El hombre según Platón El maestro Sócrates expresa, según Platón ...

La persona, yo, soy en definitiva y por último el ejecutor y dispongo de todos los demás elementos para lograr mis objetivos y me convierto así en un ejecutor.
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El hombre según Platón El maestro Sócrates expresa, según Platón, en su libro séptimo de La República que los hombres tenemos como fin último un conocimiento que nos produzca felicidad, con la consiguiente obligación de transmitirlo para que la sociedad llegue a ser regida por el ser. El conocimiento del ser habilita la capacidad de poder ver mas allá de los sentidos que pueden engañarnos, es por eso que los filósofos deben constituir la clase gobernante, por ser ellos los más apropiados para conocer la realidad y poder analizarla sin ser engañados tan fácilmente ni corrompidos por los intereses personales. Platón sintetiza su visión del hombre con la siguiente frase: “el cuerpo humano es el carruaje, el yo, el hombre que lo conduce, el pensamiento son las riendas y los sentimientos los caballos”. En este peculiar carruaje se aprecia a simple vista el cuerpo, el objeto; lo percibimos con los sentidos y por eso deducimos que se trata del conocimiento sensible, se trata del conocimiento al cual acceden los hombres comunes. Las riendas se transforman en el medio a utilizar, y los recursos de los que disponemos para realizar las acciones, tienen la función de conducirnos al objetivo, el paralelismo con el pensamiento del hombre es inevitable. Por su parte los sentimientos, según Platón, son la fuente, el motor de nuestro cuerpo, la causa del movimiento, por eso la comparación con los caballos guiando un carruaje. La persona, yo, soy en definitiva y por último el ejecutor y dispongo de todos los demás elementos para lograr mis objetivos y me convierto así en un ejecutor conciente. Además, Platón clasifica a los hombres en tres grupos según sus virtudes: por un lado, el primer grupo de aquellos que poseen la virtud del orden y la templanza conformado por los ciudadanos y productores. Un segundo grupo donde se encuentran quienes ostentan la fortaleza, es decir, los vigilantes y guerreros. Por último, quienes tienen el don de la sabiduría son los filósofos o guardianes. Federico Ferreiro Lomas del Mirador Buenos Aires, Argentina