Política

Página 12/LA NACION

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Sábado 3 de mayo de 2008

Derechos humanos: una atípica resolución en la provincia de Buenos Aires

Timote, el pueblo que decidió no homenajear más a Aramburu Allí fue asesinado el ex presidente; los vecinos le cambiaron el nombre a la plaza Por Pablo Morosi Enviado especial TIMOTE.– Un aplauso tibio, como el sol de la tarde sobre este pueblo del partido de Carlos Tejedor, acompañó la inauguración del monumento con el que los vecinos del lugar concretaron ayer un viejo anhelo: rebautizar la plaza que llevaba el nombre del general Pedro Eugenio Aramburu, asesinado aquí por Montoneros, con el nombre de un soldado fallecido en el hundimiento del crucero General Belgrano, durante la guerra de Malvinas. Hace una semana, un aplauso similar había coronado la caída, una a una, de las siete placas y el disco de bronce que recordaba a Aramburu; nombre impuesto al lugar por el gobernador militar Ibérico Saint Jean, en 1980. Con una ceremonia modesta, como casi todo lo que puede verse en Timote, los lugareños realizaron el acto de cambio de nombre al que asistieron autoridades locales, ex combatientes y alumnos y maestros de las escuelas del distrito, más los familiares del soldado fallecido en el hundimiento del crucero, hace exactamente 26 años. Desde ayer, sobre el monolito que antes honraba al ex presidente de facto hay nuevas placas con el nombre de Roberto Aldo Bordoy. “El gobierno militar le impuso a nuestra única plaza el nombre de Aramburu. Hace un tiempo se nos ocurrió que era hora de terminar con esa injusticia y debíamos darle a nuestra plaza un nuevo nombre. Sin lugar a dudas, el de Bordoy es el más justo”, dijo Bruno Rodríguez, veterinario e impulsor de la iniciativa. Los vecinos dejaron flores de sus jardines junto al monolito y entregaron a

WILLY GOMEZ

Un vecino de Timote retira una de las placas que recordaban a Aramburu

la familia Bordoy una bandera cocida por ellos mismos. “Me enorgullece que se hubieran acordado de él, porque es un hijo del pueblo”, dijo Ernesto Bordoy, padre del soldado. Para concretar el cambio, los vecinos hicieron hace un año una consulta en la que consiguieron más de

200 firmas de entre los 400 habitantes del pueblo. Con ese aval, llevaron un proyecto al Concejo Deliberante, donde la propuesta se aprobó por unanimidad. Para la intendenta, María Celia Gianini (FPV), el asunto es relevante. Tanto que dispuso asueto en la administración.

La plaza de Timote es un predio privado que la familia Petersen, pionera en la región, facilitó para el esparcimiento de la gente del pueblo. Por eso, el lugar nunca había tenido un nombre hasta que el gobernador Saint Jean se lo impuso al cumplirse 10 años del asesinato de Aramburu. El delegado municipal, Héctor Fraile, aclaró que con el cambio de nombre no buscan enfrentamientos. “Queremos simplemente reconocer a un hijo del pueblo que ofreció su vida por la patria. No queremos tapar nada ni buscar revanchas. La muerte de Aramburu es parte de la historia del país y de este pueblo; por eso vamos a mantener en custodia las placas y, cuando sea oportuno, les daremos un espacio diferente”. El crimen de Aramburu en este pueblo a 550 kilómetros de la Capital Federal constituyó la irrupción de Montoneros en la escena política nacional. El asesinato se concretó tras un improvisado juicio sumario. La intendenta dijo a LA NACION que les había pedido a los vecinos que fueran “muy respetuosos” y que “no tiraran ni rompieran nada”. Y confirmó la intención de restaurar las instalaciones hoy derruidas de La Celma, la casa quinta donde, en junio de 1970, apareció el cuerpo sin vida de Aramburu. Allí piensan llevar las placas retiradas de la plaza. Sin embargo, la Cámara de Diputados bonaerense aprobó por unanimidad un proyecto de declaración del legislador oficialista Ricardo Gorostiza que rechaza “la posibilidad de que tanto en el ámbito nacional o provincial se declare sitio o lugar histórico, o se propicie la instalación de un museo” en la casa donde fue hallado el cuerpo de Aramburu, enterrado en el sótano, bajo unas bolsas de cal.

TRAS EL CASO PUTHOD A las cuatro de la mañana fueron a la casa de mi hija a amenazarla de muerte a ella y a mí. Le dijeron que van a volver, que ya estaban hartos. Buscan pegarme donde más me duele

Hebe de Bonafini

Bonafini denunció amenazas de muerte Fue a través del portero eléctrico, dijo LA PLATA.– La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, denunció ayer que su hija, Alejandra, recibió en su domicilio una amenaza de muerte, dirigida hacia ambas, por parte de un hombre que tocó el portero eléctrico de la casa. “Aproximadamente a las cuatro y media de la madrugada fueron a la casa de mi hija a amenazarla de muerte a ella y a mí. Le dijeron que van a volver; que ya estaban hartos. Y esta mañana [por ayer] en la puerta de la casa de Alejandra había dos tipos, uno pelado con anteojos y otro en un auto con vidrios polarizados”, contó Bonafini a LA NACION. La dirigente, que formalizó la denuncia ante la fiscalía local, añadió: “Todo lo que hagamos les va a molestar y la forma de atacarme es atacando a mi hija. Buscan pegarme donde más me duele”. Bonafini desligó lo ocurrido ayer con el presunto secuestro del titular de la Casa de la Memoria de Zárate, Juan Puthod, y enumeró una serie de situaciones que, a su criterio, podrían haber impulsado la intimidación: “Venimos denunciando a funcionarios bonaerenses porque admiten el trabajo esclavo; hemos abierto un espacio cultural importante; y debemos sumar la reapertura de juicios a los represores”. Ayer, el gobierno provincial emitió un comunicado de repudio por lo ocurrido, rubricado por el gobernador Daniel Scioli y por la subsecretaria de Derechos Humanos, Sara Derotier de Cobacho. En ese texto se hace referencia a la “conmoción” por el caso Puthod y recuerdo lo ocurrido con Luis Gerez y Jorge Julio López. Y añade, sobre lo ocurrido con Bonafini, que “este

hecho no hace más que demostrar que los grupos que actuaron durante el terrorismo de Estado siguen activos”. Desde sectores ligados al kirchnerismo, distintos referentes hicieron conocer su repudio a las amenazas denunciadas por Bonafini y su familia. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, se refirió al episodio de ayer y lo ligó al caso de Puthod y a la desaparición de López. Según su opinión, ambos hechos son producto de “una avanzada de los mismos grupos que actuaron durante mucho tiempo”, en referencia a sectores ligados a la represión ilegal. “Indudablemente, intentan meternos miedo y tratan de intimidarnos, pero no lo van a conseguir”, enfatizó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo en declaraciones a la prensa en el Palacio San Martín, donde participó de un acto por el aniversario de la Declaración de los Derechos del Hombre. Para Carlotto, que nunca tuvo buena relación con Bonafini, existen sectores que “tratan de reinstalar en Argentina la época del temor y del miedo”. También el ex piquetero Luis D’Elía hizo público su rechazo y manifestó su deseo de que “la derecha no vuelva a utilizar viejas recetas que tanto daño le han hecho a la democracia y la libertad de los argentinos”. En un comunicado de prensa, sostuvo: “Repudiamos total y absolutamente las amenazas vertidas por voces anónimas a la compañera Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y nos solidarizamos con ella y su familia”.

“Es una respuesta al Gobierno” ■ El activista de derechos humanos Juan Evaristo Puthod, que denunció haber estado secuestrado 28 horas en Zárate, acusó ayer a la fiscalía de esa ciudad de haber “cajoneado” varias denuncias de intimidación en su contra durante tres años. Puthod añadió que durante su cautiverio –iniciado el martes– le hicieron preguntas acerca de su relación con Montoneros y con funcionarios del gobierno nacional. “Estoy casi seguro de que esto que me pasó a mí, es una respuesta a la política de derechos humanos del Gobierno”, dijo, en una entrevista publicada por la agencia estatal Télam.