Rafael Di Zeo, de la tribuna a la cárcel

30 mar. 2007 - miento con los hinchas de Chacarita, es lógico. Pasaron ocho años que para mí fueron un martirio. Imaginate lo mal que está mi familia.
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Viernes 30 de marzo de 2007

FUTBOL

Violencia sin fin

JUAN CASTRO

RAFAEL DI ZEO

4 años y 6 meses

4 años y 3 meses

FABIAN KRUGGER

DIEGO RODRIGUEZ

3 años y 6 meses

4 años y 3 meses

FERNANDO DI ZEO

GUSTAVO PEREYRA

3 años y 10 meses

Dentro del camión del servicio penitenciario, Rafael Di Zeo es trasladado a la cárcel de Ezeiza, mientras miembros de La 12 cantan y protestan

// M . A RAUJ O

3 años y 10 meses

Rafael Di Zeo, de la tribuna a la cárcel

El jefe de La 12 se entregó ayer y quedó preso en Ezeiza; cumplirá una pena de cuatro años y tres meses por el delito de coacción agravada Por Gabriel Di Nicola De la Redacción de LA NACION

N

o lo detuvo ninguna fuerza de seguridad. Tampoco fue apresado después de una espectacular persecución. Luego de 20 días, el prófugo más famoso de la Argentina se entregó por sus propios medios. Rafael Di Zeo, el líder la barra brava de Boca, está desde ayer detenido para cumplir una pena de prisión por coacción agravada de cuatro años y tres meses. Además de Di Zeo, ayer se entregaron otros dos barrabravas prófugos: Fabián Krugger y Diego Rodríguez, ambos integrantes de la primera línea de La 12, y con penas por cumplir de tres años y seis meses y cuatro años y tres meses, respectivamente. Di Zeo, condenado por un enfrentamiento con hinchas de Chacarita el 3 de marzo de 1999 en la cancha de Boca, deberá permanecer en la cárcel por lo menos 24 meses, momento en el cual

podrá pedir el beneficio de las salidas transitorias. Di Zeo, de 45 años (nació el 4 de febrero de 1962), llegó a la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal acompañado de su abogado, Marcelo Rocchetti, y con un periodista de Canal 9. Fue trasladado al Complejo Penitenciario Federal N° 1, en Ezeiza, lugar donde desde el viernes último está detenido su hermano Fernando y el subjefe de la hinchada, Gustavo “Oso” Pereyra. Mientras Di Zeo se entregaba, unos 20 barrabravas se manifestaban en favor de su jefe. Como ocurrió en los últimos partidos de Boca, los integrantes de La 12 cantaron desafiantes contra la Justicia. Argumentaban que las leyes son sólo contra la “hinchada” del club xeneize. Di Zeo, en declaraciones a Canal 9, dijo tener mucha bronca porque iba a prisión injustamente (ver aparte). “Nunca estuvo en la cabeza de Di Zeo eludir a la Justicia. Primero se vio aturdido, conmocionado, pero después entró

QUE DIJO ANTES DE ENTREGARSE

“Le tengo miedo a la injusticia” Mientras era trasladado en un Peugeot 307 hacia la Superintendencia de Investigaciones que la Policía Federal posee en Villa Lugano, Rafael Di Zeo hizo declaraciones a Telenueve. Estos fueron sus dichos salientes: “Lo pensé bien y decidí entregarme porque no se puede vivir así, prófugo toda la vida. Es algo que no me gusta y, además, yo siempre cumplí con la Justicia. No había otra opción.” “Lo mío es una injusticia total porque por una pelea nadie va detenido a un penal. Pero bueno, son cosas ar-

madas, no sabían que hacer y acá estoy. ¿Si tengo miedo? No, yo solamente le tengo miedo a la injusticia”. “A la hinchada de Boca siempre la perjudican. No sé por qué. Será porque es la más popular y con eso se pueden tapar un montón de cosas.” “Estoy arrepentido de ese enfrentamiento con los hinchas de Chacarita, es lógico. Pasaron ocho años que para mí fueron un martirio. Imaginate lo mal que está mi familia. Para mi vieja no es ninguna alegría tener a sus dos hijos presos por una pelea.”

Por ahora, se mantiene como socio del club Por ahora, la situación de Rafael Di Zeo como socio de Boca no cambió: el futuro en la entidad de los seis barrabravas condenados por la Justicia será tratado, primero, por el Tribunal de Disciplina del club, y luego, por la Asamblea de Representantes. “En buena hora”, se limitó a responder el presidente de Boca, Mauricio Macri (foto), al ser consultado sobre la entrega del líder de la barra brava.

en razón y entendió que la única solución era entregarse”, explicó Rocchetti. El abogado del jefe de La 12 definió a su defendido como una persona de una gran fortaleza anímica. “Tiene una gran entereza. El fue el que tuvo que contener a su familia.” Según informaron a LA NACION importantes fuentes de la investigación, mientras permaneció prófugo, Di Zeo estuvo en cercanías de Pinamar y Mar del Plata y también se lo localizó por la ciudad de Buenos Aires. Cuando la Policía Federal lo fue a buscar en el lugar que frecuentaba en la Capital, ya se había fugado. “En estos 20 días, mientras estuvo prófugo, Di Zeo no realizó muchas llamadas telefónicas, pero sí las recibió. Lo llamaron importantes políticos para aconsejarle que se entregara”, agregó el informante consultado. Rocchetti lo desmintió y aseguró que, mientras era buscado, Di Zeo “no recibió llamadas de políticos”. El desenlace por la causa en la que fue condenado comenzó el 26 de septiembre de 2005. Ese día, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 6 condenó a 12 integrantes de la barra brava a penas de prisión que iban desde los 4 años y medio a los tres años. Además de los ya mencionados, Fernando Di Zeo y Armando Pereyra fueron condenados a tres años y diez meses; Juan Antonio Castro y Diego Rodríguez a cuatro años y medio; Fabián “Alemán” Krugger, a tres años y medio. Castro es el único condenado que al cierre de esta edición continuaba en condición de prófugo. Fueron sentenciados a tres años de cárcel, cuyo cumplimiento queda en suspenso, Alejandro Falcigno, José Luis Fernández, Humberto Zalazar, Leonardo Chávez, Juan Carlos “Tucumano” Alejo y Roberto “Tyson” Ibáñez. Por su parte, Víctor Croce fue absuelto.

SU PERFIL

Entre la violencia y los negocios Cuando José Barrita fue preso en 1997, Miguel Angel Cedrón y Santiago Lancry eran los candidatos a ocupar su lugar. Sin embargo, Rafael Di Zeo, por entonces de 35 años (hoy tiene 45), acompañado por su hermano Fernando y Gustavo Pereyra, asumió el liderazgo de la barra brava de Boca. Desde entonces, como un mediático jefe de La 12, unió en su mandato los incidentes violentos con la explotación de un negocio muy redituable. Sus peleas más recordadas son las dos con la barra de Chacarita, que lo llevaron a comparecer ante la Justicia: la primera fue el 3 de marzo de 1999, en el amistoso en la Bombonera; la segunda, el 31 de agosto de 2003, en el mismo estadio. Pero su mayor habilidad era entender ese lugar de poder para hacer dinero. “Boca es como Harvard en el mundo de las barras”, dijo un día... A su frente, La 12 les cobró 150 euros a turistas para ver el partido en medio de la popular; organizó clases para barras extranjeros que querían aprender sus métodos; dio una entrevista a la BBC por un precio que ascendería a los US$ 15.000, y hasta se entregó a la Justicia dando un reportaje a Telenueve, previsiblemente con algún negocio por detrás. La bandera gigante de La 12 tiene una frase que identifica a Di Zeo con su perfil dual entre la violencia y los negocios: “Podrán imitarnos, pero igualarnos jamás”.