Política
Página 6/LA NACION
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Jueves 17 de julio de 2008
EL CONFLICTO CON EL CAMPO / Sorpresivo desenlace en la Cámara alta
Los jefes de bloque Morales (UCR) y Pichetto (PJ) hablaron al final
El vicepresidente Julio Cobos se aprestaba a definir la votación
FEDERICO GUASTAVINO
Reutemann y Urquía (agachado), se opusieron al proyecto oficial
MARIANA ARAUJO
FEDERICO GUASTAVINO
Duro revés del Gobierno en el Senado Tras una dramática sesión, el vicepresidente Cobos desempató la votación al rechazar el proyecto oficial de retenciones Por Gustavo Ybarra De la Redacción de LA NACION Con el voto del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, obligado por el empate entre el oficialismo y la oposición, el Senado rechazó esta madrugada el proyecto de retenciones móviles y le provocó al gobierno de Cristina Kirchner una severa derrota política y al kirchnerismo el mayor golpe en cinco años en el poder. “No creo que esto sea motivo para poner en riesgo el país, la gobernabilidad, la paz social. Quiero seguir siendo el vicepresidente de todos los argentinos, el compañero de fórmula hasta 2011 de la actual presidenta de los argentinos... La presidenta de los argentinos me va a entender... No puedo acompañar”, dijo Cobos a las 4.24 al dar a conocer su rechazo. Tras más de 17 horas de debate, la oposición sumó al santiagueño Emilio Rached (Frente Cívico) y consiguió 36
votos, el mismo número logrado por el oficialismo gracias al aporte del catamarqueño Ramón Saadi. Así, Cobos se vio obligado a desempatar, cerca de las 4 de hoy, y lo hizo contra la iniciativa del gobierno que él mismo integra. El rechazo del controvertido proyecto oficialista, que había sido aprobado por la Cámara de Diputados doce días atrás, fue recibido con algarabía, llantos y abrazos por los productores ruralistas concentrados en el Rosedal, en Palermo, y con desconsuelo y resignación en las carpas oficialistas montadas en la Plaza del Congreso. El resultado de la votación fue incierto y dramático hasta poco antes de las 3, cuando desde la oposisición el presidente de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales, pidió acelerar los discursos y la presencia de Cobos en el recinto. Ese reclamo llevaba consigo la certeza de que la paridad exigiría la intervención del Vicepresidente. Ernesto Sanz, senador radical por Mendoza, instó a Cobos a pensar en el
país y votar “en contra” de la resolución 125 de retenciones móviles. “Ojalá Dios lo ilumine porque muchas cosas están en juego en la Argentina”, le dijo de “mendocino a mendocino”. Fue cuando tomó la palabra el presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto. Su discurso fue dramático y marcó el reconocimiento tácito de que la votación se le escapaba de las manos al oficialismo. Por eso, la presión sobre Cobos fue muy fuerte. “Sería increíble que un vicepresidente vote en contra de su propio gobierno salvo que lo quie-
ran debilitar, herir de muerte o quieran empezar a aniquilar” a la administración nacional, dijo Pichetto cuando el reloj marcaba las 3.20 de hoy. “¿Qué pasó? Hace menos de 100 días teníamos un bloque mayoritario donde las manos sobraban... El año que viene hay elecciones. Si las ideas de los hombres y las mujeres del campo son tan buenas, el gobierno al que pertenezco va a tener un mal resultado en las urnas, es probable, es posible”, admitió. “Usted tiene una gran responsabilidad institucional, histórica; espero que la ejerza con responsabilidad y pruden-
El resultado
37 La oposición, con el voto de Cobos, consiguió imponerse
36 El oficialismo sólo logró ese número de votos y perdió
cia de un hombre de Estado”, le rogó el senador por Río Negro a Cobos. A las 3.48 se votó y el tablero marcó un empate en 36 votos. Cobos justificó brevemente por qué votaría en contra. Habló de la necesidad de alcanzar la unidad del país y el consenso. “El país está esperando que de acá salga algo consensuado”, afirmó, y remarcó: “Sé que formo parte de este gobierno y que vengo de otro espacio político y esto me permite disentir en algunas cosas”. Cerca de las 22, el kirchnerismo se encontraba al frente por apenas un voto, gracias a la definición del peronista Saadi a favor de la iniciativa del Gobierno, pero, dos horas más tarde, se daba por seguro que, en forma sorpresiva, el que iba a rechazar el proyecto era Rached, que durante toda la jornada había sido víctima de fuertes presiones de su gobernador, Gerardo Zamora, para que apoyara al Poder Ejecutivo. Después de la medianoche, en los pasillos de la Cámara alta circulaban
Una decisión que tomó por sorpresa al protagonista
HORA POR HORA 10.30 Con 54 senadores, arranca la sesión. No están ni los kirchneristas Adriana Bortolozzi y Ramón Saadi, ni Emilio Rached (Frente Cívico), los únicos que no anunciaron su voto.
10.45 El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dice: “Tenemos los votos para aprobar la ley”.
Cobos nunca pensó en el desempate
10.55 Bortolozzi entra en el recinto; anuncia su voto afirmativo.
Por Laura Capriata
11.15
De la Redacción de LA NACION Un protagonista inesperado. Ninguna definición le cabe mejor al vicepresidente Julio Cobos, que anoche votó en contra del proyecto de ley de retenciones al campo que impulsó su propio gobierno en el Congreso y que anoche se rechazó en una dramática votación del Senado. El primer sorprendido del desenlace fue Cobos, que siempre había confiado en la mayoría del kirchnerismo y que nunca pensó que su voto iba a ser necesario para definir la larga pulseada entre el agro y el Gobierno. “Ha sido una sesión fantástica, ordenada y, sobre todo, enriquecedora que, junto al trabajo realizado en comisiones, puso al Congreso a la altura de las circunstancias”, dijo Cobos a LA NACION en una pausa en su maratónica jornada, mucho antes de que se vislumbrara el probable empate. A pesar de sus elogios, el vicepresidente decidió guardar su voto como un secreto de Estado hasta último momento y señaló en una comunicado que sólo lo haría público si fuera necesario en el recinto, “ni antes ni después”. Le sobraban motivos. Sus propios aliados y amigos creían que oponerse a la iniciativa oficial pondría en riesgo su continuidad en el Gobierno, pero apoyar el proyecto kirchnerista tiraría por la borda la diferenciación de la Casa Rosada que construyó a costa de enemistarse con el kirchnerismo, y el rédito que eso le trajo en la opinión pública. En ningún momento Cobos dejó trascender que renunciaría a su cargo de vicepresidente. En todo momento explicó a sus allegados que la votación contraria al proyecto oficial no debería afectar la investidura que representa. No obstante, a partir de anoche quedó en claro que la postura de Cobos alejará aún más de los Kirchner al vicepresidente. Cobos intentó hasta último momento flexibilizar el proyecto oficial de retenciones que hace una semana y media se había aprobado en la Cámara de Diputados y que no modificó ni un punto de la resolución 125 por la cual el Gobierno impuso un aumento de las retenciones. El vicepresidente había dicho hace unos días que se necesitaban “consensos más que votos” para sancionar el proyecto. Esta postura contraria a la Casa Rosada le valió a Cobos duras críticas de los ministros del Gabinete y de toda la dirigencia kirchnerista, que seguramente desde hoy se potenciarán.
versiones de todo tipo, mientras el aire triunfalista de los representantes kirchneristas a partir del anuncio del voto de Saadi cambiaba por un creciente clima de preocupación. Desde las bancas kirchneristas se escuchó repetido hasta el cansancio los argumentos elaborados por el Gobierno en estos cuatro meses de conflicto. Es decir, que lo recaudado por las retenciones servirá para “mejorar la redistribución de la riqueza”, por un lado, y que quienes se oponen a la decisión del matrimonio Kirchner están comprometidos en un virtual complot para derribar a Cristina Kirchner, por otra parte. La oposición machacó en su intención de modificar la iniciativa aprobada hace una semana y media por la Cámara de Diputados por el apretado margen de siete votos, cuestionando el manejo discrecional de fondos para obras públicas entre las provincias y la postura adoptada por el Gobierno en estos cuatro meses de conflicto.
Ramón Saadi se sienta en su banca. Nadie sabe cómo votará.
15.00 Aparece Rached. Se niega a anunciar su voto.
19.20
A las 23, en un clima de incertidumbre por el voto de Rached, todos los senadores oficialistas abandonaron el recinto MARCELO GOMEZ
Más de 15 horas que expusieron dos visiones antagónicas del país La resolución 125, el papel del Estado y la redistribución del ingreso, en debate Por Laura Serra De la Redacción de LA NACION Más de cincuenta discursos a lo largo de más de quince horas de debate sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo dejaron al descubierto un Senado fragmentado en dos partes antagónicas, con visiones opuestas de la Argentina. El oficialismo defendió la resolución 125 sobre retenciones al agro, al considerarla una herramienta fundamental para la redistribución del ingreso. Reivindicó, además, el papel del Estado como regulador de la economía y sostuvo que, para preservar la bonanza económica, el campo debía compartir su “renta extraordinaria” con los sectores postergados. La oposición, que contó con el apoyo de ocho senadores oficialistas, relativizó la política redistributiva oficialista, calificó de inconstitucional y confiscatoria la resolución 125, advirtió sobre la parálisis de la economía en el interior y cuestionó la concentración de los recursos en la Nación en detrimento de las provincias. El senador Guillermo Jenefes (FPV-Salta) negó que la resolución 125 fuera inconstitucional: recordó que, desde el ex presidente Nicolás Avellaneda hasta nuestros días, fue el Poder Ejecutivo el que fijó “cómo, cuánto y qué mercancías debían ser gravadas por los derechos de exportación y exportación”. También negó
Hilda Duhalde y María Eugenia Estenssoro MARIANA ARAUJO
que las alícuotas de las retenciones fueran confiscatorias. A su juicio, el régimen de compensaciones previsto en la norma favorecerá a “casi 82 mil productores, que pagarán una alícuota que no superará el 30%”. Sonia Escudero (FPV-Salta), una disidente del oficialismo, lo refutó: “La Constitución es clara; compete al Congreso fijar los derechos de exportación e importación. El proyecto es inconstitucional porque la norma que sostiene la resolución 125 –que es el Código Aduanero– es una delegación de facultades efectuada antes de la reforma constitucional de 1994”. Liliana Negre de Alonso (FrejuliSan Luis) tomó la posta: “El Congreso nunca delegó facultades tributa-
rias desde 1994. Está prohibido por la Constitución. ¿Vamos a ser nosotros los que deleguemos lo que ningún otro Parlamento delegó? ¿Qué sentido tiene esmerilar el Parlamento?” La redistribución del ingreso fue una bandera constante que blandió el oficialismo. “El proyecto tiene como objetivo el desacople de los precios internos con los externos de los alimentos ante la escalada de los precios internacionales”, defendió Silvia Giusti (FPV-Chubut). Nancy Parrilli (FPV-Neuquén) remató: “Si el país fue solidario con el campo subsidiando el gasoil, manteniendo un dólar alto, debería el campo ser solidario ahora con el pueblo argentino”. “El fin del Estado es buscar un equi-
librio armónico entre los sectores de la economía”, enfatizó Luis Viana (Misiones), argumento que cuestionó el santacruceño Alfredo Martínez (UCR): “No creo que el Gobierno impulse una redistribución racional de la riqueza cuando la población sin gas natural subvenciona el gas de los sectores acomodados”. Siete de los ocho senadores oficialistas argumentaron por qué votarían en contra del proyecto. Arrancó Carlos Reutemann (Santa Fe): “La iniciativa tiene un impacto fuerte en mi provincia, de neto corte exportador. Es imperativo evitar el desfinanciamiento del sector rural”. Se le sumó el salteño Juan Carlos Romero: “Esto no es una contienda de vida o muerte”. Elena Corregido (Chaco) sostuvo que, con su voto negativo, emularía a Cristina Kirchner, quien, mientras fue senadora, “hizo caso omiso de la disciplina partidaria”. El senador Rubén Marín (La Pampa) dijo sentirse “dolido” por votar contra la iniciativa, pero esta afecta, advirtió, “a los chacareros de La Pampa”. El cordobés Roberto Urquía sostuvo que, si bien él era “partidario de las retenciones móviles”, consideraba que la curva de las retenciones debía “readecuarse”. Al final, uno de los discursos más incisivos fue el de la riojana Teresita Quintela, que ratificó su voto negativo: “La Rioja no necesita vender el voto de sus legisladores para obtener el dinero que le corresponde”.
El vicepresidente Julio Cobos ratifica su intención de desempatar si el resultado de la votación termina igualado.
20.45 Habla Saadi y defiende el plan para “redistribuir la riqueza” del gobierno kirchnerista. El PJ se asegura el voto número 36.
22.30 Trasciende que Rached votará en contra. Cunde la preocupación en la Casa Rosada. En ese caso, desempata Cobos.
2.45 Crece la tensión: el radical Ernesto Sanz advierte que la votación “será una bisagra en la vida de los argentinos” y exige a Cobos que vote por el “no”.
3.05 Presiona ahora el jefe del oficialismo, Miguel Pichetto. Dice a Cobos que votar en contra es una actitud golpista y significa “herir de muerte” al Gobierno.
3.47 Se vota y el resultado es un empate 36 a 36. Es necesaria una segunda votación.
3.50 Antes del ballottage, habla Cobos. Opina que “el país está partido”, dice que es “el día más difícil” de su vida y pide un cuarto intermedio para que se llegue a un consenso.
4.14 El PJ y la UCR rechazan el cuarto intermedio. Hay que votar una segunda vuelta.
4.18 Otra vez, el resultado es 36 a 36.
4.24 “No puedo acompañar”, anuncia Cobos. Cae el proyecto oficial.