SÁBADO | 3
| Sábado 20 de Septiembre de 2014
Deportes
El parkour se impone en las plazas y los espacios urbanos Su principal objetivo es sortear obstáculos a través de saltos acrobáticos; crecen los jóvenes que ya lo adoptan como una filosofía de vida Cintia Perazo PArA LA nACion
Ya nadie debería sorprenderse si, caminando por Buenos Aires, encuentra plazas y espacios urbanos llenos de jóvenes que corren, saltan y hacen proezas acrobáticas. Cada tanto un curioso podrá detenerse y observar con intriga, pero sólo verá los movimientos y no lo que hay detrás del parkour, este deporte que, según los practicantes, es mucho más que una actividad física. “Es una forma de moverte, de pensar, de fluir. Es conectarse con el cuerpo, encontrar la fluidez en el movimiento”, explica Gabriel Pons, de 27 años, quien es instructor y realiza talleres en club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. Josue Di Stefano, quien hace seis años fundó una de las primeras escuelas de parkour de nuestro país, concuerda con Pons y agrega que es el arte del desplazamiento, donde hay que superar obstáculos, pero también el miedo. “En este caso es un salto, pero se refleja en muchos otros momentos de nuestra vida, cuando queremos iniciar un proyecto o cuando aparece algo que nos impide llegar a lo que deseamos. Practicándolo descubrí que dentro mío se ponían en juego dos seres, el que supera el obstáculo y me dice que se puede, y el otro, el que me hace dudar. La idea del parkour es utilizar el miedo para generar una superación”, resume. Joaquín González, por su parte, es un practicante de 24 años que actualmente dicta talleres sobre
parkour en Tecnópolis y asegura que hay una filosofía importante detrás de esta actividad que promueve valores como el compañerismo y la no competecia. “A los chicos que quieren empezar a practicar les aconsejo que se informen, que salgan a la calle y que no les de vergüenza. También deben preparar su cuerpo, cuidarlo y no exponerse a riesgos innecesarios”. La popularidad de esta práctica es tal que varios videojuegos ya se valen de ella para ofrecer dinamismo y aventura a los jugadores. Aunque a nivel local no hay datos del sector, el año pasado la misma comunidad hizo un censo y estimó que en nuestro país hay alrededor de 5000 personas que hacer parkour profesionalmente. “Actualmente en mi escuela, Espacio Zero, tenemos más de 150 alumnos y pensamos ampliarnos”, detalla Di Stefano. Apto para mujeres El caso de Emma Grasset fue distinto. Esta adolescente de 26 años comenzó hace un año y medio pero buscó un espacio cerrado para practicar. “Siendo mujer creo que estás más cuidada así, al menos al comienzo. Aprendés de otra manera, y cuando salís a la calle tenés más noción de cómo usar tu cuerpo para poder adaptarte a cualquier obstáculo”, aclara la adolescente. Aunque en apariencia parece una práctica masculina, Emma asegura que no es así. Según ella, a pesar de que el número aún es bajo, cada vez son más las mujeres que se acercan. “La mayoría de las chicas que
Varios grupos se juntan regularmente a practicar en los alrededores de La Rural, sobre Av. Sarmiento
Diez consejos para ponerse a entrenar
1 2 3 4 5
llevar agua al entrenamiento calentar antes de empezar con los movimientos no olvidar el enfriamiento llevar botiquín de primeros auxilios Descansar bien antes de la práctica
6 7
conocer los límites cambiar, dejar de hacer lo mismo todo el tiempo
8 9 10
Buscar un porqué o una meta
no olvidarse de comer antes de entrenar Usar ropa adecuada
vienen ya practica acrobacia o actividades físicas extremas. Cuando me consultan, yo recomiendo que lo prueben, porque aunque parezca que perdés la femineidad no es así. En mi caso, desde que empecé con esta actividad, no pude parar. Soy bailarina y puedo combinar las dos prácticas. Muchas chicas creen que les cambiará el cuerpo o que se les ensanchará mucho la espalda, pero yo me siento mucho mejor desde que entreno. Me visto de nene cuando hago parkour y me pongo tacos cuando tengo que bailar”, dice risueñamente. Por dónde empezar Muchos de los instructores comenzaron mirando videos. Fascinados, empezaron a buscar otras personas que hicieran lo mismo en su zona, para encontrarse en lugares públicos y practicar. Y así se fue armando esta comunidad
ignacio coló
que se ayuda e incentiva a diario. Hoy existen varios gimnasios o escuelas como Espacio Zero, en Palermo, y Skape, en Quilmes, a donde pueden ir los interesados. Mientras que en vía pública hay distintos puntos de encuentro, principalmente en plazas y lugares urbanos que tengan barandas o elementos que sirvan de obstáculo para los saltos. En la Ciudad de Buenos Aires, los lugares de reunión más habituales son el parque Chacabuco, la Facultad de Medicina, la Facultad de Derecho, la Biblioteca nacional y plaza Holanda. La mayoría de los grupos suele reunirse espontáneamente, convocándose a través de las redes sociales. Di Stefano asegura: “La idea es ofrecer esto como una opción sana. Con esta actividad es necesario tener buen estado físico, buena alimentación y un ejercicio constante”.ß