El contexto litúrgico del salterio AWS

A punto está mi corazón, oh Dios, mi corazón a punto; voy a cantar, voy a salmodiar,. 9. ¡gloria mía, despierta!, ¡despertad, arpa y cítara!, ¡a la aurora he de despertar! 10. Te alabaré entre los pueblos, Señor, te salmodiaré entre las gentes;. 11. porque tu amor es grande hasta los cielos, tu verdad hasta las nubes. 12.
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EL CONTEXTO LITÚRGICO DEL SALTERIO

Señor tu me examinas y me conoces cuando me siento y me levanto Tu me conoces Tu me conoces

Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces

Lejos penetras mis pensamientos distingues mi camino y mi descanso Tu me conoces Tu me conoces

Tu has creado mis entrañas las tejido en el seno de mi mano Tu me conoces Tu me conoces

Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces

Cuando en lo oculto me iba a formar tu ojos ya veían mis acciones Tu me conoces Tu me conoces

A donde iré lejos de tú aliento a donde Huiré de tu presencia Tu me conoces Tu me conoces Si digo que me sorba la tiniebla lo oscuro para ti es claro como el día

Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces..

Plegarias extrañas, nacidas hace más de dos milenios en labios de un pueblo pequeño y que, desde entonces, no han dejado de ser murmuradas o gritadas en el silencio de los claustros o en el clamor de los órganos litúrgicos, en el secreto de la vida cotidiana o en las asambleas de los pueblos creyentes.

Plegarias extrañas en las que todo sorprende al hombre occidental: el ritmo, las imágenes, la violencia de los sentimientos y la historia de Israel que sin cesar aflora en sus estrofas.

Una de las claves para entrar en su universo es precisamente percibir que son historia: son la vida convertida en plegaria, la historia de Israel transfigurada en eucaristía mediante su entrada en el culto.

Al abrir un libro de "plegarias bíblicas", uno esperaría encontrarse con textos edificantes, tejidos de buenos sentimientos, impregnados de una fuerte teología

Pero son humanos, con el pie en tierra, hechos de carne y de sangre, "espejos de nuestras rebeldías y de nuestras fidelidades".

Porque son plegarias de hombres, de hombres que no se engañan a sí mismos cuando se encuentran con su Dios, que se enfrentan con él con todas sus pasiones y todas sus miserias, con toda su nostalgia de amor. De esta forma, nos revelan la cara misteriosa de nuestra vida cotidiana, de nuestras luchas y de nuestras esperanzas, esa cara que está "escondida con el mesías en Dios" (Col 3, 3).

Nos hacen entrar de este modo en la plegaria de un pueblo en el que cada uno, cuando reza, dice "nosotros"; incluso el "yo" de la mayor parte de los salmos es colectivo. Hacen explotar nuestro egoísmo. Descubrimos que solamente "como pueblo" es como nos encontramos con Dios. Y nos vemos arrastrados por ellos en una inmensa historia de amor, la que desde el amanecer del primer día ha emprendido Dios con los hombres.

De la experiencia histórica a la colectiva

Uno de los libros más importantes que se han publicado sobre los Salmos es el de H. Gunkel, “Introducción a los Salmos”, editado después de su muerte por uno de sus discípulos. Podemos decir que el estudio histórico crítico de los salmos se puede dividir en dos períodos: antes de Gunkel y después de Gunkel.

La cabecera del salmo 57 indica: “De David, cuando huyó de Saúl en la caverna”. Las inscripciones o cabeceras que hay al principio de algunos salmos han desorientado a los comentadores en su trabajo por localizar los orígenes de un poema, buscar el nombre del autor, la fecha, la anécdota particular en su vida.

Antes de Gunkel se había transferido a los salmos y a la Biblia en general nuestras nociones modernas de autor y de origen de un poema. Los salmos serían el trabajo de autores individuales, y la tarea del investigador sería identificar al autor, la fecha de composición y la situación histórica a la que el autor se refería.

Salmo 57 1. Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva. 2. Tenme piedad, oh Dios, tenme piedad, que en ti se cobija mi alma; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que pase el infortunio. 3. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que tanto hace por mí. 4. Mande desde los cielos y me salve, confunda a quien me pisa, envíe Dios su amor y su verdad. 5. Mi alma está tendida en medio de leones, que devoran a los hijos de Adán; sus dientes son lanzas y saetas, su lengua, una espada acerada. 6. ¡Álzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria 7. Tendían ellos una red bajo mis pasos, mi alma se doblaba; una fosa cavaron ante mí, ¡cayeron ellos dentro! 8. A punto está mi corazón, oh Dios, mi corazón a punto; voy a cantar, voy a salmodiar, 9. ¡gloria mía, despierta!, ¡despertad, arpa y cítara!, ¡a la aurora he de despertar! 10. Te alabaré entre los pueblos, Señor, te salmodiaré entre las gentes; 11. porque tu amor es grande hasta los cielos, tu verdad hasta las nubes. 12. ¡Álzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria!

El enfoque histórico anterior a Gunkel intenta encontrar el contexto histórico de este poema, las circunstancias de su composición para entender su significado.

Estudia el pasaje de 1 Sm 24 donde se nos relata esta historia de Saúl y David. Puede darse que otros no estén de acuerdo y prefieran buscar otro emplazamiento histórico en la vida de los profetas que se ocultaron en las cavernas durante la persecución de Ajab (1 Re 14,18).

Los que fechan ese salmo en la época macabea intentarán encontrar en este período un inocente perseguido que se haya refugiado en una caverna.

En cualquier caso, lo típico de este enfoque es el intento de atribuir el salmo a una circunstancia histórica puntual. Más tarde se intentará adaptar el salmo a otras circunstancias semejantes o transferirlo a otras personas que oran en circunstancias semejantes a aquellas en las que el salmo fue compuesto en un principio.

Volviendo al ejemplo del salmo 57, no se trata de David perseguido por Saúl, ni de los profetas perseguidos por Ajab. Es la voz de todo inocente perseguido. Por eso nos es hoy tan fácil adaptar los salmos a nuevas circunstancias históricas.

Notó como en el interior de los salmos no hay apenas ninguna alusión a la situación personal del poeta. Raramente hay algo concreto. El salmo expresa sentimientos y experiencias que son moneda corriente en el interior de la comunidad cúltica.

Medio de vida: Sitz im Leben

El lugar existencial de los salmos hay que encontrarlo en la vida de la gente, en sus instituciones, en la comunidad más bien que en el individuo. Hace falta comprender cuál era su destino para comprender su origen.

¿Cuál era la finalidad de este salmo concreto?

¿En qué circunstancias se utilizaba en el templo?

El medio de vida de los salmos era el culto. Cuando el pueblo obtenía una resonante victoria, iban al templo para celebrar una liturgia de acción de gracias y necesitaban “formularios”. Un suceso particular se expresaba en el marco de un formulario más bien estereotipado. Se acuerdan que existían libros que contenían formularios de cartas de amor, de cartas de pésame... Estos formularios dejaban espacios en blanco que cada uno debería llenar con sus datos específicos.

Los salmos no eran escritos primero por un poeta particular y después empleados en el culto del templo, sino al revés. La mayor parte de los salmos fueron cantados y orados mucho tiempo antes de que fueran redactados. Los que los escribieron más tarde no fueron las mismas personas que los compusieron, sino que los escritores se limitaron a recopilar la tradición oral. El procedimiento de recopilar redactar los salmos fue en sí mismo una etapa importante y significativa, pero tuvo lugar en una fase más bien tardía del proceso. Antes hubo una vida rica y variada de los salmos en la tradición oral.

En los salmos Gunkel aisló las formas diferentes que se utilizaban en el templo para las necesidades religiosas del culto. En cada una de estas formas hay que considerar el contenido, la forma literaria y el contexto existencial en el cual esa forma creció y se desarrolló. Hay modelos literarios fijos y definidos que se utilizan siempre para expresar una determinada experiencia en un determinado medio. Fueron compuestos para servir a hombres de generaciones diversas.

Pero Gunkel no tuvo sólo la intención de aislar, describir y catalogar estas formas literarias, sino de rastrear el desarrollo de estas formas a lo largo de la historia bíblica. Establece las líneas de evolución de la siguiente manera:  de lo corto a lo largo. Al comienzo la forma literaria tenía sólo algunas palabras: Hodu Adonai ki tov, ki le'olam jasdo. “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque su amor no tiene fin”.  de lo simple a lo complejo. Conforme avanza la historia de la forma literaria hay nuevos adornos y embellecimientos. El estilo se va recargando.  de lo puro a lo contaminado. Al principio sólo se dan formas puras. Después varias formas se mezclarán en el mismo salmo.  de lo comunitario a lo personal. Al principio abundan las experiencias colectivas, y al final se refuerza la vivencia individual.

Salmos y Culto

Los salmos nacen de la experiencia del culto en Israel, pero ¿cómo debemos entender este culto? Se trataba de algo radicalmente diverso del culto que conocemos hoy en nuestro mundo. Porque entonces el culto era el centro indiscutible de toda vida social, de toda la vida comunitaria. El culto no era el lugar donde se reunían las personas interesadas por la religión, sino el corazón a través del cual vibraba la vida de todos. Todo lo que sucedía en la vida de la gente en su conjunto, o de los individuos en particular, entraba en contacto obligatoriamente con el culto y desembocaba en la oración.

Había que llevar a la presencia de Dios mediante la súplica todas las grandes crisis nacionales, la sequía, la amenaza de una invasión, la derrota, cualquier desastre... A partir de estas situaciones se desarrolló el salmo de lamento comunitario LC. Pero si por el contrario el pueblo lograba la victoria, o alejaba el peligro, o lograba una buena cosecha, también había que ir al templo, esta vez para alabar a Dios...De esta situación nació el canto de acción de gracias que hemos llamado salmo de alabanza colectiva AC.

Lo mismo ocurre en la vida del individuo. Todos los altos y bajos, la angustia y la salvación se experimentaban en su relación con Dios y desembocaban en un lamento o en una alabanza: LI o AI.

Los acontecimientos de los que nos hablan los salmos no tuvieron lugar en el culto, sino más bien en los trigales, en los campos de batalla, a la cabecera de los enfermos.

Pero fue en el culto donde los salmos nacieron. Lo que se vivía fuera del templo era llevado posteriormente al culto por personas que querían expresar delante de Dios (1 Sm 1). En la escena conmovedora de Isaías 37,14-15, el rey Ezequías recibe un anuncio amenazante y va a orar delante de Dios. La oración comienza ya en la vida cotidiana, pero hay que ir al templo a llevar ante Dios esta amenaza. Los enfermos oran en sus lechos y los enfermos en el calabozo. Los cantos de victoria brotan espontáneamente en el campo de batalla (Sal 118).

Entonces, en muchos casos, el templo se hace presente de una forma imaginativa. Incluso en el fondo del mar, en el vientre de la ballena Jonás levanta sus ojos hacia el Templo. ¿Cómo volveré a encontrar tu santo templo?” (Jon 2,5)

“Mi oración se elevó hacia ti en tu templo”.

El poder y el significado del culto radican en su capacidad para irradiar hasta cualquier rincón del país.

Igualmente no podemos comprender el tiempo de la oración según nuestras concepciones modernas. Los grandes festivales, las fechas cumbres del año, no eran los únicos tiempos reservados a la oración. Eran el signo de que el tiempo en su totalidad venía de Dios e iba a Dios, y no hay días en el año que no sean significativos para la oración. Toda la vida estaba impregnada de oración.

Podemos comprender la plegaria de Israel si la vemos como el centro en el tiempo y el espacio de toda una variada actividad cúltica, multiforme y sin restricciones

En esa sociedad han nacido los salmos

En los salmos, el abanico de múltiples voces se convierte en una melodía al unísono que acoge las profundas corrientes de varias generaciones.

Los salmos han sido por tanto sensibles a la evolución de las formas de pensar, de las formas sociales, del lenguaje.

Esta versatilidad es la que hace posible que los salmos puedan seguir siendo utilizados hoy en un mundo radicalmente cambiado.

La versión siríaca contiene 5 salmos que no figuran en el texto hebreo

La LXX tienen un salmo 151

Los salmistas son buenos servidores de la vida cultual del pueblo y se preocupan de ofrecerle textos utilizables en la oración pública. Podemos suponer que algunos no fueron conservados en el salterio.

Pequeño era yo entre mis hermanos, y el más joven en la casa de mi padre; pastoreaba las ovejas de mi padre. Mis manos hicieron órgano; mis dedos concertaron salterio. Y, ¿quién contó al Señor de mí? El mismo Señor; él escucha. Él envió su ángel, y quítenme de las ovejas de mi padre, y me ungió en el óleo de su unción. Mis hermanos, hermosos y grandes, y no se complació en ellos el Señor. Salí al encuentro al filisteo, y maldígame en sus ídolos. Yo, empero, desenvainando la de él cuchilla, decapítele, y quité oprobio de hijos de Israel.

Los salmos y nuestra oración

¿Cómo podrían ser actualmente, para nosotros, una oración nuestra, siendo así que dependen de una cultura tan diferente de la de nuestros días?

Sin embargo, Cristo rezó con ellos; en consecuencia, nosotros podemos también convertirlos en nuestra plegaria, una plegaria a la que confieren una dimensión universal.

Este acento de verdad es de una fuerza tan poderosa que se va transmitiendo a través de los siglos, hasta alcanzarnos en lo más íntimo de nosotros mismos.

Es la oración de los "pobres de YHWH» (incluso cuando es un rey el que habla). Los salmos permanecen a través de todas las vicisitudes de la historia como la oración del pueblo de los pobres, del pueblo de Dios.

Para sus primeros destinatarios los salmos no constituían ningún problema. En vez de experimentar esto como una especie de injusticia con nosotros, encontramos admirable que Dios nos entregue su palabra sometiéndola a todas las leyes de la historia. Tocamos con la mano lo que es una oración encarnada, y esto debería ser un motivo de agradecimiento y de alabanza.

Existe una oración “ingenua” en los salmos. Normalmente necesitamos romper su corteza para poder sacar el fruto; y esto nos exige un esfuerzo. No todos estamos llamados a ser especialistas, pero cada uno tiene que documentarse según sus posibilidades, leyendo los comentarios que le den a conocer los géneros literarios del salterio y le permitan encontrar el significado concreto de las expresiones que utilizan los salmistas.

Para poder unirnos a los salmistas, tenemos que abandonar nuestra representación lineal del tiempo, superar la idea de que una cosa tiene que ser esto o aquello para aceptar que sea esto y aquello, entrar en una forma de pensar que se expresa por medio de símbolos y de imágenes.

Y esto nos resulta muy difícil. Se trata de algo muy distinto de adquirir unos cuantos conocimientos

Se trata de una conversión

Bendita oración de los salmos Que obliga a cada uno, según sus medios, a la ascesis del trabajo, al sacrificio de sus propios hábitos, a salir de nuestros esquemas. A salir de nosotros mismos.

Puede ser que no tengamos presente en el espíritu el carácter cultual y colectivo en el momento en que recitamos un salmo. Poco importa. Si hemos entrado en la oración del salterio, se habrá realizado seguramente un ensanchamiento de las perspectivas.

Ni la alabanza, ni la súplica, ni la acción de gracias, ni la celebración del mesías, ni la del reino, ni el compromiso en la alianza (renovación de los compromisos del bautismo durante la vigilia pascual), han pasado de moda.

Habrá casos en los que la intensidad del sufrimiento, la conciencia aguda de nuestras faltas o la experiencia más viva del amor de Dios nos moverán a hacer esta elección.

En la práctica ordinaria de cada día es todo el salterio el que sostiene nuestra oración

La biblia hebrea nos da una lección cuando titula el salterio con el nombre de “alabanzas”. De esta forma, el grito de miseria del salmo 88, la petición de perdón del salmo 51, son alabanzas, arrastradas como están por un amplio movimiento que las desborda.

‫תְּ הִילִים‬ Tehilim, "Alabanzas"

Por encima de los siglos, nos unimos con unos hombres muy vivos, con nuestros padres en la fe, con nuestros hermanos en la prueba. A diferencia de esos cantos de acuerdo con nuestra sensibilidad del momento, deudores de una moda pasajera que en seguida se disuelve, los salmos, nacidos en un tiempo y para un tiempo determinado, trascienden al tiempo. No se encerraron en el presente, sino que lo hicieron explotar por medio de la superposición de planos:

Actualizan el pasado, haciendo vivir su presente, tenso siempre hacia el devenir escatológico. Sustituyen una representación puntual de la duración por la visión global de los designios de Dios.

Los salmos no son “textos antiguos” más que si los tomamos desde fuera. Son ciertamente textos antiguos, pero no textos caducos, envejecidos. Textos siempre jóvenes, porque están continuamente siendo revivificados por esa captación que el presente hace del pasado, para actualizarlo. Textos eternamente jóvenes, mientras haya “vivos” (Sal 115, 8) que alimenten su dinamismo.

“Yo sufro”, “yo doy gracias”, “yo soy pecador”, “yo alabo a Dios”, pero no: “por lo que a mí se refiere, yo sufro”, como si yo fuera el centro del mundo, sino yo-con-mis-hermanos-actuales, yo con toda la tradición que me arrastra, yo cuya historia particular se inserta en la historia del pueblo de Dios, en camino hacia el reino.

La recitación de los salmos nos va haciendo poco a poco abandonar al Dios conceptual (encargado de “explicar” al mundo o de “justificar” la injusticia sobre la tierra), al Dios controlador, al Dios que habla a nuestra sensibilidad (a nuestra insensatez)

Por el Dios-totalmente-otro, que ha querido habitar en medio de su pueblo, que ha querido que su pueblo sea su huésped: contigo para siempre (Sal 139, 18)

Señor tu me examinas y me conoces cuando me siento y me levanto Tu me conoces Tu me conoces

Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces

Lejos penetras mis pensamientos distingues mi camino y mi descanso Tu me conoces Tu me conoces

Tu has creado mis entrañas las tejido en el seno de mi mano Tu me conoces Tu me conoces

Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces

Cuando en lo oculto me iva a formar tu ojos ya veian mis acciones Tu me conoces Tu me conoces

A donde iré lejos de tú aliento a donde Huiré de tu presencia Tu me conoces Tu me conoces Si digo que me sorba la tiniebla lo oscuro para ti es claro como el día

Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces Tu me conoces..