Duras críticas al cerrojo informativo

2 oct. 2010 - intención de derrocar al presidente no se expresó en ningún momento, y lo máximo que hubo fue la reten- ción del mandatario Rafael Correa.
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EXTERIOR

Sábado 2 de octubre de 2010

La crisis en Ecuador

I

3

Reacción de los medios

OPINION

No fue un intento de golpe MARTIN PALLARES EL COMERCIO/GDA QUITO.– El gobierno ecuatoriano ha intentado proyectar la idea de que lo que ocurrió anteayer en el país fue un golpe de Estado. Este intento se hizo más patente desde que se declaró el estado de excepción y la televisión gubernamental pasó a monopolizar la información. Pero ¿hubo realmente un golpe de Estado en Ecuador? Para hablar de un hecho así, debería haber habido, al menos, el intento manifiesto de derrocar al presidente para reemplazarlo por alguien. Y en Ecuador, lo único que hubo fue un deplorable e injustificable acto de insubordinación de los policías que se sentían, justa o injustamente, afectados en sus derechos. Pero la intención de derrocar al presidente no se expresó en ningún momento, y lo máximo que hubo fue la retención del mandatario Rafael Correa en el hospital de la policía, adonde llegó por un desatinado acto de imprudencia. Además, no hay que olvidar que el presidente Correa nunca dejó de gobernar, ya que desde el interior del hospital de la policía, donde estaba –según él– secuestrado, siguió dando órdenes y dirigiendo al país. Y nadie se lo impidió. En verdad, el gobierno está intentando esconder bajo la figura del golpe de Estado las consecuencias de un manejo muy particular del poder. La prepotencia y el abuso del poder en la forma de aprobar leyes, sin tomar en cuenta las observaciones de la oposición y de grupos posiblemente afectados han terminado por explotar por el lado menos pensado. Es ese estilo de administración del poder lo que ha terminado por explotar. Lo que sucedió con la policía, si bien es absolutamente intolerable y reprochable, fue la consecuencia nada esperada de esa forma de manejar al país. Ahora, bajo el paraguas del estado de excepción, el gobierno ha logrado cumplir con uno de sus más caros sueños: manejar a su completa libertad la información o, al menos, la televisada.

EL COMERCIO

EXPRESO

EL TELEGRAFO

HOY

EL UNIVERSO

METRO

LA HORA

Duras críticas al cerrojo informativo Las organizaciones de prensa cuestionaron la orden del gobierno de Correa de usar solamente la cadena oficial QUITO.– Entidades de prensa de Ecuador y de la región manifestaron ayer su rechazo por la orden del gobierno de mantener anteayer una cadena de radio y televisión estatal de forma indefinida durante la rebelión de policías y militares, en la que el presidente Rafael Correa estuvo secuestrado durante varias horas, lo que contribuyó a difundir la versión oficial de que se estaba ante un golpe de Estado. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó enérgicamente cualquier movimiento en Ecuador destinado a desestabilizar las instituciones y el orden democrático, aunque al mismo tiempo advirtió sobre la violación de la libertad de prensa que implica la obligatoriedad de enlazar a la televisión y la radio privada a la señal de la cadena estatal.

El Twitter de Cristina Kirchner La presidenta Cristina Kirchner publicó ayer en su Twitter @ cfkargentina: “Cualquier semejanza con hechos y personajes de la vida real, es pura coincidencia. ¿Es pura coincidencia?”, preguntó, y remitió luego a una nota del diario El Tiempo titulada “Una reunión más que sospechosa entre ADEPA y diarios ecuatorianos”. El artículo señala que directivos de diarios de la Argentina y Ecuador “se encontraron hace una semana en Buenos Aires” y dijeron que ambos países tienen gobiernos “autoritarios” que “avasallan la libertad de prensa”.

El presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, expresó su confianza de que Ecuador “supere la situación de convulsión que atraviesa y se retorne inmediatamente a la plena institucionalidad, pero que también implique el respeto para que el periodismo pueda trabajar en forma libre y se garantice el derecho a la información de todos los ecuatorianos”. Aguirre lamentó que el estado de excepción ordenado haya implicado “la restricción para que los medios electrónicos puedan operar en forma libre, tal como requieren situaciones de máxima alerta en las que la población merece una cobertura amplia independiente y plural de los hechos”. En tanto, la Asociación de Editores de Periódicos (Aedep) ecuatoriana señaló en un comunicado su “protesta por la decisión gubernamental de

obligar a todos los medios audiovisuales a plegarse a una cadena nacional indefinida e ininterrumpida”. Agregó que “al amparo del estado de excepción se ha impedido a la ciudadanía tener otras versiones de los hechos que no sean las oficiales”. La Aedep también rechazó “los ataques de los que fueron víctimas los periodistas de distintos medios” durante la sublevación.

“Secuestrados” Por su parte, el asambleísta de oposición Leonardo Viteri denunció que en lugar del presidente Rafael Correa “fueron los medios los que estuvieron secuestrados” durante la rebelión policial y llamó al mandatario a construir la democracia con diálogo “y no con odio”. El diario El Comercio publicó ayer un artículo sobre el manejo de medios

realizado por el gobierno, en el que se lo califica de “brillante”, pero también de “perverso”. Ocurre que, al principio de la cobertura, EcuadorTV, GamaTV y TC Televisión, canales controlados por el gobierno, proporcionaban información exhaustiva desde el punto de vista oficial. Al mismo tiempo, los canales privados daban una atención fragmentada y esporádica del tema, algo que cambió con la imposición de la cadena nacional. “Los medios privados estaban cubriendo sólo la sublevación de un grupo de policías, y dimensionado de esta manera, el hecho no merecía más cobertura que la que dieron”, afirmó el consultor en comunicaciones ecuatoriano Andrés Seminario. Pero después de los noticieros del mediodía todo tomó un cariz distinto porque, al instaurarse la cadena

indefinida e ininterrumpida del gobierno (bajo la figura de “censura previa”, que está permitida en el estado de excepción). “Es ahí cuando también cuajó la idea de que el país había vivido un intento de golpe de Estado”, dijo Seminario. Finalmente, esa versión fue la que circuló a través de las agencias internacionales y la que provocó que el mundo entero pusiera los ojos en Ecuador. “Yo me pregunto a qué le temen, por qué nos imponen una sola voz”, dijo Manuel Ignacio Gómez Lecaro, editorialista del diario El Universo, en su cuenta de Twitter. Cientos de ecuatorianos esparcían opiniones similares en esa red social y en Facebook.

Agencias DPA, EFE y diario El Comercio