El sector da vueltas sobre sus problemas y no avanza

22 mar. 2014 - Fundación para la Promoción y el. Desarrollo de la Cadena Láctea Ar- gentina (Fundación PEL) con el ob- jetivo de pensar .... agregó Cartier.
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| Sábado 22 de marzo de 2014

Lechería | resultados del primer outlook

El sector da vueltas sobre sus problemas y no avanza La Argentina capturará sólo el 5% de la demanda adicional de lácteos a pesar de tener uno de los mayores potenciales productivos del mundo Félix Sammartino LA NACION

“No dejes que el árbol te impida ver el bosque”, es un consejo que en el caso de la lechería parece casi imposible de aplicar. El corto plazo, muy complicado para los productores después de la devaluación con suba de los costos y precios planchados para el litro de leche, parece dominarlo todo. Hace pocos días, los tamberos realizaron una asamblea en Trenque Lauquen en la que declararon que la situación es insostenible “por el fuerte desgaste financiero, económico y hasta personal”. Sin embargo, y aunque en las actuales condiciones parezca un acto temerario, conviene sacar la cabeza de la trinchera para mirar el largo plazo. Después de todo el negocio lechero así lo exige por la necesidad de proyectar inversiones en el tiempo, el desarrollo tecnológico y el diseño de políticas. Esta semana se realizó el primer Outlook lechero promovido por la Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina (Fundación PEL) con el objetivo de pensar la lechería nacional en términos estratégicos, con elementos que puedan orientar la toma de decisiones a nivel empresarial y político. Con un equipo de analistas de mercado de primer nivel y los resultados de un modelo de simulación del comercio mundial se intentó dar una respuesta al interrogante sobre el escenario que transitará la lechería en los próximos diez años. El norteamericano Tim Hunt, reconocido analista de los mercados lácteos del Rabobank, dio a conocer un fenómeno que no distingue a los países: en el mundo producir leche sale cada vez más caro. Con respecto a los países deficitarios de leche, Hunt afirmó que enfrentan fuertes limitaciones para lograr el autoabastecimiento a pesar de que se han lanzado con entusiasmo a mejorar su producción de leche. En general no pueden superar la falta de una cultura lechera, disminuir los altos costos de alimentación y cambiar la percepción negativa de sus propios consumidores por la falta de garantías en la calidad de la materia prima producida. Pero, el especialista norteamericano también advirtió que en los tradicionales países exportadores tampoco hay síntomas de alcanzar altas tasas de crecimiento en sus producciones lecheras. Como ejemplo de esto, mencionó lo que esta ocurriendo en Nueva Zelanda, el líder mundial lácteo, donde se terminó el período de oro del crecimiento de los volúmenes de leche por la falta de tierras, el alto costo

de los granos disponibles y un clima que ya no le juega tan a favor. “En los próximos meses, la producción mundial crecerá gracias a los excelentes precios pero hasta cierto punto. Los costos de producción han aumentado incluso en los países más competitivos”, afirmó Hunt. Así, el analista explicó que mientras en los últimos años, un precio promedio de 3500 dólares la tonelada de leche en polvo fue suficiente para que la producción global creciera, para los próximos años se requerirá, estima, un precio cercano a los 4000 dólares la tonelada como mínimo. La creciente demanda lechera de las regiones deficitarias, incapaces de reducir la brecha de su déficit productivo, permitirá brindar para los próximos cinco años la friolera de 25.000 millones de litros adicionales a los 61.500 millones que se comercializan anualmente a nivel mundial sin contar el intercambio dentro de la Unión Europea. Más de uno de los que escucharon semejante estimación se debe haber refregado las manos de satisfacción. Poco les duró. Tim Hunt ahogó cualquier sonrisa del público argentino cuando apenas adjudicó a la Argentina 1500 millones de los 25.000 millones que se comercializarán adicionalmente. La causa: la Argentina sigue siendo un país prometedor pero poco confiable. Sobre este tema se refirió extensamente la investigadora de la Universidad Nacional del Litoral, Edith Guiguet, que planteó el cambio de paradigma que vivió en los últimos años la lechería mundial. “Se produjo un cambio de escenario, de uno donde predominaba la oferta incentivada por las políticas distorsivas hacia el actual dominado por una demanda sensible a las señales del mercado y los deseos de los consumidores”, afirmó Guiguet. La investigadora cree que estos cambios no permiten mayores dilaciones por parte del rol que va a jugar la Argentina. “El país necesita una clara definición de lo que se espera de su inserción exportadora en la lechería global. El desafío es una Argentina lechera exportadora consistente. Esto implica el reconocimiento de las tendencias internacionales mencionadas y los cambios que, en respuesta a las mismas, están haciendo nuestros competidores. Debemos contemplar la posibilidad de que otros, incluyendo nuevos actores, ocupen en un mediano plazo los espacios que desaprovechamos”, sostuvo. Para Guiguet las políticas globales de la lechería están inspiradas en una mayor orientación al mercado. “Por la rígida intervención guberna-

Las pequeñas empresas queseras necesitarán de esquemas asociativos mental, con las actuales condiciones del mercado, no se percibe como una alternativa ganadora y tiene efectos no deseados”, dijo. Un sistema competitivo Para proyectar el futuro de la producción primaria, Santiago Fariña, coordinador técnico de Aacrea, enumeró algunos aspectos clave sobre los cuales los tambos deberán mejorar si se pretende crecer en la producción de leche. Según Fariña maximizar la producción forrajera y una mayor eficiencia en la cosecha de la misma son la base para que con mayor carga animal se pueden elevar los niveles de productividad por hectárea. No olvidó de mencionar el estancamiento e inclusive una reducción del rodeo lechero nacional como producto esencialmente de los niveles de mortandad en todas las categorías y de la alta tasa de descarte de vacas en producción. Del lado industrial, Enrique Cartier, investigador del Iapuco, describió la estructura de las empresas elaboradoras marcando la alta participación de las pequeñas empresas monoproducto, que elaboran sólo quesos, en el total elaborado a nivel nacional. “Cuando se analiza que diez empresas diversificadas elaboran el 55% de la producción y 664 pequeñas o miniempresas monoproducto manejan el resto es como tener dos mundos diferentes en un mismo país.” agregó Cartier. Así, el investigador y especialista en costos señaló que mientras las lácteas más grandes vienen trabajando en la continuidad de los cambios tecnológicos, en el aprovechamiento de las economías de escala y en la colocación de productos en nuevos mercados, existe en el caso del resto de las lácteas la necesidad de plantear una opción a su realidad a través de esquemas asociativos y un mejor aprovechamiento industrial de los sólidos lácteos. Como conclusiones quedó la certeza que la creciente demanda mundial de lácteos a nivel mundial no esperará a que la Argentina resuelva sus indefiniciones sobre su rol exportador. Otros jugadores más dinámicos ocuparán su lugar.ß

Llegan los sensores de malezas

innovación. Los equipos que ahora se están comercializando permiten un ahorro de hasta el 90% de herbicida en las aplicaciones Un trabajo realizado por el equipo técnico Proyecto Agricultura de Precisión- INTA EEA Manfredi señala que los sensores de malezas se han convertido en una herramienta fundamental a la hora de diseñar planteos productivos con mayores rendimientos y ahorro en la aplicación de herbicidas. En el trabajo observan además que se han logrado excelentes resultados relacionados con la sustentabilidad ambiental. Actualmente, los equipos detectores de malezas que aparecieron comercialmente trabajan identificando las malezas desde que tienen un tamaño de 5 centímetros cuadrados y las rocían con el caldo. Es decir que permiten una aplicación que evita desperdiciar herbicida en zonas en donde no hay malezas. En diferentes ensayos a campo se ha comprobado que con esta aplicación específica de herbicida con sensores de malezas se logra un ahorro de hasta el 90% de producto, lo que significa no sólo un beneficio econó-

mico, sino un menor impacto en el medio ambiente. Además permite reforzar la dosis sólo en las situaciones que sea necesario, evitando la cobertura uniforme total. Además de estos beneficios, la aplicación de los sensores de malezas permite una mayor concentración del herbicida, lo que también ayuda a reducir la resistencia de las malezas. También reduce considerablemente la deriva, no sólo por el bajo volumen de aplicación sino también por el tipo de rociado de gota grande, con la ventaja de poder trabajar con cierta presencia de viento y disminuir en gran medida los riesgos en las aplicaciones periurbanas. Otra aplicación en donde se puede sacar ventajas con esta tecnología es en la técnica de “doble golpe”, en la que después de 10-15 días de aplicación de un hormonal se aplica un desecante. El primer tratamiento se puede realizar con una cobertura total y la segunda aplicación, se puede hacer con el detector de malezas. En esta experiencia está traba-

jando el INTA a través del Proyecto Agricultura de Precisión, cuyos iintegrantes son los ingenieros agrónomos Andrés Méndez, Juan Pablo Velez, Fernando Scaramuzza y Diego Villarroel, con ensayos a campo que se llevarán a cabo en el barbecho del presente año. Las dos marcas comerciales de esta tecnología, “Weed it” como “Weed Seeker”, si bien varían en sus características logran los mismos beneficios. El beneficio económico lo ha comprobado la empresa VG Agronegocios, de la zona de Jesús María, Córdoba. En esta campaña sobre una superficie de 4000 hectáreas destinadas a maíz, gracias al sensor de malezas utilizado no fue necesaria la aplicación en el 80% de la superficie, por lo que el ahorro fue de 5,71 US$/ha, traducido a la superficie tratada significó US$ 22.840 en una aplicación. Además se logró un muy buen trabajo de trazabilidad y mejora con el ambiente, al usarse menos insumos para mantener limpio el cultivo.ß

archivo

Para jugar en primera el sector es muy competitivo por su costo de producción

alfredo curiotti presidente de williner

“La lechería argentina tiene un futuro inmejorable, pero necesita reglas claras”

santiago fariña coordinador de aacrea

“Somos competitivos por tener un sistema pastoril suplementado con granos”

tim Hunt analista mercados lácteos

“Los costos de producción han aumentado aún en los países más competitivos”

josé quintana analista de mercados lácteos

“En los noventa crecimos al 6% anual, esto no ocurrió en la última década”

Industriales y productores que integran el Funpel

e. carrera/aFv

Sin políticas de Estado no hay desarrollo lechero La lechería cuenta desde hace un año con una herramienta concreta para generar un plan estratégico y, por lo tanto, tener un rumbo. Esta herramienta es la Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea (Funpel) responsable del primer Outlook Lechero. “Estas jornadas han sido un importante paso adelante. El pensamiento colectivo y la reflexión creciente que provoca el acceso a la información cierta nos aleja de los dogmatismos y las posiciones tomadas con anterioridad que son enemigos de la construcción de un plan para la lechería”, afirmó Jock A. Campbell, presidente del Funpel. Durante las jornadas quedó claro que la Argentina necesita una definición sobre su inserción exportadora en la lechería global. Esto disparó como un gran interrogante el papel y la interacción entre Estado, sociedad y mercado. En el sector no hay dudas de que los espacios que se están desaprovechando, al limitar las exportaciones y con ello agregar aún más pruebas sobre la poca confiabilidad de nuestro país, serán ocupados por nuestros competidores. Se hace necesario no sólo un Estado que brinde reglas claras y previsibles y estímulos, sino un fuerte apoyo para obtener acuerdos que promocionen el comercio de lácteos. En definitiva, lograr condiciones de acceso a los mercados simi-

lares al de los países competidores. Para la investigadora Edith Guiguet, las políticas lecheras de los países desarrollados dejan enseñanzas que deberían ser aprovechadas como la capacidad organizativa y de control tanto en funciones que no puede delegar el Estado como en la coordinación institucional públicoprivada. “Se puede observar un alto nivel de compromiso con el sector. Por ejemplo, en los países de Oceanía, la política lechera ha sido abordada como política central del Estado, con alto apoyo financiero, institucional y de políticas económicas orientadas a generar ventajas competitivas” agrega Guiguet. Además vale mencionar en cuanto al rol que juega el Estado en los países desarrollados, la fuerte participación en las mejoras de la infraestructura logística, tecnológica y de servicios para el sector. La experiencia indica que la evolución de los principales países productores de leche se logró gracias a que tuvieron el respaldo permanente de políticas de Estado de alta calidad institucional. Para Juan José Linari, secretario del Funpel. “los temas aquí tratados constituyen un aporte al diseño de las políticas con miras al largo plazo y que orienten la toma de decisiones tanto de los empresarios como de los políticos”. ß