El conflicto árabe-israelí Después de medio siglo, años de combate sangrientos y un sin fin de discusiones diplomáticas, la guerra de medio oriente sigue hoy cobrándose la vida de cientos de jóvenes que tienen entre quince y veinte años que se convierten en verdaderos soldados de juguete. Hace casi 70 años terminaba la segunda guerra mundial, los judíos que habían sufrido el Holocausto (exterminio organizado en campos de concentración nazis) reclamaban su Estado propio. Durante siglos, el pueblo judío vivió disperso por todo el mundo, principalmente en Europa, y eso les trajo muchos problemas, por eso principalmente Estados Unidos, y las Naciones Unidas (ONU) escucharon el reclamo. La “tierra prometida” para los Hebreos, Jerusalem, les había pertenecido a los árabes durante siete siglos, desde la época del Imperio Otomano. Aun así se resolvió desde las altas cumbres diplomáticas dividir el Estado de Palestina y darle un territorio al pueblo que, por motivos históricos y religiosos, lo merecía. Israel es hoy un enclave militar fundamental para los Estados Unidos en Medio Oriente. Después de haber sido delimitado el territorio de Israel, en 1948 cinco Estados árabes le declaran la primera guerra, que produce miles de desplazados en ambos bandos. Israel afirmo su poderío y su Independencia. Lejos de perder territorio, la nueva nación avanzó sobre sus enemigos unos veinte años después en lo que se dio a llamar la guerra de los seis días, pero la ONU le intimo para que retire sus tropas. Desde entonces sigue controlando algunas regiones ocupadas, y el conflicto se disfraza de religioso. El mundo se horrorizó al ver a un joven palestino apedreando un tanque israelí, como muestra más cruda de la real desigualdad. En este escenario, se han sucedido infinidad de enfrentamientos, los árabes son caracterizados en la prensa como terroristas, por su modus operandi de ataques suicidas. Si bien este caso no es el único en donde falla la idea de imponer un Estado en un lugar por la fuerza, la cifra de victimas merece especial atención, porque suman más de 50.000 en los últimos años, y seguirá aumentando.
Vale resaltar que si bien el número en perspectiva con otros conflictos bélicos no es importante, la situación global sugiere que nunca se llegará a la paz por ser inapropiado el método constitutivo del estado de Israel. Esa es la clave. Federico Ferreiro Lomas del Mirador Buenos Aires, Argentina