Drogas y despenalización: otra cortina de humo

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| Domingo 24 De agosto De 2014

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

Drogas y despenalización: otra cortina de humo En vez de alentar leyes que extiendan el uso de estupefacientes en la población, el Gobierno debe combatir el constante crecimiento del narcotráfico en el país

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o es la primera vez que el gobierno nacional intenta por medio de sus representantes en el Congreso avanzar en una ley de despenalización del consumo de drogas. Y, precisamente, porque no es la primera vez, la pregunta que vale hacerse es por qué se insiste en una cuestión que no encuentra consensos en nuestra sociedad, ni siquiera dentro del propio bloque del oficialismo, que, en esta oportunidad, cuenta con el visto bueno de la Presidenta para flexibilizar la actual legislación. Para ello, Cristina Kirchner encargó al sacerdote titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina, que trabaje en la propuesta con la indicación de que quiere verla convertida en ley antes de fines del corriente año. No quedan muchas otras interpretaciones en torno a semejante urgencia, que no sean generar otra densa cortina de humo que tape, o al menos disimule, la grave caída del empleo y de la producción; el constante agravamiento de la situación penal del procesado vicepresidente de la Nación; la absurda pelea con los holdouts basada en el desconocimiento por parte del país de los contratos que él mismo suscribió; la creciente inflación; la inseguridad; los aprietes e intentos constantes de sometimiento a ciudadanos, empresarios, periodistas y medios de prensa, y, muy especialmente, el procesamiento por parte de la justicia de ex funcionarios kirchneristas de primera línea, acusados de haber ingresado en el país materias primas destinadas a la fabricación de drogas, a las que dieron un destino distinto del declarado oficialmente, valiéndose incluso de contactos telefónicos que complican hasta a la propia Casa Rosada. Ese sentido oportunista, habitual en el kirchnerismo, se remonta también a la elección del padre Molina como titular de la Sedronar, tras nueve meses de haber mantenido acéfala esa secretaría cuya finalidad es combatir el cada vez más extendido flagelo de la droga en el país. Cristina Kirchner lo ungió tardíamente, recortándole facultades, y como respuesta inmediata a un crítico documento de la Iglesia que denunció el avance del narcotráfico y la complicidad del Estado. No puede esperarse más que un nuevo fracaso de una eventual ley de despenalización si el Gobierno sólo la entiende como un remozado intento por recuperar la iniciativa política y no como un debate de fondo que el país merece darse en torno a las principales víctimas de las adicciones a las drogas: los jóvenes y sus familias, a quienes la liberación de su uso sumirá aún más en el infierno del que el Estado nada ha hecho por sacarlos. Hace muy pocos días, esa preocupación fue expresada durante la 168a reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, en la que los obispos volvieron a alertar sobre los peligros que conllevan la despenalización del consumo de drogas. El sacerdote Molina, cuyo mérito casi excluyente es ser amigo de la familia Kirchner, llegó a la Sedronar con la convicción de “no criminalizar al adicto a las drogas”, sino que el Estado se focalice en perseguir a los narcotraficantes. La intención de no criminalizarlos es compartida por buena parte del arco político, pero la mayor preocupación de quienes hoy se oponen a una despenalización del consumo radica en la inexistencia de políticas de prevención y en los nefastos efectos que ya está largamente comprobado que el uso de estupefacientes provoca en la salud de las personas, en las familias y en la sociedad. Entre otros, el consumo de marihuana, por ejemplo, produce consecuencias negativas en la memoria del trabajo y en la capacidad para retener información por cortos períodos, además de multiplicar la posibilidad de accidentes de tránsito. Sus efectos, especialmente en menores de 25 años, que es cuando termina de estructurarse el cerebro, son la principal causa de los trastornos en el aprendizaje, disminuyendo el rendimiento educativo y anulando la atención, lo cual implica una pobre evolución en los logros académicos, laborales y sociales. El respetado National Institute of Drug Abuse (NIDA) de los Estados Unidos sostiene que aún no se sabe con seguridad si la marihuana es menos peligrosa que el alcohol o el tabaco –drogas legales– y que ésa es precisamente la cuestión por tener en cuenta cuando se habla de despenalización. Los tremendos costos que significan los daños que hacen las drogas lícitas, que son muchos mayores que las ilegales, lleva a pensar realmente si es necesario legalizar otras más, se plantean los expertos del NIDA. Otros especialistas critican que se diga que la legalización hará desaparecer o reducir el

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narcotráfico o el narcocomercio, del cual el narcotráfico es un eslabón. Consideran que son hipótesis ingenuas, insostenibles. Como también califican de absurdas las interpretaciones respecto de un menor consumo si éste está legalizado. El consumidor no se conforma con que haya fracciones despenalizadas. Eso es no entender la mente y la terrible necesidad de un adicto. Por otro lado, no hay nadie que pueda afirmar con basamento científico que la despenalización o la tolerancia a las drogas baje los niveles de violencia. Son intentos imprudentes, más dirigidos a maquillar la impotencia de un Gobierno que no puede o no quiere desarmar la compleja trama delictual que se ha instalado en el país en torno al narcotráfico. Recordemos la creciente cantidad de casos de bandas narcocriminales que actúan aquí asesinando gente a la luz del día. Traigamos una y otra vez a la memoria el atentado a balazos al domicilio del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti; las amenazas telefónicas a jueces y la infiltración narco en la cúpula de la policía de Córdoba. Volvamos sobre las palabras del ministro de Salud, Juan Manzur, cuando públicamente reconoció hace ya bastante tiempo que la Argentina es un país de consumo, además de tránsito. Repasemos con qué desprejuicio e irresponsabilidad el Gobierno sacó a los gendarmes del cuidado de las fronteras para destinarlos a otras tareas, dejando esos límites territoriales como declaradas invitaciones para que los narcos desarrollen sus actividades en el país sin mayores obstáculos. Releamos las informaciones y causas judiciales en las que se denuncia la cada vez más extendida red de pistas clandestinas y las eternas demoras en instalar radares en las fronteras, radares que, por otro lado, cuando se instalaron parcialmente sólo sirvieron para contar los vuelos ilegales, pero no para prevenirlos. Y qué decir del debilitamiento de los controles del Registro de Precursores Químicos, que continúa en la órbita de la Sedronar, a pesar de que la lu-

¿Irán nuestras autoridades, una vez más, a contramano de los cambios de fondo que se necesitan en materia de narcotráfico y drogadicción? cha contra el narcotráfico pasó a Seguridad. Entonces, ¿de qué prevención se habla cuando se propicia despenalizar a quienes reciben el fruto maligno de toda esa inacción y desidia oficiales? Hoy la ley pena con prisión toda tenencia de drogas. Pero, a partir del fallo de la Corte conocido como “Arriola”, de 2009, es inconstitucional castigar a una persona adulta por tener y consumir marihuana si ese acto no pone en peligro a terceros. A partir de esa sentencia, arreciaron las diferencias de interpretaciones, la policía sigue actuando bajo la ley que castiga al consumidor y una enorme cantidad de causas se siguen abriendo, aunque casi todas terminan en la nada. Quien ha ido más lejos con este tema ha sido el secretario de Seguridad, Sergio Berni, al reclamar no sólo la despenalización del consumo, sino también la regulación por parte del Estado de la cadena de producción y de comercialización de todas las drogas, algo similar al caso de Uruguay, que recientemente despenalizó el consumo de marihuana, a contramano de una importante proporción de la ciudadanía que se declaró y se declara en contra de ello. Es más, el propio presidente José Mujica no ha demostrado apuro ni en reglamentar la norma –lo hizo fuera de plazo– ni en ponerla en práctica. Muy por el contrario, a sabiendas de que buena parte de los uruguayos reclama su derogación, se estima que la ley sólo estará plenamente en vigor cuando ese país sortee su próxima fecha electoral. En nuestro caso, ¿estarán nuestras autoridades decididas, una vez más, a ir a contramano de los cambios de fondo que necesita el país en materia de narcotráfico y drogadicción? ¿Se animarán a alentar un debate sobre despenalización de estupefacientes a las apuradas y con el solo fin de desviar la atención? Es de esperar que ello no suceda. El negocio del narcotráfico no puede ni debe seguir prevaleciendo por sobre la salud y el futuro de los habitantes de la Nación.

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Carta de la semana

¿A quién quieren convencer? Estoy cansada. No quiero escuchar más discursos contradictorios ni propuestas tan disparatadas y rimbombantes como el “cambio de jurisdicción de los pagos de la deuda reestructurada para poder pagar en Argentina”, la “reapertura del canje a los bonistas”, el “default selectivo” o el “desacato no aplicable a un país soberano”. No quiero escuchar más explicaciones sobre el origen de la deuda ni sobre las gestiones llevadas adelante por el Gobierno ni sobre las acusaciones al magistrado de

El debate sobre los años 70 Mirar hacia adelante No sin asombro y con mucho agrado, leí la noticia “Proponen impulsar un perdón por la violencia de los años 70”. Confieso que la lectura del artículo me emocionó. Ex militares y ex combatientes guerrilleros, junto a víctimas de uno y otro banco, participaron en un debate denominado “Dar la cara” en el que uno de los participantes dijo, entre otras cosas: “…pero sí hago una autocrítica, porque hicimos un desastre. Todos, en ambos bandos”. Es exactamente lo que sucedió y ya es hora de que todos los argentinos olvidemos esa etapa negra de nuestra historia y dejemos de mirar siempre hacia atrás, porque ésa es la razón de nuestros constantes tropiezos y fracasos. Entiendo que para quienes fueron víctimas, de uno u otro bando, el sufrimiento es enorme, pero entiendo también que es hora de que comencemos a caminar mirando hacia adelante, no sólo por nosotros sino por nuestros hijos y nietos que merecen un país mejor. Víctor J. Cordovero

Nueva York por “promover los intereses de los fondos buitre”. No quiero que persistan en intentar convencerme de que aquello que se debe hacer es injusto. La ecuación es sumamente sencilla: las deudas contraídas se honran o, de lo contrario, se negocian de buena fe. Todo lo demás es puro cuento.

Claudia Silvana Queirolo

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El Papa en Corea Cuando me enteré de que el papa Francisco visitaría Corea, me dirigí a la embajada del Vaticano para tener una breve entrevista con el nuncio apostólico. Esta oportunidad me permitió entender más sobre el Papa y la importancia de su viaje. Además, como estudiante coreana que vive en la Argentina, me sentí muy orgullosa de que el sumo pontífice visitara mi país. La estadía de Francisco en Corea movilizó a toda la nación. El 10% de los coreanos son católicos, pero la humildad y frugalidad demostradas en cada momento, ante una sociedad que se caracteriza por la expansión del consumo, emocionaron a todos los sectores, incluidos los budistas, la religión mayoritaria. Para Corea, la visita del papa Francisco significó mucho ya que es la única nación divida en el mundo. El Papa conoce bien el deseo de paz de los coreanos por su relación con la comunidad coreana del barrio de Flores, por lo que la confirmación de este deseo, a través de su visita, es un gran paso para instalar la paz en la península coreana. Soo An Han

Pasaporte D 33.032.993

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El precio de la carne

Por la reconciliación

Cualquier persona mínimamente interesada como consumidora sabe que el mejor precio de un producto se logra cuando hay abundancia en la oferta. En el caso de la carne se da, además, un hecho particular ampliamente demostrado en muchas décadas. Los frigoríficos exportadores –equipados con tecnología de avanzada– contribuyen no sólo con mayor producción pecuaria, mano de obra, etc., sino que, vendiendo los cortes que demanda el exterior a muy buenos precios, colocan los cortes no exportables compitiendo con la industria cárnica del mercado interno. Esto pone un límite natural a los precios. Es tan elemental que sólo nos queda pensar que los motivos para el cierre de exportaciones no responden a la lógica económica para favorecer al consumidor y, más bien, favorecen intereses de la industria local pues, el resultado, salvo en el muy corto plazo, es un

Las declaraciones de Mario Montoto (Revista DEF Nº 97), de Martínez Mecchetti, de Leis y otros ex integrantes del aparato político y militar de Montoneros y ERP, demuestran que los mismos no aspiran a venganza alguna y anhelan la pacificación y reconciliación nacional, requisito indispensable para suturar las heridas del cuerpo nacional. Montoto, en su artículo “La Argentina y su política de Defensa: un debate imprescindible”, señala que las Fuerzas Armadas no fueron los únicos responsables de la tragedia de los años 70, sino que involucró a todos los sectores de nuestra sociedad. Esto es un avance importante para alcanzar, a través del diálogo, la paz, concordia y reconciliación que todos deseamos. Como escribió el notable Victor Hugo en referencia a la guerra: “Cuando el tambor calla, la razón toma la palabra”. Rafael Mariano Braga

DNI 8.447.824

Adhieren Rodolfo Isach, José Carlos Sánchez, Mónica G. Barnetch, Juan A. Battafarano, Miguel R. Gentil, Raúl Viglizzo, Manuel Cunha Ferre, y siguen las firmas.

En la Red La crisis social en Missouri Facebook

No fue montonero En la nota “Proponen impulsar un perdón por la violencia de los años 70”, publicada el viernes pasado, se informa sobre la mesa realizada en el Colegio Marín, de Beccar, en la cual participé con otras cuatro personas, cada una con distitnas historias y posiciones en esa década. Como por error se hace referencia a mi nombre como “ex integrante de la organización que lideraba Mario Firmenich”, me veo obligado a aclarar que jamás he tenido relación ni afinidad alguna con esa organización, como surge de la transcripción que se hace de mis palabras. Julio M. Ojea Quintana

DNI 4.921.401

Honrar lo que se debe Cuando se navega entre nieblas y tinieblas, como nos está sucediendo, más que nunca se debe dirigir la mirada hacia los antiguos faros de la sabiduría para no estrellarnos. En consonancia con la voz del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, en relación con las discusiones sobre lo pactado con acreedores del país, citemos las siguientes luminosas palabras de San Agustín: “Cuando se hace una promesa, es preciso sostenerla; violar su juramento es un crimen; querer interpretarlo es otro crimen”. Eduardo J. Padilla Quirno [email protected]

“Dispararle 10 tiros, no 1, sino 10 tiros por haber robado unas donas y una bebida energética me parece innecesario, cuando con una pistola eléctrica podía haberlo reducido fácilmente... me dan asco estos oficiales” Nahuel Tessmar

“No estoy de acuerdo para nada con que maten a alguien por robar. La vida vale más que objetos materiales. ¿Por afanar un par de speeds y unas donas merece la muerte?” Griselda Magnello

aumento de precios, no sólo por inflación sino por menor oferta. Fernando Barilatti

[email protected]

Aeropuerto de Ezeiza El aeropuerto internacional de Ezeiza tiene contrastes notables. La zona de estacionamientos está muy bien vigilada, constantemente patrullada. Toda la sección de partidas funciona de manera organizada y la atención es amable y eficiente. Pero la zona de llegadas del espigón A es otro mundo: grupos de personas con aspecto de pocos amigos cierran el acceso de los vehículos a la puerta de Arribos: ellos eligen quién entra y quién no (generalmente, taxis y probables remises); personas con aspecto sospechoso se paran en medio de la calzada y obligan a los vehículos particulares a maniobras forzadas. Dentro del edificio, otros se abalanzan sobre los pasajeros para ofrecer transportes no oficiales; los recién llegados deben hacer colas interminables en Inmigración y en Aduana, las valijas aparecen rotas, semivacías o, directamente, no aparecen. Mientras tanto, por todos esos lugares, personal de la policía aeroportuaria deambula con los ojos permanentemente atentos… a su teléfono celular. Héctor J. Fasoli

DNI 12.498.457

Un ejemplo de radio Como asiduo oyente de la FM 96.7 Nacional Clásica quisiera destacar cómo un medio público de difusión, conducido y operado por gente idónea como la que actualmente se desempeña puede propalar cultura en el más alto nivel con programas instructivos, amenos y, especialmente, muy buena música. Sus emisiones son escuchadas en todo el mundo a través de Internet y son incontables los mensajes que se reciben desde lugares remotos como los Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Israel. Es un verdadero ejemplo para el resto de los medios oficiales de radiodifusión. Juan Demarco

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En defensa del rugby Los Pumas han iniciado otra etapa de viajes y partidos internacionales, cuyo aparente objetivo es insertarnos más en el negocio mundial del rugby. Algo que, supuestamente, beneficiaría a la Unión Argentina de Rugby (UAR) al entrar en el negocio grande del espectáculo deportivo. Mientras, los clubes amateurs le proporcionan a la UAR los mejores jugadores locales que les hacen falta durante muchos meses al año. El Club Atlético de San Isidro, uno de los clubes que más jugadores aportaron al seleccionado argentino, hace unos años transfirió a un club profesional europeo a un gran jugador, Agustin Pichot, y ahora a manos del seleccionado, a Martin Landajo. Creo que esta provisión gratutita que hacen los clubes al profesionalismo europeo y a la UAR, tal cual como es, se debe detener. Ha llegado la hora de que los clubes argentinos puedan cobrar por el pase de sus mejores jugadores, como se hace en numerosos deportes. Los pases retribuidos ayudarían a que los clubes puedan pagar sus gastos generales, hacer mejoras para los que siguen jugando aquí o vivir con menos apremios económicos. No es justo que equipos profesionales extranjeros hagan su negocio llevándose los mejores jugadores del rugby argentino, sin reponer al esfuerzo amateur de su club de origen absolutamente nada. Los clubes, que son la base de la UAR no pueden seguir haciendo el papel de bote salvavidas en este lujoso yate adonde se ha embarcado la entidad madre en los últimos tiempos, con escasos beneficios para sus entidades asociadas. Guillermo Bellotti

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