espectáculos | 7
| Domingo 1º De febrero De 2015
Björk: rara, encendida y en su mejor versión
gza. Wellhart
Grabaciones Sebastián Ramos
El lado humano de una artista de otro planeta
Y
un día confirmamos aquello que podíamos suponer pero que tanto nos costaba certificar: Björk es humana. Y cuando sufre por amor compone uno de esos discos de ruptura que son parte central de la historia de la música pop. De eso se trata Vulnicura, el noveno, por momentos oscuro y siempre delicioso disco de esta artista completa, extraterrestre, que se hizo visible en los años 90 siguiendo la estela que David Bowie dejó en los 70 e impulsando la experimentación sonora hacia el espacio exterior. Su lanzamiento online se produjo un día después de que el material se filtrara en Internet. Su lanzamiento físico se producirá en marzo. Una cantante excepcional con una mente brillante que, herida de amor, escribe como una quinceañera el diario de la separación, día tras día,
Björk vulnicura: Stonemilker, Lion Song,
History of Touches, Black Lake, Family, Notget, Atom Dance, Mouth Mantra y Quicksand. (lanzado online por one little indian)
en formato canción. Así, la obra comienza con “Stonemilker”, “Nueve meses antes”, según afirma Björk en las notas que acompañan el álbum y, cronológicamente, llega hasta los “Once meses después” de “Notget”. Una bitácora sonora de la tormenta emocional que sufrió la cantante islandesa mientras se separaba de su pareja, Matthew Barney, padre de su hija menor, de 12 años, contada en 60 minutos, comprimidos en nueve canciones. Un melodrama hecho álbum en la tradición del Blood on the Tracks, de Bob Dylan; el Sea Changes, de Beck, o el 808s And Heartbreak, de Kanye West, según preferencias musicales y generacionales. Pero aquí la que sangra es esta mujer islandesa de 49 años y rasgos aniñados que por primera vez parece dejar de lado esos exóticos y fantásticos universos que supo crear álbum tras álbum
para abrirse en público y mostrarse terrenal o, al menos, todo lo terrenal que ella pueda mostrarse. De allí esa vagina/tajo en medio de su pecho que funciona como metáfora estética en la portada. Terrenal, puede ser; con el corazón roto, probablemente; convencional, nunca. En Vulnicura, Björk vuelve a adornar sus canciones repletas de beats uptempo con arreglos de cuerdas como no lo hacía desde Vespertine, en 2001 e incluso en el tema que abre el disco se podría rastrear algo de “Joga”, aquella canción con la que la cantante terminó de seducir y conquistar al mundo allá por 1997. “Clear”, “rarity”, “fears”, “matters”, “emotional respect”. Björk arrastra erres como nadie y escoge cada palabra como si se tratara de melodías en sí mismas. “Stonemilker” plantea la situación de crisis con una esperanza que se desvanecerá entre los compases de “Lion Song” y “History of Touches”, dos de las seis canciones coproducidas junto al venezolano Arca, que lleva el protagonismo sonoro de las cuerdas a la electrónica fragmentada al mismo tiempo que el relato se acerca a su clímax emocional. “Black Lake”, entonces, se impone como pieza central de Vulnicura, con diez minutos de alta intensidad sonora y la primera impresión en el guión de la separación ya consumada. Si el melódico inicio con reminiscencias de algún trabajo anterior podía presuponer un álbum de Björk menos complejo musicalmente, aquí uno ya advierte que los riesgos y las experimentaciones continúan siendo el norte de su obra. Allí está “Notget” para reafirmar ese rumbo, cerrar al menos temporalmente esta tragedia romántica y liberar un armonioso caos sonoro. Con “Atom Dance”, que cuenta con la quebrada voz de Antony Hegarty (Antony & The Johnsons) y “Mouth Mantra”, Björk ya camina por terrenos inexplorados y deja que la frenética y entrecortada “Quicksand” termine abruptamente con el álbum a puro drum & bass, casi sin darle oficialmente un cierre, con la esperanza de un próximo capítulo, quizá, en algún lugar, en algún momento. Björk llora, grita, patalea, se confunde, se refugia en la maternidad, se entristece y se reinventa como cualquiera puede hacerlo tras un tropezón emocional. Ahora se sabe, Björk es humana, aunque Vulnicura pruebe una vez más que es una artista de otro planeta.ß
lAnzAMienTos
The Art of McCartney
Belén Pasqualini
varios: Maybe I’m amazed, Things
mudar :
We Said Today, Band on the Run,
No estamos hechos de lo mismo,
Junior’s Farm, The Long and Win-
Oídos afilados, Medio litro de san-
ding Road y otros. sony music
gre, No puedo dormir, Eterno uno
doble filo. La idea del productor Ralph Stall sonaba bien: convocar a conocidos cantantes para hacer temas de Paul McCartney con los músicos que acompañan al Beatle en vivo (los guitarristas Brian Ray y Rusty Anderson, el tecladista Paul Wickens y el baterista Abe Laboriel Jr.). Pero si bien tentadora, la idea terminó convirtiéndose en un arma de doble filo. Porque al ser la misma banda la que acompaña a Billy Joel, Chrissie Hynde, Paul Rodgers o Harry Conick Jr., todo termina pareciéndose demasiado. Claro que entre los 34 temas repartidos en dos CD hay varios para remarcar: “Things We Said Today”, que Bob Dylan oscurece como él sólo puede hacerlo; “On the Way”, por B. B. King; “Come and Get It”, vuelto reggae por Toots Hibbert con Sly and Robbie o la versión de “Hello Goodbye”, de The Cure, con James McCartney. Justo los que prescindieron de la banda de apoyo.ß Adriana Franco
Nada, Conquistar, Mudar,
y Habrá luz. (umi).
pop de autor. En la música de Belén Pasqualini “la calma le gana al temblor”, como canta la autora en “Conquista”. Pero al disco se ingresa con “Nada”: “De todo lo que había por hacer elegiste la versión poco arriesgada”. Mudar es el segundo álbum de esta actriz, cantante y compositora (se destaca en el cada vez más amplio universo criollo de la comedia musical) y está delimitado por nueve columnas-canciones perfectamente erguidas y robustas. Su universo poético-musical es sólido y emana un halo de misterio que invita a revisar una y otra vez el repertorio. Su norte es un pop de autor contemporáneo, sostenido por una instrumentación principalmente eléctrica y enriquecido por otras músicas, como el blues robusto, hecho y derecho –“Medio litro de sangre”– y la balada bucólica: “No puedo dormir” y “Habrá luz”.ß Sebastián Espósito
TrACks Desde Uruguay Dos bandas clásicas del rock uruguayo como La Tabaré y Trotsky Vengarán acaban de llegar a las bateas argentinas. La banda de Tabaré Rivero con Alineación y balanceo, un compilado de sus últimos tres discos de estudio; en tanto que los punkies liderados por Guillermo Peluffo lo hacen con el
muy recomendado Cielo salvaje, su obra más flamante.
Maná con Shakira Mientras finaliza un nuevo disco, la banda mexicana se prepara para estrenar el primer single del sucesor de Drama y luz. Se trata de “Mi verdad”, tema en el que participa la colombiana Shakira. Se lanza el 9 de febrero.