EL AGOTAMIENTO DE LA ESCUELA EN CASA Y CÓMO EVITARLO 1ª PARTE Por Ellyn Davis Usado con permiso Esta época del año parece ser el tiempo más difícil de todos para las escuelas en casa. El clima de invierno nos mantuvo encerrados, pero ahora que la primavera está llegando, tenemos mucho que hacer para disfrutar el hermoso clima. Se ha instalado la tediosa rutina; el trabajo se ha apilado, y hemos tenido oportunidad de fallar miserablemente en alcanzar las metas que parecían tan fáciles de lograr cuando comenzamos la escuela en el otoño. Añade a ese nivel de estrés una serie de pequeñas crisis, y ya tienes una receta para el agotamiento en la escuela en casa. Geil Felker, en la revista Homeschooling Today (La escuela en casa de hoy), dice que el agotamiento en la escuela en casa es una condición en la cual “el padre que enseña está ansioso, deprimido, desanimado, agobiado y listo para renunciar. El agotamiento no es poco común. Las escuelas con necesidades especiales, las iglesias, y los hogares para ancianos, por ejemplo, tienen una larga fila de rotación de empleados para evitar el agotamiento. Las demandas de los profesionistas dedicados a atender a la gente son las de más riesgo. Para la escuela en casa, con frecuencia el resultado es que envían a los niños de regreso a la escuela pública.” El agotamiento y el principio 80/20 Uno de los más amados dogmas de los negocios es el “Principio 80/20”. Este principio científicamente comprobado, dice que siempre existe un desequilibrio entre causas y resultados, ingresos y egresos, y esfuerzo y recompensa, y ese desequilibrio generalmente asume las proporciones de 20% a 80%. En otras palabras, 80 por ciento de los resultados que quieres ver, procederán del 20 por ciento de tu esfuerzo. En los negocios, esto significa que 80% de tus ventas procederán del 20% de tus productos; 80% del trabajo importante será hecho por el 20% de tus empleados; 80% de los beneficios reales de un proyecto será desarrollado en solo el 20% del tiempo invertido en el proyecto, etc. El principio 80/20 también se aplica a otras áreas de la vida. Por ejemplo, los buenos estudiantes saben que básicamente el 80% de un examen, usualmente cubre solo el 20% de los tópicos del curso, y ellos deberán descubrir cómo encontrar cuál es el 20% del material de estudio para obtener un 80 o más en el examen. El principio 80/20 funciona aún en las relaciones. 80% del valor de tus relaciones, usualmente proceden solo del 20% de la gente que conoces. OK, así que ¿qué tiene que ver todo esto con “El agotamiento en la escuela en casa?” Primero, necesitamos entender que una de las mayores causas de agotamiento es la sensación de estar abrumado y sin apoyo. Estas son algunas maneras comunes en las que este sentimiento es expresado. Esto ya no es divertido (de hecho, es una verdadera carga). Siento como si las cosas se hubieran salido de control. Ya no queda mucho de mí para seguir. Mi vida está hecha trizas (estirada en demasiadas direcciones, partida en muchos pedazos). Siento como si tratara de mantener demasiadas pelotas en el aire (o girar demasiados platos). Me estoy ahogando. Hay demasiado que hacer y tan poco tiempo para hacerlo. Hay demasiado por hacer y se espera que yo lo haga todo.

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No siento nada sino coraje (frustración, irritación) o tristeza (sufrimiento, depresión, congoja). Estoy resentido por ser responsable por todo. Soy el que tiene que recoger todo lo que “se cae por las grietas”. Estoy constantemente decepcionado. Estas son algunas maneras comunes en las que este sentimiento se expresa a sí mismo físicamente: (1) una opresión en la garganta, el pecho o entre los omóplatos, (2) dolor en la espalda baja, (3) dolor de cabeza o mareos, (4) fatiga crónica, (5) entumecimiento de ciertas partes del cuerpo, (6) ansiedad y tensión, (7) dificultad para tragar, (8) nauseas, (9) malestar estomacal o irritación intestinal, (10) zumbido en los oídos. Cualquiera y todas las expresiones anteriores y síntomas físicos son un buen indicador de que estamos empantanados en el 80% de nuestras vidas, que no es productiva y que mina nuestra sensación de bienestar. Las buenas noticias acerca del principio 80/20 es que hay muy pocas actividades claves que mejoran dramáticamente nuestra felicidad y sensación de productividad. ¿Qué quiero decir por “actividades claves?” Bueno, ¿conocen las sencillas actividades clave que distinguen a la gente delgada de la gente que batalla con su peso? Si alguna vez fuiste a la tienda “Baje de Peso” sabes que la gente delgada no come a toda hora, ellos solo comen cuando tienen hambre, ellos dejan de comer cuando están satisfechos, y se sirven pequeñas porciones de comida. En contraste, la gente que batalla con su peso tiende a ser “comelona”, se sirven grandes porciones de comida y no dejan de comer aún cuando se sienten llenos. Esto significa que hacerse delgado no necesariamente requiere una gran cantidad de fuerza de voluntad para contar calorías, pesar las porciones y desarrollar un plan de alimentación. La persona promedio puede perder peso con solo apegarse a las actividades clave de comer menos y estar más consciente de cuando tiene hambre y cuando está satisfecha. ¿Cuáles son las sencillas actividades claves que distinguen a la gente financieramente estable de la gente con problemas financieros crónicos? La gente financieramente estable, se niega a endeudarse, ahorra y no llena sus vidas con costosas chucherías. Así que ¿qué significa esto? Esto significa que para volverse financieramente estable, no necesariamente se requiere estar siguiendo la pista de cada centavo que se gasta, convertirse en un avaro y negarte tus sueños. La persona promedio puede hacerse financieramente estable con solo seguir unos pocos principios claves sobre manejo del dinero. Ahora, regresando al principio 80/20. El libro El principio 80/20 dice: “Siempre hay algunas participaciones claves para lo que sucede y con frecuencia no son las más obvias. Si estas causas clave pueden ser identificadas y aisladas, podemos con mucha frecuencia ejercer más influencia sobre ellas de lo que creímos posible”. Lo que esto significa, es que hay unas pocas cosas clave que nos causan el sentirnos agobiados y desprotegidos, eso contribuye a esa sensación de estar siempre al límite y a la tensión en nuestro cuerpo, y eso nos hace desear aventar la toalla y renunciar. Medidas sencillas para evitar el agotamiento. OK, ¿cuáles son las medidas sencillas que podemos tomar? Primero que todo, podemos identificar a nuestros “vampiros de energía”. Estos son tales como gente, actividades, y creencias que literalmente nos “chupan” la energía y el entusiasmo.

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La gente como vampiros de energía. No solo los grupos pueden drenarnos, sino también ciertos individuos pueden costarnos mucha energía. En nuestra iglesia anterior, había una mujer que era como una enorme aspiradora emocional. Su constante necesidad y negatividad absorbía todo el optimismo y energía de mí. Tuve que aprender a dejar que alguien más tratara de ayudarla. Cuando comencé por primera vez la escuela en casa con mis tres hijos, traté de seguir con los estudios bíblicos para mujeres, los viajes de campo de la escuela en casa y otras reuniones, pero no pasó mucho tiempo para que me diera cuenta de que estas salidas sociales no me proporcionaban entusiasmo, solo me agotaban. También tuve que aprender a decir no. Es asombroso que la gente piense que puesto que estás en casa todo el día, siempre estás disponible. Nunca soñarían en llamar a una mujer profesionista a su oficina para pedirle que tome la tarde libre para escuchar sus problemas, pero ellas sí te llamarán a ti y supondrán que estás libre para ayudarlas. Aprendí a pensar de mí misma como una “mujer profesionista”, solo que mi carrera era la de manejar un hogar y educar a mis hijos. No solo trabajo 40 horas a la semana, yo estaba en el trabajo 24/7, así que no tenía que disculparme o mentir cuando decía, “Tengo ocupada esta tarde” Antes que te des cuenta, tu puedes invertir el 80% de tu tiempo en actividades sociales que te reditúan menos del 20% en términos de lo que es realmente importante para ti. Hay dos soluciones claves para el problema de “La gente como vampiros de energía”. (1) Reduce tu participación a solo el 20% de esas actividades sociales que tengan un verdadero significado para ti, y (2) Consíguete una contestadora telefónica y deja que tome todas las llamadas durante ciertas horas cada día. Si tu casa es como la mía, el solo dejar la contestadora la mayor parte del día, me ahorra como 45 minutos de responder llamadas de vendedores. Las actividades como vampiros de energía. Uno de los mejores consejos para la reducción de estrés que jamás he recibido fue de un libro sobre el manejo del tiempo. Decía que mentalmente me visualizara a mí misma pasando un día típico. Esto significaba visualizarme levantándome de la cama, vistiéndome, haciendo el desayuno, cepillando mis dientes, etc., cada pequeña actividad que hacía durante un día. Mientras recorría las imágenes a través de mi día, el libro decía que notara cualquier momento en el que sintiera irritación, tensión, o resistencia y anotara esa actividad. ¡Qué revelación! La primera cosa que descubrí es que me irritaba ser interrumpida mientras estaba en el cuarto de baño. ¿Suena muy tonto, verdad? Pero lo que esto significaba era que yo iniciaba cada día irritada porque casi no había una ocasión en que no fuera interrumpida mientras estaba en el baño. Un problema tonto. La solución, simplemente eliminar la fuente de irritación: Siempre cierro la puerta cuando entro al baño y les digo a todos que cuando la puerta del baño esté cerrada, no deben molestarme. Para cuando terminé de visualizar las escenas de un día típico, me di cuenta de que había docenas de situaciones molestas como la del cuarto de baño. Ninguna de ellas era lo suficientemente significativa para arruinar por sí misma mi día, pero un día lleno con 40 o 50 momentos inconscientemente irritantes pudiera tener algo que ver con mi desgaste para la hora de la cena. Ciertas actividades rutinarias están siempre acompañadas por alguna cantidad de presión física o emocional. ¿Cuáles son las actividades estresantes? ¿Lavar la ropa? ¿Cocinar? ¿Ir al supermercado? Particularmente a mí nunca me ha gustado cocinar. Además, el llevar el carro lleno de niños pequeños al supermercado tiene que estar en mi lista de “Las 10 mejores formas para torturar a una madre cansada”. Así que tuve que experimentar el hacer las compras del súper sin agotarme (o dejar de enloquecer

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cuando veía la cuenta), y simplemente con idear algunos planes sencillos para el menú que no me agotaran después de un largo día. Además tuve que ser realista acerca de mis limitaciones. Por más que quiera proveer por mi familia con tres amorosamente creadas, nutritivas comidas hechas en casa al día, debía estar psicótica si pensara que podría hacerlo y aún hacer todo lo demás que necesito atender. Así que en mi casa, tenemos comidas donde todos se atienden a sí mismos, preparándose algo para ellos mismos; comidas que otro miembro de la familia la prepara; y comidas que yo preparo, dependiendo de la agenda de cada uno y de lo que nos deje el mayor tiempo posible para compartir como familia alrededor de la mesa. Otra cosa que puede hacerse es recorrer cada cuarto de la casa y notar cualquier cosa que sea irritante. Los cuartos tienen un poderoso efecto en nuestro sentido de bienestar. Pueden hacernos sentir como prisioneras en nuestras propias casas, o pueden hacernos sentir amables y relajadas. ¿Hay algunos colores que te hacen sentir tensa? ¿Qué te hagan sentir relajada? ¿Puede ser re-arreglado el cuarto para que se pueda transitar mejor? ¿Pueden hacerse cambios sencillos que contribuyan a una sensación de paz y orden? ¿Las herramientas que tienes aumentan tu productividad? Por ejemplo, yo comencé escribiendo nuestros catálogos en una vieja máquina de escribir IBM eléctrica ($25.00 Dls. de segunda mano), hacía reducciones de fotocopias de las cubiertas de los libros, y tenía que recortar y pegar todo junto. Era un enorme consumidor de tiempo, y caótico trabajo. Así que ¿cómo creen que comencé a sentirme acerca del catálogo? Me aterraba solo el pensar en comenzar uno nuevo, y durante todo el tiempo que trabajaba en uno, me convertía en una bruja. Era como si tratara de construir una casa moderna con herramientas de piedra. Entonces, un día escuché decir a Mary Pride que ella siempre trataba de invertir en cosas que incrementaran su productividad. Y comencé a evaluar a mi alrededor todo el equipo en el que me apoyaba. Todo, desde mi aspiradora hasta mi máquina de escribir, estaba pasado de moda y era difícil de usar. Así que comencé a reemplazar sistemáticamente mis “herramientas”, comenzando con el equipo que más utilizaba y que me causaba más problemas. También comencé a invertir en habilidades que me hacían más productiva. Aprendí cómo usar programas de procesador de palabras; escaner, y el Adobe Photoshop. Leí cada libro sobre el hogar y el manejo del tiempo que cayó en mis manos. Traté de incrementar mis conocimientos y habilidades en cada área que me quitaba energía. Otra área estresante de los padres con escuela en casa es “la escuela” en sí misma. En nuestro deseo de asegurarnos de no dejar ningún vacío en la educación, tendemos a hacer de más. Necesitamos evaluar nuestras escuelas en casa por el principio 80/20. ¿Cuáles son las áreas claves en las que necesitamos concentrarnos? ¿Cómo podemos eliminar lo innecesario e inefectivo? ¿Cuáles cambios simples podemos hacer para disminuir el estrés e incrementar el entusiasmo? ¡El próximo artículo es la 2ª Parte. Aprenderá acerca de los “vampiros de los estilos de vida,” “vampiros de creencias”, “alcanzando la zona cero con Dios” y mucho más.

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