Comunicado Como es de conocimiento público, el sábado 22 de febrero el Diario La República publicó una columna de opinión titulada “Esto sí es guerra” cuyo autor, Jason Day, afirma haber sido víctima de un intento de abuso por parte de un sacerdote del Sodalicio de Vida Cristiana, sin citar ningún nombre. También hace alusión a la agencia ACI Prensa y a los esfuerzos que viene haciendo por revelar los intereses que se esconden detrás de la campaña “Un billón de pie”, a la que el Sr. Day representa en el Perú. Ese artículo ha sido reproducido y/o comentado por diversos diarios, blogs y en redes sociales. Al día siguiente, en un programa televisivo, se leyó una carta del Sr. Day donde afirma no tener intención de citar el nombre del sacerdote aludido. Manifiesta también no haber “relatado una situación de violación sexual porque tal cosa no hubo” y ser consciente de que no se ha cometido ningún delito. Pero insiste en que lo relatado “es suficientemente grave como para que se tomen cartas en el asunto”. Al respecto, consideramos que es nuestro deber informar lo siguiente: 1. El Sodalitium Christianae Vitae es una institución que se rige según las enseñanzas de la Iglesia Católica y el Estado de Derecho. En consecuencia, rechazamos firmemente toda forma de violencia y de abuso, especialmente contra los más indefensos. 2. En coherencia con esos principios, consideramos nuestro deber llevar adelante cualquier investigación que permita esclarecer hechos condenables que hubieran sido cometido por uno de sus miembros o bajo su responsabilidad. Es así como lo exigen las orientaciones de la Iglesia. 3. Hemos enviado una carta notarial al Sr. Jason Cuthbert Day Del Solar solicitando que proporcione personalmente su testimonio de

estos hechos que permita esclarecer esta situación. Hasta el momento no hemos recibido ninguna respuesta. 4. Con respecto al contenido, es pertinente dejar claro que el artículo del Sr. Day narra un conjunto de supuestos hechos que no constituyen en sí mismos ninguna conducta impropia. Expone una interpretación de ellos presumiendo una intención indebida del sacerdote sin proporcionar ningún elemento objetivo que sustente esas afirmaciones. 5. En la carta que dirigió a Panorama, el Sr. Day afirma no tener intención de citar el nombre del sacerdote aludido “para no invitar a un ajusticiamiento público”. Sin embargo, al lanzar una acusación de esa naturaleza, sin presentar fundamento objetivo y de forma genérica, afecta de modo directo y grave la honra de los sacerdotes de la institución. 6. Esta situación atenta contra el honor de dichos sacerdotes y contra el buen nombre de nuestra institución. La supuesta “gravedad de lo relatado” es algo que el Sr. Day tiene la obligación legal y moral de sustentar, proporcionando los elementos que garanticen suficientemente la veracidad de lo que narra e insinúa. De lo contrario, su testimonio constituiría una conducta difamatoria. 7. La resonancia mediática que ha tenido el artículo del Sr. Day ha dirigido la atención sobre episodios pasados y aislados, frente a los cuales el Sodalitium respondió integralmente según la ley civil y eclesiástica. Consideramos que esto confunde y distrae la atención de lo que el Sr. Day debe aclarar. Renovamos nuestro compromiso de servir a toda persona en la justicia, verdad y la caridad. Esos mismos principios nos mueven a exigir el debido respeto a la buena fama de toda persona e institución.