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página dos
| Sábado 24 de mayo de 2014
Página dos de no Creer
a primera vista
El cartero del Papa llama dos veces
La celeste y blanca levanta vuelo
Despega la ilusión de la selección, que en los próximos días instalará una avanzada en Cidade do Galo, el complejo en el que vivirá en Belo Horizonte. Un total de 12.000 artículos viajarán anticipadamente a la sede donde concentrará el equipo argentino Varinia Tellería y Cristian Grosso
Carlos M. Reymundo Roberts
— LA NACION —
—LA NACION—
E
l Papa se rió de buena gana al enterarse del célebre episodio de la carta que en sólo un puñado de horas fue verdadera, trucha y nuevamente verdadera. Así, entre risas, le dijo al padre Karcher, el que armó todo el bolonqui, que se fuera buscando trabajo. Tiene razón. A Karcher, que sólo debe encargarse del protocolo, le agarró un ataque de argentinitis aguda y quiso hacer las veces de vocero. Para peor, de vocero zarpado, que habló de “mala leche” y de “collage”, imaginándose horribles conspiraciones. Dicen, incluso, que en la intimidad me acusó a mí de ser el autor de la carta. No se lo voy a permitir. Yo no me trago las eses –al menos, no cuando escribo– ni haría que Francisco tutee a nuestra Presidenta. ¡Vade retro, Satanás! Les voy a contar la verdad. Semanas atrás, al estallar el conflicto con la Casa Rosada por el duro documento del Episcopado sobre la violencia en el país, el Papa se resistió al impulso de llamar a Cristina. Hubiera querido decirle que no se enojara, que nada había cambiado desde su último encuentro en Santa Marta, cuando ella le habló en cadena a él solo, que apenas pudo meter bocado. Pero reprimió ese impulso. No era su momento. Sí era el momento de hacer jugar a sus soldados, porque no puede permitirse un conflicto con el gobierno de su propio país. Monseñor Fernández, el rector de la UCA, publicó aquel gran artículo en Página 12, una lección sobre cómo debía ser leído el documento de los obispos. Donde dice que “la Argentina está enferma de violencia” no quiere decir que la sociedad está brutalmente dividida, que la pobreza, la inseguridad y los narcos están haciendo estragos. Quiere decir que habla del mundo y no tanto del país; que en todo caso se refiere a la violencia de género, y que la culpa es de la TV, con esas series que salpican sangre. A partir de ese artículo –del todo natural, porque monseñor Fernández se moría de ganas de escribir en Página, y en Página se morían de ganas de tener al rector de la UCA y no al de la Universidad de las Madres–, las cosas se encaminaron. La señora y el jefe del Episcopado, José María Arancedo, sellaron las paces en Olivos. Francisco decidió entonces mandarle la carta, que obviamente no escribió él. Después pasó lo que pasó. Ayer tuvo que llamarla para disculparse. Karcher me pasó la grabación. –Cristina, cuánto lamento lo ocurrido. Pensar que designé a Karcher para tener un K en mi círculo más estrecho y me salió el tiro por la culata. ¡Perdón! –Por favor, olvídese. Además, un vocero que inventa un relato e imagina conspiraciones se llevaría muy bien con nosotros. Si lo echa, mándelo para acá. –Lo primero que hice fue decirle que hable menos. –Exacto. Lo mismo le dije a Arancedo. Ustedes, los curas, deberían hablar menos, escribir menos y escuchar más. A mí, por ejemplo.
Y al pueblo. “Vox populi, vox Dei”, jajaja. –Bueno, si algo hacemos los curas es estar cerca de la gente. Yo mismo, en Buenos Aires, andaba por la calle, tomaba colectivos, iba a las villas… Como usted, señora. –No se crea. Me cuesta convencer al piloto de mi helicóptero que baje en las villas. Tiene miedo. Me encantaría, porque si algo creció a tasas chinas estos años fueron las villas. –Señora, quisiera hacerle algunas preguntas. Ya sabe: sigo con mucha atención todo lo que pasa en el país. Para empezar, ¿debo preocuparme por Boudou? –¡No! La otra noche lo mandé a 6,7,8 y se defendió muy bien ante las filosas preguntas de Barone. Además, se está manejando bárbaro con el tema de los testigos. –Sí, leí que Capdevila tuvo que irse del país por las amenazas. –No crea todo lo que lee. Si la gente supiera quién es Capdevila estaría diciendo: “Amado, te perdonamos”. –¿Y usted, lo perdona? –Sí, lo perdoné y me lo saqué de encima. Lo quiero lejos. ¡Ojalá se exiliara con Capdevila! –Seré curioso: ¿qué hay de la pelea entre Kicillof y Fábrega? –Es que Axel no sabe nada del sector financiero y Fábregas no entiende lo del relato. Los junté y les dije: basta de discusiones. Quiero que frenen el dólar, que no perdamos más reservas, que baje la inflación y suba el consumo. Ahí se pusieron de acuerdo. –Ah, qué bueno. –Sí, los dos dijeron que eso era imposible. –General Motors anunció que bajará 35% los sueldos de sus trabajadores. ¿No es terrible? –Un desastre: esas cosas no se anuncian, se hacen. –Me enteré que el Congreso le aprobó la designación de conjueces para la Corte, y que son todos amigos del Gobierno. ¿Se propone democratizar la Justicia? –No, kirchnerizar la Corte. –¿Por qué hicieron coincidir el juicio político a Campagnoli con el Mundial? –Porque va a ser el primer expulsado. –Qué interesante que Máximo quiera ser intendente de Río Gallegos. ¡Hijo ‘e tigre! –Hijo ‘e tigresa, diría yo. Es un buen administrador. Por ejemplo, de sus energías. Ojalá que lo ayuden las encuestas. Si no, habrá que hacer algo con las encuestas. –Señora, ¿seguro que no sigue enojada con nosotros? –Despreocúpese. Arancedo me explicó que lo último que buscan los obispos es molestarnos. Que quieren acompañarme hasta el final del mandato. Entonces, en broma, le pregunté: “¿No querrán acompañarme hasta la puerta de salida para asegurarse de que me voy?” –Muy gracioso. ¿Y qué le contestó José María? –Es más bromista que yo. Me dijo: “No, queremos asegurarnos de que la puerta quede cerrada”. ß
Artículos que usará la selección durante el Mundial
60 158 12.000 8000
baúles
De la eDición online
1. Qué dijo monseñor Guillermo Karcher. 2. Misterios e interrogantes detrás del papelón. 3. La carta del papa Francisco que generó la polémica.
camisetas entre la oficial y la azul alternativa
500 shorts
200 buzos
92
pares de botines
70
pelotas (la FIFA
les da más en Brasil)
100
paquetes de yerba
30
películas
30
libros
20
potes de dulce de leche
30
latas de dulce de membrillo y batata
10
cajas de alfajores Fuente: prensa y uteliría de la selección argentina / LA NACION
OPINIóN
“Los juegos y las vicisitudes del poder resultan muchas veces opacos a la sociedad.”
editoriaLes
Ariel Torres
Feria del libro. Maniobras político-partidarias desprestigian y ponen en riesgo la continuidad de uno de los eventos culturales más importantes del mundo. Página 38
mañana
especial gourmet. los chefs estrella, los bares top, las tendencias en vino y café, la moda para compartir la buena mesa y las novedades que todo sibarita no puede perderse. Revista
SáBADO
“Internet nos enfrenta a la disyuntiva de repetir nuestros errores como sociedad o evolucionar.”
Francisco Olivera OPINIóN
“Las atribuciones de cada kirchnerista se monitorean en función de las atenciones en Olivos.”
Adriana Anzillotti
PROPIEDADES
“Vale la pena descubrir los avances del Real Estate y las formas que adquiere el negocio en muchos países.”
en esCaLa
La frase deL día
Una nueva marca para Manu
guillermo karcher
Entre los mejores tripleros, Ginóbili ocupa el quinto lugar en la NBA. Con 271 aciertos superó a muchos grandes
5° Manu Ginóbili
23° el a ch Mi dan Jor
4° Dereck Fisher
3° e Kob t an Bry
292
281
271
148
Fuente: basketball-reference.com / LA NACION
Estadística de más triples convertidos en la historia de los playoffs de la NBA
2 Re ° g Mi gie ller 3
20
kilos
700
Eduardo Fidanza
1. Lo crucifican y lo abandonan en la calle. 2. La carta del Papa a la Presidenta detonó un escándalo. 3. Se denuncian ocho delitos por día en Recoleta.
artículos
Cada figura equivale a 10 unidades
Lo destaCado
Las notas más Leídas De la eDición impresa
bolsones
1° Ray Allen
367
“El Papa no escribió ninguna carta. Pero el contenido refleja los sentimientos del Papa” El encargado de ceremonial del Vaticano se rectificó de sus dichos. Página 14
miniaturas
pantaLLas
Macri desmiente un pacto cada día
Las viejas obsesiones de la nueva clase creativa
Carlos Pagni
Ernesto Martelli
acri pasa el día desmintiendo pactos. Ayer le tocó al que sellaría con UNEN: “Todavía no hay nada”. Mitad de la mesa enfatizó el “todavía”. El resto, “no hay nada”. Sólo su antecesor, Facundo Suárez Lastra, guardó silencio. Almorzaban, en Pizza Piola, los contertulios de siempre: Julio Bárbaro, Manolo Mora, Eduardo de la Rúa –primo de Fernando–, Susana Decibe, Luis Tonelli, Claudio Polosecki y, el anfitrión, Raúl Timerman. Es el primo de Héctor, quien abandonó esos encuentros para evitar controversias. Juliana Di Tullio le siguió los pasos: “Demasiados gorilas”, se quejó. Ni la presencia de Macri hizo que el ultrakirchnerismo regresara. A la ambigüedad sobre un acuerdo con UNEN se sumó otro detalle: para espanto de Michetti y Rodríguez Larreta, Macri hizo un elogio acalorado de Martín Lousteau. Suárez Lastra casi aplaude. Para que todo terminara de volverse sospechoso apareció, a los postres, Jesús Rodríguez. Pero venía de otra mesa. Había almorzado con Juan Sourrouille, José Luis Machinea y Oscar Cetrángolo. Volver a vivir.ß
a coincidencia, en esta semana, de tres eventos que tienen a la creatividad como base (ArteBA y Puro Diseño, en La Rural, y Red Innova, en Recoleta) vuelve a poner a la ciudad como efervescente espacio de generación de ideas. Hay varios puntos de contacto entre ellas: desde la creación de bellos productos a emprendimientos que responden a necesidades no detectadas. Ya en su primitiva definición, allá por 2002, de la “clase creativa” como una tribu que va más allá de las disciplinas, el periodista Richard Florida arriesgaba una teoría del rol de esta incipiente categoría social en la evolución de las principales metrópolis. Y definía como “alta bohemia” al colectivo de personas en las que el nivel o la pretensión cultural superaba al de los indicadores económicos. Valga la actualización: esta semana, el Financial Times rankeaba las ciudades europeas a la luz de este prisma. Y el lunes, en la Biblioteca Nacional, habrá un homenaje al escritor argentino Fogwill, quien esbozó la diferencia entre productos culturales (los que satisfacen al público) y el arte (que crea su propio público). ß
—LA NACION—
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