El centro de la vida cristiana Artículo escrito por: Daniel Kendal

Muchas veces personas me preguntan, “¿De qué religión eres?” Entiendo su deseo de saber de lo que estoy hablando cuando hablo de cosas espirituales y quieren saber si soy de la religión “tradicional.” A veces digo que soy cristiano. Pero muchas veces digo que no sigo una religión sino a una persona. Quiero que entiendan que no sigo la religión como un sistema del hombre para llegar a Dios. Soy un seguidor de Jesucristo quien ha cambiado mi vida. Él es mi Rey, mi Salvador, y mi Señor. Realmente Cristo es el centro de la vida de un verdadero cristiano, no una religión.

Cristo lo dijo claramente y concisamente, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mi.” Juan 14:6 Cuando Él dijo que era el Camino estaba hablando de la necesidad de seguirle y escucharle como una oveja sigue el camino de su pastor. Juan 10:27

Hemos decidido seguir el camino que es Cristo.

Seguir a Cristo y su palabra nos constituye en discípulos de Cristo, quien es la verdad. Los que se apoyan en Él y en su palabra conocen la verdad y encuentran como resultado la libertad de la esclavitud del pecado. Juan 8:31-32

Para poder

entender la verdad tienes que seguir a Cristo porque Él es la verdad.

Ya hemos dicho desde la primera lección que la vida Cristiana es la vida en Cristo. Cristo dijo, “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10b Claramente dice que la vida está en Él (Juan 1:4), y si no tenemos a Cristo en la vida no tenemos una vida espiritual. Para el cristiano, Cristo es el centro de toda su vida. Él es su camino, su verdad, y su vida.

Pablo confirmó que Cristo había llegado a ser el centro de su vida. Él vivía su vida por la fe en Jesucristo y Cristo llegó a ser su vida. Gal. 2:20 Cristo era tan importante para él que dijo, “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.” Fil 1:21 Pablo dijo a los hermanos de Éfeso que “’El os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.” Ef. 2:1

El secreto de mantener a Cristo como el centro de tu vida es depender de Él en cada circunstancia de la vida. Tenemos que depender de Él diariamente y no solamente de vez en cuando. Pida a Dios que el lema de su vida sea lo que dijo Pablo; “Para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia.” Que Cristo sea su enfoque en todo.