E n la construcción, el plan global podría quedar determinado por el arquitecto, y la "orquestación" de los detalles correría a cargo de los distintos participantes. El caso m á s parecido hasta el m o m e n t o en la arquitectura se debe a Lucien Kroll en su proyecto de la Universidad de Lovaina, en las cercanías de Bruselas (Bélgica). El edificio tiene globalmente muchos detalles improvisados por los estudiantes y los trabajadores, y el resultadofinales u n prototipo inicial, interesante y apasionante, de una arquitectura basada en la participación. Quizás se pudiera adoptar esta fórmula en otros sectores de la construcción, entre ellos el del turismo, con la participación n o solamente de los trabajadores sino también probablemente de los propios turistas visitantes. Pero subsiste el problema de que el hombre está viviendo u n m o m e n t o de gran transición y, aunque es cierto que el fenómeno del turismo resulta positivo a la vez para los usuarios y para los promotores, y que n o cabe negar que constituye u n gran estímulo para la economía de cualquier país, también lo es que, aun siendo esenciales, resulta difícil llevar a la práctica los cambios y las mejoras. L o que se requiere fundamentalmente hoy n o debe quizás quedar limitado a las expresiones arquitectónicas, sino difundirse a otros sectores m á s amplios. El hombre moderno debe cultivar, desarrollar y aumentar la capacidad de superar y trascender las restricciones que le impone su forma de pensar post-cartesiana. Existen dos criterios modernos diametralmente opuestos, uno de ellos globalizador, intuitivo y predominantemente oriental, y el otro diferenciador, racional y básicamente occidental. E n ciertos campos (educación, psicología, medicina, etc.) se aspira a la integración de esos dos criterios; en cambio, pese a su historia m á s reciente la arquitectura está, por desgracia, anticuada y no sabe liberarse de algunas de las implicaciones y principios morales m á s anticuados del movimiento racionalista. U n a visita al lejano Oriente para estudiar las directricesfilosóficasdel culto a la tranquilidad que se observa en los jardines "secos" Kara-Senzui del Japón m e ha enseñado que el sistema lógico de vida occidental, centrado en el mejor de los casos en un ideal matemático, necesita urgentemente una ampliación de sus parámetros. Partiendo de la premisa de que el hombre es una parte integral y esencial del gran continuum de la naturaleza, y no una fuerza externa dominante y exclusiva que controla la situación, h a surgido u n afilosofíaque constituye una fecunda extensión del limitado sistema occidental de pensamiento. Para resolver los problemas del alojamiento de los turistas, es indispensable recordar, en primer lugar, que la arquitectura es esencialmente un arte servidor, que n o solamente alberga a los individuos en el plano individual sino también en el colectivo; por consiguiente, hay que concebir y crear aplicaciones y soluciones en función de las características específicas de cada lugar y de sus proporciones y crear un sentido de identidad, además de tomar en consideración las exigencias más evidentes de la economía y la función materialista.

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H o y en día, en un m o m e n t o en el cual la arquitectura ha llegado a su fase "post-modernista", rechazando con ello —esperémoslo— el anonimato de sus manifestaciones recientes y el anticuado principio de que "la forma se adapta a la función", los historiadores declaran ya que todo el movimiento racionalista está muerto y enterrado. Según el crítico de arquitectura Charles Jencks, la muerte del movimiento se produjo incluso antes de la crisis de la energía: "la arquitectura moderna murió en 1972 con la destrucción del barrio de Pruitt-Igeo, en Saint Louis Missuri", barrio de viviendas que había sido antes m u y alabado y famoso pero que quedó tan devastado, tuvo un índice de delincuencia tan grande y fue considerado tan totalmente inhabitable que hubo que derribarlo: ¡quizás haya sido éste u n acto de misericordiosa eutanasia para garantizar la supervivencia del hombre! E n el sector específico de la urbanización turística es quizá donde cabe la posibilidad de restablecer el sentido de identidad y dé lugar, del que carecen tantos edificios y barrios modernos,* ya que procede considerarlos en este caso c o m o requisitos esenciales y funcionales para el consumidory el usuario. E n el hecho de ensayar y escuchar lo que he calificado en otro.momento de "las voces de un lugar" quizás radica el secreto de los futuros edificios, que pertenezcan a cada lugar concreto y que pasen a formar parte integrante de uri todo global, interesado por una ideología de la identidad. Las características naturales y la arquitectura deben fundirse en una identidad global, c o m o solución precisa a unos problemas concretos producidos por el fenómeno general del turismo. Esas voces indicarán al arquitecto (si es una persona sensible) que el medio ambiente es débil —y esto, a su vez, le obligará a ser fuerte y dominante— o quizás que es fuerte, y que a su vez él debe ser dócil y sumiso. Solamente después de establecer semejante contacto espiritual podrán empezar a girar las ruedas del resto de u n quehacer arquitectónico creador. , [Traducido del inglés]

L a enseñanza de la antropología del turismo

Nelson H . H . Graburn Introducción E n los diez años últimos, los sociólogos han empezado, casi bruscamente, a realizar investigaciones detalladas sobre el fenómeno mundial del turismo, que era un tema que habían descuidado antes por razones que m u y bien ha precisado Boissevain (1977). Antes de esto, y durante decenios, los economistas fueron prácticamente los únicos que efectuaron investigaciones serias sobre el turismo. Presciendiendo de algunos precursores en el decenio de 1960 (Nuñez, 1963, y Förster, 1964), este brote reciente de interés ha obedecido en parte a la impugnación de los beneficios económicos que se solían predecir, a la hipótesis de que las consecuencias sociales, culturales y estéticas del turismo pueden contrarrestar los beneficios económicos, y a la casi imposibilidad de no advertir el gran impacto del turismo en unos lugares en los cuales los antropólogos y muchos sociólogos están realizando investigaciones prácticas. E n los tres años últimos, he introducido un curso universitario de primer ciclo sobre la antropología del turismo en el plan de estudios ordinario de la Universidad de California, de Berkeley (Estados Unidos de América). M i interés por este tema surgió de mis investigaciones comparadas sobre la comercialización de las artes primitivas y populares, que culminó en la obra Ethnic and tourist arts (1976), y de m i intervención en el simposio sobre la antropología del turismo, organizado por Valene Smith en las reuniones anuales de la Asociación Americana de Antropología, en la Ciudad de México, 1974. M i curso tuvo carácter experimental1 en otoño de 1976 y congregó a m á s de 150 estudiantes, la mitad de los cuales habían escogido c o m o materia principal

Nelson Graburn es profesor de antropología en la Universidad de California, de Berkeley, y ha realizado antes investigaciones antropológicas por cuenta del gobierno canadiense. Ha dirigido investigaciones in situ entre los indios y los esquimales canadienses, así como en los Estados Unidos de América y él Japón. Es autor de Taqagmiut Eskimo kinship terminology (1964), Eskimos without igloos (1969), Readings in kinship and social estructure (1971), Circumpolar people [en colaboración con B . Stephen Strong] (1973) y Ethnic and tourist arts (1976).

Rev. int. de dene, toe., vol. X X X I t (1980), n.» 1

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la antropología, y el resto procedía de m u y diversos departamentos universitarios. L a reacción ante el curso fue m u y positiva, no solamente entre los estudiantes sino también entre los profesores visitantes que asistieron o participaron en varios aspectos del mismo 2 . E n el otoño de 1977, presenté a las autoridades universitarias una propuesta de regularización de este curso, que fue concedida en el plan de estudios de antropología de la segunda parte del primer ciclo, c o m o curso facultativo cada dos años. Ese mismo año organicé un seminario de segundo ciclo sobre el tema 3 , que congregó a diez estudiantes de ese nivel, que deseaban realizar investigaciones sobre diversos aspectos del turismo. Este curso volvió a ser organizado en 1979, en el trimestre de primavera, con m á s de 170 estudiantes. Al igual que en el primer experimento, los estudiantes procedían de m u y diversas disciplinas, y hubo estudiantes de segundo ciclo y profesores visitantes que asistieron al curso. L a acogida fue m u y positiva.

El turismo en el plan de estudios de antropología Actualmente, la antropología del turismo es un curso "facultativo" en el plan de la segunda parte del primer ciclo1 del Departamento.de Antropología de Berkeley. Después de cursar estudios previos de arqueología y antropología lingüística, física y cultural, los estudiantes suelen centrarse en una de las cuatro ramas principales de la antropología. Los alumnos de antropología sociocultural han de inscribirse, en un número mínimo de cursos sobre temas tales c o m o la parentela y la estructura social, la antropología política, la cultura y la personalidad, el cambio sociocultural, la antropología ecológica, etc., así c o m o en otros cursos facultativos y en varios cursos ajenos a la antropología. El nuevo curso de antropología del turismo, de carácter facultativo, ha tenido una gran aceptación entre los estudiantes ,de primer ciclo que se especializan en antropología, en estrecha relación con otros estudios, tales c o m o los relativos al cambio sociocultural, la antropología económica y la antropología ecológica. A d e m á s , interesa m u c h o a los alumnos de otras disciplinas que tienen la obligación de estudiar también otros cursos ejenos a su propia especialidad. Atrae en particular a los alumnos de sociología, administración de empresas, geografía.y h u m a nidades. Los alumnos extranjeros (del Japón, Taiwan, y países latinoamericanos, por ejemplo) y de las minorías étnicas estadounidenses (por ejemplo, los de Chinatown, de San Francisco), cuya comunidad de origen está m u y afectada por el turismo, se inscriben a m e n u d o en este curso para llegar a conocer mejor el fenómeno turístico, o incluso para tener ideas útiles con miras a futuras oportunidades profesionales en las vertientes oficial o comercial del turismo. Algunos de los estudiantes (y oyentes) de ambos cursos no eran de Berkeley5.

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Los materiales y el plan del curso El curso está dividido en dos partes, que abarcan los dos temas principales del estudio del turismo: el primero es el análisis de la historia y la estructura cultural del turismo propiamente dicho, utilizando las obras de D e a n M a c Cannell (The tourist, 1976), Erik Cohen (1972 y 1974) y Graburn (Smith, 1976), y el segundo el impacto del turismo, manejando los estudios monográficos de Smith (Hosts and guests, 1976) y otras obras publicadas. El curso de primer ciclo consiste fundamentalmente en clases y conferencias, a cargo de expertos e invitados de distintas especialidades, y en minisimposios sobre casos concretos de impacto turístico. Cada minisimposio consiste en u n grupo de personas, entre las que suelenfigurarpersonas procedentes de u n país o localidad turística, un profesional de los viajes y un antropólogo con experiencia de esa región. Se hacen breves exposiciones sobre la historia, la índole de las reacciones ante el turismo, seguidas de debates y preguntas de los estudiantes. Se ha utilizado una película sobre el impacto del turismo, titulado Welcome to Paradise*. L a segunda vez que se organizó este curso, los estudiantes hablaron también con un profesor auxiliar en las sesiones de debate7. Los estudiantes recibieron una lista de libros que deberían leer y se presentaron a dos exámenes: uno a mediados de curso, centrado en el primer tema, es decir, la historia y el análisis del turismo, y u n examen final sobre el curso completo, pero m á s concretamente relacionado con el impacto del turismo. Estos exámenes consistían en preguntas escritas, a veces con un contenido aplicado. Se pedía también a los estudiantes que hicieran otros deberes menores, por ejemplo, una descripción y análisis de situaciones turísticas en las cuales habían vivido c o m o huéspedes o c o m o visitantes, o el examen de la función de las experiencias turísticas de su vida y con una perspectiva mundial. Se autorizó a algunos estudiantes de primer ciclo más adelantados, así c o m o a los de segundo ciclo que asistían al seminario, a realizar trabajos de investigación sobre temas concretos, en vez de presentarse al examen final.

Contenido del curso El fenómeno del turismo U n a de las ventajas de la enseñanza de la antropología del turismo consiste en que todos los estudiantes se familiarizan en cierto m o d o con este fenómeno, ya sea c o m o huéspedes y observadores de turistas8 o c o m o turistas. Al principio, muchos estudiantes dijeron que ellos nunca habían sido turistas sino "excursionistas", "viajeros", "trotamundos" o incluso antropólogos, lo cual era para ellos (como para Boorstein, 1962) una categoría distinta, algo " m á s digno"

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que el simple turismo. Sin embargo,:después de leer las obras de Cohen (1973), Teas (1976) y MacCannell (1976) se convencían de que habían sido turistas de un tipo Ú otro. Se dieron cuenta de que estaban respondiendo a los mismos valores y móviles que habían caracterizado al m u n d o occidental en su interés por el exterior desde la edad media y a la clase media de otras muchas partes del m u n d o desde la segunda guerra mundial. '. . E n la primera parte del curso se exponen las definiciones del turista, partiendo de la frase de Smith de que "el turista es una persona que disfruta pasajeramente de tiempo libre y que visita voluntariamente un lugar alejado de su hogar para experimentar un cambio" (Smith, 1976, p. 2). Examinamos los distintos tipos de turismo y los móviles psicoculturales del turismo moderno: históricos, culturales, étnicos y exóticos, recreativos y ambientales —esta última categoría se ha bifurcado últimamente en dos subcategorias: "caza y recogida" (actividades cinegéticas, acopio de recuerdos, conchas; piedras, etc.)— en contraposición al turismo "ecológico", que busca la "vida silvestre" y procura no dejar su impronta en el medio natural (Graburn, en Smith, 1976, p. 27; Newsweek, 1977). Se pide a los estudiantes que examinen casos de turismo polivalente, c o m o el hecho de ir a Europa para esquiar y para visitar grandes ciudades (fines culturales y recreativos) o a las islas tropicales en busca de "sol, arena, surf y sexo" y para tener a la vez un contacto con los pueblos indígenas "exóticos" (fines recreativos y étnicos). Gran parte de la primera mitad del curso se dedicó a los temas propuestos en el libro de McCannell The tourist (1976). A juicio de MacCannell, el turismo es el paradigma de una vida moderna, orientada hacia el exterior y hacia el esparcimiento, propia de la clase media de todo el m u n d o . Siempre se presta a muchas críticas (Graburn, 1977, D u m o n t , 1977, Cohen, 1979 y Schudson, 1979), este libro de texto contiene lo que, a juicio de muchos estudiantes, es una visión m u y brillante de su m o d o de vivir, y de sus propios ideales y móviles, y suscita útiles debates sobre la relación que existe entre la idea del turismo y el concepto de "libertad", las relaciones entre el trabajo y el ocio, la educación extraescolar y la índole de las propias ciencias sociales. Según MacCannell, esto último es la contrapartida profesional del turismo propiamente dicho, que a su juicio es un esfuerzo profano por sondear y entender el funcionamiento de la sociedad moderna y las diferenciaciones de nuestro complejo m u n d o . Se dedica una semana a la historia del turimo (occidental) y a analogías históricas tales c o m o los ritos estacionales y las vacaciones (ocasiones singulares que rompen la monotonía de la vida), las peregrinaciones (características de la inmensa mayoría de las sociedades teocráticas complejas) y la guerra, la exploración y el comercio en grandes distancias. L a información sobre el turismo primitivo está tomada de Sigaux (1965), Turner y A s h (1975) y Burkart y Medlik (1974). A continuación, en ambas ocasiones hubo una excelente conferencia de Ian Dengler, del Departamento de Historia, sobre la evolución de las peregri-

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naciones, la exploración y el turismo desde la edad media, pasando por el "grand tour" de la aristocracia británica (Trease, 1967; Hibbert, 1969), hasta la revolución industrial, ilustrada con diapositivas de mapas del tiempo, cuadros y documentos de viaje. Esto lleva a examinar la aparición del moderno turismo de masas, espoleado por el ferrocarril y otros progresos tecnológicos, por los cambios culturales (de la imprenta, la administración y lafijaciónde unas fronteras nacionales) y por las actitudes de T h o m a s C o o k y de sus imitadores. Se examina el siglo xx en función de la aparición del culto a la naturaleza y a los "pueblos naturales", esto es, los pueblos exóticos de piel morena, el bronceado de la piel y a la descomposición de la aristocracia europea después de la primera guerra mundial, así c o m o los adelantos tecnológicos dé los transatlánticos, los trenes y los aviones y las influencias del viaje a ultramar en las dos guerras m u n diales. Los estudiantes se dan cuenta de que son herederos de una larga serie de fenómenos históricos, inherentes a unos comportamientos y actitudes que ellos mismos y sus familias creían recientes y m u y modernas. E n la siguiente sección del curso se examina la índole de la moderna industria del viaje y la magnitud y la dirección del presente volumen del turismo nacional y extranjero (Nash, 1977; Nolan, 1975; Turner y Ash, 1975; Hayden-Guet, 1972; The big picture, 1976). Se incita a los estudiantes a leer revistas de viajes c o m o ASTA travel hews, Travel age west y The travel agent, para ver c ó m o presentan el tema del turismo los medios de comunicación social. Utilizando el análisis semiótico de los signos, símbolos e indicadores de MacCannelI (1976, p. 109 y 143), los estudiantes han de analizar los anuncios de turismo y de viajes c o m o parte integrante de su examen de mediados de curso9. L a sección siguiente versa sobre el turismo moderno y las instituciones conexas, en particular la diversidad y las funciones de los museos (Graburn, en Draper, 1977; Wittlin, 1970), los recuerdos y las artes turísticas (Graburn, 1976; Carpenter, 1973; Cohen, sin fecha). Estudiamos este tema considerando que el sistema de signos y significados engendra la vida moderna de la clase media internacional, y le da sentido; el impacto de estos fenómenos en las culturas huéspedes hace su aparición más tarde en el curso. Los museos son una buena metáfora de las instituciones y actitudes turísticas modernas. Son los depositarios de los símbolos de la conquista por el m u n d o moderno sobre el pasado (museos de historia y de historia del arte), la naturaleza (museos de historia natural y de ciencias) y los pueblos "no modernos" (museos etnológicos) y proporcionan una sensación de seguridad y de satisfacción a u n público que se siente siempre desconcertado por la creciente complejidad y volumen de las comunicaciones a las que está expuesto. E n cambio, los recuerdos y fotografías ofrecen a los viajeros y a sus grupos de referencia locales una prueba tangible de haber vivido una "forastería" en sus viajes, a la vez que transmiten mensajes (signos) de lo que es aprobado culturalmente c o m o "típico" e inteligible en los lugares visitados. Los dos elementos convergen en el hogar de la clase

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media moderna, que ha pasado a ser una especie de museo privado de recuerdos personales y prestigiosos; recíprocamente, muchas zonas públicas, en particular las que son metas turísticas, se han "museizado", con una conservación deliberada de lo antiguo y la utilización y presentación nostálgicas de elementos no modernos c o m o , por ejemplo, los tranvías, almacenes y fábricas de San Francisco convertidos hoy en tiendas y restaurantes o las casas viejas restauradas para vivir en ellas una vida moderna. El impacto del turismo E n la segunda parte del curso se examina el impacto del turismo utilizando un método doble. E n primer lugar, se analizan las dimensiones económicas, sociales y culturales según una escala de resultados positivos y negativos, intentando analizar estudios monográficos (Smith, 1977) con respecto a los factores específicos que explican los diferentes resultados. E n segundo lugar, se examinan de un m o d o m á s hoü'stico esos temas heurísticamente disociables en función del impacto del turismo en diferentes tipos de lugares: sociedades "primitivas", exóticas y pequeñas, sociedades insulares, medios ambientes ecológica e históricamente frágiles, países en desarrollo y comunidades metropolitanas industriales. L a razón de ser oficial del fomento del turismo, a la vez en el tercer m u n d o y en las naciones occidentales, ha sido económica; se explica a los estudientes los conceptos de inversión y comercio internacionales, y el efecto multiplicador sobre los ingresos y el nivel de vida de la comunidad huésped. Tras ello, examinamos la obra de Bryden (1973) y de otros autores, que han demostrado de m o d o concluyente que, en los países m á s pobres, hay una "fuga" considerable de los ingresos producidos por el turismo, que vuelven a las naciones metropolitanas creadoras del turismo, mediante la repatriación de beneficios, el pago de alimentos, materialy equipo y servicios importados, el costo de la formación del personal de los servicios turísticos y de la publicidad en el extranjero, y los efectos de demostración del consumo de lujo de los turistas sobre la población local, que trae consigo un aumento de las importaciones. Los efectos inflacionistas de las exigencias turísticas invalidan a m e n u d o los ingresos netos derivados del turismo. El impacto social del turismo va desde el aumento de la solidaridad y la cohesión locales, por ejemplo, en Malta (Boissevain, 1977), pasando por una mayor estratificación local mediante la aparición de nuevas clases de empresarios, hasta la dislocación de unas sociedades locales estables debido a presiones forasteras masivas. L a denigración de unos pueblos antes orgullosos y autónomos, al incorporarse a actividades del sector de los servicios c o m o trabajadores en el escalón m á s bajo, es u n hecho en muchas partes del m u n d o (Finney y Watson, 1975; Wagner, 1977; Y o u n g , 1973). El grado de decisión local autorizado y el empleo de personal nacional en los puestos m á s poderosos del sector turístico

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son los factores fundamentales para promover unos resultados positivos en las reacciones sociales ante el turismo. Los resultados desastrosos del impacto del turismo en las culturas locales son m u c h o m á s numerosos que las reacciones positivas. Se examinan los efectos del turismo a la vez sobre el comportamiento cultural local —ritos,fiestasy festejos, mercados, etiqueta pública, lengua— y sobre los productos culturales: arte, artesanía, recuerdos y la introducción de unos sucedáneos nuevos y no autóctonos. MacCannell (1976, p. 155) y otros autores afirman que la comercialización de importantes acontecimientos culturales, sometidos a las exigencias de los espectadores forasteros m á s que a las de los participantes, convierte una parte apreciada y natural en una "atracción turística" y la despoja de su verdadero sentido, y del orgullo y entusiasmo locales. U n caso m u y impresionante es el alarde vasco de Fuenterrabía (Greenwood, 1977) que las autoridades turísticas españolas destrozaron al instalar tribunas, controlar el horario e imponer su repetición. Análogamente, las exigencias turísticas en el sentido de que los torajanes de las islas Célebes (Crystal, 1977) realicen sus ricas y espectaculares ceremonias fúnebres en el m o m e n t o culminante de la temporada turística, aunque no haya ningún cadáver, destruyen la espontaneidad y las funciones culturales de ese acontecimiento. Ciertas autoridades locales, por ejemplo, las de Siena (Italia) se han opuesto a la comercialización turística de su "Palio" anual: " N o interpretamos el Palio, sino que lo vivimos" (Dundes y Falassi, 1975, p. 240). Los acontecimientos culturales que atraen a los turistas en unas ciudades metropolitanas vigorosas son fácilmente modificados por tales fuerzas, por ejemplo: el relevo de la guardia en Londres o el desfile del 1.° de m a y o en M o s c ú discurrirían prácticamente del m i s m o m o d o aunque no hubiera turistas. L a demanda de recuerdos, que van desde los objetos sacros y auténticos hasta los artículos m á s triviales, es universal y ha producido m u y diversos efectos. E n ciertas zonas, es posible que el arte y la artesanía indígenas hayan sido salvadas del olvido por la demanda turística en u n m o m e n t o en el cual la demanda local estaba en decadencia (Craft Horizons, 1975), pero en otras muchas unos bienes culturales m u y importantes se venden m u y baratos y no se sustituyen nunca (May, 1975; Abramson, 1976). A m e n u d o , la producción local —por ejemplo, los textiles, la alfarería o las artes escultóricas—, pierde valor por la exigencia de u n mayor volumen, normalización, simplificación y manejabilidad (Latharp, M a d u r o , Williams y B e n - A m o s , en Graburn, 1976) o se vende a bajo precio y es sustituida por unos recuerdos de imitación, importados de otros sitios. T a n sólo un pequeño número de comunidades n o occidentales han consolidado su producción de materiales locales atendiendo la demanda turística, por ejemplo, los cuna de Panamá, que producen bellas piezas de vestir (molas) para su propio uso y m á s tarde las venden a los turistas a un precio m u y alto (Salvador, 1976; Swain, en Smith, 1977).

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Se expone el impacto ecológico y simplemente físico del turismo con arreglo a los conceptos de capacidad de sustentación, utilización de las tierras, planificación de la infraestructura y de parques y reservas (Cohen, 1978; Dassman, 1973). Mediante estudios monográficos se estudia la diferente capacidad de diversos ambientes en lo que se refiere a soportar el volumen y el comportamiento y el estilo de vida de los turistas. Se examinan comportamientos perniciosos tales c o m o la caza, la recogida de conchas y plantas, el pisoteo de la vegetación y las actividades que espantan a la fauna, así c o m o los efectos de la evolución infraestructura!, el empleo de vehículos, los hoteles, las aguas negras y los malos ejemplos para la población de despilfarro y producción de basura, y la venta de productos naturales e históricos. Se destaca también que los habitantes del m u n d o industrializado, ; cuyo propio medio ambiente ha quedado perturbado, son quienes llevan la ética de la conservación y la preservación a muchas zonas del tercer m u n d o que, por falta de educación y debido a la explosión demográfica (Shields, 1978) pueden destruir m u y pronto su espacio vital. Por ello, una buena planificación del turismo puede surtir efectos m u y saludables para combatir la destrucción material y ambiental. Durante esta segunda parte del curso, tuvimos la suerte de que los autores de algunas de las obras y otros especialistas pudieran hablar a la clase y presentar diapositivas sobre sus propias investigaciones. E n relación con el estudio de las sociedades exóticas insulares, Eric Crystal habló de los tanas torajas (1977), y W . Schmidt (1978) y Burton Benedict (1979; sin fecha) de sus investigaciones sobre el impacto del turismo en las Seychelles; Karen Nero expuso las distintas posibilidades de desarrollo del turismo en Micronesia (Nero,. 1976; Nero y Graburn, 1978), y Dick G o o d m a n habló sobre "el turismo cerca del pueblo" que organiza en Samoa. Los efectos del "turismo de safari" en África oriental, tanto sobre los animales de los parques c o m o sobre la actitud de la población local ante la caza y el turismo, fueron examinados por Mary Jean Aerni (Aerni, 1970). El impacto del turismo en las ciudades históricas fue objeto de un "minisimposio", con los Dres. John y Pat Lyon R o w e y el profesor Jorge Flores, sobre Cuzco y la zona andina circundante. U n grupo, integrado por el profesor Herbert Phillips, Jurec y Vicharat, Vichit-Vadakan y la Sra. Asavaroenghai, expuso el tema del crecimiento del turismo en el Bangkok presentando sus propias ilustraciones. C o m o ejemplo de turismo en el m u n d o desarrollado e industrial, se explicó a los estudiantes que el m u n d o occidental no es el único que domina el turismo moderno, en una sesión dedicada a la estructura y el comportamiento culturales de los turistas nacionales en el Japón (a cargo de Graburn) y de los turistas japoneses que van al extranjero (a cargo de M a n k o Ikkai). L a última parte del curso se centra en la planificación del turismo y en el m o d o de subsanar los efectos negativos ya observados. Comparemos los grandes planes autosuficientes en el turismo "natural" de integración local (MacCannelI,

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1976, p. 163) y presentamos unas directrices generales, con fines de desarrollo (Gearing et al, 1976; Baud-Bovy y Lawson, 1977). Se exponen otras posibilidades que n o son el turismo de masas (Graburn y Hertzer, 1979), así c o m o modelos socialistas de la propia planificación (Gasparvic, 1971; Shivji, 1973) D e los estudios monográficos y los análisis subsiguientes se desprenden dos grandes temas: en primer lugar, toda iniciativa debe examinarse en función de sus factores peculiares y n o debe haber soluciones universales a los problemas del desarrollo turístico, ni siquiera cuando las instituciones encargadas de la realización —gobiernos, empresas multinacionales, líneas aéreas, etc.— tienen una experiencia m u y amplia en otros sectores y, en segundo lugar, en muchas zonas el dilema decisivo no es "o turismo o inmovilismo", sino que se refiere al turismo contrapuesto a otras formas de desarrollo. Así pues, cada examen debe constituir un análisis total de rentabilidad de los programas turísticos, comparándolos con otras posibilidades, y teniendo presentes las consecuencias a m e n u d o negativas de la inacción en muchos países y muchas comunidades desesperadamente pobres (por ejemplo, Pata, 1975).

Los estudiantes de segundo ciclo y las investigaciones recientes Se pide a los estudiantes que lean m á s intensamente, en particular los interesantes resúmenes de las investigaciones recientes de Noronha (en, de Kadt, c o m p . , 1979) y Matznetter (1974), así c o m o la revista pluridisciplinaria Annals of' turism research ( A T R ) y otras varias. Cada estudiante se dedica a investigaciones prácticas ó de biblioteca y presenta trabajos de gran extensión en la clase. Entre los termas examinados cabe citar aspectos tan diversos c o m o la aplicación del modelo de "la frontera" a las nuevas comunidades turísticas (Passariello), la economía turística en Quintano R o o , México (Lord), el sentido y la utilización de las artes étnicas para realzar las secciones de turismo y maletería de ungran almacén de venta (Horner), los móviles y la percepción del turismo en C u b a (Budetti), el impacto y la resistencia al turismo en varias localidades de California, por ejemplo el lago Tahoe, el lago Donner, Carmel y San Francisco, y el enfoque de las imprer siones manifiestas y ocultas (Gofiman, 1959) en los "parques temáticos" de California (Bialick, 1976) tales c o m o Disneyland y África/Estados Unidos de América. Se han realizado investigaciones especialmente interesantes sobre la utilización de símbolos derivados del arte y la artesanía turísticos c o m o identificadores éticos entre los indios norteamericanos urbanos (Rose) y la relación entre el dinero que se da a los turistas japoneses (senbetsu) y el cálculo de los tipos de regalos (omiyage) que se ven obligados a comprar en los Estados Unidos de América para llevárselos a sus parientes y amigos del Japón (Ikkai, 1979). Algunos

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estudiantes destacados de primer ciclo realizaron investigaciones m á s intensas para escribir su tesis10. U n estudiante examinó las "vacaciones: de u n conductor de autobús", y llegó a la conclusión de que estos trabajadores se sienten especialmente satisfechos con su trabajo y que, aunque está a su alcance, rara vez se dedican al turismo, lo cual contradice las ideas sociológicas comunes sobre la alienación obrera. Esta tesis recibió un premio c o m o la mejor del año (Campbell, 1978). Otro estudiante ha realizado una investigación en Costa Rica sobre las concepciones de la conservación de los recursos naturales y la naturaleza correspondientes al sistema de parques nacionales recientemente inaugurados para los turistas extranjeros y nacionales (Shields, 1978). Últimamente, un estudiante ha pasado nueve meses en Malasia para estudiar los cambios de los motivos y dé la producción de batik en respuesta a la demanda de los turistas y a la necesidad de una nueva imagen nacional; esta tesis ganó también el premio Kroeber (Barnard, 1979). U n estudiante visitó China y escribió u n estudio sobre la evolución del turismo nacional antes de la revolución, durante el régimen de M a o y en el pasado año (Mosher) 11 .

Conclusiones El estudio del turismo es un tema perfectamente idóneo, si bien descuidado, para los antropólogos. E n muchas partes de nuestro complejo e interconectado m u n d o , el turismo constituye la principal causa de interacción interétnica y trahscultural. El estudio de la índole del comportamiento y los móviles de los turistas pone muchas de manifiesto sobre los sistemas axiológicos intrínsecos del m u n d o moderno. Para estudiar la índole de la solidaridad, la identidad y. la diferenciación en la, sociedad moderna, n o debemos descuidar el turismo, que es una de las principales fuerzas que dan forma a las sociedades modernas y que suscitan y cambian el sentido de la vida de los pueblos en todo el m u n d o actual. El estudio del turismo es importante y oportuno. L a movilidad h u m a n a ha alcanzado un nivel sin precedente hasta ahora, y la planificación y el desarrollo del turismo son m u y importantes para la inmensa mayoría de los gobiernos y para cientos de miles de colectividades locales de todo el m u n d o . A d e m á s de las ramificaciones económicas, que han sido bien estudiadas, el impacto en los valores humanos y en el orden social es decisivo y m u y idóneo para la realización de investigaciones holísticas c o m o las que han realizado tradicionalmente los antropólogos. El antropólogo, que tiene una tradición de investigación etnográfica a fondo y a largo plazo, puede evaluar las ramificaciones culturales e incluso psicológicas de las intrusiones masivas que trae a m e n u d o consigo, el turismo, especialmente en'comunidades antes exóticas, sobre las cuales tienen conocimientos especiales los antropólogos. El estudio de la "aculturación" —es decir, las relaciones mutuas entre dos sociedades que están en un contacto duradero—

La enseñanza de ¡a antropología del turismo

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ha sido ampliado para abarcar el carácter especial y episódico del turismo. El antropólogo tiene que sopesar los efectos potenciales del turismo y de otras formas de desarrollo que quepa planificar en zonas social o ecológicamente frágiles. Estas comunidades tienen poca experiencia en lo que se refiere a defender su autonomía o a aportar una importante contribución a la planificación, con lo cual a m e n u d o quedan calamitosamente desbordadas por fuerzas exteriores. E n los veinte años últimos, la antropología ha pasado de estudiar, sobre todo, la clasificación y la estructura a examinar los procesos y las interacciones. Nuevos temas han pasado a ser el tema de muchas investigaciones, por ejemplo, el trabajo y el ocio en el m u n d o industrial, la interacción entre los sistemas de medicina "científica" y autóctona, y la resolución de los conflictos jurídicos y extrajurídicos. A esto se s u m a hoy el tema del viaje y el turismo. Los cursos antes descritos sirven en parte para formar a los estudiantes, primero c o m o investigadores, para que aporten unas ideas precisas, que pueden resultar de utilidad para los gobiernos y otras autoridades de planificación cuando se trata de mejorar las instituciones turísticas" y de mitigar los efectos negativos y, en segundo lugar, para su futuro empleo c o m o consultores y encargados de la evaluación en instituciones oficiales y comerciales. E n el caso de la inmensa mayoría de los estudiantes de primer ciclo, que n o llegarán a ser especialistas profesionales de las ciencias sociales, el curso proporciona una preparación parcial para trabajar en el sector turístico, c o m o agentes de viaje, guías, funcionarios de museos, etc. Por encima de todo, este curso da a todos los estudiantes una idea de los valores y problemas del m u n d o en el cual viven, y les ayuda a comprender los sentimientos de otros pueblos y a ser m á s sensibles y cabales en su propia vida, lo cual está inevitablemente relacionado con el turismo.

:

[Traducido del inglés] •< Notas 1

2

E n la Universidad de California, todo profesor ordinario puede proponer un nuevo curso. Si su propuesta es aprobada por el presidente del Departamento, se le presenta a un Comité de Estudios de la Universidad, que examina si, el contenido del curso es importante y encaja en el plan de estudios, si coincide en parte con los cursos organizados por otros departamentos y si el profesor es una persona competente y con la experiencia suficiente para enseñar ese curso. E n el caso de temas totalraente nuevos, c o m o éste, se puede conceder la aprobación con carácter experimental, y la ulterior organización de esos estudios dependerá de que haya una reacción positiva de los estudiantes y los profesores. C o n la autorización del profesor, puede haber

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1

. oyentes en los cursos. E n el caso de cursos . nuevos e interesantes en potencia, es corriente que otros profesores e, investigadores visitantes asistan a u n curso o a partes del m i s m o . E n este caso, se pidió a tales personas que participaran en ciertas presentaciones realizadas durante el curso, Sin la aprobación previa del Comité de Estudios, los. profesores ordinarios pueden organizar seminarios de segundo ciclo relativos a cualquier tema sobre el cual estén realizando investigaciones, con la designación de "Elementos recientes", a condición, por supuesto, de que su Departamento acepte que empleen de ese m o d o su tiempo docente, L a mayoría de las universidades norteamericanas consideran que los dos primeros años del

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Notas (continuación) primer ciclo constituyen una educación general que requiere el estudio de una amplia g a m a de disciplinas científicas, sociales y de humanidades. E n los dos años siguientes (segunda parte del primer ciclo), el estudiante ha de especializarse en una disciplina concreta y está sometido a los requisitos propios del departamento correspondiente. Normalmente, los estudiantes de segundo ciclo pueden inscribirse en cursos de la segunda parte c o m o iniciación a los campos especializados en los cuales piensen realizar investigaciones. El presente curso atrajo a u n 5-10 por ciento de estudiantes de segundo ciclo en ambas ocasiones. Algunos de estos estudiantes se inscribieron en el seminario de segundo ciclo al año siguiente, al igual que otros estudiantes que preparaban una tesis (Honours Programme). * L a Universidad de California permite el libre traslado de los estudiantes entre sus diversos centros, tales c o m o Santa Bárbara, Los Á n geles y Davis, con la autorización de los asesores. Otros estudiantes recibieron u n < permiso especial de la Universidad de Stanford y de otras universidades del estado para que asistieran a este curso, que es el único de su tipo en California. A d e m á s , entre los oyentes había estudiantes de tercer ciclo y profesores visitantes de países tan lejanos c o m o el Reino Unido, Grecia, el Perú y Japón. ' U n a película, producida por la Canadian Broadcasting Corporation, examina las relaciones locales y el comportamiento de los turistas canadienses en el Caribe, y se puede alquilar. Otra, que lleva el título de Welcome to Paradise, relativa al impacto del turismo en el Caribe y África occidental, es m u c h o mejor : pero todavía n o se puede alquilar; ha sido producida por WGBH-Television, de Boston. 7 E n la mayoría de los cursos de la segunda parte del •'''".' primer ciclo de Berkeley hay "lectores" que ayudan al profesor a caliñcar los exámenes escritos. A d e m á s , en este curso se recurrió a una "asociada", encargada de una pequeña • sección de debates, al margen de las clases ordinarias. Esta "asociada" es una estudiante de tercer ciclo, que ha estudiado ella misma

el impacto del turismo y de las artes e imágenes turísticas en Asia y en los Estados Unidos de América (Hirschmann, 1976; sin fecha). 8 L a mayoría de los estudiantes extranjeros procedían de zonas afectadas por el turismo internacional. A d e m á s , había muchos de lugares californianos, por ejemplo, San Francisco, Berkeley, el lago Tahoe, San Diego, etc., que ' están ; inundados por turistas nacionales y extranjeros. Muchos estudiantes habían trabajado en régimen de dedicación parcial en establecimientos turísticos. 9 E n el examen de mediados de curso, se dio a los estudiantes una lista de preguntas que debían llevar a casa y contestar por escrito en una determinada fecha. C o n arreglo, a una pregunta obligatoria, tenían que analizar u n anuncio turístico en función del marco general de MacCannell; había otros temas sobre la relación entre el turismo y los progresos de los transportes, las relaciones entre el trabajo y el turismo, el turismo juvenil c o m o rite de passage, y la índole de los indicadores de "autenticidad" en las zonas turísticas. El examen final en ambos, que duraba tres horas, consistía en preguntas escritas sobre , el impacto del. turismo. 10 A ciertos estudiantes de primer ciclo que tienen u n expediente excelente, se les autoriza a inscribirse en.el "Honours Programme" de Berkeley. Dedican de tres a nueve meses a una investigación y a continuación escriben una tesis, bajo la dirección de dos profesores. 11 Algunos de esos trabajos están ya en prensa. L a mayoría de ellos pueden obtenerse al precio de la fotocopia, pidiéndoselos al autor. 12 L a obra de Shields (1978), por ejemplo, ha sido enviada al director de los Parques Nacionales de Costa Rica, para mejorar la formación de los guías y funcionarios de los parques, asi c o m o la información que se facilita a los turistas. Otra estudiante (McCosker) estudió una especie de programa de "turismo al revés" en u n gran museo local, que presenta a artistas, intérpretes y artesanos extranjeros y técnicos al público local. Gracias a su análisis, pudo introducir mejoras en ese programa, que dirige actualmente.

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El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia* Tord Hoivik y Turid Heiberg (con el asesoramiento de Vigdis Mathiesen) s

Introducción y definiciones U n turista, según la definición internacionalmente aceptada1, "es u n visitante temporal que permanece u n mínimo de veinticuatro horas en el país visitado y cuya finalidad al viajar puede clasificarse bajo u n o de los siguientes epígrafes: a) ocio (recreo, vacaciones, salud, estudio, religión y deporte); b) negocios, famib'a, misión, asamblea". Las clasificaciones realmente utilizadas por aquellos países que elaboran estadísticas sobre turismo n o siempre se ajustan exactamente a esta definición. C o m o lo que aquí nos interesa son las pautas generales del turismo, n o es necesaria una gran precisión numérica. E n tanto que las aspectos básicos destaquen claramente, n o reviste m u c h a importancia el empleo de categorías ligeramente distintas. M á s inconveniente es el hecho de que las estadísticas globales sobre turismo sólo den el número de turistas que visitan países extranjeros y n o la duración de sus estancias. El impacto económico y social del turismo depende principalmente del número de noches-turista ( N T ) pasadas en el país. El número de llegadas-turista (LIT) se relaciona, c o m o es lógico, con el número de noches-turista mediante la sencilla fórmula: Noches-turista = (llegadas-turista) X (duración media de la estancia) Pero la duración media de una estancia (m) varía de un país a otro. E n 1975, por ejemplo, España tuvo una media de 5,5 días, en tanto que Grecia tenía 10,5 días. Allí donde existen estadísticas sobre noches-turista tropezamos con otro problema. E n esté caso la compilación de datos se halla por lo c o m ú n descentralizada, basada en los registros de hoteles, pensiones y otros establecimientos de

TordHaivik es director del International Peace Research Institute, Radhusgt. 4, Oslo 1 (Noruega). Antes habla desempeñado diversos puestos en su país, asi como en México y en la República Unida de Tanzania. Actualmente trabaja en varios proyectos de investigación referentes a las estrategias del desarrollo, la violencia estructural y las fuentes de información en ciencias sociales. Turid Heiberg es miembro del PRIO, donde trabaja en proyectos relacionados con los inmigrantes. * Versión de la publicación S-14/77 del International Peace Research Institute de Oslo (PRIO).

Xev. int. de cieñe, soc, vol. X X X I I (1980), n.» 1

74

Tord Heink y Tiirid Heiberg

hospedaje, que n o abarcan, ni m u c h o menos, todo el turismo extranjero. E n efecto, el turismo de bajo costo, basado en el camping o en lãs estancias con amigos y parientes, raras veces se refleja en las estadísticas. Sólo mediante muéstreos eficaces, poco frecuentes, puede corregirse esta situación. Puesto que vamos a centrar nuestra atención sobre el turismo entre naciones del centro (C) y de la periferia (P), la calidad de los datos será m u y variable. Las naciones del centro por lo general disponen de buenas estadísticas sobre llegadas, así c o m o sobre noches-turista, algunas de ellas basadas en amplias encuestas. E n años recientes también se han compilado datos sobre destino de turistas de países del centro, c o m o puede comprobarse en el World travel statistics. Las naciones de la periferia suelen tener estadísticas útiles sobre llegadas, pero raras veces disponen de estadísticas sobre noches-turista. Y las estadísticas sobre turismo de salida faltan por lo general. Esto quiere decir que nuestra exposición cuantitativa está basada en cálculos aproximativos cuando tratamos de pautas globales, y en estadísticas aceptables de países determinados cuando tratamos de naciones de la periferia específicas. A u n q u e falten los datos, interesa no obstante preguntar: ¿cuál es la medida m á s adecuada del turismo internacional? C o m o esencialmente vemos en el turismo una forma de relación personal allende las fronteras, necesitamos una medida de la intensidad de dicha relación. C o m o una primera y tosca medida, nosotros proponemos el número de noches pasadas por los turistas en el país dividido por el número de noches pasadas por sus habitantes. Llamamos a esto la intensidad turística (I). Normalmente, el 95 por ciento o más de la población de un país —tal c o m o los censos la registran— está presente en el país en cualquier momento. El número de noches pasadas por la propia población (P) puede pues representarse c o m o P X 365. Y entonces tenemos: • , intensidad turística: I =

N T LIT, X m —— = — r r r P X 365 P x 365

La afluencia de turistas, sin embargo, n o es uniforme, sino que muestra grandes variaciones estacionales y geográficas. Obtendremos una idea m á s clara y exacta de la intensidad turística si calculamos I con respecto a lugares específicos sobre una base mensual. Finalmente hemos de hacer constar que la renta que proviene de los turistas, o ingresos por turismo, es un indicador alternativo del movimiento turístico. Sirve para poner de manifiesto el papel económico del turismo, y es de enorme importancia para planificadores y gobernantes, pero no de gran interés en este estudio, que tiene por principal objeto la interacción personal.

El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia

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£1 turismo global E n los cuadros 1 a 3 h e m o s resumido algunos datos recientes sobre turismo entré centro y periferia. Observamos, para empezar, que 4/5 de todo el turismo internacional tiene lugar entre países céntricos. El mercado turístico es fundamentalmente u n mercado entre países industrializados. Las corrientes turísticas entre centro y periferia son relativamente pequeñas, y también son asimétricas. U n a décima parte del turismo mundial va de la periferia al centro, y u n a vigésima parte del centro a la periferia. El 5 por ciento restante representa el turismo entre países de la periferia. C U A D R O 1. Turismo global entre naciones del centro y de la periferia (número de llegadas de turistas en millones y, entre paréntesis, en porcentaje del total, en 1971)" Origen

Centro

Centro Periferia

145 (80) 18 (10)

TOTAL

Periferia

Total

9 (5) 9 (5)

.

18 (10)J

163 (90)

. 154 (85) 27 (15) 181 (100)

a. Centro: Europa, América del Norte, Japón; periferia: el resto del m u n d o . b. L a distribución de llegadas de turistas de la periferia entre el centro y la periferia (5 por ciento + 5 por ciento) es un cálculo aproximado. Fuentes. Economie review of world tourism, 1976, y World travel statistics.

C U A D R O 2 . Turismo con relación a la población en 1971" Centro

Periferia

Total

/. Viajes por 1 000 habitantes Población Total de viajes Viajes por 1 000 habitantes

1050 154 147

2660 27 10

3 710 181 49

//. Llegadas por 1000 habitantes Población. Total de llegadas Llegadas por 1 000 habitantes

1050 163 155

2 660 18 7

3 710 181 49

136 6

3 1

///. Viajes por (106 de la población)" Centro Periferia TOTAL



— —



a. Bajo III indicamos la relación entre los viajes y las poblaciones de los países por grupos de dos. Fuentes. Economie review of world tourism, 1971; Annuaire statistique des Nations Unies.

13

Tord Heivik y Turid Heiberg

76

H e m o s de recordar que países c o m o Australia, Nueva Zelanda y África del Sur se incluyen en la periferia, por razones estadísticas, y que todas las cifras son cálculos aproximativos. Pero los órdenes de magnitud C C : PC : CP : PP = 16 : 2:1:1 pueden tomarse como ciertos. La corriente de turismo entre los países está evidentemente relacionada con la dimensión de los mismos, siempre que otros factores (como la distancia) se mantienen constantes2. Es de esperar que haya m á s turismo entre Alemania y España que entre Liechtenstein y Andorra. E n el cuadro 2 (I) y (II) indicamos el número de salidas y llegadas por 1 000 habitantes correspondientes a países del centro y de la periferia. E n (III) damos la proporción entre viajes y pares de poblaciones. Ese cuadro requiere mayor explicación. Consideramos un m u n d o con u n número de países numerados de 1 a #, con volúmenes de población P1 a P n , y T viajes turísticos internacionales al año. Si las posibilidades de viajar estuviesen uniformemente distribuidas entre las poblaciones, el número de viajes efectuados desde cada país, T x a T „ , serían proporcionales a su población: Tl = k.Ti;

i=l,...,n

Si las posibilidades de recepción estuviesen distribuidas con igualdad entre las poblaciones, el número de llegadas en cada país, A.x A n , debería ser también proporcional a su población: A ; , = c.P J ;

j=\,...,n

Si la elección de destino fuera independiente del origen del viaje, el número de viajes del país / al país j (T w ) sería: T 0 = T f c X (participación dey de todas las llegadas) = T { X (A^/T) lo cual puede escribirse en la forma Ti/ = ¿ . P j x c . P , / r = (¿c/T)xP(P/

, .

E n u n m u n d o así, con igualdad de oportunidades para enviar y recibir turistas, y ningún tipo de vinculaciones especiales entre los países, la proporción entre los viajes y el número de pares de poblaciones

TJP^^ikc/T) sería el m i s m o en todos los pares. E n el cuadro 2 (III) las proporciones son m u y diferentes. E n un m u n d o igualitario sin vinculaciones especiales habríamos hallado la proporción 13 en las cuatro casillas. E n vez de esto encontramos las magnitudes: C C : P C : C P : P P = 132:6:3:1

El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia

77

C U A D R O 3. Turismo en relación con la importancia económica, 1971 a Centro

Periferia

Total de viajes (10«) P N B (1012 dólares) Viajes por 10 12 dólares

154 2,26 68

27 0,51 53 .

181 2,77 65

'. Llegadas por (10e) Total de llegadas (10a) P N B (1012 dólares) Llegadas por 10 12 dólares

163 2,26 72

18 0,51 35

181 2,77 65

1. Viajes por (109 dólares) Centro ' Periferia TOTAL

28 16

8 35

:

Total





'— • 24

Fuente. Datos sobre los P N B sacados del Annuaire statistique des Nations Unies sobre las cuentas nacionales, 1974.

Estas proporciones indican la medida de la desigualdad; es decir, la concentración de las oportunidades de viajar, en el sistema global de nuestros días, cuando se toma en cuenta el volumen de la población. E n el cuadro 3 llevamos a cabo el mismo análisis basándonos en la magnitud económica en vez de tomar c o m o base el volumen de la población. Aquí —y no es de sorprender— las diferencias son menores. L a cuantía de turismo es más o menos proporcional al producto nacional bruto. Si nos preguntamos cómo se interrelacionan las economías con el turismo (cuadro 3 (HI)), encontraremos que las relaciones P C y C P son las más débiles, mientras que las interacciones C C y P P son igual de fuertes.

El turismo europeo L a corriente turística desde Europa hacia el Sur puede describirse sucintamente como sigue (cuadro 4). D o s países, España e Italia, se hallan en posiciones m u y excepcionales. España recibe casi tantos turistas c o m o todos los demás países juntos. Italia recibe más turistas que todos los demás países —sin contar España:— considerados en su conjunto. España e Italia tienen también el mayor número de llegadas relativo a su población, si se exceptúa el caso bastante especial de Malta. Los otros países meridionales europeos: Yugoslavia, Rumania, Bulgaria,

78

Tord Heivik y Turid Heiberg

C U A D R O 4. Turismo que se dirige desde Europa hacia el Sur", media correspondiente a 1971 y 1975, en millones

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.

España Italia Yugoslavia Rumania Bulgaria Grecia Portugal Túnez

Llegadas

Llegadas 1 000 hab.

19,1 11,6 3,3 2,0 1,4 1,0 0,8 0,6

543 209 157 92 161 114 96 100

9. 10. 11. 12. 13. 14. 15.

Marruecos Turquía Malta Israel Líbano Kenya Egipto

Llegadas

Llegadas 1000 hab.

0,5 0,3 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1

30 8 628 62 47 . 9 3

a. Procedente sólo de las siguientes zonas: países escandinavos, Reino Unido, República Federal de Alemania, Francia, Benelux, Europa del Este (Rumania y Bulgaria), U R S S . Respecto a algunos países, faltan estadísticas sobre llegadas de Europa del Este y de la U R S S , pero las cifras son probablemente insignificantes. Fuente. World travel statistics, 1975; Economic review of world tourism, 1976.

Grecia y Portugal vienen a continuación. Todos ellos cuentan con industrias turísticas m u y desarrolladas y consideran la inversión en turismo una contribución de primer orden al crecimiento económico. Albania ha optado por una política diferente y recibe bastante pocos turistas. Sigue en importancia el grupo constituido por los restantes países mediterráneos. Los países del África negra forman un grupo aparte. N o hemos querido incluir la totalidad del Oriente Medio. E n esta zona el turismo es diferente del ordinario entre centro y periferia. L a suma de turismo intra-regional es de aproximadamente el 75 por ciento, en contraste con el 20 por ciento que se da en África y el 25 por ciento de Asia meridional'. Presumimos que la tradicional peregrinación (Hajj) a la M e c a , la unidad cultural de los pueblos islámicos, la relativa riqueza de los países productores de petróleo y el nivel de tensión política, todo tiende a favorecer los viajes intrarregionales m á s que los interregionales. Es evidente que la proporción del turismo con origen en Europa baja rápidamente según aumenta la distancia, y, en cierta medida, baja también con el nivel C U A D R O 5. Llegadas a África de turistas procedentes de Europa", media de los años 1971 y 1975 (en miles)

Kenya Senegal Costa de Marfil

120 56 44

Zaire Ghana Mauricio

a. Véase cuadro 4, nota a. Fuente. World travel statistics, 1975; Economic review of world tourism, 1976.

26 12 10

El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia

79

C U A D R O 6. Distribución de la llegada de turistas a países europeos determinados, media de 1971 y 1975

Grupo I: España e Italia Grupo II: Resto de Europa meridional Grupo III: Mediterráneo oriental y meridional Grupo IV: Grupo IV: África (estimación por lo alto)

Millones

%

30,7

74 20 5 1

8,5 2,0 0,5

Fuentes. Véanse cuadros 1 y 2. En este cuadro se dan llegadas totales de los países escandinavos, Reino Unido, República Federal de Alemania, Francia, Benelux, Europa Oriental y U R S S . de desarrollo e c o n ó m i c o del país d e destino. Esto significa q u e los países e n desarrollo (en sentido estricto) sólo se llevan u n a p e q u e ñ a parte del m e r c a d o d e turismo, y q u e compiten c o n los países turísticos bien establecidos d e E u r o p a meridional (cuadro 6). E n el cuadro 7 d a m o s el desglose p o r países correspondiente al turismo C U A D R O 7. Desglose por países del turismo europeo con rumbo hacia el Sur. Media de 1971 y 1975. Llegadas en miles Falses escandinavos Portugal España Italia Yugoslavia Grecia Bulgaria Rumania Malta Chipre Turquía Líbano Israel Egipto Túnez Argelia Marruecos Senegal Costa de Marfil Ghana Zaire Kenya Mauricio

Rep. Fed. Reino Unido

71

371

1 233,5 . 722,5 141,5

3 340,5 1239

164 12 35 >

14 3,5 2,5

309 283,5

301 191,5

214

167 47,5

67 48

55,5

67 8,5

Fuente. Véase cuadro 1.

157 3 525 , 4 829,5 1524,5

36,5

27 5,5

0,5 1 8,5

Alemania

46

47,5

1 33 1

de

16,5

12,5

5,5 141 30,5

33 19 147 11

98,5

82,5

3,5 2 7,5 3,5 54 2

10 3,5 2,5 1,5 38,5

1

Francia

Benelux

Europa Oriental URSS

Total

167

77

843

8 954,5 3 300 390,5

2 048 1490 397,5

19 101,5 11581 3 288 1 016,5 1 394,5 2 024,5 202,5 58,5

182 58 38 5 1,5 85 48 67 18,5 227,5

99 234,5 35,5 35,5

0,5 5,5 9,5 6,5

86 35 40,5

525 1052 1660,5

4 0,5 17,5

83

4 27,5

202,5 37,5

65 9

97 562 128,5

499

50,5

3,5 2,5 0,5 14 9 0,5

396 130

2

55,5 43,5 11,5 25,5 119,5

10

Tord Hûivik y Turid Heiberg

80

C U A D R O 8. Turismo del Reino Unido, República Federal de Alemania y Francia hacia territorios de su antigua dependencia, media de 1971 y 1975 Con destino a

República

Total llegadas (miles)

Malta Chipre Líbano • • Argelia Túnez Marruecos Senegal ' Ghana1 • ; Costa de Marfil : Mauricio" K e n y a . r .,

203 59 130 '129 562 499 56 12' .!•

' '44

10 .120

Reino Unido

Francia %

%

Federal , de Alemania •'..-•

%

Suma '. %

.-. '82 , "" . ,' , 2 , 6 9Ó\ ': 3 81 9 93 •37- • • 37 • ! ,,23 ' '- • • ' 97 77 '•'•'• 93 12 40 26 78 20 . , 47 . 17 84 •" 6 "' 64 18 , 88 65 ; 4' '-'•• .'•''22'"' : 91 • : 5 -.'.• 82'. '•'. "! 6 93 20 65 10 ; 95 . 45 85 .. 8 , ;, . 32 . •••

r

. • • •

.





g

.,.•':

; : , .

a. Mauricio fue colonia francesa con anterioridad a 1810 y estuvo bajo administración inglesa hasta 1968.

Fuente. Economic review of world tourism, 1971 y 1975.

que se dirige desde Europa continental y septentrional al área.del Mediterráneo y a África. Sólo se incluyen unos pocos países africanos; por lo que respecta a los demás, las estadísticas son deficientes y la cantidad de turismo europeo m u y reducida. Algunos aspectos saltan a la vista inmediatamente. El turismo procedente de los países socialistas se dirige principalmente hacia Bulgaria, Rumania y Yugoslavia, con un total de m á s de 3 millones de llegadas anuales. Tocante a Bulgaria y Rumania, esta corriente turística supone alrededor de unos 3/4 de su turismo europeo. Respecto a Yugoslavia, responde de 1/6. Estas corrientes son importantes toda vez que las políticas turísticas perseguidas por los países socialistas tienen de suyo características interesantes. Cuando consideramos el turismo procedente de las ex-potencias coloniales, el Reino Unido y Francia, hallamos una neta concentración en sus antiguas dependencias (cuadro 8). Se incluye también la República Federal de Alemania para que sirva de término de comparación. Estos tres países tienen cifras de población parecidas (50-60 millones).

Clases de viajes L a s sociedades s o n entidades sociales duraderas. S u supervivencia e n el curso del t i e m p o d e p e n d e d e su c a p a c i d a d d e auto-reproducción, y ello e n u n triple sentido.

El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia

81;

Biológicamente, la población tiene que reproducirse. Culturalmente, las normas y valores que sustentan la identidad de esa sociedad particular deben ser transmitidos de generación en generación. Y económicamente, la sociedad debe producir los bienes y servicios necesarios para la supervivencia biológica y cultural, de una forma que garantice la producción también en el futuro.,. C o m o fenómeno social que es, el viaje está estrechamente relacionado con la reproducción económica. Distingamos entre los dos principales aspectos del ciclo de la reproducción: producción y consumo. E n nuestra vida personal, estos dos factores aparecen c o m o trabajo y ocio. El viaje al servicio de la producción se encuentra en todas las sociedades modernas. Esto tiene tres causas principales: la separación entre residencia y lugar de trabajo, la amplitud geográfica del comercio y la complejidad organizativa de los negocios en el m u n d o moderno. Los obreros viajan para ir a su trabajo, los comerciantes para ponerse en contacto con sus clientes y los ejecutivos tienen que reunirse con otros ejecutivos para planificar, coordinar y negociar. A l viaje en relación con el comercio y las reuniones lo llamamos, viaje de negocios, y al viaje para ir a trabajar, viaje de trabajo. L a amplitud y la forma del viaje productivo está estrechamente relacionado con el proceso de producción mismo. L a cantidad de viajes, concernientes a la producción aumenta según lo hace ésta. Las nuevas telecomunicaciones (telégrafo, teléfono, circulación de datos, transmisores de facsímiles) podrán acaso contrarrestar este aumento, pero hasta la fecha n o han hecho descender, la curva de la actividad viajera. L a comunicación cara a cara, y el trabajo cara al producto, son todavía demasiado importantes. Las soñadas consolas de comunicación multimodal en todos los hogares pertenecen al futuro. El viaje c o m o consumo es una actividad importante en todos los países industrializados. Para poner u n ejemplo, los noruegos adultos pasaron en promedio 17 días en viajes de vacaciones durante el año 19744. Esto significa que el 5 por ciento del tiempo, personal total se dedica al viaje por placer. Otros países altamente industrializados muestran situaciones análogas. U n a segunda distinción importante se refiere a la duración: los viajes largos difieren de los cortos. Las diferencias m á s netas se dan entre los viajes que duran menos de un día y los que duran más. Pasar la noche fuera de casa es significativo tanto económica c o m o culturalmente. Desde el punto de vista económico, hay que procurarse una segunda morada, lo que aumenta considerablemente el costo del viaje. Desde el punto de vista cultural, la noche •—con sus connotaciones, de recogimiento, intimidad y sexualidad— hace de este tipo de viaje una actividad con m u c h a carga de emoción. : Esto es especialmente; así por lo que respecta.al viaje individual. Pero la alteración de las rutinas establecidas crea tensiones y enardecimiento aun cuando viaja junta una familia. Nosotros distinguimos entre! excursionistas, que pasan fuera de casa menos de 24 horas, y turistas, que están fuera de su domicilio 24 horas o más. Sin contar

82

Tord Heivik y Turid Heiberg,

los desplazamientos diarios por • trabajo a larga distancia, nos quedan cuatro categorías principales: viaje i de negocios, viaje de trabajo (desplazamientos por m á s de un día y emigración temporal), excursiones y turismo propiamente dicho. Estas cuatro formas de viajar son sociológica y económicamente distintas. E n nuestro estudio nos interesa de m o d o fundamental el turismo propiamente dicho, o viajes de recreo que duran un mínimo de 24 horas. Pero no siempre es posible excluir otras categorías. L a definición estadística de lo que es un turista incluye a viajeros por negocios, y puede incluir asimismo a viajeros por motivos de trabajo. Desde el punto de vista de las áreas receptoras, poca diferencia hay entre viajes orientados a la producción y los orientados al consumo, ya que se utiliza la m i s m a infraestructura y se demandan idénticos servicios. Desde el punto de vista del consumidor, excursiones y turismo, sirven a los mismosfines:cambio, esparcimiento y estímulo, y sólo difieren por la duración y el costo. L a distinción entre viajar sin salir de un m i s m o país y viajar entre distintos países es en cierto sentido banal e inconsistente. El mero hecho de cruzar una frontera hace que el viaje se registre c o m o internacional. M a s cuando los dos países son social y económicamente similares, tal desplazamiento n o difiere de u n viaje por su país. Los cruces de fronteras sólo son significativos cuando éstas representan diferencias auténticas entre las sociedades. Las estadísticas internacionales sobre turismo n o siempre reflejan esta distinción. Portugal recibe unos 2 millones de visitantes al año, la mitad procedentes de España. Sin embargo, las estadísticas relativas a noches-turista indican que en el tráfico hotelero total corresponde menos del 5 por ciento a turistas españoles. Los países escandinavos recibe alrededor de 16 millones de visitantes al año, pero 13 millones proceden de la República Federal de Alemania, y son en su mayor parte excursionistas que cruzan en breves giras la frontera danesa.

El viaje de ocio E n los países altamente industrializados va en aumento la parte correspondiente al ocio en la distribución del tiempo. L a jornada, la semana y el año laboral se acortan cada vez m á s , y los crecientes recursos económicos se gastan en actividades recreativas. D e cuatro a cinco horas de tiempo libre al día es actualmente característico de las zonas urbanas en Europa 5 . E n Noruega, el 40 por ciento del tiempo libre se emplea en visitas, deportes, espectáculos y diversiones fuera de casa y viajes relacionados con actividades recreativas6. Esto significa que, por término medio, dos de las dieciséis horas activas del día se destinan afinesrecreativos fuera del propio domicilio. Esta proporción es m á s elevada que la del resto de Europa continental, pero probablemente es típica de los países escandinavos. El viaje de ocio se lleva una parte considerable de esas dos horas. N o vamos a entrar en detalles sobre distribución y empleo del tiempo,

El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia

83

pero obsérvese que la proporción, de tiempo gastado en actividades recreativas fuera del hogar es del orden del 5 al 10 por ciento del total de tiempo disponible (sin contar las horas destinadas al sueño). El ocio tiene un doble aspecto. Por un lado es parte del ciclo de reproducción. El ocio es necesario para regenerar las facultades mentales y físicas empleadas en el proceso de producción. El m u c h o trabajo es monótono además de intenso. Utiliza una g a m a reducida de facultades humanas, pero exige grandes esfuerzos de las que se ponen a contribución. Cuanto m á s monótono e intenso es el trabajo, mayor es la necesidad de variedad, relajación y actividad libre durante las horas de ocio. Y en la medida en que la población disponga de esta variedad, relajación y libertad, podrá soportar m á s condiciones de trabajo intrínsecamente intolerables gracias al tiempo libre de que disfruta. Esta forma de compensación es bien conocida merced a los estudios llevados a cabo sobre sociología industrial7. Pero desde nuestro punto de vista n o es aceptable. Tanto la producción c o m o el consumo son esferas de actividad h u m a n a . Debemos exigir la plena realización de las potencialidades humanas de ambas. Cuando la enterafinalidadde la producción es el lucro, el rendimiento o la productividad material, n o se hace ningún caso de los productores primarios. Desde el momento en que sirven para regenerar las facultades humanas de trabajo, el consumo y el ocio pasan a ser puros factores de producción sin ningún valor intrínseco. El inmoderado acento puesto en la producción al nivel social crea una acentuación en el consumo no menos inmoderada al nivel individual. Los trabajadores que no pueden expresarse a sí mismos mediante el trabajo, ponen todo su interés e ilusión en actividades n o laborales. E n economías con libertad de mercado esta situación se ve reforzada por la acción de los vendedores de bienes de consumo y servicios. ¡Compárese los anuncios de puestos de trabajo con los de bienes y productos de todas clases! Los referentes a vacaciones son por lo general bien simples y llanos. E n tanto que productores se nos trata —hasta cierto punto— c o m o adultos, responsables y racionales. Pero cuando entramos en la esfera de la publicidad de consumo se hacen resaltar otras cualidades: ilusiones, temores y deseos. Tanto la razón c o m o la emoción se necesitan por igual para que la vida sea completa, y su forzada separación confinesexternos no hace sino empobrecer nuestra vida. El viaje trae consigo un triple cambio: de entorno físico, de entorno social y de actividades. Y elfinprimordial del viaje de ocio es el cambio. Buscamos nuevos ambientes y nuevas actividades, poniendo a contribución potencialidades que llevamos dentro y que no pueden hallar expresión en nuestro marco habitual de existencia. N o significa esto que el viaje sea fundamental para el desarrollo h u m a n o . Es verdad que los seres humanos, al igual que otros animales superiores, tienen una básica necesidad de cambio. E n ambientes totalmente homogéneos (privación sensorial), la gente se vuelve loca. Y los ambientes rigurosamente limitados

84

Tord Hûivik y Turid Heiberg

producen personalidades con graves limitaciones, aun cuando se faciliten agua, alimento y abrigo sin restricción alguna. L a variedad y el cambio son necesarios para el medro h u m a n o . Pero puede proporcionarse la dosis precisa sin necesidad de viajar m u c h o . L a radio de transistores es el ejemplo m á s sobresaliente: por un precio al alcance de cualquier lugareño, el minúsculo aparato proporciona durante las 24 horas del día una continua corriente de información y distracción procedente de varios países. Los medios de comunicación modernos llevan viajeros a todos los rincones del m u n d o , pero también traen el m u n d o hasta el último rincón. Entendemos, pues, el viaje de ocio c o m o una actividad sobrexcedente. Está motivado por la necesidad de cambio, que es básica; pero n o es la única manera de satisfacer esta necesidad. Buscar el cambio en el viaje exige m á s recursos (medios de transporte, combustible, alojamiento suplementario) que traer el cambio hasta el marco en que habitualmente se mueve una persona. Pero el deseo de viajar es u n sentimiento innato, y no u n producto de la civilización industrial. ; Si hace 700 años se hubiesen elaborado estadísticas sobre turismo, se habrían hallado corrientes turísticas cifradas en cientos de miles. Pero la distribución en categorías era diferente, desde luego. El viaje.de ocio, según la definición de la U I O O T , comprende los desplazamientos por motivos de recreo, vacaciones, salud, estudio, religión y deporte. E n la alta edad media predominaban los turistas religiosos, en peregrinación a lugares c o m o la M e c a , Santiago de Compostela y Canterbury. También se realizaban viajes a santuarios milagrosos por motivos de salud. Las nuevas instituciones de enseñanza —las universidades— atraían a estudiantes de todo el m u n d o occidental a Bolonia, París y Oxford. Pero los viajes por puros motivos de recreo, vacaciones y deporte eran raros.

£1 turismo de vacaciones: tipología general El consumo que hace el turista puede dividirse en cinco categorías: transporte internacional; alojamiento; alimentación; transporte local; otros gastos locales. D o s de éstas, el alojamiento y la alimentación local, son necesariamente gastos locales. E n los presupuestos de los turistas, ascienden generalmente a un 60-75 por ciento de todos los gastos locales8. ' L a demanda de alojamiento y'alimento local por parte del turista asume muchas formas diferentes. E n un extremo hallamos el viajero adinerado que espera u n lujo estándar idéntico en cada punto de destino. E n el otro encontramos el mochilero pobretón, que duerme en cualquier sitio y subsiste a base de arroz, pasta o tortillas. Para nuestrosfines,puede elaborarse una tipología combinando el costo y el grado de autosuficiencia respecto a la alimentación y el alojamiento locales (véase cuadro 9). Por "costo" entendemos el dispendio monetario del turista por persona y

El turismo entre centro y periferia y la autosuficiencia

35

C U A D R O 9. Tipología general del turismo, con ejemplos '

Grado de autosuficiencia Costo

Alto Medio Bajo

Bajo

Hoteles de lujo Hoteles de turismo • Campamentos de vacaciones

Medio

Alto

Safaris Habitaciones de alquiler Fondas y posadas

Caravanas Tiendas Auto-stop

por día. Evidentemente, la composición social del turismo varía con el nivel de costo. Cuanto m á s elevado es este nivel, mayor es el porcentaje de turistas ricos. El grado de autosuficiencia es m á s complicado. Consideramos que la autosuficiencia es baja cuando alimentación y alojamiento son provistos por otros. L a autosuficiencia es mediana cuando el turista depende del hospedamiento local, pero se prepara sus comidas. Esto quiere decir que el turista, c o m o la población local (urbana), se procura su alimento en tiendas y mercados, en vez de acudir a restaruantes o cantinas. (También es posible la combinación de alojamiento autosuficiente y alimentación a mesa servida, pero n o es habitual.) L a autosuficiencia es alta cuando el turista, además, provee a su propio alojamiento, bien llevándolo consigo (campings, tiendas) o prescindiendo de él en absoluto. Los efectos económicos y sociales del turismo guardan relación con muchos factores, pero el grado de autosuficiencia es sin duda u n factor importante.' El turista autosuficiente vivirá por lo general m á s cerca de la población local y compartirá en mayor medida su vida cotidiana. Pero los beneficios económicos para el país de recepción suelen ser menores cuando la autosuficiencia individual es alta. Esto es así aun cuando el nivel de costo sea constante, ya que el turista autosuficiente invierte en equipo adquirido en su país de origen, en vez de contar con los productos locales. Volveremos sobre este punto m á s adelante.

Turismo y desarrollo E n los planes de desarrollo de países de la periferia, la inversión en turismo puede considerarse con arreglo a los mismos patrones que cualquier otra inversión: ¿cuáles son los costos? ¿cuáles los beneficios? ¿qué ventajas presentan éstos en contraste con otras posibilidades de inversión alternativas? Pero no basta considerar el impacto económico inmediato del turismo. L a generación de renta y empleo no es, por sí sola, una garantía de desarrollo. H e m o s de considerar también si los efectos alcanzan a la población en sutotalidad o se quedan dentro de un sector favorecido. , , Por otra parte, el turismo tiene una repercusión social además de sus consecuencias económicas. C o m p a r a d o con las inversiones agrarias e industriales, ésta

Tord Heivik y Turid Heiberg

86

es en realidad la característica que lo distingue. N o s enfrentamos por tanto con dos problemas que rebasan los estudios económicos tradicionales sobre turismo: a) ¿cuáles son los efectos últimos del consumo turístico sobre el desarrollo? b) cuáles son los efectos inmediatos y últimos de los contactos sociales establecidos por el turismo? Por ahora sólo pueden darse respuestas conjeturales. E n varios países periféricos se ha investigado el impacto del turismo sobre la balanza de pagos, el producto nacional y el empleo general'. Respecto a dichos indicadores se dispone de estimaciones cuantitativas. Pero el m o d o en que los efectos se relacionan con los fines últimos del desarrollo es todavía u n dato incierto. Las consecuencias económicas U n fuerte argumento económico a favor de la inversión turística es su importancia c o m o medio de obtención de divisas. N o obstante, una parte de los ingresos debidos a los turistas tiene que gastarse en el extranjero para la provisión de bienes y servicios n o disponibles localmente. Esta fuga debe incluirse en cualquier cálculo realista. U n estudio del Banco Mundial 10 agrupaba a los países turísticos en tres categorías. E n unos pocos países africanos y algunas islas del Caribe y del Pacífico, tenían que gastarse en importaciones del 50 al 55 por ciento de los ingresos. E n la mayor parte de los países en desarrollo, el componente importado oscilaba entre el 20 y el 40 por ciento. E n la mayoría de los países de la periferia industrializados c o m o España y Yugoslavia, había que gastar fuera menos del 15 por ciento. Dicho de otro m o d o , el componente de importaciones decrece a medida que aumenta el nivel de desarrollo. L a cuestión entonces se plantea así: ¿puede una industria turística basada en grandes importaciones anular esta pauta con el tiempo? N o existe una respuesta terminante. Tenemos que volver a los planes de desarrollo general del país. Los ingresos netos en divisas pueden aplicarse para financiar industrias de sustitución de importaciones y centros de formación profesional adecuados a esas industrias, reduciendo a la larga el componente importado. Pero también pueden emplearse para la importación de bienes de consumo para minorías privilegiadas, en armamentos o en gastos personales en el extranjero. E n este respecto, las características inherentes de la industria turística son negativas. El turista típico n o acepta estándares de tecnología intermedia en alimentación, alojamiento, transporte y diversiones, sino que espera esencialmente las mismas comodidades que en su país natal. El "adaptarse a lo que sea" n o forma parte de la imagen que generalmente se tiene de las vacaciones. Cuanto m á s al Sur vayamos, m á s marcadamente diferirán las instalaciones turísticas del entorno local. El turismo internacional n o consiente u n mejoramiento gradual de los servicios, paralelo al desarrollo gradual del país. Es probable por tanto que continúe aún m u c h o tiempo la dependencia de los bienes y la m a n o de obra

El turismo entre centro y periferia y ia autosuficiencia

87.

especializada de importación, a menos que los gobiernos busquen activamente la manera de cambiar la situación. Dentro del país de recepción, el consumo turístico se compone de dos elementos principales, alimentación y alojamiento; y dos de importancia secundaria, el transporte local y los gastos varios. L a composición del consumo reflejará el grado de autosuficiencia del turista. Daremos por supuesto que el turismo estándar, que depende de otros para su alimentación y alojamiento, es el que domina, tal c o m o realmente sucede hoy 11 . Esto quiere decir que los que reciben m á s directamente la renta procedente de los turistas serán, principalmente, entidades del sector de servicios: hoteles, restaurantes, empresas de transportes, etc. Parte de esta renta pasará al Estado a través de la imposiciónfiscal.E n países con propiedad colectiva de los medios de producción, los beneficios de las entidades en explotación se hallarán también bajo el control directo del Estado. L a renta del turismo que pase al Estado servirá a los fines del desarrollo en la medida en que el gasto público en general se oriente hacia el desarrollo. Esta es una cuestión que n o tiene que ver con el turismo c o m o tal, y en adelante n o vamos a ocuparnos de este particular encauzamiento de la renta. Dentro de cada país, el turismo tiende a concentrarse geográficamente. Los turistas internacionales que viajan de Europa hacia el Sur son encaminados en primer lugar, hacia zonas costeras, en busca del mar, sol y playa. E n segundo lugar se congregan en centros urbanos, capaces de proporcionar las comodidades habituales al mismo tiempo que experiencias concentradas de una cultura extranjera. E n tercer lugar están "las vistas": monumentos antiguos c o m o Luxor y maravillas de la naturaleza c o m o Ngorongoro que se encuentran bastante m á s dispersas. Pero la principal concentración tendrá lugar en zonas urbanas y a lo largo del litoral. L a concentración urbana es por lo general desfavorable al desarrollo. L a necesidad de renta y empleo es mayor en zonas rurales, que suelen tener problemas de subempleo masivo. Los efectos regionales del turismo costero son, por el contrario, positivos. E n la mayor parte de los países de la periferia existen grandes zonas costeras subdesarrolladas. Verdad es que muchos centros industriales y comerciales se encuentran en el litoral, pero se trata en estos casos de ciudades que tienen c o m o base unas buenas instalaciones portuarias: Lisboa, Tánger, Alejandría, Atenas, etc. Por razones obvias, los turistas buscan playas fuera de estas zonas. El tráfico marítimo y los desagües de cloacas n o hacen apetecible una ciudad costera para los amantes de la natación y los baños de mar. Y lo que los turistas exigen de un litoral es m u y distinto de las necesidades portuarias. D o n d e las embarcaciones buscan dársenas resguardadas, los turistas buscan playas de arenas finas, rompientes y acantilados. L a mayor parte de los países mediterráneos ven en el turismo un medio de desarrollo regional a lo largo de sus costas, y lo m i s m o cabe decir de los países africanos.

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L a distribución de los ingresos turísticos por sectores económicos es relativamente sencilla. Las empresas del sector de servicios son medianeras entre los turistas y la economía en general. Estas empresas compran productos alimenticios del sector agrícola y bienes de consumo del sector de la industria ligera. L a cantidad, la calidad y la regularidad exigidas en las entregas de víveres a los hoteles y restaurantes modernos excluyen de las ventas directas al agricultor medio. Los contratos de abastecimiento corren a cargo de empresarios con radio de operación m á s amplio, que pueden ser intermediarios entre el comprador y los' pequeños productores o agentes de explotaciones agropecuarias orientadas hacia el mercado. L a generación de empleo se producirá principalmente en el propio sector de servicios. 1 Los efectos de esta forma de distribución sobre el desarrollo sólo pueden juzgarse desde u n punto de vista dado: una estrategia para el desarrollo. Desdé el punto de vista de la satisfacción de las necesidades básicas mediante la autosuficiencia, el turismo arroja un saldo m á s bien1 desalentador. El principal problema es su carácter indirecto: los beneficios económicos afluyen principalmente al sector de servicios urbanos de alta calidad y a sus empleados, en segundo lugar a los agricultores y ganaderos modernos, intermediarios y pequeñas industrias, y sólo en tercer lugar al principal objetivo del desarrollo: los campesinos. EL efecto del "gota-a-gota" no es automático. Las empresas de servicios negocian con sus abastecedores, y los abastecedores con sus empleados y subcontratistas. Si las condiciones en las negociaciones son desiguales, los resultados favorecerán al fuerte antes que al débil. C o n las formas de mercados que encontramos en el sector turístico, es m u y probable que los mayores beneficios económicos sean absorbidos por sociedades mercantiles, fábricas y empresarios antes dé que alcancen a los campesinos, o siquiera a los obreros industriales. E n contraste con lo que antecede, otras inversiones pueden dirigirse al grupo destinatario sin nexos intermediarios. Reformas agrarias, planes de regadíos, garantías en los precios de las cosechas, instalaciones para almacenamiento dé productos del c a m p o o una labor de divulgación agrícola son cosas que por lo m e n o s alcanzan al c a m p o en general, aunque también pueden ser desviadas en favor de élites rurales. E n virtud de un análisis estándar de costos-beneficios, una inversión turística puede m u y bien superar a una inversión agraria. Pero si m e d i m o s el éxito en términos, por ejemplo, de generación de renta entre el 75 por ciento m á s pobre de la población, las conclusiones acaso fueran diferentes. H a y u n a necesidad manifiesta de estudios de evaluación cuantitativa m á s realistas con indicadores de beneficios directamente derivados de las necesidades básicas. Las consecuencias sociales

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El análisis de las consecuencias sociales podría, en principio, seguir los mismos pasos que un análisis del efecto económico. U n a sociedad tiene una estructura

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social además de una estructura económica. A m b a s estructuras poseen instituciones en que la interacción entre turistas y sociedad es particularmente intensa: la inmediación turista-sociedad. E n economía sólo estudiamos el aspecto financiero de la interacción. Este puede medirse en unidades monetarias. C o n un buen modelo de relaciones interestructurales de la economía local, tanto el efecto inmediato (y el grado de inmediación), c o m o los efectos dispersos o difusos pueden perfectamente calcularse. A u n q u e limitados a variables puramente económicas, tales análisis son poderosos instrumentos siempre que tomen en cuenta los efectos sobre la distribución y la estructura, y no sólo sobre las magnitudes macroeconómicas. T o d a transacciónfinancieraentre turistas y nativos tiene además un c o m p o nente social. Pero también se dan contactos sociales sin aspectos económicos. Sería m á s correcto decir, sin duda, que toda interacción es social, pero que algunas de ellas tienen también u n componente financiero. Las instituciones de la que hemos llamado inmediación social son de carácter económico, c o m o hoteles, restaurantes, tiendas, bancos, mercados, etc., y de carácter no económico, c o m o parques, playas, monumentos locales, etc. Los turistas ejercen un efecto inmediato en estos puntos de contigüidad o inmediación, a través de contactos y encuentros personales, pero con efectos indirectos que se difunden por toda la estructura social. C o n un buen modelo de relaciones interestructurales de la sociedad local, podrían calcularse los efectos tanto inmediatos c o m o secundarios. Tales modelos apenas existen y quizá pueda parecer utópico mencionarlos, siquiera c o m o posibilidad. L a interacción social ¿no es, por su propia naturaleza, un fenómeno cualitativo? Y la imitación del enfoque económico —con su dependencia de la medición cuantitativa— ¿no está predestinada a fracasar? Pero está claro que la interacción social tiene dimensiones mensurables. Se ha llevado a cabo una extensa labor respecto a la apreciación cuantitativa de contactos humanos en pequeños grupos y en organizaciones, así c o m o en el estudio de redes sociales". Estos estudios guardan m u y poca relación directa. con el fenómeno turístico, pero algunos de sus métodos podrían aplicarse en este ámbito. Por el m o m e n t o carecemos de la información m á s elemental. N o sabemos con cuantos nativos tiene contactos personales el turista, por término medio, ni cuánto tiempo pasa con ellos. Tanto la frecuencia c o m o el tiempo de los contactos tienen distribuciones estadísticas que afectan a las dos poblaciones: nativos y turistas. Contamos sólo con ideas m u y generales en cuanto a la forma de estas distribuciones y su comportamiento cuando se toman en cuenta variables básicas, c o m o edad, sexo y educación, aunque existe m u c h a información anecdótica. L a situación, por consiguiente, no difiere demasiado de la del economista antes de que se compilaran estadísticas económicas básicas. Podemos hacer algunas conjeturas, podemos ponernos a elaborar conceptos y modelos "vacíos", pero

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n o podemos desarrollar ninguna labor convincente hasta que se establezcan nuevos tipos de compilación de datos. Las posibilidades existen, no obstante. El turismo, en particular, es una forma m u y neta y definida de contacto interpersonal entre sociedades, y se presta m u y bien para una labor de primera línea sobre macromodelos de difusión social. Nuestras propias conjeturas son las siguientes: L a interacción entre turistas estándar y nativos está distribuida por igual entre los turistas, pero concentrada en unos pocos individuos en la población local; cuanto m á s fuerte es esta concentración, la interacción es m á s intensa. Incluso los tipos de interacción débil, c o m o las miradas en la calle al pasar, se dan de forma concentrada, toda vez que los turistas tienden a frecuentar zonas limitadas. Bien pocos encuentros tienen lugar en zonas industriales, suburbanas o de barrios pobres. L a conversación es m á s restringida, tanto por las barreras idiomáticas c o m o por lo limitado dé las oportunidades "naturales", y tiene lugar principalmente en hoteles, restaurantes y establecimientos comerciales. Otro tipo de contacto m á s amplio y permanente, mediante conversaciones directas e informales y relaciones duraderas, lo entabla menos del 1 por ciento de la población local. L a concentración de relaciones crea un grupo local que se especializa en dichos contactos. Puesto que este grupo salva el foso que separa las dos culturas, y se beneficia de su función de puente, sus componentes son empresarios en el sentido antropológico13. Gran parte de la teoría que hoy existe sobre el empresario puede ser útil en el análisis de este papel. Los turistas estándar en una localidad turística suelen permanecer m u y poco tiempo en ella. Esto significa que las relaciones sociales son necesariamente pasajeras, lo que reduce el grado de compromiso y responsabilidad por ambas partes. Los turistas se sienten libres de los controles sociales de su lugar de origen y son m á s impulsivos con relación a la bebida, al sexo y a la conducta personal en general. N o están a tono con las normas sociales locales, y fácilmente dan la impresión de raros y m a l educados. Los nativos se encuentran en una situación m á s compleja. Por una parte existen en el seno de una comunidad activa, frecuentemente con normas estrictas de comportamiento. Pero, por otra parte, faltan los medios normales de asegurar una conducta responsable en los contactos con los turistas. U n visitante de paso que es víctima de algún abuso no puede aplicar sanciones desde el extranjero, ni existen medios eficaces de transmitir ¿1 conocimiento de los usos locales de unos grupos de turistas a otros. E n algunos aspectos, los empresarios locales ocupan una posición sumamente privilegiada. Se hacen expertos en interacción turística, y pueden actuar sobre diferentes grupos nacionales tanto c o m o sobre la corriente ininterrumpida de recien llegados. N o hay necesidad de dividir para dominar,

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puesto que la división es inherente al propio mercado turístico. Los firmes esfuerzos de muchos gobiernos con miras a regular los menores detalles de los servicios turísticos (el m e n ú turístico español, la obligación de tener a la vista las tarifas de precios hoteleros, la creación de una policía especial de turismo) pueden explicarse c o m o medidas de compensación. Pero las reglas legales nunca estructuran las relaciones sociales del m i s m o m o d o que las espontáneas. L a comprensión y la amistad no pueden imponerse por decreto, aunque sí pueden eliminarse algunas causas de fricción. H a y una asimetría básica en la forma de establecer los contactos locales. Los turistas tienen u n interés m á s o menos sincero en entablar conocimiento personal con nativos c o m o parte de su experiencia de vacaciones. El llegar a tener trato con alguien es, desde el punto de vista del turista, u n hecho puramente fortuito; pero estas relaciones de trato personal revisten un significado m u y diferente para los nativos especializados en turismo, para quienes tales contactos constituyen parte importante de su vida, son por tanto sistemáticamente perseguidos y se espera de ellos unos beneficios que exceden con m u c h o los valores del encuentro c o m o tal. T o d o esto da c o m o resultado unas relaciones m u y ambiguas, en las que, por ejemplo, la intimidad y la amistad se mezclan con motivaciones de lucro. El turismo encierra en fuertes proporciones el ansia de realización personal. Y a hemos aludido a la posibilidad que se ofrece al visitante de dar salida a deseos reprimidos. Otro fenómeno observado por los sociólogos es la forma en que se proyectan sobre los turistas los deseos locales de una vida mejor14. Los visitantes representan, por su origen y m o d o de vivir, unos niveles de fortuna y libertad de movimientos que la generación m á s joven de la periferia sueña con alcanzar. D o n d e los jóvenes de la áreas rurales sueñan con la ciudad, los jóvenes de las áreas urbanas sueñan con Occidente. Las representaciones que se forjan del occidente industrial son m u y poco realistas, pero no totalmente falsas. Por visitantes locales y por amigos que han logrado ascender a ese nivel, tienen algunas referencias acerca de los bienes y las oportunidades de que allá se dispone. L o que nopueden apreciar son las barreras estructurales con que los recién llegados tropiezan, por falta de aptitudes profesionales cotizables, relaciones sociales e información sobre el m o d o de remediar estas carencias. Así pues, los turistas se convierten en objeto de admiración, y se pone enorme interés en conseguir contactos duraderos, al menos en forma de tarjetas postales y fotografías de la "tierra soñada". Éstas confieren status local a quienes las reciben, por una parte, y apuntan hacia una vía de escape, por la otra. Tales relaciones no son comerciales, pero siguen siendo considerablemente asimétricas. Podríamos denominarlas relaciones temporales entre padrinos y apadrinados, con la reserva de que los padrinos raras veces comprenden lo que está en juego. Tocante a los efectos en personas situadas allende la línea de inmediación

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o de contigüidad, no es m u c h o lo que puede decirse. Se dan, por supuesto, algunos "efectos de demostración", basados en obsequios y recuerdos obtenidos en contactos directos y embellecidos con gratas historias. ¿Pero tienen estas cosas alguna repercusión seria? C o m o hipótesis de trabajo aduciríamos que los efectos sociales difusos del turismo son pequeños. Los turistas llegan, permanecen poco tiempo y se van, lo cual significa que hay que descartar cualquier tipo de relaciones personales consistentes. Las relaciones turistas-nativos no pueden emplearse c o m o un recurso para el cambio. L o que queda de ellas es una mera pantalla en que proyectar fantasías y sueños. T o d o lo m á s , los turistas actúan c o m o canales de transmisión respecto a ciertos bienes y estilos. Pero es probable que los nativos que salen al extranjero y vuelven con su propia experiencia de los países industrializados sean en esto agentes m á s importantes. Las consecuencias sociales de la emigración laboral son m u c h o mayores que las del turismo.

L a situación del mercado turístico El producto turístico m á s importante es el viaje "todo incluido" estandarizado, que se vende directamente a los consumidores en su país de origen. El contenido y el costo de estas giras a preciofijose establecen mediante negociación entre empresas organizadoras de viajes radicadas en el centro y empresas locales de la periferia. Para decidir el precio de venta último, se añade el costo del viaje internacional, generalmente por vía aérea, y u n margen de beneficio. El mercado es m u y competitivo y las regulaciones por parte de los poderes públicos son débiles y escasas. Los contactos se entablan principalmente entre organizadores independientes: agencias de viaje por una parte; hoteles, restaurantes y transportistas locales por la otra. Los periodos de contratación son breves, y es frecuente la renovación anual de las negociaciones. D a m o s por descontado que las condiciones de la transacción, en tales casos, reflejarán la fuerza negociadora relativa de ambas partes. ... , , r Si entendemos el turismo c o m o una serie de relaciones bilaterales entre países, podemos utilizar la concentración del mercado c o m o un indicador de dependencia. E n el cuadro 10 damos datos sobre concentración relativos a unos cuantos.pares centro-periferia. El primer porcentaje representa la parte que corresponde al país de recepción del turista que sale del país de procedencia. El porcentaje entre paréntesis es la parte que corresponde al país de donde procede el turista que va al país de recepción. El turismo del Reino Unido para España, por ejemplo, constituyó una cuarta parte de todos los viajes turísticos ingleses al extranjero, pero sólo el 11 por ciento del total de llegadas a España. . Presumimos que la importancia de la relación, en igualdad de los demás

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C U A D R O . 1 0 . Concentración del mercado del turismo en 1975, en porcentajes de procedencia, en porcentajes de recepción (entre paréntesis) y en cifra global Pals de procedencia País de acogida

Reino Unido

Francia

España Grecia Marruecos Túnez Kenya

25 (11) 2 (11) 1 (9) 1 (7) 0,5 (14)

41 1 1 1 0,5

Turismo total (103 de viajes)

13 635

22 898

(31) (8) (23) (32) (3)

R e p . Fed. de Alemania

8 1 0,5 0,5 0,5

(14) (14) (8) (14) (10)

55 060

Países escandinavos"

22 4 1 1 0,5

(5) (8) (4) (7) (2)

Turismo (10« de 11

30123 2 840 1245 1014

407

6 321

a. Basado en datos sobre destinos correspondientes a Suécia, Dinamarca y Finlandia y en información procedente de la Organización Noruega de Aviación Civil. Fuente. World travel statistics, 1975.

factores, corresponde a la participación porcentual. L a proporción 25/11 = 2,27 indica que esta relación particular es m á s importante para el Reino Unido que para España. U n a proporcionalidad de 1,00 representaría una importancia igual, y una proporcionalidad por debajo de 1,00, que el país receptor depende m á s de la relación que el emisor. España es un caso excepcional, toda vez que el Reino Unido, Francia y los países escandinavos dependen m á s de España c o m o destino que España de ellos c o m o emisores. Pero los restantes países reflejan la situación m á s c o m ú n en el turismo centro-periferia: la importancia del vínculo es mayor para el receptor que para el emisor. Las proporciones porcentuales van desde 0,5 (países escandinavos-Grecia) a menos de 0,04 (Reino Unido-Kenya) y (República Federal de Alemania-Túnez). El mercado, en otras palabras, está compuesto por grandes compradores frente a una serie de pequeños vendedores. Y esto, repetimos, refleja simplemente la intrínseca distribución del turismo entre centros y periferias. E n el turismo internacional, a los viajes desde centros a periferias les corresponde una parte exigua, un 5 por ciento, del mercado total. E n este mercado marginal, numerosos países menores compiten por los turistas de unas pocas y extensas regiones generadoras de turismo. Esta asimetría se acentúa cuando se toman en cuenta las oportunidades de organización internacional. Los países emisores disponen de fuertes organizaciones que pueden utilizarse para ejercer influencia económica y política, mientras que los países de recepción se encuentran divididos y desavenidos. E n el cuadro 11 indicamos la importancia virtual de varios grupos de países. ; Para obtener una auténtica fuerza compensadora frente a la C E E o la O C D E ,

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C U A D R O 11. Concentración del mercado por grupo de países, en porcentaje de procedencia; en porcentaje de recepción (entre paréntesis) y en cifra global Países

CEE

Balcanes (Yugoslavia, Grecia, Bulgaria, Rumania) 5(35) Europa Meridional (Balcanes, Italia, España, Portugal) 38(51) Norte del África (Marruecos, Túnez, Argelia, Egipto) 1 (48) Región mediterránea (Europa meridional, Norte de África, Turquía, Líbano, Israel) 40(50) Turismo total (103 de llegadas) 114 447 Fuente. Tourism policy and international tourism istics, 1975.

OCDE

4(51) 34(81) 1 (66)

36(78)

Escandinávia

Turismo total (10» de llegadas)

7(3)

15 930

48(4)

84084

2 (4)

3 235

51(3)

91692

198 012 6 321 in OECD member countries, 1976. World travel stat-

los países de recepción tendrían que aliarse sobre una base regional. Pero la mayor parte de estos países se encuentran bajo una doble presión. Tienen muchos intereses comunes, n o ya sólo c o m o destinos turísticos, sino también c o m o productores de comestibles y de materias primas y c o m o abastecedores de m a n o de obra emigrante. Pero políticamente están separados por alianzas militares, por el diferente trato recibido de coaliciones c o m o el Mercado C o m ú n y por conflictos locales. Esto no constituye un argumento contra la colaboración, pero indica las dificultades con que una organización de países receptores dé turistas tendría que enfrentarse. Características inherentes del turismo Para los países emisores, el turismo es un artículo de consumo no esencial. Para los países de las periferias que invierten en turismo, la industria se convierte en una importante fuente de divisas. Esta diferencia en su importancia relativa es inherente al turismo c o m o tal. Al no ser esencial para los emisores, el turismo se ve fácilmente afectado por las crisis económicas. T o d o gobierno puede imponer controles del cambio de m o n e d a que limiten eficazmente el turismo en el extranjero, y ello sin consecuencias políticas de ninguna clase. El gasto turístico es sumamente sensible a los cambios en la renta personal disponible. L a demanda de turismo puede crecer, a la larga, m á s aprisa que la renta efectiva. L a elasticidad respecto al ingreso, por lo que se refiere al turismo, está bastante por encima de 1. U n a elasticidad de 1,0

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significaría que los gastos turísticos son proporcionales al aumento en los ingresos: una duplicación de la renta duplicaría también los gastos turísticos. Pero los gastos en turismo aumentan en realidad m á s aprisa que los ingresos. L a U I O O T ha calculado un coeficiente de elasticidad respecto al ingreso de 1,9, y algunos estudios sobre países aislados han arrojado valores que van desde 1,6 (Reino Unido) a 3,2 (Francia)18. Tenemos, pues, que un aumento en la renta personal efectiva de, pongamos, el 10 por ciento, determinará u n aumento en los gastos turísticos de aproximadamente u n 20 por ciento, bajo las presentes condiciones económicas de Europa Occidental. Pero cualquier tipo de contratiempos o transtornos imprevistos afectan al turismo, y m á s especialmente al de larga distancia, de manera m u y rápida. Dicho de otro m o d o , el turístico es u n mercado voluble, que hace difícil la planificación de gran alcance y arriesgada la inversión a largo plazo. L a industria turística de la periferia tiene escasa influencia sobre los acontecimientos que determinan su rentabilidad de u n año para otro. L a volubilidad del turismo es también geográfica. L a mayor parte del turismo centro-periferia se basa en el transporte aéreo, lo cual significa que es m u y fácil el desplazamiento de la demanda de unos países a otros. Los turistas raras veces tienen fuertes apegos a destinos particulares. Algunos cambian deliberadamente de destinos, pero el quid está m á s en añadir sitios nuevos a su lista que en escoger un lugar determinado por su propio y peculiar interés. T o d o esto implica que cuanto pueda suceder en los países de recepción tiene repercusión inmediata en los flujos turísticos. U n a catástrofe natural, una epidemia o indicios de inestabilidad política —aun cuando n o ofrezcan auténtico peligro para los visitantes— reducen el número de llegadas casi de la noche a la mañana. Los particulares anulan sus reservas, y las agencias de viaje m a n d a n a otra parte sus vuelos "charter". L a industria turística de nuestros días no crea relaciones estables entre países y personas. E n la opción entre mutis y diálogo, se impone el mutis18. U n tercer tipo de variabilidad es la estacional. El turismo se concentra intensamente en las temporadas de vacaciones europeas tradicionales: verano, Navidad y Semana Santa. Satisfacer la demanda m á x i m a significa que hoteles y restaurantes permanezcan subutilizados durante prolongadas épocas del año. E n casos extremos cierran totalmente sus puertas en la temporada baja, c o m o sucede en G a m b i a , que sólo tiene turismo invernal. Sin embargo la variabilidad estacional en la demanda es susceptible de corrección. E n los países emisores de turismo es probable que se implante, de aquí a una o dos décadas, el derecho a dos vacaciones anuales de varias semanas cada una. L aflexibilidaden la programación del tiempo es mayor cada día, y es de esperar una distribución m á s nivelada de la demanda por parte de los países del centro. También existen posibilidades de utilizar las instalaciones turísticas para fines distintos de los del turismo de vacaciones. El tráfico de congresos y conferencias se halla en expansión aún más rápida que el turismo regular, y está m u c h o

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menos sujeto a las temporadas de viaje tradicionales. Podría considerarse también la posibilidad de combinar turismo de vacaciones, conferencias internacionales y cursos para residentes locales utilizando la m i s m a infraestructura básica. Esto supone, n o obstante, una planificación y una gestión creativas. L a utilización m á x i m a de instalaciones permanentes en países periféricos suele exigir la participación de los poderes públicos en el proceso de administración. Desde el punto de vista de las relaciones de país a país, el mercado turístico se caracteriza por participaciones en. el mercado asimétricas, posibilidades de organización también asimétricas y fluctuaciones en la demanda qué afectan a los países de recepción m á s intensamente que a los de emisión de turistas. Parecida asimetría se encuentra al nivel de empresas y organizaciones comprometidas en el turismo. Existe, sobre todo, una diferencia general en poder económico entre las firmas ubicadas en países de emisión de turistas y lás firmas locales que aquellas encuentran en la periferia. Esto es simplemente una faceta m á s dela interacción entre sociedades altamente desarrolladas y las que lo están menos. U n alto grado de desarrollo significa que se dispone de organizaciones fuertes y bien informadas, con personal especializado y competente, para la planificación, la negociación y la ejecución. U n grado inferior de desarrollo significa la existencia de numerosas organizaciones débiles y mal informadas con escasez de m a n o de obra instruida. U n país menos desarrollado puede hacer fuertes inversiones en u n sector determinado, desde luego, y situarlo a los m á s altos niveles internacionales. Pero no puede hacer lo m i s m o en todos los sectores simultáneamente, porque entonces ya no sería un país subdesarrollado. C u a n d o estas asimetrías de organización se combinan con el puro interés del negocio y la ganancia, la asimetría del resultado puede darse casi por descontada. Las empresas turísticas de los países del centro poseen recursos, información y opciones alternativas de que n o disponen sus pariguales de la periferia. Los países de la periferia pueden contrarrestar el poder de los del centro aunando sus intereses locales bajo una sola organización. Ésta es la política elegida por la mayor parte de los países socialistas, y es una de las pocas opciones que se ofrecen a los gobiernos de los países de la periferia en busca de una distribución m á s equitativa de los costos y beneficios del turismo. Cuando firmas locales débiles tienen que habérselas con organizaciones extranjeras fuertes, el resultado de la transacción es siempre injusto. Pero mayor aún es la asimetría cuando lasfirmasextranjeras entran en el propio mercado local, con inversiones directas y contratos de gestión y administración. H a y algunas ventajas indudables en consentir tal penetración: u n inversor extranjero contrae un compromiso durable con la sociedad local, se facilita la afluencia de personal especializado desde el centro a la periferia y el capital extranjero es a veces la única fuente de fondos de inversión disponibles para el proyecto. Pero las desventajas son enormes, y en documentos de la U N C T A D se ha tratado de ellas m u y por extenso".

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E n este aspecto, el turismo no es diferente de otra industria cualquiera. Los inversores extranjeros que han contraído.un compromiso con la sociedad local tienen también u n natural empeño por mantener su inversión a salvo. Se exige "un clima seguro para la inversión", lo cual limita férreamente la g a m a de opciones políticas para el desarrollo. Pasan directivos y técnicos del centro a la periferia, pero se establecenfiltrosentre los niveles superiores del proyecto —atendidos generalmente por expertos extranjeros— y los empleados locales. Los inversores no tienen gran interés en formar profesionalmente a virtuales competidores. El precio del capital extranjero suele ser elevado, merced a los incentivos fiscales, subvenciones y restricciones a largo plazo (contratos de gestión, contratos de abastecimiento, limitaciones del mercado). E n la industria turística, la penetración extranjera ha revestido dos formas principales: la fundación defilialeslocales de cadenas hoteleras internacionales y la provisión de personal especializado en forma de servicios de asesoramiento y de gestión. Conforme a una encuesta realizada en 1973, las cien cadenas hoteleras m á s grandes del m u n d o explotan 8 100 establecimientos con 1 232 383 habitaciones. Las cien sociedades.abarcadas por la encuesta operan en veinticuatro países18. L a provisión de transporte aéreo internacional está también sobre todo en m a n o s de los países de emisión, aunque casi todos los países de recepción tienen sus propias líneas aéreas nacionales. Casi todas las compañías aéreas charter independientes son propiedad de países desarrollados y son explotadas y dirigidas desde los mismos. También acaparan la mayor parte del tráfico charter entre países desarrollados y naciones en desarrollo. Esto sucede aun cuando el país en desarrollo correspondiente posea su propia línea aérea nacional o tenga un contrato de gestión o de asistencia técnica con una línea aérea regular extranjera18. También se da una creciente integración vertical, que puede alcanzar desde la oficina de viajes local de un país del centro hasta el complejo hotel/restaurante en el país de la periferia, sin excluir compañías aéreas "charter" con sus propias flotas de aviones. L a tendencia contraria de integración vertical desde las periferias apenas existe fuera délos países socialistas. Los países de laperiferia orientados hacia el turismo intentan a! m e n u d o atraerse turistas mediante, la publicidad y tienen oficinas permanentes de información sobre viajes. Pero si quieren inducir a los consumidores de naciones del centro a que compren viajes "todo incluido" a su país, sólo pueden recabarlo defirmasextranjeras. Las decisiones relativas a organización se hallan totalmente fuera de su.control. El mercado turístico internacional, tal c o m o hoy día está organizado, se inclina básicamente en provecho de las naciones del centro, sus empresas organizadoras de viajes y sus consumidores. Los países de la periferia venden bienes de consumo y servicios personales, mientras que el centro aporta a la industria local de estos países planificación y gestión en general, transporte aéreo y elementos de dirección y de tecnología avanzada. Los países receptores adoptan con el tiempo unaposición acomodaticia, de adaptación, m á s que una actitud innovadora. Pueden

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proporcionar instalaciones, pero no clientes. Así pues, invertir en turismo internacional estándar es invertir en dependencia. El turismo puede producir renta suficiente para ayudar al país a progresar hacia la independencia económica y la igualdad. Pero sus características inherentes no facilitan este proceso. Sólo una política estatal fuerte puede canalizar los aportes económicos en dirección opuesta: hacia las necesidades básicas y la autosuficiencia local. El turismo no es sino una vía indirecta hacia el desarrollo, y una vía que puede fácilmente verse bloqueada por las propias estructuras creadas para fomentarlo.

Porvenir del turismo centro-periferia Los años posteriores a 1945 han presenciado una enorme expansión del turismo internacional, del cual viene afluyendo a países menos desarrollados una parte mayor cada día. Para el año 1973, las llegadas turísticas internacionales habían alcanzado la cifra de 215 millones, es decir, 8,5 veces la de 1950, que fue de 25,3 millones. Entre 1958-1970, creció en un 10 por ciento anual aproximadamente. E n el periodo 1962-1972, el crecimiento porcentual en el turismo internacional fue m á s rápido en las regiones de África y Asia/Australia. Mientras que las llegadas turísticas internacionales aumentaron en un 164 por ciento durante este periodo, las llegadas a África aumentaron en un 250 y las llegadas a Asia/Australia en u n 350 por ciento20. L a mayor parte de las directrices económicas y sociales apuntan a un crecimiento rápido y continuado. V a m o s a mencionar brevemente los principales factores, pero n o sin hacer constar una vez m á s que el turismo, siendo un bien de consumo no esencial, está m á s expuesto afluctuacionesque los artículos esenciales c o m o alimentos, minerales y energía. El factor riesgo es elevado, tanto para los que invierten en turismo c o m o para los que hacen predicciones con respecto a sus tendencias. D a m o s por supuesto que el aumento (per capita) en la productividad continuará en los países industrializados. H a y varias formas de emplear este nuevo plus de rendimiento. Pueden subirse los salarios, acortarse el año laboral, aumentarse los pagos de transferencia a no productores, incrementarse la ayuda extranjera, etc. Reducción del tiempo de trabajo y mejor paga es la opción que cuenta con mayor probabilidad, pues representa los intereses directos de los propios trabajadores. A m b a s cosas aumentarían la disponibilidad de recursos generadores de turismo: tiempo y dinero. L a distribución del tiempo libre entre actividades alternativas es siempre susceptible de cambio. Pueden emplearse los ocios en el hogar, en trabajos de jardinería suburbana, en hacer arreglos y reparaciones en casa y en pasatiempos (hobbies) domésticos en general. Pueden dedicarse a desplazamientos por el propio país, a viajes por otras naciones del centro y a giras turísticas hacia países de la

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periferia. Pero la actual tendencia favorece al turismo a largo alcance. El turismo es una actividad con uso intensivo del suelo, y en muchos lugares favorecidos de Europa septentrional la intensidad turística está resultando excesiva. L a capacidad de admisión de playas, parques naturales, pueblos, e incluso monumentos y "vistas", es limitada21. Quienes hayan intentado presenciar el Relevo de la Guardia frente al Palacio de Buckingham de Londres en el mes de julio pueden confirmar este extremo. El soldado de la guardia de mayor estatura, con su gorro de piel de medio metro, escapa a la vista en medio de un océano h u m a n o . Pero la propia multitud es ya de por sí un digno espectáculo. A medida que las instalaciones turísticas más próximas van saturándose, se produce un efecto de rebosamiento del turismo que se extiende hacia áreas relativamente intactas, lo cual, en el contexto europeo, quiere decir las costas mediterráneas más lejanas, África y hasta algunos lugares latinoamericanos y asiáticos. Es de esperar, por consiguiente, que la corriente de turismo centro-periferia continúe creciendo m á s aprisa que el turismo internacional en general. También algunos factores sociales—como el alza en los niveles de educación, la mayor duración de los periodos de enseñanza y de jubilación y la creciente facilidad para viajar por los territorios nacionales— hacen aumentar la demanda de turismo. Las personas con mayor instrucción y cultura saben m á s acerca del ancho m u n d o y se sienten menos inseguras en países lejanos. Poseen mejores conocimientos de lenguas extranjeras que la generación precedente y están familiarizadas con medios de transporte que eran revolucionarios hace n o m á s de treinta años. Aunque todavía subsiste el "miedo a volar", está desapareciendo rápidamente. Los adultos jóvenes sin excesivas obligaciones laborales ni lazos familiares constituyen el grupo social m á s aventurero. Tienen un inmenso deseo de viajar, y recientemente han adquirido las posibilidades financieras para hacerlo. Cuanto más se prolongue la duración de la enseñanza, más persistirá esta movilidad. E n la edad media, los vagrantes studiosi eran una exigua minoría de su generación, pero hoy día el 50 por ciento o m á s de los jóvenes prosiguen la enseñanza-cwm-viajes hasta sus veinticuatro o veinticinco años. También los pensionistas están empezando a moverse. Tradicionalmente han constituido un grupo de lo más inmóvil, pero está evidenciándose que el vigor físico y mental y el deseo de nuevas experiencias pueden durar a pesar de los años. C o n la mejora de las posibilidades financieras, es probable un fuerte aumento en el número de turistas de edad avanzada, que suelen prolongar bastante sus estancias. Esta clase de turismo se transforma imperceptiblemente en retiro permanente en el extranjero. Los puntos en que se combinan climas subtropicales con precios económicos son los predilectos. E n el continente americano, los jubilados acuden a Florida, California y, en cierta medida, a México. E n Europa procuran alejarse de las zonas septentrionales para disfrutar de comodidades análogas. Sin embargo, las consecuencias económicas y sociales de este fenómeno no se han investigado m u y a fondo22.

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El factor básico que favorece el turismo centro-periferia del tipo estándar es la honda brecha que existe entre los niveles de renta. El consumo turístico, en los países periféricos se dirige hacia bienes y servicios que pueden proporcionar a bajo precio una fuerza de trabajo local barata23. El turista estándar es un turista gregario, con una renta que se aproxima m u c h o a la renta media de su propia economía nacional. E n tanto continúe la diferencia en los salarios, los consumidores ganarán económicamente desplazando el consumo desde el centro hacia la periferia, al menos respecto a bienes con alto coeficiente de m a n o de obra y servicios personales. D e u n m o d o análogo, los trabajadores de los países de la periferia ganarán aceptando empleo en países del centro. L a regla c o m ú n es: trabajar en el centro, consumir en la periferia. • . El costo del transporte, sin embargo, es u n importante factor interpuesto. E n los viajes aéreos, el billete de avión constituye alrededor del 25 al 40 por ciento del costo total respecto a destinos próximos (Europa meridional, África del Norte) y hasta el 60 por ciento cuando se trata de países m á s distantes (África subsahariana, Asia meridional, Latinoamérica y el Caribe)24. El alza general en el costo de la energía ha tenido ya una fuerte e inmediata repercusión sobre los viajes aéreos y el turismo. Los efectos a largo plazo de las nuevas relaciones de precios son m á s difíciles de establecer. El transtorno en la demanda global parece haber sido pasajero. Puesto que. el transporte aéreo es el m á x i m o componente de consumo energético dentro de los gastos turísticos, podría aducirse que los nuevos precios de la energía aumentarán la diferencia en las tarifas del pasaje entre los destinos próximos y los remotos. Esto significaría que los países de la periferia distantes tendrían en el mercado una posición relativamente m á s débil que arites.: Pero otros factores c o m o las diferencias.salariales relativas y el rebosamiento desde la periferia m á s próxima pueden m u y bien desplazar la demanda global hacia la periferia de la periferia. . ,

Turismo y formas de vida: hacia la autosuficiencia V a m o s a analizar el porvenir social del turismo en términos de una simple dicotomía entre distintas formas de entender y de vivir la vida. Las sociedades altamente industrializadas del planeta, bien con economías de mercado libre o centralmente planificadas, han alcanzado cotas sin precedentes en lo que se refiere a necesidades básicas. Sean cuales fueren sus defectos, han m á s que duplicado la esperanza de vida de sus poblaciones en comparación con todas las sociedades pretéritas. L a duración media de la vida h u m a n a en el m u n d o industrializado es de setenta años o m á s , lo que se acerca al óptimo biológico de setenta y cinco-ochenta años25. . . Esto lo han conseguido mediante un nuevo tipo de organización social orientada hacia la producción, el crecimiento de la producción, la inversión y la

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innovación. Aquellos que han sido modelados por esta sociedad y que se identifican con ella, con su alta valoración del crecimiento económico, se ven impelidos hacia la forma de vida industrial. Apreciamos ésta c o m o una forma de vida basada en distinciones m u y netas entre el trabajo y el ocio. El trabajo es una carga, de suerte que cuanto menos se trabaje tanto mejor. El valor del trabajo estriba en los bienes producidos más que en la propia actividad laboral. Los bienes son valorados además por el precio que alcanzan en el mercado. Ocio es consumo antes que libertad, orientado hacia el creciente raudal de bienes de consumo ofrecidos por el sistema de producción. El objetivo último del sistema es la producción totalmente automatizada, en un m u n d o en el que ya nadie tenga que trabajar y todos empleen su tiempo consumiendo la producción de las. fábricas automáticas. L a forma de vida industrial acepta el trabajo c o m o actividad altamente restringida, en la que sólo unas pocas y selectas potencialidades pueden realizarse (alienación). El ocio se convierte en una esfera compensatoria, donde las necesidades reprimidas pueden hallar expresión. Pero la medida de expresión realmente libre se ve limitada por. los gestores de la producción, quienes —en el sistema de mercado libre— tienen forzosamente que transformar ocio en consumo. Funciona en esto una especie de integración vertical total, en la que el lado de la oferta toma también las riendas del de la demanda. U n a vez satisfechas las necesidades básicas de alimentación, vestido y vivienda, la producción se persigue cada vez más por su propia esencia, por el hecho m i s m o de producir. El turismo y el viaje son medios de satisfacer las necesidades de libertad. Dentro de la forma de vida industrial el turismo es un renglón de consumo m á s importante cada día. El viaje "todo incluido", por vía aérea al extranjero es similar en algunos aspectos al automóvil familiar. A m b o s están basados en innovaciones tecnológicas, los dos son caros y van pasando gradualmente de los privilegiados al consumo de masas, y tanto uno c o m o otro aumentan la movilidad. El efecto del automóvil ha sido m u c h o mayor que el del turismo de masas, pero en ambos casos vemos c ó m o ciertas genuinas necesidades humanas han sido manipuladas por el sistema de producción. L a necesidad de variedad y de expresión tiene que encauzarse hacia renglones de consumo costosos para que pueda interesar a los que toman decisiones de carácter económico. La cultura industrial, que ha hecho de la producción y el consumo sus valores esenciales, es impugnada por numerosas contracorrientes. H a y una rica tradición socialista que trata de superar el proceso de alienación en el sistema de producción. El trabajo sigue siendo un valor básico, y puede conducir a una ideología de producción restringida. Pero también es posible ampliar, el. concepto de trabajo de forma que comprenda elementos de creatividad, espontaneidad y juego. Está también el más amplio abanico de contraculturas orientadas hacíala expresión, con marcos de referencia religiosos, artísticos,filosóficoso psicológicos. Algunas combaten fieramente entre sí; otras existen en espléndido aislamiento, pero todas tienen en c o m ú n el rechazo de la cultura industrial. Muchas de estas

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tradiciones son antiguas. Algunas herejías medievales, el misticismo renacentista y el movimiento romántico en el arte tienen sus equivalentes contemporáneos26. E n los 10 ó 15 años últimos hemos presenciado un sorprendente fenómeno en los países m á s altamente industrializados: una confluencia de contraculturas. El término "cultura de los jóvenes" es una denominación errónea. L a oposición a la cultura industrial es m u c h o m á s extensa. Pero en un periodo en que está oposición cobraba rápido incremento, la leva se produjo principalmente entre la juventud. Los jóvenes constituyen el grupo culturalmente más móvil de una población, y dieron al movimiento de contracultura un sabor generacional. Si mantienen su postura, y nuestra impresión es que la mantendrán bastante tiempo, la composición de la edad se aproximará a la de la población en general. •'••' L a "nueva contracultura" no tiene una c o m ú n escala de valores. Encontramos más bien una diversidad extrema, junto con una tolerancia extraordinaria. "Haced lo que os gusta" es quizá su consigua más representativa. N o ofrece un estilo de vida uniforme, sino libertad para elegir entre posibles estilos, y libertad para crear nuevas formas de vida. Pero la idea esencial del "haced lo que os gusta" puede expresarse c o m o una exigencia de comportamiento auténtico, personalmente significativo, en todas las situaciones de la vida2'. Llamaremos a esto un m o d o de vida integral, para acentuar el contraste con las divisiones y barreras que caracterizan la forma de vida industrial. Para las personas capaces de llevar un m o d o de vida integral, el viaje reviste una nueva significación. Estas personas son, en general, conscientes de sus necesidades básicas, y tratan de satisfacerlas en el trabajo y en el hogar tanto c o m o en el extranjero. Existe una menor demanda de compensación emocional, toda vez que se hace uso cotidiano de u n abanico m á s amplio de facultades. Cuando viajan, estas personas prefieren el turismo autosuficiente, evitando los itinerarios programados de antemano y los grupos sociales artificiales habilitados por los viajes "todo incluido". Los hippies internacionales son los miembros más visibles de la contracultura en el extranjero, pero cualquiera con experiencia de viajes extensivos (a niveles de costo moderados) reconocerá que no pasan de ser una minoría. El término hippie es, además un término difuso y cambiante, pero si lo limitamos a los que expresan su rebelión mediante la indumentaria, los modales y el comportamiento, se encuentran relativamente pocos. L a mayor parte de estos viajeros muestran auténtico interés por la población local, la cultura y la naturaleza. Aspiran a vivir económicamente (y a menudo se ven forzados a ello), y no exigen niveles de comodidad hogareña. Hacen poco uso de las instalaciones turísticas que los segregan de là sociedad que han venido a visitar/Quieren contactos personales auténticos, no necesariamente del género sentimental. Y se salen de los circuitos turísticos establecidos. Visitan suburbios y barrios pobres lo mismo que palacios, y suelen aceptar de buen grado un trabajo de algunos días o semanas con objeto de entrar más a fondo en la realidad social (y para costearse la etapa siguiente). Decididamente estos

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viajeros no gozan del favor de las comisiones de planificación del turismo. Las personas que viven en sociedades altamente industrializadas tienen, al menos en sus años mozos, alguna posibilidad de elección entre diversas formas de vida. Las propias sociedades han de decidir continuamente entre opciones que apuntan en una o en otra dirección. Q u e una forma de vida integral, con su particular ideal del turismo, llegue a imponerse o no, depende esencialmente del proceso político central. N o podemos predecir nuestro futuro desde fuera. Pero c o m o personas políticamente conscientes que propugnan la alternativa integral somos relativamente optimistas. . . . • • • Nuestra razón principal estriba en las características de las necesidades humanas. Al satisfacer, las necesidades materiales m á s básicas, las sociedades industriales han alumbrado inconscientemente necesidades de libertad y expresión. E n las sociedades agrarias y en el periodo industrial primitivo, la necesidad material constituía el fundamento del control social y, cuando se interiorizaba, de la autodisciplina. El que no trabaje que no coma; a lo cual se añadía: el que no se someta no tendrá trabajo. L a introducción de unos niveles mínimos de bienestar social y la relativa abundancia de bienes básicos ha eliminado en gran parte este control. Y es m u y poco probable que las tentativas encaminadas a volver a implantar el control por medio de bienes n o esenciales, moldeando a conveniencia las necesidades o gustos de los consumidores, logren su propósito con todo el m u n d o y en todo momento. L a autosuficiencia c o m o política reza con las decisiones tanto de los individuos c o m o de las sociedades. Para quienes aceptan la autosuficiencia c o m o meta personal, el viaje de ocio se orientará antes que nada hacia su propia comunidad, utilizando los recursos naturales y sociales inmediatamente disponibles. Los objetivos de viaje fuera de la comunidad dependerán más de la elección personal. Y este ideal es igualmente aplicable a países periféricos y centrales. C o m o hemos indicado, dos terceras partes del turismo de la periferia va para el centro, y solamente un tercio pasa a otros países periféricos (cuadro 1). El turista autosuficiente no depende de fuertes inversiones en hoteles, restaurantes y centros de esparcimiento. Se orienta hacia el hospedaje a bajo costo en hoteles baratos, posadas, refugios y casas particulares. Lleva a veces consigo su propio cobijo: un saco de dormir, una tienda o un camper, y frecuentemente usa sus propios medios de transporte. Este turista puede estar principalmente interesado por la naturaleza y el clima, o ver c o m o no menos importantes la cultura y la población, pero es probable que tenga contactos humanos en pie de mayor igualdad que el turista estándar. El contacto limitado reduce tanto la comprensión c o m o las posibilidades de conflicto. El contacto amplio, a nivel personal auténtico, tiene mayor influencia. Esta forma de contacto puede conducir a conflictos, críticas y, en último extremo, acusaciones de intromisión. Esto es inherente a los encuentros a nivel profundo. Pero estimamos más probable se establezca una comprensión mutua con el turista autosuficiente

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que con el que vive a un nivel m u y por encima del de la población en general. Si es que deseamos en serio la comprensión, debe aceptarse la posibilidad de conflicto y de cambio. D e otra manera, la mejor política será el aislamiento. A nivel gubernamental, una política autosuficiente significa dos cosas: primero, limitarse a los recursos locales en la construcción y explotación de una industria turística, y segundo, crear instalaciones adaptadas al turista m á s autosuficiente. Estos objetivos son lógicamente distintos, pero en la práctica resultan ser uno y el mismo. El turista autosuficiente se satisface por lo general con lo que buenamente pueda encontrar a m a n o en cada localidad. Hará uso de la red de transporte local, algunas veces del ferrocarril, pero m á s a m e n u d o de los omnipresentes, baqueteados y atestados autobuses. L a inversión en este tipo de infraestructura beneficia a los nativos y a los turistas por igual. Otro tanto cabe decir tocante a los renglones de alimentación y alojamiento. El viajero que va en busca de una experiencia profunda en países de lá periferia tropieza con muchos obstáculos. Vivir con nativos en sus propios hogares, participar en el trabajo, viajar por todas partes libremente son cosas n o siempre aceptables. Los gobiernos que quieren potenciar el valor económico del turismo prefieren mantener a los turistas dentro de enclaves bien netos y delimitados. N o faltan razones, muchas de ellas buenas, que avalen esta práctica. Pero si contemplamos el turismo en un contexto de desarrollo y comprensión internacional, deben hacerse resaltar las limitaciones del turismo de enclave. El aislamiento de los turistas significa tratarlos c o m o meros compradores, proveyéndoles de la mercancía con el menor contacto social posible. L a relación entre turista y. anfitrión se torna puramente económica: en u n sentido h u m a n o a m b o s se explotan mutuamente. El turismo de enclave canaliza además la renta turística hacia las élites locales. Si los gobiernos transfiriesen esta renta a aquellos sectores que la necesitan, tendría lugar un desarrollo m á s general, pero la probabilidad de que esto ocurra es baja en la mayor parte de los casos. Dichas transferencias son posibles, n o obstante, allí donde las instalaciones turísticas son propiedad del Estado. • C o n respecto a la comprensión internacional, el turismo de enclave tiene poco que ofrecer. L a transmisión es limitada, sumamente selectiva y con harta-frecuencia adaptada al propio gusto del turista. Y c o m o éste desempeña el papel de cliente rico ("que siempre tiene razón") no existe verdadero encuentro intercultural. ¿Qué pueden transmitir los turistas, en tales condiciones, de sus ideas y formas de vivir? L a comprensión genuina, basada en u n contraste bien fundado de gustos y aversiones, sólo puede alcanzarse mediante la integración del turista con la sociedad local, fomentado las formas de turismo y el tipo de turistas capaces de establecer contactos personales significativos. Muchas formas así se han ensayado, y muchas pueden sin duda inventarse. H e aquí algunos ejemplos: viajes combinados de trabajo

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y vacaciones, vacaciones con familias nativas, campamentos con participación local y extranjera, cursos de idiomas y de cultura, inter-Rail y otras formas de viaje ilimitado, así c o m o todo el espectro de posibilidades de canje e intercambio: de empleados entre organizaciones, de apartamentos y de niños entre familias, de habitaciones vacías o sitio donde dormir enredes organizadas de relaciones sociales. Pero en lo que hay que insistir es en que estas formas son contribuciones positivas a la comprensión entre los pueblos. Crean amistades y confianza duradera, y en cierta medida también exigen confianza y buena voluntad. [Traducido del inglés] Notas 1

11 World travel statistics, 1975, p. 1. Erik Cohen, Arab boys and tourist girls in a Puede verse una exposición general de esta materia mixed Jewish Arab community, International en el trabajo de Heivik, Tord y Nils Petter journal of comparative sociology, , n.° 2, Gleditsch, "Best interaction models", en: 1971. Quality and quantity (de próxima publicación).1 5 George Young, Tourism. Blessing or blight?, 3 Economic review of world tourism,1976, p. 17-18. Penguin books, Harmondsworth, 1973. 4 16 N O S , Holiday survey, 1974, p. 44. ' Albert O . Hirschman, Exit, voice and loyalty. 5 Alexander Szalai (ed.), The use of time, Mouton, Response to decline infirms,organizations, 1972, citado en N O S : The day's 24 hours. An and States, Cambridge, Mass., Harvard analysis of time use en 1971-72, p. 83. Univ. Press, 1970.. 0 17 The time budget survey 1971-72, vol. 1, p. 103. O N U , Multinational corporations in world devel' T o m B u m s , Industrial man. Penguin Books, Haropment, Nueva York, 1973. (ST/ESA/190.); mondsworth, 1970. (Penguin modern sociO N U , The impact of multinational corporology readings.) ations on development and an international 8 Banco Mundial, Tourism. Sector working paper, relations, Nueva York, 1974. (ST/ESA/6.) 18 1972, p. 8. Economic review of world tourism, 1976. 9 9 Para más datos, véase O N U , Elements of tourism ? Economic review of world tourism, 1976. 20 policy in developing countries, Nueva York, Economic review of world tourism,197'4. 21 1973. (TD/B/C.3/89/Rev.l.) y U I O O T : The Allan J. Patmore, Land and Leisure, Middlesex, impact of international tourism oh the econEng., Penguin, 1970. 22 omic development of the developing countries, K . Moore, Modernization in a Canary island Ginebra, 1975. (PRO/ECOSOC/1758 (LIV).) village, an indicator of social change in Spain, 10 Banco Mundial, Tourism. Sector working paper, Journal of the steward anthropological society, 1972. n.° 2, p. 19-34, 1970. 11 23 Los datos sobre llegadas correspondientes a Según el Year book of labour statistics, 1975, Kenya y a Túnez indican, por ejemplo, que en 1974 un obrero de la industria de la i ' 3/4 de todos los turistas llegan por aire, por alimentación ganaba cuatro veces más al mes lo que no pueden traer mucha impedimenta. en Noruega (542 dólares de los Estados Fuente: Economic review of world tourism, Unidos) que en Yugoslavia (133 dólares). 24 •' 1 9 7 6 . ' . • ' • • • : ; Banco Mundial, Tourism, sector working paper, 12 Robert Freed Bales, Personality and interpersonal .1972. behaviour, Nueva York, 1970; Paul Hare, 2 5 Alfred Sauvy, General theory of population, LonEdgard F . Borgatta y Robert Bales, Small dres, Weidenfeld and Nicolson, 1969, p. 303groups. Studies in social interaction, Nueva 320. 26 York, 1965; Hayword Raji Alker y Bruce Alvin Toffler, Future shock. Nueva York, RanM . Russett, World politics in the general d o m , 1970. 27 assembly, N e w Haven, 1965. John Rowan, Ordinary ecstasy, Londres, Rout13 Fredrik Barth, The role of the entrepreneur in social - ledge and Kegan Paul, 1976. change in Northern Norway, Bergen, 1963. 2

Ocio y turismo en Europa

Miro A . Mihovilovic Evolución e impacto del tiempo libre1 Los progresos de la moderna sociedad industrial en muchos campos han realzado considerablemente la cantidad y la calidad del tiempo libre. Entre los factores que han contribuido a ello cabe citar la mayor duración de la vida y una jubilación m á s temprana, las nuevas características de la vida familiar y social, una mayor abundancia en bienes materiales, nuevos estilos de vida y de trabajo, la homogeneización de los estilos de vida urbanos y rurales, la reducción de la semana laboral, una urbanización progresiva, la educación y la cultura de masas y la eliminación del analfabetismo y la ignorancia, todo lo cual ha nivelado considerablemente el nivel cultural de las diferentes capas sociales. A u n q u e el tiempo libre viene determinado por las estructuras sociales y económicas, así c o m o por la productividad de las horas de trabajo, hoy en día no consiste simplemente en las horas libres que hay cada día o en la antítesis del trabajo, sino que es u n periodo de tiempo que debe servir para que el individuo pueda recuperarse del trabajo realizado. E n efecto, la humanización del trabajo entraña una interacción entre el ocio y el trabajo. El concepto de tiempo libre es hoy m á s amplio y m á s rico, tanto en su contenido c o m o en sufinalidad.Antes, solía tener una importancia secundaria en la organización de la jornada, pero se está convirtiendo gradualmente en uno de los elementos fundamentales de la compleja personalidad del hombre actual. Por esta razón, la utilización del tiempo libre está adquiriendo un carácter diferente del tradicional. Está pasando de ser una simple recuperación de energía, o un placer puramente personal, a un proceso de formación y creación de unas personalidades armoniosas en una sociedad bien equilibrada. El ocio se ha convertido en el

Miro A . Mihovilovic es profesor y.consejero de investigación en el Instituto de la planificación urbana de Croacia, centro para el turismo, el recreo y el ocio, Marinkoviceva 4.41000 Zagreb ( Yugoslavia). Ha publicado numerosas obras sobre el ocio, los presupuestos-tiempo, el deporte, el turismo, la familia y la planificación regional, en serbo-croata, francés, rumano, inglés, italiano, alemán, checo y español. Es miembro de numerosas asociaciones profesionales.

Rev. int. de cieñe, soc, vol. X X X I I (1980), n.° 1

Ocio y turismo en Europa

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medio gracias al cual el hombre y la sociedad moderna adquieren y amplían su educación y su cultura. L a distribución entre el trabajo y el ocio en las diferentes fases históricas dependía de diversos factores. Así por ejemplo, en el antiguo Egipto, los trabajadores tenían 53 días de descanso al año, y en Atenas de 50 a 60. E n R o m a , se consideraba que una tercera parte del año no era propicia para el trabajo, y estos días recibían el nombre de nefastos. Las organizaciones de trabajadores y los sindicatos han conseguido en cien años de lucha reducir el número de horas de trabajo, en los países industriales, de unas 84 a unas 42, o menos, por semana. E n 1840, se trabajaba 72 horas,, y solamente quedaban 12 para el ocio. E n 1890, las cifras eran 60 y 24, y en 1962 eran 48 y 36. H o y en día, la inmensa mayoría de los habitantes del m u n d o industrializado trabajan 42 horas semanales y tienen otras 42 de tiempo libre. Esta tendencia se pone, de manifiesto en la figura 1, relativa a los Estados Unidos de América. E n todo el m u n d o industrial, los trabajadores disponen de unos 52 domingos, 52 sábados y un cierto número defiestasnacionales y religiosas durante el año. Si sumamos a esto las vacaciones, que oscilan entre 14 y 30 días, obtendremos un total de 130 a 150 días no laborables al año. E n 1936, el 14 por ciento, m á s o menos, de las vacaciones estaban remuneradas c o m o jornada de trabajo normal, y el 86 por ciento no. E n cambio, Año


¡< .Tiempo de esparcimiento >


Mecesidades flsiológ cas alimentación, sueñe , higiene, etc.)

1970 1960 1950

-

1940 1930 1920 1910 1900 1890 1880 1870 1860 1850

..

.

1840

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

110. 120

130

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150

160 168

• •• Horas semanales F i e 1. S e m a n a s d e trabajo en los últimos 120 años (según M . K a p l a n , Leisure in

America).

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Miro A. Mihovilovic

en 1954 esas proporciones eran de un 96 y un 4 por ciento, respectivamente. A partir de 1967, se abonan todas las jornadas no laborables. Se estima que la automatización reducirá aún más el tiempo de trabajo, hasta 32 horas semanales. Esto quiere decir que habrá tres días de asueto por semana, unas vacaciones más largas, un mayor número de años dedicados a la educación y una jubilación m á s temprana 2 . Quienes trabajan en el sector de las innovaciones atómicas y electrónicas afirman que la revolución industrial no fue nada en comparación con las revoluciones que cabe prever para el futuro. Semejante evolución;en el m u n d o del trabajo dará nuevas dimensiones al tiempo libre, especialmente en los planos económico y social. Se estima, engeneral, que estamos a punto de entrar en una nueva era de ocio. Debido a la revolución industrial y a los inventos modernos, actualmente se consigue el 98,5 por ciento de-la energía de trabajo con medios mecánicos, y tan sólo un 1 por ciento procede directamente de fuentes humanas y otro 1 por ciento de los animales. Hace cien años, la situación era precisamente la inversa. '•'•' Según un estudio estadounidense, el trabajador industrial pasa veinte años de su vida trabajando, veinte durmiendo y dieciséis distrayéndose. . L a mejora general de las condiciones de vida ha repercutido m u y sensiblemente en la prolongación de su duración. D e 1851. a 1921, la proporción de la población mundial que tenía más de sesenta y cinco años de edad era de un 10 por ciento, más o menos; en cambio, en 1951 era de un 18 por ciento y en 1971 de un 28 por ciento. Hace cincuenta años, había una diferencia m u y pequeña entre la vida laboral y la vida total del individuo. E n 1950, la vida media del jubilado se multiplicó por dos en comparación con 1900, pasando de 2,6 a 5,7 años. A u n q u e el ocio c o m o producto de la sociedad industrializada es un elemento integrante de la vida y una afirmación social, conserva todavía un carácter consumista, ya que, en términos económicos, los gastos de esparcimiento se basan en los medios disponibles. L a comercialización del ocio ha aumentado su costo. Así por ejemplo, en los Estados Unidos de América los gastos relativos a las actividades recreativas han aumentado en los treinta años últimos hasta una cifra de 41 000 millones de dólares, lo cual corresponde, m á s o menos, al presupuesto de defensa nacional del país, o bien a un dólar de cada seis de ingresos personales. Por consiguiente, podemos llegar a la conclusión de que lo que determina esencialmente las actividades de tiempo libre son los recursosfinancieros,especialmente en la sociedad industrial. L a presión de un ocio consumista y comercializado en la sociedad actual surte el efecto positivo de nivelar las oportunidades de esparcimiento de las diversas capas sociales. Por otra parte, existe también el peligro de unas actividades de tiempo libre colectivo dirigidas, que pasen a ser una traba determinada socialmente y que perviertan, por consiguiente, la verdadera esencia de este concepto.

Ocio y turismo en Europa

: 1,09

Los nuevos m o d o s de utilizar el tiempo libre están reestructurando la vida . del individuo y el entorno social. H o y en día, los individuos pueden escoger entre m á s de 10 000 actividades para su tiempo libre. E n la figura 2 puede verse la evolución a este respecto. Diversos factores influyen en la índole y la modalidad del uso del tiempo libre, y cabe agruparlos con arreglo a las siguientes categorías: Factores educativos y psicosociológicos. U n nivel de conciencia y unas necesidades subdesarrolladas con respecto a u n m o d o m á s rico y diverso de utilizar el tiempo libre; la inexistencia de ciertos hábitos; u n a mentalidad conservadora sobre lo que se puede hacer en las horas subsiguientes a la jornada laboral; u n a visión simplista del descanso y el asueto; la inexistencia de actividades culturales durante el tiempo libre. . : \ ••. Factores financieros o económicos. Nivel general de vida; difusión y nivel de desarrollo de las instituciones, instalaciones y espacios para las actividades de carácter social, cultural o recreativo, el deporte, y el turismo; poder adquisitivo de los usuarios y consumidores potenciales de actividades de esparcimiento. .

\ Actividades tradicionales

Nuevas actividades

Actividades persistentes

1005

1935

1945

1955

1965

1975

1985

Año

F I G . 2. Actividades de esparcimiento tradicionales y nuevas. (Fuente. A . M . Mihoviloviò, Methodologische Ansätze internationaler Freizeitforschung, Dusseldorf, Edition Freizeit, 1975.) (Dokumentation eines Expertengesprächs.)

Miro A . Mihovilovic

no

A pesar de la importante contribución de la industrialización, el ocio sigue estando divido de u n m o d o poco equitativo entre los miembros de la sociedad. A u n q u e ha dejado de ser el monopolio de los privilegiados, es hoy là propiedad de los trabajadores especializados y semiespecializados de la sociedad industrial. El ocio plantea también nuevos problemas. Resultan evidentes dos criterios al respecto: según uno de ellos, se intenta resolver los problemas mediante el entusiasmo y la actividad (agotamiento), mientras que con arreglo al segundo se procura obtener resultados por medio de la apatía y la pasividad (dolce farniente).

Importancia del turismo A diferencia de otras actividades económicas, por ejemplo, de las industriales, que son m á s o menos localizadas y homogéneas, el turismo consiste en una serie de diversos elementos bien coordinados y depende de ellos. A d e m á s de esos factores, influyen también en él otras varias circunstancias más o menos fortuitas, tales c o m o las crisis monetarias, el desempleo, los conflictos internacionales, una economía perturbada, un orden público incierto, el sistema político del país huésped, etc. Entre 1950 y 1973, el movimiento turístico internacional experimentó una importante evolución y pasó de 25 millones a 215 millones de turistas en un cierto número de países. El número de turistas en Yugoslavia, por ejemplo, aumentó de 23 800 000 en 1973 a 29 229 000 en 1978. D e 1965 a 1975, el número de individuos que cruzaron la frontera pasó de 1,3 millón a 13,8 millones, y en 1978 fueron 21,4 millones. Hasta 1973, el turismo internacional estaba concentrado en Europa Occidental, siendo España e Italia los principales países a este respecto. M á s tarde se incorporaron gradualmente al mercado turístico nuevos países, lo cual confirmó la posición de Europa c o m o región turística dominante del m u n d o en función del número de turistas (véase el cuadro 1). L a crisis económica (crisis monetaria, energética y de combustible) que afligió a los países desarrollados provocó una reducción del turismo en 1974, pero en 1975 hubo u n nuevo aumento del turismo. La inflación repercutió en el C U A D R O 1. Porcentaje del turismo internacional de las distintas regiones (1950-1973)3 1950 África Américas Europa Cercano oriente Asia

1970

2,0

1,2 19,0 75,0

29,4 66,6

0,8 • 1,2



1,8 3,0

1972

1,5 18,2 75,3

2,0 3,0

1973

1,3 20,8 73,0

1,8 3,1

1974

1,4 22,0 71,3

1,9 3,4

1975

1,6 22,1 71,1

1,4 3,8

Ocio y turismo en Europa

111

C U A D R O 2. Movimientos turísticos a partir de determinados países industriales y en cada uno de ellos

en la población

Turistas internacionales

Dinamarca Noruega Suécia Reino U n i d o Bélgica Países Bajos República Federal de Alemania Francia Suiza Austria Italia España Yugoslavia Canadá Estados Unidos de América

Miles de personas

Por cada mil habitantes

10 927

299

1 626 307 8 000 247 ... . .. , ,460 2 500- ". 535 10 362 365 3 100' 310

560 1018 700 4150 10058 17188

107

;

563 ' 164

.

Total

.66,0 78,0 77,0 60,0 34,3 54,0 39,0 41,0 57,0 40,0 19,5 12,0 12,0 ... 36,0

Turismo nacional solamente

40,0 67,0 52,0 50,0 15,5 38,0 20,0 35,0 •\ 2 8 , 0 26,0 18,7

... 10,0 .' . . 33,0 •

sector, turístico durante los años subsiguientes, y cabe prever que la segunda crisis de la energía de 197? surta también efecto.. C o m o ilustración del movimiento, internacional de turistas, W a h a b llevó a cabo un estudio (On tourism management, Londres, 1975) basado en datos estadísticos de la O C D E relativos a 1969, la Economie review of world tourism de la I U O T O , de 1974, n.°* 35 y 45, y un trabajo del Banco Mundial titulado Tourism sector working paper (junio de 1972). Pueden verse los datos correspondientes en el cuadro 2. El cuadro 2 indica que los Estados Unidos de América, Dinamarca, el Canadá, la República Federal de Alemania y el Reino Unido son los principales países de origen de los turistas internacionales, lo cual se puede explicar por el alto nivel de vida y el poder adquisitivo de sus ciudadanos. E n cuanto a la población total que se dedica al turismo, los principales países son Noruega, Suécia, Dinamarca, el Reino Unido, Suiza, los Países Bajos, Francia y Austria. El gran porcentaje correspondiente al número total de turistas, asociado al volumen del turismo nacional, está estrechamente relacionado no sólo con el alto nivel de vida sino también con el adelanto cultural en su relación con el. ocio.

112

Miro A. Míhoviloviâ

Investigaciones sobre el turismo E n sus investigaciones, análisis y examen del turismo actual, los científicos han estudiado principalmente las implicacionesfinancieraspara los países huéspedes. Estas investigaciones se basan en el número registrado de personas que cruzan la frontera, la duración de las vacaciones, expresada en forma de noches de estancia, y el cálculo de los ingresos del turismo para la economía del país huésped. Se han hecho muchas menos investigaciones sobre el impacto del turismo en un sentido sociológico (en el individuo, en el entorno social inmediato y en la sociedad en general). , Entre los múltiples métodos de investigación utilizados quisiéramos destacar los que ha aplicado Sir George Young. Al.analizar los datos estadísticos, sobre el turismo desde el punto de vista.sociológico, aplica el concepto de "punto de saturación" que demuestra que, por encima de un determinado "punto de saturación" el desarrollo ulterior del turismo no está justificado o no es beneficioso, ni económica ni social ni espacialmente. Así por ejemplo, en el cuadro de la I U O T O (Tourism statistical yearbook), que complementó con datos de la Comisión de Turismo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos ( O C D E ) , G . Y o u n g indica los puntos de saturación correspondientes a ciertos lugares con respecto al número de noches de estancia por cada mil habitantes (por ejemplo, Bermudas, 3 249; Londres, 855; Filipinas, 2; Yugoslavia, 105) y la densidad de turistas en función del número de noches de estancia por milla cuadrada al año (Bermudas, 30 478,48; Londres, 37 838,09; Filipinas, 2,70; Yugoslavia, 88,03). G . Y o u n g analiza también el punto de saturación en relación con el número de hoteles por cada mil habitantes y los metros cuadrados de playa y de tierra, así c o m o en conexión con los monumentos culturales, las instituciones, la población económicamente activa, el turismo y la planificación local y regional, etc.4. E n gran parte, las investigaciones sobre el turismo apuntan a obtener y a analizar datos, documentación y análisis de las situaciones existentes, así c o m o las diversas necesidades al respecto. A su vez, estas investigaciones resultan m u y útiles confinesde programación y planificación. E n ciertos sectores—por ejemplo, el de planificación regional, la construcción de hoteles o de centros turísticos plenamente equipados, la economía turística, la racionalización y la especialización de los diversos servicios y de la m a n o de obra, la publicidad, los viajes por carretera o por vía aérea, la oferta y la demanda turísticas y otros muchos—, se han realizado : investigaciones m u y útiles. •' ' U n cierto número de organizaciones desempeñan un papel importante en el plano internacional. Entre ellas cabe citar la Organización Mundial del Turismo, que tiene su sede en Madrid, la Comisión de Turismo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico ( O C D E ) , de París, el Comité Europeo de Turismo, la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes ( H O - R E - C A ) , la Federación Mundial de Agencias de Viaje y muchas, más o menos especializadas.

Ocio y turismo en Europa

113

Tipología de los turistas La tipología de los turistas es u n punto esencial para la organización, la planificación, y la práctica de una cierta política del turismo. Por lo que al turismo se refiere, existen dos categorías principales de tipología: las teóricas y las empíricas. Las teóricas clasifican a los turistas con arreglo a unos criterios basados en sus características sociales, demográficas, económicas o políticas, tales c o m o la edad, el sexo, el origen social, el nivel de instrucción, la profesión, los ingresos, el estado civil, el nivel de alojamiento, la nacionalidad o los orígenes sociopolíticos. Al analizar estas características m á s o menos comparables, se formulan unas tipologías teóricas. Las tipologías empíricas basan su clasificación en las categorías y características psicológicas y sociológicas de los turistas, especialmente las necesidades, los móviles y las finalidades del viaje, el comportamiento, la interacción, las actividades y la dinámica. C o n ello se obtienen los siguientes tipos: personas inquisitivas, deportistas, solteros, extrovertidos, trotamundos, excursionistas, conductores, tipos universales^ etc. Entre las tipologías basadas en estudios empíricos, destacan las de M . Bassand y E . Cohen 5 . Esos autores basan sus clasificaciones en los conocimientos, la experiencia y los datos obtenidos con respecto al turismo internacional. K . Przeclawski ha basado su tipología en las necesidades, los deseos, los afanes y los conocimientos de diversas categorías de turistas'. ... El proyecto T O U R U n grupo de científicos de Austria', Francia, Checoslovaquia, Polonia y Suécia especializados en los problemas del turismo sugirieron en 1972 que el Centro Europeo de Coordinación de Investigaciones y de Documentación sobre Ciencias Sociales de Viena se hiciera cargo y coordinara un proyecto de investigaciones sobre el turismo en Europa. Esta idea fue aceptada y revistió la forma de un proyecto comparado multinacional sobre "los problemas económicos y sociológicos del turismo en Europa" (proyecto T O U R ) , con la participación de la República Federal de Alemania; Bulgaria, Checoslovaquia, España, Finlandia, Francia, Hungría, Italia, los Países Bajos, Polonia, Suécia y Yugoslavia. ,: El proyecto T O U R consistía en tres elementos de investigación: investigaciones teóricas; turistas nacionales; turistas extranjeros. Inicialmente, estaba previsto que el proyecto se llevara a cabo de 1972 a 1976, pero fue prolongado hasta 1978, y los resultados definitivos serán publicados en el verano de 1980. El autor, que fue u n o de los seis coordinadores del proyecto, puede exponer algunos de los métodos y de los resultados obtenidos; Se dividió el estudio en una serie.de subfinalidades7: a) descripción de las principales características de los recursos turísticos de cada^país y cartografía de

114

Miro A. Mihovilovic

las principales corrientes turísticas actuales en Europa; b) lugar e importancia del turismo entre otras posibles necesidades de consumo; c) estructura yflujosde viaje al extranjero en un periodo de tiempo dado; d) planes de viaje al extranjero en los próximos años; é) principales móviles de estos viajes al extranjero y principales expresiones de tal deseo;/) imágenes (positivas y negativas) de los diferentes países europeos; g) grado en el cual los diferentes países colman las esperanzas de los visitantes; A) decisión definitiva relativa a la visita a un país dado; i) preferencias con respecto a las diferentes formas de turismo. Marco general del análisis de los datos L a concepción general de la estructura del proyecto T O U R puede verse en la figura 3. ; ; • . El contexto general estriba en el elemento cronológico, en el nivel de las instalaciones y servicios técnicos, la sociedad industrial y la producción macroturística, y los datos básicos se obtienen mediante una investigación teórica. D e los datos estadísticos fundamentales y de las propias investigaciones se desprende u n perfil, así c o m o u n a estructuración sociopolítica y cultural de los turistas y del turismo. . Las actitudes de los turistas, talcomo vienen determinadas por importantes variables sociológicas, proporcionan una escala de satisfacción-insatisfacción, que representa las influencias sobre la dinámica del turismo. Los datos sobre la producción turística proporcionan la base para medir y evaluar el potencial y la d e m a n d a locales y regionales y, por: consiguiente, permiten determinar el producto turístico. L a estructura del producto se deriva de los datos obtenidos mediante las investigaciones prácticas relativas a los turistas extranjeros, y las investigaciones teóricas. L a estructura del producto abarca los medios de alojamiento y otras instalaciones, las características de las regiones, los países, las condiciones, los medios de transporte y la organización, etc. Para analizar el sistema turístico fue necesario correlacionar y conectar la oferta y la d e m a n d a , las esperanzas y las experiencias; y también determinar si los turistas se sintieron satisfechos, así c o m o su país de origen y el éxito económico y socioeconómico del turismo. .' E n el contexto general, el enfoque metodológico y la síntesis del proyectó T O U R , los investigadores partieron del supuesto de que todos los elementos y factores del sistema turístico están indisociablemente relacionados, independientemente de sus características propias. - ;. Algunos resultados, relativos en particular a Yugoslavia Los principales móviles que incitaron a visitar Yugoslavia fueron los siguientes; descanso (83,5 por ciento), tránsito (4¿3), razones profesionales (3,4), razones culturales (2,7), visitas a amigos y parientes (2,1) y varios (0,5). Según el estudio

115

Ocio y turismo en Europa

Condiciones cronológicas Nivel técnico Sociedad industrial Macroproducción turística

Investigaciones teóricas -

STQ

NSQ

„ . . 1C. Sociodemográficos

sexo,edad,tamañode la familia, estado civil i '

_ . , . ingresos, situación profesional. Socioeconómicos • • - • - t ¡ e m p o ) ¡ b r e d ¡ s p o n ¡ b l e ,

SocioculturálesLibertad de elección

nivel de instrucción, tipo de localidad reglamentaciones administrativas, . reglamentación de divisas

Actitudes de los turistas

Móviles

tipo de vacaciones que les Interesa • tipo de producto tipo de.contexto

Orientaciones —

espaciales (dónde) •• sociales (con quién) mentales.

Imágenes

(asociaciones afectivas)



Socialización -

individual "asociaciones y clubs

Esperanzas

Interés por el producto ' interés por la gente

-

Producción turística

Intensidad

nacional, personal, ' ..... regional, potencial según los grupos sociales

Utilización del producto

— (consumo)

Evaluación del producto Investigaciones teóricas —

Alojamiento y otros servicios

Reglonallzación

Estructura del producto

Confección del producto

Características del país y sus condiciones

Transporte

STQ

Organización

F I G . 3. Proyecto T O U R : Marco teórico general para el análisis de los datos.

116

Miro A. Mihovilovic

del proyecto T O U R los turistas extranjeros que visitaron Yugoslavia en 1975 dieron las siguientes razones de su visita: belleza natural (66,30 por ciento), conocer a la gente (12,31), precio razonable de los servicios turísticos (7,3), tesoros culturales e históricos (5,88), otros motivos (7,11) y gastronomía (1,26). L a inmensa mayoría —un 96 por ciento— fueron a Yugoslavia por razones de descanso, recreo, recuperación y esparcimiento. E n todos los demás países del proyecto T O U R la motivación principal fue el descanso. También se citaron los siguientes motivos: en Checoslovaquia el deporte, en la República Federal de Alemania razones profesionales, la visita de amigos y parientes en Hungría y Polonia, razones culturales en Italia, razones profesionales en España y de tránsito en Yugoslavia. A partir de los datos del proyecto T O U R sobre la publicidad y los factores que incitaron a los turistas a visitar Yugoslavia se desprende que en esa decisión influyeron las visitas previas en un 43,11 por ciento de casos, las recomendaciones de familiares y amigos en u n 28,52 por ciento, las agencias de viaje y los clubs en un 10,94, los periódicos, artículos, libros y películas, en u n 5,95, los carteles y folletos en u n 3,92, la radio y la televisión en u n 1,10, las iniciativas de clubs y organizaciones en u n 2,5, y la combinación con intereses profesionales en un 3,4 por ciento. E n el cuadro 3 puede verse la frecuencia de las visitas de Yugoslavia, en los cinco años últimos, de turistas extranjeros. Se analizó la duración de la estancia de los turistas extranjeros en un país dado en relación con la nacionalidad, la duración total de las vacaciones y los ingresos mensuales. E n todos los países del proyecto T O U R , salvo en España, los turistas se quedaron de una a dos semanas. L a mayoría de los turistas que visitaron España permanecieron más de dos. Todos los turistas salvo los franceses se quedaron en Yugoslavia de 15 a 21 días por término medio. L a mayoría de los franceses prolongaron su estancia durante más de tres semanas. Los alemanes, los neerlandeses, los italianos y los checos prolongaron también ligeramente su estancia. L a duración de la estancia C U A D R O 3. Frecuencia de las visitas a Yugoslavia N ú m e r o de visitas en los cinco años últimos

1 2-3. 4^5 M á s de 5 Ninguna visita anterior N o contestaron TOTAL

N ú m e r o de personas interrogadas

370 289 265 96 115 26 1 161

Porcentaje de respuestas

31,9 24,9 22,8 8,3

9,9 2,2 100,0

..:

Ocio y turismo en Europa

117

tiene una correlación positiva con los ingresos mensuales y con el número de días de vacaciones disponibles. Según los datos de 1978 relativos al número de noches de estancia de los turistas extranjeros en cada país, figuran en cabeza de la lista los alemanes (un 41,5 por ciento); a continuación vienen los austríacos (un 13,3), los italianos (un 7,2), etc. Esta estructura según las nacionalidades no ha cambiado desde hace muchos años. El número de turistas extranjeros y el de noches de estancia en Yugoslavia de 1973 a 1978 son los siguientes: número de turistas, de 6149 000 (1973) a 6 384 000 (1978); número de noches de 32 037 000 (1973) a 34 866 000 (1978). El número de turistas nacionales y el número de noches correspondientes aumentaron también en ese m i s m o periodo (1973-1978), pasando de 8 148 000 (1973) a 9090000 (1978) turistas y de 32015000 (1973) a 48 680000 (1978) noches. La costa del Adriático es la principal atracción en Yugoslavia debido a su belleza natural, c o m o lo confirma el hecho de que, en 1978, el 86 por ciento de las noches de estancia de los turistas extranjeros y el 56 por ciento de las de los turistas nacionales correspondieron a lugares de esta costa. E n los países del proyecto T O U R , los tipos de alojamiento preferido fueron los hoteles de categoría turística y los alojamientos privados, seguidos de los hoteles de categoría A , los terrenos de "camping" y los remolques habitables. Si comparamos los ingresos mensuales con las diversas categorías de alojamientos observamos lo siguiente: los turistas que tienen ingresos mensuales bajos o medios prefieren el "camping", que es el m o d o m á s barato de pasar las vacaciones. Los turistas que tienen unos ingresos mensuales medios prefieren los hoteles de categoría turística y los alojamientos privados, mientras que los turistas que tienen altos ingresos mensuales optan por los hoteles de categoría A . E n las variaciones del alojamiento influyen también el número de miembros de la familia y otros factores pertinentes. Del informe sobre el turismo internacional y la política turística de los países miembros de la O C D E se desprende, por cierto, que varios países turísticos a u m e n taron considerablemente el espacio disponible en los terrenos de "camping": de 1967 a 1972: España en un 54 por ciento, Italia en u n 76, Grecia en u n 40, Yugoslavia en un 58, Noruega en un 19 y Bélgica en un 33 por ciento. E n Yugoslavia había 210 instalaciones de "camping", con una superficie de 8,1 millones de metros cuadrados y una capacidad de 220 000 personas. La demanda turística oscila según las estaciones, y está concentrada en ciertos meses, en función del carácter y de los móviles de la demanda: vacaciones, festividades nacionales y religiosas, vacaciones escolares, acontecimientos científicos, culturales y artísticos, congresos, manifestaciones deportivas o de otra índole. Los datos estadísticos confirman claramente que el turismo de masas tiene un carácter netamente estacional y que se centra principalmente en los meses de verano (junio, julio y agosto) y en parte en los de invierno (enero y febrero).

118

Miro. A . Mlhovilovic

E n u n plano ideal, las vacaciones deberían tomarse por lo menos en dos partes, para proporcionar u n beneficio m á x i m o ; al m i s m o tiempo, se podría resolver de este m o d o muchos problemas que surgen en el m o m e n t o culminante de la temporada turística. Por otra parte, en todos los centros turísticos los precios son de un 20 a un 40 por ciento inferiores antes y después de dicho m o m e n t o , lo cual favorece a quienes tienen una capacidad económica inferior. El "turismo social" constituye una categoría nueva, cuya finalidad.consiste en incitar a los trabajadores, gracias a medidas económicas, a participar en actividades recreativas, sociales, culturales y de. esparcimiento durante su tiempo libre. L afinalidaddel "turismo social" es la utilización sana y útil del ocio y.la creación y extensión de la "cultura del esparcimiento". A u n q u e esto se aplica a todas las capas sociales, quienes tienen una menor capacidad económica —por ejemplo, los niños, los estudiantes, los trabajadores y los jubilados— son los m á s directa y especialmente interesados. E n Yugoslavia, m á s del 50 por ciento de las noches de estancia fueron de julio y agosto, y el 58 por ciento correspondió a los turistas extranjeros. Si s u m a m o s las cifras de septiembre, el total supone un 70 por ciento anual. Esto quiere decir que los medios de alojamiento están prácticamente sin utilizar durante 200 días del año. ' . Los medios de transporte utilizados por los turistas extranjeros en 1975 fueron los siguientes: automóviles, 63,87 por ciento; aviones (incluidos los vuelos "charter"), 22,63 por ciento; autocares, 5,74; trenes, 4,26; barcos, 1,88; motos y otros medios de locomoción,. 1,62 por ciento. , • • . < • . . . Para ir a Yugoslavia y para viajar por el país, los turistas utilizan principalmente su automóvil (un 72,1 por ciento). Esta categoría turística se caracteriza por su gran movilidad, disponen de sus propios medios de transporte, pernoctan principalmente en "camping", caravanas y hoteles de categoría turística, que proporcionan los servicios especiales y la comodidad necesarias para quienes viajan en coche. E n segundo lugar vienen los aviones (un 15,2 por ciento), seguidos de los autocares (un 12,5), los trenes (un 5,9) y los barcos (un 4 por ciento). E n la mayoría de los países del proyecto T O U R se observó.que los turistas extranjeros emplean sobre todo sus propios automóviles c o m o medio de locomoción. E n la República Federal de Alemania y Checoslovaquia ocupan el primer lugar los autocares (un 50,8 y un 55,8 por ciento, respectivamente). U n porcentaje relativamente grande de turistas extranjeros viajan por avión en la propia República Federal de Alemania (un 22 por ciento). Los datos del proyecto T O U R indican también las modalidades de viaje de los turistas extranjeros en Yugoslavia en 1975: viajes individuales sin la ayuda de agencias de viaje y sin reserva previa, un 51,19 por ciento; viajes individuales organizados por agencias de viaje, u n 16,94; viajes en grupos organizados por agencias de viaje, u n 16,39; viajes individuales sin la ayuda de agencias de viaje pero con reserva previa, u n 13,98; y viajes organizados por sindicatos o clubs, u n 1,49 por

Ocio y turismo en Europa

119

ciento. Los que prefirieron el sistema privado fueron los italianos, seguidos de los franceses, los alemanes y los austríacos. Los húngaros y los británicos optaron en casi todos los casos por el viaje organizado. Los británicos recurren a m e n u d o a los vuelos "charter", y los húngaros prefieren los autocares. L a mayoría de los turistas de Checoslovaquia y la República Federal de Alemania vinieron en grupos organizados. Otro aspecto estudiado fue el de los compañeros de viaje de los turistas extranjeros. Las respuestas se repartieron de diversas formas. Los turistas que visitaron Checoslovaquia vinieron principalmente solos. Quienes fueron a la República Federal de Alemania, Italia y Polonia vinieron con amigos, y los que recorrieron España, Hungría, Italia y Yugoslavia con su familia. Los datos del proyecto T O U R indican que, en la República Federal de Alemania, España, Hungría y Yugoslavia, la mayoría de los turistas extranjeros pasan sus vacaciones en una o dos localidades. E n Italia y en Polonia suelen recorrer varias ciudades y regiones. E n Checoslovaquia combinan su estancia en u n sitio con excursiones y giras cortas. La construcción de alojamientos para turistas en Yugoslavia está aumentando constantemente. E n 1965 había 93 455 camas, c o m o capacidad básica; en 1977, ascendían a 253 632; la capacidad complementaria era de 279 640 camas en 1965 y de 464 159 en 1977. E n 1965, en las instalaciones de "camping" había 71 364 camas y en 1977 eran ya 969 467. El número de camas de las instalaciones complementarias (para niños y jóvenes, para trabajadores, balnearios, "chalets" de montaña y casas privadas) fue de 279 600 en 1965 y de 464 700 en 1977. E n 1965 había 71 364 camas, y 250 670 en 1977, en los 313 instalaciones de "camping" existentes. Su capacidad aumenta, por consiguiente, y llega a ser igual a la de los hoteles. C o m o porcentaje del total de los alojamientos equivale a un 24,5 por ciento. E n 1975, los turistas pasaron en esas instalaciones 9,5 millones de noches, correspondiendo 6,8 millones de ellas a los turistas extranjeros (un 71,5 por ciento del total). Los tres planes quinquenales de desarrollo económico y social, de 1955 a 1970, especificaban que el turismo debería tratarse c o m o una actividad de especial importancia para el desarrollo del país en general. Se ha estimado que el turismo nacional y extranjero en Yugoslavia aumentará en un 7 por ciento al año, al paso que la entrada de divisas crecerá en un 9 por ciento. Según estas estimaciones, para 1980 se prevén 44 millones de noches de estancia de turistas extranjeros y una entrada de divisas de 1 200 millones de dólares (a los precios de 1975). E n ese m i s m o año, se calcula que los turistas nacionales pasarán 54 millones de noches. Para que estas estimaciones cuajen en la realidad, se ha previsto la construcción de 80 000 camas en los hoteles y 125 000 en las instalaciones complementarias. Teniendo en cuenta la importancia del turismo en el Adriático, con la ayuda

Miro A . Mihovilovic

120

C U A D R O 4. Características evaluadas de los puntos de destino de los turistas" Esperanzas Características

Buena

Media

Experiencia

Clima Características físicas Estado de las carreteras y de las ' ' señales de tráfico Calidad del alojamiento : Reglamentos administrativos , Precios Servicio Hospitalidad de los habitantes Alimentación y gastronomía

9 44 18

967 662

1

Media

Mala

226

. 94

.'::

48 19

8 24 ,

374 "..'

49

'

463

159 ' -44 • 188 .42 ; " ...37. , . 3 2 3 129 ,85. : 191 . 116 27 336

; 57, 453 • 100 . . ,520 43 . 303

33. 78 21

Buena

Mala C

512 605

83 "47 49 .

'640..;

63 -••

43

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• .'•

¡259 •. 124.

59 267 187 144 468 45 ; 275 :.:. 97

, r

a. N = 1161. .

de las Naciones Unidas, Yugoslavia'ha terminado, unos estudios m u y completos sobre el desarrollo de la costa adriática, dedicando especial atención al turismo. Los proyectos relativos al sur y al norte del Adriático abarcan el litoral que va desde la frontera con Albania hasta la frontera con Austria; Se han preparado estudios regionales, siete planes generales de zonas turísticas.importantes, 23 planes detallados de nuevas aglomeraciones turísticas y 3 planes relativos a las principales funciones sociales y de tráfico. Experiencias e impresiones El proyecto T O U R definió nueve características básicas para cada uno de los países a los que corresponde el grueso del turismo. Se pidió a los turistas que las clasificaran. Las preguntas se referían a dos m o m e n t o s en el tiempo: lo que esperaban ver los turistas antes de llegar a un país dado, y lo que en realidad habían vivido durante su estancia en él. Estas preguntas forman parte de los principales temas de investigación del proyecto T O U R y constituyen los indicadores óptimos de satisfacción o insatisfacción relativas. E n el cuadro 4 pueden verse las características evaluadas de los países de destino con arreglo a nueve categorías principales. Las características a las que corresponden las máximas esperanzas son las siguientes: clima, características físicas, belleza natural, alimentación y gastronomía, hospitalidad de. los habitantes, reglamentos administrativos, servicios, estado de las carreteras y de las señales de tráfico, calidad del alojamiento y precios. Las experiencias que n o agradaron a los turistas extranjeros fueron las siguientes; por orden decreciente: precios, estado de las carreteras y de las señales de tráfico, servicios, calidad del alojamiento, alimentación y gastronomía, clima, reglamentos administrativos, características físicas, belleza natural y hospitalidad de los habitantes. .

121

Ocio y turismo en Europa

>

Impresión general

1. 2. 3. 4. 5.

M u y positiva Positiva Neutral Negativa M u y negativa

o

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C U A D R O 5. Impresión general de los países de destino

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- Vivienda, hogar - Alimentación • Actividades de esparcimiento y tiempo libre — Bienes de consumo duraderos (electrodomésticos, mobiliario, automóviles, etc.) Ropa

Fie. 1. Objetivos esenciales de la vida diaria. (Según la Encuesta sobre la manera de vivir dé los japoneses, publicada por la Secretaria del Gabinete del primer ministró.)

El turismo en el Japón

139

segunda guerra mundial imperó la idea de que el tiempo libre de que se dispusiese debería dedicarse al trabajo. Es decir, que los japoneses apenas tenían conciencia del concepto de "ocio", de tiempo libre, y apenas entendían que las actividades humanas pudieran rebasar el ámbito del trabajo. Pero después de la segunda guerra mundial todo este m u n d o conceptual cambió. Dándose paulatina cuenta de que el ser h u m a n o debe emprender actividades recreativas, tanto físicas c o m o mentales, y debe buscar la realización de su propia personalidad, la población japonesa fue despertando al concepto del ocio, del tiempo libre para solaz y edificación del cuerpo y del espíritu. V e a m o s cuál es la situación actual al respecto. E n una Encuesta sobre la manera de vivir de los japoneses, realizada en 1978, las respuestas a la pregunta "¿A qué aspectos de su vida desearía usted dedicar mayores recursos en el futuro?" revelan que, si bien la vivienda y el menaje del hogar continúan ocupando el lugar preferente en el interés de las familias niponas, c o m o lo han ocupado desde 1973, el interés por el tiempo libre se coloca en segundo puesto, con el 22 por ciento de las respuestas. E n 1973 el tiempo libre, las actividades recreativas, gozaba ya de mayores preferencias que la alimentación; pero en 1974, con la crisis del petróleo, la situación se invirtió. Sin embargo, en 1976 se inicia el movimiento de recuperación y en 1978 el interés por las actividades de esparcimiento ocupa de nuevo el segundo lugar (figura 1). Según los estudios realizados por el Centro Nacional de Estudios sobre la Vida Social acerca del "disfrute de la vida" (cuadro 1), la radio y la televisión gozan de preferencia cuando se trata de unas horas de ocio al día, mientras que si el tiempo disponible es mayor se prefiere ya un viaje por el interior del país, pernoctando fuera de casa por lo menos una vez. L a ambición m á x i m a , naturalmente, sería un viaje al extranjero. Éstas son, pues, las actitudes actuales y la posible tendencia futura de la demanda. Los resultados de cierta Encuesta sobre los gastos consagrados al disfrute del tiempo libre apuntan en la misma dirección. Tras los gastos destinados a comer fuera de casa y los realizados confinesculturales y educativos, los gastos relacionados con los viajes figuran en tercer lugar y, además, su tasa de aumento es bastante mayor que la de los gastos de consumo en general. Esto constituye otra prueba de que en el Japón está cambiando m u c h o el aprecio que se hace del tiempo libre, de qué ese tiempo ocupa hoy un lugar importante en la vida de los japoneses, de que éstos se han convencido de la importancia que las actividades recreativas tienen en el desarrollo de la personalidad h u m a n a . Sin embargo, los habitantes de este país disponen todavía de menos cantidad de ocio, de menos horas de tiempo libre, que los residentes en Europa o en América del Norte. L afigura2, donde se refleja la medida en que se ha implantado la semana de cinco días en el Japón, revela la diferencia que todavía existe a dicho respecto entre esta nación y las de occidente. E n cuanto a otros periodos de ocio m á s largos, es de observar que en el Japón sigue faltando una idea clara del concepto de "vacaciones", lo cual está retrasando la aceptación plena yfinalde la idea de turismo.

140

Tamao Tokuhisa

C U A D R O 1: Situación actual y aspiraciones para el futuro respecto al empleo del tiempo libre3, respuestas a u n muestreo de 1 0 5 2 personas Situación actual Actividad

;,

Tiempo' libre diario , ,

Radio y ver la televisión 87,7 (1) Leer la prensa 76,5 (2) Charlar con la familia : 49,6 (3) Leer libros 49,2 (4). Relacionarse con los amigos, conocidos, vecinos 35,1 (5) Relacionarse con los parientes 26,7 (6) Descansar durante el día; dormir la siesta 24,2 O) Escuchar discos o cintas magnetofónicas • : • • 2 3 , 5 (8) C o m e r fuera de casa, ir de compras 22,1 (9) Ayudar a los niños en las tareas escolares 21,2 (10) Realizar trabajos manuales, de jardinería, . coleccionar sellos, etc. 19,3 Ir al cine o a espectáculos deportivos 16,8 Pasear ó hacer un ejercicio físico ligero 15,7 Juegos c o m o el "mah-jong" y los electrónicos; . carreras de caballos 13,1 Practicar deportes 13,0 Actividades artísticas 12,3 Excursiones pedestres n o superiores a un día ' :- 10,8 Trabajo de oficina . •i 10,7 Viajar, pasando una o m á s noches fuera de, casa 10,6 Jugar al "go" (damas japonesas) o al "shogi" (ajedrez japonés) 9,8 Visitas a los museos, galerías de arte, parques zoológicos, jardines botánicos, etc. 9,4 "Hágalo V d . mismo", repostería, etc. 8,7 \ Aprender la ceremonia del té, la ornamentación floral, el arte culinario, la costura japonesa, etc. 8,5 Cuidar los animales de compañía 7,7 Salir de paseo en coche 6,9 Estudiar para ampliar conocimientos 6,8 Relacionarse con el otro sexo 6,3 Participación en asociaciones locales, servicio . social voluntario, etc. .5,7 Actividades religiosas y políticas 4,1 ' Frecuentar los saunas, bares; etc. ' 3 , 9 Trabajos particulares 2,4 • Viajes al extranjero , 0 , 6 Otros " ' . .1,4 Ñ o contestan' —' "

Periodos de Situación ¡ ocios m á s largos deseada

19,0 (2) 8,1 .7,4 9,9 (6) 6,1 11,8 (5) 8,0(10) 6,3 12,5 (4) 2,6 5,3 9,6 (7) 4,3 5,2 9,5 (8) 4,2' 17,8 (3) 0,7 43,3 (1)

0,1 0,1 1,0 . 3,3 (10) 1,7 1,2 1,6 2,1 1,4 1,8 3,9 3,9 2,9

(9) (8)

0,9 8,8 (3) 5,2 (7) 5,7 (6) 0,7 24,6 (2)

2,8 :

1.7

6,3 4,0

2,8 .2,9

1,9 , 1,0 8,6 (9) 1,9 1,7

8,2 (5) 1,0 1,8 8,7 (4) 2,4

0,6 1,4 1,0 0,1 2,7 1,5 3,1

1,9 0,8 0,8 0,3 25,7 (1) 0,3 16,9

a. L a s cifras entre paréntesis son ordinales. Las cifras representan el n ú m e r o total de respuestas, n o el de personas que respondieron al cuestionario. Fuente. Estudio sobre el disfrute de la vida, Centro Nacional de Estudios sobre la V i d a Social.

141

El turismo en el Japón

Unidades" porcentaje

7U

1970

B.fr

68.2

BB

32

113

1972

32

1974

183

1976

1977

[___J Un di'a a la semana

Dos veces al mes o en semanas alternas

l l P M Un día y medio a la semana'

Tres veces al mes o todas las semanas

IlliÉlunavezalmos »• "1,5 (un día y media) de causo por semana" quiere decir que en realidad solo se trabaja media jornada durante uso de los seis días laborables.

Otros* b. "Otros" se refiere a aquellos casos en los que el número de dias de descanso semanal varia en función de la estación del a ñ o o de la cantidad de trabajo disponible o pendiente.

F I G . 2. Porcentaje de los diferentes tipos de descanso semanal, según cifras de fines de septiembre de cada año, publicadas en Comprehensive survey of hours worked by wage-earners, por el Ministerio del Trabajo. A la vista de todos estos hechos, no es de extrañar que, dentro de la creciente "conciencia del ocio", que el Japón está conociendo, el turismo, del que desde hace tiempo existe una fuerte demanda potencial, ocupe un lugar cada vez m á s destacado en la escala de preferencias de la población. Según la Encuesta nacional sobre tendencias en materia de viajes, realizada por la Secretaría de la Presidencia del gobierno, el número de viajes por habitante, pernoctando fuera del lugar habitual, ha evolucionado c o m o sigue: 0,36 en 1961; 0,55 en 1967; 0,75 en 1972 y 1,55 en 1978; o sea, que ese número se ha multiplicado por m á s de 4 en diecisiete años. Por otra parte, las encuestas anuales que la Oficina de Estadística de la Presidencia del gobierno realiza acerca de los gastos de las unidades domésticas revelan que los gastos relacionados con los viajes a u m e n taron de 8 662 yenes por familia en 1963 a 57 665 yenes en 1977. E n otra escala de magnitud, en ese mismo año de 1977 los gastos de turismo y esparcimiento con

142

Tamao Tokuhisa

N ú m e r o de viajes efectuados 2J

20 1.9 1.8 1.7 1.6 1.5

Porcentaje de personas que han viajado

50

40 .1964

1966

1968

1970

1972

1974

Grandes ciudades Poblaciones de dimensión media Poblaciones pequeñas Zonas rurales

Fio. 3. Viajes efectuados según la dimensión de la población donde residen los viajeros. (Según la Asociación del turismo del Japón Kankõ no jit tai to shikõ.)

1976

El turismo en el Japón

143

aposentamiento nocturno fuera del hogar representaban ya el 2 por ciento del gasto nacional bruto. Este rápido crecimiento del turismo ha ocasionado algunos cambios en la forma y en el contenido del mismo. (Los viajes al extranjero se tratarán con detalle en páginas posteriores.) Tal vez el cambio m á s evidente sea el del "diagrama de dispersión" de los turistas ateniéndose al origen de éstos. E n efecto, hasta ahora los viajeros nipones procedían sobre todo de las grandes ciudades, mientras que en la actualidad el abanico se ha ampliado m u c h o y lo integran también habitantes de las ciudades medianas y pequeñas e incluso de los medios rurales: de todo el país, en realidad. Desde luego, el número de turistas salidos de un territorio determinado guarda relación con el número de habitantes de esa zona; pero es que actualmente están disminuyendo las diferencias que se observaban en la proporción de turistas salidos de ambientes distintos: de medios rurales y medios urbanos, por ejemplo (fig. 3). D e todas maneras, c o m o esas diferencias guardan también relación con el nivel de actividad económica de cada región, las disparidades n o han desaparecido del todo. El segundo punto que llama la atención es el notable aumento adquirido por el número de mujeres comprendidas entre los veinte y los treinta años de edad que actualmente emprenden viajes de turismo6 (fig. 4). Esto, sin duda, tiene bastante que ver con la mejora experimentada por la situación laboral de la mujer y con la difusión de los viajes en familia. Actualmente, la proporción de mujeres en el número de turistas es del 45 por ciento. U n a de las consecuencias de este aumento ha sido que, así c o m o el pasado los balnearios de aguas termales, los santuarios y los templos absorbían la mayor parte de los flujos turísticos, hoy han ganado m u c h o en el favor del público los lugares de belleza natural y los de interés histórico o cultural. El tercer punto digno de mención, que atañe a la forma y estructura de. los viajes de turismo, consiste en el descenso relativo de los viajes organizados en grandes grupos y el correspondiente aumento de los realizados en pequeños grupos familiares o de amigos. Es una evolución análoga a la ocurrida en Europa y A m é rica, aunque en el Japón haya llegado bastante más tarde (fig. 5). El punto cuarto reside en el cambio que ha experimentado el objeto del viaje. Antes dominaban los viajes de recreo de grupos formados por compañeros de fábrica, de oficina, etc.; pero ahora está en auge el viaje confinesdeportivos, el de puro placer y el de descanso (cuadro 2). A medida que se ha popularizado el turismo se ha ampliado también el abanico de edades de los viajeros y, además, el centro de gravedad se ha desplazado del turismo de "ver" al turismo de "hacer". El punto quinto, resultante de los anteriores, es que, habiendo aumentado el factor activo de la gira turística, en detrimento del factor pasivo o contemplativo, y habiendo aumentado también los viajes en grupo familiar, actualmente los lugares de destino del viaje son más especializados, hasta el punto de que cada región tiende a satisfacer unas necesidades determinadas. Es un paso hacia el concepto occidental de turismo de vacaciones.

144

Tamao Tokuhisa

Número de viajes

Hombres

¡Mujeres

18-19 años • ^ — — 20-29 años _ 30-39 años • ' • .',; : 40-49años •-• — 50 años y más

F I G . 4. Porcentaje de personas que han viajado y número de viajes efectuados, según edad y sexo. (Asociación del turismo del Japón Kankõ no jit tai to shikõ.)

El turismo en el Japón

145

1976

. Viajes en grupo .Viajes en familia , Viajes en grupo pequeño '. Viajes individúales F I G . 5. Fluctuaciones del porcentaje de personas que viajan solas o en diferentes; tipos de grupos". (Asociación del turismo de Japón Kankõ no jittai to shikõ.) •-,-.. a. A partir de 1970, algunosdatos hanfiguradofrente a los epígrafes "Otros" e . "Indeterminados"; N o se han tenido en cuenta para calcular los porcentajes.

Tamao Tokuhisa.

146

C U A D R O 2. C ó m o ha evolucionado lafinalidadde los viajes de turismo (en porcentaje)

Año

G r u p o de descanso

1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976

60,3 63,6 53,9 39,2 41,1 42,5 31,3

Deporte

2,8 4,5 5,5 6,7 4,5 7,5 10,3

Excursiones, viajes de distracción

Visitas a santuarios y templos

Viajes

19,0 14,4 22,4 32,0 34,5 29,4 26,3

4,0 4,6

7,2 5,3 6,5 9,8 4,2 4,0 4,1

2,7

3,0 2,7 3,3 4,3

.

de

estudio

Viajes por razones de salud

5,2 5,6 6,4 7,3 8,4 7,6 15,1

Fuente. Asociación de turismo del Japón Kankõ nojittai to shikõ.

El punto sexto se refiere a los.cambios ocurridos en los medios de transporte que utilizan los turistas. Debido a las características de las comunicaciones regionales, en el Japón más de la mitad de los viajes de turismo se realizan en ferrocarril; pero está creciendo la proporción de los que se efectúan en automóvil o en avión. El punto séptimo consiste en el tipo de alojamiento elegido para pernoctar. Los albergues de estilo japonés gozan todavía del favor del 48 por ciento de los viajeros, pero la frecuencia de su uso está disminuyendo poco a poco en beneficio de los hoteles de estilo occidental, del equivalente nipón de las casas de huéspedes particulares y de los kokumin shukusha o especie de casas de vacaciones. El número de noches pasadas fuera del hogar se mantiene constante en 2,1 c o m o promedio. El punto octavo consiste en la tendencia a concentrar los desplazamientos en determinadas épocas del año: en el verano y el invierno sobre todo. Ello se debe, en parte, al aumento de los viajes en familia, muchos de los cuales se han de reservar inevitablemente para la época de las vacaciones escolares. Por otra parte, la afición por el esquí parece que ha incrementado, también, la inclinación por las vacaciones invernales. El punto noveno se refiere al aumento de los viajes en automóvil, que guarda relación con la tendencia a viajar en pequeños grupos, ya mencionada anteriormente, y con la construcción de la red de autopistas. El punto décimo radica en los viajes educativos realizados por grupos de escolares. Su número se ha reducido un tanto, pero todavía alcanza a unos tres millones de alumnos. L o que sí está cambiando m á s es la forma en que se efectúan esos viajes: si antes predominaban los grupos grandes, que acudían a visitar lugares famosos, hoy el interés se desplaza al grupo pequeño dedicado a estudiar un tema concreto, a practicar u n deporte, que ofrece actividades independientes a cada miembro del grupo o que les brinda la experiencia de una vida en c o m ú n . Por último, el punto undécimo se refiere a los viajes de boda de lujo, que guardan relación con el aumento de las salidas al extranjero.

El turismo en el Japón

147

Ahora, teniendo presentes estos cambios generales ocurridos en el turismo nipón, ha llegado el m o m e n t o de examinar con detalle el turismo japonés hacia el extranjero.

£1 turismo japonés con destino al extranjero Debido a la situación geográfica de su país, salir al extranjero les cuesta a los japoneses m á s tiempo y dinero que a los europeos. D e ahí que durante m u c h o tiempo se considerase relativamente difícil la realización de esa posibilidad; tal vez la demanda existiese en potencia, pero pocas veces se satisfacía en la práctica. Por otra parte, el periodo de confusión que siguió a la segunda guerra mundial, con sus estrecheces económicas, ofrecía m u y escasas posibilidades de salir al extranjero con fines verdaderamente turísticos, y no ya sólo en viajes de negocios. E n efecto, el país carecía de moneda extranjera que gastar en viajes de turismo. Pero a partir de 1955 la disponibilidad de divisas mejoró, y desde 1964 se asignó a los residentes cierta cantidad de m o n e d a extranjera para sus desplazamientos turísticos al exterior. E n 1960 salieron al extranjero 76 214 japoneses, y hasta 1963 ese número no aumentó m u c h o . Pero en 1964, coincidiendo con la Olimpiada de Tokyo, se levantaron algunas de las restricciones que pesaban sobre los viajes al extranjero y el número de viajeros aumentó el 27,7 por ciento. El año siguiente, en 1965, las salidas sumaban 162 910 viajeros, pero sólo 50 743 de ellas (el 31 por ciento) pueden calificarse de viajes de turismo. E n el cuadro 3 se observa el rápido incremento que desde entonces tomó el número de viajeros salidos al extranjero, hasta alcanzar C U A D R O 3. Evolución del número de personas que viajan al extranjero 1966

1968

1970

1972

1974

1976

1978

1 Número total de viajeros 162 910 269 007 492 880 961135 2 288 966 2 466 326 3 151431 2 Número de turistas 50 734 110 461 251760 638 489 1818 253 2 027191 2 633 699 Proporción de(2)a(l) 31,1 41,4 51,5 66,4 79,4 82,2 83,6 Número de pasaportes expedidos 154 247 264 444 483 447 868 565 1558 931 1323 717 1735 998 Divisas autorizadas por turista (dólares de los Estados Unidos) 500 • 1 000 >• 1 500 >• 3 000 >• Fuente. Ministerio de Justicia.

148

Tamao Tokuhisa

3 151 431 en 1977, lo que supone multiplicar por veinte la cifra de 1965. E n ese m i s m o periodo, el aumento anual fue del 28,0 por ciento en promedio, y la proporción de turistas dentro del total de viajeros con destino al extranjero ascendió a la asombrosa cifra del 83,6 por ciento. El análisis de estas variaciones, junto con los factores sociales que han influido en las mismas, inducen a dividir en tres periodos toda esta evolución. El primero abarca de 1965 a 1969; es el periodo de los viajes "todo incluido", simbolizados por las giras que las líneas aéreas japonesas organizaron con el nombré de J A L P A C K . Hasta entonces, los japoneses que viajaban al extranjero eran personas adineradas y bien informadas acerca del "exterior". L a liberalization en materia de divisas extranjeras comenzó en 1964, pero los controles eran bastante estrictos todavía. Entonces, para un público inexperto, no m u y bien informado y que n o podía gastar m á s de 500-700 dólares de los Estados Unidos, los viajes dirigidos, en grupo, constituían una manera eficaz de aliviar las inquietudes e incertidumbres propias de los viajes al extranjero. Las líneas aéreas y las agencias.de viajes organizaron giras "todo incluido", y fue en este periodo cuando se desarrolló la técnica del turismo m u y organizado y la venta de "viajes" o "turismoc o m o si de cualquier otro producto se tratase. L a difusión de los descuentos en las tarifas aéreas para los viajes "en grupo" favoreció los viajes "todo incluido", que incrementaron su participación dentro del total del turismo exterior. D e los 320 000 turistas, aproximadamente, que en 1960 salieron al exterior, se calcula que 250 000 lo hicieron en viajes todo incluido. Comparando esas cifras con la proporción actual (30 por ciento) se comprende la importancia que esta modalidad de viajes tuvo en aquellos años. E n 1969, el total de turistas que salieron al extranjero se había multiplicado por tres en comparación a la cifra de 1965. El crecimiento de esta actividad lo confirma el hecho de que en 1969 m á s de la mitad de los japoneses que viajaron al extranjero lo hicieron confinesturísticos. • El segundo periodo es la era del transporte multitudinario, c o m o corresponde a las aeronaves mastodónticas cuyo prototipo es el J u m b o . A los descuentos por viajes en grupo se añadió la reducción de tarifas e incluso el aumento de valor del yen japonés, pues aunque la revalorización de la m o n e d a nipona hacía subir los precios en.el interior del país, el coste de los viajes al extranjero se mantenía constante o incluso descendía y se abarataba relativamente. Los viajes colectivos, al extranjero se difundieron ampliamente, incluso se emplearon c o m o viajes "de invitación"; y también los viajes de boda comenzaron a realizarse por el extranjero en vez de por el interior del país. Dicho en pocas palabras: había llegado la era del viaje al extranjero para todo el m u n d o . E n este periodo (1970-1973) el número de viajeros japoneses que salían al extranjero superó los dos millones; es decir, que, de un salto, el turismo nipón a otros países ocupó un puesto importante en la industria turística mundial, incluso en meros términos cuantitativos y sin tener en cuenta otras consideraciones. L a proporción de turistas dentro del total de viajeros salidos al extranjero llegó al 79,4 por ciento, o sea, m á s de las tres cuartas partes.

El turismo en el Japón

149

El turismo exterior japonés se encontraba, pues, en pleno florecimiento. Desde luego, muchos de estos turistas salían del país por primera vez y poco o nada sabían de las costumbres de otros pueblos, de m o d o que su comportamiento tal vez haya dejado que desear. Este aspecto, junto con el brusco ascenso de la cantidad de moneda extranjera autorizada a sacar del país (hasta 3 000 dólares), mereció la crítica de algunas naciones. E n este mismo periodo se expidieron a los turistas pasaportes válidos para varios viajes, lo que anteriormente estaba reservado a otras clases de viajeros, y además la duración del pasaporte se prolongó de dos a cinco años. Es decir, que podían considerarse liberalizados los viajes al extranjero. A estas medidas siguió una expansión gigantesca de los viajes en grupo, especialmente a Hawai, G u a m y diversos países del sudeste asiático. E n la República de Corea, en Tailandia y en las Filipinas esta invasión de turistas japoneses suscitó sentimientos hostiles en la población. Desdefinalesde 1973, la crisis del petróleo surtió profundo efecto sobre el turismo japonés orientado al extranjero. D e nuevo se restringió la cantidad de divisas autorizada para esosfinesy, aunque en 1976 volvió a elevarse a 3 000 dólares, el aumento anual del número de personas que salían al extranjero se mantuvo por debajo del 10 por ciento. También varió el "contenido" del viaje turístico. Crecía el número de turistas que se reservaban mayor libertad para elegir los lugares de destino y, c o m o ya eran muchos los viajeros que salían del país por segunda vez, ponían más atención en seleccionar el "producto". El 44 por ciento de los japoneses que salieron del país en 1975 habían estado ya en el extranjero en alguna otra ocasión. E n el periodo de 1973 a 1976 el crecimiento del turismo orientado al extranjero

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03

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S.4

4S

¿02

156

133

13a

9.7

F I G . 6. Porcentaje de los diferentes grupos de edad entre los viajeros que fueron al extranjero en 1978. (Según el Ministerio de Justicia.) ,

Hombres (74,0%) 2 608924

150

Tamao Tokuhlsa

0-19 20-24 Años

25-29

30-34

i 35-39

4044

4549

50-54

! 55-59

! 60-64

1977 1975 1973 1971 -1967

F I G . 7. Evolución del número de personas que han ido al extranjero (en porcentaje de la población) por grupo de edad y sexo. (Según el Ministerio de Justicia.)

I 65-69

1 70 ymás

151

El turismo en el Japón

fue relativamente lento, pero desde 1976 el aumento se ha estabilizado dentro de los límites del 10 al 20 por ciento. O sea, que también el mercado del turismo exterior se encamina a la recuperación y la estabilización. Examinando con algún detalle el aumento experimentado en aquellos años, se observa que en 1974 el incremento respecto del año anterior sufrió u n serio quebranto. E n 1978, el grupo de edad comprendido entre los veinte y los treinta años constituía la cuarta parte del total de viajeros salidos al exterior. D e las mujeres, el 40,2 por ciento estaban comprendidas en ese grupo de edad, lo que indica bien a las claras que actualmente muchas mujeres que trabajan y m u c h a s recién casadas viajan al extranjero (fig. 6). L afigura7 expresa c o m o han variado estas tendencias desde 1965. L a curva de edad de los viajeros (hombres) alcanza el m á x i m o en el grupo de treinta-cincuenta años, con m a y o r claridad aun a partir de 1970. E n este m i s m o año, la distribución de las viajeras (mujeres), por grupos de edad, alcanzaba el m á x i m o en la categoría estadística de veinte-treinta años, mientras que las turistas de m á s de treinta años n o representaban sino el 2 por ciento del total. Respecto a las zonas de origen, en toda la distribución dominan los turistas procedentes de las grandes ciudades, especialmente los de T o k y o (cuadro 4). Según las estadísticas, hasta 1971 aproximadamente quienes m á s aprovecharon la relativa liberalización del control de divisas fueron las mujeres y, entre los hombres, los de menos de cuarenta años, residentes unas y otros en las grandes zonas urbanas. E n 1973 participaban ya en los viajes al extranjero análogas categorías de los residentes en torno a las grandes ciudades, y a partir de 1976 el movimiento se extendió a todo el país. C U A D R O 4. Proporción de habitantes, por regiones, que han viajado al extranjero en distintos años Región

1968

1970

1972

1974

1976

1977

Tokyo Area metropolitana" Osaka Area de Kinki4 Aichi, Shizuoka Fukuoka, Hiroshima Grupo Ac Grupo BJ Grupo C

1,17 0,46 0,46 0,41 0,24 0,20 0,14 0,10 0,10 0,34

1,99 0,82 0,94 0,80 0,55 0,38 0,31 0,24 0,18 0,64

3,77 1,37 1,73 1,64 1,16 0,92 0,75 0,57 0,43 1,32

5,54 2,51 2,58 2,11 2,11 1,62 1,45 1,10 0,82 2,13

6,07 3,15 3,07 2,97 2,39 2,13 1,81 1,46 1,10

6,37 3,55 3,35 3,18 2,54 2,47 1,99 1,64 1,25 2,74

TOTAL

a. b. c. d. e.

2,54

Chiba, Saitama, Kanagawa. Kyõto, Hyõgo, Nara. Miyagi, Ibaragi, Tochigi, G u n m a , Yamanashi, Nagano, Gifu, Mie Wakayama. Fukishima, Niigata, Ishikawa, Fukui, Okayama, Yamaguchi, Kagawa, Saga, Oita, K u m a m o t o . Hokkaido, Aomori, Iwate, Akita, Yamagata, Toyama, Tottori, Shimane, Tokushima, Ehime, Kõchi, Nagasaki, Miyazaki, Kagoshima. Fuente. Ministerio de Justicia.

152

Tamao Tokuhisa

C U A D R O 5. Destinos de los viajes al extranjero en 1977 ' Número de viajeros

Destino Estados Unidos de A m é r i c a Hawai Guam República de Corea , .. Taiwan Hong Kong Macao Tailandia. ,•. • s Singapur . Filipinas Australia

:

. Porcentaje comparado con 1976

'

748 743 •

: '

(438500) (152 560) 581525 561 166 485495 '' 245 784 .,-.' 173988 ;., 188 921 ' 213 222 30 703 .

,

-

97 532

Canadá

334100 195 635 . ; 62 548

Italia' Reino U n i d o España

;



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3 -

: - 2 + 9 +16 +9 +11 +6 +16 : ... +35 ' " +33 : +14

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+15

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+24 +64 ,_. 3

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Fuente. Departamento de Turismo, Secretaría del Ministerio de Industria Internacional y Comercio Exterior. •

-

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El cuadro 5 indica los destinos a los que se dirigieron en 1977 los turistas japoneses salidos al extranjero. (Las cifras expresan el número de visitas hechas a cada destino, n o el número total de visitantes, ya que algunas personas visitaron m á s de un lugar.) L a gran mayoría de los 3 150 000 turistas se dirigió a la República de Corea, a Formosa, a H o n g K o n g , Hawai o G u a m . U n examen m á s detenido revela que las visitas a la República de Corea y a Formosa, zonas afectadas por diversos problemas políticos, han sufrido ciertas vicisitudes, pese a lo cual esas visitas siguen siendo numerosas y, cada vez m á s abundantes. Desde 1973 aproximadamente, Singapur y las islas Filipinas han adquirido rápido auge c o m o destino del turismo nipón. L a zona del Pacífico está adquiriendo cada vez m á s popularidad para los viajes de boda, y el número de estas giras aumenta con rapidez. El tiempo y el coste han limitado siempre el número de turistas japoneses que visitaban Europa o Estados Unidos de América; pero actualmente las tarifas reducidas para grupos han hecho m á s asequibles al turista nipón las bellezas naturales y culturales de estas grandes regiones que, junto con China, cada día atraen m á s visitantes japoneses. Por análogas razones, a los turistas nipones les resulta difícil visitar África y otras zonas del hemisferio austral, tales c o m o América del Sur y Oceania, pero en este caso influye otro factor m á s : la falta de información, ya que estas regiones del m u n d o son relativamente desconocidas para los japoneses. Pese a su espectacular belleza y al atractivo que supone la cultura peculiar de estas regiones, que las dotan de gran valor turístico, los visitantes nipones que llegan hasta ellas son relativamente

153

El turismo en el Japón

pocos, e incluso es escaso el número de viajes "todo incluido" que las toman por destino. D e todas maneras, ahora que los turistas buscan nuevos lugares que visitar, no sería extraño que en el futuro próximo estas regiones, apenas conocidas de unos pocos japoneses, atrajesen un número creciente de turistas nipones.

El turismo extranjero que visita el Japón E n el cuadro 6 se indica el número de extranjeros que han visitado el Japón desde 1973. A u n q u e ese número se ha mantenido en aumento constante, en 1978 las llegadas supusieron sólo 1 028 140 viajeros, frente a 3 151 341 japoneses que salieron al extranjero. Ahí está la raíz del déficit de pagos que tiene Japón en el turismo internacional (cuadro 7). Octubre es el mes que mayor número de extranjeros atrae al Japón; febrero, el que menos. El invierno es la estación menos favorecida por los visitantes. E n bastantes casos, las visitas están relacionadas con las conferencias internacionales; en 1978 se celebraron 389 en el país, que atrajeron a 48 050 extranjeros. Entre estas conferencias destacan las multitudinarias, tales c o m o las de la asociación internacional del Rotary Club y del Lions Club, a las que acudieron m á s de 9 000 afiliados extranjeros. Cabe esperar que en el futuro aumente el número de esta clase de visitantes. .',, C U A D R O 6. Extranjeros que han visitado el Japón Año

Total

Porcentaje de turistas

Porcentaje de viajes por negocios y otros

1973 1974 1975 1976 1977 1978

784 691 764 246 811672 914 772 1028 140 1 038 875

57 54 55 55 56 54

31 33 32 32 31 33

-

Fuente. Ministerio de Transportes, cifras basadas en datos facilitados por el Ministerio de Justicia.

C U A D R O 7. Balanza de pagos del turismo internacional del Japón (en millones de dólares) 1973 Ingresos Salidas ; Balance

1 4 0 .••-•

699 559

1974

1975

139

163 834 671

.;. 787;. ;

648

1976

212 .:

1026

814

Fuente. Informe estadístico mensual sobre la balanza de pagos, Banco del Japón.

1977

1978

289

307

1341 1052

2349 2 042

154

Tamao Tokuhisa

E n el cuadro 8 se observa el origen geográfico de los extranjeros que visitan el Japón. Asia es el continente que mayor proporción aporta: el 37 por ciento del total, seguida de América del Norte (34,8 por ciento) y Europa (21,0 por ciento). Hace años, América del Norte era el origen m á s frecuente, pero desde 1972 esta zona pierde terreno en favor de Asia, que hoy ocupa el primer lugar. Atendiendo C U A D R O 8. N ú m e r o de visitantes del Japón, por país, 1976-1978 País

1976

Estados Unidos de América Canadá México Otros de América del Norte Brasil Otros de América del Sur ; Reino Unido República Federal de Alemania Francia Países Bajos Suiza Suécia Italia URSS Dinamarca Noruega España Otros de Europa África del Sur Otros de África China (Taiwan)1 (Hong K o n g ) China (Otros) República de Corea Filipinas Tailandia India Indonesia Malasia Singapur Otros de Asia Australia Nueva Zelandia Otros de Oceania

313 217 . 34,2 29 791 3,3 9 395 1.0 3 291 0.4 7 803 0,9 10 187 1,1 54562 6,0 27 587 3,0 18 735 2,0 8 457 0,9 6 879 0,8 7 469 0,8 8 550 0,9 5 383 0,6 4176 0,5 4252 0,5 5 921 2,3 21309 2,3 3 203 0,4 4954 0,5

345 272 35143 6 774 3 289 6153 15 018 64099 33 269 21 034 9 774 7 479 8 828 9 705 5 087 4 571 5 337 8146 24185 3 157 5 865

33,6

0,4 3,1 0,1 8,5 2.5 1,9 1.3 1,8 1,3 1.1 2,4 3,9 0,4 0,1

3 197 31990 2 039 88 268 26 615 20145 13 284 19 342 13 699 11583 26 255 37 837 4 247

0,3 3,1 0,2 8,6 2,6 1,9 1,3 1,9 1,3 1.1 2,6 3,6 0,4 0,1

TOTAL

3 236 28130 1335 77 688 23171 17 427 11575 16 578 11661 10 329 22 280 35 476 3 953

490 914 772

%

1977

%

699 1 028 140

3,4 0,7 0,3 0,6 1,5 6,2 3,2 2,1 1,0 0,7 0,9 0,9 0,5 0,4 0,5 0,8 2,4 0,3 0,6

1978

%

313 620 34464 9 429 4217 7 693 16 080 65 754 35 675 23 038 10 600 8 627 9 630 11883 7151 5 411 5 355 8 229 26 908 3 512 6 615

30,2

3,3 0,9 0,4 0,7 1,5 6,3 3,4 2,2 1,0 0,8 0,9 1,1 1,7 0,5 0,5 0,8 2,6 0,3 0,6

7 220 27 298 1152 95 031 33 571 19 503 15 748 17 924 12 783 11796 27 546 33 981 4 280

576 1 038 875

1. Los paréntesis indican los países no reconocidos por el Japón. Fuente. Ministerio del Transporte, basado en datos proporcionados por el Ministerio de Justicia.

0,7 2,6 0,1 9,1 3,2 1,9 1,5 1,7 1,2 1,1 2,7 3,3 0,4 0,1

El turismo en el Japón

155

al origen por países, Estados Unidos arroja la proporción mayor (30,2 por ciento), seguido por Formosa, la República de Corea, el Reino Unido y la República Federal de Alemania. Los turistas venidos de América del Sur y de África son m u y escasos. Estas cifras • generales se explican, sin duda, en virtud de los factores siguientes: la gran distancia que media entre el Japón y Europa, fuente principal del turismo internacional; el modesto potencial económico de los países en vías de desarrollo, que todavía son incapaces de enviar al extranjero grandes contingentes de turistas; la falta de conocimiento del Japón c o m o zona turística; y del lado japonés, la insuficiencia de instalaciones y preparación para recibir turistas extranjeros. Insistiendo en el origen de los visitantes por países, se observa que ha crecido el número de los procedentes de México, Brasil, Italia, Unión Soviética, India y Filipinas, al tiempo que se ha reducido el flujo de los originarios de Estados Unidos y Australia. Comparando los países de origen de los visitantes extranjeros con los países de destinó a los que acuden los turistas nipones, se observa que entre estos últimos dominan los países m á s cercanos (República de Corea, Formosa, Filipinas, H o n g K o n g , Hawai, G u a m y Saipan), figurando Estados Unidos y Europa en lugar m u c h o m á s modesto; por el contrario, los turistas extranjeros que visitan el Japón provienen de regiones m u y variadas, principalmente de Estados Unidos, Asia y los países europeos. V e a m o s ahora qué zonas del Japón gozan de la preferencia de los turistas extranjeros. E n el cuadro 9 se clasifican las noches de hospedaje de estos turistas entre las diversas regiones del país. L a zona de Shõnan (la costa de la bahía de C U A D R O 9. Noches de hospedaje de turistas extranjeros, por regiones turísticas" 1974

1975

1976

1977

Keihin-Konan 2 607 (70,7) (incluidos Tokyo 2 514 (68,2) y Yokohama) 67 (1,8) Keihanshin-Nara 565 (15,3) (incluido Kyoto) 320 (8,7) 170 (4,6) Osaka Kobe 51 (1,4) Fuji-Hakone-Izu 109 (2,9) (incluido Hakone) 78 (2,1) Nagoya-Gifu 61 (1,7) (incluido Nagoya) 58 (1,6) Otros 346 (9,4)

2 386 (71,3) 2 284 (68,3) 80 (2,4) 494 (14,8) 248 (7,4) 170 (5,1) 59 (1,8) 87 (2,6) 59 (1,8) 53 (1,6) 51 (1,5) 325 (9,7)

2 367 (70,8) 2 283 (68,3) 62 (1,9) 509 (15,2) 199 (6,0) 242 (7,2) 57 (1,7) 94 (2,8) 63 (1,9) 57 (1,7) 51 (1,5) 315 (9,5)

2 552 (69,2) 2 478 (67,2) 54 (1.4) 651 (17,7) 260 (7,0) 328 (8,9) 50 (1,4) 109 (3,0) 76 (2,1) 59 (1,6) 54 (1,5) 315 (8,5)

2 658 (68,4) 2 581 (66,4) 60 (1,5) 665 (17,1) 245 (6,3) 358 (9.2) 54 (1,4) 110 (2,8) 80 (2,1) 76 (2,0) 372 (1,8) 378 (9,7)

3 688 (100,0)

3 345 (100,0)

3 342 (100,0)

3 686 (100,0)

3 887 (100,0)

Región

TOTAL

1973

a. Las cifras entre paréntesis indican el porcentaje del total.

Fuente. Departamento de Información, Ministerio de Transportes.

156

Tamao Tokuhisa

Sagami), especialmente Tokyo, se lleva los dos tercios del total y expresa bien a las claras la tendencia de los turistas a concentrarse en la capital. L a segunda zona m á s favorecida es la de Keihanshin (Kyoto, Osaka, Kobe,etc:). Pero la que recibe un turismo de mayor duración es la de Fuji-Hakone-Izu. El número de visitantes a zonas distintas a la capital está disminuyendo ligeramente en líneas.generales. Sin embargo, muchos extranjeros se interesan por las industrias tradicionales del Japón y por la cultura de sus provincias, y ello h a incrementado las visitas de los extranjeros a determinados lugares, así c o m o el número de noches de hospedaje en albergues de estilo japonés y el número de cursillos de estudió que se organizan en las zonas de industria tradicional. E n resumidas cuentas, puede decirse que se trata de un retorno al verdaderofindel turismo: la comprensión de la cultura y las costumbres locales. '•• L a forma de vida japonesa, basada en el clima y en otros rasgos naturales del país, ha planteado en el pasado algunos problemas por lo que respecta a la recepción de turistas extranjeros. M u c h a s costumbres japonesas son distintas de las que rigen en otros países, por ejemplo en lo referente al tipo de lecho, a los servicios de aseo y a la clase y forma de alimentación. Estas diferencias se planteaban sobre todo en la clase de alojamiento al que los extranjeros estaban acostumbrados; y tras la restauración Meiji se hizo preciso ofrecer a los visitantes algunos servicios de tipo occidental, c o m o los del Hotel Tsukiji por ejemplo. Luego, según aumentaba el número de visitantes extranjeros, ese tipo de hotel se extendió también a otros lugares. Así es c o m o en el Japón la palabra "hotel" (adaptada en la forma "hóteru"), h a llegado a significar lugar de hospedaje apto para'extranjeros, mientras que la palabra nativa "ryokan", que designa el albergue de tipo tradicional, se reserva para denominar el alojamiento clásico japonés. C o m o preparación a la Olimpiada de 1964, el gobierno facilitó ayuda para construir hoteles en diversas partes del país. A l m i s m o tiempo se puso en vigor la Ley fundamental del turismo7, bastante posterior a la Ley sobre creación de hoteles para turistas extranjeros8, y se reguló la concesión de crédito al efecto con cargó a diversas entidades financieras. E n cuanto a los restaurantes, a partir de 1971 existe una lista de los "aptos para turistas extranjeros", recomendados en virtud de la calidad de los alimentos, las instalaciones, la higiene y el servicio, que gozan de ayuda financiera para mejorar el nivel de sus prestaciones. E n 1977 esta lista abarcaba 140 entidades diferentes. También el idioma presenta dificultades para los turistas extranjeros que visitan el Japón.. Otros problemas del sector es el carácter estacional del turismo, que priva de seguridad e independencia laborales a las personas que trabajan en esta actividad: L a Olimpiada de 1964 provocó una gran demanda de intérpretes y desde entonces ha crecidomucho el número de candidatos1 al examen nacional de interpretación de'lenguas (6 723 afinalesde 1977); pero siguen faltando intérpretes de idiomas distintos al inglés, y. la distribución regional de los que existen es m u y desigual. T a m p o c o hay que olvidar las diversas ventajas especiales que se ofrecen a

El turismo en el Japón

157

los turistas, tales c o m o exención de impuestos, tarifas reducidas, giras especiales, etc. A d e m á s , desde que en 1963 se aprobara la Ley fundamental del turismo, ha cobrado gran importancia la creación de "zonas de turismo internacional", adaptadas a las exigencias de los turistas extranjeros, y de "rutas de turismo internacional". Actualmente se están preparando esas rutas, trazándolas de manera que abarquen diversos "recursos" turísticos (especialmente lugares de belleza natural y de interés cultural) y dotándolas de servicios. Hasta ahora, el turismo extranjero se concentraba sobre todo en Kyoto, Nara, Nikkõ y Hakone. Sin embargo, para ampliar la base de comprensión del Japón —y para satisfacer el deseo mostrado últimamente por los visitantes, de alcanzar contacto personal directo con las diversas regiones del país, al objeto de comprender mejor la cultura peculiar de la nación— es necesario ensanchar el antiguo círculo reducido de "lugares turísticos" famosos e incorporar a las rutas turísticas otras regiones.

Los problemas del turismo en el Japón ¡Ante esta situación de crecimiento del turismo, especialmente del internacional, ¡el ulterior desarrollo del m i s m o suscita algunos problemas. Entre ellos destacan, icomo queda apuntado, la creación de alojamientos de la calidad requerida por los turistas extranjeros, la mejora del transporte y la formación de intérpretes. Pero tal vez la importancia máxima corresponda a otro problema que n o es ni m á s ni menos que la destrucción de los "recursos turísticos". Es consustancial al turismo que los lugares que abundan en esta clase de recursos se vean visitados por las personas que desean gozar de ellos, las cuales difunden la información respecto a los mismos y, en definitiva, las "industrias turísticas" acuden a radicarse en el ; lugar. E n muchos casos cabría decir que a partir de ese m o m e n t o quedan destruidos esos recursos turísticos y el objetivo m i s m o del turismo a ese lugar. A d e m á s de los lugares de fama internacional, c o m o Nikko y el monte Fuji (Fujiyama), Japón cuenta con 27 parques nacionales y 51 parques cuasi nacionales*. L a legislación protectora del legado histórico y cultural es abundante10. Pero el desarrollo regional ha sido tan grande y acelerado, y la proporción de suelo que el gobierno central posee en las regiones es tan pequeña, que incluso dentro de los parques nacionales el exceso de desarrollo ha dañado, gravemente ¡en muchos casos, las zonas de belleza natural. L o que se necesita es abordar la protección de estas zonas con la idea de que sus recursos tienen valor para toda ¡la humanidad y no sólo para el Japón. T o d a manipulación que se quiera hacer |de esos recursos debería requerir un estudio previo del medio ambiente en el que jse tengan en cuenta los criterios de las ciencias naturales y de la sociología, los deseos de la población y la capacidad de la zona para mantener el equilibrio entre

Tamao Tokuhisa

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Fio. 8. M a p a del Japón donde se indican los principales movimientos turísticos desde y hacia el Japón.

'

El turismo en el Japon

159

desarrollo y conservación. Según cierto estudio realizado por la Universidad de Colorado acerca de este aspecto de la capacidad de los parques nacionales, se h a alcanzado ya el punto en que es prácticamente imposible la recuperación y restauración del ambiente natural de los mismos y en que comienza a descender el grado de satisfacción que los visitantes obtienen del disfrute de esos parques11. L o s autores del estudio hacen hincapié en el "patrón espacio", en u n estándar de espacio aplicable a los seres humanos, sobre todo de espacio mental, que se h a de determinar en función de la capacidad ecológica de la zona y del carácter de las actividades que en ella se desarrollen. M . E y a m a y sus colegas han clasificado tres aspectos diferentes de la "capacidad espacial" (fig. 8) y distinguen entre: "capacidad espacial de recepción", determinada por las condiciones propias de la zona receptora, y "capacidad espacial de entrada", determinada por las condiciones propias de los usuarios de la zona 12 . Los autores sostienen que en cada zona debería establecerse una "capacidad espacial de recepción" planeada de antemano, basada en la capacidad ecológica del territorio (y en especial en la destrucción y posible restauración de laflora)y en la cantidad de superficie inclinada que la m i s m a posea. Por otra parte, el estándar para medir la "capacidad espacial de entrada" debe ser un "estándar espacial h u m a n o " que sefijaríaen un nivel por debajo del cual, habida cuenta de la superficie del parque o zona, los seres humanos se encontrarían todavía seguros y cómodos (como seguras y cómodas habrían de ser, en ese nivel de ocupación, las instalaciones ofrecidas a los usuarios). N o es éste el único estudio efectuado acerca de dichos temas 13 , pero todavía quedan muchos problemas que analizar en torno a esta cuestión de la "capacidad espacial". Sobre todo es de recordar que en u n país c o m o Japón, donde la industria es m u y poderosa y el desarrollo económico suele privar sobre la conservación de la naturaleza, antes de poner una zona en explotación sería preciso estudiar su "capacidad" desde el punto de vista de la conservación de los recursos turísticos. L a situación ha llegado al punto en que, si n o se hace así, los abundantes recursos turísticos del Japón quedarán destruidos y el "valor turístico" del país disminuirá). [Traducido del japonés] Notas 1 2

3 4

5

R . Glücksman, Kankõ jlgyõ gairon, 1940, Minis- * Asociación de Turismo del Japón, Kankõ no jlttai terio de Ferrocarriles, p . 4. to shikõ, Asociación de Turismo del Japón, W . Hunziker; K . Krapf, Grundriss der allgemeinen 1978. 7 Fremdenverkehrs, 1942, Polygraphischer VerL a Ley fundamental del turismo, promulgada el lag A . G . , p . 21. 20 de junio de 1963 c o m o ley número 107, T . Niiki, Shaji to Kõtsü—Kumano-mõde to Isedefine las lineas generales de este sector y mairi, 1963, Shibundo. p . 2-4. se ocupa en gran parte del turismo internaE . Oshima, Nihon kötsü-shi, Nihon füzoku-shi bekcional. 8 kan 4: Tabi-fuzoku, 1969, Yuzankaku. p. 290L a Ley sobre creación de hoteles para turistas 291. extranjeros se promulgó el 24 de diciembre de 1949 c o m o ley número 279 y tiene por Secretaria de la Presidencia del gobierno, Kokumin objeto fomentar la creación de alojamientos selkatsu ni kansuru yoron chõsa, 1978.

160

Tamao

Tokuhisa

Notas {continuación). nocturnos de tipo occidental para los turistas '. : histórico de las ciudades antiguas se han extranjeros. • " , , aprobado ya con estefin13 871 hectáreas de protección especial. E n el Japón existen 27 parques nacionales, 51 par11 , ques cuasi nacionales y 29' parques provinColorado State University,' A study to develop ciales o municipales: Los parques naturales criteria for determining the carrying capacity abarcan el 13,76 por ciento de la superficie to areas within the National Park system, del país. National Park Services, noviembre de 1969. 10 El "legado cultural" abarca los tesoros nacionales, 1 2 M . E y a m a , ' Shlzen kõen shüyoryokú'nlkansürú lasfincasde importancia cultural, los m o n u ' kenkyü,. Instituto para la conservación del mentos históricos y nacionales, lasfincasde medio ambiente, Dõ-chükan hõkoku, 1973. 13 importancia étnica y las zonas aprobadas para T . Tókuhisa, Kankõ chiiki ni okeru'tekisei yõryõ, la conservación de edificios tradicionales . Aoyama Gakuln keiei ronshü, vol. 11, :n." 2 , importantes. A título de la Ley de medidas, '. 1976. especiales para la conservación del carácter 0

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Elemento documental: Los dilemas del desarrollo Los problemas del desarrollo y la ciencia y tecnología contemporáneas

Dzhermen M . Gvishiani E n los umbrales del año 2000, la humanidad ha tropezado con una serie de problemas de envergadura, cualitativamente nuevos, que influirán en medida significativa, y probablemente mayor cada día, en el curso del desarrollo a escala planer taria, en las relaciones mutuas entre grupos de países y países individuales, y, por último, en la calidad de la vida humana. Estos problemas globales pueden dividirse en dos categorías. La primera categoría de problemas está relacionada con la reestructuración económica internacional, cuyo efecto debe consistir en eliminar las relaciones económicas injustas que existen entre los países en desarrollo y algunos países desarrollados, acabar con la dependencia y el yugo sufrido por los primeros y poner fin a la dominación y coerción ejercidas por los segundos. E n la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que ha sido aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se establecen los principios de. un nuevo orden económico mundial. Las naciones en desarrollo están haciendo no pocos esfuerzos por reestructurar las relaciones económicas internacionales sobre una base equitativa y d e m o crática, y en este empeño encuentran la comprensión y el apoyo indefectibles de los países socialistas, que son sus aliados naturales en la lucha por eliminar los

Dzhermen Mijailivich Gvishiani, el renombradofilósofoy sociólogo soviético, es miembro de la Academia de Ciencias de la URSS, vicepresidente del Comité de Ciencia y Tecnología del Estado de la URSS, director del Instituto de Investigaciones sobre Análisis de Sistemas de la Unión Soviética, fundado conjuntamente por el Comité de Ciencia y Tecnología del Estado de la URSS y la Academia de Ciencias de la URSS, presidente del consejo del Instituto Internacional de Análisis de' Sistemas Aplicados (Viena, Austria), presidente del Consejo del Instituto Internacional de Investigaciones sobre Problemas de la Gestión Empresarial y presidente del Consejo Científico para el Estudio de los Problemas Socioeconómicos e Ideológicos relacionados con la Revolución Cientifica y Tecnológica, de la Academia de Ciencias de la URSS. La Escuela de Economía de Praga le ha concedido el título honorario de Doctor en Ciencias Económicas y ha sido elegido miembro de la Real Academia Sueca de Ciencias de la Ingeniería, la Academia Internacional de Gestión Empresarial, la Asociación Internacional de Gestión Empresarial y la Academia Norteamericana de Gestión de Empresas. Es autor de más de 300 libros y artículos, publicados en la Unión Soviética y en muchos otros países. , ., ,.

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vestigios del colonialismo y las diversas formas de imperialismo "tecnológico", entre otras cosas. El atraso, la dependencia y la pobreza de la mayoría de los países en desarrollo tienen sus raíces en el pasado colonial de dichos países. Pero la causa inmediata de que la situación de los países de África, Asia y Latinoamérica se haya visto tan gravemente exacerbada es el hecho de que sus dos "décadas de desarrollo" basadas en el concepto de "asociados en el desarrollo" hayan resultado en la práctica dos "décadas de decepciones". E n realidad, ni uno solo de los objetivos que con las "décadas de desarrollo" se aspiraba a cubrir puede decirse que haya sido alcanzado en m o d o alguno. U n a cierta alza cuantitativa de los indicadores individuales de desarrollo económico, científico y tecnológico n o puede ocultar el hecho cierto de que, en términos de parámetros cualitativos sobre todo, los países en desarrollo se encuentran cada día m á s y m á s rezagados con respecto a los desarrollados, y al m i s m o tiempo tienen que hacer frente a u n enorme aumento de la deuda exterior, una grave escasez de capitales, u n tremendo excedente de m a n o de obra que conduce al desempleo masivo, la contracción relativa de los mercados de productos básicos, etc. L a segunda categoría de problemas es la que dimana de las relaciones entre el hombre, la sociedad, la naturaleza y el medio ambiente. Los principales problemas de esta clase son los relacionados con el abastecimiento de energía, alimentos y materias primas que una población mundial en crecimiento constante necesita; con la polución del medio ambiente y la necesidad de protegerlo contra los múltiples peligros del progreso tecnológico incontrolado; con el empleo racional de los recursos en agua; con la lucha por erradicar las enfermedades peligrosas; con los servicios de sanidad pública, y con la desertización. E n el origen de esta categoría de problemas, típica del último cuarto de nuestro siglo, hallamos el desmedido crecimiento de las fuerzas productivas, la aceleración sin precedentes de los ritmos de cambio, especialmente en el c a m p o de la tecnología, la rápida expansión o escalada que caracteriza los acontecimientos y los fenómenos, la internacionalización de la producción y de las relaciones económicas mundiales y el complejo entrelazamiento de los procesos políticos, económicos, científicos y técnicos, culturales, intelectuales y de otra índole en los diversos países. Directa o indirectamente, estos problemas tienen repercusión sobre el destino de toda la humanidad, y los esfuerzos de un solo país, o incluso un grupo de países, no bastan para resolverlos; a ese propósito tienen que coordinarse los esfuerzos de todos los países a nivel internacional. Por otra parte, los problemas están tan estrechamente concatenados que constituyen, por decirlo así, secciones globales de un solo y gigantesco complejo dentro del cual la solución aislada de cualquiera de ellos es una virtual imposibilidad. Consideremos la situación en el ámbito de la producción, por ejemplo. Es bien sabido que la causa inmediata de la creciente atención prestada a los problemas

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del abastecimiento de energía ha sido la exorbitante elevación de los precios del petróleo por los países de la O P E P , junto con la necesidad de proteger el medio ambiente amenazado por una contaminación mayor cada día. El agotamiento de las fuentes de energía relativamente baratas en un m o m e n t o en que crece incesantemente la demanda energética exige la reestructuración del equilibrio energético del m u n d o . Pues el desarrollo de las fuerzas productivas y el crecimiento de la producción sólo son posibles a condición de que se desarrolle antes la producción de energía y se modifiquen los índices de consumo. Por eso el problema afecta tanto a los países desarrollados c o m o a las naciones en desarrollo, aunque en grados distintos. Mientras que es de esperar que haya una reducción en el consumo de los recursos energéticos per capita en los países desarrollados (que responden de más del 80 por ciento del consumo energético mundial para una población que es sólo el 20 por ciento del total del m u n d o , cifra ésta, además, que se halla en descenso constante debido a la relativa estabilidad demográfica de aquellos países), en cambio en las naciones en desarrollo la "explosión demográfica" hace imperativo el incremento en la producción energética y en los índices de consumo de energía, aun tomando en cuenta las condiciones térmicas y climáticas, m á s favorables en tales países. E n los países industrializados avanzados, la reestructuración implica reducciones en el consumo de combustible (especialmente petróleo) así c o m o el empleo de otras fuentes de energía alternativas: el carbón, el viento, el sol, etc. Esto tiene evidentemente que determinar cambios estructurales en la industria (en especial el desarrollo prioritario, en los países mal dotados de materias primas para la producción energética, de sectores que no sean consumidores intensivos de energía: los llamados sectores "intelectuales" que dependen del empleo de m a n o de obra altamente especializada), así c o m o otros cambios concomitantes en las formas y hábitos de vida que se han impuesto en las últimas décadas, fundados en la idea de que los recursos para el suministro de energía barata eran prácticamente ilimitados. E n realidad, sobre esta premisa fundamental se ha edificado toda la filosofía de la "sociedad de consumo", y por lo tanto es en esa sociedad donde el derrumbamiento de la ilusión se está sobrellevando peor. Los conceptos de "crecimiento cero" y de "países n o en desarrollo" son ya m o n e d a corriente; a nuestro juicio, constituyen el reflejo de una insuficiencia emocional para asumir la nueva situación. Esta insuficiencia se basa en una incapacidad, o m á s exactamente, en u n a resistencia a sopesar seriamente las tendencias que hoy dominan en el m u n d o y las leyes objetivas que impulsan el progreso de la sociedad h u m a n a . Para los países en desarrollo, el "ponerse a la altura" de los otros (sin que esto implique copiar en m o d o alguno) presupone sobre todo el rápido establecimiento de su propia infraestructura de obtención de energía y combustible asegurado. Sin esto no puede resolverse ni un solo problema: ni el de la ampliación de la producción industrial, ni los del empleo o la provisión de víveres. Particularmente

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la intensificación de la agricultura merced a u n aumento del total de energía puesto a disposición de las explotaciones agropecuarias es u n requisito previo indispensable tanto para aumentar cuantitativamente la producción de alimentos c o m o para asegurar que éstos satisfacen unas exigencias de calidad precisas y que la dieta de la población se mantiene a un nivel aceptable para la dignidad humana. . Los países en desarrollo necesitan u n aumento en la producción de energía n o sólo subtancial, sino también acelerado. Las fuentes de energía alternativas (lo m i s m o las habituales, c o m o el carbón, las pizarras bituminosas y la fuerza hidroeléctrica, que las no convencionales, c o m o el sol, el viento, la biomasa, las pilas de combustible, etc.) son, en teoría, capaces de incrementar el potencial de producción energética de los países en desarrollo, pero este incremento estará lejos de poderse distribuir de un m o d o uniforme, debido a diferencias en las condiciones climáticas y de transporte y en la medida en que cada país esté dotado de los recursos necesarios. N o debe.tampoco olvidarse que en el futuro quizá sea posible emplear, pongamos por caso, el carbón, no sólo c o m o combustible para la producción de energía eléctrica, sino también c o m o base para la producción en gran escala de combustible líquido sintético. Esto merecería tanto m á s la pena si es que han de sobrevenir alzas substanciales en el costo de los combustibles líquidos naturales. Y , justificadamente o no, tras la mayor parte de las previsiones efectuadas respecto a la futura situación energética está la presunción de que, tanto por factores objetivos (el costo por unidad de la extracción de combustible líquido aumentará debido a la necesidad de explotar zonas marinas y terrestres inaccesibles y de acometer perforaciones a grandes profundidades, etc.) c o m o por factores subjetivos (repercusión de intereses concretos de carácter político, económico, financiero, etc., de los países productores, las grandes sociedades y los intermediarios), ésa va a ser realmente la tendencia. :,-,•:, Podrían añadir que el petróleo hay que verlo no sólo c o m o combustible, sino también, y acaso principalmente, c o m o u n valioso material básico para la fabricación de diversos productos químicos, entre ellos los fertilizantes esenciales para el incremento en la producción de alimentos naturales y algunos de los sintéticos que hoy se fabrican. Por su parte, el empleo del carbón entraña problemas de protección del medio ambiente y elevados costos de transporte. D e ahí que, si miramos las cosas desdé el punto de vista de la estrategia oportuna para efectuar la transición del actual equilibrio energético mundial al que las nuevas circunstancias imponen, advirtamos que este último se caracterizará por la reducción en el consumo de petróleo, el aumento del empleo del carbón, la continuidad en el consumo de gas natural a su presente nivel proporcional y un rápido y sostenido incremento en la producción de energía por procedimientos nucleares y, m á s adelante, termonucleares. • Sólo.mediante la utilización de la fuerza del átomo podrán ser satisfechas

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sobre seguro las necesidades energéticas de todos los países. L a virtual inagotabilidad y la posibilidad de explotación universal de la energía atómica hace viable la construcción de centrales nucleares en cualquier país que se desee, independientemente de las condiciones climáticas o los recursos naturales. El funcionamiento de las centrales nucleares dentro de unos márgenes aceptables de seguridad y confianza se ha.visto confirmado por muchos años de experiencia en la explotación de las 200 unidades generadoras de energía nuclear que aproximadamente existen en diversos países. Las medidas de seguridad son tan eficaces que incluso un accidente acaecido en una de estás centrales, en Pensilvânia (Estados Unidos de América), en 1979 —hecho que fue en sí m i s m o excepcional y fuera de lo corriente—, pudo controlarse sin pérdida de ninguna vida ni daños para la salud de nadie. C o m o el volumen de residuos radiactivos es sumamente reducido, pueden éstos eliminarse para siempre mandándolos al espacio exterior por medio de cohetes, lo cual resolvería de paso el problema de la protección, frente á tales residuos, del medio ambiente terrestre. L a situación actual en los países en desarrollo es no sólo compleja, sino también singular, pues carece de precedente en la historia del m u n d o . El hecho es que estos países se hallan frente al reto de la revolución científica y tecnológica —con sus tiempos de avance vertiginoso, las tensiones y apremios que origina, su aceleración de toda especie de cambio y sus nuevos ingenios y máquinas que permiten al hombre escudriñar el espacio o las profundidades de los océanos, descubrir los secretos del átomo o de las células vivas, así c o m o verse y conversar a distancias de miles de kilómetros, etc.— sin haber completado ni superado la primera fase de la revolución industrial. Se encuentran, por tanto, mal preparados para comprender y utilizar los logros de esta nueva revolución. La fase que han alcanzado actualmente en su desarrollo es la de transición del trabajo manual al trabajo de la máquina, al empleo de máquinas sencillas. Esto explica la aparición de varias ideas sobre tecnología "intermedia", "apropiada" o "alternativa". • . , . U n a de las principales razones del atraso en que se hallan los países en desarrollo es el hecho de que la inmensa mayoría de ellos son incapaces de aprovechar las oportunidades ofrecidas por la revolución científica y tecnológica porque carecen en medida considerable de la infraestructura necesaria: responden tan sólo del dos por ciento del gasto total en investigación científica del m u n d o no socialista y poseen sólo el uno por ciento de las patentes. Naturalmente, los países en cuestión desean hacer uso de ciencia y tecnología para su desarrollo. E n la Conferencia de Lima organizada por la U N I D O en 1975, proclamaron que su objetivo sería conseguir que la parte correspondiente a los países en desarrollo en la producción industrial total del m u n d o n o sea inferior ; al 25 por ciento. L a primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre ciencia y tecnología tuvo lugar en fecha aún más temprana: en 1963, en Ginebra. Aquello fue una especie

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de ostentosa revista de los numerosos logros de la ciencia y la tecnología. Dicha Conferencia, n o obstante, fue de escaso provecho directo para los países en desarrollo. Triste es decirlo, pero la cuestión de la creación de potencial científico y técnico indígena én los mencionados países ni siquiera se planteó: por aquel entonces, al comienzo de la primera "década de desarrollo", era la ayuda extranjera la que m á s llamaba la atención c o m o elemento decisivo del desarrollo acelerado. Los resultados de las dos "décadas de desarrollo" son de sobra conocidos. . Por eso los principales puntos de interés en la segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ciencia y Tecnología para el Desarrollo celebrada del 21 al 30 de agosto de 1979 en Viena (Austria), fueron las nuevas formas de cooperación internacional y la organización requerida para dicha cooperación en beneficio de todos los países, especialmente los países en desarrollo. Esto se evidencia por la lista de puntos debatidos, ya que entre ellos se incluía la selección y transferencia de tecnología a efectos de desarrollo, la creación del aparato organizativo internacional para el intercambio de información científica y tecnológica y para financiar el fomento de la ciencia y la tecnología en los países en desarrollo, medidas para estimular la cooperación entre tales países, etc. L a Conferencia aprobó u n Programa de Acción con las recomendaciones adecuadas. . El tiempo dirá si este Programa se convierte realmente en un plan de acción o si n o es m á s que u n nuevo papel añadido al sinfín de documentos sobre el desarrollo minuciosamente redactados que, pese a las seguridades ofrecidas por sus autores y los "asociados en el desarrollo", han quedado prácticamente sin efecto. Si el Programa de Acción ha de ser no un mero plan sobre el papel, sino un programa de auténtica transformación y positiva modernización, deberán satisfacerse varias condiciones: Primero, la realización eficiente y completa de este plan sólo será posible en un clima de paz; n o una paz definida c o m o ausencia de actividad militar, sino c o m o un estado en que las relaciones internacionales se caractericen por la distensión, la limitación y la reducción de armamentos, el aumento de la confianza mutua y el fomento de la cooperación en los campos económico, científico, técnico y cultural. • Segundo, la aplicación fecunda de los resultados de la revolución científica y tecnológica exige de los países en desarrollo un paso rápido al empleo de métodos intensivos en su actividad económica, ya que el régimen extensivo, aun cuando asegure el aumento de los indicadores cuantitativos, se caracterizará por una progresiva disminución en lo que respecta a otros parámetros, c o m o son calidad, índices de crecimiento y niveles de desarrollo. Dicho de otro m o d o , los tiempos de reproducción del capital concedido sólo pueden acelerarse combinando la revolución industrial con la científica y tecnológica. C o m o bien puede verse por la experiencia reciente de varios países, ni siquiera grandes sumas de dinero y el acceso a fuentes de tecnología avanzada

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—que son, por supuesto, factores importantes en la aceleración < del desarrollo científico y tecnológico— pueden imprimir un impulso decisivo al desarrollo si se superponen a formas sociales de reproducción anacrónicas. Por eso la presencia de un tipo de estructura social que facilita la asimilación de las formas de progreso científico y técnico contemporáneos debe considerarse una condición previa decisiva para el desarrollo. Esto guarda relación, a su vez, con la participación activa del Estado en el desarrollo económico, científico y tecnológico. Tanto m á s cuanto que el desarrollo de la ciencia y la tecnología es u n factor importante, pero ni m u c h o menos el único en el progreso técnico y científico, que es un fenómeno complejo. El éxito en este terreno depende no sólo del nivel de actividad de un país en la investigación y el desarrollo, sino también de las condiciones bajo las que los resultados de esa actividad se apliquen, condiciones que vienen determinadas por la estructura y nivel de producción. Tercero, puesto que el progreso científico y técnico puede ser utilizado tanto para el bien c o m o para el mal (la humanidad aún no está a salvo de la amenaza de una guerra termonuclear), la comunidad internacional tiene ante sí la tarea de h u m a nizar el desarrollo de la ciencia, orientar la investigación científica hacia la satisfacción de las necesidades humanas y promover la cooperación internacional entre los científicos sobre una base humanista. Esta tarea es tanto m á s importante cuanto que del 35 al 45 por ciento de los científicos y especialistas del m u n d o están directa o indirectamente c o m p r o m e tidos en investigaciones y desarrollo relacionados con cuestiones militares. Estos científicos y especialistas representan un potencial y una reserva de talento inmensos con miras a la utilización de los adelantos científicos y técnicos en interés del desarrollo. L a aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1974, de la Declaración sobre el Establecimiento de un N u e v o Orden Económico Internacional supuso una contribución importante a la reestructuración y la reforma de las relaciones económicas internacionales. Dichas relaciones constituyen un sistema multifacético, del que los problemas del desarrollo científico y técnico son sólo u n aspecto. Entre sus demás aspectos hay que contar los problemas del comercio internacional, de las materias primas, de las relaciones monetarias y financieras y del transporte y los seguros, así c o m o los concernientes a la regulación de actividades de las sociedades transnacionales. Todos estos problemas están íntimamente relacionados entre sí y obran unos sobre otros a todos los niveles: nacional, regional e internacional. L a experiencia —positiva y negativa— que tienen actualmente los Estados respecto a la cooperación internacional les faculta para centrar su atención m á s estrictamente en los problemas y tareas esenciales que hoy arrostran tanto los países desarrollados c o m o las naciones en desarrollo con respecto a la reestructuración de las relaciones económicas internacionales.

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L a necesidad de resolver estos problemas viene impuesta por los imperativos socioeconómicos, n o menos que por los, tecnológicos, del proceso total de desarrollo contemporáneo, y a esta tarea, así c o m o a la expansión de la cooperación en u n clima de paz y de concordia, debe orientarse la acción política de todos los Estados. {Traducido dei ruso]

Empresas multinacionales, política económica y desarrollo nacional

Volker Bornschier Introducción Los resultados empíricos que recoge este artículo provienen del proyecto de investigación de la Universidad de Zurich sobre "las empresas multinacionales, la política económica y el desarrollo nacional"1. Sólo se harán comparaciones de pasada con los resultados de otros estudios; para u n examen m á s sistemático de las publicaciones sobre esta cuestión, véanse las referencias [8, 9]. A d e m á s , por razones de espacio, n o es posible formular comentarios sobre las hipótesis teóricas en que se basa la investigación. El marco teórico en que se inscriben las diversas hipótesis se concibe c o m o un análisis del sistema mundial que desearía designar c o m o una "concepción mundial de las ciencias sociales". Conviene señalar que este marco teórico n o ha llegado todavía a plasmarse en una teoría en sentido estricto. M u c h o s argumentos teóricos se hallan diseminados por las diversas referencias, pero para una presentación m á s sistemática el lector puede remitirse a determinadas obras [13, 14, 16]. Por último, una advertencia. Las conclusiones, aunque basadas en una correlación, se exponen a m e n u d o en un lenguaje causal (incluso cuando se utiliza la regresión múltiple con intervalos o el análisis de trayectoria). A u n q u e la causalidad no puede nunca observarse empíricamente, las técnicas modernas de las ciencias sociales pueden, si se utilizan debidamente, evitar falsas inferencias causales. Pese a que se realizaron numerosas pruebas apropiadas para lograrlo, no se agotaron todos los posibles controles desde el punto de vista teórico y lógico. D e esta suerte, el lenguaje causal corresponde a las hipótesis teóricas de base que no habrán de modificarse, salvo si se descubren sólidas pruebas empíricas en contrario. Las conclusiones m á s importantes pueden clasificarse en torno a tres preguntas principales: a) ¿Cuáles son las repercusiones de las empresas multinacionales: en el crecimiento económico; en la desigualdad social de los países Volker Bornschier es "Privatdozent" en la Universidad de Zurich e investigador en el Instituto de Sociologia, Zeltweg 63, CH-8032, Zurich (Suiza). Está especializado en sociología económica, particularmente en el campo del nacimiento y de los efectos de las empresas multinacionales.

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receptores?; b) ¿ C ó m o explicar empíricamente dichas repercusiones? c) ¿ C ó m o se dividen los países receptores según: los diversos tipos de política económica; los factores que determinan esas políticas económicas; las consecuencias de esas diversas pob'ticas económicas?

Repercusiones de las empresas multinacionales El crecimiento económico Conviene distinguir entre las consecuencias a corto y a largo plazo que tiene para el crecimiento económico la presencia de las empresas multinacionales. Este aspecto se examina desde dos ángulos: inversiones de las empresas multinacionales (para las repercusiones a corto plazo)2 y penetración de las empresas multinacionales (para las repercusiones a largo plazo)3. Basándonos en comparaciones entre países que abarcan el periodo que va de 1960 a 1975 con muestras de hasta 91 países4, se han obtenido los siguientes resultados por los métodos de la regresión múltiple, análisis de trayectoria y análisis de la covarianza: 1. Las inversiones de las empresa's multinacionales tienden c o m o consecuencia a corto plazo a aumentar la tasa de crecimiento económico 5 . L o mismo cabe afirmar en lo que respecta a la tasa de crecimiento del capital controlado por las empresas transnacionales [6]. 2. Cuanto mayor es la inversión acumulada de las empresas transnacionales en relación con el capital total y el total de la población, es decir, cuanto mayor es lapenetración de esas empresas c o m o característica estructural de los países receptores, menor será la tasa de crecimiento ulterior de la renta por habitante, así c o m o de la renta total [3, 5, 6, 8, 9, 10, 11, 15, 17]. L a penetración de las empresas multinacionales tiene, pues, consecuencias negativas a largo plazo (el periodo considerado abarca hasta 20 años), mientras que las nuevas inversiones de las multinacionales producen consecuencias positivas a corto plazo (durante el periodo en que se efectúan). A u n q u e se ha comprobado que la inversión de las empresas multinacionales contribuía positivamente al crecimiento a corto plazo, conviene señalar que esa inversión aumenta su penetración y contribuye, por tanto, a largo plazo a provocar los efectos negativos asociados a dicha penetración. 3. La actividad de las empresas multinacionales que se traduce en una dependencia tecnológica del país receptor (valorada en términos de control extranjero sobre las patentes), produce asimismo a largo plazo claros efectos negativos sobre el crecimiento económico [10, 11]. Las dependencias de diverso tipo creadas o mantenidas principalmente por las multinacionales en la economía mundial, en lo que sé refiere a la tecnología, el comercio, el capital y las redes de organizaciones guardan en general una corre-

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lación positiva y sus consecuencias negativas en lo que respecta al crecimiento económico son a m á s largo plazo semejantes [7, 10, 11]. E n lo que se refiere a las relaciones entre diferentes formas de dependencia económica, es necesario efectuar nuevas investigaciones en esta esfera, porque la aplicación práctica de la noción de dependencia comercial y tecnológica tal c o m o se describe en los trabajos publicados peca de insuficiencias teóricas para explicar el crecimiento y la desigualdad en u n país*. L a condición de sede refleja la importancia de las actividades en el extranjero de las empresas multinacionales para el país de origen. Esta condición de sede y la penetración de la empresa transnacional n o tienen unos efectos simétricos en el crecimiento económico: en el sentido de que las ventajas para el país de la sede implican desventajas para el país en el que se h a producido la penetración. Pero ambos están relacionados con una disminución de la tasa de crecimiento económico [6]. Otra posible explicación lógica de la conclusión de que la penetración de las empresas transnacionales está en relación inversa con el crecimiento económico a largo plazo podría ser que "los países con escasas perspectivas de crecimiento tienen tendencia a dedicar grandes esfuerzos a promover las inversiones extranjeras c o m o medida compensatoria" [17, p . 18]. Esta hipótesis, sin embargo, se puede descartar empíricamente ya que implica una correlación positiva entre un bajo nivel de crecimiento y las inversiones de las empresas transnacionales, lo cual no está evidentemente justificado por los resultados; al contrario, las inversiones de las empresas multinacionales son elevadas cuando el crecimiento de la renta es también elevado. Esta circunstancia, así c o m o el hecho de que, la relación es válida previo control de varios factores que podrían estar relacionados con el crecimiento económico, c o m o el nivel de la renta al comienzo de la fase de crecimiento, la distribución de la renta, la formación de capital, el aumento de las inversiones, el crecimiento de la población, el nivel y la expansión de la urbanización, y la importancia relativa en el mercado mundial en relación con los recursos naturales, abogan por la interpretación causal de que la penetración de las empresas multinacionales retrasa a largo plazo el crecimiento económico. L a disminución de la tasa de crecimiento económico que trae consigo una elevada penetración de las empresas multinacionales es m á s acusada en el caso de los países menos adelantados que en el de una muestra mundial de países. E n lo que se refiere a los países ricos cuya situación se analiza por separado, n o existe ninguna relación significativa [5, 6, 9]. : Se investigó si las repercusiones en el crecimiento global de la renta por habitante varían en la función de los sectores en los que se invierte el capital de las empresas multinacionales [6, 9]. D e los 10 sectores donde se estudió la penetración de las empresas.transnacionales en 88 países menos adelantados, representan algo m á s de las tres cuartas partes de la penetración total los cuatro sectores siguientes: la industria manufacturera, las actividades vinculadas con la

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agricultura, la minería y la metalurgia, y todas las actividades relacionadas con el petróleo. L a penetración de las empresas multinacionales en la industria m a n u facturera tiene a todas luces un considerable efecto negativo en el crecimiento ulterior del ingreso global por habitante. L o mismo cabe decir en lo que se refiere a la penetración de las multinacionales en la minería y la metalurgia. E n ambos sectores los efectos revisten más o menos la misma importancia. E n cambio, los efectos de esa penetración en las actividades vinculadas con la agricultura son menores, e insignificantes en términos- estadísticos, mientras que en la industria petrolera no tiene efecto alguno. Gabe añadir que, si se analizan todos, los países menos adelantados, el grado de penetración de las multinacionales en esos cuatro importantes sectores es bastante independiente desde el puntó de i vista estadístico. . Los efectos que producen las inversiones de las multinacionales en là promoción a corto plazo del crecimiento revisten la misma importancia en diversas muestras parciales de países menos adelantados. L o mismo cabe decir de los efectos de la penetración de esas empresas en cuanto al retraso a largo plazo del crecimiento. Según las conclusiones de estudios anteriores, los efectos para los países menos adelantados m á s ricos eran m u c h o m á s negativos [8]. Sin embargo, investigaciones más a fondo han-puesto de manifiesto que esos resultados eran falsos. Es posible demostrar que los efectos negativos revisten más ó menos la misma importancia en todas las muestras parciales de países menos adelantados, salvo en aquéllos con un segmento monetizado del mercado sumamente restringido [9]. Pará este grupo relativamente reducido de países m u y pequeños que se encuentran entre los más pobres del m u n d o , n o existe ninguna relación significativa'desde el punto de vista estadístico, aunque la asociación es, sin embargó, positiva [9]; El que en el análisis de la muestra parcial se haya incluido à un gran número de esos países sumamente pequeños explica que los efectos negativos sean menores [5, 6, 8]. Además; los análisis más detallados revelaron que los efectos sobre el crecimiento son válidos sea cual sea la situación geográfica de los países menos adelantados [8, 9]. : ; • El que la disminución del crecimiento, c ó m o consecuencia de la penetración de las multinacionales, no haya suscitado hasta ahora más que un leve interés tanto académico c o m o público;se debe en especial à dos factores. E n primer lugar, mientras las inversiones generales de las 'multinacionales se m a n tienen áltaselos efectos negativos de la penetración:quedan parcialmente neutralizados. E n segundo lugar, los efectos negativos m á s importantes se producen en países en los que el crecimiento potencial es superior a la media. Así, la reducción alargo plazo del crecimiento económico no implicaen general un estancamiento económico, sino una tasade crecimiento'manifiestamente inferior a la que cabría esperar dádáslasposibilidades de crecimiento existentes. En'el gráfico se ilustra esta-importante conclusión utilizando un modelo de-regresióñ con una función curvilínea del nivel de desarrollo económico [5\. • ': :; •'•-•< •'• ' .-

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Renta 1965 (en dólares) 6.000

3.000 2.000

1000 *

I

500

100

4%

5%

Tasa media anual de crecimiento real de la renta 1965-1975 (en porcentaje) "•

Crecimiento de la renta por habitante y regresión del nivel de la renta por habitante, en función de la penetración y las inversiones de las empresas transnacionales; fuente: referencia [5], Resultados de las muestras parciales: 15 países ricos, 34 de los países grandes menos adelantados y 41 países pequeños menos adelantados (de acuerdo con la importancia del sector moderno de la economía). Las curvas corresponden a la amplitud efectiva de los valores obtenidos para cada muestra parcial. Comentarios sobre la figura La línea continua corresponde a la predicción de la tasa de crecimiento de la renta por habitante en 1965-1975 con la regresión múltiple sobre la renta inicial por habitante registrada en 1965 para una penetración y unas inversiones medias de las empresas multinacionales. L a línea quebrada indica una elevada penetración (una desviación estándar superior a la media) y u n a inversión media de las transnacionales, mientras que la línea punteada indica una escasa penetración (una desviación estándar inferior a la media) y , u n a inversión media de las empresas multinacionales. L a variación, de la penetración de las empresas multinacionales indicada en el gráfico no refleja todas las variaciones empíricas posibles.

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Por ejemplo, una quinta parte de los países menos adelantados m á s importantes, registra en lo que se refiere a la penetración de las multinacionales niveles superiores a una desviación estándar superior a la media y una décima parte de los mismos están por debajo de la desviación estándar inferior a la media. Los resultados de la regresión se presentan en el gráfico para tres muestras parciales. Los efectos de la penetración de las multinacionales difieren entre las muestras. E n los países menos adelantados de poca importancia (de acuerdo con la dimensión del sector moderno de la economía) en los que suelen darse bajos niveles de renta, los efectos son inferiores (— 0,70 por ciento para una desviación estándar) que en los países menos adelantados de mayor importancia (— 1,35 por ciento para una desviación estándar). E n uno y otro caso, los efectos son importantes desde el punto de vista estadístico (lo m i s m o cabe decir para el efecto opuesto de inversión de las multinacionales: + 0,70 y + 0,90 por ciento para una desviación estándar). E n lo que respecta a los países ricos, los efectos de la penetración de las multinacionales son de escasa importancia. (Cabe añadir que la correlación entre la penetración e inversión de las empresas multinacionales difiere de una muestra parcial a otra. Es de 0,50 para los países menos adelantados de escasa importancia; de 0,18 para los países menos adelantados de mayor importancia; y de 0,62 para los países ricos.) Los resultados empíricos de los efectos de las multinacionales en el crecimiento, basados en muestras de hasta 103 países, se han comprobado cuidadosamente y comparado con los resultados de todos los estudios entre países de que se dispone [8, 9]. N o obstante, la relación que existe entre la penetración de capital de las multinacionales y otras formas de dependencia económica, sean o no en gran parte el resultado del comportamiento real de esas empresas c o m o instituciones, debe ser investigada m á s a fondo. Sería conveniente establecer un indicador de penetración de las multinacionales que se basara no sólo en un aspecto (a saber, el capital), sino en todos los aspectos de la dependencia derivadas de la actuación de las multinacionales c o m o instituciones. Cabe pues afirmar que los resultados que aquí se exponen adquieren la categoría de hechos sociales en el sistema mundial posterior a la segunda guerra mundial. Por ello, opinamos que, cualquiera sea su perspectiva, toda teoría del desarrollo de carácter empírico ha de estar en condiciones de explicar estos resultados. Desigualdad social Los análisis revelaron asimismo la relación entre el grado de penetración de las empresas multinacionales y los indicadores de la desigualdad social. El indicador m á s importante utilizado fue el de la desigualdad de la renta personal. El grado de penetración de las multinacionales c o m o rasgo estructural de los países receptores se asociaba en los años sesenta a una distribución m á s desigual de la renta entre las familias o entre los que la perciben [1, 4, 6, 7, 8, 9]. Esta

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relación es válida para una muestra mundial y m á s acentuada para los países menos adelantados. E n cambio, en los países ricos la penetración de las multinacionales va acompañada de una menor desigualdad en la distribución de la renta, aunque este aspecto deja de ser significativo, si se tiene en cuenta el nivel de la renta por habitante [7]. L a desigualdad entre los distintos sectores de la economía con respecto a la productividad del trabajo (desigualdad en el ingreso por sectores), asociada a las diferencias correspondientes en la densidad de capital, es m á s acusada cuando la penetración de las multinacionales alcanza un grado elevado [5, 15]. Esta constatación es válida únicamente para los países menos adelantados. L a relación existente entre la penetración de las multinacionales y la desigualdad de la renta personal está absolutamente comprobada, se basa en amplias muestras (hasta 72 casos) y está en consonancia con otros resultados publicados que utilizan indicadores distintos para evaluar la penetración de las multinacionales [8, 9]. D a d o que para medir el grado de distribución de la renta no se dispone de series cronológicas, la causalidad sigue siendo discutible. Las posibilidades de comprobar en la práctica la hipótesis teórica de una causalidad recíproca entre las empresas multinacionales y la desigualdad en los países menos adelantados son limitadas. E n general, lo que se ha examinado es si la penetración de las multinacionales afecta a la distribución de la renta y a través de qué variables [1, 4, 7]. L a desigualdad de los ingresos en los países menos adelantados es, sin embargo, en teoría u n o de los requisitos previos para que las empresas multinacionales interesadas en los mercados internos de esos países tengan posibilidades. Los resultados anteriores parecen indicar que en práctica hay una influencia efectiva en ambos sentidos [6].

Explicaciones empíricas de las repercusiones que provoca la presencia de las multinacionales Crecimiento económico E n esta parte se presentan conclusiones importantes en lo que se refiere a las variables que enlazan la penetración de las multinacionales y el crecimiento económico, que juntas pueden explicar en gran parte los efectos negativos observados. Teniendo en cuenta que la penetración de las multinacionales va unida a una mayor desigualdad de los ingresos, y que esta última está estrechamente vinculada a una menor formación de capital y u n crecimiento económico m á s lento en los países menos adelantados de mayor importancia (en los que el mercado interno es de mayor magnitud), parte de las consecuencias negativas de

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las multinacionales en el crecimiento económico pueden explicarse por medio de la desigualdad de la renta personal [6,13]. Esta conclusión contribuye asimismo a explicar por qué los efectos negativos sólo se producen en los países menos adelantados, ya que es sólo en éstos donde la penetración de las multinacionales va asociada a una mayor desigualdad de la renta. . Según la tesis de la descapitalización, a la larga sale.más capital de los países receptores de las empresas multinacionales, c o m o consecuencia de sus actividades, que éstas les han aportado en concepto de inversiones. E n consecuencia, se sostiene que, hecho el balance de las entradas y salidas, los fondos disponibles para inversiones en el país receptor se han reducido. Los resultados empíricos de varios países parecen venir en apoyo de esta tesis. L a penetración de capital que determina posteriores inversiones de las multinacionales está sensiblemente relacionada con una reducción del aumento de las inversiones en el país receptor. D a d o que el aumento de las inversiones es un factor decisivo del crecimiento de la renta, la reducción del aumento de las inversiones c o m o consecuencia de una fuerte penetración de las multinacionales contribuye a explicar, otro componente de los efectos negativos sobre el aumento de los ingresos. Cabe decir una vez m á s que esos efectos no son importantes para los países ricos. Los resultados empíricos indican que la penetración de las empresas multinacionales va con frecuencia asociada a una substitución de m a n o de obra por máquinas en una medida que, c o m o revela la comparación entre países, no está justificada por la escasez de la oferta de m a n o de obra [7]. Así, la supuesta intensificación del desempleo estructural, al que contribuyen las multinacionales, puede tener también repercusiones negativas para el crecimiento económico. L a desigualdad de la productividad de la m a n o de obra y de la densidad de capital entre los distintos sectores de la economía y dentro de cada uno de ellos (como indica la desigualdad del ingreso por sectores) son m á s acusadas cuando la penetración de las multinacionales es grande (5,15). Esas disparidades entrañan un bajo nivel de integración y efectos de concatenación y es probable que contribuyan por tanto, a u n bajo nivel de la productividad general, de manera que una determinada aportación de capital produce u n crecimiento económico comparativamente m á s bajo. Esto puede asimismo explicar en parte los efectos negativos sobre el crecimiento económico de los países menos adelantados, ya que es sólo en éstos donde la penetración de las multinacionales va asociada a esas disparidades, que es probable contribuya además a intensificar. - . ' . . . Los resultados indican por añadidura que la penetración de las multinacionales es m á s compatible con la orientación del país receptor hacia un modelo de educación m á s selectivo que con la orientación hacia un tipo de formación profesional. Teniendo en cuenta que una educación orientada hacia la expansión de la formación profesional favorece u n crecimiento económico rápido (especialmente en los países menos adelantados) cabe suponer que las empresas multinacionales también influyen en este terreno al reducir las posibi-

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lidades de que diversos tipos especiales de educación contribuyan positivamente al desarrollo económico. Estas conclusiones se basan en la obra todavía inédita de Than-Huyen Ballmer-Cao. L a dependencia tecnológica motivada por el control de las multinacionales sobre las patentes puede explicar otro aspecto de las consecuencias que tiene para el crecimiento económico la penetración de esas empresas [11]. El control que ejercen sobre las patentes puede considerarse, además, c o m o u n elemento de u n modelo general de práctica comercial restrictiva y de comportamiento m o n o p o lista que se afirma son frecuentes, especialmente en los países menos adelantados, y que contribuye a que la estructura industrial n o sea competitiva y:por consiguiente, a que sea menos eficaz. Los efectos negativos de la penetración de las multinacionales pueden también explicarse por el hecho de que va asociada a una estructura particular del comercio exterior (número reducido de países con los que se mantienen relaciones comerciales, número reducido dé productos, posición de inferioridad en la estructura vertical del comercio exterior) que n o favorece el crecimiento económico [10]. Por último, la penetración de las empresas multinacionales va asociada a una intensificación de los conflictos sociales internos y a una menor estabilidad del poder [1]. Esto contribuye a disminuir la posible tasa de crecimiento económico. También es probable que afecte negativamente a la capacidad del Estado de aplicar una política de crecimiento, independiente de los intereses; de clase generados por el capital extranjero. i. ..•;•;•• Desigualdad

de la renta personal

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EL argumento empírico para explicar la influencia que ejerce en la desigualdad de la renta personal la penetración de las multinacionales se basa en el estudio dé hasta que punto las relaciones con la economía mundial por conducto de las transnacionales afectan a la distribución del poder en los países'receptores; A d e m á s del régimen de la propiedad de là tierra; se ha examinado él reparto del poder en el conjunto de la organización social al margen de la agricultura (variables de la estructura del empleo), la; distribución del poder en el mercado del trabajo y el poder de dirección del Estado.: H a y que señalar quedos resultados no se basan en series cronológicas, por lo que la relación de causa a efecto es provisional y habrá de confirmarse con otros'análisis, utilizando para ello series cronológicas.: ;v. ; .. ' '•:"•'•. ••,.; , . / , - • .'"•• Por un lado, la concentración de la propiedad agraria está relacionada con la distribución de los ingresos agrícola y total y, por otro, la-penetración delas multinacionales va;asociada a una mayor concentración de la propiedad de la tierra; ello explica en parte la relación existente entre!las multinacionales y la desigualdad de la renta personal [4, 7].

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Las pruebas empíricas indican además que, de acuerdo con las hipótesis relativas a la estructura institucional y a la división del trabajo de las multinacionales a escala mundial, la penetración de estas empresas afecta a las variables de la organización social en general. Disminuye el gradó de participación en el poder con los expertos y reduce en conjunto el desplazamiento de la fuerza de trabajo hacia empleos burocráticos [4,7]. Al m i s m o tiempo, la estratificación institucional superpuesta de las transnacionales viene a intensificar la jerarquización de la autoridad. D e esta forma, las multinacionales contribuyen al desarrollo dispar de los parámetros de organización, conduciendo a u n reparto m á s desigual del poder de gestión y, por tanto, a una distribución también m á s desigual de la renta personal. Esto contribuye asimismo a crear disparidades entre los sectores económicos y dentro de cada uno de ellos, c o m o refleja la mayor desigualdad de la renta por sectores [5, 15]. D a d o que ésta es una de las principales causas de desigualdad de la renta personal, el impacto de las multinacionales sobre la desigualdad de los ingresos en los países menos adelantados queda una vez m á s corroborado. E n lo que se refiere a las hipótesis relativas al poder de dirección del Estado (por ejemplo, el impacto de las multinacionales a través de la distribución detallada del ingreso), lo que se analizó fue el grado en que la penetración de esas empresas afecta a los ingresos del Estado, y la estructura de los gastos públicos correspondientes a la distribución de la renta. N o se consideró que la penetración de las multinacionales afectara significativamente a la participación del Estado en la renta total; la asociación es ligeramente negativa [7]. Sin embargo, empíricamente cabe sostener que las multinacionales tienen un impacto en la distribución de los ingresos por su relación con los conflictos internos y la inestabilidad del poder [1], así c o m o con determinadas configuraciones dominantes de poder político a cuya creación o mantenimiento contribuye una elevada penetración de las multinacionales. D e acuerdo con las pruebas de que se dispone, esas configuraciones de poder político parecen no sólo oponerse a u n a redistribución del ingreso a las capas menos favorecidas de la sociedad, sino que contribuyen a una distribución todavía m á s desigual [7]. Esto parece deberse a que las pautas y prioridades en materia de gastos públicos favorecen la estructura de poder dominante, incluidas las empresas multinacionales; n o obstante, cabe decir que este hecho se limita a situaciones en que la escasez de recursos es general, o bien a las que prevalecen en los países menos adelantados [7]. D a d o que es sólo en los países menos adelantados donde la interacción estadística entre una acusada penetración de las multinacionales y la participación del Estado en la renta total conduce a una mayor desigualdad en la distribución de los ingresos —mientras que en general una participación m á s elevada del Estado va asociada a una menor desigualdad—, este resultado contribuye a explicar por qué las multinacionales —en igualdad de condiciones— agravan la desigualdad del ingreso sólo en esos países.

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Las políticas económicas y sus consecuencias7 Tipos de política económica Los principales componentes teóricos del análisis de contenido destinado a establecer datos sobre las políticas económicas fueron, en primer lugar, la dimensión de la intervención (con los dos polos: liberalismo-intervencionismo) c o m o representación del alcance cuantitativo de la intervención del Estado en la economía y en la esfera de la propiedad de las empresas y, en segundo lugar, la dimensión de la restricción (con los dos polos: promoción-restricción) que examina desde el punto de vista cualitativo el grado en que las políticas están orientadas en contra o a favor de las empresas multinacionales [2, 3]. Para elaborar tipologías de economía política se han utilizado las variables de economía política m á s importantes (es decir, la intervención general y las nacionalizaciones, la transferencia de capital y las restricciones a la importación, y los incentivos a la inversión) [2, 3]. L a tipología m á s diferenciada consiste en ocho tipos que analizados, tanto por separado c o m o conjuntamente, en forma de variable a escala graduada expresan u n a intensificación de la política orientada en contra de las multinacionales, lo que implica crecientes restricciones y u n medio desfavorable a su acción: U n análisis de la distribución de 73 países entre los diferentes tipos de economía política lleva a las siguientes conclusiones para el periodo que va de 1960 a 1975 [2, 3]. L o s ocho tipos de política económica con respecto a las multinacionales corresponden empíricamente al periodo examinado. N o obstante, en años anteriores, prevalecían fundamentalmente políticas económicas liberales, mientras que m á s recientemente empezaron a predominar las políticas intervencionistas. C U A D R O 1. Tipos de política orientada respecto a las multinacionales

Ventajosos para las transnacionales Promoción del liberalismo Liberalismo del "laissez-faire" Liberalismo de "tira y afloja" Liberalismo restrictivo Promoción del intervencionismo Intervencionismo no específico Intervencionismo de "tira y afloja" Intervencionismo restrictivo Desventajosos para las multinacionales

Intervenciones generales

Restricciones a transfeIncenrencias tivos

escasas escasas escasas escasas elevadas elevadas elevadas elevadas

escasas escasas elevadas elevadas escasas escasas elevadas elevadas

elevados escasos elevados escasos elevados escasos elevados escasos

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E n el periodo que. va hasta 1975, apareció una clara polarización: un amplio grupo de países se concentró en la "promoción del liberalismo", mientras que otro grupo igualmente importante aplicó u n "intervencionismo" del "tira y afloja". Hasta 1970, el intervencionismo restrictivo desempeñó asimismo u n importante papel. L a razón de estos cambios en el tiempo es que los países con situación m á s desfavorable tanto los que aplican una política económica liberal c o m o los que siguen una política económica intervencionista (con imposición de restricciones a1 las transferencias), han ido incorporando cada vez m á s a su política económica global los incentivos a las inversiones de las empresas multinacionales. E n I960,.sólo el 38 por ciento de los países se situaban en la parte superior de la variable "incentivos a la inversión", mientras que en 1975 esta cifra pasó a 89. El "intervencionismo del tira y afloja" también pasó con el tiempo a ser m u c h o m á s frecuente. E n 1960, ningún país correspondía a este tipo de política económica, pero en 1975, 30 de los 73 países analizados seguían esa política. Ésta consiste en una combinación contradictoria de medidas restrictivas contra las multinacionales (incluidas intervenciones con respecto a los derechos de propiedad de las empresas) y de promoción en forma de incentivos para atraer nuevas inversiones de esas empresas. -'•••• L a ascensión del "intervencionismo del tira y afloja" puede interpretarse c o m o sigue: la elevada penetración de las multinacionales crea efectos estructurales negativos y una disminución de la tasa de crecimiento económico, factores a m b o s que contribuyen a intensificar los problemas de orden social y político.1 Se considera que en muchos países, especialmente en los menos adelantados, ésta es una de las causas principales de la adopción de una legislación restrictiva contra las empresas multinacionales. Las restricciones impuestas al capital extranjero, especialmente las adoptadas en el contexto de una política económica global intervencionista, afectan negativamente a la propensión a invertir y, por consiguiente, es probable que contribuyan, por lo menos a corto plazo, a disminuir aún m á s la tasa de crecimiento económico. T o d o ello agudiza la crisis económica y social. T o d o cambio en la política económica representado por incentivos a las inversiones de las multinacionales puede considerarse u n intento de mantener la contribución positiva a corto plazo que aportan al crecimiento esas inversiones, con objeto de mitigar temporalmente los efectos negativos estructurales y la disminución del crecimiento económico. resultantes de là penetración de esas empresas. C o m o los efectos positivos de las inversiones de las.tránsnacionales sobre el.crecimiento son transitorios y las inversiones de ;esas.empresas contribuyen a intensificar su penetración y, por tanto, a incrementar los efectos negativos ulteriores, cabe considerar que esa política n o es'más que u n paliativo.

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Factores determinantes y concomitantes de las políticas económicas [2, 3] El nivel de desarrollo (en función de la renta por habitante) ocupa u n lugar de primer orden entre los factores determinantes y concomitantes de la economía política. Cuanto más bajo sea, más intervencionista y restrictiva será la política económica del país receptor con respecto al capital extranjero. U n a conclusión parecida, que adquiere con el tiempo mayor importancia, se aplica a otro aspecto del desarrollo, a saber, el coeficiente de matrícula en las escuelas secundarias: cuanto m á s elevado es, menor será el grado de intervención y de restricción impuesto a las multinacionales por la economía política. Entre las variables concomitantes o estructurales de la política económica que son bastante independientes del nivel de desarrollo hay una que puede ilustrar el comportamiento del voto en las organizaciones internacionales (divisiones Este-Oeste y Norte-Sur) y el grado de integración en las mismas. L a relación de dichas variables con la política económica indica que, aunque estructuralmente están bien arraigadas en los países receptores, su funcionamiento puede ser respaldado por una participación política y una sincronización mayores dentro del sistema de las organizaciones internacionales. Esto podría explicar por qué las organizaciones internacionales han ido adquiriendo cada vez m á s importancia, especialmente para los países menos adelantados. Cuanto m á s elevado es el nivel de penetración de las multinacionales, menos intervencionista y restrictiva es la política económica. Generalmente esa concomitancia, que cabría normalmente esperar, disminuye, n o obstante, con el transcurso del tiempo. Los países están en condiciones de adoptar cada vez m á s una política desfavorable a las multinacionales, a pesar de la elevada penetración de éstas. Contrariamente a esta relación negativa —aunque en gran parte debilitada— con la penetración de las empresas multinacionales considerada en función de la inversión de capital, la asociación entre penetración de patentes y política restrictiva es en cierto m o d o positiva. A u n q u e cabe suponer que las políticas restrictivas con respecto a las multinacionales van acompañadas a m e n u d o de disposiciones relativas al uso y abuso de las patentes (prácticas monopolistas), la correlación positiva indicaría que dichas disposiciones han quedado generalmente sin efecto debido a una falta o a una insuficiencia de control. Esto permite a las multinacionales reaccionar con distintas estrategias ante los cambios que se producen en el clima político mundial: pueden penetrar en los países ya sea a base de capital y organización, o bien por medio de la tecnología, es decir, el control sobre las patentes. Consecuencias de la política económica Las consecuencias a largo plazo de la política económica [2,3] no pueden analizarse debidamente, ya que la intensificación de las medidas dirigidas contra las multinacionales sólo se inició en la segunda mitad del periodo 1960-1975. Los resultados

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que se dan a continuación se refieren, por tanto, sólo al periodo estudiado y los intervalos son en general inferiores a cinco años. A d e m á s , desearíamos señalar que hasta ahora no se ha realizado ningún análisis que utilice la interacción estadística con respecto a la política económica, para investigar, por ejemplo, el impacto que tiene en distintas situaciones la penetración de las multinacionales en la estructura y el crecimiento. Esto puede efectuarse fácilmente en el futuro utilizando el análisis de la covarianza. A d e m á s , la relación entre la política económica y la distribución de la renta n o se h a estudiado todavía debido a que las observaciones sobre esta última variable están diseminados a lo largo de u n número bastante elevado de años. L a variable correspondiente a la política económica, establecida c o m o una escala de modelos de política por orden de intensificación de las medidas contra las multinacionales, actúa negativamente sobre el total y las corrientes de inversiones de las multinacionales. L a asociación con las corrientes es, c o m o cabría esperar, m á s significativa, aunque el impacto en las inversiones totales se acentúa claramente para intervalos de tiempo mayores. Los distintos tipos de política actúan asimismo en el sentido previsto. A u n q u e cabe observar que la intensa penetración de las multinacionales ha frenado hasta cierto punto las políticas desfavorables a esas empresas, especialmente en la primera mitad del periodo objeto de estudio, hay que señalar que esas políticas, una vez puestas en práctica, pueden de hecho reducir la dependencia respecto del capital extranjero suministrado por las multinacionales. Esto contribuiría a disminuir los futuros efectos negativos de dichas empresas sobre la estructura y el crecimiento. N o obstante, n o se puede afirmar que esas políticas restrictivas hayan tenido efectos positivos inmediatos sobre el crecimiento económico. L o s resultados indican m á s bien lo contrario. Cuanto m á s intervencionista y restrictiva es la política económica respecto de las multinacionales, menor es el crecimiento económico ulterior. Esta constatación se ha efectuado con respecto al grado de penetración de las multinacionales y n o puede explicarse por la relación con el crecimiento anterior, puesto que la relación entre éste y la consiguiente formulación de la política económica no es significativa. Los mismos efectos que para la variable de la política económica se aplican al grado de intervención general en la economía, mientras que los incentivos a la inversión (debido a sus efectos positivos en las inversiones de las multinacionales) tienen respecto del crecimiento consecuencias positivas. Los efectos negativos que tienen para el crecimiento económico las políticas intervencionistas y restrictivas pueden explicarse en gran medida por la disminución de la propensión a invertir. D a d o que, en general, la formación de capital ejerce una influencia claramente positiva en el crecimiento económico medio, mientras que las inversiones extranjeras tienen consecuencias negativas a largo plazo, cabe indicar que toda

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política económica orientada al desarrollo debería limitar la formación de capital extranjero y, contrarrestarla lo más posible promoviendo la formación de capital nacional. Las pruebas empíricas de que se dispone indican que la política restrictiva respecto de las multinacionales n o ha conseguido este objetivo, por lo menos en términos generales y a corto plazo. Queda, n o obstante, por dilucidar la cuestión de saber hasta qué punto las medidas políticas desfavorables a las multinacionales que se han venido aplicando cada vez m á s últimamente han iniciado o conducido a una verdadera reconstrucción de las economías subdesarrolladas, que tuviera por resultado una mayor satisfacción de las necesidades fundamentales, incluida una m á s amplia redistribución de la renta y una reducción de las disparidades económicas y regionales, o bien si han realmente conducido a un desarrollo más independiente. Esa reconstrucción sería decisiva para que los enfoques de política económica opuestos a las fuerzas dominantes en la economía mundial se tradujeran en u n crecimiento más regular y equitativo a largo plazo, a pesar de la agudización a corto plazo de la crisis económica y social que se desprende de los resultados. Sin embargo, los resultados disponibles indican que esa reconstrucción tropieza con graves dificultades. El que las políticas intervencionistas y restrictivas tengan efectos negativos sobre el desarrollo, por lo menos a corto plazo, parece implicar que esas políticas y los regímenes que las aplican gozan de escasa popularidad, lo cual fortalece la posición de los partidarios del status quo. Esto puede considerarse un mecanismo de estabilización integrado en el contexto de dependencia de la economía mundial. Esta situación no deja con frecuencia otra posibilidad que la de una política de paliativos. L a combinación contradictoria de restricciones y de incentivos a las multinacionales que ha surgido súbitamente en los últimos años es un ejemplo pertinente: puede considerarse c o m o u n o de los resultados del mecanismo de estabilización del status quo. Por ello, contrariamente a lo que los apologistas de las multinacionales h a n afirmado frecuentemente en reciente debates, sería bastante engañoso considerar que el aumento de los incentivos a la inversión de las multinacionales implique por parte del país receptor una política fundamentalmente en favor de las mismas.

Observaciones finales Las inversiones de las multinacionales en los países menos adelantados contribuirían a acelerar el crecimiento económico si no coadyudaran a provocar, o provocaran realmente, desequilibrios a largo plazo, de forma que las contribuciones a corto plazo al desarrollo quedan contrarrestadas y anuladas. L a experiencia de los dos últimos decenios no permite confiar demasiado en la existencia de mecanismos autónomos que mitiguen o compensen plenamente esos desequilibrios estructurales resultantes de una industrialización dependiente a través

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del tiempo. L a política económica de los Estados tampoco parece haberlos contrarrestado, quedando aún por elucidar si ello se debe a que no tienen la posibilidad, o bien la voluntad, de hacerlo. Los resultados empíricos n o permiten apoyar la tesis frecuentemente sostenida de que la desigualdad de la renta en el proceso de desarrollo es un sacrificio necesario para acelerar el crecimiento económico. Ese sacrificio sólo tendría sentido si las capas inferiores de la sociedad salieran también beneficiadas en términos absolutos, aunque tuvieran que contentarse con una participación relativamente m á s pequeña. Las multinacionales van asociadas a una mayor desigualdad de la renta, y no sólo no contribuyen a aumentar el crecimiento económico sino que lo disminuyen a largo plazo. Independientemente de la presencia de las multinacionales, la desigualdad de la renta conduce a u n crecimiento económico m á s lento en la mayor parte de los países menos adelantados. Por lo tanto, toda estrategia de industrialización que dependa en gran medida de la desigualdad de los ingresos y de las empresas multinacionales no está destinada a satisfacer las necesidades de la mayoría de la población de los países menos adelantados, ni siquiera en lo que se refiere a obtener u n incremento en términos absolutos m á s rápido. L a creciente dependencia respecto de las inversiones de las multinacionales, así c o m o de los créditos extranjeros, que padecen numerosos Estados menos adelantados a fin de mitigar a corto plazo los defectos estructurales a largo plazo surgidos c o m o consecuencia de la industrialización dependiente, puede resultar un considerable obstáculo estructural para toda política de desarrollo orientada a satisfacer las necesidades de las masas. Esta configuración en especial podría impedir la redistribución de la renta en los países menos adelantados, ya que reduciría las posibilidades a corto.plazo de las multinacionales en el mercado nacional. E n una perspectiva m á s amplia; cabe afirmar que el funcionamiento de la economía mundial entraña sin duda una contradicción fundamental que amenaza al sistema a.largo plazo. Mientras que, a corto plazo, para que las empresas privadas alcancen al m á x i m o sus objetivos hace falta que la mayoría de la población se abstenga del consumo inmediato de una parte importante del excedente producido; por otra parte, todo crecimiento económico equilibrado y sostenido exige c o m o condición previa una demanda masiva efectiva. Esto sólo puede conseguirse redistribuyendo una parte considerable de los excedentes a quienes se los rehusa el funcionamiento normal del sistema económico. D a d o que esta redistribución indispensable no. se produce en ninguna medida apreciable en los países menos adelantados y que a nivel mundial no existe ningún organismo de redistribución independiente,. la. contradicción alcanza dimensiones que ponen en peligro la sociedad mundial. '

,

[Traducido del inglés]

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Notas 1

Bajo la dirección de Volker Bornschier,y Peter Heintz del Instituto de Sociología de la Universidad de Zurich, colaboraron en el estudio de Thanh-Huyen Ballmer-Cao, Gottfried ' Berweger, Jean-Pierre H o b y , Alexandros Kyrtsis, Peter Meyer-Fehr y Jürg Schei• . • , degger. E n el marco de este proyecto, Laurence R . Alschuler trabaja en la actualidad sobre los estudios de seis países. Se agradece la ayudafinancieraconcedida por la Deutsche Gesellschaft für Friedensund Konflikt forschung ( D G F K ) , Bonn-Bad . Godesberg. . . 2 Éste es un concepto de corriente o flujo. El indicador es: cambio en el total de las inversiones extranjeras directas a lo largo de u n periodo en. relación con el producto interno total. A d e m á s del cambio en el capital total, se ha utilizado otro indicador, a saber las entradas de inversiones extranjeras directas. Los resultados son similares [5]. 3 Éste es un concepto de permanencia. Teóricamente representa el grado en que las empresas multinacionales controlan la economía del país receptor. El indicador es: total de las inversiones extranjeras directas en relación con el capital total y la población total. Se han utilizado también indicadores de penetración parcial [6] para los diferentes sectores en los que las empresas transnacionales tienen

.•. invertido capital. Los resultados se han comprobado con un indicador distinto basado en datos completamente independientes, a saber, el número defilialesde las 400 e m presas multinacionales industriales m á s importantes ponderado según su tamaño m e dio (capital invertido) en el país receptor de que se trata. Los resultados son similares [1, 5]. * Dentro de las obras dedicadas a esta cuestión, u n a versión m á s reciente da u n nuevo análisis de los resultados, examinando 103 países en el período que va de 1965 à 1977. Véase la referencia 9. ? :Véanse las referencias 2, 3, 5, 8, 9, 10 y 11. * Los indicadores utilizados hasta ahora no se ponderan de acuerdo con la importancia del país. Es bastante problemático relacionar, por ejemplo, u n indicador de estructura • . comercial en el crecimiento económico sin tomar en consideración si el comercio exterior c o m o porcentaje del producto total es, digamos, del 10 o el 50 por ciento. El m i s m o problema no se aplica a los indicadores de penetración de las empresas multinacionales. 7 Todos los resultados relativos a la política económica se basan en una muestra mundial de 73 países. Todavía no se ha realizado ningún análisis de muestra parcial.

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1

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7

development cación.)

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B O R N S C H I E R , Volker, en col.

con

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B O R N S C H I E R , Volker, C H A S E - D U N N , Christopher y

13

R O B I N S O N Richard. "Auslandskapital, Wirtschaftswachstum und Ungleichheit: Ueber' blick über die Evidenzen und Reanalyse". En: referenda 13 infra. M E Y E R - F E H R , Peter. Bestimmungsfaktoren des 14 Wirstchaftswachstums von Nationen. K o p a rative empirische Analyse unter Berücksichtigung Multinationaler Konzerne. Bulletin of the Sociological Institute of the University 11 of Zurich, n.° 34, diciembre de 1978, p. 1-105. M E Y E R - F E H R , Peter. Technologieabhängigkeit und Wirtschaftswachstum. Schweizerische Zeltschrift für Soziologie, n.° 5, marzo de 1979, 11 p. 79-96. B O R N S C H I E R , Volker y H E I N T Z , Peter (eds.). C o m pendium of Data for World System Analyses. 17 A sourcebook of data based on the study of multinational corporations, economic policy and national development. Refundido y a m -

BORNSCHIER, Volker, con colaboraciones de BALLM E R - C A O , BERWEGER, C H A S E - D U N N , H O B Y , MEYER-FEHR y RUBINSON: Multinational

i

Konzerne, Wirtschaftspolitik und nationale Entwicklung im Weltsystem. (Próxima aparición.) . B O R N S C H I E R , Volker. Wachstum, Konzentration und Multinationalisierung von Industrieunternehmen. Frauenfeld und Stuttgart, Huber, 1976. B O R N S C H I E R , Volker. Abhängige Industrialisierung und Einkommensent-wicklung. Schweizerische Zeitschrift für Soziologie; n.° 1, noviembre de 1975, p. 67-105. B O R N S C H I E R , Volker, y C H A S E - D U N N , Christopher.

Core corporations and underdevelopment in the world-system. E n preparación. J S T O N E M A N , Colin. Forcing Capital and Economic Growth. World development, n." 3, 1975, p.11-26.

El ámbito de las ciencias sociales

U n proyecto afortunado en la República del Ecuador: el Instituto de Estudios Económicos

Heleen F . P. Ietswaart

. Introducción Esta es la historia de un proyecto de asistencia técnica que se está llevando a efecto con resultados satisfactorios. Sus características y su contexto específicos pueden resumirse de la manera siguiente: se trata de un proyecto modesto, pequeño en todos los sentidos; pero a pesar de la limitación innegable de recursos materiales, y en parte a causa de ella, dicho proyecto ha propagado muchos y diferentes impulsos al entorno, el cual era intrínsecamente capaz de asimilar y utilizar estos impulsos y podía ser estimulado más aún en ese sentido, lo que se ha traducido en una interacción sumamente fecunda entre el proyecto y su entorno. - El punto de partida: un instituto de investigaciones que no marcha El proyecto, que actualmente se encuentra todavía en su fase de puesta en práctica, tiene por marco la ciudad de Quito, en Ecuador. Este país ha experimentado en años recientes una considerable expansión económica debido al descubrimiento de petróleo, lo cual ha traído consigo una mayor actividad a nivel gubernamental, promoviendo diversos aspectos de desarrollo. El de recursos humanos, especialmente por medio de la enseñanza, ha constituido una de las prioridades. Se ha creído asimismo que el país se beneficiaría en medida m u y amplia si se mejoraba la investigación y el análisis en el campo económico. Hace cosa de veinte años se puso en marcha, en la Universidad Católica de Quito, un Instituto de Estudios Económicos (IEE), que durante la mayor parte de su existencia había permanecido m á s bien inactivo, haciendo escasas aportaciones a la enseñanza de

Rev. int. de cieñe, soc., vol. X X X I I (1980), n.« 1

las ciencias económicas o a la investigación seria y útil. El Instituto forma parte de la Facultad de Ciencias Económicas y se supone que aporta buena parte de la enseñanza dispensada por la Facultad, pero antes de la iniciación del proyecto era m u y poco lo que hacía en este sentido. Las limitadas investigaciones que emprendía se basaban enteramente en contratos y el Instituto carecía de una política de investigación propia. Era m u y pequeño, con un director y cinco investigadores solamente, de los cuales n o todos estaban empleados a jornada completa. D e esta suerte le faltaba " m a s a crítica": el mínimo de actividad y estímulo recíproco requerido para constituir una entidad dinámica y autosuficiente. L a estructura del Instituto n o contribuía a hacer de él un cuerpo , fuerte y dinámico. Aunque formalmente considerado c o m o una entidad autónoma, dependía en amplia medida, primero, de la Facultad de Economía, y, segundo, de la Universidad misma. El instituto n o disponía de fondos asignados por la Universidad, ya que ésta en realidad lo consideraba esencialmente una fuente de ingresos, dando por supuesto que propiciaría contratos de investigación de los que la Universidad podría retener cierto porcentaje para "gastos generales". E n suma, nos hallamos ante un caso típico de forma institucional sin m u c h o contenido. L a Universidad n o consideraba importante al Instituto y n o hacía nada por desarrollarlo. F u e el Consejo de Planificación Nacional el que concibió la idea de prestar al instituto una ayuda substancial, darle realce y convertirlo en una entidad viable capaz de instrumentar y llevar a la práctica sus objetivos manifiestos: impartir instrucción válida en la Facultad, contribuyendo así a la formación de los economistas que tanto necesita el país, y emprender investigaciones no sólo de un alto

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nivel profesional, sino también oportunas para las m á s apremiantes necesidades actuales de la nación. D e esta manera, la idea de mejorar los recursos del Instituto y convertirlo en un 1 centro dinámico de enseñanza e investigación se formuló c o m o un objetivo concreto en el Programa N a cional del Ecuador para 1973-1978. Para llevar a la práctica esta idea se solicitó una asistencia multilateral y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se avino por fin a subvencionarlo módicamente, en una especie de tanteo de su viabilidad. Tal subvención cubriría los servicios de un consultor durante seis meses y dos becas de diez meses cada una. L a Unesco puso el proyecto en ejecución. E n vista de su éxito evidente, el gobierno solicito dos prórrogas, que fueron concedidas, y así el proyecto durará 16 meses en total, atendidos durante todo ese tiempo los servicios del consultor. Se había pensado que el proyecto tendría dos funciones principales: a) impartir enseñanza en la Facultad de Ciencias Económicas sobre teoría económica. y métodos de investigación en economía, y b) establecer vínculos institucionales firmes y duraderos con instituciones similares, especialmente con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales ( F L A C S O ) , una entidad regional que mantiene varios programas de enseñanza a nivel de postgraduados en América Latina y cuyos miembros se dedican a la investigación en el ámbito de las ciencias humanas. Sus actividades en estos campos se remontan al periodo inmediatamente posterior a la segunda guerra mundial, y esta experiencia se estimó que podía ser de gran utilidad para el Instituto de Estudios Económicos de Quito si se establecían sólidos lazos. L a F L A C S O mantiene actividades en Quito, particularmente un Programa de Estudios sobre el Desarrollo para postgraduados iniciado en enero de 1978. . U n aspecto del proyecto tal c o m o en un principio fue concebido, importante para una comprensión de su feliz resultado, es que no trató de especificar con exactitud c ó m o habían de c u m plirse susfines.Así, dejó u n discreto margen para la iniciativa y el buen sentido de aquéllos que estaban llamados a realizar el trabajo: el consultor y su adjunto, nombrado por el gobierno para que trabaje en estrecha colaboración con aquél y posteriormente continúe la labor emprendida (en este caso, el Director del Instituto).

L a ejecución del proyecto . N o le faltaron al proyecto problemas y obstáculos. Al fin y al cabo venía a interponerse en una situación de la vida real que puede fácilmente reconocerse c o m o típica. El proyecto era de modestas dimensiones, con disponibilidades económicas m u y limitadas. El entorno, c o m o ocurre a menudo en estos casos, mostró al principio una combinación de buena voluntad e interés bastante pasivo junto con una resistencia natural al cambio fundada en cierto recelo de las posibles implicaciones. Además, había que establecer primero una relación de trabajo entre el consultor y su adjunto, de m o d o que funcionasen coordinadamente c o m o equipo. A u n que esto no se consiguió de la noche a la mañana, su relación no tardó en conducir a una cooperación sumamente fecunda. Para poner el proyecto en ejecución se adoptó la siguiente estrategia. Primero, se estudió a fondo el contexto institucional a fin de obtener una buena impresión en cuanto a la posición ocupada por el Instituto. Se llegó a la conclusión de que el aspecto institucional debía gozar de prioridad absoluta. Dicho aspecto institucional tenía dos componentes: a) la consolidación del propio Instituto c o m o entidad autónoma, y b) el establecimiento de vínculos formales permanentes y firmes con otras instituciones. E n segundo lugar se hizo hincapié en actividades m á s pasajeras, como cursos y seminarios, e incluso investigación. Característica m u y notable de la puesta en práctica del proyecto, sin embargo, es que desde el principio se las arregló para hacerse cargo también de la organización de dichas actividades, integrándolas en los planes previstos para el nuevo marco institucional. E n cuanto al Instituto, se estimó que, para empezar, el grupo que lo constituía era demasiado pequeño para poder funcionar de acuerdo con sus objetivos: le faltaba dinámica interna. Tenía, pues, que ser ampliado, estimulado a iniciar sus actividades propias y a mejorar el concepto e imagen de sí mismo. Concretamente, el proyecto consiguió la contratación de nuevo personal académico, así c o m o mejoramientos en las condiciones de trabajo de los ya empleados, en competencias tanto académicas c o m o administrativas. Asimismo se organizaron seminarios para estimular la actividad de grupos. : Posteriormente se abordó la estructura del

Un proyecto afortunado en la República del Ecuador: el Instituto de Estudios Económicos

Instituto con objeto de dotarle de una autonomía más auténtica. Este fin había de perseguirse con mucha diplomacia, porque si bien era de gran utilidad práctica y de una evidencia manifiesta, se salía de los límites del proyecto primitivo y por consiguiente se exponía a tropezar con alguna resistencia. El segundo aspecto, el establecimiento de vínculos con otras instituciones, también se abordó desde el inicio mismo del proyecto. Para empezar, se formalizó la cooperación con la F L A C S O por medio de un convenio. Se establecieron contactos a alto nivel, es decir entre la Universidad y la F L A C S O en su calidad de organización regional. Esto no fue óbice para que inmediatamente se especificara que la cooperación entre las dos instituciones asumiría, antes que nada, la forma de intercambios de servicios entre el Instituto y F L A C S O en Quito, especialmente el Programa de Licenciatura en Estudios sobre el Desarrollo, en dos cursos, antes mencionados. Así, pues, se acordó que a) se admitiría en este Programa a dos alumnos del Instituto; b) el proyecto contribuiría a la difusión del Programa de F L A C S O ; : y c) miembros de F L A C S O darían clases, en nombre del Instituto, en la Facultad de Ciencias Económicas. La fórmula de intercambio-de-servicios establecida es una fórmula interesante, especialmente en situaciones de insuficiencia de fondos para obtener todos los servicios del exterior que se. precisen. U n aspecto importante del convenio es que su marco general deja margen para diferentes formas de cooperación en el futuro.,

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mordial de los seminarios, sino que al m i s m o tiempo daría súbito realce al Instituto dentro de la Facultad y la Universidad en general: el seminario sería un importante acto de relaciones públicas. Se sacó pleno partido de los vínculos institucionales con la F L A C S O , así c o m o de otros contactos, pára conseguir la participación de unas cuantas personas altamente calificadas. Conviene destacar que el proyecto no tenía fondos para sostener dicho seminario, el cual fue posible gracias a la buena voluntad y a la fórmula de intercambio-de-servicios ya conseguida con la F L A C S O . El seminario se celebró en diciembre de 1978 y fue u n éxito completo. C o n la organización de otros acontecimientos similares, éste constituyó un punto de partida. La siguiente en importancia de las actividades del proyecto consistió en organizar y estimular la investigación en el Instituto. El equipo rector del proyecto (el consultor y el director del Instituto) no consideraba la investigación a secas estímulo suficiente, o siquiera necesario, para el Instituto. Centraron m á s bien su interés en la organización de u n programa de investigación y, c o m o complemento, u n programa de publicaciones. El programa de investigación se ha m e n cionado ya al hablar de los vínculos con el Banco Central del Ecuador. Los proyectos de investigación elaborados conjuntamente con el Banco formaban parte de un objetivo m á s ambicioso: establecer un amplio programa de investigación que incluyera los diversos campos de estudio pertinentes Otros vínculos institucionales tenían m á s para la realidad socioeconómica del Ecuador. E n que ver con la investigación. Se fortalecieron las esta estructura, cada campo de estudio estaría ya existentes —pero bastante débiles— relaciones dirigido por un investigador principal a quien evencon el Banco Central del Ecuador, y se utilizaron tualmente se asignarían varios ayudantes. Dentro c o m o base para obtener contratos de investigación. de este marco se elaborarían luego los proyectos de Así, se acordó que el Banco Central patrocinara la investigación y se recabarían fondos de las instifundación de un Banco de Datos y Centro de tuciones adecuadas. Ésta, sin duda alguna, es una Documentación. Evidentemente, ésta es una e m - pauta de lo más corriente para institutos de invespresa de altos vuelos e implica un compromiso tigación, pero el IEE había funcionado, en general, permanente del Banco con el Instituto. El Banco de forma diametralmente opuesta: sobre la base también patrocinó algunos proyectos de investi- de intereses personales, o incluso meras oportunidades de investigación, los contratos habían gación menores. definido las investigaciones que efectivamente se Por otra parte, se comenzó inmediatamente efectuaban, mientras que el Instituto carecía de toda con la organización de un seminario en el Instituto, política de investigación propia. en el que participarían varias personas de fuera. Se estimó que esto cumpliría por lo menos dos funLa reorganización de las actividades de ciones importantes: no sólo estimularía a los miem- investigación, sobre la base de un programa de bros del Instituto en sus empeños académicos, lo investigaciones, difícilmente podía considerarse de cual puede considerarse función ordinaria y pri- forma aislada: afectaba a la estructura entera del

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Instituto, y en consecuencia los dos aspectos del cambio se iniciaron conjuntamente. U n a vez que el Instituto alcanzara m á s autonomía efectiva le resultaria m á s hacedero desarrollar y sostener sus propias políticas y prioridades. L a reorganización del Instituto, en estos términos amplios, se identificó c o m o la meta.y el desafío m á s importante: Pero el referido cambio supone inevitablemente un largo y lento proceso, debido a la natural inercia de las instituciones y a los intereses creados que por fuerza chocarán con él. El proyecto está hoy funcionando en los dos frentes a la vez: definiendo un programa de investigaciones coherente mientras se recaban el apoyo y los fondos exteriores indispensables para el mismo y negociando los necesarios cambios estructurales. Conclusiones: ¿qué determina el éxito de un proyecto? El proyecto ecuatoriano de asistencia técnica para el desarrollo, c o m o otros de su misma naturaleza, debe ser evaluado a dos niveles distintos. Primero debe constatarse si las actividades m á s o menos específicas acogidas al proyecto se emprendieron c o m o estaba previsto y si sus frutos fueron satisfactorios. Y segundo y m á s importante, debe llevarse a cabo una evaluación de los resultados del proyecto en términos de lo que deja tras él de m á s permanente cuando se da por concluido. Esto supone una evaluación de aspectos menos específicos y concretos, c o m o el efecto duradero de los cambios estructurales llevados a cabo en las instituciones. Diríase que el proyecto ecuatoriano, ha respondido bien a estos dos niveles. ¿ C ó m o , pues, podría caracterizarse mejor este proyecto? Representa una explosión de actividad: de pronto el Instituto cobraba vida y en él tenían lugar, se preparaban y se comentaban muchas actividades diferentes: se celebraban seminarios, grandes y pequeños, se contrataban investigadores, se impartían enseñanzas, se montaba todo un programa de investigación, se preparaba la instalación de un

banco de datos, y al mismo tiempo se consideraba, se planeábanse debatía y se ponía por obra una estructura institucional más viable y adecuada. El Instituto se había convertido en un lugar de mucha animación y trajín, algo de lo que la gente venía a informarse, dentro y fuera de la Universidad. Sus miembros sentíanse ahora respetados por el m u n d o exterior, y concebían un afán aún mayor por seguir constituyendo una presencia importante en la Universidad y en el país. Había actividad donde antes sólo había inercia; movimiento donde había reinado el marasmo. : ¿Por qué, m á s específicamente, fue este proyecto un éxito a ambos niveles? N o sólo llevó a efecto las cosas concretas planeadas de antemano, sino que creó un Instituto de investigación y de enseñanza m á s pujante y viable de lo que nunca había sido. N o se debió su éxito, desde luego, a que se gastara en él mucho dinero; en realidad la falta de fondos probablemente explica la adopción de la fórmula de intercambio-de-servicios tan fecundamente aplicada, así c o m o la prioridad concedida a la estructuración institucional. Era un proyecto sencillo, modesto, sin grandes aspiraciones, que se había propuesto objetivos bastante generales sin ningún empeño por especificar todos los detalles de su puesta en práctica, yà que era una especie de estudio de viabilidad, o dicho de otro m o d o , un lance en un juego de oportunidades. El proyecto halló un entorno razonablemente receptivo, un entorno capaz de asimilar ventajosamente los numerosos estímulos deparados por las diversas actividades emprendidas. Y , lo m á s importante de todo, el equipo rector del proyecto consiguió convencer a su entorno, particularmente a la Universidad, para que considerara el Instituto una responsabilidad propia, asumiendo el compromiso de fomentarlo y prestarle apoyo en todo momento. Ese es el aspecto duradero del proyecto. Es m u y probable que sin ese compromiso tan firme las actividades más específicas se interrumpirían tan pronto c o m o el proyecto tocase a su fin. [Traducido del inglés]

CD ^

Servicios profesionales y documentales

Calendario de las reuniones internacionales1

1980 Teherán



17-21 de marzo

Abril

Instituto Internacional de Antropología: X X Congreso Internacional de Antropologia y de Arqueologia Prehistórica Institut international d'anthropologie, 1 place d'Iéna, 75016 Paris (Francia)

Detroit

Instituto Internacional de la Paz; W a y n e State University; Centre for Peace & Conflict Studies: Coloquio sobre la responsabilidad general de preservar la paz independientemente de las diferencias ideológicas (8.a reunión de cristianos y marxistas) Institut internat, de la paix, Môllwaldplatz 5, 1040 Vienna (Austria)

México

Unión Internacional de Protección a la Infancia; reunión regional latinoamericana Union internationale de protection à l'enfance. Centre international, 1, rue Varembé, 1211 Genève (Suiza)

Berlín-Oeste . .

21-23 de marzo

Congreso Internacional de Ciencias H u m a n a s en Asia y África del Norte: conferencia trienal Internat. Assoc, of Orientalist Librarians c¡o NIAS, Meybloomlaan I, Wassenaar (Países Bajos)

Washington, D C

Washington, D C

Centro Europeo de Formación y de Investigación en Acción Social: coloquio (Tema: Desarrollo de la acción comunitaria para los grupos desfavorecidos) E C S W T R , Berggasse 17,1090 Vienna (Austria) Association for Asian Studies: 32. a reunión anual AAS, 1, Lane Hall, University of Michigan, Ann Arbor, Michigan 48109 (Estados Unidos de América)

The Institute for the Study of Contemporary Social Problems: Research Symposium on the Impact of Racism on White Americans Mr. Bowser, Dept. of Sociology, Cornell University, Ithaca, N.Y. 14853 (Estados Unidos de America)

1. L a redacción de la Revista no puede facilitar ninguna información complementaria sobre estas reuniones.

Rev. int.de cieñe, soc, vol. X X X I I (1980), n.» 1

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DD &—

Fin de abril

10-12 de abril 21-25 de abril

Paris

Denver (Colorado) Allanta

Mayo

12-14 de mayo

Foro Internacional sobre el movimiento obrero y la clase obrera :, Prof. G. Del Bo, Feltrlnèlli Foundation, Via Romagnosi 3, 20121 Milano (Italia) Population Association of America: reunión PAA, P . O . Box 14182, Benjamin Franklin Station, Washington, D C 20044 (Estados Unidos de América) Bio-Energy Council: congreso mundial y exposición BEC, P. Schauffler, 1625 Eye St. N W , Suite 825-A, D C 20006 (Estados Unidos de América)

Washington,

Asociación Mundial para el Estudio de la Opinión Pública: American Association for Public Opinion Research: conferencia AMROP, c/o Mr. Yyan Corbeil, CROP, Inc., 1500 Stanley Street, Suite 520, Montréal, Québec H3A IR3 (Canadá) Amsterdam

European Planning Federation; International Affiliation of Planning Societies: conferencia europea de planificación EPF, B. S. Kyle, c/o Society for Long-Range Planning, 15 Belgrade Sq., London SW1 (Reino Unido)

18-23 de mayo

Acapulco

20-30 de mayo

Cardiff

Federación Internacional de la Habitación, el Urbanismo y la Ordenación de los Territorios: coloquio (Tema: Las funciones futuras de los transportes individuales y privados en zonas urbanas) FIHVAT, 43, Wassenaarseweg, The Hague (Países Bajos)

9-14 de junio

Cardiff

Consejo Internacional sobre los problemas del Alcoholismo y de las Toxicomanías; South Glamorgan Health Authority: X X X V I Conferencia Internacional sobre la Prevención y Tratamiento del Alcoholismo CIPAT, A. Tongue, case postale 140, 101 Lausanne (Suiza)

16-19 de junio

Varsóvia

19-21 de Brunswick, junio Maine (Estados Unidos de América) 30 de junio 4 de julio

Madrid

International Communications Association; Gobierno de México: X X X Conferencia Internacional sobre la Comunicación (Tema: Evolución del hombre y desarrollo) R. L. Cox, Internat. Communications Assoc, Balcones Research Centre, 10100 Burnet Rd„ Austin, Texas 78758 (Estados Unidos de América)

Federación Internacional del M a n d o Automático; Federación Internacional de las Sociedades de. Investigación Operacionales; Polish Federation of Engineering Associations:' 3. a conferencia F I C A / F I S R O (Tema: Modelos dinámicos y control de las economías nacionales) Dr. M.'Lipiec, Systems Research Institute, Polish Academy of Sciences,6 Newelska Str., 01-447 Varszawa (Polonia) • Cheiron: International Society for the History of Behavioral and Social Sciences: 12. a reunión anual de Cheiron Rand Evans, Program Chair, Dept. of Psychology, Texas A. and M.'University, College Station, Texas 77840 (Estados Unidos de América) Instituto Internacional de Ciencia Administrativa: XXVIII congreso (Tema: Respuesta de la administración pública a los desafíos de las sociedades contemporáneas) USA, 25, rue de la Chanté, Bruxelles 4 (Bélgica)

Calendario de las reuniones internacionales

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Tokyo e Hiroshima

W o r l d Citizens Assembly: reunión (Tema: Organizar la construcción de una comunidad mundial) ' ' ''"'• ;'' •; '' World Citizens Assembly,- P . O . Box 2063, San Francisco, Call 94126 (Estados Unidos de América) >'-

6-12 de julio

Leipzig

U n i ó n Internacional de Psicología Científica: 22.« congreso ....._„ ,.,;.... UIPS, The Hogg Foundation, c¡o Prof. W. Holtzman, University ' of Texas, Austin, Texas 78712 (Estados Unidos de América)

7-11 de julio

Londres

Instituto Internacional de Estadística; W o r l d Fertility Survey: conferencia mundial < • '"•':'• •' '•-'M . D . Whiteleggé, World Fertility Survey, Internat. Statistical Institute, 35-37 Grosvenor Gardens,-London SWIN O B S (Reino Unido)

Julio o agosto

. 16-22 de . julio

.

20-25 de julio

Hong-Kong

Consejo Internacional de Acción Social: conferencia mundial Internat. ¡Council oh.,Social Welfare, Miss. I. Géliñek, Secfe.-Gen., 'Bérggassè 9, 1090 Vienna (Austria)•',.'.. .,.>,'.',.,'

Toronto

Sociedad del M u n d o Futuro; Canadian Association for Future Studies: conferencia (Tema: Los años ochenta) .The First Global Conference on the.Future, Inc., 49 Front,Str.,¡.East (2ndFloor), Toronto, Ontario'(Canadá)

septembre

Asociación de : Derecho Internacional: 59. a conferencia ...i, ILA, 3, Paper Buildings, The Temple, London EC47 7EU (Reino Unido)

3-8 de Copenhague agosto •• ::.;;.-. -, '.i

Asociación Internacional dé Psicoterapia de G r u p o Sadilles Congress Service, 3 SommerveJ, 3100-Hornback (Dinamarca) - : :

4-9 .de agosto , '

México

Asociación Internacional de Sociología. Rural: 5." congreso mundial 1RS A , T. A . Ford, c/o Centre for. Development Change, University of Kentucky, Lexington, Kentucky 40506 (Estados Unidos de América)

25-30 de agosto

Vienna

International Association for H u m a n Ecology: I Congreso Europeo sobre Ecología H u m a n a ' ' Dr. H . Knoetig, Secr.-Gen. IOHE, Karlsplatz 13, 1040 Vienna (Austria)

28 de agosto 2 de , septiembre

Aix-enProvence

Econometric Society: congreso mundial Econometric Society, M s . , J. P..Gordon, c\o Dept. of,Economics, Northwestern University, Evanst'on, III. 60201 (Estados Unidos de América)

'Agosto ó

' —

2-9 de San Francisco septiembre, • •'"'•'' ' ' 5-7 de septiembre

Denver

8:12 de y, septiembre

• Munich;... ,iV. i

Asociación Internacional de Psicología Analítica; C . Jung Institute of San Francisco: 81 a conferencia internacional '' '''" "'" C. Juñg Institute öf'San Francisco, 2040 Gouth Str., San Francisco, Calï94109 (Estados' Uñidos de América) Allied Social Science Association: reunión ASSA, M s . B . Weaver, c/o American Économie Assoc, 1313 21st Ave, S. Nashville, Tenn. 37212 (Estados Unidos de América) Conferencia Mundial de,la Energía: 1 1 . a conferencia Conférence mondiale de l'énergie, Dr. G. Ott, Lindenmannstr. 4000 Düsseldorf! (República Federal de Alemania)

13,

198

19-21 de San Francisco septiembre 22-25 de septiembre

Lafayette

22-26 de septiembre

São Paulo

Varna

6-9 de octubre y 14-17 de octubre

Tokyo y Melburne

19-24 de' octubre

\

Federación Internacional del Tratamiento de la Información: reunión internacional' • ' ' '• , T. J. Williams, Purdue Laboratorie for Applied Industrial Control, Purdue University, 101 Michael Golden Build., Lafayette, In. 47907 (Estados Unidos de América)

' International Committee for Soviet and East European Studies: Deutsche 'Gesellschaft für Osteuropakunde: 2.' Congreso mundial Deutsche' Gesellschaft für Osteuropakunde e.V., Schaperstrasse 30, 1000 Berlin 15 (República Federal de Alemania) Asociación Internacional contra'el Ruido: 11." congreso AICB, Dr. W. Aéchérli, Hirschenplatz 7, 6004 Lucerne (Suiza) Federación Internacional para el Tratamiento de la Información: congreso 1980 (Tema: Las implicaciones económicas; la computadora en , Ê • la vida de cada día) .'''.,' Internat. Fed. for Information Processing, Congress 1980, GPO 880G, Melbourne, Victoria 3001 (Australia)

Adelaida • •- ' >

20-23 de octubre

i

Society for the Study==íír of Alternative Lifestyles: 7 . a reunión anual H . C. Horowitz, Currycomb Court, Columbia, Maryland 21044 (Estados Unidos de America)

Consejo Internacional sobre los Problemas del Alcoholismo y las Toxicomanías; Institute of Social Medicine and Criminology; XXXIII C o n greso Internacional sobre el Alcoholismo y las Toxicomanías CIPAT, A . Tongue, Case postale 140,1001 Lausanne (Suiza)

30 de sept. Garmisch4 de Partenkirchen octubre

2-7 de octubre

iE

Hong-Kong .

Asian Association of Management Organizations: 7 . a conferencia Asian Assoc, of Management Organizations, c/o Australian Institute of Management, 136, Greenhill 'JW.,i North Unley, Adelaide, SA 5061 (Australia) •'•:•• Organización Asiática de Productividad: congreso 1980 Asian Productivity Organization, Aoyama Dallchl Mansions, 8-1-14 Akasakà, Minato-Ku, Tokyo 107 (Japón)

1981 Singapur



Washington, D C

Columbus, Ohio

Abril

Amsterdam

Asociación Científica del Pacífico: 4 . " congreso ' (Tema: Población y urbanismo) •• • '• ' Pacific Science Association, P.O. Box 17807, Honululu, Hawaii 96817 (Estados Unidos de América) Population Association of America: reunión PAA, P.O. Box 14182,-Benjamin Franklin Station, Washington, D C 20044 (Estados. Unidos de América) , Unión Internacional de Ciudades y Poderes Locales: congreso •UIVPL, 45, Wassenaarseweg, Den Haag (Países Bajos) Unión Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnológicas: congreso UISAE.C. S. Beishaw, Pres., Dept. of Anthropology and Sociology, • University of British Columbia, Vancouver, B.C. Canada V6T1W5 '

Calendario de las reuniones internacionales

Mayo

Oslo

9-12 de junio

15-21 de junio

Julio

Honolulú

Varsóvia

Manila

Septiembre

Lieja

Diciembre

Manila

1982

199

Federación Internacional de la Habitación, el Urbanismo y la Ordenación de los Territorios: conferencia . FIHUAT, 43 Wassenaarseweg, Den Haag (Países Bajos)

Association of Asian Studies, Commission of Hawaii; Philippine Studies Committee: coloquio (Tema: Las Filipinos en Hawaii y en los Estados Unidos y estudios filipinos) Symposium Committee, Filipino 75th Anniversary Commemoration Commission, 1151 Punchbowl Street, Room 233, Honolulu, Hawaii 96813 (Estados Unidos de América) Unión Internacional de Arquitectos: 14." congreso mundialy 15. a A s a m blea General (Tema: L a arquitectura, el hombre, el entorno) Comité d'organisation du 14' Congrès UIA, Assoc, des Architectes polonais, SÀRP-Foksal 2, B.P. 6, Warszawa 00950 (Polonia)

Federación Mundial para la Salud Mental: congreso mundial Mrs. Edita F. Martillano, Natl. Exec. Dir., Phil. Mental Health Assoc, 18 East Avenue; Quezon City (Filipinas)

Federación Internacional de la Habitación, el Urbanismo y la Ordenación de los Territorios: conferencia FIHUAT, 43, Wassenaarseweg, Den Haag (Países Bajos) ,

' Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población: conferencia general UIESP, 5, rue Forgeur, 4000 Liège (Bélgica) •

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Río de Janeiro

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•.

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Asociación Internacional de Ciencias Políticas: 12." congreso mundial Internat. Political Science Association, cjo University of Ottawa, Ottawa K1N6N5 (Canadá)

Libros recibidos

don, Jossey-Bass Publishers, 1979. 505 p . , bibliogr., índice. (Social and Behavioral Science series.)

Documentación, ciencia y conocimientos .,•,, CENTRO

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E INFORMAÇÃO.

SEÇÃO DE

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Rev. int. de cienc. soc, vol. X X X I I (1980), n.° 1

Libros recibidos

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M . A . Burelli;

A R C I N I E G A S , Germán (er al.). El Caribe: un mar entre dos mundos. Caracas, Equinoccio, Editorial de la Universidad Simon Bolivar, 1978.297 p .

Población

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Michel; F O U C H E R , Laurence. Le fonc-

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ORGANIZATION FOR ECONOMIC CO-OPERATION AND • DEVELOPMENT. DEVELOPMENT CENTRE.

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m = ¡ ú

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Libros recibidos

M U N K , Ingrid M . E . Model building in comparative education. Stockholm, Almqvist & Wicksell International, 1979. 199 p . ,fig.,cuadros,' bibliogr. 87 coronas suecas. (International Association for the Evaluation of Educational Achievement Monograph Studies, 10).

203

tion et de Diffusion; 1978. 189 p . , mapas ilus., cuadros, bibliogr.

Literatura

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Publicaciones recientes de la Unesco (Incluidas las auspiciadas por la Unesco)*

Biología y ética: reflexiones sobre un coloquio de laManual sobre los medios de comunicación social en Unesco, por Bruno Ribes. Paris, Unesco, relación con la población y el desarrollo. 1978. 189 p. 38 francos. (Actual.) París, Unesco, 1978. 113 p. 18 francos (Manuales sobre comunicación y población.) La carrera armamentista y el desarme: consecuencias sociales y económicas —tendencias de la inves- Método para la determinación de prioridades en ciencia y tecnología. París, Unesco, 1979. 82 p. . ligación y bibliografía. París, Unesco, 1978. 12 francos. (Estudios y documentos de polí50 p. 8 francos. (Informes y documentos de tica científica, 40). ciencias sociales, 38.) iQué mundo vamos a dejar a nuestros hijos? París, Criterios científicos en las disciplinas sociales y humaUnesco, 1978. 189 p. 38 francos (Tribunas nas, por. C . Lévi-Strauss. Valencia, Cuaderinternacionales, 1.) nos Teorema, 1978. 52 p. (Serie de Filosofía Práctica.) La política cultural de Cuba, por Jaime Saruski y Gerardo Mosquera. París, Unesco, 52 p. Del temor a la esperanza: los desafíos del año 2000. ¡lus. 12 francos (Políticas culturales: estudios París, Unesco, 1978. 178 p. 38 francos y documentos.) (Actual.) Educación, imágenes y estilos de desarrollo, por Raza y clase en la sociedad postcolonial: un estudio G e r m a n W . R a m a . París, Unesco, División sobre las relaciones entre los grupos étnicos de Estudio del Desarrollo, 1978. 61 p: (Rapen el Caribe de lengua inglesa, Bolivia, Chile ports/Études, S T Y . 1.) y México. París, Unesco, 1978. 455 p. 65 francos. El hombre y su medio ambiente: panorama de las actividades de la Unesco. Paris, Unesco, 1979. 70 p . Informe sobre el análisis de las transferencias internacionales de la ciencia económica, por Xavier * C ó m o obtener estas publicaciones: a) las publiGreffe, Michel Aubry y Jérôme Lallement. caciones de la Unesco que lleven precio Paris, Unesco, División de Estudio del pueden obtenerse en la Oficina de Prensa de Desarrollo, 1979. 99 p. (Rapports/Études, la Unesco, Servicio Comercial ( P U B / C ) , T O K . 3.) 7, place de Fontenoy, 75700 París, o en los distribuidores nacionales; b) las publicaciones Investigación en materia de comunicación sobre de la Unesco que no lleven precio pueden población. París, Unesco, 1978. 93 p . 14 franobtenerse gratuitamente en la Unesco, Divicos. (Manuales sobre comunicación y posión de Documentos ( C O L / D ) ; c) las coblación.) publicaciones de la Unesco pueden obtenerse Julian Huxley, hombre de ciencia y ciudadano del en todas aquellas librerías de alguna immundo 1887-1975. Paris, Unesco, 1979.184 p. portancia. 18 francos.

Rev. int. de cieñe, soc, vol. XXXII (1980), n." 1

PUBLICACIONES DE LA UNESCO: AGENTES DE VENTA África del Sur

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, Alemania (Rep.

Albania Fed.)

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Librería Navarro, 2.a avenida n.* 201, Comayaguela, T E G U C I G A L P A . Federal Publications ( H K ) Ltd., 5 A Evergreen Industrial Mansion, 12 YIP F A T Street, W o n g Chuk Hang Road, A B E R D E E N . Swindon Book C o . , 13-15 Lock Road, K O W L O O N . Akadémiai Kõnyvesbolt, Váci u. 22, B U D A P E S T V . A . K . V . Könyvtárosok Boltja, Népkoztársaság utja 16, B U D A P E S T VI. Orient Longman Ltd.: Kamani Marg, Ballard Estate, B O M B A Y 400038; 17 Chittaranjan Avenue, C A L C U T T A 13; 36 A Anna Salai, Mount Road, M A D R A S 2; B-3/7 Asaf Ali Road, N E W D E L H I 1; 80/1 Mahatma Gandhi Road, B A N G A L O R E - 5 6 0 0 0 1 ; 3-5-820 Hyderguda, H Y D E R A BAD-500001. Subdepósitos: Oxford Book and Stationery C o . , 17 Park Street, C A L C U T T A 700016, et Scindia House, N E W D E L H I 110001; Publications Section, Ministry of Education and Social Welfare, 511 C-Wing, Shastri Bhavan, N E W D E L H I 110001. Bhratara Publishers and Booksellers, 29 JI. Oto Iskandardinata III, J A K A R T A . Gramedia Bookshop, Jl. Gadjah M a d a 109, J A K A R T A . Indira P . T . , Jl. D r . S a m Ratulangie 37, J A K A R T A P U S A T . Commission nationale iranienne pour l'Unesco, avenue Iranchabr Chomali n° 300, B . P . 1533, T É H É R A N . Kharazmie Publishing and Distribution C o . , 28 Vessal Shirazi Street, Shahreza Avenue, P . O . Box 314/1486, T E H E R A N . McKenzie's Bookshop, Al-Rashid Street, B A G H D A D . The Educational Company of Ireland Ltd., Ballymount R o a d , Walkinstown, D U B L I N 12. Snaebjörn Jonsson & C o . , H ¡ F . , Hafnarstraeti 9, R B Y K I A V I K . A . B . C . Bookstore Ltd., P . O . Box 1283, 71, Allenby Road, Tel Aviv 61000. L I C O S A (Librería Commissionaria Sansoni S . p . A . ) , via Lamarmora 45, casella postale 552, 50121 F I R E N Z E . Agency for Development of Publication and Distribution, P . O . Box 34-35, TRIPOLI. Sangster's Book Stores Ltd., P . O . Box 366, 101 Water Lane, KINGSTON.

Japón Kenya Koweit Lesotho Líbano Liberia Liechtenstein Luxemburgo Madagascar Malasia

Eastern Book Service Inc., C . P . O . Box 1728, T O K Y O , 100 91. East African Publishing House, P . O . Box 30571, NAIROBI. The Kuwait Bookshop C o . Ltd., P . O . Box 2942, K U W A I T . Mazenod Book Centre, P . O . M A Z E N O D . Librairies Antoine A . NaufaI et frères, B.P. 656, B E Y R O U T H . Cole and Yancy Bookshops Ltd., P . O . Box 286, M O N R O V I A . Eurocan Trust Reg., P . O . Box 5, S C H A A N . Librairie Faul Brück, 22, Grand-Rue, L U X E M B O U R G . Commission nationale de la République démocratique de Madagascar pour l'Unesco, B.P. 331, TANANARIVE. Federal Publications, Sdn. Bhd., Lot 8238 Jalan 222, Petaling Jaya, SELANGOR.

• Mali Malta Marruecos

Mauricio México Mónaco Mozambique

Librairie populaire du Mali, B.P. 28, B A M A K O . Sapienzas, 26 Republic Street, VALLETTA. Todas las publicaciones: Librairie " A u x belles images", 281, avenue M o h a m m e d - V , R A B A T (CCP 68-74). '!EI Correo ' solamente (para los docentes): Commission nationale marocaine pour l'Unesco, 19, rue O q b a , B . P . 420, A O D A L R A B A T ( C C P 324-45). , Nalanda C o . Ltd., 30 Bourbon Street, P O R T - L O U I S . S A B S A , Insurgentes Sur n.« 1032-401, M E X I C O 12, D . F . British Library, 30, boulevard des Moulins, M O N T E - C A R L O . Instituto Nacional do Livro e do Disco ( I N L D ) , avenida 24 de Julho 1921, r/c e 1.*. andar, M A P U T O . .

. Nicaragua Niger Nigeria

Noruega

Librería Cultural Nicaragüense, calle 15 de Septiembre y avenida Bolivar, apartado n.* 807, M A N A G U A . Librairie Mauclert, B.P. 868, N I A M E Y . The University Bookshop of Ife. The University Bookshop of Ibadan, P . O . Box 286, IBADAN. The University Bookshop of Nsukka. The University Bookshop of Lagos. The Ahmadu Bello University Bookshop of Zaria. Todas las publicaciones: Johan Grundt Tanum, Karl Johans Gate 41/43. O S L O 1.

"El Correo" solamente: A/S Narvesens Litteraturtjeneste, Box 6125, O S L O 6.

Nueva-Caledonia Nueva. Zelandia

Reprex, S A R L , B.P. 1572, N O U M É A . Government Printing Office, Government Bookshops: Rutland Street, P . O . Box 5344, A U C K L A N D ; 130 Oxford Terrace, P . O . Box 1721, C H R I S T C H U R C H ; Alma Street, P . O . Box 857, H A M I L T O N ;

Princes Street, P . O . Box 1104, D U N E O I N ; Mulgrave Street, Private Bag, W E L L I N G T O N .

Países Bajos Paquistán

N . V . Martinus Nijhoff, Lange Voorhout 9, ' S - G R A V E N H A G E . Systemen Keesing, Ruysdaelstraat 71-75, A M S T E R D A M 1007. Mirza Book Agency, 65 Shahrah Quaid-e-azam, P . O . Box 729, LAHORE-3.

Panamá Paraguay

Empresa de Distribuciones Comerciales S.A. (EDICO), apartado postal 4456, P A N A M A Z O N A 5; Agencia Internacional de Publicaciones S.A., apartado 2052, P A N A M A 1. Agencia de Diarios y Revistas, Sra. Nelly de García Astillero, Pte. Franco n.» 580, A S U N C I Ó N .

Perú Polonia Portugal

Editorial Losada Peruana, Jirón Contumaza 1050, apartado472, L I M A . Ars-Polona-Ruch, Krakowskie Przedmiescie 7, 00-068 W A R S Z A W A ; ORPAN-Import, Palac Kultury, 00-901 W A R S Z A W A . Dias & Andrade Ltda., Livraria Portugal, rua do Carmo 70, LISBOA.

Reino Unido Rep. D e m . Alemana

H . M . Stationery Office, P . O . Box 569, L O N D O N , SEI 9 N H ; Government bookshops: London, Belfast, Birmingham, Bristol, Cardiff, Edinburgh, Manchester. Librairies internationales ou Buchhaus Leipzig, Postfach 140, 701 LEIPZIG.

Rep. Unida del Camerún Rhodesia del Sur Rumania

Le Secrétaire général de la Commission nationale de la République unie du Cameroun pour l'Unesco, B.P. 1600, Y A O U N D E . Textbook Sales (PVT) Ltd., 67 Union Avenue, SALISBURY. ILEXIM, Romlibri, Str. Biserica Amzei n» 5-7, P . O . Box 134-135, BUCURESTI. Abonos a las publicaciones periódicas: Rompresñlatella, caIeavVictoriei nr. 29, B U C U R E J T I .

Senegal Seychelles Sierra Leona Singapur República Árabe Siria

La Maison du livre, 13, avenue R o u m e , B . P . 20-60, D A K A R . Librairie Clairafrique, B . P . 2005, D A K A R . Librairie "Le Sénégal", B . P . 1594, DAKAR. N e w Service Ltd., Kingstate House, P . O . Box 131, M Ä H E . Fourah Bay, Njala University and Sierra Leone Diocesan Bookshop, FREETOWN. Federal Publications (S) Pte Ltd., N o . 1 N e w Industrial Road, off Upper Paya Lebar Road, S I N G A P O R E 19. Librairie Sayegh, Immeuble Diab, rue du Parlement, B . P . 704, DAMAS.

Somalia Sri Lanka

Modern Book Shop and General, P . O . Box 951, MOGADISCIO. Lake House Bookshop, Sir Chittampalam Gardner Mawata, P . O . Box 244, C O L O M B O 2.

Sudán Suécia

AI Bashir Bookshop, P . O . Box 1118, K H A R T O U M . Todas las publicaciones: A / B C . E . Fritzes Kungl. Hovbokhandel, Fredsgatan 2, Box 16356, S-103 27 S T O C K H O L M 16. "El Correo" solamente: Svenska FN-Förbundet, Skolgränd 2, Box 150 50, S-104 65 S T O C K H O L M .

Suiza

Europa Verlag, Rãmistrasse 5, 8024 Z U R I C H . Librairie Payot, 6, rue Grenus, 1211 G E N È V E 11.

Rep. Unida de Tanzania Tailandia

Togo

Dar es Salaam Bookshop, P . O . Box 9030, D A K ES S A L A A M . Nibondh and C o . , Ltd., 40-42 Charoen Krung Road, Siyaeg Phaya Sri, P . O . Box 402, B A N G K O K . Suksapan Panit, Mansion 9, Rajdamnern Avenue, B A N G K O K . Suksit Siam C o m p a n y , 1715 R a m a IV Road, BANOKOK. Librairie évangélique. B . P . 378, L O M É . Librairie du Bon Pasteur, B.P.

Trinidad y Tobago

1164, L O M É . Librairie moderne, B . P . 777, L O M É .

National Commission for Unesco, 18 Alexandra Street, St. Clair, TRINIDAD W . I .

Túnez Turquia Uganda URSS Uruguay

Société tunisienne de diffusion, 5, avenue de Carthage, T U N I S . Librairie Hachette, 469 Istiklal Caddesi, Beyoglu, I S T A N B U L . Uganda Bookshop, P . O . Box 145, K A M P A L A . Meihdunarodnaja Kniga, M O S K V A G-200. Editorial Losada Uruguaya, S . A . , Maldonado 1092, M O N T E V I D E O .

Venezuela

Librería del Este, avenida Francisco de Miranda, 52, Edificio Galipán, apartado 60337, C A R A C A S . La Muralla Distribuciones S . A . , 4. a avenida de los Palos Grandes, entre 3. a y 4 . a transversal, Quinta, , ; " I R E N A L I S " , C A R A C A S 106.. Yugoslavia Jugoslovenskä Knjiga, Trg Republike 5/8, P . O . B . 36, 11-001 B E O G R A D . Drzavna Zalozba Slovenije, Titova C . 25, P . O . B . 50-1, 61-000 L J U B L J A N A . Zaire La Librairie, Institut national d'études politiques, B . P . 2307, K I N S H A S A . Commission nationale zaïroise pour l'Unesco, Commissariat . d'État chargé de l'éducation nationale, B . P . 32, K I N S H A S A .

B O N O S D E LIBROS D E LA UNESCO

, , .

Utilicen ustedes los bonos de libros de Ia Unesco para adquirir obras y periódicos de carácter educativo', cientifico o cultural. Para toda información complementaría, pueden ustedes dirigirse al Servicio de Bonos de la Unesco, 7, place de Fontenoy, 75700 Paris.

Los números aparecidos A partir de 1978 esta Revista se ha publicado regularmente en español. C a d a número está consagrado a un tema principal. Vol. N.° N.° N.° N.°

XXX, 1978 1 La territorialidad: parámetro político 2 Percepciones de la interdependencia mundial 3 Viviendas humanas: de la tradición al modernismo 4 L a violencia

Vol. N.° N.° N.° N.°

XXXI, 1979 1 L a pedagogía de las ciencias sociales: algunas experiencias 2 Articulaciones entre zonas urbanas y rurales 3 Modos de socialización del niño 4 E n busca de una organización racional

ISSN

0379-0762