El maestro Sung, una leyenda viva de las artes

jas y Emilio Domínguez en la etapa final del Challenge. Tour Europeo, que se .... Ross Brawn llega a Honda y Todt asciende en Ferrari enero próximo. Todt ...
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Martes 13 de noviembre de 2007

ENTREVISTA

Roberto De Vicenzo

Un tenso desempate Hubo suspenso prolongado en San Eliseo, porque el 3° Roberto De Vicenzo Classic, el torneo que le rinde homenaje al Maestro, se definió sólo en el sexto hoyo de desempate en favor de Miguel Guzmán, que superó a Sergio Acevedo. Al cabo de los 72 hoyos, ambos habían igualado en 284 golpes (4 bajo el par). –¿Cómo vivió esta cita que lleva su nombre? –Muy bien, porque siento que el torneo empieza a afianzarse en el calendario, luego de su tercer año de realización en la cancha de mis sueños. Mientras que yo esté en este mundo lo voy a gozar; ojalá perdure en el tiempo cuando me vaya. Ya me acostumbré a preparar la mesa para que otros coman y este deporte siga alimentándose con nuevos certámenes y jugadores. –¿Le gustan los torneos que se definen luego de un largo desempate? –Sí, porque la tensión continúa y pone a prueba a dos o más golfistas que se juegan el todo por el todo. Creo que el público también disfruta de este tipo de desenlaces y es imposible que prefiera irse antes de que se conozca al ganador. Pasó algo particular en esta ocasión, porque durante el desempate se hicieron apuestas informales entre la gente para ver cuándo se terminaría. El público tomó esos momentos de incertidumbre con alegría y tuvo un espectáculo extra de seis hoyos. –¿Por qué cree que terminó ganando Guzmán? –El santiagueño se impuso por el peso de su experiencia. Acevedo siempre se mostró en mejores condiciones para festejar en el desempate, pero Guzmán salió a flote luego de dos malas salidas y, después de cinco hoyos finalizados en par, liquidó el duelo con un birdie contra par. Pensé que Guzmán no escaparía de esos errores con el driver, que lo castigaron con dos caídas en el rough de la izquierda. Sin embargo, la mayoría de las veces, la parte anímica se convierte en el mejor sostén para triunfar, que fue la principal herramienta de Miguel. –¿Cómo hay que jugar ese par 5 del hoyo 18? -Si bien es un hoyo largo, en condiciones climáticas normales se puede llegar al green con el segundo tiro. Aunque este domingo el viento sopló en contra y se dificultó esta posibilidad, ya que hay un lago y una palmera que amenazan por la derecha. Además, el campo estaba mojado y la pelota no corría. Entonces, la peor estrategia era arriesgar y lanzarse hacia el birdie. –¿A qué aspira para el torneo del año próximo en San Eliseo? –Así como en esta oportunidad contamos con la presencia de Vicente Fernández y José Cóceres, entre otros jugadores importantes, ojalá que muchos otros se entusiasmen con la propuesta. Ya saben que serán bien recibidos en una cancha interesante y que muestra distintas caras según el clima. –Trasladémonos a China, donde Angel Cabrera finalizó 12° en el HSBC Champions… –La tentación era pensar que el Pato iba a dar otro golpe en el Tour Asiático, pero hubo dos razones que conspiraron contra su intención de triunfo. Creo que se le sumó el cansancio acumulado por los últimos viajes y el desajuste de las distancias en una cancha bastante novedosa para él. Entonces, con estos dos factores, no pudo hacer prevalecer su gran pegada. Con todo: ¿quién sería capaz de reprocharle algo a Cabrera con todas las alegrías que nos dio este año? –¿De qué debería estar pendiente el golf nacional por estos días? –De las actuaciones de Carlos Cardeza, Gustavo Rojas y Emilio Domínguez en la etapa final del Challenge Tour Europeo, que se jugará esta semana en San Roque Golf Club, España. Estos tres chicos se juegan la chance de sumarse al Tour Europeo 2008 e incorporarse a esta Legión celeste y blanca que periódicamente nos da satisfacciones. Sería otra alegría en el año más brillante de este deporte para nuestro país.

El maestro Sung, una leyenda viva de las artes marciales A los 70 años, sigue dando cátedras de taekwondo, disciplina que introdujo en la Argentina en 1967; la historia de un precursor que sorteó varios obstáculos para llevar adelante su filosofía Por Daniel Meissner De la Redacción de LA NACION

S

eguramente, cuando el maestro Nam Sung Choi llegó a la Argentina, hace cuarenta años, no imaginó que se convertiría en el pionero de una disciplina deportiva. Por aquel entonces, tras un interminable viaje en barco, arribó a nuestro país con la férrea idea de mejorar su calidad de vida y en lo único que pensaba era en llevar adelante su profesión de comerciante e instalarse en la Argentina. Su fin era obtener un bienestar que en su Corea natal no podía lograr por una guerra civil que no reparaba en sacrificios humanos. Transcurría junio de 1967. Sung había sido campeón asiático de taekwondo, un arte marcial que aquí no se conocía. Y después de ver que el ramo comercial no daba los frutos deseados y tras un breve tiempo como albañil (“me enfermé por llevar bolsas de 50 kilos; yo pesaba 63”, comenta), pensó en enseñar esa técnica aquí. “Me costaba hablar de taekwondo. Por una parte, yo no conocía bien el idioma. Incluso me había puesto a aprender inglés, porque no sabíamos que en la Argentina se hablaba español... Y por otro lado los potenciales alumnos sólo tenían nociones de karate y judo. Me llevó tres años imponer las ideas de mi disciplina; es más, al comienzo debí promocionarlo como karate coreano para que muchos supieran de qué se trataba”, aclara este hombre de 70 años, que luce una graduación de 9° dan (la más alta es 10° y hay uno solo en el mundo). Una charla con Sung es casi una clase teórica, en la que el maestro ejemplifica con movimientos todo lo que cuenta. Con sus manos golpea en el aire, toma la tarjeta de invitado con la que ingresó en la redacción y la usa de objetivo para mostrar la diferencia que existe entre dar un golpe normal y darlo con un movimiento de cadera. “Yo vivía con mis paisanos en el viejo hotel Torino. Había llegado con Han Chang Kim y Chung Kwan Duk, que también practicaban la disciplina. Fuimos a Canal 9 para mostrar lo que hacíamos y gracias

AUTOMOVILISMO

El maestro Nam Sung Choi pasó por LA NACION y relató su historia

a eso conseguimos que nos aceptaran en un gimnasio de Ramos Mejía, al que me llevó un judoca de apellido Aspera y donde comencé a dar clases”, recuerda. Para entonces, Martín Karadagian estaba armando el staff de personajes para su Titanes en el ring y lo convocó. Sung fue a ver un entrenamiento y no lo convenció el modo de combatir ni el exceso de show. “Para un hombre de mi tamaño no era lógico pelear cuerpo a cuerpo contra esos fornidos luchadores. Le dije que lo mío era defensa personal y si los pateaba les iba a romper una pierna. Entonces no participé.” Igual, Karadagian se quedó con algo de Sung: su nombre, que empleó para caracterizar a un obeso y malvado personaje conocido como el Coreano Sun. Sung se ocupó también de la rivalidad entre su arte y el karate. “En el taekwondo

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no sólo se avanza de frente. El karate utiliza mucho las manos, pero nosotros también las piernas, nos movemos más y atacamos por los costados”, explica. “El nombre no es caprichoso. Tae significa piernas; kwon, manos, y do es lo referente a la espiritualidad. Por eso es importante una buena enseñanza, porque debe transmitir respeto y moral, más allá de la técnica. Es clave formar buenas personas. Cuando un alumno saluda a su maestro no es porque el arte marcial lo obligue, sino que lo hace porque se lo dicta el corazón.” Sung sigue en actividad en su gimnasio de avenida Córdoba y Lavalleja. Y les agradece a sus alumnos avanzados en cada clase porque, gracias a ellos, puede ponerse el uniforme, ajustarse el cinturón y hacer lo que más ama: transmitir el espíritu de su taekwondo. COLABORO: JOSE MAESTRE

Fórmula 1

Ross Brawn llega a Honda y Todt asciende en Ferrari LONDRES.– Cambios de posiciones en los lugares clave de las distintas estructuras de la Fórmula 1. Mientras el equipo Honda asombró con la incorporación del ingeniero Ross Brawn como jefe del team japonés, en Maranello, Ferrari anunció el regreso de Jean Todt a la presidencia ejecutiva de la empresa, por lo que dejará su función de jefe de equipo. Brawn, el experto estratego que ayudó a Michael Schumacher a ganar siete campeonatos del mundo con Benetton (2)

y Ferrari (5), se había tomado un año sabático desde que el piloto alemán se retiró a fines de 2006, y se especulaba con su regreso a Maranello. Se hará cargo de su nuevo puesto el 26 del actual. Honda explicó que Brawn tendrá total responsabilidad sobre el diseño, producción, desarrollo y competencia de sus autos. Ferrari, en tanto, reemplazará a Jean Todt por Stefano Domenicali como el jefe de su escudería de F.1 desde

enero próximo. Todt, que se desempeñó en ese cargo de manera interina, regresará a su cargo de presidente ejecutivo de la compañía en general, incluidos los negocios comerciales de la casa automotriz italiana. ■Arranca la pretemporada. Los equipos de F.1 comenzarán hoy en Barcelona los ensayos con miras a 2008. Entre los pilotos presentes estará Michael Schumacher, que probará una Ferrari. Reuters y EFE