Qué es la geografía y cómo se estudia La Tierra es un espacio heterogéneo en el que podemos distinguir lugares diferentes con características propias. La geografía es una ciencia que intenta describir los distintos tipos de lugares, explicar por qué son así, analizar cómo se relacionan entre ellos e imaginar cómo pueden evolucionar en el futuro. Gracias a esta disciplina, se planifica y se define la división territorial de una nación, se determinan las zonas que proveen recursos naturales, se elabora información sobre distribución de la población, migraciones y otros factores relacionados con el ser humano. La geografía también se ocupa de pronosticar y estudiar los fenómenos ambientales y naturales como erupciones, huracanes y movimientos de las placas tectónicas que ocasionan temblores y terremotos. Para ello, los geógrafos, utilizando inventarios de zonas de riesgo y tecnologías, miden los cambios que se producen en el ambiente. Por último, la geografía se interesa por los temas ecológicos como el calentamiento global, la deforestación de bosques, la contaminación de los ríos y las formas de contrarrestar estos problemas.

DESCRIBIR E INTERPRETAR La geografía nos permite describir e interpretar los hechos y fenómenos que tienen lugar sobre la superficie terrestre. A partir de esta descripción e interpretación, la geografía nos enseña que: ◆ Cada lugar de la Tierra es una combinación de características físicas y culturales. ◆ La relación de las personas con su medio produce consecuencias tanto positivas como negativas. ◆ Las personas dependen de la interacción de los bienes, los servicios y las ideas.

FOTOS, MAPAS Y GRÁFICOS, TRES IMPORTANTES HERRAMIENTAS PARA EL GEÓGRAFO Para estudiar un lugar de la Tierra, los geógrafos estudian en primer lugar el territorio. Para ello, analizan fotografías y visitan el lugar. Además, analizan todos los datos estadísticos que tienen relación con el espacio y el tema que están estudiando. Con los datos, elaboran mapas y gráficos. Los mapas y los gráficos son muy útiles, porque permiten visualizar muchos datos de manera sencilla.

Desde la Antigüedad, los seres humanos han tratado de representar su concepción del mundo mediante esquemas geográficos. Por ejemplo, este mapamundi diseñado por Pieter Goos en 1667.

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Importancia histórica de la cartografía Actualmente los mapas se diseñan con características muy avanzadas, incluyen fotografías aéreas e imágenes proporcionadas por satélites. Sin embargo, desde los primeros tiempos, la necesidad humana de ubicarse en el espacio contribuyó a que las más diversas sociedades desarrollaran técnicas de representación espacial utilizando diferentes tipos de materiales. Las civilizaciones antiguas registraban los caminos y los puntos importantes del territorio. Utilizaron materiales como pieles de animales y cortezas de árboles para producir sus mapas. El mapeo de la superficie terrestre sirve hoy en día como herramienta de poder y constituye una base de información esencial a partir del conocimiento, dominio y control del planeta en su conjunto o de un espacio particular. Los gobiernos también utilizan cartografía satelital para rastrear datos sobre el transporte y el ambiente, las ciudades, el crecimiento urbano, y monitorear y supervisar la recaudación de impuestos. Con base en los mapas, el Estado establece la división de las unidades administrativas de sus territorios y desarrolla planes y políticas a todos los niveles de gobierno. Las grandes empresas también utilizan los mapas para una variedad de propósitos —por ejemplo, definir la ubicación de sus plantas o la asignación de recursos—. Una buena ubicación puede determinar el éxito o el fracaso de fábricas, almacenes, cadenas de supermercados, etc. Conocer la historia de la cartografía y aprender a leer e interpretar mapas es fundamental para la comprensión y el análisis de lo histórico-geográfico. También cabe destacar la importancia de la cartografía como herramienta de representación de la realidad.

LOS VIAJES Y LOS MAPAS En los siglos XV y XVI, los grandes viajes y descubrimientos permitieron confirmar la forma esférica de la Tierra, trazar los lineamientos continentales, establecer rutas comerciales y marítimas e iniciar la exploración de América. Las cartas de navegación fueron la base para la elaboración de los nuevos mapas, como también la utilización de elementos como el compás, el telescopio, la escala y las líneas de latitud y longitud.

Mapamundi del año 1571 del Atlas del geógrafo y cartógrafo flamenco Abraham Ortelius.

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Tecnología de la cartografía contemporánea A partir del desarrollo del método científico-técnico, los mapas han aumentado su grado de precisión, lo que permite una investigación más exhaustiva de los recursos naturales y el control del espacio. Durante las dos guerras mundiales en Europa, se produjo un gran avance en la obtención de fotografías aéreas con cámaras conectadas a los aviones, lo que permitió la obtención de imágenes tridimensionales de la superficie terrestre. La teledetección —es decir, el uso conjunto de satélites artificiales, radares y computadoras— permitió, desde la segunda mitad del siglo XX, un avance aún mayor en las técnicas cartográficas. Además es la principal responsable de la difusión de los productos cartográficos en todo el mundo. En el año 2000 el trasbordador espacial Endeavour fue lanzado a la órbita terrestre con extenso equipamiento tecnológico con el fin de obtener el más detallado mapeamiento de la superficie del planeta. Cuatro grandes radares enviaban y recibían señales para describir esta superficie en tres dimensiones. Los datos almacenados totalizaron una colección digital de gran tamaño, que servirá para estudiar cambios atmosféricos, temblores sísmicos, actividades volcánicas y deforestación, entre otros fenómenos. Los satélites que fotografían la superficie de la Tierra pertenecen a los estados y también a empresas privadas. Muchas de estas compañías venden imágenes de satélite personalizadas. En la actualidad, los sistemas mundiales de navegación por satélite, como el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), localizan lugares basados en la información proporcionada por los satélites, a partir de la cual establecen las coordenadas de ubicación de un punto.

EL CASO DE GOOGLE EARTH Google Earth es un programa utilizado en varios campos de la geografía que combina fotos satelitales, mapas y una base de datos muy completa para que el usuario pueda navegar libremente por cualquier lugar de la Tierra. Google Earth permite observar detalladamente territorios y desplegar sobre ellos, de manera simultánea, diversos tipos de información geográfica basados en datos y en fotografías reales. Desde junio de 2005 existe en internet una versión gratuita de Google Earth disponible para el público general.

Área de trabajo de Google Earth.

Imagen Google Earth del Nevado del Ruiz.

Imagen Google Earth de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

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Fotografías aéreas e imágenes satelitales La elaboración de mapas ha evolucionado a lo largo de la historia. En la Antigüedad, los mapas se realizaban a partir de la observación del terreno, los relatos de los viajeros y los conocimientos geométricos. En la actualidad, con los aportes de la tecnología digital, la cartografía permite observar la forma y los cambios que han ocurrido en la superficie terrestre.

FOTOGRAFÍAS AÉREAS Son imágenes de la superficie terrestre tomadas desde aviones con cámaras especiales. Constituyen una importante fuente de información precisa sobre la superficie terrestre, por ello se han convertido en el principal insumo para la elaboración de mapas.

PROCESO FOTOGRÁFICO

TAREAS DE CAMPO Apoyo topográfico Interpretación

AEROTRIANGULACIÓN RELEVAMIENTO AEROFOTOGRAMÉTRICO

RESTITUCIÓN

EDICIÓN CARTOGRÁFICA Archivos de restitución

GENERACIÓN DE LOS

Archivos cartográficos

ARTES GRÁFICAS

ORIGINALES DE IMPRESIÓN

Originales tramados

Esquema del proceso cartográfico a partir de aerofotografías.

IMÁGENES SATELITALES Son representaciones de la superficie terrestre que se forman a partir de registros digitales de la energía reflejada por los elementos del paisaje y captada desde el espacio por satélites artificiales. La obtención de imágenes de la superficie terrestre sin necesidad de estar en contacto con la Tierra se llama percepción remota, y los aparatos que se utilizan para este fin, como las cámaras de los aviones y de los satélites artificiales, se denominan sensores remotos. Los satélites de observación se ubican a entre 200 y 1200 km sobre la superficie terrestre. Según su ubicación, emplean entre 90 minutos y 5 horas para completar una órbita, en la que se capturan imágenes y se realizan exploraciones exhaustivas de la superficie terrestre. La información de las imágenes que generan estos satélites tiene varias aplicaciones: Investigación científica: meteorología, actualización cartográfica, planeación urbana, estudios ambientales, astronomía, etc. ◆ Comunicaciones: telefonía, televisión, internet. ◆ Navegación: sistemas de posicionamiento global (GPS).

◆ Defensa: uso militar. ◆ Monitoreo de fenómenos naturales: huracanes, inundaciones. ◆ Observación de cambios en el uso del suelo: deforestación, crecimiento urbano, crecimiento de cultivos.

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