Grant Lorna / Painting Flowers / 2

PAINTING FLOWERS

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Painting Flowers

Lorna Grant

Esta es una obra de ficción. Cualquier similitud con personas reales, lugares o eventos es pura coincidencia.

by Lorna Grant Copyright 2016 Lorna Grant Kindle Edition

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Prólogo 5 años atrás. Último año de secundaria. — Mamá, papá —pronuncié guardando las cosas en mi mochila—. Hoy empiezo en artes. Sonrieron abiertamente, no les agradaba del todo que su hija decidiera dedicarse a la física cuando ellos se dedicaban a la fotografía y al diseño. Pero me apoyaban igual, como lo habían hecho desde el primer momento. Besé la mejilla de mis rubios padres adoptivos, los amaba como si fueran los biológicos, me sentía agradecida de tenerlos. — ¡Me alegro hija! Mi madre me abrazó y mi padre me pasó las llaves del auto. Me miré una última vez en el espejo. Había puesto una cinta negra en mi cabello dejando que el flequillo recto y rojo bailara en mi frente. Pensé que me veía bien, como muy pocas veces lo hacía. — Todo va a salir bien Alex —mi padre me dedicó una sonrisa tranquilizadora. Una sonrisa que llegó a sus ojos grises. — ¡Los amo! Había decidido cambiar de modalidad, por más que la física me apasionara, las artes corrían por mis venas, y era de lo que me había visto rodeada todos estos años. Quería dedicarme a eso. *** — ¡Vamos a extrañarte Alex! (c) hereislor - Obra registrada en SAFE CREATIVE

Grant Lorna / Painting Flowers / 5 Mis compañeros de clase en la escuela de física me habían esperado en la puerta de la institución para despedirme. — Ni que me mudara de país —dije riendo. Los abracé y caminé hasta el edificio oeste del lugar, los colores de los edificios cambiaban a medida que avanzaba, y me pregunté cómo era posible que nunca hubiera pasado por estos lados. Era totalmente diferente al edificio de física, aquel solo tenía colores opacos y verdes, junto a varios números y fórmulas pintadas en las paredes… no eran tan creativos como en este edificio, donde los grafitis decoraban las paredes con gracia, como arte. Me encontraba extremadamente nerviosa al momento que recorría los pasillos del edificio, de mi nuevo lugar. Iba demasiado metida en mis pensamientos, choqué con alguien y perdiendo el equilibrio caí de trasero al piso. — ¡Lo lamento! ¡Es que llego tarde! ¿Vas al salón de artes 4? Asumí que había visto el papel que indicaba el salón al que tenía que asistir, el cual se encontraba en el piso junto a mí. La voz era masculina y apresurada. Asentí haciendo bailar mi cabello y me puse de pie con dificultad. — Bien… esta es la puerta —dijo buscando mis ojos ya que tenía la cabeza gacha, evitando mirarlo de frente—. ¿Quién eres? — Gracias —pasé delante de él sin dedicarle ninguna mirada—. Soy Alexia. Ingresé al salón, con la esperanza de que los ojos de todos no se clavaran en mí. Me encontré con paredes de colores y carteles que representaban la “libertad de expresión”. Un gran escritorio marrón con un hombre de cabello oscuro y lentes de marco grueso, que hasta parecía que tenía estilo. El hombre miró unos segundos y luego volvió a su papeleo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 6 — De seguro eres la transferida de física… y Garwood —pronunció dándole una mirada rápida al chico que estaba junto a mí. El cual pasó apresurado y se sentó. — ¿Chica nueva? ¿De física? —preguntó alguien. Asentí y me quedé parada frente a todo el salón. ¿Debería sentarme o esperar a alguna clase de señal? Jugué nerviosamente con la correa de mi mochila, y pestañé varias veces, tratando de que mis ojos parecieran normales, algunas veces cuando pestañeaba de esa manera no los notaban. “No digan nada de mis ojos, por favor.” Pensé. — ¡Cerebrito! —gritó un chico rubio y todos rieron. Justo lo que necesitaba, algún comentario para hacerme quedar en ridículo. Tomé aire. — En realidad mi nombre es Alexia —dije con una sonrisa que había practicado hace días frente al espejo. Algo estúpido pero efectivo. Todos se quedaron callados, no creían que fuera a contestar. El profesor rio y se sentó en su escritorio. Junto al papeleo anterior, miró de reojo una de las hojas y luego a mí. — Toma asiento Alexia por favor. No acostumbramos a hacer una gran presentación. Con que sepan tu nombre es suficiente por un día. Asentí agradecida de no tener que hablar frente a todos, dando el típico discurso de “Soy la chica nueva” y tomé el asiento libre que estaba junto al chico rubio y el antes mencionado ‘Garwood’. *** La primera materia había terminado, y en el tiempo que tardó el profesor en volver una chica se sentó en la mesa del banco frente a mí.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 7 — ¿Qué tienes en los ojos? —Preguntó interesada y llamó la atención de varios—. ¡Es bastante raro! Maldecí internamente. Odiaba llamar la atención de esta manera y el primer día. Que mis ojos fueran de diferente color entre sí solía causar un impacto que no siempre me agradaba. — Se llama heterocromía —respondí, e intenté sonar despreocupada. — Seguro son lentes de contacto —dijo una chica del fondo. — No creo —el chico rubio que se sentaba a mi lado se paró frente a mí y pegó su rostro al mío—. No. Son sus ojos. ¡Voy a decirte cromi! Su cercanía me había puesto algo nerviosa, y ahuyentando con todas mis fuerzas esa sensación me las arreglé para hablar de manera firme. — Prefiero Alex. — Cromi. Rodé los ojos y me acomodé en mi lugar. No tenía caso discutir con alguien que ya había decidido como me diría por el resto de mi vida. — ¿Por qué te cambiaste? —preguntó un chico de cabello negro mirándome fijo. — La física me gusta… pero el arte es lo que me apasiona. —contesté. Me sonrió y asintió. El profesor regresó al curso y los que estaban dispersos se sentaron en sus respectivos lugares. No había sido tan malo como lo había esperado. Solo tenía que ponerme a su ritmo. — ¿Alex? —me llamó el chico a mi lado. Giré para mirarlo. Tenía una sonrisa tímida en los labios, nariz respingada, pequeños rizos castaños caían sobre su frente y los ojos que eran de un

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Grant Lorna / Painting Flowers / 8 profundo azul le brillaban. No pude evitar darle una mirada rápida a la remera blanca que decía “OBEY”. — ¿Sí? — Soy Adam —me dijo y estiró su mano—. Adam Garwood. “Adam Garwood…” Su voz se infiltro en mi cerebro, y creí que no podría tener una voz que combinara tanto con su ser, desee que siguiera hablando. Aunque me di cuenta de que en lo cotidiano yo debería decir mi nombre. — Soy Alexia Followill —contesté y maniobré una tímida sonrisa. — Tus ojos son geniales —me dijo mirando repetidas veces cada ojo y riendo con diversión. Eso fue algo que todos escucharon y lo miraron sorprendido. Me sentí cohibida. Escuché un ruido proveniente del fondo y supe que era un banco que se corría con torpeza, a los pocos segundos tenía a un chico de cabello negro y alborotado frente a mí. Una remera de la “NBA” decoraba su largo cuerpo. — Paul —dijo el profesor—. ¿Podrías sentarte? — Es verdad —dijo “Paul”—. Tus ojos son geniales colorada. Lo miré durante una infinidad de segundos para luego sonreír con sinceridad. — Eh… gracias ¿Paul? — Exacto —dijo con una sonrisa—. A sus servicios. — Siéntate Paul. El rio y se acomodó en un lugar detrás de mí.

***

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Grant Lorna / Painting Flowers / 9 Me adapté de manera rápida luego de que Adam hubiera dicho esas palabras. Y ahora estaba formando parte del gran curso de artes que éramos. El único problema fue que Adam se había mantenido a mi lado desde el primer día y mandaba a volar y alucinar a mis sentimientos. — Podríamos pintar esto —Adam señaló mi cuaderno y un dibujo de flores blancas que chorreaban rojo, era mi versión de las flores de la reina roja de Alicia en el país de las maravillas—. En esa pared. — ¡Me encanta! —Gritó Nimerya, una chica de cabello blanco. Habíamos remodelado el edificio y ahora era más adorable que antes. Había establecido una gran relación de “solo amigos” con Adam, Paul y Nimerya una chica que se había acercado a mí con la excusa de que mi cabello y el de ella deberían balancearse juntos al caminar, luego de eso había dicho que seríamos grandes amigas, y no se había apartado de mi lado.

*** Un martes cercano a finalizar el año, me senté en mi lugar habitual y noté que Adam no había llegado. — ¿Paul? —lo llamé—. ¿Adam no te avisó nada? — ¿Adam? No… tampoco vi a Thomas. Ni Adam, ni su hermano Thomas se presentaron en la escuela ese día. Al día siguiente ocurrió lo mismo. Los días transcurrieron de esa manera hasta que el fin de año llegó y me di cuenta de que no volvería a ver a Adam.

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Capítulo 1 Alexia Corté la comunicación con mi madre. Estaba llegando tarde a mi primer día de trabajo en mi propia tienda y mi madre no paraba de lanzarme palabras de aliento por el teléfono. Me puse un gorro de lana, los auriculares y salí cerrando la puerta de mi loft. Bajé por el ascensor directo a la salida del edificio, metí la mano dentro de mi bolsillo para sacar las llaves. — Buena suerte Alex —me dijo el guardia del lugar. Y abrió la puerta para mí. El traje negro se encontraba más reluciente de que nunca, y supe que su mujer había intervenido en ese aspecto. — ¡Gracias Berni! Sonreí al salir caminando. Hacía frío y no tenía auto pero el día, aun estando nublado, se prestaba para caminar. Caminaba con tranquilidad, memorizando algunas cosas de la calle que me llamaban la atención, solía hacerlo. Llegué a mi destino justo cuando comenzaba a lloviznar. Ingresé en mi local, encendí las luces y acomodé las últimas cosas antes de abrir las puertas. Me acomodé detrás del mostrador y esperé, pacientemente, a que algún cliente entrara. Esperé al menos una hora antes de que alguien se dedicara a mirar realmente el nuevo local. Una señora, muy bien vestida, ingresó con una alegre sonrisa. — Buenos días —dijo con una voz fuerte. — Buenos días —contesté con una gran sonrisa.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 11 La señora recorrió toda la galería, preguntando precio tras precio. Tomo tan solo dos cuadros, uno del jardín de una casa americana y otro abstracto. — Ahora —dijo—. ¿Haces cuadros por encargo? — Claro… de eso trabajaba. — Hasta que decidiste ponerte un local —dijo frunciendo los labios y luego sonrió—. Quiero un cuadro por encargo. Cuando era más joven no solía entender porque las señoras mayores se dedicaban a mirarnos y fruncir los labios. Y todavía seguía sin hacerlo, pero por lo menos ahora apreciaba ese gesto con otros ojos, a mi parecer mordían lo que dirían y luego lo escupían. — Muy bien… dígame —dije sacando un cuaderno para anotar. Describió lo que quería y logré hacer un boceto satisfactorio. — ¡Eso es lo que quiero! —Contestó contenta—. En un tamaño… razonablemente grande. — ¿Podría decir alguna medida específica? — Quiero un gran lienzo Suspiré sin que se diera cuenta. Tuve que lidiar con esta clase de cosas durante mucho tiempo. Siempre había algún cliente que me decía que quería un “gran lienzo” y no las medidas correctas, o un ejemplo, solo “un gran lienzo”. — Sígame por favor. Comencé a caminar hasta el cuadro de una mujer africana de espaldas que tenía en un tamaño bastante grande, lo que la mayoría de los clientes consideraban como “gran lienzo”, lo había hecho años atrás. — ¿Cómo este?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 12 — ¡Como ese! —afirmó. Asentí, satisfecha de haberle dado lo que quería. Un cliente satisfecho, significaba una entrada más de dinero y con suerte una recomendación a sus conocidos.

***

Una semana pasó desde que abrí “Painting Flowers” mi local de arte. La clientela era buena, y cada día llegaba a casa con nuevos encargos. Dormía poco, y pintaba demasiado. Las campanillas de la puerta habían sonado para hacerme saber que había entrado alguien. — Buenas tardes —saludé con amabilidad y terminé con rapidez una línea del boceto que hacía en mi tiempo libre. — Hola… —pronunció una chica alta y rubia de no más de dieciséis años—. Vi que haces pinturas por encargo. — Así es —contesté corriendo el cuaderno. Podía notar como su mirada expresaba un nerviosismo normal de esa edad, seguramente esta era la primera vez que entraba a una galería de arte, y tal vez le daba vergüenza pedir algo. — ¿Podrías copiar una fotografía? –dijo casi en un susurro. — Eh… sí. Mientras sea una imagen clara, ¿la tienes aquí? La muchacha me sonrió y sacó de su bolso una foto del rostro de cinco chicos. — Quisiera esta, en colores cálidos… pero los ojos de cada uno de ellos en el color real. Asentí y la chica me pasó la fotografía, pude apreciarla mejor. Eran cinco chicos, carilindos, aparentaban ser una banda de pop del momento, pero solo uno llamó mi atención: A la derecha

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Grant Lorna / Painting Flowers / 13 de los dos rubios, y a la izquierda de los dos de pelo bien oscuro, con ondulaciones castañas despeinadas y ojos azules. Una gran sonrisa.

“Adam Garwood.”

Capítulo 2 (c) hereislor - Obra registrada en SAFE CREATIVE

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Adam — Hogar, dulce hogar —pronuncié al bajar del avión—. Te extrañaba Inglaterra. Mis amigos y compañeros de banda rieron, y nos hicimos un camino entre los fans que nos esperaban en el aeropuerto. Los carteles de “Bienvenidos a casa Stereo Faces” me hacían sonreír como idiota. Estaba agradecido de tener a toda esa gente que nos apoyaba y soportaba. Accediendo de manera normal a algunas fotos, abrazos, tomando regalos que me daban llegué a la camioneta que nos repartiría a cada uno a nuestras respectivas casas. Me senté en el asiento trasero y traté de ponerme al corriente de lo que hablaban, solía ser el último en entrar a causa de que me tomaba un poco más de tiempo con las fanáticas. — Mañana cumplo cinco años con Merlina. Shaun habló sonriente y capté el hilo de la conversación. — ¿Qué vas a regalarle? —preguntó Jeff dejando salir un bostezo y acomodando su oscuro y picudo cabello en un gorro. — No lo sé… — ¿Unos zapatos? Todos miramos mal a Nolan, incluso la persona que se encargaba de nuestra seguridad. — Claro, que buena idea… ¡tarado ella es diseñadora de zapatos! Nolan rio e hizo bailar su negro cabello. — Era solo una idea… sigue siendo mujer y usa zapatos… — Una muy mala —dije.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 15 — ¿Por qué no le regalas un cuadro? Levanté una ceja a Myles y ambos reímos. Cuando no se encontraba levantando cabello rubio en un peinado que llamamos la rampa de patinaje, solía decir cosas desopilantes. — No, no… esperen… me gusta la idea. La cara de Shaun demostraba desesperación, al haber accedido a una idea de Myles. — Podríamos ir mañana ¿quieres que te acompañemos? Tenemos que ser buenos compañeros de banda. —Jeff puso ojos de perrito. Él era el más joven de la banda, y nos veía a todos como a sus hermanos mayores. No debería ser fácil volver a casa y separarte de ellos. Indiqué que bajáramos todos en mi departamento para arreglar algunas cosas de nuestra llegada. Shaun fue a la heladera en busca de algo. — No tengo nada… nos fuimos un mes —dije riendo apenado. Asintiendo tomó su campera para ir a comprar, Jeff se tiró en el sillón y encendió el televisor, Myles desapareció por las puertas del baño y Nolan decidió que hablaría con su novia. *** — Chicos —dijo Nolan mientras cenábamos—. Kelly me contó que hace algo de una semana abrió un local de arte en Londres, fue con unas amigas y que es digno de visitar. Y hasta uso la palabra “agradable”. Miramos de manera divertida a Nolan, su novia nunca utilizaba ese tipo de palabras para referirse a algo que no fuera del sexo masculino. — ¿El que atiende? —Comenzó con una broma Myles. — ¡No estúpido! —lo golpeó—. El local… y atiende una chica.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 16 Habló de manera indiferente, lo cual logró que nos pusiéramos serios, y que Shaun largara una carcajada. Estaba más que decidido que iríamos a ese nuevo local.

*** Jeff salió de la camioneta tras Shaun sonriendo y entramos al local. El lugar tenía un cartel pintado que decía “Painting Flowers” con varias flores alrededor, las cuales captaron mi atención, me parecían conocidas, demasiado conocidas. Las paredes estaban llenas de pinturas y alguna que otra fotografía ayudaba a la decoración. La iluminación era la justa y necesaria para que pudieras apreciar los detalles y el aroma a incienso reinaba, se podía escuchar una música tranquila desde algún lugar. El tintineo de las campanas de la puerta hizo que la música bajara su volumen y una pelirroja de cabello corto se viera de espaldas. Me acerqué a mirar algunas pinturas que me habían gustado, necesitaba apreciar los detalles incluso más de cerca. — Bienvenidos —dijo con una voz cantarina. — Eh… hola —empezó Myles y Shaun lo interrumpió secamente. Él estaba ahí para comprar, no para coquetear. — Hola… estoy buscando un cuadro para regalar… — ¿Hombre, mujer, niño, adolescente? —preguntó. — Mujer… amante de la moda. No sé si es un detalle que necesites. — Bien, ¿te importaría seguirme por aquí? Tengo un muestrario donde tal vez encuentres algo que sea de tu agrado, o te dé una idea de lo que te gustaría regalarle y puedo crear un boceto para ti.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 17 Escuché como una madera se golpeaba y los pasos que se alejaban. No tenía ganas de caminar por lo que me quede ahí, mirando todo lo que estaba a mi alrededor. Relojes de varias formas colgaban de algunas paredes dándole un toque todavía más único. — Y si es diseñadora de zapatos, este le va a gustar —la voz femenina se acercó nuevamente a donde estaba. — Definitivamente. — Va a gustarle —Jeff. — Ese es. –Nolan y Myles. — Bien. Me alegro de haber encontrado este entonces. La voz de la chica era alegre y me daba ganas de sonreír. La caja registradora hizo ruido y me acerqué a ellos. — ¿Ya nos vamos? —pregunté a Nolan como un niño impaciente y asintió. — ¿Viste sus ojos? —Me preguntó y negué—. Deberías verlos, son terriblemente fabulosos. Resoplé ante ese comentario y caminé unos pasos hacia Jeff. — ¿Puedo hacerles una pregunta? —dijo la chica. — Pregunta lo que quieras nena —Myles sacó su lado seductor. Como nunca faltaba. Ella rio y su risa hizo eco en mi mente. — Sé que esto sonará estúpido pero ¿es posible que sean una banda? — ¡Sí! —Jeff respondió contento—. ¿Nos has escuchado? — Mm… no, la verdad no —sonó apenada—. Y si lo hice no lo recuerdo. — ¿Por qué es la pregunta? —Myles se interesó. O quería ver si podía llegar más lejos. Por mi parte, todavía no había visto de frente a la chica.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 18 — Oh… porque una chica trajo para que pintara sus rostros —dijo con una risa nerviosa, y en ese momento me di cuenta de que esa era una sonrisa nerviosa que yo conocía a la perfección. Levanté la mirada y ella la bajó. La pude observar con atención en esos instantes, y las imágenes golpeaban mi cabeza como un martillo. La risa nerviosa, el cabello pelirrojo… según Nolan los ojos. “Oh por Dios” Me acerqué a Shaun y por lo tanto al mostrador, al momento que ella giraba para buscar algo, una fotografía. — ¿Son ustedes verdad? Aunque creo que falta —giró y su mirada se clavó en la mía—. Uno — susurró. “Alexia…”

Capítulo 3 (c) hereislor - Obra registrada en SAFE CREATIVE

Grant Lorna / Painting Flowers / 19 Los chicos la miraron sorprendidos y no pude evitar sonreír. Era ella. Era Alexia, yo no podía estar equivocado. Mi pecho se infló en anticipación. — ¿Alex? — Sí… hola —vi como tembló levemente. — ¡Alex! —dije contento y la abracé por sobre el mostrador—. ¿Cómo estás? ¿¡Cortaste tu cabello!? ¿Hace cuánto estas aquí? Rio y su risa era verdadera, esa que hacía que yo sonriera y me olvidara de cómo respirar. — Eh… bien, sí lo corté y… tres años. Respondió a todas mis preguntas de manera fluida. La solté y observé el rostro confundido de los chicos. — Oh… Alexia Followill… Myles, Nolan, Shaun y Jeff. Presenté a los chicos señalando a cada uno para que pudiera diferenciarlos. — Hola —dijo sonriendo. — Chicos… Alexia. La saludaron otra vez, todavía confundidos. — Ella… fue mi mejor amiga durante la secundaria. — Antes de que la dejaras —dijo y sentí el resentimiento en su voz. — ¿Ella es la pelirroja de la foto que tienes en tu cuarto? —preguntó Myles riendo. Le dediqué una mirada de mal gusto y luego enfrenté a Alex, la cual estaba sorprendida y apretando los labios. Reprimiendo una carcajada. Seguía con los mismos gestos y reacciones. — Vamos, larga la carcajada —dije—. Sí, es ella.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 20 Y eso fue lo que hizo, largó una carcajada característica en ella, haciendo reír a los chicos y causando una sensación de alivio en mí, una sensación que no tenía hacía demasiado tiempo. Las campanillas tintinearon y una señora entró. — Chicos —dijo Alex recuperando su respiración—. Tengo que atender… un gusto conocerlos y Adam —me miró fijamente unos segundos—. Fue bueno volverte a ver. Asentí y la abracé dejando que su aroma me llenara una vez más y salimos, dejándola seguir trabajando.

*** — ¿Por qué nunca nos dijiste que ella era así? La banda se había quedado en casa, y seguían discutiendo sobre la existencia de Alexia. — En la foto tiene un ojo cerrado —dijo Jeff y lo golpeé. — ¿Así cómo? —pregunté a Myles. — Así… linda… sexy. — No —la voz de Nolan fue firme. — Oh sí —Myles sonaba decidido—. La quiero en mi cama. Abrí los ojos sorprendido y le tiré un almohadón. — Y vas a ayudarme —terminó. — No, ni loco. Me levanté y caminé hasta la cocina a buscar una cerveza. Ni demente lo ayudaría a llevarse a la cama a Alexia. Eso no estaba en mis planes futuros. Eso era algo que nunca pasaría, claro que no.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 21 — Me fascinan sus ojos —dijo Nolan—. ¡Tiene uno de cada color! — En realidad —hablé dándole un trago a mi bebida—. Es uno verde y otro celeste. Los presentes rieron. Había memorizado el color de sus ojos a la semana de que la había conocido. Podía saber que le sucedía con solo mirarlos. — Tarados —comenté luego de unos segundos. Myles tomó su celular y habló en voz clara para que todos le prestemos atención. — Es Shaun… dice que va a quedarse en la casa de Merlina y que amó el cuadro. Habíamos arreglado para salir esta noche, después de todo estábamos de vuelta en casa. — ¿Salimos nosotros solos? –preguntó Nolan. — ¿Mahiki? — Mahiki —repetí las palabras de Jefferson.

***

Alexia (c) hereislor - Obra registrada en SAFE CREATIVE

Grant Lorna / Painting Flowers / 22 — ¿Mahiki? —pregunté a Nimerya con desgano. — ¡Sí! Vamos pecas —rio—. Me quedan dos días en Londres y no conozco Mahiki… — Odio ese lugar. Esta infestado de celebridades y bebidas tropicales. Y cuesta entrar. Mi amiga estaba obsesionada con conocer el club nocturno de Mayfair, y no era uno de mis favoritos a decir verdad. En cambio “Funky Buddha” era mucho más de mi gusto. — Pero si tenemos a nuestro querido conocido allí. Mi amiga pestañeó varias veces para convencerme, teníamos a uno de nuestros compañeros de secundaria, que había salido con ella, dentro de ese club. La persuasión de Nimerya había mejorado, porque ahora me había tirado la ropa que me pondría para ir a Mahiki. Tendríamos que ir aparentando ser celebridades, algo que seguía molestándome. Un conjunto negro y unos zapatos de plataforma floreados fueron lo más cercano de la ropa de celebridad que acepté que Nimerya me pusiera, esa chica me empujaría en un diminuto vestido como el que ella llevaba sin previo aviso. El frío al salir del departamento me golpeó, pero luego recordé que no necesitaba abrigo… era poco el tiempo que estaría en la calle. Subimos a su camioneta y nos encaminamos al famoso Mahiki, entrando sin problema alguno gracias a su ex pareja, que habían quedado como buenos amigos. — ¿Qué vamos a beber? —preguntó observando todas las botellas. Fruncí los labios… no solía beber, no desde mi adolescencia. Y si lo hacía, prefería mantenerme en la raya de lo conocido, no pensaba tomar alguno de esos cocktails coloridos y alegres. — Mm… no lo sé. –observé el menú de cocktails y decidí que el “Jolly Roger” podría ser de mi agrado. Nimerya rodó los ojos, supe que estaba pensando en tomar algo más fuerte.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 23 — ¿Te pediste eso solo por el nombre? Yo voy a ir por el “Baron Samedi's Brew” — Es posible—asentí con una sonrisa culpable.

***

Nos sentamos luego de haber bailado un largo rato, lo que se consideraba un logro para mí. Hacía tanto tiempo que no salía con Nimerya que dejaría que me arrastrara a lo que fuera. — No te conté —dije al sentarnos. Mi amiga negó con una sonrisa obvia y me di cuenta de que un nuevo cocktail estaba en sus manos y que se encontraba al límite de lo sobrio. — ¡¿Por qué todavía no me contaste?! — No te imaginas a quién atendí… — No… ¡¿a la reina?! —rio. — ¡No! Moriría —contesté y reí—. A Adam. Nimerya se atragantó con la bebida, y tuve que darle unas palmadas en la espalda. Abrió los ojos de manera exagerada para luego sonreír. — ¿Adam Garwood? — El mismo. Me encogí de hombros, y bebí un poco. Ambas nos quedamos sin bebida, por lo que me levanté en busca del baño de dos nuevos cocktails. Esta vez habíamos decidido que sería bueno tomar algo más tropical. — Dos "Dark 'N' Stormy" Por favor —dije al chico de la barra y me asintió.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 24 — Veo que pediste para mí también… Una voz masculina sonó a mi lado y giré para enfrentarlo. Alto, morocho, ojos marrones, contextura física normal, no más de 24 años. “No gracias.”

— Lamentablemente no —dije y reí amable. — Lindos ojos Levanté ambas cejas y reí. Hacía tiempo que nadie halagaba mis ojos en busca de un rollo de una noche. — Gracias… Esperaba que no estuviera demasiado ebrio como para seguir intentando, no quería lidiar con eso. — Esa táctica no va a funcionar con ella amigo.

Capítulo 4

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Grant Lorna / Painting Flowers / 25 Di un pequeño salto al escuchar la voz de Adam detrás de mí. El chico que notablemente intentaba ligar conmigo asintió y se fue. Me sentí aliviada. Los "Dark 'N' Stormy" llegaron a mis manos. — Hola Adam —dije acercándome para besar su mejilla. Rodeó mi cintura en un abrazo y me levantó del suelo. Reí alegre, como cuando éramos adolescentes. — Hola Alex. — No cambiaste nada —dije aún en el aire. Largó una inaudible carcajada y me bajó. A regañadientes tuve que sonreír como si no me importara que haya decidido dejarme en el suelo. — Aquí estas Adam —pronunció uno de sus amigos—. Oh, Hola Alex. — Hola Jefferson — Jeff… solo Jeff Asentí, debería comenzar a llamarlo de esa forma. Aunque claro, no era como si fuera a verlo tan seguido, tal vez era mejor que le siguiera diciendo Jefferson. Me percaté de que el brazo de Adam seguía en mi cintura cuando recordé que no estaba sola. “Nimerya.” — Eh… tengo que volver con mi amiga. — ¡No te vayas! —Chilló Adam a mi lado y me apretó a su costado. — Ebrio —Nolan llegó a nuestro lado—. Hola Alex. — Nolan —contesté besando su mejilla—. ¿Alguno de ustedes puede separarme de Adam? ¿Por favor? —pedí de forma tímida. Me sentía un poco incómoda ya. Myles apareció detrás de los chicos y tironeó de mí, liberándome del agarre de su amigo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 26 — Se pone cariñoso cuando esta ebrio… hola Alex. Tiró un poco más y ahora estaba pegada al cuerpo firme de Myles, el cual me dedicó una sonrisa de perlas. — Sí, lo sé. Gracias y hola. — ¡Mañana te quiero ver! —Adam habló en tono caprichoso y me alejé de ellos antes de que pudiera decir otra palabra, y mi cuerpo me obligara a quedarme allí.

***

Adam El dolor de cabeza con el que me había despertado no tenía comparación, había tomado muchísimo y a pesar de que era algo común el salir y volver ebrios, la resaca me golpeaba duramente. Era un popstar con una dura resaca. Me estiré y mi brazo chocó contra un cuerpo, me giré para ver quien había sido mi acompañante la noche anterior, pero no tenía ni la más mínima idea de quien era. El ser una estrella de la música pop solía tener sus beneficios, una gran parte de la población femenina quería estar en mi cama. ¿Y podría negarme a esto? Claro que no. Era un bien para la humanidad. — ¿Hola? —Dije con la voz ronca—. ¿Podrías irte?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 27 Traté de no sonar muy duro aunque no estaba de humor para desayunar con alguien a quien… no conocía. La rubia que estaba a mi lado me miró sorprendida y luego se levantó en busca de su ropa y se marchó sin decir una palabra. “Eso fue fácil” pensé. Ninguno de los chicos quería ir a desayunar, no sabía si era por el frío de fines de enero o a causa de que compartíamos la odiosa resaca. Mis llaves estaban en algún lugar de otro pantalón, así que caminé hasta algún café en el centro de Londres. “PAINTING FLOWERS” El cartel apareció ante mí y el recuerdo de que ayer había viso a Alex en Mahiki lo acompañó. Miré para mis costados antes de cruzar la pequeña calle y para verificar que nadie me estuviera siguiendo, o que no hubiera mucha gente en el local. — ¡Adam! —Chilló alguien a mi costado—. ¿Cómo estás? ¿Te sacarías una foto conmigo? — Bien ¿y tú? claro… —le sonreí a la chica de cabello negro que me había reconocido. Sonreí para la foto de la fan y luego besé su mejilla. Estábamos parados en la puerta del local. — Gracias… ¿vienes a comprar pinturas? —dijo incrédula. — Algo así —contesté. — ¡Dicen que la chica que vende es fabulosa! Oh, y rara… tiene un ojo de cada color —susurró como si fuera un secreto. — Heterocromía —dije con fastidio pero no lo notó—. Sí, es fabulosa. La chica me miró extrañada y se despidió, dejándome ingresar al local. Las campanillas tintinearon haciendo que Alex levantara la vista un poco esperanzada… no debería haber sido una buena mañana laboral.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 28 — ¿Adam? —Preguntó sorprendida y guardó el lápiz negro que tenía entre sus manos—. ¿Qué haces aquí… tan temprano? —bostezó. Miré el reloj pintado de azul y naranja que colgaba de la pared, las once de la mañana. — ¿Temprano? Hola Alex —dije con alegría y me acerqué a besar su mejilla—. Me gusta ese dibujo… tienes cara de cansada… ¿quieres ir a desayunar? Largó una carcajada que me hizo sonreír. — Extrañaba eso, tus muchas preguntas o reflexiones juntas. — Me extrañabas —hablé en un tono molesto y apreté sus mejillas repletas de pecas. — Sí, sí. —contestó alejándose. Pasé por debajo de la madera que nos separaba y me puse a su lado, para poder apreciar mejor el dibujo que estaba haciendo. Ella me miró sorprendida por mi atrevimiento, pero la ignoré, había plasmado en el papel el puente de Londres, solo que a su alrededor volaban mariposas. — Es… hermoso Alex —dije mirándola. Se encogió de hombros sonrosada y sacudió su cabello. — Gra-gracias… es solo un boceto —volvió a bostezar. — ¡Mujer! ¿Dormiste algo ayer? —pregunté y golpeé su cabeza con cariño. Ella negó—. ¿Por qué? — Mahiki… y cuando volví no podía dormir… y tenía que terminar un cuadro… así que, así estoy. Su celular sonó y lo tomó del estante para atenderlo. Se apartó un poco dejándome sentado en el taburete en el cuál ella se sentaba. Abrí de manera curiosa el cuaderno que estaba delante de mí y me sorprendí… aunque ya conocía el talento que Alex tenía. Los dibujos finalizados en

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Grant Lorna / Painting Flowers / 29 marcadores negros, y bocetos, ocupaban la gran mayoría de las páginas… había abstractos, copias de fotografías, rostros… flores, una sirena arrastrando un barco… sus dibujos eran fabulosos. — ¡¿Qué haces?! —Gritó a mi lado y solté todo asustado, provocando que riera—. Que cómico, como te asustaste. Y respondiendo a tu pregunta de antes… no, no desayune. ¿Quieres ir algún lado? — ¡Tarada me asustaste! Y venía a eso —dije picándola con el dedo. Solo se encogió de hombros y tomó de un estante un gorro gris con un agregado en forma de orejas de oso, reí al verla. — No te rías de mi gorro favorito. —Se puso un abrigo y salió de la tienda—. ¿Qué no vas a venir? —preguntó guardando las manos en los bolsillos. — Eh sí, espérame. Salí corriendo detrás de ella, cerró las puertas y puso un cartel de “Abro al mediodía.” Mi corazón latió con rapidez ante la idea de pasar tiempo con ella. — ¿Al mediodía? — Sí… me da tiempo —dijo y sonreímos. Alex caminaba a mi lado con las manos en los bolsillos y yo la imité, pero antes de cruzar una avenida para llegar al café destinado entrelazó su brazo con el mío. — Hace demasiado frío —tiritó. — Lo sé. Me miró levantando una ceja y largó una carcajada, un grupo de chicas que estaba a nuestro lado se giró atentamente.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 30 — Vamos no hagas eso —dije bajando la mirada—. Llamar la atención —susurré. — ¿Hacer el qué? —preguntó agachándose un poco más de su altura para entrar en mi campo visual. No escuchó mi susurro—. Dijiste de manera muy altanera ese ‘lo sé’. — No… no quise… ¿me estás haciendo una broma otra vez? Se soltó un poco y caminó delante de mí. — Puede ser —dijo girando sobre sus pies y sonriendo, luego retomó su camino—. ¡Apúrate Adam! Tengo hambre. El grupo de chicas se me acercó y Alex me esperó en el cordón a que me sacara fotos y firmara todo lo que me pedían. — ¿Quién es ella? —preguntó una de las fanáticas fulminando a Alex con la mirada. — Alexia —contestó ella, sonriendo cálidamente y balanceándose de atrás para adelante—. Un gusto. Ese era su tono irónico, lo sabía. Y lo adoraba. — Es… una amiga —dije. — ¿Y esa pausa? —preguntó otra de las chicas. — ¡Soy solo su amiga! —dijo Alex y la miré. Les estaba contestando a las fans… eso era una locura. Estaba haciéndoles saber que no era otra cosa más que mi amiga. Era fabuloso. — ¿Solo su amiga? ¿Y van a tomar un café? —Alex la interrumpió antes de que la chica siguiera hablando.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 31 — Tus argumentos son inválidos —comenzó y rodé los ojos. Debatir, discutir no era bueno con Alexia—. Sí, vamos a ir a tomar un café. Como amigos, los amigos hacen eso. ¿O acaso me vas a decir que cada vez que vas a tomar un café con tu amiga, eso indica que son pareja? La chica la miró sorprendida y otra de ellas largó una carcajada que hizo ablandar la mirada de Alex. — Me gusta su manera de pensar —dijo—. Me caes bien Alexia. — Gracias… ¿eso es bueno? —me miró y asentí—. ¡Genial! ¿Puedo robarle a su estrella chicas? Muero de hambre… Asintieron sonrientes y me encaminé junto a Alex, entrelazando su brazo con el mío. — Las manejaste bien… para ser tu primera vez. — ¡Ay eso significa que nos vamos a ver de nuevo! —Rio—. Solo le planteé lo que quería que entendieran Adam… y estoy hambrienta, de verdad. Entramos al café dispuestos a matar por una bebida caliente.

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Capítulo 5 Alexia Un desayuno con Adam fue algo que mejoró mi día, tenía demasiada hambre y no había dormido nada, pero la salida me había alegrado. Adam me había puesto al tanto de casi todo lo que había sucedido con su vida en estos años en los que no nos habíamos visto y yo traté de hacer lo mismo. Me daba felicidad saber que ese que había sido mi mejor amigo en muy poco tiempo seguía siendo la misma persona cálida y confiable, a la cual podías contarle todo y luego golpearlo amistosamente por robar tu celular… o darle un abrazo en el cual no dejaría que tus pies tocaran el suelo. “Estoy feliz de tener a mi amigo de vuelta” Pensé. Tenía la necesidad de que conociera a sus amigos, por más que había dicho que ya los conocía, quería que saliéramos en grupo. — No soy muy de esas cosas… ya lo sabes —le avisé mientras terminaba de comer un muffin. — ¡Lo sé! Y también recuerdo que no te gusta beber y ayer estabas bebiendo —habló con picardía. — Eh… fue una excepción, bebo alguna que otra cosa sólo cuando salgo con Nimerya… ¡Y que yo sepa tú no estabas para nada sobrio! — Eso es algo normal —contestó riendo. — Eso lo recuerdo —guiñé un ojo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 33 Adam largó una carcajada y le dio un trago al café que se había pedido, terminándolo. — Mañana a la noche, salimos. —declaró—. A comer unas pizzas aunque sea. Vamos Alex, realmente quiero que los conozcas. — Mm… como digas Adam. Me miró entrecerrando los ojos para luego levantarse y ofrecerme su mano.

***

Saldría a comer con los integrantes de “Stereo Faces” como Adam había dicho ayer en nuestro desayuno. — ¿Me tengo que vestir bien? —pensé tirando al piso un pincel que había utilizado. Había terminado de pintar un cuadro que me habían encargado a los pocos días de haber abierto el local. — Bah, voy a vestirme como se me dé la gana. Me reí de mí misma, del estar hablando sola y fui directo a la ducha para poder asearme y luego cambiarme. Opte por ir cómoda, jeans azules apretados, botas de combate negras y una remera que tenía estampada la imagen de unos pechos desnudos, la había visto en la modelo Cara Delevingne y se había vuelto en una de mis remeras favoritas, tomé un beanie negro, mi vieja chaqueta de jean que en la espalda tenía pintado, por mí, la frase “SUCK IT AND SEE” haciendo referencia a uno de los discos que más de gustaba de la banda Arctic Monkeys. Una vez que estuve lista me dispuse caminar, porque amaba caminar en la noche. Hice bailar en mis dedos el papel con la dirección del lugar al que Adam me había indicado, al poco tiempo ya

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Grant Lorna / Painting Flowers / 34 estaba frente a la casa que daba la sensación de ser bastante amplia, y tenía un parque delantero muy ordenado. Sonreí sin quererlo. Vi el botón blanco y lo presioné haciendo que una melodía sonara dentro de la casa. — ¡Alguien que abra! —gritó alguno de los chicos desde adentro. No pude reconocerlo. La puerta se abrió lentamente dejándome ver a Myles con una sonrisa deslumbrante, como las que me había dado las veces anteriores que lo había visto. Debería preguntarle qué tipo de pasta dental usaba para que sus dientes fueran así. — ¿Alex? ¡Hola! —Me atrajo a su cuerpo con uno de sus brazos y besó mi mejilla—. Ya están todos, pasa. — Hola Myles… lamento la tardanza —dije apenada—. Suelo ser puntual… — ¡Nosotros no! No te hagas problema —me contestó con una sonrisa—. Tranquila, nadie va a comerte… no hoy. —Lo miré levantando una ceja—. ¡Broma! Asentí luego de su carcajada y dejé que me guiara por el pasillo de la casa, había varias fotos que colgaban en las paredes, muchas en blanco y negro y otras a color, de algunos zapatos y familiares. — ¿Esa es la pintura que yo hice? — ¡Es ella! —escuché que la voz de una chica sonaba emocionada. Una morena, de cuerpo deslumbrante apareció frente a mí con una sonrisa. — ¿Yo? —pregunté con una confundida sonrisa. Me miró y estiró los brazos para envolverme en un abrazo. No supe cómo reaccionar al afecto tan repentino. — Amé ese cuadro. Muchas gracias —me dijo—. Soy Merlina, la novia de Shaun.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 35 — Oh, mucho gusto… soy Alexia, Alex. Me indicó que pasara delante de ella hacia el living en el cual las personas restantes estaban sentadas, Adam se paró de golpe dejando un asiento vacío junto a una chica rubia que tenía una particular sonrisa. Ella me miró durante unos segundos, inspeccionándome. — ¡Alex viniste! El de los bucles castaños se abalanzó sobre mí, rodeó mi cintura para levantarme en un abrazo, haciendo que todo el aire saliera de mi cuerpo. — Claro que vine, me invitaste Adam —dije recuperando el aliento cuando me bajó. — Chicas, ella es Alex. La rubia que estaba a su lado en el sillón me sonrió con suficiencia y me di cuenta de que junto a Nolan había otra rubia más, muy parecida a la anterior. “Les gustan las rubias” Pensé divertida. — ¡Soy Kelly! —la chica que se encontraba junto a Nolan desplegó una enorme sonrisa, que le hizo achicar un poco los grandes ojos verdes. Se acercó para abrazarme y besar mi mejilla. — Alex… —me sentí un poco intimidada. — Soy Ann —me dijo la otra—. La hermana mayor de Kelly — Un gusto —dudé uno segundos—. Lo imaginé, veía un parecido inconfundible. Largó una carcajada amistosa y besó mi mejilla. “¿La novia de Adam?” Sacudí mi cabeza con disimulo, como si algo hubiera caído sobre mi cabello, haciendo que esa idea desapareciera, me acerqué a los chicos que estaban sentados, deposité un beso en la mejilla de Jefferson, Shaun y Nolan. Adam volvió a su antiguo lugar junto a Ann en el sillón de dos cuerpos y Jefferson palmeó el lugar vacío a su lado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 36 — Los chicos dijeron que eras adorable —dijo Kelly con una sonrisa—. No se equivocaron. Y Adam no dejó de hablar de ti desde que se vieron. — Oh, gracias. A mi lado escuché la risa de Jefferson y giré para mirarlo. El contacto visual duró muy poco, dejándome con la duda de su risa.

***

— ¡No! Ella no bebe. Adam habló bastante alto para que sus amigos le prestaran atención. Estaban todos un poco ebrios desparramados por el “salón de juegos”, así fue como Shaun lo llamó, riendo de las cosas que contaban. — ¿No bebes nada? Ann se mostró interesada al momento de darle un trago a su botella de Corona — No es que ‘no bebo nada’ —contesté riendo—. Solo… bebo muy poco. Lo único que a veces acepto beber de más es la cerveza. Recordé mi salida a Mahiki junto a Nimerya, donde no había tomado exactamente cerveza. — ¿Por qué? —ahora Nolan tenía los ojos bien abiertos—. ¡Habla Alexia! Myles golpeó uno de sus costados haciendo que éste se quejara. Adam largó una carcajada y lo miré mal. Él sabía las razones. — Oh, Adam sabe —Merlina rio—. Vamos Alex, cuéntanos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 37 Me crucé de piernas en el puff en el que estaba sentada y me dispuse a hablar, no era algo que ocultara por alguna razón especial, solo por un poco de vergüenza. — Bueno, dejé de beber por culpa de él —dije señalando a Adam que me dedicó una sonrisa ebria y adorable. — ¡Gracias señoras y señores! Arrastró las palabras e hizo una reverencia por la que los presentes rieron. ¿A caso era la única sobria? Los miré para confirmar mi teoría, pero oh no, Merlina y Shaun estaban algo sobrios también… — Antes… digamos que tampoco bebía tanto pero me gustaba, y me mantenía al margen de la borrachera… pero tuve que conocer a Garwood —rodé los ojos con una sonrisa—. Y bueno… eh, estábamos en una fiesta si mal no recuerdo… Recordaba demasiado bien el hecho de que sucedió en una. — En una fiesta en la casa de Paul —dijo Adam riendo—. ¡Hice que bebiera todo lo que había en la casa! — Eras malo —reprochó Ann a su lado palmeando la cara interna de su muslo. Me tensé al ver eso, pero evite que se notara. ¿Por qué lo toca? — En fin… Adam hizo que me emborrachara… y lo único que recuerdo luego de eso es despertar en su cama en ropa interior bajo la mirada graciosa de su madre. Y oh, sí recuerdo las palabras —dije y Adam tapó su rostro—. Recuerdo que dijo: “Espero que no hayas tenido sexo desenfrenado con Adam… sino voy a tener que llamar a tus padres Alexia.”

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Grant Lorna / Painting Flowers / 38 Merlina abrió la boca para que formara una “O” y los demás largaron carcajadas. Haber recordado ese momento también me había hecho sonreír, había sido una parte graciosa de mi pasado. — ¿No recuerdas nada de lo que hiciste? —me preguntó Shaun reprimiendo la risa que trataba de seguir. — Recordar no recuerdo nada —dije y le di un trago a mi cerveza—. Solo las cosas que Adam me contó… Adam asintió. — Cosas básicas para una primera borrachera —dijo y de repente creí que su estado de ebriedad se había ido—. Bailar encima de la mesa… eh… tirarse a la piscina desnuda… — ¡Eso nunca pasó! —Me quejé y le tiré un almohadón. — No es verdad, ese fui yo. Como si fuera por arte de magia el tópico de la charla se dispersó y dejé de ser el vergonzoso centro de atención. Cada uno se concentró en lo suyo, y me puse a hablar con Merlina sobre su trabajo y el mío. La conversación junto a ella se volvía fluida, como si nos conociéramos de toda la vida, me sentía cómoda hablando de cosas con sentido, y sin sentido, con ella pero mi celular nos interrumpió, y al sacarlo de mi bolsillo me encontré con un mensaje de Nimerya diciendo que odiaba el cambio de horario Londres-California. Reí de su mensaje inútil, de seguro estaba aburrida. Cuando bloqueé el teléfono para volver a guardarlo los brillantes números del reloj llamaron mi atención, eran las cuatro treinta de la madrugada ¡y yo mañana tenía que trabajar! debía trabajar temprano. Me levanté de golpe tomando mi bolso y Merlina me miró confundida. — ¿Te vas?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 39 — Debo irme —dije—. Abro a las ocho… y debería dormir algo, además de preparar los cuadros que tengo que llevar, creí que era más temprano —me excusé—. Gracias por recibirme. — ¡Cuando quieras! ¿En qué te vas a ir Alex? — Caminando. Me di cuenta de que mi voz sonó un poco dubitativa, me pateé mentalmente por eso. — Espera que le digo a Adam que te acompañe. — No, no creo que eso sea necesario además de seguro esta… —giré para ver en donde estaba Adam y me encontré con que besaba de manera exagerada a Ann. Una presión en mi pecho apareció, tragué saliva—. Ocupado. Merlina me miró durante unos segundos, y luego negó. Su expresión se parecía a la de mi madre cuando una noche llegué a la madrugada sola a casa, de repente me sentí culpable. Ella estaba intentado cuidarme, y sólo me había conocido hacía un par de horas. — No vas a ir sola Alex. — ¿A dónde? —Myles apareció detrás de nosotras, interesado en la conversación. — Tengo que irme, pero Merlina no quiere que lo haga sola… tiene un serio problema con que camine. Traté de sonar graciosa, podría apostar mi vida a que no fue así. — ¿Caminando? —asentí—. Ni loco, vamos te alcanzo en mi auto. Además, yo ya me iba. — ¿Ya te ibas? —pregunté alzando las cejas. — Sí Asentí algo insegura y saludé a Merlina y a Shaun.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 40 — Nos vamos —declaró Myles en voz alta llamando la atención de los presentes—. Adiós chicos. Sin decir una palabra más comenzó a caminar. ¿Era que los hombres y las mujeres saludábamos tan diferentes? Yo debía tomarme el tiempo de saludar a cada uno de los presentes, sino sentía que estaba siendo ruda, o incorrecta. Nolan se separó de la boca de Kelly y agitó la mano en forma de saludo, su novia lo imitó. Jefferson se acercó para abrazarme en forma de despedida y pude notar de reojo como Adam se separaba de Ann, la cual no estaba muy contenta. — ¡Adiós Alex! Fue bueno conocerte —la rubia se acercó a mí para besarme la mejilla. Sentí algo de asco, no sé bien la razón, pero el verla besándose con Adam no me gustaba. Por no mencionar que ahora tenía todos sus residuos salivales en mi mejilla izquierda. “Puaj” — Lo mismo digo. Traté de sonreír, necesitaba lavarme la cara. ¿Quedaría muy mal si salía corriendo hacia el baño y lo hacía? Quedaría horrible. — ¿T-te vas? —Adam me preguntó, y uno de sus ojos se cerró un poco. Causando mi risa. — Sí. Sus ojos se abrieron de golpe, haciendo que me sintiera intimidada. Maldito. — ¿Sola? ¿Por qué? ¡Yo puedo llevarte! ¿Por qué no lo pediste? — ¿En ese estado? Ni loca, y me voy porque tengo que trabajar temprano, no me voy sola Myles se ofreció a darme un aventón. Y no te lo iba a pedir, estas ocupado Adam, no quisiera arruinarte la noche, sigue con lo tuyo. Besé su mejilla y él asintió frunciendo los labios.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 41 — ¿Vamos Alex? —preguntó Myles desde la puerta. Asentí y giré, pero la mano de Adam me tomó por el brazo para atraerme a su cuerpo en un abrazo. Un abrazo que no me sonaba amistoso. — No te acuestes con Myles —susurró en mi oído. Abrí los ojos sorprendida y me di cuenta de que ese abrazo verdaderamente era para marcar territorio. Todo tenía sentido. Me separé de Adam rodando los ojos y volví a besar su mejilla. — Adiós Adam.

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Capítulo 6 Le indiqué a Myles como llegar a mi departamento, y el camino fue tranquilo. Aunque la presión en mi pecho no se iba. Y eso me molestaba, solo esperaba que no fuera visible. — ¿La pasaste bien? —preguntó mirándome unos segundos en el cambio de semáforo. — Sí. Le dediqué una sonrisa falsa, aunque lo había pasado bien de verdad, ver a Adam besándose con Ann tengo que admitir que en cierta forma, me arruinó la noche. — ¿Puedo, puedo preguntarte algo? — Claro linda, lo que sea. Inspiré dos veces antes de hablar para que no se notara mi nerviosismo. Tenía que sonar despreocupada, era una pregunta de amiga, a un amigo de su amigo. — ¿Adam es… hm… Ann es la novia de Adam? —dije. Myles largó una sonora carcajada y me di cuenta de que habíamos frenado fuera de mi edificio. — No, definitivamente no. Solo… ya sabes… son amigos, nada más. — ¿Amigos con derecho? Al momento de preguntarlo me sentí estúpida, era obvio que lo eran. Quiero decir, fui su amiga y a mí no me había metido la lengua hasta la garganta en un beso. “Eso fue desagradable” me reprochó mi mente.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 43 — Hm… podría decirse que sí, pero ni tanto como eso. Es como… se ponen un poco ebrios y si están cerca, pasan la noche juntos.

“Adam tendría sexo con Ann. Oh, gracias eso mejora mi noche.” Un escalofrío recorrió mi cuerpo. — Oh, sólo preguntaba, ya sabes… — Sé que lo querías saber porque estuviste fuera durante tanto tiempo —dijo con calma—. Alex ¿necesitas compañía esta noche? Miré a Myles que levantaba sus cejas repetidas veces, y no pude evitar reír. Luego negué decidida. — No gracias, estoy bien. Sonreí incómoda. — ¡Sabía que dirías eso! Largó una carcajada que me fue imposible no imitar. Besé su mejilla para salir del auto adentrarme en el edificio. Esperé a que Myles arrancara su auto para llamar al ascensor, tenía demasiadas cosas que preparar para mañana, y muy poco tiempo. Necesitaba una ducha. Sería una larga noche.

***

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Grant Lorna / Painting Flowers / 44 Giré y choqué contra un balde que contenía pinceles, haciéndome maldecir. Me había quedado dormida en el piso, cuando en realidad solo me había sentado para ver cómo había quedado el cuadro que había finalizado. Miré el reloj que colgaba en la pared y las manijas marcaban las ocho menos cuarto. — ¡Maldita sea, maldita sea! Grité y guardé todo rápidamente en el bolso en el que llevaba los cuadros finalizados, tuve que correr a la habitación para cambiarme y luego al baño para asearme, me calcé las botas de nieve y un gorro. Faltando cinco minutos para las ocho llegué al local. Metí la llave y abrí las grandes puertas, ingresé y me sentí aliviada. Acomodé las cosas y mi estómago empezó a rugir, recordándome que me había saltado el desayuno. — Maldita sea. Tengo hambre —me quejé—. Si en los próximos veinte minutos no viene nadie, voy hasta el café. Hablaba sola dentro del local ordenando alguna que otra cosa, y quince minutos pasaron para que mi estómago rugiera con más fuerza y tuviera que correr a buscar el dinero. Arranqué una hoja de uno de los cuadernos y escribí que volvería enseguida, luego lo pegué en la puerta. Tenía que correr hasta la cafetería, Starbucks era lo más cerca. — Un Latte machiatto caramelo y cuatro cookies chocolate chunk, por favor —dije al chico de la caja. Deseaba que mi estómago no rugiera ahora, sentiría demasiada vergüenza. — ¿Tu nombre?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 45 Al preguntarme me dedicó una sonrisa que deslumbraba, si hubiera sido otra persona de seguro me habría aferrado a la barra para no caer. Era la representación física de deslumbrante. — Alex —contesté sonriendo también, pero nada parecido a la suya. Vi como garabateaba en el vaso mi nombre y luego se alejaba para preparar lo que había pedido. Estaba feliz de que no hubiera tanta gente, hubiera tardado demasiado. Me alejé de la caja para el lugar por el que me entregarían el pedido y choqué con alguien. — Eh, esto… lo siento. — Yo no —largó una carcajada—. ¡Hola Alex! Levanté la visa preparada para escupirle alguna grosería a causa de ese estúpido chiste, pero me encontré con la sonrisa de Jefferson. Lo cual alivió mi agresividad. — Ah, hola Jeff —besé su mejilla—. ¿Estás solo? — No… vinimos con los chicos por un café para ir directo a la radio. — ¿Entrevista? — Así es. Sonrió y miró impaciente a los que preparaban el café. El chico que me había atendido, tenía el cabello negro peinado hacia atrás como si hubiera salido de una película, era demasiado lindo para ser real. Me sentí una idiota por haber fijado mi mirada en él por tanto tiempo. Se acercó a nosotros con dos vasos y una pequeña bolsa de papel madera. — ¿Jefferson? El nombrado sonrió y se estiró para tomar el vaso que contenía té, una sonrisa aún más grande se desplegó en su rostro. — Gracias, muero de hambre.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 46 Lo miré deseosa de que el siguiente vaso fuera para mí y me lo entregó con una nueva sonrisa. — Disfrútalo. Me guiñó un ojo al entregarme el pedido. Estaba segura de que los colores en mi cara se comparaban con los de mi cabello. Sonreí con timidez. — Gracias. — Adiós Alex. La calidez en su voz me hizo levantar una ceja para mirar incrédula al chico y largar una pequeña carcajada, él también rio y se alejó para volver a su trabajo. Giré y vi que Jefferson me miraba con ambas cejas levantadas. — ¿Qué? — Adorable la actitud del chico la verdad, adorable. Su coqueteo me estaba poniendo algo nervioso, así que tuve que irme y no verlos —su voz era sarcástica y no pude evitar reír—. Los chicos quieren saludarte, pero no se quieren mover de la mesa. Aunque… ahora van a tener que hacerlo porque… — Ya Jeff —lo interrumpí, hablaba demasiado rápido y se mareaba con sus propias palabras—. Vamos, que yo tengo que irme a trabajar. Solo vine a buscar un desayuno rápido. Él asintió y me guio hasta la mesa. — ¡Alex! Shaun me nombró con una felicidad extrema. ¿Siempre serían tan efusivos? En la mesa estaban sentados todos los integrantes de la banda con cara de dormidos. Shaun era el único que estaba totalmente despierto. Aparentaba ser el más responsable. — ¿Vas a compartir la mesa con nosotros?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 47 Nolan bostezó mientras hablaba, y me negué. — Tengo que ir a trabajar… solo vine a saludarlos. Adam bufó mirando mi vaso. “¿Cuál era el problema?” — ¿Vas a volver? —su voz fue reacia. — ¿Eh? —levanté una ceja en confusión. — Tu vaso. ¿No lo viste? Negué y lo giré pero Myles me lo arrebató, y ahora estaba en las manos de Nolan. — “Alex, la chica con los mejores ojos que vi. Espero que vuelvas.” —Largué una carcajada cuando terminó de leer. Giré sobre mis talones para poder mirar al chico de la caja, estaba pendiente de cuando vería el vaso, al momento que sus nuestros ojos se cruzaron una sonrisa sexy se cruzó en sus labios y rápidamente los brazos de Adam me rodearon, haciendo que lo mirara. — Ahora está mejor ¡deberían despedirlo! Él también había visto eso. — Adam no te comportes como un idiota. Chicos… me tengo que ir. Anoche la pasé muy bien, y Myles no te agradecí por llevarme a casa. — De hecho —dijo y le dio un sorbo a su café—. Sí lo hiciste. Me guiñó el ojo de manera coqueta y largué una seca carcajada. — ¿Qué? ¿De qué me perdí? —Adam sonó demasiado interesado. — Me voy, adiós chicos. Evitando la pregunta de Adam besé la mejilla de cada uno y me escabullí por la puerta del local para poder llegar y desayunar en mi trabajo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 48

***

Adam — Adam no lo hagas Shaun me tomó por los hombros, deteniendo mi avance. — Lo voy a hacer ¿quién se cree? Me sacudí de su agarre como pude, Shaun me soltó pero se puso frente a mí, con una de sus manos en mi pecho. — Adam no busques problemas, tenemos una entrevista en menos de quince minutos, Una importante. Vamos. Los miré durante unos segundos y asentí. Mi mirada de frustrado lo convenció, comenzaron a caminar fuera, pero en el momento que vi que giraron para entrar a la camioneta corrí hacia el local. Estaba más que furioso. — ¡Adam! El grito de Jefferson se escuchó apagado una vez que entré al local de ‘Starbucks’ y me dirigí a la caja, a la de la chica que nos había atendido no, sino que fui a la que atendía un chico alto de pelo bien negro. Peinado hacia atrás, como si hubiera salido de una película. Quería golpearlo, verdaderamente quería hacerlo. — Buenos días, ¿Puedo tomar su pedido?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 49 Su voz era demasiado amable, todo de este chico era un simple “demasiado”, me molestaba que respirara. Lo fulminé con la mirada, pero traté de calmarme y ver todo lo que había en la gran carta que estaba detrás de él. — Eh… ¿Qué no vuelvas a ponerle a Alex mensajitos en su vaso? Oh y mira, eso no se encuentra en la carta. Debe ser nuevo. Podía sentir la furia en mi voz, pero la ignoré. El chico tragó saliva y luego corrigió su postura, era incluso más alto que yo. — ¿Discúlpame? ¿Eres el novio o el hermano? —Preguntó y una sonrisa burlona apareció en su rostro—. Oh… eres Adam Garwood, de Stereo Faces. Asentí. — Exacto. — Eso no me dice nada. Le escribí a Alex lo que me parecía, y ahora te pregunto ¿por qué te involucras en esto? La rabia navegaba por mis venas con fuerza y me contuve de saltar el mostrador y golpearlo. — Me involucro porque es mi mejor amiga. Gracias. Haciendo énfasis en el “gracias” y sin escuchar una respuesta me marché del local. Afuera me esperaban mis compañeros de banda y nuestra seguridad, mirándome de una manera para nada amistosa. — Eso fue imprudente. JC, nuestro guardia personal me habló con un dejo de sequedad en su voz. Me encogí de hombros. Me sentía mejor que antes, cuando Alex llegó a nuestra mesa acompañada de Jeff y leí su vaso, una presión de molestia había aparecido en mi pecho, y no podía evitar actuar. Por eso

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Grant Lorna / Painting Flowers / 50 la había abrazado de manera posesiva bajo la mirada del chico de la caja, y ahora al ver su cara de frustración… eso me había alegrado la mañana del sábado de una manera épica.

*** Hacía tiempo que no nos presentábamos a una entrevista radial tan temprano, y la falta de sueño de la pasada noche se hacía notar un poco. No pude dejar escapar un bostezo mientras nos acomodábamos en nuestros lugares y Lusa nos presentaba ante los oyentes. — Hola chicos, es un gusto tenerlos una vez más en el estudio. Lusa, la conductora del programa inició al momento que la luz de ‘Al aire’ se encendió. La saludamos, mientras ella seleccionaba algunas preguntas que los fans le habían enviado para nosotros por medio de twitter. Pero la primera pregunta que nos hizo fue a causa de nuestra apariencia, por más que los chicos lo disimularan, yo no guardaba ningún bostezo. Largando una carcajada habló directamente hacia el micrófono frente a ella. — ¿Pueden decirme por qué están tan cansados? — Oh ayer tuvimos una cena y bueno estuvimos hasta tarde. Shaun siempre sabía cómo sacarnos de un apuro, sea cual fuera. — ¿Una cena? vamos, vamos hablen. ¿Con quién cenaron? El interés en la voz de Lusa era palpable, nuestras vidas privadas era el tópico favorito muchas veces. — Oh lo usual, novias y dos amigas. — Supongo que una de esas amigas es Ann ¿me equivoco?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 51 La prensa conocía a Annie, por ser la hermana de Kelly y por haber estado junto a mí varias veces, no sería extraño si ya estuvieran creando algún rumor nuevo sobre nuestra “extraña relación”, como muchas veces la describían. — No te equivocas. —Nolan le dedicó una sonrisa. — Pero ¿quién es la otra amiga? ¿Una candidata tal vez? — ¡No! —los miré mal a todos, ella no era ninguna candidata, para ninguno—. Alex Followill… es mi mejor amiga. Lusa me miró sorprendida, no era costumbre que yo estallara cuando preguntaban sobre candidatas, esto iba a ser una bomba. ‘La mejor amiga de Adam Garwood aparece en escena’. — No es famosa —aclaró Jeff haciéndonos reír—. Por el momento no. — ¿Por el momento? ¿A qué se dedica entonces la chica nueva, Alexia? — Pinta. El orgullo se apoderó de mí al decir lo que hacía.

***

Mi celular no había dejado de sonar desde que habíamos hablado de Alexia en la entrevista, eso y la noticia de que uno de nuestros nuevos sencillos ya se encontraba a la venta. Al ver el nombre y la foto de ‘Mamá’ saltaba en la pantalla deslicé el dedo para atenderla. Su voz aguda y melosa saltó por el auricular. — ¿Te encontraste con Alexia? ¡¿Cómo es posible que no me cuentes esas cosas?! — Ah bueno, es que fue algo muy reciente… ¿escuchaste la radio mamá?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 52 — ¡Claro que la escuché! ¿Qué clase de madre sería? En realidad Tom me avisó que estarías y por eso lo hice. Ahora, a lo que llamé ¿Cómo esta ella? ¡Tienen que venir a verme, te estoy obligando Adam! Y no me importa si tú no quieres venir, ¡hace tanto que no la veo! ¿Podrías pasarme su número? Largué una carcajada. Mamá amaba a Alexia, de una forma que no era fácil de explicar, cuando la conocí en la secundaria, luego de invitarla a casa ella y mi madre habían comenzado a hablar como si fueran conocidas de toda la vida. — Bueno mamá… imaginé que Tom te había avisado, no voy a darte su número. ¿Te parece en la semana? Tengo que hablar con ella primero. — Miércoles, los quiero acá a la hora de la cena. ¿Quedó claro? — Sí mamá. Mi tono de voz salió burlón, y pude escuchar como mi madre bufaba desde el otro lado. Me tiré en el sillón para estar más cómodo y seguir con nuestra conversación, que no era para nada extraña. Sarcasmo aquí. — Tom está aquí, y dice que va a estar presente en la cena. — Ni que fuera algo formal… solo me reencontré con ella. — Ella cambió tu vida Adam, no seas idiota. ¿Te habló algo de la secundaria? — No… y yo tampoco lo pregunté. Me congelé al darle la respuesta. No quería hablar de la secundaria. — Deberías explicarle las cosas Adam… no es fácil que tu mejor amigo se aleje de un día para el otro. —dijo severamente—. El miércoles, recuérdalo. ¡Adiós hijo, te amo! — Sí mamá, adiós. Yo también te amo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 53 Corté la comunicación con mi madre y largué un suspiro al aire. Ella tenía razón, yo había sufrido al separarme de ella… de todos, no me podía imaginarme como había estado ella en ese momento. Levanté las piernas sobre el sofá y vino a mi mente lo mucho que la había extrañado, extrañaba pasar todos los días a su lado. Y antes de que me diera cuenta, me estaba levantando de golpe para tomar una campera, un gorro y las llaves del auto. Las calles de Londres a las estaban desiertas, supe que era por la nieve que no dejaba de caer, pero eso era algo que no me importaba, estaba decidido a verla. Frené frente a local ‘Painting Flowers’ y me encontré con todo apagado. — Es sábado, tarado. Me reproché, busqué el celular en mi bolsillo y no lo encontré, me tiré para el asiento de atrás en busca del mismo y lo hallé en el piso. ¿Podía ser que siempre perdiera mi teléfono? Maldición. — ¿Cómo carajo llegaste ahí? Miré el teléfono con recelo, era algo usual que apareciera en lugares en los que no debería estar. Busqué el número de Alex en la agenda y presioné llamar. El plan era simple, le pediría la dirección de la casa y la iría a visitar. ‘I want you’ de Kings Of Leon comenzó a sonar fuera del auto y mire aturdido, Alexia estaba luchando con un par de bastidores, mientras cerraba la puerta con la cadera, cuando se dio cuenta de que el teléfono le sonaba las cosas cayeron de sus manos. — ¿Adam? —Apretó el teléfono en su oreja con el hombro. — Sí Alex… Hola.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 54 Alex levantó una ceja y trató de juntar los bastidores que habían caído en la vereda llena de nieve. — Adam estoy algo… ocupada —comenzó a levantar las cosas—. Maldita sea, como mierda voy a llevar esto —susurró—. ¿Puedo llamarte cuando llegue a casa? No lo resistí y bajé del auto, haciendo que el ruido la asustara y tirara todo una vez más, contuve una risotada. — ¡Mierda! — ¿Necesitas ayuda? Me miró sorprendida, pero luego hizo una mueca de cansancio y sacó el celular de su hombro, toco la pantalla y lo guardó en su bolso. — Sí, necesito ayuda. Hola Adam.

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Capítulo 7 La ayudé a guardar las cosas en el asiento trasero de auto, contra su voluntad. ¿Cómo podía ser tan terca? ¡Se quería ir caminando! — Estas loca —abroché mi cinturón de seguridad. Me miró mal y me imitó—. ¿Cómo ibas a llevar todo? — No lo sé… pero gracias. De todos modos, ¿qué hacías aquí? — El instinto me dijo que tenía que venir Hablé de manera poética y aceleré. Alex largó una carcajada que retumbó en todo el auto. Provocando una pequeña sonrisa en mí. — ¡Sí claro! —Calmó su respiración—. Vamos, ¿la verdadera razón? — Vine a verte pensé que podríamos cenar. ¿A la derecha? —pregunté al ver que su mano señalaba en esa dirección. — Sí, ¿no cenamos ayer juntos Adam? Su tono era ahora chistoso. Frené en el edificio que me había indicado y la miré intentando parecer furioso y dolido. — Quiero que cenemos solos. ¿No puedo querer cenar con mi mejor amiga? Levantó ambas manos en señal de paz y rio. Abrió su gran bolso y rebuscó las llaves, varios sonidos se escucharon hasta que llegó al tintineo metálico. — Esta bien, pero te advierto, no tengo comida vegetariana. — Verduras debes tener, puedo cocinar.

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***

El loft que Alex tenía era digno de ella, paredes de color blanco pero con muchos agregados y adornos de colores vivos. Pinturas y varios discos de vinilo decoraban las paredes, una pequeña pizarra en un espejo junto a la puerta que tenía escrito “Te ves maravillosa, hoy es un gran día”. Miré ese adorno particular y dejé las cosas encima de una mesa que ella me había dicho y la música empezó a sonar. — ¡Adam! —chilló desde el cuarto—. ¡Dejaste caer las cosas sobre el control del equipo de música! — ¿Tú también? — ¿Yo también qué? Se acercó a mí para sacar el control que se encontraba debajo de las cosas. — ‘The Civil Wars’ Al momento que nombré la banda ella levantó ambas cejas, y se encogió de hombros para apagar el equipo. — Me ayudan a concentrarme y me gustan muchísimo. — A Nolan también, son deprimentes. Rodó los ojos y dejó el control encima del aparato blanco que se perdía en la pared del mismo color. Luego de la cena me dediqué a registrar todo el loft.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 57 — ¿Vas a revisar todo? —asentí—. ¿No tienes ninguna fiesta de estrella pop o algo así a la que asistir? La miré frunciendo los labios y me tiré sobre ella en el sillón. — ¡No Adam! ¡Pesas! ¡Largo! —pataleó pero no me iba a levantar—. ¡Adam por favor! Negué con una sonrisa y puse mis rodillas a los costados de su cadera, dejándola inmovilizada. Y me levanté un poco. — No. Previno y sonreí con maldad.

***

Alexia — No. Hablé en tono cauto y preventivo. Sabía lo que iba a hacerme, me había dejado sin forma de moverme ya que sus rodillas presionaban los costados de mi cadera. Una sonrisa de maldad pasó por el rostro de Adam. — ¡No Adam dije que no! Traté de sonar enojada, pero el solo se posicionó de forma tal que tenía acceso a todos los puntos débiles de mi cuerpo, a los que eran propensos a las cosquillas. — ¿No? Yo veo que quieres que te haga cosquillas. — No.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 58 Mi voz sonó firme, pero él abrió los ojos de manera divertida y luego me sacó la lengua. Me relajé. — ¡Mentira! Chilló y comenzó a hacerme cosquillas, me retorcí y reí hasta que no pude más. — ¡Basta Adam, basta, de verdad! Grité tratando de recuperar el aliento. Adam largó una carcajada y se quedó más tranquilo, pero amago con volver a hacerme cosquillas y como estaba en el borde del sillón ambos caímos al piso. Me quejé por el golpe y Adam rio, ambos calmamos nuestras respiraciones y me di cuenta de que su vista estaba fija en mis ojos, y que su rostro estaba a centímetros. Acortó la distancia y rozó mis labios con los suyos, corrí la cara de inmediato, y me mordí los labios de manera nerviosa. — Adam no. Mi voz se fue deshaciendo y me sentí pequeña. Asintió y se separó apoyando su espalda contra el sofá. — Lo lamento, ya sabes… hm hormonas… — ¿Hormonas? No eres un adolescente. Yo también te extrañaba Adam pero… no confundamos. Evité reírme, ¿cuántos años tenía para culpar a las hormonas? ¿Diecisiete años? Adam volvió a asentir pero ahora con una sonrisa y me envolvió en sus brazos para besar mi cabello, eso me tranquilizó un poco. — ¿Vemos una película?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 59 Y de un momento a otro éramos los adolescentes que peleaban por quien sostenía las palomitas y qué película ver… aunque las películas nunca fueron un gran problema, nos gustaban las mismas. Mientras el buscaba qué veríamos en mi mente se reproducía una y otra vez, como un disco rayado, la escena de hacía minutos. Lo había rechazado, y en ese momento me sentí una estúpida. Había estado meses esperando un momento como ese en la secundaria, para que luego se marchara de mi vida. Me había dejado con todo el amor que sentía por él, enterré ese amor en lo más profundo de mí ser y juré que si lo veía iba a obligarlo a explicarme el porqué de su ida y… a no perder la oportunidad de decirle lo que sentía por él. Y aquí estaba, guardándome lo que sentía. El amor, más allá de amigos, que le tenía a Adam había reaparecido. — ¿Tenes “Into the Wild”? —asentí—. No puedo creerlo. Sus ojos se habían abierto de manera exagerada. — ¿Qué es esa mirada? es una de mis películas favoritas, así que tenle respeto. Me tomó por los hombros con una sonrisa y me abrazó con fuerza. Me quedé pasmada. “No me hagas esto” — ¿Te amo lo sabías? Mi mundo se vino abajo cuando dijo eso y la muralla que había construido hacía segundos para mantener ese amor alejado cayó con él. — ¿Qué? —pregunté confundida. — ¡Tienes “Into the wild” y es tu película favorita! ¡Te amo Alex, te amo por estas cosas! “Ah” Mi menté se rio de mi estupidez. Calmé mi respiración. — ¿Bueno? — Vamos a verla —susurró en mi oído y creí desfallecer.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 60 — Claro. Se instaló en el sillón de dos cuerpos. — Trae las palomitas Adam. Se levantó con rapidez y apareció a los segundos, de verdad amaba esta película. Coloqué el DVD en el reproductor y apagué la luz para sentarme en el espacio que él había dejado. Ambos teníamos lágrimas en los ojos para el final de la película, sacudí mi ropa de las palomitas que habían caído por momentos, llevé las cosas a la cocina y tiré los restos. Cuando volví a la sala Adam estaba con el ceño fruncido hablando por celular. — No, hoy no… porque no tengo ganas, por eso… si estoy con Alex… oh vamos nena no te pongas así… no lo sé, espera —levantó la vista hacia mí—. ¿Me quedo o me voy? ¿Qué? ¿Con quién hablaba? nena ¿Sería Ann? u… ¿otra? Me encogí de hombros. — Como quieras —giré para guardar la película en su caja. — No nena, me voy a quedar con Alex esta noche… no seas pesada ¿sí?... yo le digo… sí, adiós Annie. Al escuchar la despedida caminé hasta el estante de películas con una sonrisa. Estaba primera en su lista, al menos por hoy había decidido quedarse conmigo y no irse con Annie. — Annie te mandó saludos —refunfuñó. — Gracias —volví a su lado—. Estoy algo cansada Adam… y aprovechando que mañana no abro, me gustaría dormir. Todavía tengo que terminar algunos cuadros y me voy a levantar temprano. — ¿Un domingo? —preguntó riendo. — ¡No me vas a decir que nunca te levantaste temprano un domingo Adam!

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Grant Lorna / Painting Flowers / 61 Pensó durante unos segundos y luego asintió. — Esta bien, vamos a dormir. — ¿Vamos? —Él asintió— Tú vas a dormir aquí y yo en mi cuarto. — ¿Qué? ¡No! No voy a dormir solo en este… este… — ¿Este qué? —pregunté y soné enojada. — ¿Puedo dormir contigo? —hizo un mohín con la boca. Rodé los ojos y asentí. Adam levantó ambos brazos, exclamó un ¡Yay! y me siguió.

*** Di vueltas y más vueltas. Miré el reloj para verificar que era de madrugada. No podía dormir, maldición. Giré y Adam respiró con fuerza. — ¿No puedes dormir? —dijo con voz ronca y me estremecí. — ¿Te desperté? Lo lamento… no. Bajo la leve luz que entraba por la cortina pude ver como uno de sus brazos pasaba por detrás de su cuello y se levantaba un poco. — Ven —dijo y lo miré confundida—. Recuéstate en mi pecho, tonta. — ¿Qué? —señaló su pecho. Me acomodé para dejar caer mi cabeza sobre su pecho, cubierto por una remera gris oscura. — No puedo dormir Adam, ¿cómo va a ayudarme esto? — Cierra los ojos —hizo una pausa—. Que los cierres Alexia. Largué una risita inaudible y cerré los ojos. Me conocía demasiado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 62 — Bien, ahora inhala —inhalé y pasaron dos segundos—. Exhala —exhalé—. Ahora respira tranquila. — ¿Por qué estoy haciendo… — Sh —me chistó y resoplé—. Respira. Comencé a respirar con tranquilidad y él acarició mi corto cabello, pasando de vez en cuando la mano por mi nuca y la parte superior de mi espalda. Una suave melodía comenzó a salir de su boca, en susurros. Adam estaba cantando algo inentendible y bajo. Respiré profundamente y sentí que el sueño empezaba a invadirme, seguía acariciando mi cabello y nuca. Su voz fue haciéndose más y más lejana, pero a la vez la sentía dentro de mí. Me dejé llevar por el sueño y por Adam.

***

Adam Terminé de cantar, en susurros, y me di cuenta de que Alex se había quedado dormida. Sonreí por inercia y la besé en la coronilla. La presión que hacía sobre mi pecho era leve y no molestaba. Había logrado que se durmiera, luego de que la escuché quejarse durante dos horas… giraba y giraba y resoplaba. Definitivamente tenía problemas de sueño. Lo único que se escuchaba en la habitación era su respiración rítmica, luego de observarla durante unos segundos caí en el sueño también, junto a ella.

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Capítulo 8 Desperté enredado en las sábanas, sin Alex a mi lado y con música a un volumen bastante alto. — Alex y su música de inspiración —dije en una sonrisa para empujar mi cuerpo fuera de la cama. Me escabullí al baño principal, cuando salí aprecié durante unos segundos la vista desde atrás de Alex. Tenía una brocha en mano y se balanceaba de izquierda a derecha apoyando la pintura sobre un bastidor enorme, haciendo que trazos perfectos se trasladaran. Llevaba una remera gris que dejaba ver a penas su abdomen con cada movimiento y un short turquesa, siempre me habían llamado la atención sus pálidas piernas que hacían resaltar su tatuaje old school del conocido conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas, el cual combinaba con el que se encontraba en mi bíceps derecho, era el reloj de bolsillo de dicho conejo, nos habíamos hecho los tatuajes referentes a nuestra película de dibujos favorita. Reí de eso, éramos adolescentes y bastante estúpidos. Alex balanceó su cuerpo una vez más sacándome de mis pensamientos, maldición, hasta en su ropa de pintura lucía hermosa. “¿Qué?” Seguía sin darse cuenta de mi presencia y disfruté de su figura al ritmo suave de la música, que estaba tarareando.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 64 — Tú y tu música. —me di cuenta de que tenía mis manos en su cintura y ella me miraba sorprendida. Se alejó con lentitud para luego besar mi mejilla y darle una pincelada al cuadro que estaba haciendo. Me tensé al darme cuenta de lo que había hecho, me había acercado a ella y probablemente la había puesto en una posición incómoda. Ignoré las pulsaciones aceleradas en mi pecho y me dediqué a observar la pintura que parecía una foto desteñida de una mujer. — Buenos días Adam —dijo con voz cantarina que bailó en mis oídos. ¿Qué demonios estaba pasándome? Estas reacciones había dejado de tenerlas hacía demasiado tiempo, Alex lograba revolucionar todo en mí, como solo ella podía. — Buenos días Alex… Clavé mi mirada en su cuello que estaba a centímetros debajo de mi vista. Sin previo aviso Alex había girado, tirado la brocha al suelo cubierto de papel y tenía una mano en mi hombro y la otra entrelazada con una de las mías. — ‘So won't you run to me tonight?I’ —cantó la frase de “Middle distance runner” de Sea Wolf, una banda que escuchaba desde que la conocía. — Tal vez —dije haciéndola girar sobre sus pies. Largó una adorable carcajada y se agachó para tomar su brocha nuevamente, la mojó en la pintura amarilla y su vista fue al bastidor y la figura que se desarrollaba, otra vez era como si yo no existiera allí. — Me gusta. No supe por qué lo decía… el cuadro, o por ella. “¿Ella?” — Gracias. I

Traducción: “así que ¿no te gustaría correr hacia mí esta noche?”

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Grant Lorna / Painting Flowers / 65 Una sonrisa radiante cruzó su rostro y deslizó la brocha, haciendo que grandes trazos de colores pasteles quedaran en el bastidor. Disfrutaba de verla así y no pude evitar sonreír. Ella se dio cuenta de eso y me miró para pasar la brocha, ahora con la punta verde, por mi mejilla. La miré atónito, y se rio. — Me estabas mirando con esa expresión rara. —Miró a otro lado—. Tengo hambre. — ¿Qué? Siempre había sido así, cambiaba de tema rápidamente. Dejó la brocha sobre una mesa y bajó el volumen de la nueva canción que empezaba. Observé durante segundos como se alejaba y suspiré para luego tomar la brocha entre mis manos, llena de pintura verde. — ¿Alex? —la llamé cuando estuve detrás de ella, a centímetros. — ¿mmm? Giró y abrió los ojos sorprendida, ya que al momento que había girado, había pasado la brocha por toda su mejilla.

***

Alexia Color verde pastel, mi mejilla estaba de color verde pastel. Tuve que resistir el impulso de saltar sobre Adam y pintarle toda la cara… aunque seamos realistas, no lo resistí. Como pude saqué de sus manos la brocha para saltar sobre él envolviendo mis piernas en su cadera, obligándolo a

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Grant Lorna / Painting Flowers / 66 sostenerme por los muslos y dejándolo sin forma de defenderse. Pasé la brocha por toda su cara con una sonrisa triunfante. — ¡Alex! —me gritó riendo y luego frotó su rostro contra el mío provocando que yo también terminara con la cara aún más verde. — ¡Adam! —lo imité riendo. Las carcajadas llenaron el piso y mi estómago rugió. Adam clavó su mirada en mí, y me di cuenta de que sus manos estaban aferradas a mis muslos. Pestañeé varias veces para borrarme la idea, descabellada idea, de besarlo y tiré de mi cuerpo para bajarme de él, necesitaba pensar en otra cosa rápido. — ¿Desayunamos? —pregunté tirando la brocha por ahí. — ¿No debería lavarme la cara? Giré sobre mis pies para observarlo, con una mano en mi cadera, negué sonriente. Siempre había dicho que el verde era su color. — El verde te queda Ad. Escuché un pequeño gemido de su parte. Uno de esos que decían ‘extrañé eso’. — Hacía tanto que no escuchaba ese apodo de tu parte —me dijo contento y tirando de mi cuerpo para envolverme en un abrazo.

***

— Mi madre te manda saludos. —le dije a Adam una vez que finalicé la llamada con mi madre. Luego de sus miles de preguntas sobre cómo se encontraba Adam decidió cortarme, de seguro

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Grant Lorna / Painting Flowers / 67 una nueva reunión con su club de lectura estaba en puerta. El reloj de la pared marcaba las tres de la tarde y miré a Adam que estaba en el piso a mi lado viendo como había quedado terminado el cuadro, asintió con una sonrisa al saludo de mi madre. Y mi celular sonó con mi típico tono de Kings Of Leon una vez más y Adam lo miró atento. — ¿Hola? —pregunté ya tirada en el piso junto a Adam. — ¿Alexia? — Hm… Sí, ¿quién habla? —pregunté mordiendo mi labio. La mirada de Adam se clavó en mí. — Jeff… Jeff de Stereo Faces. — ¿Jeff? ¡Ah hola! —me incorporé—. ¿Qué necesitabas? — Preguntarte una cosa, ¿Adam está contigo? Giré para ver a Adam y luego asentí, pero recordé que Jeff no me veía. — Sí, está conmigo. — Oh genial, no nos respondía el teléfono y queríamos arreglar unas cosas. — ¿Quieres hablar con él? —Pregunté e hizo un sonido de negación—. Eh… bueno, ¿Quieres que le diga algo? — Sí, avísale que tenemos que hablar sobre eso. Adiós Alex. — Yo le aviso, adiós Jeff. Corté la comunicación y me enfoqué en Adam. — Era Jeff y dijo que te avise que tenían que hablar de eso. —puse un tono misterioso, tal como el que Jeff había puesto. — ¿Eso? ¿Qué es eso? —preguntó distraído. — ¿Y se supone que yo lo sé tarado? —largó una carcajada.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 68 — La pintura está cerca Alex. — No me das miedo Ad. — ¡Te quiero tanto! —gritó y se tiró sobre mí riendo. Acepté su muestra de cariño un poco incómoda. “Sí… yo también.” Adam se apartó un poco y miró el reloj. Luego me miró fijo. — Mamá quiere que vayamos el miércoles a la casa —soltó—. Me regañó por no haberle contado que nos habíamos encontrado y… — ¿Tu mamá, el miércoles? Suena bien —lo interrumpí.

***

El miércoles sonaba bien cuando estábamos a domingo y todavía faltaba para ese día. Pero allí nos encontrábamos, en la puerta de la gran casa en la que Adam vivió durante los años que no nos vimos, esperamos hasta que su madre nos abriera. Me sentía una extraña. — ¡Alexia Followill! La mujer que ahora tenía el cabello más oscuro que como lo recordaba salió sonriendo de par en par y me tironeó del brazo para atraparme en un abrazo. Recibí gustosa su cariño. Algo que todos deberían saber es que… la madre de Adam, me ama. Nos hizo entrar a su casa, abrazada a mí, preguntándome como había estado todos estos años, que hacía de mi vida, como se encontraban mis padres… y miles de preguntas más hasta que aceptó que la ayudara con la cena. Lo cual era un alivio. — Creo que se alegra más de verte a ti Alex, que de vernos a nosotros.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 69 — Tom —pronuncié su nombre con cautela para que el aludido me abrazara con suavidad y distancia. El hermano de Adam siempre me había tratado un poco más distante. No sé si era porque sentía que yo le había robado a su hermano o por alguna razón oculta, pero siempre había decidido ignorarlo. — ¿Cómo van las cosas en la tienda? Adam me contó. — Oh, van bien. Hago lo que me gusta —le contesté mientras le pasaba a su madre unas verduras que me había pedido. Tom me dedicó una mirada solemne y luego se fue de la cocina. Dejándome confundida como solía hacerlo cuando decidía hablar conmigo. — Algún día entenderé la reacción de Tom para contigo, pero hoy no es ese día. Pásame esa tabla por favor Alex. Asentí a Julien, y me concentré en ayudarla.

***

Jueves y me encontraba sentada en el mostrador del local viendo pasar a la gente, no había sido un gran día. La puerta se abrió haciendo que las campanillas tintinearan y yo saltara directo al suelo. Preparada para vender. — ¿En qué puedo… chicos? —Pregunté viendo a los cinco miembros de la banda de pop Stereo Faces. — ¡Hola Alex! —Gritó Nolan para abrazarme—. Venimos a…

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Grant Lorna / Painting Flowers / 70 — …Proponerte algo —terminó Myles y largué una carcajada. — Van a decirme que ensayaron eso ¿verdad? — Claro que no nena, lo nuestro es real. Levanté ambas cejas riendo de cómo Myles estaba abrazado a Nolan. Salude a los restantes y me apoyé contra uno de los muebles. De verdad hubiera deseado que fuera algún cliente. — ¿Qué propuesta? Suspiré. — ¡Fiesta! —Dijeron los cinco a coro. — Son una banda de pop, no hay dudas de eso —comenté riendo. Stereo Faces rio armoniosamente y tuve ganas de cortarme las venas con alguna brocha por la perfección. En esos momentos, los odiaba por ser tan talentosos. — Los odio —dije y volvieron a reír—. Bueno ya, ¿qué fiesta? — Hay una fiesta electrónica… ya sabes, esa música que tanto te gustaba. —resopló Adam. “Esa música que tanto te gustaba” En mi pasado uno de mis placeres culpables había sido una lista de reproducción de música electrónica que repetía todos los días al mismo horario. Adam odiaba esa lista. — Genial, ¿cuándo? — El sábado. — Bien. Arreglamos el cómo y quienes, y tantas cosas más para el sábado. Me pasarían a buscar en la van e iríamos juntos. Mi yo adolescente amaba las fiestas donde había música electrónica, y luces de led. Y mi yo actual amaba ese ambiente.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 71

Capítulo 9 Sábado y salí corriendo de la cama. Tenía que guardar los cuadros que entregaría hoy y cerrar temprano para poder arreglarme. El frío de Londres era adorable y me encantaba, ya que podía usar una cantidad de gorros indefinida y nunca aburrirme. Me puse uno de mis gorros con formas y agarré los auriculares. Tomé las cosas que llevaría y salí del loft.

— ¡Pero si quedó maravilloso! —Dijo la señora viendo el cuadro que había pedido—. Está decidido, voy a recomendarte. Mis mejillas tomaron un color rosa intenso y sonreí. ¡Dijo que iba a recomendarme! — Me alegra que le haya gustado —dije sonriendo. La señora salió con una sonrisa triunfante, según lo que me había dicho, hacía años que trataba de que alguien pudiera plasmarle ese cuadro y no lo conseguía. Me sentía tan bien de haber hecho posible su sueño. Y eso había alegrado mi mañana. Tres horas más tarde, las campanillas de que alguien entró a la tienda volvieron a sonar y levanté la vista.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 72 — Hm… ¿Kelly? —Pregunté sorprendida de ver a la rubia novia de Nolan. Ella me sonrió abiertamente para acercase a mí y besar mi mejilla con cariño. — ¡Alex! Es la segunda vez que vengo a tu tienda, y sigo sorprendiéndome. — ¿La segunda vez? — Sí, vine cuando recién abriste… con unas amigas pero en ese entonces no te conocía. — Oh… no lo recuerdo. —admití. Kelly se encogió de hombros con una sonrisa despreocupada, y en ese momento me di cuenta de que no estaba sola, Ann y Merlina estaban junto a ella. — ¡Hola Alex! —Me dijeron. — Hola chicas… ¿en qué las puedo ayudar? Me desconcertaba que estuvieran en mi tienda. Pero no iba a dejar de atenderlas. — Nos vas a ayudar en que cierres y vengas de compras. Esta noche tenemos fiesta —dijo Ann sonriendo y moviendo la cadera. — Todavía me quedan dos horas para cerrar. —Dije guardando algunas cosas en el aparador detrás de mí. Merlina bufó y me miró fijamente. — Mentira, te queda una hora. Giré para mirarla sorprendida. ¿Me estaba llamando mentirosa? — No, me quedan exactamente dos horas —dije segura. — Vamos Alex, tenemos que ir de compras. —Insistió Kelly—. ¡Ahora formas parte del gang! Así que… — ¿Gang? —pregunté riendo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 73 Las tres asintieron. — Como mejor amiga de Adam formas parte del gang, del grupo, que somos nosotras y Stereo Faces —me explicó riendo Merlina—. Y así que tienes que ir a comprarte algo para esta noche. Me senté en mi taburete y meneé la cabeza. — Pero… tengo ropa para esta noche —me excusé. — ¿Qué parte de que formas parte del gang no entiendes? —Preguntó Ann—. ¡Tienes que estrenar algo esta noche! La miré sin entender una palabra de lo que decía, pero sonaba aterradora. — Te explico —dijo—. Como esta va a ser la primera vez que vamos a salir todas juntas, tenemos como… cábala el estrenar algo, sea lo que sea. Pero, tenemos que comprarlo juntas. ¿Entiendes ahora? Asentí procesando las palabras, y luego dejé que una sonrisa se desplegara por mi rostro… era parte del “gang” era considerada como una amiga. ¡Awww! — ¿Entonces te queda una hora? — Dos —dije riendo. — ¡Vamos Alex, es tu tienda! Una hora. —dijo Ann decidida. — Dos. — Una. Rodé los ojos. — ¿Una y media? —Kelly chilló de emoción pero su amiga bufó. — Media hora. — ¡Así no es cómo funciona la negociación! —dije riendo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 74 — Una hora y media —dijo finalmente Merlina.

***

Una hora y media más tarde me encontraba cerrando el local para salir de compras con ellas tres. ¿Qué si estaba emocionada? Bueno sí… un poco. — ¿Qué pensabas ponerte? —preguntó Merlina al bajar del auto. — Hm… un short, zapatillas y una remera… Mi vestuario era grande, y en realidad no había decidido nada. — ¿De? — Minnie Mouse —dije sonriente. Las tres largaron una carcajada y las miré mal. — ¡Amo a Minnie! Y además… quería usar algo cómodo. — No vas a usar a Minnie ¡vamos a comprar remeras! — ¿Qué hagan juego? —pregunté aterrada ante la idea. Merlina imitó mi expresión y Ann largó una carcajada. — ¡Ni lo pienses Kels! —le dijo a su hermana que sonreía. — Uf… bueno, solo remeras. Asentí, agradecida, y dejé que me arrastraran por el centro comercial. — Si suena tu celular y es Adam no lo atiendas. —dijo Merlina—. Va a obligarte a que le digas donde estamos. — ¿Qué?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 75 Me explicaron rápidamente que, como Adam era un pesado, vendría a donde fuera que estuviéramos y se compraría ropa con nosotras u opinaría de todo. La idea sonaba horrible. Mi celular sonó tal como ellas habían predicho. — Es Adam —dije. — ¡No lo atiendas! Me encogí de hombros y metí el celular en mi bolsillo. Ahora el celular de Kelly sonaba. — Hola Nolan —dijo con una sonrisa tonta—. Sí amor… sí está con nosotras… dile que no moleste… sh… bueno… ESTA BIEN… sí, también te amo… nos vemos amor. — Creo que esa fue la conversación más corta que escuché —dije riendo. Entramos a un local y nos dispusimos a buscar las remeras. — Esa, te queda perfecta. —dijo al verme salir del probador en una remera verde agua sin mangas abotonada. Me miré al espejo sonriente, iba a llevarla.

***

— ¡Maldita sea, amo tu casa! —dijo Ann al entrar a mi loft. Riendo hablé. — Gracias… dejen las cosas ahí —señalé el sillón—. ¿Quieren algo para beber? — ¡Por favor! —Dijo Merlina y se tiró en el sillón—. ¿Alex te molestaría que nos preparáramos aquí? Tu casa se encuentra algo cerca del lugar de la fiesta. — En absoluto —contesté entregándole a todas una botella de agua.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 76 Dos horas más tarde estábamos todas arregladas para que los chicos nos fueran a buscar. Bueno… casi todas, todavía faltaba yo y mi locura por no encontrar mis malditas zapatillas. — ¿Alex? —Preguntó Merlina desde la cocina—. Los chicos ya llegaron… ¿los hago pasar? — ¡¿Cómo que llegaron?! Eh… sí, usa el portero eléctrico —grité desde la habitación. Escuché como el portero hacía ruido y luego Ann entraba en mi habitación y se sentaba ya lista en mi cama, un top amarillo enmarcaba su figura junto a un par de shorts negros. — ¿Quieres que te ayude Alex? —me preguntó sonriendo cálidamente. — ¡Te lo agradecería! Son unas converse negras… bajas. Asintió y se levantó para ayudarme, mientas yo buscaba en unos cajones, ella buscaba dentro del guardarropa en el cual había buscado más de tres veces. — ¡Alex! —Escuché que Adam gritaba y abría la puerta— ¿Qué haces en el piso? — Busco mis converse —dije con la cabeza debajo de la cama. — ¿Las negras? — Esas mismas —dijo Ann frustrada. — Están ahí —señaló la silla que estaba frente a mi escritorio. Abrí los ojos sorprendida de no haberlas notado y suspiré frustrada. Ann largó una carcajada para luego salir del cuarto. Adam tomó el lugar que ella antes había ocupado. — Luces linda Alex —me sonrió. — ¿Descalza y todo? —pregunté agarrando las zapatillas. — Sí. Levanté una ceja y sonreí. — Gracias…

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Grant Lorna / Painting Flowers / 77 Me senté a su lado para calzarme y luego pararme para ver cómo había quedado mi atuendo completo. La blusa verde era hermosa, muy suelta y cómoda, haría calor así que había optado por unos shorts simples y mi pelo se encontraba recogido en una bandana roja. — Tus aritos no son iguales. Largué una carcajada por lo que había notado Adam, y anudé la blusa en un moño sobre mi short. — Nunca lo fueron. — Eso es verdad. — ¡Chicos vamos! —dijo Nolan desde la cocina. Asentí a la nada, tomé uno de mis pequeños bolsos negros, de esos que puedes usar con cualquier cosa que te pongas y salí del cuarto seguida de Adam.

*** Entramos sin problemas al bar en el que se hacía la fiesta y al momento que pisé el lugar la música se apoderó de mí. — ¡Amo esto! —dije sonriendo a las luces de led que estaban apuntando a todos lados. — Consigamos algo para beber —dijo Myles por sobre la música y lo seguí a la barra en busca de rondas de tequila. Una hora y media más tarde, cuando el alcohol ya hacía efecto en mí, decidí meterme entre la multitud. Sí, yo, la chica que no tomaba demás y que era demasiado tímida. — Estoy cansada Alex —me dijo Kelly y Ann asintió imitándola. — ¿Merlina? —pregunté sonriendo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 78 La morena me negó mientras Shaun reía. Posé mi mirada en los restantes, Nolan tomó la mano de Kelly, Myles estaba hablando y bailando con una colorada desconocida por mí. Jefferson me miraba fijamente, y Adam también. — ¿Ustedes? —pregunté con ambas cejas levantadas. Adam asintió y comenzó a caminar delante de mí, mientras que Jefferson vaciaba su shot de tequila para seguirlo. — Vamos. Sonriente me encaminé detrás de ellos, al momento que pusimos un pie entre medio de la gente comenzó a sonar una canción conocida por mí. — ¡Esta es mi canción favorita! —grité al reconocer Solar System de Crystal Fighters. Adam y Jeff me miraban de una extraña forma mientras yo sonreía como estúpida. No me di cuenta en que momento Jeff quedó delante de mí y Adam detrás. Comencé a moverme inconscientemente al ritmo de la música y de las luces que llenaban mi ser, olvidándome de todo lo demás. Tenía el cuerpo de ambos chicos pegados al mío y no me molestaba en absoluto. Y tampoco me molestaba que se movieran a mi ritmo. Dentro de estas fiestas uno podía perder el control y nadie se molestaría, quiero decir ¿a quién le molestaría que dejara salir a la Alexia que le gustaba salir de fiesta por un rato? Reí mientras seguía bailando. Podía sentir el alcohol en mi cabeza, diciéndome que estaba todo más que perfecto, las luces hacían juegos en mi mente y la gente que nos rodeaba no parecía darse cuenta de absolutamente nada de lo que pasaba, y… bueno yo tampoco lo hacía. Por mí podrían estar teniendo sexo en plena pista que no iba a notarlo. La música era lo que me importaba.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 79 Adam se apretó un poco más haciendo que yo me apretara a Jeff, el cual me sonrió y acercó su rostro al mío, rozó su nariz con la mía y jadeé, podía sentir como comenzaba a faltarme el aire pero Jeff rio suavemente en mi rostro. — Lo que en realidad buscas Alex, se encuentra detrás de ti —dijo con una sonrisa para luego apartarse. Lo miré confundida y observé como iba detrás de una chica de pelo violeta que brillaba con las diferentes luces y bailaba con ella. Lo ignoré, y seguí en mis asuntos que por el momento eran moverme al compás de la música y a mi propio compás. Las manos de Adam se posaron en mi cintura haciendo que yo estirara mi cuello y apoyara mi cabeza en su hombro, un húmedo beso se sintió en mi cuello haciéndome cerrar los ojos y todo en mí decidió que era momento de derretirse. Sentía que mis piernas eran de gelatina. — Alex —dijo en un susurro. Giré para enfrentarlo. No sé si fue la luz que le daba de determinada forma y hacía que sus ojos relucieran mucho más azules de lo normal, o la cantidad de alcohol que me hacía perder un poco la cordura, o mi deseo por él que tenía guardado hacía tanto tiempo. Pero había dejado que me uno de sus brazos me apretara aún más a él y que con una mano en mi nuca hiciera que su labios chocaran con los míos.

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Capítulo 10 ¿Verdaderamente estaba besando a Adam? Cuando escuché que la canción había terminado decidí separarme un poco. Él tenía los ojos cerrados y no pude evitar sonreír mientras recuperaba un poco de aire. Saqué mis brazos de alrededor de su cuello y cayeron a mis costados como peso muerto. — Eso… fue fabuloso —dijo abriendo los ojos. Y sí que lo fue… pero, yo no podía decir nada. Perdería la amistad que había recuperado por estúpidos sentimientos que deberían estar enterrados. Adam me miraba fijamente haciendo que me sintiera incómoda. Sus ojos brillaban a causa del alcohol y la sonrisa que tenía plantada en su rostro era un poco estúpida. — No me mires así —susurré y cambió su expresión a una confundida. — ¿Qué? —dijo pegando sus labios a mi oreja, Temblé un poco y sacudí mi cabeza, no podía dejarme llevar. Las lágrimas picaron en el fondo de mis ojos, pero las contuve. — Que quiero agua —mentí por sobre la música. Asintió confiado y con una mano en mi espalda me guio a la barra. No era del todo mentira… necesitaba algo de agua y también algo que me borrara la memoria. ¿Si me golpeara la cabeza contra la escalera funcionaría?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 81 ***

Adam Exactamente hacía una semana que no veía a Alex, había ido hasta su local para encontrarme con que estaba cerrado y sin ningún cartel que avisara algo, tampoco había respondido mis llamados durante esta semana y estaba comenzando a preocuparme. — No me atiente —dije tirándome en el sofá de la sala de Jefferson, — Tal vez no quiere verte. La pequeña hermana de Jefferson me habló con picardía de adolescente, la fulminé con la mirada y luego la posé en la puerta que se abría, dejando ver a Nolan. Me estiré un poco el pelo hacia atrás. — ¡Hola! — ¿Dónde te habías metido? —preguntó Jeff bastante molesto. Nolan se sentó junto a Myles y Shaun. — Alcancé a Kelly a su casa —se encogió de hombros. — ¿No iba a ir a la de Alex? Shaun habló y presté atención. — ¿Alex? —dije—. ¿Mi Alex? — Sí —dijo Nolan sin importancia—. Pero Alex le dijo que estaba enferma… y que no quería ver a nadie, o algo así, por lo que la llevé a su casa. — Por eso no me contesta —susurré.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 82 Los cinco me miraron ofendidos al momento que me levantaba e iba por mi campera. Todo tenía sentido ahora. — ¿A dónde crees que vas? —Myles me miraba. — A ver a Alexia… — Adam… nos juntamos para hablar algunas cosas de la banda… en un rato vas. Y ahí fue que recordé que mi vida no era una película, o algo por el estilo. Tenía que atender los temas de la banda y luego fijarme que era lo que sucedía con Alex. Después de todo vivía gracias a una banda de pop, y esa tenía que ser prácticamente una de mis principales preocupaciones.

***

Cuando llegué al edificio de Alex saludé a su portero y le pregunté si sabía algo de mi amiga, él me dijo que había bajado hoy temprano a hacer algunas compras, pero que no se encontraba muy bien, que le vendría bien que la visitaran, por lo que sin que Alex lo supiera me encontraba golpeando su puerta, y temblando un poco por el frío. La calefacción del edificio no era buena hoy. — ¡Va! —gritó con la voz entrecortada. La puerta se abrió, dejando ver a una Alex completamente despeinada y con ropa de ‘no pienso salir durante los próximos días’ — Hola —sonreí. Me miró durante unos segundos para luego fruncir el ceño. — ¿Quién eres?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 83 “¿quién soy?” Mi mundo se calló un poco. ¿Qué era lo que le pasaba? ¿Estaría tomando algún tipo de medicamento? Entrecerré los ojos y abrí la boca para hablar. Estaba confundido y la carcajada que largó me desconcertó aún más. — ¡Tu cara! —Comenzó a reír y tosió un poco—. ¿Qué pasa Adam? — Maldita —dije enojado y me adentré en su loft. Vi cómo se quedaba junto a la puerta unos segundos y luego le daba un suave golpe para que se cerrara. Claramente no tenía pensado invitarme a pasar y que yo hubiera opinado distinto la hacía enojar un poco. — Me dijeron que estabas enferma —dije mirando la taza de té que estaba sobre la mesa baja. — Algo así. Tomó el control remoto y apuntó a la TV. La película se puso en pausa. — ¿Segura? —pregunté al observar la pantalla. Star wars se había congelado— ¿Quién te está cuidando Alex? Puso los ojos en blanco y se tiró en el sofá bajo una manta. — ¿Yo? —dijo con suficiencia y tomó la taza. Me incliné para agarrar el control y apreté ‘PLAY’. — Yo voy a cuidarte. Apoyé mi espalda en el sofá junto a ella y largó una carcajada ahogada. — Claro que no. — Sí Alex… ¿enferma de qué? Subió las piernas y se acurrucó aún más entre las mantas. — Un resfrío… o gripe, o algo de eso que es molesto.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 84 Tomó la taza de té entre sus manos y la llevó directo a su boca. Asentí para pasar uno de mis brazos por sus hombros, estaba helada. — ¿Cómo la pasaste en la fiesta del sábado? No hablamos desde ese día. Noté cómo se tensaba y no comprendí el porqué. ¿Había pasado algo malo en la fiesta? Después de todo… no tengo recuerdos después de que comenzáramos a beber.

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Capítulo 11 Me miró durante varios segundos, y no pude entender que le sucedía. — Bien —volvió la mirada a la película. ¿Bien? Alex amaba esas fiestas… y ¿la había pasado solo ‘bien’? La miré entrecerrado los ojos. — ¿Sólo bien? —pregunté. Apreté un poco sus hombros y ella largó un suspiro enojado y frunció el ceño. — ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué la pasé fabuloso? ¿Qué besas jodidamente bien? Bueno, ahí lo tienes. Se levantó furiosa y caminó hasta la cocina. ¿Beso jodidamente bien? Mierda, mierda. En mi mente todo era demasiado confuso ¿Besé a Alex?

***

Alex Me levanté furiosa con mi propio ser. ¿Cómo había dicho todo aquello? ¡Alguien que me golpee por favor! La cabeza me había comenzado a doler nuevamente con la conversación, por lo que agarré un vaso y puse agua, busqué en los cajones algo para que se me calmara y lo bebí. — ¿Beso jodidamente bien? —preguntó Adam haciéndome atragantar con la pastilla.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 86 Tosí un poco y dejé el vaso de lado, giré para mirarlo. Su mirada era de confusión total. — Lamento tener que admitir que sí… — ¿Yo te bese? Abrí los ojos tanto como me lo permití, y no sabía si asentir o si mentir y decirle que había sido yo. — Eh… sí… pero… bueno… ya sabes —balbuceé. — ¿Lo seguiste? Agaché la mirada para luego asentir, me sentía una idiota por estar balbuceando frente a mi mejor amigo, la mano de Adam hizo que lo mirara. — Eh Alex, está todo bien. — No lo recuerdas —dije sonriendo de lado. Por un lado me sentía bien, no recordaba lo mala que era besando… pero por el otro me molestaba que no lo recordara. — No, y eso es porque seguramente estaba demasiado ebrio como para besarte —se rascó la nuca. Abrí la boca sorprendida. ¿A caso estaba diciendo que soy la amiga a la que sólo besaría ebrio? Esto no estaba para nada bien. — ¿Qué demonios significa eso? —pregunté colérica—. La cagaste Adam. Tomó mi antebrazo para que no saliera y comenzó a reír. — No quise decir que no te besaría Alex. Lo miré levantando una ceja. Sus palabras me habían hecho sentir miles de cosquillas en el estómago. Pero seguía enojada porque no recordara el beso, y porque dijera que estaba

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Grant Lorna / Painting Flowers / 87 demasiado ebrio como para besarme. “Pero también dijo que no es que no te besaría…” Traté de seguir el hilo de mis pensamientos pero Adam volvió a hablar. — Sabes que eres atractiva Alex… Mi cara comenzó a arder un poco y él besó mi frente, un escalofrío me recorrió. — Voy a quedarme… vamos a terminar la peli —sonrió. Asentí, pero no me moví. — Vamos que hace frío. — ¿Quieres que encienda la calefacción? —yo no quería. Tenía calor. Tenía demasiado calor a decir verdad. Negó y me hizo caminar hasta la sala. ¿Había dicho que era atractiva? Sí, lo había dicho. — ¿Te encuentras bien Alex? — Eh… no lo sé. Estoy algo mareada. Tiró de mi brazo para acercarme a él y mi cabeza dio vueltas. Ahora tenía su boca sobre mi frente, me quedé estática y una retorcida parte interna disfrutó del contacto, incluso si todo giraba a mí alrededor. — Tienes fiebre cariño. Levanté la vista para poder apreciarlo desde debajo de mis pestañas, podría contar cada uno de los lunares de su cuello desde ese punto. — ‘¿Cariño?’ —susurré como una idiota. Adam asintió y tiró de las mantas para taparme. Tenía mucho calor, por lo que me removí incómoda, no soportaba las mantas. — Voy a hacerte un té.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 88 — No quiero un té —dije terca y sentí mis parpados pesar—. Tengo calor Adam. Mi piel quemaba debajo de la ropa, necesitaba encender el aire acondicionado. Me miró durante unos segundos para llevar sus manos al borde de mi sweater. — No está bien… pero tienes calor —habló al momento que sacaba la prenda—. ¿Mejor? No quiero que tomes demasiado frío por más que sientas calor. Tápate. Asentí y apreté las mantas contra mi cuerpo semidesnudo, tan solo me cubría el corpiño en la parte de arriba. Creo… creo, que Adam lo miró durante unos segundos antes de negar y caminar hasta la cocina. ¿Ya dije que mis parpados se sentían pesados?

***

Algo frío goteó por mi rostro haciendo que abriera los ojos de golpe y asustada. Lo primero que vi fueron los azules y preocupados ojos de Adam. Me sonrió y… me sentí un poco mejor, miré a mí alrededor a las paredes blancas y grises de mi habitación. — Buenos días, o no tan buenos… está nevando como si no hubiera mañana. Sonreí a medias por el reporte del clima que me había dado y él sacó un paño mojado de mi frente. — Gracias por el reporte del clima —dije y él rio—. De verdad que me estas cuidando… y yo que planeaba patear tu trasero para que te fueras. Guardó las cosas en el baño y luego volvió, se tiró a mi lado en el colchón y acarició mi rostro. ¿Por qué hace esas cosas? Seguramente es todo a propósito.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 89 — Tengo un poco de frío… —miré debajo de las sábanas y me encontré con que estaba en corpiño y el pantalón de entrecasa que me había puesto—. ¿Me sacaste… — ¿El sweater? —asentí—. Volabas de fiebre… Voy a avisarles a los chicos que me voy a quedar contigo, por si comienzan a llamar. Fruncí el ceño para mirar el reloj. Era casi el mediodía. — ¿Por cuánto tiempo? —pregunté e intenté levantarme. Adam se tiró encima de mí para que no lo hiciera. — Hasta que te mejores. — ¿No trabajas? — Oh… estoy en una banda —dijo acomodándose encima mío—. Pero estoy de vacaciones. Mi vejiga comenzaba a quejarse por el peso. — Largo Adam. — ¿Qué? No voy a irme. Lo miré mal e hice el intento de levantarme. — ¡Que te levantes carajo! —me miró con cara de ‘no entiendo’—. Maldito seas Adam ¡me estoy haciendo pis, déjame salir! Se levantó con una sonrisa culpable y lo agradecí. Corrí hacia el baño.

***

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Adam ‘¿Qué besas jodidamente bien? Bueno, ahí lo tienes.’ Las palabras de Alex rondaban en mi mente aun siendo las cinco de la tarde y esperando que ella terminara de ducharse. Me molestaba no haber recordado el beso con Alex, verdaderamente me molestaba. Es decir, vamos era el sueño de todo adolescente el besar a la mejor amiga sexy. “¿Alex es sexy?” Bueno… sí, siempre lo fue. Pero… el beso realmente quería recordarlo. ¿Podía culparme? — Vamos Ad —me dije a mi mismo y me impulsé fuera del sillón. El plan era tan simple como entrar al baño con alguna estúpida excusa y… — ¡Adam! —gritó Alex desde el baño. Entreabrí la puerta para poder escucharla mejor. — ¿Qué pasa fenómeno? —pregunté y ella bufó. Seguramente no la habían llamado fenómeno desde la secundaria, aguanté la risa. — Me harías el favor de… — ¿No llamarte fenómeno? — No tarado, de traerme… mi ropa interior, la olvidé en la cama. ¡Fácil! Eso me facilitaba mucho el trabajo. Fui a la habitación y efectivamente olvidó su conjunto de ropa interior sobre la cama. Sonreí al ver que iba a usar un conjunto con dibujos de relojes de bolsillo. — Fanática —reí. Abrí la puerta del baño tranquilamente y me adentré como si hubiera sido invitado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 91 — ¿Adam? Oh, muchísimas gracias… pero no tenías que entrarlos —largó una vergonzosa carcajada y apretó la toalla a su alrededor—. Ya puedes ir… — Alex —dije interrumpiéndola. Me miró prestando repentina atención, y sin previo aviso la tomé entre mis brazos para besarla. Y este beso me iba a asegurar de no olvidarlo.

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Capítulo 12 Alexia Me estaba besando, y podía apostar lo que fuera a que estaba completamente sobrio. Estiré mis brazos para engancharlos tras su cuello y enterrar mis dedos en los rizos de su nuca, eso hizo que abriera un poco más la boca y le diera paso a su lengua. Maldita sea que sabía cómo besar, sus manos bajaron por mi cuerpo aferrándose a mis muslos todavía tibios por la ducha. Me levantó haciendo que apoyara el peso de mi cuerpo contra la fría pared e intentó que entrelazara mis piernas en su cadera. Y en ese instante algo en mi cabeza hizo un ruidoso: “CLICK” Estaba besándome con Adam. En mi baño. Y… yo solo tenía una toalla que cubría mi cuerpo. ¿Ya dije que estaba besándome con Adam? Al apretarme un poco más a su cuerpo, separé nuestras bocas. — A-Adam —dije recuperando el aliento—. No… no tengo ropa interior puesta. Sonaba obvio al decirlo, después de todo le había pedido a él que la trajera al baño. Abrió los ojos de golpe, y estaban de un azul oscuro. Todo en mí tembló. — Eso es mejor —rio guturalmente y llevó la cara a mi cuello, donde su respiración hacía erizar mi piel. — Adam… Adam basta. —mi voz sonó firme. Se separó confundido y me miró, luego me bajó y pasó una mano por sus rulos. Frustrado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 93 — Lo lamento Alex… nunca haría… no sé qué me pasó, me deje llevar… por no recordar haberte besado y… Estiré mis brazos un poco más y los envolví en su cintura, atrayéndolo en un abrazo. Su frustración de no poder recordar se veía a kilómetros ahora, suspiró y apoyó su frente en mi hombro. — Ya Adam, ya. Está bien, lo entiendo —movió la cabeza asintiendo y se separó. Me miró a los ojos, me sentí tranquila, y capaz de devolverle la intensidad de la mirada. No había necesidad de hablar, éramos de esos que con mirarnos sabían todo. Y la mirada de Adam era sincera, demasiado sincera. Sus ojos pasaban rápidamente entre los míos. — El celeste me muestra todo —dijo perdido—. Es como si pudiera ver en tu interior… mientras que el verde, es un misterio. Me tomé algunos segundos para poder captar las palabras de Adam. Y luego, largar una carcajada confundida. — ¿Qué cosa? Adam me miró mal y luego rio conmigo. — ¿Fui demasiado serio? —asentí—. Me largo. Dicho eso salió del cuarto de baño dejándome en su intimidad para cambiarme. Me miré en el espejo para sacudir mi cabello, todavía sentía lo que Adam había provocado en mí. — Maldita sea Alexia, ya no tienes dieciocho años —me dije y salí—. ¿Vas a quedarte? —le pregunté caminando a la cocina. — Voy a hacerlo. Sonreí por inercia, me sentía cuidada con Adam.

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***

Dos días más tarde podía decir que me sentía mejor. Hoy estaba lista para trabajar, extrañaba estar detrás del mostrador a la espera de poder plasmar lo que el cliente quería en mis trabajos. — No es necesario que me acompañes Adam —dije al bajarme de su auto—. Aunque tengo que admitir que… me salvaste al traerme. — No iba a dejar que te congelaras ¿te ayudo adentro? — No, puedo sola. Asintió con… ¿tristeza? No, jamás, no era eso. Me bajé del auto y caminé a las puertas del local. — ¡Alex! —gritó desde el auto y giré—. Que tengas un lindo día. Sonreí. — Igualmente Adam. Vi su sonrisa para luego meterme en el local, lejos de los sentimientos —para nada correctos— hacia Adam.

***

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Adam Me sentía un completo estúpido. Sí, había disfrutado el beso, mejor dicho fue asombroso. Y dos días más tarde lo seguía rememorando. Dejé que el agua de la bañera relajara mi cuerpo, todavía había algo que me preocupaba, y atormentaba: el no haberle explicado a Alex la razón por la cual me había marchado de la escuela, ni cuanto lo lamentaba. Necesitaba más tiempo. — Estoy jodido —dije sumergiéndome en el agua.

***

No era para nada normal, o saludable, que quisiera ver a Alex de nuevo, principalmente porque había pasado los últimos días junto a ella. Pero ya extrañaba tenerla a mí alrededor. — ¡Alex! —Dije cuando atendió su celular—. ¿Quieres venir a cenar? Vienen los chicos. — Aguarda un momento Adam —me dijo—. Muchas gracias, en unos días lo tendrá. — ¿Alex? —pregunté—. ¿Alex? — Listo, ¿qué me decías? Oh claro… estaba trabajando. — Que esta noche vienen los chicos a cenar… ¿quieres venir? — Hm… ¿sólo ellos? — Sin novias.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 96 — Eh… no lo sé Adam, ¿no es una “cena de solo chicos”? Los estoy invadiendo, y realmente no me gustaría invadirlos. — Para nada, a las nueve de la noche te quiero en casa. Iré a buscarte. Corté la comunicación sin dejar que dijera otra palabra, supe que había lanzado algún insulto al celular cuando le corté. Me levanté del sillón en el que estaba acostado y miré la hora del celular, mejor me ponía a acomodar el departamento. Después de todo, los chicos ya lo conocían, pero era la primera vez de Alex.

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Capítulo 13 Media hora antes del horario que le había establecido a Alex me encontraba de camino a “Painting Flowers”, ella no tenía auto y no iba a dejar que viniera en un taxi. ¿Para qué están los mejores amigos con auto, si no pueden pasarte a buscar? Toqué la bocina para indicarle que había llegado. La vi salir cerrando todo tras de sí y apretando el gorro que llevaba. El frío era leve pero siempre había sido demasiado exagerada al momento de usar gorros. — Te odio —dijo entrando al asiento de copiloto y abrochando su cinturón de seguridad—. ¡Ni dejaste que fuera a cambiarme! — Hola Alex —besé su mejilla—. Estas bien así. Puse en marcha el auto y escuché como bufaba, luego estiró la mano y cambió la estación de radio. Trataba de que su presencia a mi lado no me distrajera, aunque era un poco difícil. A los pocos minutos nos encontrábamos en la puerta de mi departamento. — Adelante —dije cordialmente y ella rio—. Hey, estoy tratando de ser amable. — Sí claro ¿gracias? —largó una nueva carcajada. Entró a mi departamento con una sonrisa y dejó su bolso en un sillón. Dio una vista rápida por las cosas que se encontraban a nuestro alcance y sonrió con orgullo. — Es genial Adam… te felicito. Estas viviendo en un pent-house.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 98 Los ojos le brillaron un poco, y yo asentí a sus palabras. El timbre sonó antes de que pudiera decir algo. — Voy a atender… seguro son los chicos. Mi casa es tu casa Alex. — ¿Puedo poner algo de música? —puso cara de perrito y no pude evitar asentir—. ¡Genial!

Me acerqué al portero eléctrico para ver si eran los chicos, la pequeña pantalla me mostró a mis cuatro amigos con bolsas. — ¡Adam! —Canturreó Nolan por el intercomunicador—. Necesitamos una mano aquí abajo… — Hum… ya bajo. Fijé mi vista unos segundos en Alex que conectaba su celular a mi aparato de música, demasiado perdida en sí misma como para prestarme atención. — Tengo que ayudar a los chicos — Bueno —dijo sin mirarme. Salí por la puerta de madera para encaminarme a donde los chicos me esperaban, el lobby del edificio. Me sorprendí de que el guardia de seguridad del lugar no los hubiera dejado entrar todavía. — Eso fue rápido —dijo Jeff riendo—. Seguramente oliste la cerveza. Y nuestro amigo Harrison aquí no quiso dejarnos entrar. — Estamos cambiando la política del lugar señor Adam. No sabía si ellos habían sido invitados o no. Y vi rondar a algunos paparazis, podrían intentar ingresar también. Asentí hacia Harrison, y luego miré a mis amigos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 99 — No hay problema Harrison, haces muy bien tu trabajo… Bajé rápido porque no quería hacerlos esperar —en realidad no quería hacer esperar a Alex—. ¿Qué llevo? Me miraron con sospecha para luego entregarme dos bolsas y caminar hasta el ascensor. — Muero de hambre ¡maldito ascensor! Podría ir un poco más rápido, ni que el pent-house fuera tan lejos. — Siempre estas muriendo de hambre Nolan —dijo Shaun riendo. El ascensor frenó en mi puerta y la música comenzó a sonar a todo volumen. Una canción movida y de una banda que no conocía, probablemente de las listas de reproducción de Alexia. Eso había acelerado el proceso de decirles a mis amigos que había invitado a mi pequeña mejor amiga… a nuestra noche de chicos. — ¿Qué estas escuchando Adam? —preguntó interesado Jeff. — Eh… ¿yo? Myles abrió la puerta, dejando ver a la colorada de pelo corto tirada en el sillón cantando a coro con la canción, a los gritos mejor dicho. — ¿¡Alex!? Nolan llamó su atención haciendo que ella diera un salto en el sillón, bajó rápidamente el volumen algo avergonzada. ***

Alexia

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Grant Lorna / Painting Flowers / 100 Bajé el volumen de golpe avergonzada de que me hubieran escuchado cantar desaforadamente, me miraban con expresiones divertidas, que me daban ganas de cavar un hoyo y tirarme en él. Pasé una mano por mi cabello tratando de calmarme, e intenté hablar de forma tranquila y normal, no como si segundos antes hubiera estado cantando a los gritos en una casa que no es mía. — ¡Hola chicos! Lamento que tuvieran que escucharme cantar. De seguro hay un daño permanente en sus oídos. — ¿No que era una noche de… —Adam le tapó la boca a Nolan. Largué un alarido. — ¡Lo sabía! Voy a matarte Adam. Le dediqué una mirada asesina a Adam, me había mentido y a lo grande. ¿Era noche de chicos? Y yo estaba metida allí, invadiendo lo que sea que fueran a hacer. Myles largó una carcajada y Jefferson se acercó a mi lado, pasando un brazo por mis hombros. — Pequeña Alexia — Soy más grande que tú Jefferson. — Jeff, y no importa, Adam nos contó que estabas enferma ¿estas mejor? — Eh… sí… pero no quería interrumpir su noche de… chicos, ya saben… puedo irme. — ¡Nada de eso! —Dijo Shaun—. Eres más que bienvenida a nuestras noches. Su sonrisa hizo que pusiera los ojos en blanco. Me había sonado a “no nos afecta tu presencia” o a “haremos una excepción porque Adam nos dijo que estabas enferma”. — Como digan ¿tantas cervezas?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 101 Traté de reír un poco, aunque todavía me sentía algo incómoda y fuera de lugar. “Invadiendo”. Adam se encogió de hombros como si fuera una rutina suya, sostenía una bolsa con varias cervezas y otra con snacks.

***

— ¿Póker? —preguntó Myles. El rubio había agarrado un mazo de cartas de una mesa. Nolan bufó junto a mí. Estiré mis piernas en el suelo. Me sentía entumecida y jugar al póker no era lo que quería. — Prefiero la Xbox —dijimos a coro. Largamos una carcajada que parecía practicada, me sentía bien de tener a alguien de mi lado. Nos encontrábamos en el juego de sofás que tenía Adam en el living frente a un televisor, luego de que prácticamente nos devoramos la cena y las latas de cerveza decoraban todo el suelo alfombrado. — Bien, voy a buscar los juegos —dijo Jeff levantándose. Adam apoyó una nueva lata vacía al suelo y cerró los ojos durante unos segundos. Todas sus facciones se relajaron, y pude notar como la pequeña entre sus cejas desaparecía por un momento para luego volver a formarse, estaba pensando en algo y en cualquier momento lo haría público. “Demonios, hasta en este estado de total ebriedad es hermoso.” “¿qué?” me reproché a mí misma por estar pensando en Adam y sacudí la cabeza para enfocarme en otra cosa. Como en el esmalte de mi uña pequeña que se estaba comenzando a salir. — Grupos —Adam abrió de repente los ojos y habló de manera clara.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 102 — De tres — Nolan me miró—. ¿Alex conmigo? — ¡Claro! —Sonreí y me senté a su lado. Adam se paró rápidamente y se tiró a mi lado, imponiendo que él estaba también en nuestro grupo. “Bien… estoy en el grupo de Adam y Nolan. ¿Qué puede salir mal?”

— ¡Apestan! —grité arrebatándole el control a Adam que reía—. No puedo creer que sean tan malos, y eso que ¡yo soy un desastre! Ahora ¿contra quién? —pregunté y le di un sorbo a mi lata. El estar pasando tanto tiempo con Stereo Faces había hecho que yo volviera a algunos de mis viejos y olvidados hábitos. Myles se levantó del suelo y se puso a mi lado, frente al sensor de movimiento. — Voy yo pelirroja —guiñó un ojo—. Voy a ser amable. Levanté ambas cejas y asentí para luego sacarme el buzo. Quedando en mi remera de Minnie Mouse favorita. Me estiré un poco, había veces que podía ser demasiado competitiva, incluso si no fuera buena jugando. Nunca había creído en eso de ‘lo importante es pasarla bien’. No, yo sólo quería ganar, más en un juego de pelea. — Me alegra saber eso —dije—. Porque voy a patearte el trasero… sin amabilidad. Le dediqué a Myles una sonrisa competitiva y escuché como los chicos silbaban y reían. — ¡Esa es mi chica! Adam habló llamando la atención de nosotros cinco. Algo en mi interior revoloteó. Juré que era la cerveza. ‘Mi chica’ ¿soy su chica? OH POR DIOS. Mi mente reprodujo un sonido extraño haciéndome sonreír levemente.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 103 — Una apuesta de último momento —El rubio a mi lado agitó su mano en el aire y lo miré atenta. — Habla. — Si gano besas a Adam y si tú ganas besas a Jeff. — ¿Yo que tengo que ver? —Preguntó Jefferson. — ¡Eso! —gritó Adam. — ¿Y por qué soy yo la que tiene que besar a alguien? ¿No debería ser que si yo gano tú deberías ser el que besa a Jeff? Myles me miró confundido, había hecho dos preguntas juntas cuando su ebrio estado sólo aceptaba una. Negó rápidamente. — Eres la mujer aquí. — ¿Y eso? — O vamos Alex, es diversión. Sana diversión. Lo miré durante unos segundos y asentí. Después de todo, no era como si a mí me molestara besar a alguien ¿qué podría salir mal? — Acepto.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 104

Capítulo 14 No entendía la razón por la que había aceptado la estúpida apuesta de Myles, ganara o perdiera tendría que besar a alguien. Mi jugador cayó al suelo haciendo que gritara, y mirara boquiabierta a la pantalla frente a nosotros. Había perdido. Perdí. Tengo que besar a Adam. Perdí. Jeff se veía bastante aliviado. PERDÍ. PERDÍ. En Fighters Uncaged mi juego favorito. Perdí. — ¡Perdiste! —gritó Myles haciendo eco en mi cabeza. Los chicos, excluyendo a Adam que miraba todo con atención, comenzaron a reír. Seguramente por la expresión de sorpresa y furia en mi rostro. Odiaba perder. — Perdiste Alex —habló Jefferson haciendo bailar sus cejas. — Ya sé que perdí, ¿no quieren hacer un cartel luminoso también? ¿O unas remeras que digan “Alexia perdió en su juego favorito”? —Hablé con sarcasmo y puse los ojos en blanco para mirar a Adam—. Ad —él me miró—. Levántate. Tengo que cumplir con una apuesta. Adam se paró de golpe y abrazó mi cintura, para que en un rápido movimiento nos estuviéramos besando… desesperada e intensamente podría decir. Bajó las manos para dar con mis muslos y alzarme, obligándome a rodear su cintura con mis piernas para no caer. “Claro…no caer.” Había cerrado los ojos al primer momento del beso y eso había provocado que me desconectara por completo y sólo respondiera de forma física. Dejé que la lengua de Adam desatara una batalla con la mía y abracé un poco más su cuello, estaba disfrutando esto.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 105 — ¡Bueno, bueno! El grito de Myles hizo que me separara de Adam, pude ver como abría los ojos y sonreía. Luego relamía sus labios y me miraba fijamente, pude sentir los colores en mi cara. — Listo… — Debería haber hecho que ganara —dijo Jeff con gracia y me guiñó un ojo. — Ni sueñes Jeff —pronunció Adam y apretó su brazo en mi cintura—. Ni sueñes. Esto ya era raro. Adam había enterrado su cara en mi cuello y daba pequeños y cortos besos a lo largo de éste. Me estremecí. ¿Qué estaba tratando de hacer? — Distancia Garwood —dije tratando de sonar graciosa. Pero solo soné como una estúpida enamorada y débil. El de los ojos azules me miró confundido y asintió.

***

Era agua lo que me había caído encima, y estaba helada. Iba a matar al que me hubiera mojado. Abrí los ojos asustada, y congelada, para encontrarme con la mirada profunda de Nolan. Y las sonrisas de los demás. Giré sobre mi cuerpo y caí al suelo con Adam encima. — Maldición ¿me lo sacan? —pedí ahogada, el peso de Adam era superior al que soportaba. — Claro Alexia —Myles y se agachó para levantar a Adam—. No podíamos despertarlos. — ¿Y tenían que mojarnos? —Adam con la voz ronca y dormida. Algo revoloteó en mi interior y mi corazón comenzó a latir con rapidez “¿Qué mierda? ¿Soy una estúpida adolescente enamorada otra vez?” Tomé una bocanada de aire para guardar control.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 106 — Alex —lo miré y me estaba estirando la mano—. Te estoy hablando. — ¿Eh? — Está dormida —ese fue Shaun—. Hice café para la resaca… o para los que no pueden despertarse. Asentí mientras me sentaba en el sillón en el que antes había estado durmiendo. Bostece y luego me tiré boca abajo. Adam rio a mi lado y pude sentir como se acomodaba junto a mí, pegando su cuerpo contra el mío. — Creo que estas un poco… dentro de mi espacio personal —dije con la cara en el almohadón—. Y es la mañana Adam. — ¿Y es la mañana? —preguntó confundido. Escuché como Jefferson había largado una carcajada, seguramente había entendido lo que quise decir. Me estaba empezando a sentir un poco extraña junto a él, y él no se daba cuenta. No sabía si quería reír o lloriquear. — Es la mañana Adam —dijo resaltando la palabra. — Sigo sin entender. Despegué la cara y lo miré fijamente. El azul de sus ojos era mucho mejor cuando recién se despertaba. Mierda que lo quería. — Adam cariño —traté de sonar amable—. Es la mañana y eres un hombre, me gustaría ser propietaria de mi espacio personal. —señalé hacia abajo, donde un par de boxers lo cubrían—. Estas presionando mi cadera. — ¿De qué me estás hablando Alexia? —sonrió de lado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 107 Tenía que estar haciendo un chiste si no se daba cuenta. Podría levantarme de golpe y hacerlo caer, o simplemente no hacer nada. Jefferson interrumpió la dirección de mis pensamientos con una fuerte risotada. — ¡Tarado! —Le grité a Adam—. No te pases de listo. Vamos, muévete. — ¿Escuché que Adam era listo? —Ese era Myles—. ¿Qué pasó? Se sentó encima de mis piernas, haciendo que gritara por el peso, y encendió la TV. ¿Qué estos chicos no entendían que a una persona no le gusta que la molesten de esta forma cuando apenas se despierta? ¿Cómo podían vivir con ellos mismos? — Oh nada, digamos que recién me despierto y me gustaría que Adam me devolviera mi espacio personal, o mi cadera por lo menos. — Amigo —dijo Myles sonriendo—. No es bueno eso… hay otros lugares en los que podrías… — CIERRA LA BOCA MYLES, CIERRA LA BOCA —abrí los ojos como platos y sentí que mi cara ardía. Necesitaba irme. Traté de levantarme pero el peso de Myles en mis piernas era demasiado y ahora Adam se había girado para estar frente a mí. — ¿Te molesta? —preguntó con picardía. Lo miré mal para intentar levantarme nuevamente, creando más fricción, tuve que aguantar la respiración, había pasado tiempo. Se apretó más a mí haciendo que comenzara a reír cuando una de sus manos viajó directo al costado de mi cuello en el que tenía cosquillas. — ¡NO! —grité—. Ni lo pienses. Myles y Jeff largaron varias carcajadas para luego ir directamente a la cocina dejándome luchando con Adam, para que no me hiciera cosquillas. Aunque cedería en cualquier momento.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 108 — Muévete Adam. –dije nuevamente. — Si eso es lo que quieres, me moveré. Su voz había sonado demasiado ronca para mí gusto, como con un significado diferente detrás de esas palabras. Abrí la boca sorprendida por el doble sentido. — No puedo creer lo que dijiste —dije y no pude evitar largar una carcajada. — ¿Qué dije? —pensó un segundo—. No, no lo quise decir así… ¡Alexia! —dijo y se unió a mi risa. No sé por cuanto tiempo estuvimos tentados en el sillón y tampoco sé cuándo fue que dejamos de reír y nos miramos fijo. Iba a decir algo, pero sólo salió un susurro inentendible que no me dejó ni terminar ya que me estaba besando con dulzura. ¿Me estaba besando con dulzura? ¿Y eso cómo era posible? No… era un error. Adam no podía estar besándome con dulzura. Claro que no. “Al carajo todo” pensé cuando cerré los ojos y me entregué por completo a la boca de Adam. Se movió un poco para hacer que sus manos se apoyaran sobre el sillón y que yo quedara debajo de él, tendida. Llevé mis manos a su cuello y jugué con los rulos que había en su nuca, sintiendo como sonreía en el beso. Se separó un poco para respirar y luego volvió a mi boca, ahora una de sus manos estaba debajo de mi remera acariciando mi espalda baja, me arqueé un poco a su tacto y cuando sentí que se iba a separar profundicé el beso. El ruido de una taza que se hacía añicos hizo que nos separáramos. — Adam va a matarte.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 109 La voz de Nolan sonó solemne, Adam me miró durante unos segundos con una sonrisa y luego se inclinó para besarme cortamente. Se levantó de golpe y estiró su mano para que la tomara, me levanté a su lado, ignorando su mano. — ¿Qué rompieron? —dijo obvio. — Una taza… era horrible. —pronunció Jefferson. — Como digan —los miró durante unos segundos y luego me miró a mí. Sentí como mis mejillas ardían otra vez. Me darían un premio por las mejillas que arden—. Me interrumpieron… así que adiós amigos. Abrí los ojos de manera exagerada y pasé una mano por mi cabello llevándolo todo para atrás. ¿Les había dicho que lo habían interrumpido? Mi respiración falló durante unos segundos. — ¿Los interrumpimos? —Myles levantó una ceja—. Parece que lo de ayer fue un empujón — guiñó un ojo. Me atoré en mis propias palabras y comencé a morder el interior de mi mejilla de manera nerviosa. — Yo eh… yo… tengo que… eh… —balbuceé. — A nadie le importa —me dijo Nolan riendo—. Nos vamos, nos vamos. Adam vamos a mandarte esas cosas por mensaje. Estate atento. — Claro, adiós chicos. — Adiós Adam, Alex —dijeron a coro. Los saludé con la mano todavía parada en la cocina, confundida por todo. Cuando escuché que la puerta se cerró me encontré bajo la mirada de Adam. Una sincera sonrisa se deslizaba por sus

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Grant Lorna / Painting Flowers / 110 labios, haciéndome sentir aún más nerviosa, y no podía seguir mordiendo en interior de mi mejilla o sangraría. — ¿Qué? —pregunté pestañeando nerviosa. — ¿Sabías que eres hermosa? Me congelé. “¿Me había dicho hermosa?” Adam, la estrella de la banda pop del momento, mi mejor amigo, mi primer amor imposible, me había dicho que era hermosa.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 111

Capítulo 15 — ¿Qué? Adam se acercó un poco más y mordió su labio inferior, luego rio suavemente. Pasó sus manos por mi cintura y me atrajo a su cuerpo. — Te pregunté si sabías que eras hermosa. — ¿Era? —dije tratando de no desmayarme. — Lo eres. Muy. Y sexy también. Largué una pequeña risa. Hermosa y sexy, eso era algo que definitivamente no escuchaba todos los días. ¿Podría hacerlo que firmara por lo que había dicho? — ¿Y todo esto a que se debe? —Levanté una ceja y desvié la mirada. Llevó su rostro a donde mi mirada se había ido, entrando en mi campo visual. Me hacía sentir tan nerviosa como el día que ingresé a la escuela. — A que me encanta besarte. El aire que había en mis pulmones escapó. Si seguía hablándome así terminaría matándome. — ¿A-a-ah sí?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 112 Asintió. Llevó una de sus manos a mi flequillo y lo peinó con sus dedos. Delineó algunas pecas de mis mejillas y luego subió para acariciar el puente de mi nariz y bajó un poco más para tirar de mi labio inferior, el cuál no me había dado cuenta que estaba mordiendo. — Sí —dijo seguro—. ¿Alguna vez te dije que me encanta tu flequillo recto? —miró detenidamente mis ojos y negué—. Bueno… siempre fui un tarado. Reí. — Bueno, eso es verdad. —Me removí dentro de su abrazo de un solo brazo y suspiré—. ¿Por qué te fuiste? —susurré. “¡Bravo Alexia, bravo! Sí que sabes cómo arruinar un hermoso momento con el amor imposible de tu vida. ¡Bravo!” Adam se tensó un poco para luego suspirar y bajar la mirada. Me arrepentí de inmediato de haberlo preguntado, pero ahora no me retractaría, ya había comenzado. — Te extrañé —susurré y golpeé con suavidad su pecho con un puño cerrado—. Te extrañé demasiado y te necesitaba… y desapareciste. Me sentía tan frágil frente a él, luego de todo este tiempo. No quería llorar, pero las lágrimas se acumularon en mis ojos. Adam me miró durante unos segundos y pude ver que sus ojos estaban rojos. — Yo también te extrañé Alex, pero… tenía que irme. Lo miré colérica, esa no era una respuesta válida, estaba siendo egoísta lo sabía, pero él era la única persona que yo había necesitado cuando mi padre se enfermó y simplemente… no estaba. No estaba ni para molestarme, o escucharme llorar o simplemente contarme sus problemas. No estaba en absoluto.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 113 — ¿Tenías? —Dije apretando los dientes—. ¿Tenías? — Sí —susurró dolido. — ¿Por qué? —Mi voz fue dura. Ya no me preocupaba por ser sutil, quería respuestas, había pasado cinco años sin saber de él y ahora quería respuestas. — Alex… problemas… tuve problemas. — ¡Y no podías contárselos a tu mejor amiga! —grité y me separé por completo de él. No iba a decir una palabra, lo conocía. Y esa pequeña arruga encima de sus cejas me decía que lo estaba pensando, pero que no iba a decirme una sola palabra. Caminé furiosa hasta el sillón en donde había dejado mi bolso y mi buzo, me lo puse y tomé el bolso. Busqué el gorro dentro de él y la pequeña bufanda, colgué mis auriculares en mi cuello torpemente y giré para encontrarme con Adam mirándome confundido. — ¿Qu-qué haces? —preguntó. — ¿Qué te parece que hago? Me voy Adam. Se acercó y tiró de mi bolso para tirarlo al sillón nuevamente. Mi respiración se había vuelto pesada y mi corazón latía con furia. Quería salir de ahí, quería perderme y no volver a verlo en mi vida. — ¿Qué haces? —pregunté demasiado enojada como para ver que él ya se estaba moviendo frente a mí. Tomó mi rostro entre sus manos y me besó.

***

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Grant Lorna / Painting Flowers / 114

Adam La besé furioso, podía sentir como las lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas. Maldita sea, odiaba llorar. Pero no podía contarle todavía, me dolía remover esa parte de mi pasado. Alex me devolvió el beso algo confundida y enojada, pero rápidamente puso sus manos en mi pecho y me alejó. — Perdón —dije y abracé su cintura. Me estaba aferrando a ella físicamente. Algo que no tardaría en notar y se marcharía. — ¿Por qué Adam? ¿Por qué no contarme? La miré, perdiéndome en el celeste y verde, y dejé escapar un suspiro, lo único que me demostraban sus ojos era furia y tristeza. Sacudí mi cabeza para eliminar la culpabilidad que estaba sintiendo y luego apoyarla en su hombro. — No puedo Alex, perdón. Sentí como respiraba de manera ahogada. No iba a irse, no podía dejarme así. “¿Dejarte así? Puede hacerlo.” Sí, pero no quiero que lo haga. — Adam —dijo con la voz entrecortada—. ¿No confías en mí? —Asentí en su hombro—. ¿Y entonces? Las lágrimas de Alex comenzaron a caer en mi frente, maldita sea la estaba haciendo llorar. Apreté mis brazos en su cintura y escuché como daba pequeños sollozos y espasmos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 115 ¿En qué momento nos habíamos vuelto en dos llorones? No lo sabía, pero sí sabía que ahora estábamos conteniéndonos mutuamente. Ella no sabía por qué me contenía y yo sí. Me había extrañado tanto como yo. Pero… todavía no podía contarle lo que había pasado. No era el momento.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 116

Capítulo 16 Una vez que los sollozos de ambos se calmaron ella fue la primera en separarse y limpiarse las lágrimas. Tenía la cara hinchada y colorada, los labios fruncidos en una mueca de dolor, que solo anhelaba borrar con besos. — Tengo que irme Adam —susurró—. De verdad tengo que hacerlo. Necesito irme. — Alex, quiero que te quedes. Me miró y negó, acomodó el gorro negro sobre su cabello y pestañeó varias veces para luego acercarse y abrazarme por el cuello. Depositó un beso ahí y se separó. — Nos vemos. No pude decir nada ya que había tomado su bolso y cerrado con rapidez la puerta. Dejándome allí parado, mirando el vacío que había dejado. Mi celular sonó y tardé en reaccionar. Un mensaje de Nolan saltó en la pantalla:

Nolan: “Fue fácil, hay varios lugares que se pueden usar para hacer una presentación… y son buenos. Ahora solo tienes que conseguir algún trabajo de ella para confirmar el alquiler del lugar… después trasladaríamos todo.”

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Grant Lorna / Painting Flowers / 117 Tan sólo tenía que conseguir una pintura de Alex para llevarla a la confirmación, lo cual sería complicado dado lo que había pasado recientemente. Pero la semana entrante iríamos a Los Angeles al estudio para grabar algunas cosas nuevas, y se me había ocurrido planearle una sorpresa a Alex para que fuera más conocida en el mundo del arte.

***

Di vueltas por la casa en la forma de arreglar las cosas con Alex, sabía que su forma de decir “nos vemos” significaba que no me quería ver por los siguientes días, pero no podía estar lejos de ella por tanto. La había recuperado y perdido, todo al mismo tiempo. — No sé qué hacer Tom —dije a mi hermano por teléfono y golpeé mi cabeza contra el sillón. — Adam sabemos cómo es Alex… o por lo menos tú lo sabes. ¿Cuánto puede durar enojada? Un día… dos. — Esta vez me sonó a más tiempo… no puedo contarle. — Oh vamos, sí que puedes hacerlo. No es tan complicado… es doloroso lo sé, a mí también me duele, y me animaría a decir que a mí me afecta más. Pero en algún momento se lo tendrás a que decir. Es tu mejor amiga Adam. — No si sigo de esta manera ¿la voy a perder? — Esta más que claro que si no se lo cuentas pronto, sí. — No quiero perderla Tom —susurré. — ¡No me vengas con lágrimas Adam! ¿Siempre fuiste tan tarado? Quiero decir —se aclaró la garganta y supe lo que me diría—. ¿Cómo fue que en la secundaria no te la tiraste? —rio.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 118 — Porque no quería solo eso. Lo sabes estúpido. — Cuanto amor, apesta Adam —me dijo—. Dale un día… y llámala. O llévala a cenar y trata de arreglar las cosas. A las chicas les gustan esas cosas. — Eres de mucha ayuda —dije con sarcasmo—. Adiós Tom. — ¡Cuando quieras, soy el dios de las mujeres! Adiós Adam. Mi hermano cortó la comunicación y dejé que un suspiro escapara de mi cuerpo. Me levanté de golpe y caminé hasta el baño para darme una ducha. No podía esperar hasta mañana, la llevaría a cenar. Hoy.

***

Alexia ¿Por qué no podía contarme? Me dolía, verdaderamente me dolía. — Alex ¿podrías calmarte? Mañana va a estar todo mejor. Relájate, toma una ducha y… no lo sé come helado. — Siempre tan dispuesta a ayudarme Nimerya —dije esmaltando las uñas de mis pies—. Estoy enojada… pero a la vez no. — Es Adam nena, nunca podrías estar furiosa. — Dije enojada, no furiosa… — Lo que sea, deberías hacer lo que dije. Todo va a solucionarse. ¿Pensaste en venir?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 119 — La verdad no —dije suspirando—. No sé Nime… es complicado, de repente irme a Los Angeles… — ¡Será divertido! Conocerías, podrías visitar a varios artistas, aunque eso no sería conveniente dado tu historial con los británicos y… ¿en una semana vas a tener algún plan? Claro que no vas a tener planes. Te quiero acá Alexia. — Voy a pensarlo. Lo prometo. Mi amiga resopló del otro lado de la línea y hasta había sonado de una forma norteamericana. Su acento británico siempre había sido desastroso, el norteamericano era lo que corría en sus venas. — Como sea Alex. Toma una ducha y come un poco de helado, y no lo sé mira algo nuevo en Netflix, lo que sea que funcione para no recordar a Adam. Te quiero ¿sí? — Sí, yo también lo hago. Adiós Nime. — Adiós Alex. Tiré el teléfono a la cama y dejé a un lado el esmalte. Miré el desorden que tenía en mi habitación y me levanté. Tratando de no golpear nada con mis pies me dediqué a acomodar las cosas. Tenía que despejarme de alguna forma, más allá de las recomendaciones de Nimerya, y como mi departamento daba asco me dediqué a él. — Listo —dije mirando el orden—. Vas a durar tan poco. Caminé hasta la cocina para verificar que tuviera algo de helado en el congelador y sonreí al ver el pequeño pote de Ben & Jerry’s sin abrir. Tomé una toalla del armario y fui en dirección a darme una ducha, tal vez Nimerya tenía razón y se me pasara más rápido.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 120 La bata de color rosa pastel era perfecta para una noche de películas, por lo que me acurruqué frente al televisor con el pote de helado en mis manos y cuando puse Play en “She’s all that” el timbre sonó. — Maldito sea el vecino que viene a joder ¡No es horario para pedir lo que sea que vengan a pedir!—dije en voz alta. El timbre sonó de forma insistente. Caminé con la cuchara en mi boca hasta la puerta y la abrí de un tirón, esperaba encontrarme a algún vecino con una taza en su mano diciendo algo estúpido como “no tengo azúcar” pero no. Adam estaba parado en la puerta de mi departamento, vestido todo de negro, para nada estrella pop, y con una sonrisa culpable en su rostro. Levanté una ceja y saqué la cuchara de mi boca. — ¿Qué haces aquí? —dije con dureza. — ¿Vamos a cenar? —sonrió. Lo miré durante unos segundos y luego llevé la cuchara al pote, saqué un poco de su contenido e hice que volviera a mi boca. Giré sobre mis pies y cerré la puerta en la cara de Adam. Esa sería una respuesta suficiente.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 121

Capítulo 17 El timbre siguió sonando durante veinte minutos, haciendo imposible que yo viera la película, incluso cuando subí el volumen. — No voy a abrirte Adam. — Voy a quedarme aquí afuera hasta que decidas abrirme. Me encogí de hombros y me acurruqué otra vez. Pero tuve que volver a la puerta y abrir, Adam tenía una sonrisa plantada en su rostro. — Si quieres puedo comprarte más helado… Su sonrisa me compró y largué una pequeña carcajada, pero seguía enojada. — Entra idiota, te odio, pero… el helado es bueno. Espero por lo menos cinco potes. Adam entró al departamento con cuidado, dio un vistazo rápido a mi vestimenta y a la sala donde reparó en la película. Luego de eso pasó una mano por su cabello. — No te sientas culpable, era solo para calmarme un poco. No tiene nada que ver contigo. — Alex de verdad lo siento. — ¿Viniste a disculparte otra vez? Porque si es así, te voy a decir que mejor te vas. Abrió sus ojos de manera exagerada. Y yo sólo levanté una de mis cejas. — No… no, venía a arreglar las cosas y quería que fuéramos a cenar… — El helado va a ser mi cena. — Alex —arrastró las palabras—. ¿Podemos ir a cenar, comida elaborada?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 122 — El helado es elaborado —sonreí con sarcasmo. — Quiero llevarte a cenar… ¿sí? Lo miré fijamente hasta el punto que se removió un poco incómodo en su lugar y luego giré para ir hasta mi habitación. — ¿Eso es un sí? —sonó feliz. — Tengo que cambiarme. Y no me voy a poner bonita.

***

Me moví incómoda en la silla, Adam me había traído a un restaurant que me hacía sentir una marginada social. Una chica que pintaba para ganarse la vida no encajaba en este lugar. — ¿Estás bien? —dijo sonriendo. — ¿No podíamos simplemente ir a un Burger King? Venden hamburguesas vegetarianas — susurré y él se rio. — No, porque quiero que nos reconciliemos a lo grande. Largué una carcajada que hizo que algunas personas se giraran a mirarme. Me sentí intimidada. ¿Estaba mal que me riera de esa forma? — ¿Reconciliemos? —pregunté y asintió—. Solo… nos peleamos por una estupidez. — Sabes que no es así —entrecerré mis ojos—. Pero igual te quería proponer una cosa… “¿Ser tu amiga con derechos? Oh claro, me encantaría Adam. Sí que felicidad.” Pude verme a mí misma como una estúpida adolescente enamorada. Golpeé con disimulo mi estómago para calmar a las mariposas. Sí, les había puesto nombre: mariposas.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 123 — ¿Qué cosa? —soné segura y firme. — En una semana —mi sonrisa se desvaneció. No iba a decirme si quería ser algo más que una amiga. Me contaría que se iría, otra vez—. Viajamos a Los Ángeles y queríamos, bueno quería, quería saber si te gustaría ir con nosotros y llevar algunas pinturas. Ya sabes… — ¿Qué? —pregunté anonadada—. ¿Qué los acompañe a LA y mis pinturas para…? — Una presentación ¿es muy estúpido? En realidad era una sorpresa pero sé que no te gustan las sorpresas y también sabes que yo no sé guardar sorpresas. — ¿Si acepto vas a cerrar la boca? —asintió—. Acepto, y gracias. — ¿Aceptas? Oh por Eywa, esto es genial. Lo miré aguantando la risa. ¿Había dicho ‘Oh por Eywa’ en vez de ‘oh por Dios’? ¿A caso era algún tipo de nerd de AVATAR? Un sonido, para nada normal, como de un gato a punto de escupir una bola de pelos salió de mí, haciendo que me mirara con los ojos bien abiertos. — ¿Qué? — ¿Acabas de decir ‘oh por Eywa’? —pregunté riendo y vi cómo se ponía colorado. — Eh sí ya sabes… de AVATAR. Largué una carcajada, más discreta que la anterior, y le di un sorbo a mi bebida, era adorable, era una estrella del pop nerd y adorable. — Eres tan raro que pasas a ser adorable —dije riendo. — Oh porque tú no dices cosas como ‘Yoda me lo dijo’ —negué—. ¡Claro que lo haces! Oh y eso… de ‘las barbas de Merlín’. — ¡Claro que no! Ya no… —reímos al unísono y las miradas de varias personas se posaron en nosotros—. Ok, ok. Lo acepto, somos raros.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 124 Recordé que en mi adolescencia solía utilizar esas expresiones con frecuencia, como si fueran mi marca personal al hablar. Pero vamos, Star Wars y Harry Potter habían marcado mi vida, me era imposible no hacer chistes con eso. — ¿Quieres ir por ese helado? — ¿No tienes frío para helado? —una sonrisa tiraba de la comisura de sus labios. — ¿A quién le importa? Sé que amas comer helado incluso si afuera está nevando Alexia, vamos, hay que festejar que vas a ir a LA. Asentí aguantando la risa por la mirada, horrenda, de una señora. Esta gente necesitaba una dosis de relajación y diversión. Pero yo no era la persona que se los daría, claramente no.

*** No había demasiado lugar para estacionar el auto así que deberíamos caminar un poco hasta una heladería en el centro de Londres cercana a su departamento. Al bajar rozó su mano con la mía, lo miré algo confundida y comencé a caminar. — Toma mi mano Alex —dijo riendo. — ¿Por qué? Negó riendo para luego encogerse de hombros. Retiró su mano pero se apresuró a caminar a mi lado, y su muñeca apenas desnuda rozó la piel de la mía. Una mínima corriente eléctrica hizo que me separara y que él me mirara sorprendido. Mi corazón latía con fuerza y las estúpidas mariposas hacían una fiesta en mi estómago. Si siguen así, vomitaría y no sería agradable.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 125 — Me diste… —se aclaró la garganta y clavó sus ojos azules en mí—. Me diste corriente. O fue un escalofrío o… —me miró y se quedó callado. ¿Él también lo había sentido? ¿O tan solo había sido el típico choque eléctrico de dos cuerpos al rozarse? Pero, maldita sea que las mariposas en mi estómago no decían eso… y él, él lo había sentido también. Pude sentir como los vellos de mi brazo se erizaban. ¡Por las barbas de Merlín! Él también lo sintió.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 126

Capítulo 18 Adam Me quedé parado frente a ella, tratando de descifrar que lo que había sucedido. Me miraba a la espera de algo y sus ojos estaban esperanzados. Eso sin duda había sido corriente. Pero no de esas que se sienten cuando chocas con cualquier persona. Esta era de esa corriente que va directo a la espina dorsal y luego punza en el corazón. Era ese tipo de corriente que había sentido en la secundaria cada vez que, por alguna razón, rozaba a Alex. — ¿Adam? —llamó con suavidad y la miré—. Eh ¿también eh, eso? La forma en la que titubeó me hizo sonreír y acercarme un poco, hasta que nuestros cuerpos estuvieron a centímetros. — Me diste corriente Alexia —dije con una sonrisa y ella me miró confundida. — Oh… eh… eso… tú… a mí. Digo, me diste corriente. —su voz ahora era más segura. — Sí claro —me miró mal—. Dejémoslo pasar ¿te parece? No, di que no Alex. Y juro que voy a besarte contra esa pared hasta que no haya más aire. Sentí una pulsación en mis boxers. Maldita sea. La esperanza de sus ojos se desvaneció, y volvieron a estar de su color vivo y para nada apagado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 127 — Claro… ¿vamos por ese helado? Creí haberte dicho que quería cinco potes. —guiñó un ojo y luego comenzó a caminar en dirección a la heladería. Respiré varias veces para calmarme y luego troté para llegar a donde ella estaba. Tiré con suavidad de su brazo e hice que girara para besarla, mordí su labio inferior al separarnos y ella relamió sus labios para luego abrir los ojos. — ¿Qué… —comenzó a decir. — Shh —dije y vi cómo me miraba sorprendida—. Shh. —repetí para bajar la cabeza y volver a besarla. Escuché como reía, muy en el fondo sabía que odiaba que la callaran y probablemente se enojara muy poco por eso, pero me respondía al beso, y cuando estaba por entrelazar sus brazos en mi cuello me separé. Busqué su mano y entrelacé nuestros dedos. Se sentía bien. La corriente eléctrica se disipó por mi cuerpo, pero no me aparté. Y no dejé que ella se apartara.

***

Alex Miré de reojo a Adam quien caminaba a mi lado y no pude evitar sonreír. Escuché un agudo grito detrás de nosotros y giré, dos chicas estaban mirando a Adam, como si fuera una especie de Semi-Dios o algo así, y sonreían abiertamente.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 128 — ¡Aaaadam! —Gritó una. Su voz sonaba excesivamente aguda, de esa que es forzada, y vi como enredaba un rizo rubio en su dedo. ¡Oh vamos! Chicas, de verdad necesitan nuevas tácticas si creen que Adam es de esos que babean por el truco del rizo en el dedo. Adam giró, sin soltar mi mano, y le sonrió a la chica. Rápidamente un flash cayó sobre nosotros o en realidad sobre él. — Hola —les dijo con amabilidad y las dos chicas largaron una risita tonta. “¡Groupies!” ¿Las estrellas pop tienen groupies verdad? O estoy celosa y simplemente son fans. — ¿Qué estás haciendo? —Le preguntó la otra que era más baja y tenía la cara más alargada—. Quiero decir… ¿sin los chicos? Reí por lo bajo ante su pregunta, creían que todo lo que hacían lo hacían juntos. Las dos me miraron y ahora Adam fue el que rio. — Estaba por ir a tomar un helado —dijo encogiéndose de hombros. Un gesto que mataba a cualquiera, me incluyo—. Y, los chicos están en sus casas. Las dos asintieron, pero la rubia tenía sus ojos clavados en mí. Me sentí incómoda. — ¿Estas saliendo con ella? —preguntó mirándome. — Oh no eh… ella es Alex, mi… —Adam me miró. — Su mejor amiga —dije con satisfacción. Ambas chicas sonrieron. Sí, sonrían. Adam es mío. “Eso fue algo posesivo y celoso Alexia.” Claro que lo fue, era el punto. Y el otro punto es que mi propia mente no me cuestione. — ¡Genial! ¿Podrías sacarnos una foto? —preguntó.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 129 — Claro, no hay problema. Tomé la cámara que me pasaban y solté con cuidado la mano de Adam, bajo la mirada de ambas chicas, como si su plan estuviera saliendo a la perfección. — Eh, sonrían —disparé el flash. — ¡Cerré los ojos! —Se quejó la rubia—. ¿Podrías sacarla de nuevo? La más bajita puso los ojos en blanco, se notaba que eso era algo que pasaba seguido, sentí algo de pena por ella. — Seguro. Adam sacó la lengua, la más bajita lo imitó haciendo una cara extraña y cuando disparé el flash vi como la rubia sacaba la lengua y la colocaba sobre la de Adam. Tiré la cámara al piso para luego saltar sobre la chica y arrancarle las mechas de su rubio, sedoso y radiante, cabello. Luego besé a Adam para darle a entender que yo podía hacer eso.

— ¡Gracias Alex! —dijo la rubia sonriendo. Sacándome de mí trance. Claro, nunca le arrancaría las mechas a alguien. — No hay porqué —sonreí con falsedad. Les entregué la cámara y antes de escuchar alguna palabra más, comencé a caminar. Me sentía estúpidamente celosa, y algo enojada, pero más que nada celosa. Tan solo eran fans y sabía que hacían cosas como esas y que a ellos no les molestaba, pero no podía evitar sentirme de esta forma, estúpida y celosa. “Adam es tu mejor amigo Alex” reprochó mi mente y resoplé. Sacudí mi cabeza para volver a la realidad; me encontraba frente al semáforo frente a la heladería, que se había puesto en rojo, impidiendo mi paso. Escuché unos pasos que se acercaban y giré, para

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Grant Lorna / Painting Flowers / 130 encontrarme con el rostro de Adam. Tenía una expresión confusa y me tomó por los hombros, desvié la mirada algo apenada. — Te alcancé —dijo, ahora, sonriendo. Asentí, inexpresiva, y entrecerró los ojos. Luego bajó su rostro para besarme pero me corrí haciendo que su boca diera con mi mejilla. El semáforo me indicaba que podía cruzar y eso hice, con Adam pisando mis talones. — Alex ¿qué sucede? —Preguntó una vez que cruzamos la calle—. ¿Por qué estas enojada? ¿Por qué estaba enojada? No podía hacerlo sentir mal, porque era mi mejor amigo. No más que eso. — Por nada Adam —respondí con sinceridad—. Nada. Seguí caminando y lo sentí apresurado a mi lado, estiró su brazo chocando con el mío y entrelazó nuestras manos. Suspiré seguido de una sacudida de mi corto cabello. — ¿Qué pasa? Porque no te creo. Esta vez frenó su caminata y tiró suavemente de mi brazo para que estuviera pegada a él. — Ya te dije… — Alex, te conozco. Quizá mucho más de lo que me gustaría admitir, sé que algo te molestó nena. ¿Fue la chica? ¿A caso fue eso? Me paralicé y bajé la mirada. ¿Fui tan obvia? Vi una sonrisa que tiraba de la comisura de sus labios, desvié la mirada a la heladería que estaba frente a nosotros. — No, claro que no —un dedo de Adam se deslizó por mi barbilla, haciendo que lo mirara. Obligándome a admitir—. Bueno sí…

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Grant Lorna / Painting Flowers / 131 La risa que largó me provocó ganas de golpearlo, pero me contuve. No podía estar riendo de esto, esto era serio. Yo no podía estar celosa, no debía estar celosa. — Entonces, estas celosa. —declaró. Haciendo realidad lo que yo pensaba—. Eso es adorable. Lo miré sorprendida. Adam apretó mi rostro entre sus manos y me besó con suavidad.

***

— ¡Sí! Eso es fantástico Alex, ¡FANTÁSTICO! —gritó Nimerya. — Bueno…, creí que te agradaría saberlo, ya sabes. — ¡Claro que me alegra! ¿Dónde vas a quedarte? ¿Vendrás a casa no es así? — En un hotel, con los chicos. — Oh claro, tus repentinos mejores amigos. — Nimerya —dije con cautela—. No digas eso. — Bueno, bueno. Cómo sea, ya sabes que mi casa se encontrará disponible para tu adorable y pecosa personita. Reí ante sus palabras. — Lo voy a tener en cuenta —las campanas de la puerta del local tintinearon—. ¡Tengo gente Nime, adiós! — ¡Adiós pecas, saluda a Adam de mi parte! Corté la comunicación y me dispuse a atender.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 132 Era miércoles 12 de febrero, y había pasado casi una semana desde que Adam me había propuesto ir con ellos a Los Angeles… me habían, prácticamente, obligado a que hoy cerrara temprano y fuera a la casa de Adam con los bolsos listos. Dijeron algo parecido a “no vamos a estar dando vueltas por tu casa hasta que te dignes a despertar”. Recuerdo que cuando me dijeron eso Nolan recibió un golpe y Jefferson un almohadón de mi parte. El reloj marcaba las cuatro treinta cuando terminé de cerrar el local. Algo en mi mente me decía que tenía que estar preparada para algo pero no me daba cuenta para qué. Me encogí de hombros al momento que me ponía los auriculares y comenzaba a caminar en dirección a mi loft. Las calles de Londres estaban repletas de gente que corría de lado a lado, los miré con expresión de “No sé por qué corren. Deberían tomarse la vida con más calma” y reí de lo que pensaba, siendo que yo era, muchas veces, de las personas que estaban apuradas por algo. Un chico de pelo claro recogido, bastante alto, se chocó de frente conmigo haciéndome caer, gemí de dolor al golpearme contra el pavimento y levanté la vista, tenía al chico encima de mí y varias rosas rojas desparramadas. Sentí una punzada de culpa, había arruinado algo. — ¡Lo lamento tanto! —Dijo él mientras se levantaba de golpe—. No… no prestaba atención. — Eh, tranquilo —dije y acepté su mano para levantarme—. No hay problema. Te ayudo a levantar esas flores. Me miró con una sonrisa y la culpa se desvaneció. Perfecto, podría arreglarlo. Levanté con cuidado las rosas que estaban sanas y dejé que los pétalos de las otras quedaran en la vereda. — Diablos, van a matarme. —dijo y lo miré—. Tenía que llevar esto a la florería… en buenas condiciones.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 133 — Oh —me apené. Probablemente era un nuevo empleado de la florearía de la cuadra—. Lo lamento. No sabía qué hacer, por lo que llevé ambas manos a mis auriculares y estaba dispuesta a subirlos, pero el chico volvió a hablar. — ¿Estás bien? Quiero decir, ¿no te lastimaste con alguna espina? —negué—. Oh bueno, gracias por ayudarme… — No hay porque —sonreí—. Suerte con tus flores. — Oye espera, toma te la regalo. Con anticipación del viernes pero, regalo en fin. — Oh… gracias. El chico me sonrió con calidez y subí los auriculares, dejé que la música llenara mi cabeza mientras miraba la rosa en mis manos. Llegué rápidamente al loft y coloqué la rosa en un florero, todavía tenía tiempo para armar el bolso que me llevaría. Metí un poco de ropa y mi cuaderno de bocetos. Seleccioné algunos cuadros y miré el reloj, era hora de que llamara a Adam, el cual tardó menos de veinte minutos en pasarme a buscar. — Hola Alex —dijo mientras me ayudaba a subir el bolso al auto—. Te extrañé ¿sabías? Los brazos de Adam se cerraron alrededor de mi cintura y me pegó a su cuerpo para besarme, un golpe en la ventanilla del asiento trasero del auto de Adam hizo que me sobresaltara. — ¿Qué demonios… —comencé pero la ventanilla se abrió. Dejando ver a Jeff dentro—. ¿Jeff? — No tengo nada con que se besen en plena vía pública, con varios paparazis dando vuelta… pero ¿no vamos a llegar tarde? Lo miré entrecerrando los ojos y Adam asintió, me dio un beso corto y abrió la puerta del asiento de copiloto para que me subiera.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 134 *** Me tiré en el sillón de la sala de Adam y encendí el televisor, un partido apareció en pantalla y antes de que pudiera cambiar Myles se encontraba sobre mis piernas arrebatándome el control. ¿No se suponía que llegaríamos tarde o lo que fuera? Todavía no terminaban de preparar las cosas. — ¡Ni pienses en cambiar! —dijo y se acomodó. — ¿Yo? No pensaba hacerlo —dije con ironía. Myles me sonrió y pasó su mano por mi cabello, alborotándolo, después le dio un trago a su cerveza. — Las costumbres de Myles nunca cambian, ni cuando estamos a punto de volar a LA y las valijas no están listas—escuché la voz de Adam detrás de nosotros—. Cerveza, fútbol y mujeres. Largué una sonora carcajada, miré a Adam que se encontraba filmando todo con su celular. Estaba al tanto de esto, de que la mayoría de los famosos solían filmar algo en alguna de las redes sociales para que sus fans se sintieran más cercanos a ellos… o eso era lo que me habían explicado. — Y esa es Alexia. —la cámara me apuntó y sonreí—. Saluda a los fans Alex. — Hola —dije agitando la mano y poniéndome de lado. Myles no era para nada liviano. Decidí que no era momento de ponerme tímida—. Sé que muchas están pensando ‘debe ser genial tener a Myles sobre tus piernas. Que suertuda’ No, no es genial —dije seria—. Es molesto. ¡PESAS MYLES, BÁJATE! —chillé cuando Myles hizo más presión. — Mis fans me adoran nena —dijo y sonrió a la cámara. — Sigamos por otro lado —Adam se marchó dónde se encontraban los demás.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 135 *** Tomaríamos un vuelo nocturno, algo de lo que me había enterado hacía un par de horas y me quejé de que podrían haberme pasado a buscar más tarde. Hacía algo de frío y todo el abrigo que llevaba se encontraba dentro de mi bolso, tiré de una de las mangas de Adam para que me prestara atención. — ¿Tus abrigos están más a mano que los míos? Adam rio de mí y abrió su bolso para sacar una campera, que era demasiado grande y me cubría hasta los muslos. — ¡Estamos por partir a LA! —Jeff comenzó a dar vueltas alegremente a mí alrededor—. A falta de Merlina viene Alex. Observé que le hablaba a la cámara ¿planeaban filmar todo el viaje? Me puse la capucha de la campera, tenía sueño y seguro mi cara lo delataba. Así que una vez que Jefferson dejó de hablar me pegué a él. — Tengo sueño —murmuré cuando me abrazó—. Y frío. — Me di cuenta —largó una carcajada—. ¿Qué se siente salir en uno de nuestros videos? — ¿Eh? — ¿Qué se siente salir en uno de nuestros videos? Ya sabes, compartir nuestra vida con las personas que nos quieren y esas cosas. — Oh… no lo sé. Yo no soy a la que quieren, así qué… mucho no siento —reímos y escuché como Adam daba un resoplido. — Suelta a mi chica, pequeño —dijo y luego se dio cuenta de que había salido en la grabación. — ¿Ya habías dejado de filmar? ¿Verdad?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 136 Myles negó riendo y guardó el celular. Esto sería una bomba si no lo editaban. El vuelo se había retrasado diez minutos, algunas fans habían aparecido con vasos de café para despedirse de su banda favorita, yo por otro lado fui a comprar mi propio café a una máquina cercana y observé como los chicos se comportaban con sus fans. Las trataban de manera amable y hablaban con ellas como si fueran conocidas de toda la vida. Vi que la pantalla de vuelos marcaba que el nuestro había llegado. Era tiempo de irme a Los Angeles con Stereo Faces.

***

Adam Miré el calendario de mi teléfono, 13 de febrero, mañana era el día de San Valentín., y yo tenía un plan listo. Entré en la habitación que, creí, que compartía con Alex pero me llevé la sorpresa de que era sólo para mí. — ¿Por qué… — ¿Jeff mi habitación es… la tuya? —Preguntó Alexia detrás de mí—. ¡Genial! Giré y me los encontré, su habitación estaba frente a la mía, y por alguna extraña razón sentí celos, supuestamente compartiríamos habitación, o al menos eso había sido lo que había arreglado. “Mañana es San Valentín. Mañana es San Valentín, Adam.” Dijo mi mente al momento que cerraba la puerta. “Piensa en algo grande, algo grande y que quede en su memoria.” Claro que iba a pensar en algo grande y memorable para Alex. Estaba seguro que lo haría.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 137

Capítulo 19 Toqué la puerta de la habitación de Jeff y Alex luego de haber estado una hora planeando lo que haría para el día de San Valentín. Me había dado cuenta que al acomodar la ropa fuera de la valija varias ideas habían surgido en mi mente, las cuales eran para nada descartables. — Juro que la próxima va a durar más —se escuchó de adentro y me paralicé—. ¡Adam! Jeff abrió la puerta dejándome una perfecta vista de Alex sentada en la cama con las piernas cruzadas. — Hola Adam —me dijo ladeando su rostro. “No hacían nada Adam, nada.” — Hola chicos —dije y Jeff se apartó para que ingresara. Escuché como cerraba la puerta y caminé hasta Alex, para darle un corto beso. — Hola —murmuré sobre sus labios—. ¿Qué hacían? Traté de sonar despreocupado y lo logré. Jefferson se sentó junto a Alex y la rodeó con sus brazos. ¿Le molestaría que la besara cada vez que nos viéramos? Eso era un punto a preguntar en algún momento, tal vez. Ignoré los brazos de Jeff. — Peleábamos —dijo Alex riendo—. ¡Y gané la cama en la que estamos sentados! — ¿Cuál es la diferencia? —pregunté.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 138 Jeff se encogió de hombros antes de hablar, un gesto despreocupado por el que veía a las fans suspirar. Era como si cada vez que lo hacía un pequeño grupo de chicas gritaba y se desmayaba a su alrededor. — Alex desarrolló una pasión por molestarme. Rieron de forma tal que no puede evitar imitarlos. Estos dos eran demasiado parecidos a veces, podría adivinar que serían grandes amigos. — Los voy a dejar solos —Jeff se levantó y guiñó un ojo a Alex. Mi colorada amiga sonrió y yo agradecí a Jefferson. Deseaba quedarme a solas con Alexia.

***

Alexia Jeff salió de la habitación dejándome con Adam, quien me miraba sonriente. Había llegado a creer que buscaba cada rato que podía para que nos quedáramos a solas. — ¿Qué hay Ad? —pregunté y me tiré de espalda a la cama. Ya me había puesto ropa cómoda, para dormir, porque pensaba dormir todo el día ya que los chicos no tenían planes hasta la noche. O al menos eso era lo que suponía. — No hay nada pelirroja —dijo pasando una mano por mi pierna descubierta. Largué una risa inaudible y suspiré, él se recostó a mi lado. — ¿Qué vas a hacer mañana? —preguntó en mi oído.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 139 ¿Mañana? ¿Qué iba a hacer mañana? Podría recorrer los alrededores, o llamar a Nimerya o… no tenía idea. — Eh… ¿nada? — Perfecto, a las once de la mañana voy a pasarte a buscar. Giré sobre mi cuerpo hasta quedar de lado y poder observarlo: tenía puesta una remera de manga corta blanca y unos jeans oscuros. “Jodidamente hermoso.” — ¿Qué me miras? — Oh, que hoy estas lindo. —dije sonriendo de lado. — ¿De verdad? — Claro. Escuché como hacía una especie de ronroneo y me tomaba entre sus brazos, para dejarme encima de su cuerpo, llevó una mano a mi nuca para acercarme y poder besarme intensamente. Ya se me había hecho un hábito que Adam me besara sin importar la circunstancia.

***

— Vas a despertarlos tarado. —Shaun. — ¡Sí que la pasan bien! —Nolan. Me removí y sentí el cuerpo de Adam detrás de mí. Sus brazos se apretaron un poco alrededor de mi cintura, un flash hizo que abriera los ojos. — Si no se van en dos minutos, están muertos. Largué una carcajada adormilada al escuchar la voz de Adam y miré a los chicos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 140 — ¿Qué tan tarde es? —pregunté y me estiré. — Hora de que vayamos a cenar. Me sorprendí y me incorporé de golpe, mi cuerpo se entumeció a causa de la acción repentina, me quejé por lo bajo. — Durmieron todo el día. Vayamos a cenar. — Myles, si sigues hablando voy a matarte. — Adam, pensándolo… tengo hambre. —dije. Los cuatro chicos nos miraron divertidos y largaron una risotada. Sabían que su amigo haría lo que yo dijera. — ¡Seguro que la tienes! —chilló Jeff riendo—. Bueno, fuera chicos… Alex tiene que cambiarse. — ¿Y por qué puedes quedarte? Miré a Adam con una sonrisa, él estaba haciendo un mohín con sus labios. — Porque compartimos habitación y porque sé que Jeff no se atrevería a espiarme. —reí. Resopló y se bajó de la cama. Se acercó a mi oído y susurró: — Después de mañana vas a desear que yo compartiera la habitación. Se marchó junto a los demás dejándome allí algo, bastante, aturdida. ¿A qué se refería? Cada vez que Adam decía una cosa como esa mi corazón, y otras partes, comenzaban a latir con fuerza, y me sentía nuevamente de diecisiete años, frente al perfecto Adam Garwood. Me tiré durante unos minutos en la cama, y sentí como ésta cedía ante otro peso. — ¿Todo va bien Alex?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 141 Giré para ver a Jeff que se había acostado junto a mí y me miraba con ojos preocupados, asentí para transmitirle tranquilidad. — Todo en orden Jeff… gracias por preguntar. Apretó mi hombro con cariño y luego se levantó para tirarme con una toalla, dándome a entender que sería mejor que me diera una ducha y fuéramos a cenar con los demás.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 142

Capítulo 20 Abrí los ojos cuando sentí que mi cuerpo había golpeado con el piso, me levanté de mala gana y me estiré para ver qué hora era, largué un pequeño grito cuando vi que me tenía media hora para prepararme para lo que sea que Adam tenía planeado. Corrí dentro de la habitación en busca de algo que ponerme, anoche en la cena no había dado demasiados datos de lo que haríamos hoy, pero podría deducir que los chicos sabían ya que se dedicaban miradas cómplices cada vez que yo sacaba el tema en busca de una pista. La única que había conseguido fue que me dijera que debía usar algo rojo. ¿Por qué demonios algo rojo? ¿Había llevado algo rojo? no lo recordaba. Decidí que primero me daría una rápida ducha y luego buscaría algo rojo dentro de mi valija. Me miré al espejo una última vez antes de que el reloj diera las once en punto, una falda rojo sangre y unos tacos del mismo color junto a una remera blanca sin mangas fue lo que logré ponerme en tan poco tiempo, tomé la chaqueta de cuero sintético por si hacía algo de frío. ¿Por qué demonios no se me había ocurrido la noche anterior poner un despertador? La puerta sonó con un pequeño golpe y me exalté, de repente me encontraba emocionada por la idea de ver a Adam y estaba dispuesta a su plan. Al abrir la puerta me lo encontré vestido de manera causal, con camisa y jeans, el tenerlo allí vestido así completamente para mí hizo que mi corazón palpitara con fuerza. — Hola Alex —dijo con la voz ronca y pude sentir como la poca cordura que tenía tan temprano desaparecía. — Hola Adam —respondí.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 143 Pasó una mano por mi cintura y me apegó a él para besarme. — ¿Lista para el desayuno? — Claro. Tomé mi cartera y salí de la habitación junto a Adam.

***

Luego de un satisfactorio desayuno dentro del hotel en el que nos hospedábamos, Adam me llevó a alguna parte de Los Angeles, me encontraba con los ojos vendados con un pañuelo desde que había subido al auto, impidiendo mi vista con el camino. Como si yo conociera algo de la ciudad. — ¿Falta mucho? —pregunté haciendo sonar mis dedos contra la puerta. — Falta poco Alex. Lo que creo que fueron diez minutos más tarde el auto se detuvo, y todos mis sentidos se pusieron en alerta, Adam pasó una de sus manos por mi cuerpo y desabrochó el cinturón de seguridad pero no sacó el pañuelo de mis ojos. — ¿Adam? —pregunté con un dejo de histeria. — Sé que odias las sorpresas, pero el día lo amerita. “El día lo amerita” ¿Qué? ¿Qué día era hoy? Tan solo era una cita. Fruncí el ceño y él lo notó, por lo que besó mi frente. Escuché como bajaba del auto y abría mi puerta, el olor a salitre golpeó mis fosas nasales con fuerza. — ¿Estamos en una playa?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 144 — Privada, sí. — ¿Privada? ¿A caso era algo normal que Adam llevara a sus… citas a playas privadas? Porque ¿esto era una cita? Tomó mi mano para ayudarme a bajar, me sentí aliviada cuando mis tacos tocaron suelo firme y no arena, podría haberme avisado de que usara zapatos bajos y no de taco alto. Suspiré. — Cuando estemos por la arena… voy a avisarte. —dijo y pude jurar que había sonreído.

***

No mentí cuando le dije a Adam que lo golpearía si me hacía caminar más. Y una vez que sacó el pañuelo que tapaba mis ojos, sin previo aviso haciendo que el sol me cegara, lo golpeé en el hombro, y luego admiré la soledad de la playa para sonreír. Adam me besó con suavidad y luego se agachó, pasó una de sus manos por mi pierna… y respiré con dificultad cuando sacó mis zapatos. Los sostuvo en una de sus manos y con la otra entrelazó mi mano, que no me avisara y él se encargara de deshacerse de mis zapatos me parecía caballeroso. — Seguramente vas a querer volver a golpearme. — ¿Hay que caminar más? Largó una carcajada que hizo que lo mirara mal. — ¿De qué te estas riendo? —pregunté. — De que trato de ser romántico… caminando por la playa, tomados de la mano. Y tú… — ¿Yo qué? — Estas cansada de caminar.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 145 Su voz sonó tan cálida que me hizo sentir mal. Él tenía razón… me había traído a una cita, sí esto era una cita para mí, en la playa y yo… yo me quejaba de que no quería caminar. Frené mi paso y tiré de su mano para que me imitara. — ¿Qué? —preguntó confundido. Me estiré para llegar a su boca y poder besarlo. Se sentía tan natural besarlo en cualquier momento, se sentía correcto. — Vamos —dije y apreté suavemente su mano—. Llévame y sorpréndeme. Me miró con una sonrisa para luego asentir, besarme y comenzar a caminar, por lo que sería un largo rato hasta que me detuvo frente a una cabaña. — ¿Una cabaña en la playa? —reí—. ¿En qué clase de persona te has convertido Adam? Él se encogió de hombros y luego me besó tiernamente, sacó de su bolsillo una llave y abrió la puerta. ***

Pasamos el día juntos en la playa y la cabaña, ya sea riendo o durmiendo. El sol se estaba ocultando detrás del agua y tuve que admitir que todo era maravilloso, la risa de Adam me sacó de mis pensamientos. — ¿Qué? —lo miré. — Nada —rio—. Solo… solo me acordé de cómo te quedaste dormida. Mi cara ardió, me sentía terrible por eso.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 146 — Debo ser la peor persona del mundo… me quedé dormida en una cita —murmuré y me tiré para atrás. Dejando que mi cabeza cayera sobre su pecho, acarició mi cabello antes de depositar un beso en él. — Entonces ¿aceptas que esto es una cita? Asentí y cerré los ojos durante un segundo, sentí como Adam estiraba las piernas y me acomodé mejor, para ver el atardecer. Todavía no comprendía el porqué de nuestra salida, pero me agradaba, después de todo no tenía que tener un porqué. Me hacía sentir querida, de una forma que… tan solo él sabía hacerlo. Nos quedamos sentados en la arena por un largo rato, dejando que el agua salada mojara nuestros pies de vez en cuando. El cielo estaba de un naranja oscuro, y la noche ya reclamaba su presencia, besó mi mejilla, giré para mirarlo. — Feliz San Valentín, Alex. Atrapó mis labios en los suyos y comenzó un beso. Había olvidado que hoy era catorce de febrero y que por lo tanto era el día de San Valentín, mi mente me gritó una sarta de insultos. Me separé un poco y él juntó nuestras frentes. — Hum… feliz día de San Valentín, Adam. —murmuré. El sólo rio y besó mis labios cortamente, luego mi mejilla, sus besos tenían un cariño único, que quería reclamar como exclusivos. — Sé que lo olvidaste —me puse pálida—. Pero me gusta así —terminó de hablar con una sonrisa y juntó nuestros labios nuevamente.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 147

Capítulo 21 ¿Una cena en el porche de una cabaña en la playa? Sabía que si alguien hurgaba en mi mente, sabría que había sido una de mis fantasías, y Adam la estaba cumpliendo. Le di un pequeño trago a mi cerveza, los dos habíamos decidido que el vino no era una buena idea, y me estiré un poco en mi asiento, él estaba frente mío con una sonrisa radiante. — Podría haber elegido algo mejor que pizza… —comenzó. — Sabes que la pizza me encanta. Asintió, al mismo tiempo le dimos otro trago a nuestras bebidas, no pude evitar reír por el movimiento sincronizado. Pasamos una cena con una conversación fluida y alegre, se sentía tan bien poder hablar de cosas incoherentes y que al decir algo errado el simplemente me besara. Estiré una de mis manos para tomar una botella de agua y sentí su mirada sobre mí, por lo que levanté la vista algo incómoda por su intensidad. — ¿Qué pasa? —Pregunté sonriendo. — ¿No puedo mirarte? — Me pone nerviosa cuando me miras así Adam… Levantó una ceja y asintió, corrió un poco para atrás la silla y me miró nuevamente. — Ven — ¿Qué? —largué una sonora y profunda carcajada.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 148 — Alex, que vengas a sentarte —habló con dulzura y palmeó sus piernas. Evitando que una sonrisa confundida se me escapara me paré y caminé hasta él, me senté en su regazo y pasé mis brazos detrás de su cuello. — ¿Qué pasa Ad? —pregunté y dejé un beso en su sien. Puso su cara en el hueco de mi cuello, como cuando me ocultaba alguna cosa, y me besó, provocándome cosquillas y una sensación de incertidumbre al no saber que pasaba. Sentí como su pulso se aceleraba, pasé mi mano por su espalda, en un intento de calmar lo que fuera que le estuviera pasando por la mente. — ¿Te gustaría… ser minoviaoficial? —murmuró pegado a mi cuello. No entendí nada, habló demasiado rápido y dijo las palabras muy juntas provocando un nuevo cosquilleo en mi cuello. — ¿Qué cosa Adam? Suspiró, haciendo que el cabello de mi nuca se erizara, se separó de mi cuello y subió su rostro para enfrentarlo al mío. — ¿Te.gustaría.ser.mi.novia.oficial? —preguntó entre cortos besos. Me paralicé, y apreté sus hombros inconscientemente, se apartó y me miró confundido. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. — ¿Alex? Yo miraba a un punto fijo detrás de él, a todo, menos a él. Trataba de comprender lo que me había dicho, y esta vez no era porque lo hubiera dicho de una forma complicada, lo que trataba de comprender era el significado de las palabras que había dicho. Aunque, no era tan complicado, quiero decir… me pidió ser su novia… el amor de mi vida. “Eso es exagerado

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Grant Lorna / Painting Flowers / 149 Alexia…” Bueno, sí, estaba exagerando. Pero… había soñado tantas veces con un momento así, que solo no sabía cómo responder. Sentí como mi garganta comenzaba a cerrarse, y un calor familiar inundaba mi espalda para llegar directo a mi nuca y hacer que mi vista comenzara a oscurecerse, mis oídos se taparon. — ¿Alex? —escuché la voz de Adam lejos y acoplada. — No… no me siento bien —logré decir tratando de calmar la presión en mis oídos. — Maldita sea, Alex respira. Mírame, mírame. Estoy aquí, respira. Quédate. Traté de enfocar mi vista en él, pero ya comenzaba a tornarse borrosa, apreté mis manos en sus hombros hasta que los nudillos se pusieron blancos e intenté respirar profundamente, una y otra vez. Pero el calor de mi espalda no se iba, el acoplamiento del sonido más la presión de mis oídos tampoco, y mi vista seguía con un marco de oscuridad. Mi respiración se tornó más pesada, tanto que me costaba exhalar, y la oscuridad me invadió por completo.

***

Abrí los ojos con pesadez y traté de recordar cómo había llegado a la cama de dosel color madera, y ¿cómo era que Adam se encontraba sentado a mi lado? — ¿Adam? Mi propia voz no se oía como tal y también la sentía, todavía, distante. Una sonrisa aliviada apareció en el rostro de Adam, quien se estiró más cerca para estrecharme entre sus brazos, en ese instante recordé lo que había pasado, me había desmayado. Maldición, me había desmayado. Se separó de mí y me acercó un vaso con agua, lo llevé a mis labios y dejé que el líquido corriera

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Grant Lorna / Painting Flowers / 150 por mi garganta sacando el rastro de calor molesto que se había expandido hasta allí desde mi espalda. — ¿Cómo te sientes? — Creo que bien —contesté un poco perdida. — ¿Estas segura? —asentí, lentamente pero lo hice—. Me asustaste como la mierda hace un momento Alex. — Lo siento —murmuré. Lo vi negar para luego besar mi frente y tirar de mi cabello hacia atrás con suavidad. Llevó una mano a mi muñeca y, creo, que comprobó que mi pulso estuviera correcto, luego, arrastró los dedos hasta la unión de mi dedo pulgar e índice y presionó. Largué un pequeño grito y retiré la mano. — Ahí está, el color en tus mejillas otra vez. —me besó el pómulo derecho. Fruncí los labios, había olvidado lo que tenía que hacer cuando me desmayaba. Había pasado tanto tiempo. — Gracias —murmuré y apoyé el vaso de agua en la mesa de luz—. Arruiné la cena de San Valentín, ¿verdad? Negó con una sonrisa sincera y entrelazó nuestros dedos. — Para nada nena. —llevó mi mano a su boca y besó mis nudillos. Me estremecí y él rio. Se recostó a mi lado y lo imité, apoyé mi cabeza en su pecho, dejando que me inundaran sus caricias. Tenía ganas de patearme mentalmente, me había desmayado tan solo porque Adam me había preguntado si quería ser su novia y ahora actuaba como si nunca hubiera preguntado nada. Me estremecí ante el hecho de que tal vez, solo tal vez, lo había imaginado y sufrido un colapso.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 151 — Me gustaría, Adam. —las palabras salieron de mi boca antes de que mi mente las procesara. Cerré los ojos con fuerza en una manera de evasión y escuché como su risa profunda provocaba que su pecho temblara levemente, luego acarició mi rostro y tiró de él para que lo mirara. Sus ojos azules brillaban de alegría. — Me alegra que quieras, creí que no responderías y quedaría como un tonto que casi arruina una amistad por nada. Acercó sus labios a los míos y me besó. Fue un beso diferente, o tal vez yo me sentía de esa forma. Ya no estaba besando a mi mejor amigo, oficialmente me encontraba besando a Adam Garwood, mi novio. *** Desperté a causa del aroma marino, y también podía culpar a la ventana abierta que dejaba ingresar un rayo de luz solar que quemaba mi cara. Por un instante me sentí como la protagonista de alguna película cliché, la cual despierta por el rayo de sol y ve a su amado durmiendo cómoda y perfectamente a su lado, por no mencionar que ella se ve como una diosa. Ahogué una carcajada al ver a Adam: tenía la boca abierta, una mano debajo de la almohada y la otra rodeaba mi cintura. Probablemente yo estaba peor que él, y no me veía como alguna diosa. Me levanté de la cama con cuidado de no despertarlo y fui hasta la ventana con mi teléfono en mano, afuera el sol brillaba en toda su gloria con muy pocas nubes cerca, todo siendo reflejado por el océano. Tomé una foto con mi celular, esto era algo que pintaría en algún momento. Apoyé mi cuerpo contra el marco y admiré el paisaje, me sobresalté cuando sentí las manos de Adam en mi cadera, luego depositó un beso en mi hombro — Buenos días —dijo roncamente. Todo en mí se estremeció.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 152 “Hormonas, tranquilas muchachas solo es un día de noviazgo.” — Buenos días —dije y giré para besar su mejilla. Caminé hasta el baño para cepillarme los dientes, sí era una maniática y tenía un cepillo en mi cartera, odiaba despertarme y no tener uno. Adam ya había estado en el baño, un cepillo de dientes se encontraba en un vaso junto al lavamanos. ¿Cómo no lo había escuchado? Salí y caminé con tranquilidad hacia Adam que estaba frente a una cafetera. — Veo que estabas preparado para que nos quedáramos. — Claro que lo estaba. ¿Café? —preguntó. — Te tenías confianza, sí por favor. Me subí a la mesada mientras veía sus movimientos, estaba relajado y creo que nunca lo había visto así de tranquilo, me gustaba lo que veía, y era mi novio. Reí de eso. — ¿Qué? —preguntó entregándome una taza. — Eres mi novio —dije orgullosa y me escondí tras el humeante café. — Así es —sonrió. Mordí mis labios reprimiendo otra sonrisa y bebí el contenido de la taza.

*** Había pasado un día maravilloso gracias a las ocurrencias de Adam, estaba comenzando a creer que nunca podría superar un día de San Valentín como aquel, todo había sido más que perfecto. Al llegar al hotel en el que nos alojábamos un par de fans frenaron a Adam y me miraron con recelo. Les resté importancia y esperé a Adam, cuando se alejaron me puse a su lado y él entrelazó nuestras manos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 153 — Creo que no les gusto —murmuré. — Es el primer tiempo nena —dijo y besó mis labios con ternura. Escuché un grito agudo detrás de nosotros y luego un par de risas. “Sí, seguro. El primer tiempo.” — ¿Cómo te fue? —preguntó Jefferson levantando las cejas con rapidez y abalanzándose sobre mí. — Eh… ¿bien? —respondí y Adam rio. — Te dije que ibas a querer cambiar de habitación. — Hey —se quejó el más joven—. No suelo ser molesto, pero… Alex, tengo que admitir que debo ser molesto contigo. Siento que si no lo hiciera, podría morir. —sonrió y asentí. — Adiós Adam —me despedí de él. Entrecerró los ojos a Jeff y se acercó a mí con una sonrisa, rodeó una mano en mi cuello y me atrajo a su cuerpo para besarme. — Adiós Alex. Oh, mañana es tu presentación y hoy a la tarde tenemos una entrevista… — Voy a ir a ver a Nimerya, se lo prometí. —sonreí a modo de disculpa. Era verdad y además tenía que contarle a Nimerya y gritar. — Cuando termine te pasamos a buscar ¿sí? —preguntó y asentí. — Claro —me estiré para besarlo nuevamente. Se giró con una sonrisa plantada en el rostro y cerré la puerta, di la vuelta para volver a hablar con Jefferson, pero me miraba con los ojos y la boca muy abiertos, y una sonrisa tiraba de la comisura de sus labios. — ¿Qué? —pregunté y el rio con fuerza—. ¿No puedo besar a mi novio?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 154 La reacción que tuvo Jefferson me recordó a la que tendría Nimerya. Estaba sobre mí, abrazándome y dando pequeños saltitos de euforia, podría creerse que él estaba más contento que yo.

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Capítulo 22 La banda había insistido en que tomara una de sus camionetas en vez del transporte público, o un taxi o lo que fuera por mis propios medios. Una vez que me senté en el asiento de conductor todos mis sentidos se alertaron, hacía demasiado tiempo que no conducía y nunca lo había hecho en Los Angeles. — Vamos Alexia, esto no es algo que se olvide. —me dije. Suspirando puse la dirección de Nimerya en el GPS y dejé que éste me indicara como ir, luego de lo que fueron los veinte minutos más eternos de mi vida llegué a Silver Lake, el barrió donde mi amiga vivía era hermoso y muy de su estilo. Una vez que el GPS me indicó que la casa era la que estaba a tan solo algunos metros decidí estacionarme, reconocí su Jeep blanco, del cual me había mandado miles de fotos, tomé mi pequeño bolso y bajé de la camioneta para encaminarme hacia la puerta de su casa, toqué el timbre dos veces antes de que Nimerya abriera la puerta blanca de un tiró. — ¡Perra asquerosa! —Me gritó para luego tirarme en sus brazos—. Te extrañaba. — Oh gracias, necesitaba ser llamada perra asquerosa —dije riendo—. También te extrañé Nime. Sonrió y me dirigió al interior de su casa, antes de hacer cualquier cosa me dio un tour, todo era hermoso, amplio, limpio, vintage y colorido… como ella. Cuando terminó de mostrarme sirvió dos vasos de gaseosa y unos aperitivos sobre la mesa ratona que estaba en el medio de la gran sala. Nos sentamos en los pufs que estaban ahí.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 156 — Bueno, ¿qué estas esperando para contarme como te fue en San Valentín? —dijo levantando las cejas rápidamente. Reí y tiré un bocadillo a mi boca. Era delicioso. La odiaba/amaba por cocinar tan bien. — Bueno… me fue bien. Levantó una ceja y me tiró con un almohadón. — A mí con un simple “me fue bien” no me basta ¡Cuéntame pecas! — Adam me llevó a la playa… soy su novia. —dije y Nimerya repitió el gesto de Jefferson al decirlo. — ¡No lo creo! —chilló y saltó de asiento—. ¡No lo creo, no lo creo! —repitió dando saltitos a mi alrededor. — Créelo. Nimerya me atrapó en sus brazos y me apretujó.

*** Temprano me escabullí del hotel y dejé a los chicos trabajar tranquilos, me dirigí hasta el lugar que habían alquilado para mi presentación, por la cual estaba nerviosa, muy nerviosa, era mi primera presentación fuera del país, y por lo tanto una forma de hacerme un poco más conocida en el mundo del arte. — ¿Eres Alexia Followill? —Me dijo un chico de piel morena y cabello oscuro. Ojos aceituna resaltaban su rostro. — Así es.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 157 Me sonrió. — Soy Jonathan, también voy a estar presentando… y me dijeron que tal vez querrías ver el lugar. Ya que tengo un poco de experiencia en esto. —su voz fue sin un dejo de arrogancia, sino que era pura amabilidad. Asentí enérgicamente, claro que querría ver el lugar. ¿Qué clase de persona no querría? Jonathan me condujo por el salón, hasta que llegamos al que sería mi stand, un cubículo que se dividía del que se encontraba a su lado por medio de cortinas de lona de diferentes colores. — ¿Necesitas ayuda para colocar las cosas? La presentación no es hasta las seis de la tarde pero acostumbramos a tenerlo todo antes y salir a almorzar todos juntos, para conocernos, con los nuevos. En este caso, eres la única nueva. Lo miré entrecerrando los ojos, hablaba demasiado, pero era adorable. Sonrió de manera tal que sus dientes se relucieron como grandes perlas blancas contrastando con su piel morena. — Me parece bien. Y sí, agradecería una mano. Pasado el mediodía habíamos terminado de acomodar todos los cuadros que había traído. Recibí varios halagos de su parte, y me había presentado con los demás artistas. Era un grupo amigable que me hizo sentir cómoda de inmediato. Salimos a almorzar y mi celular sonó dejándome saber que era Adam el que llamaba. — Hola —dije sonriendo y alejándome un poco del grupo. — Alex, ¿cómo va todo? Te fuiste sin despedirte de nosotros —preguntó preocupado—. Los chicos te dicen hola. — Salúdalos de mi parte. Todo va bien y oh a las seis de la tarde comienza la exposición. El grupo delante de mí rio y supe que habían hecho alguna broma, que me había perdido. — ¿Con quién estas nena?

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Grant Lorna / Painting Flowers / 158 — El grupo que expone me invitó a almorzar, una clase de tradición. Son adorables. — Suena bien cariño… te extraño ¿sabías? — ¡Cursi! Yo también lo hago. Jonathan se giró y me vio algo rezagada del grupo, se acercó con lentitud. — Alex, vamos a comer acá. ¿Te parece? —asentí—. ¿Te pido algo así hablas tranquila? — Eso sería genial —sonreí y aparté un poco el teléfono—. Un sándwich de pollo sin huevo y un agua mineral, sin gas. —pedí con timidez. — Lo tienes —dijo y guiñó un ojo. Luego volvió con el grupo. — ¡Gracias eres un sol! —logré decirle antes de que estuviera demasiado lejos y volví mi atención a Adam del otro lado del teléfono—. ¿En qué estábamos? — En que me extrañas. ¿Vas a comer solo eso? nena, a la noche vamos a ir a cenar comida real, tenlo por seguro. — Eso estaría bien… Escuché como lo llamaban para que regresara con los demás. — Tengo que seguir con la entrevista. Te veo más tarde, te quiero nena. Contuve la respiración, y sonreí estúpidamente. — Ve, yo también te quiero Adam. Escuché como reía para luego cortar la comunicación. Caminé hasta el lugar en el que almorzaríamos y me adentré en el grupo, captando rápidamente la conversación.

***

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Grant Lorna / Painting Flowers / 159 Media hora antes de que comenzara la exposición ya me sentía más que nerviosa, podía sentir como las palmas de mis manos sudaban levemente y tuve que atar mi cabello corto en una pequeña coleta. — ¡No estés nerviosa ojos geniales! —dijo la chica que tenía el pelo rubio en rastas atado en una coleta alta. Estaba al lado de mi stand. — Trato de no estarlo… pero no puedo. —dije riendo un poco. — Es así la primera vez, recuerdo cuando Lucille llegó por primera vez —dijo mirando a la morocha alta, con expansores en sus orejas y un lipring, que le daban un aspecto de ruda. La cual era un amor de persona—. ¡Estaba tan nerviosa que casi vomita en su primer comprador! — ¿Vendió en su primer exposición? —solté un agudo grito. — ¡Claro que lo hizo! Es fantástica, y puedo asegurar que tú también vas a lograrlo. Sonreí en agradecimiento y me dispuse a ver si alguien más necesitaba ayuda, cosa que todos se negaron, eran muy eficientes, estaba llegando a creer que la única torpe aquí, era yo. Saqué mi celular para enviarle un mensaje a Nimerya con la dirección de lugar y me propuse calmarme y esperar a que comenzara la exposición. Cuando el gran portón de vidrio se abrió la gente comenzó a entrar con una calidez impresionante. Era más que nada gente de mediana edad, buscando cuadros para sus nuevos departamentos… cosas como esas, algunas adolescentes que buscaban inspiración, otros que solo venían a acompañar. Gente mayor que miraba todo con ojos muy abiertos, pasaba eso cuando pasaban por el stand de Layla, la chica de las rastas, y veían el cuadro gigante que representaba a una pareja desnuda caminando. — Hola muñeca —sentí la risa de Nimerya detrás de mí.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 160 — Hola nena —dije siguiendo su juego. Nimerya me abrazó y besó mi mejilla para tomar asiento a mi lado, en mi lugar. Miraba todo con ojos calculadores, adivinaba lo que haría cada persona que ingresaba, y se divertía de esa forma. — Ese chico va a venir y va a comprar. —dijo mirando a un chico alto de cabello verde. — Solo lo dices porque te gustó el color de su cabello. —dije riendo. El chico se acercó, halagó uno de los cuadros y luego de hablar durante unos minutos, y mirar a mi amiga, decidió que ese era el cuadro que quería en su nuevo departamento, de soltero, palabra que resaltó varias veces en los diez minutos que estuvo parado frente al stand, y lo compró. Layla llegó dando saltitos cuando el chico se alejó. — ¡Te lo dije! —dijo sonriéndome. — Yo se lo dije. —Nimerya dijo con tono cortante. A lo que yo reí. Layla se encogió de hombros sin importancia y me dedicó un abrazo, luego volvió a su stand. Una hora más tarde logré distinguir a la banda entre la gente, se acercaron sonrientes, al mismo tiempo que Jonathan. ¿Qué demonios? Jonathan llegó primero y me rodeó con sus brazos, acepté el abrazo algo confundida. — ¡Felicidades por la venta! Layla me dijo. —dijo con una sonrisa marca Colgate. Estaba por responder cuando el carraspeo de Adam llegó a nuestras espaldas. — Hola Alex. Tenía la palabra celoso escrita en la frente con tinta invisible. Jonathan deshizo su abrazo, dejando solo un brazo sobre mis hombros. — Gracias Jonathan —le sonreí y luego miré a Adam—. Hola Adam, hola chicos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 161 Los cuatro restantes miembros de Stereo Faces me sonrieron y guiñaron un ojo, capté la mirada de Jefferson sobre Nimerya. — ¿Cómo va todo? —dijo Adam con voz profunda, tan profunda que parecía fingida. Myles resopló, dándome a entender que lo era y se alejó de nosotros, directo al stand de Layla. — Todo va bien, de maravilla. —respondí. — ¡Más que de maravilla! —chilló Nimerya—. Hola Adam, no estoy pintada. — Podrías parecerlo —la voz de Jefferson sonó perdida y todos lo miramos—. Ignoren eso por favor. Nimerya lo fulminó con la mirada y Jonathan me miró extrañado. — Tuvo su primera venta. —le dijo a Adam sonriendo. Adam alzó ambas cejas y curvó sus labios en una sonrisa, supe que tenía que apartar el brazo de Jonathan para dejar que Adam me abrazara y eso fue lo que hice. — Te felicito nena —dijo sonriendo y besando mis labios. — Gracias. Nimerya se aclaró la garganta, Nolan y Shaun habían desaparecido por los demás stands, y Jefferson me miraba con una sonrisa pegada a su rostro. — ¡Eso es fabuloso! —me apartó de Adam y apretó mis mejillas, me quejé. — Adam, este es Jonathan —señalé al moreno detrás de mí. Él sonrió—. Jonathan, él es Adam, mi novio. Los ojos aceituna lo observaron atentamente y luego a mí, como tratando de crear una conexión en su mente, luego de unos segundos habló. — ¿No eres de Stereo Faces? —preguntó.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 162 — Así es. — Oh —fue lo único que dijo. Lo miré levantando las cejas pero le resté importancia cuando una señora se acercó a su stand y tuvo que correr. No sin antes besar mi mejilla y decir un: — Verdaderamente te felicito Alex. Adam lo miró alejarse y pasó su brazo por mi cintura. — Puedo percibir un gran nivel de celos —dije riendo y besé su cuello. Se encogió de hombros y posó su mirada en Jefferson y Nimerya, los cuales se miraban como si fueran a matarse. — Ustedes par de idiotas. Dejen de mirarse así y bésense de una vez. Nimerya ahogó un grito y Jefferson rio de manera exagerada. Adam era observador, tal vez más que yo.

***

20 de febrero. Londres. — Hogar, dulce. Dulce hogar. —dijo Adam bajando del avión. Puse los ojos en blanco y los chicos rieron, fuimos directo a buscar nuestro equipaje. Hacía tan solo cinco días que había tenido una venta exitosa en mi exposición y había conseguido algunos clientes, que querían que les enviara unas pinturas. ¡Clientes norteamericanos! Me sentía tan bien.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 163 Nuevamente nos encontrábamos en Londres, y tengo que decir que estaba a gusto de volver, Los Angeles era maravilloso, pero en lo que a mí respectaba, nada se comparaba con Londres. — ¿Estas contenta? —preguntó Shaun sonriéndome. — Así es. Luego de dedicarme una última sonrisa y concentrarse en su celular comenzó a caminar delante de nosotros, Nolan estaba pegado a Kelly que había venido a buscarlo y había gritado cuando Adam le dijo que estaba saliendo conmigo, Jefferson estaba demasiado consumido en su celular, Myles bostezaba y Adam había entrelazado nuestras manos. Unas cuantas fans nos frenaron y sentí varios flashes, pero Adam no soltó mi mano en ningún momento, tuve que obligarlo cuando algunas chicas quisieron una foto con él. Obviamente, querían una foto con uno de sus integrantes favoritos. Caminé junto a Kelly que rodeó mi cintura con uno de sus brazos en un gesto amistoso. — No puedo creer que sean novios. —dijo sonriendo. — ¿Puedo decir que yo tampoco? —reímos. Dos chicas se nos acercaron y las miré confundida, Kelly solo las miraba tranquila. No comprendía demasiado, ¿acaso querían preguntarnos algo? O tal vez algo sobre los chicos. — ¿Puedo sacarme una foto con ustedes? —dijo una de ellas, su cara me resultaba conocida. — ¿Con las dos? —pregunté sorprendida. A Kelly la conocían, pero ¿a mí? — ¡Obvio que con las dos tarada! —dijo la rubia a mi lado—. Claro que puedes. La chica nos sonrió y nos separamos para que pudiera ponerse en medio, sonreímos y sentimos el flash caer sobre nosotras. — Muchas gracias —dijo—. ¡Son adorables!

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Grant Lorna / Painting Flowers / 164 — Eso es tierno —dijo Kels sonriendo. — No, tú eres adorable —le dije a la chica que me miró con una sonrisa abierta. — ¿Eres oficialmente la novia de Adam? —los colores subieron a mi rostro y asentí—. Lo sabía, por más que no dijeron nada todavía, se nota. Me gustan. — Aww muchas gracias —dejé que me abrazara por última vez. — Oh, y amo como pintas. Hace un tiempo fui a pedirte un cuadro de ellos. ¡De ahí la conocía! Y claramente se lo hice saber. — Eso fue genial —me dijo Kelly una vez que todos nos reunimos—. Algunas fans pueden ser demasiado adorables. — Creo que todas lo son —murmuré confundida. Y recordé a la rubia que no había sido tan adorable. — No quise decir eso —rio—. Hablo de que algunas son una dulzura caminante. Mientras que otras… bueno no son tan adorables. Largamos una carcajada y los chicos nos miraron confundidos. — ¿Qué pasó? —preguntó Jeff alejando la mirada de su celular. — Unas fans, vinieron a sacarse una foto con nosotras. —respondí sonriendo—. ¿Qué tanto con tu teléfono pequeño Jeff? —pregunté levantando las cejas. Se puso colorado y murmuró un nada.

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Capítulo 23 Adam aceptó mi oferta de quedarse en casa esa noche, pasamos recordando algunas cosas de la secundaria, sin razón aparente, y caímos en el suelo, luego de eso, habíamos acordado ver una película comiendo algo de helado, sí de ese helado que me debía. Estaba acurrucada contra Adam mientras él acariciaba mi espalda, estábamos viendo ‘El cisne negro’. — Recuérdame ¿por qué acepté ver una película que contiene escenas de sexo lésbico, contigo? —me preguntó con la voz ronca. Abrí los ojos de manera exagerada, largué una carcajada y tiré mi cabeza hacia atrás. — Porque es una gran película, adoro a Mila Kunis y a Natalie Portman y porque decidiste que era mejor ver alguna película que Netflix nos recomendara en vez de elegir alguna de la estantería. Suspiró y yo reí, se comenzaron a escuchar gemidos de la pantalla y no pude aguantar la risa cuando noté que Adam se encontraba demasiado incómodo, se movió un poco detrás de mí, apartándome. — Hm… voy a ir al baño —dijo de un momento a otro. Y se levantó. — ¡No puedo creerlo! —dije poniendo pausa. La imagen quedó congelada en Mila Kunis con la cabeza entre las piernas de Natalie Portman. — ¡Alex! —me dijo mirando la pantalla. A lo que yo simplemente reí más fuerte.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 166 — Nooo —dije riendo—. No puedo creerlo, ve al baño y atiende tus “necesidades” —hice comillas con mis dedos. Bajé la vista por el cuerpo de Adam para encontrarme con la excitación notable en sus pantalones, no pude largar una carcajada más sonora en mi vida. No podía ser que se hubiera excitado de esa forma por una simple película como El cisne negro. Adam se acercó a donde yo estaba y me miró desde arriba. — Tienes quince años y te excitan las braguitas de Natalie Portman, ve de una vez al baño Ad. Adam entrecerró y se subió al sillón bruscamente, haciéndome caer sobre mi espalda. — ¿Yo? ¿Yo soy el que se excita? —repitió mi palabra de una manera extraña. Que hizo que mis entrañas se calentaran. “Oh, no.” Tragué una gran cantidad de saliva antes de hablar. — Sí. —señalé su pecho—. Quítate de encima Adam. — Ahora me llamas Adam —apretó su cuerpo al mío. — ¿No estabas muy apurado? — Puede esperar. — Sí claro, pongo play y salís corriendo. No puedo creer que no soportes ver una escenita… — Lo que en cambio no puedo esperar —lo miré—. es escucharte gritar mi nombre entre gemidos. Abrí la boca para replicar pero la cerré de inmediato al ver su mirada transmitía seriedad y sinceridad. El calor fue directo a mi vientre y me removí debajo de él. ¿Desde cuándo me ponía así cuando me hablaban sucio? Maldición Adam. — ¡¿Qué?! —respiré pesadamente—. No me hables así, idiota. Es grosero.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 167 Escuché como reía dulcemente y luego enterraba su cara en mi cuello, me estaba besando de una manera diferente, lo sabía. — Adam —murmuré tratando de alejarlo. Perdería el control fácilmente. Pero, ¡demonios! Estábamos en mi sillón… no quería hacerlo en el sillón. — ¿Sí? —preguntó de forma burlona y bajó sus besos directo a mi esternón. Sentí como mi pulso se aceleraba. La mano de Adam estaba ahora en mi cintura y otra sostenía su peso, para que no cayera sobre mi cuerpo. Su respiración se había agitado, igual que la mía. — Maldición —dije para tirar de su rostro al mío. Necesitaba besarlo. El beso fue más que profundo, tengo que admitirlo, y me entretuve un buen rato desabrochando los botones de la camisa de Adam, él había sacado mi remera de dormir y me había dejado tan solo en mis shorts y ropa interior. — Estúpida camisa —murmuré. Los botones me estaban volviendo loca. — ¿Y era yo el que tenía que atender mis necesidades? —sonrió de manera pervertida. ¡Adam sonreía de manera pervertida! — Esto —me señalé—. Es todo tu culpa. Terminé por fin de desabrochar la camisa y largué un suspiro. Pasé mis manos por su pecho y él sonrió ante el tacto. Volvimos a como estábamos en un principio, él encima de mí besando mi cuello. Pero… seguíamos en el sillón, y yo no quería estar allí. “No entiendo cuál es tu maldito problema con el sillón.” — Adam —dije y él apretó sus manos en mi cadera. — ¿Qué? —lo noté más que agitado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 168 — Estamos en el sillón —mordí mi labio con un sentimiento de molestia. Levantó ambas cejas y luego bajó sus manos directo a mis piernas, levantándolas y haciendo que hiciera una llave en su cadera. Traté de reír, pero quedó ahogada en un gemido, Adam me miró con una sonrisa. Se levantó conmigo y caminó hasta mi cuarto, me besó con fuerza hasta que sentí el colchón contra mi espalda. “Bien, por lo menos estamos en una cama.” “¿Qué?” No era momento para discutir con mi mente. Adam se separó un poco de mis labios para besar mi mejilla y luego bajar por mi cuello directo a mi ombligo donde contuve la respiración, sus besos bajaron un poco más y apreté las sábanas con anticipación. Sentí los dientes de Adam contra mi cadera y mi short había desaparecido. Me levanté sobre mis codos y lo miré, luego largué una carcajada. — ¿Qué? —preguntó. — ¡Arrancaste mis shorts! —dije riendo. Él solo asintió con una sonrisa inocente. — Eres adorable. Rio sonoramente y subió para volver a besarme, estaba segura que él sabía que mi risa era a causa de la excitación… aunque ¿no dicen que las mejores relaciones son en las que pueden reírse en la antes o durante el sexo? Me las arreglé para sacar su pantalón, y él para sacar mi corpiño. Agradecí que no hiciera lo que típicamente hacían, no me había mirado desde arriba, algo que odiaba, me hacían sentir inferior. Pero Adam… él simplemente no lo hizo de esa forma. Se sostuvo a penas con sus brazos a mis costados y me sonrió. — Eres hermosa. Pude sentir como me sonrojaba y él depositó un beso en mi mejilla, puse una de mis manos en el elástico de su bóxer y él puso una de las suyas en el borde de mi culotte.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 169 — ¿Al mismo tiempo? —murmuró ronco. — Me parece justo. Me besó una última vez antes de que nos deshiciéramos de la ropa restante, Adam besó mi cuello y luego me miró consternado. — Oh diablos —dije y mordí mis labios—. No… no tengo… — Alex, cariño, podrías haberlo dicho antes. Abrí los ojos y pestañeé repetidas veces, algo en mi cabeza se encendió, yo estaba tomando la píldora. — Eh… tomo la píldora pero…—murmuré ahogadamente. Me sentía estúpida — Estoy limpio, pero no importa. Un segundo y vuelvo. Se apartó de la cama para rebuscar en sus bolsillos la billetera, donde abrió y sacó un pequeño sobre negro. Cerré los ojos y tomé aire mientras escuchaba como el plástico se rompía y Adam se colocaba el condón. Algo en mí desfalleció de ternura por él, me cuidaba hasta en los momentos en los cuales la razón no jugaba papel. — Listos. Eché la cabeza hacia atrás cuando dijo eso y reí. Sí, me reía de nervios. Logré asentir, Adam se acomodó con demasiada tranquilidad y algo de torpeza sobre mí. Mordí mi labio a la primera embestida y él se estiró un poco más para besarme con dulzura. Otra embestida. Maldita sea era bueno en esto. Otra embestida. Era mejor de lo que había llegado a imaginar. Más embestidas. Clavé mis uñas en su espalda y él gimió en mi oído. — Te amo Alex. El aire escapó de mis pulmones con rapidez.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 170

*** — Hola —murmuró besando mi sien. Me estiré y mi espalda sonó, vi una sonrisa cruzar el rostro de Adam y luego tironeó de mí para que estuviera sobre su cuerpo, bostecé y besé su pecho desnudo. — ¿Cómo estás? — Bastante bien —respondí apoyando mi mentón en su pecho. — Me alegro entonces. Sonrió y no pude evitar imitarlo, comenzó a hacer círculos inexistentes en la piel de mi espalda cuando dejé caer mi cabeza sobre él, si seguía así iba a quedarme dormida. Pero, mi estómago rugió. — Alguien esta hambrienta. —besó mi cabello. Dejé caer mi cara contra su pecho y asentí allí, cuando su mano palmeó con suavidad mi espalda me levanté para sentarme sobre él, bajé mi rostro y lo miré más de cerca, él llevó sus manos a los costados de mi cadera. — Adam —Él me miró con los ojos bien azules. Tomé aire—. También te amo. Una sonrisa se plantó en su rostro y se estiró para atrapar mis labios. — Te amo mucho más —dijo mordiendo mi labio inferior. Mi estómago volvió a rugir, interrumpiendo el momento. — Bien, vamos a buscar algo de comida. —Asentí y volví a besarlo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 171 Salí del baño y me encontré con que Adam se había puesto la camisa de anoche y los pantalones. Abrió su mochila y me tiró una camiseta negra con una inscripción en blanco ‘BEARDED FOR HER PLEASURE’II, la acepté y me puse unos pantalones cómodos. Adam se acercó sonriente. — Te queda bien. — ¿Bearded for her pleasure eh? —dije y pasé mi mano por su barbilla. Donde había un pequeño y mínimo vello de tres días. Si decidía dejarse una barba yo aceptaría. — Para el tuyo —dijo rozando su mejilla con la mía, y por lo tanto provocando una pequeña picazón. Reí y me aparté, tomó mi mano para que camináramos fuera del departamento por algo de comida, mi heladera estaba vacía a excepción del queso.

*** Terminé la pintura que me habían encargado y me recosté sobre el piso flotante. Estaba agotada, y todo era culpa de Adam. Sí, lo estaba culpando, a él y a su maldita fascinación por mi cuerpo. Suspiré y tiré las cosas para entrar a bañarme, tenía ganas de salir y correr un poco, dejar que mi mente se despabilara. Me cambié a una ropa más deportiva, tomé los auriculares y mi celular. Bajé tranquilamente para salir y dar una vuelta, correr aclaraba mi mente y no me molestaba que fueran las siete de la tarde. La música llenaba mi cabeza manera tal que me relajaba, y dejé a mi mente divagar, se enfocó en las cosas que habían pasado en estos cinco días que había estado fuera de Londres. Adam me había pedido ser su novia, me había vuelto más conocida en el II

Traducción: “Barbudo para su placer”

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Grant Lorna / Painting Flowers / 172 mundo del arte, los chicos estaban triunfando de manera maravillosa, y mi relación con ellos iba viento en popa. Todo era perfecto.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 173

Capítulo 24 Mayo.

Hacían ya tres meses que había comenzado a salir con Adam. La banda se encontraba en una pequeña y corta gira, pero tenía que admitir que los extrañaba a horrores. Annie estaba a mi lado con un balde de palomitas entre sus manos, estábamos mirando una película en su casa. Solas, ya que Merlina había ido con los chicos y Kelly estaba ocupada. — ¿Cómo es que ella está ocupada y tú no? —le pregunté riendo. Las dos rubias trabajaban juntas en una agencia de modelaje, sólo que una tenía más tiempo libre que la otra, o eso me parecía. Annie me tiró palomitas a la cara. — Ella no se libera fácilmente… yo sí lo hago. Beneficios de ser la mayor —guiñó un ojo—. Oh, Alex ¿cómo van las cosas con Adam? Pestañeé rápidamente y me sonrojé, recordando cómo nos habíamos despedido. — ¡Veo que bien! —largó una carcajada—. Me alegra que finalmente haya encontrado a alguien. ¿Sabes? — Creí que… no lo sé, te molestaría. — ¿A mí? —asentí—. Claro que no cariño, yo solo… bueno ya sabes. Nunca fuimos nada, y eso está bien por mí. No me gusta eso de las ataduras, además —pensó unos segundos—. No jamás.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 174 Le di una sonrisa apretada, era extraño hablar con ella sobre Adam. Luego de un silencio, que era incómodo tan solo para mí, mi celular comenzó a sonar, sonreí al ver la foto de Adam en mi pantalla. — Hola Ad —canturree al atender. Escuché su risa. — Hola nena ¿todo va bien? — Todo va bien… miraba unas películas con Ann… —dije y me levanté para tener algo más de privacidad. Ann me miró asintiendo. — ¿Con Annie? Ah claro —rio—. Ella toma todo tan bien. Te extraño Alex — Yo también. — Dos días y vuelvo. ¿Sí? Y espero que me recibas, como es debido. Largué una carcajada y dejé que el viento del balcón me golpeara la cara. — Claro, tengo tu llave guardada. Voy a seguir viendo la película ¿sí? — Claro, preferís eso… — Espero que no estés dejándote llevar por ninguna… fan. — ¿Yo? ¿Dejarme llevar? Te amo ¿no? —se aclaró la garganta y escuché el murmullo de varias chicas—. ¿¡PODRÍAN HACER SILENCIO UN SEGUNDO!? —Más murmullo—. Creo que todos aquí saben que te amo Alexia. — Ok, lo entendí. Estas con fans ahora, no es necesario que rompas su corazón de esa forma — reí—. También te amo. — Me gusta escucharte decirlo. Sonreí. — Seguro que te gusta. Nos vemos en dos días Adam. — Nos vemos Alex, te amo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 175 — Yo también, saluda a los chicos de mi parte. Escuché como les daba a los demás mis saludos antes de que la conversación se cortara. Volví a mi lugar en el sofá junto a Ann y puse mi vista en la pantalla y en nuestra noche de películas de chicas.

***

Adam Dos días después. ¿Desesperado por llegar? Creo que la palabra desesperado era pequeña para describir como me sentía. Necesitaba llegar y abrazar a Alex, la extrañaba de manera poco saludable. Bajamos en el aeropuerto y una horda de fans se apareció frente a nosotros, buscando fotos y autógrafos que gustosos dábamos. Divisé a lo lejos a Kelly, y pude ver cómo nos sonreía, pero a su lado no había nadie. — ¿Kelly vino sola? —le pregunté a Nolan. Se encogió de hombros y firmó una foto. — No me avisó nada. ¿Estás buscando a Alex? — Sí… dijo que vendría. —murmuré mirando hacia el suelo en busca de una respuesta. Una chica se acercó para abrazarme y sacarse una foto conmigo. Sonreí, todavía con la mente en Alexia, y se alejó. Kelly se acercó a nosotros para abrazarnos y enganchar a Nolan de su brazo, pero, no pude ver más ya que mi vista se oscureció y el perfume de Alex me invadió.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 176 — ¿Buscabas a alguien? —susurró en mi odio. Y luego depositó un beso debajo del lóbulo de mi oreja. Sonreí al sacar las manos de mis ojos y hacer que las pusiera detrás de mí cuello. Giré, la apreté por la cintura y la acerqué a mí. — Hola —dije y la besé en el mentón. La sonrisa que tenía en el rostro me recordó lo mucho que la amaba, y no pude evitar besarla de manera profunda, no me importaba lo que estuviera a nuestro alrededor. Sentí varios flashes y se separó. — Hola Adam —murmuró y besó la punta de mi nariz parándose en las puntas de sus pies. Alex estaba usando un vestido floreado y zapatos bajos que me hicieron pensar en por qué no usaba vestidos más seguido. Entrelacé nuestras manos y caminé fuera del aeropuerto, ayer había hablado con ella, y habíamos decidido que era mejor que fuera a buscarme y no que estuviera directamente en el departamento, todo se basaba en sus celos, en sus graciosos y adorables celos. — No soy celosa —dijo tirándose en el sofá de mi departamento. — ¿segura? —pregunté y me tiré a su lado. Asintió y abrazó mi cuerpo para apoyar su cara en mi pecho. Maldición que la había extrañado.

***

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Alexia Desperté porque Adam hacía demasiada presión en el costado izquierdo de mi cuerpo, y porque hacía calor. Más bien, el calor en la habitación de Adam a las diez de la mañana era sofocante. Traté de moverme pero se aferró a mi cintura. — Adam… — ¿Hmmm? —murmuró y estiró la cara para enterrarla en mi cuello, haciéndome reír. — Quiero levantarme… ¿podrías dejarme? — No, no podría. Hoy no tengo nada que hacer ¿tú tienes algo que hacer? — Bueno… sí, debería abrir el local. Ya sabes… — No, hoy no vas a hacer nada. Traté de moverme nuevamente y esta vez logré sacar su pierna de encima. Él gruñó. — Adam, tengo que trabajar. Algunas personas nos ganamos la vida… Salí de la cama como pude y abrí uno de los cajones, saqué un boxer de Adam y una remera. Caminé hasta el baño y me di una ducha. Era verdad que tenía que ir a trabajar pero también era verdad que me agradaba la idea de quedarme en la cama todo el día junto a Adam.

***

Rodé sobre mi cuerpo cuando logré que dejara de hacerme cosquillas y enganché mis piernas en las suyas, inmovilizándolo de una extraña manera.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 178 — Mañana vamos a salir. ¿Vas a venir? —preguntó mirándome desde arriba. Lo pateé jugando en la cadera para que dejara de hacer eso. — No me mires así, no soy inferior. Y puede ser, no lo sé. Todo depende… — ¿De? —dijo y besó mi cuello. — De las ganas que tenga de compartirte. Escuché como reía y no pude evitar tirarme sobre él y besarlo. Amaba el sonido de su risa. Adam me convenció de comer algo vegetariano, yo lo convencí de que me llevara a una heladería… — Tienes helado ahí. —señalé su boca. — Sácalo. — ¿Qué? No. — Alex —dijo con una sonrisa tierna. — No, no voy a hacerlo. La gente nos está mirando Adam —susurré. Levantó la vista para observar a nuestro alrededor y efectivamente teníamos a un pequeño grupo de personas muy atentas a lo que hacíamos, desventajas de salir con una estrella del pop, me sentía nerviosa. — Eso es porque soy Adam Garwood y porque… tienes heterocromía. Largué una carcajada y llevé un dedo a su boca para limpiar el resto de helado. — Eres un verdadero cerdo comiendo. ¿Te lo dijeron alguna vez? No dijo nada, tan solo estampó el helado en mi boca. Dejándome sorprendida. — ¡Mami ese chico le tiró helado!

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Grant Lorna / Painting Flowers / 179 La risa de Adam se hizo presente en mis oídos al momento en el que un pequeño de cabello bien oscuro y rizado se encontraba entre nosotros dando golpes al estómago de Adam. Limpié mi rostro como pude. — ¡Gracias héroe! —le dije riendo. — Solo hago mi trabajo, una damisela en peligro… —dijo el niño. — Eric, vamos. —dijo una señora a nuestro lado—. Tiene el típico complejo de héroe. Discúlpenlo… Con Adam reímos y asentimos. El nene nos miró extrañado. — ¿No eres Adam de Stereo Faces? —Adam asintió—. Mi hermana está loca por ti. Adam miró al niño con ternura, y su madre asintió con una mueca afligida, sacó de su bolso una agenda y una lapicera. — ¿Te molestaría firmar algo para ella? — Claro que no —contestó de manera cortés. Me alejé de su lado para adentrarme en la heladería en busca del baño y así poder enjuagarme la cara y sacarme todo el helado que tenía pegado. Cuando salí choqué de frente con alguien, cayendo al suelo torpemente. — Lo lamento, verdaderamente… no te vi. —dije tratando de pararme. Un par de ojos verdes claros se posaron en mis ojos, investigándome. Me sentí incómoda. — ¿Alexia? —dijo sonriendo. Hice una mueca al no saber quién era—. ¡Soy Paul, fenómeno! Di un pequeño chillido de emoción y me tiré a sus brazos. Paul había sido mi apoyo en la secundaria al momento de la partida de Adam, mi viejo amigo Paul. — Tanto tiempo sin verte colorada —dijo en mi cabello. Provocando que riera.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 180 Escuché como alguien se aclaraba la garganta detrás de nosotros y giré para ver a Adam de brazos cruzados y con una ceja levantada. — ¿Adam? ¿Adam Garwood? —dijo el morocho a mi lado. — Sí… — ¡Estas con Adam! —dijo Paul ahora mirándome. Y asentí—. Soy Paul amigo… ¿la secundaria? La mirada de Adam se volvió blanda y una sonrisa pasó fugazmente por sus labios, luego tiró de un brazo de Paul para envolverlo en un abrazo, de esos masculinos que se palmean la espalda. ¿A caso no sabían cómo abrazarse? — Maldita sea, creí que iba a tener que patearte el trasero por lo que sea que le hubieras hecho a mi novia. ¿Cómo estás? Tanto tiempo—habló mientras se separaba y se deslizaba a mi lado. — Bastante bien… vine a probar suerte a alguna universidad de aquí, quiero entrar en un equipo grande. — ¿Sigues con el baloncesto? —pregunté — Claro ¿a qué más me dedicaría? —largó una carcajada—. ¿Dijiste novia? —asentimos. Yo bastante sonrojada—. ¡Los felicito chicos! Arreglamos con Paul para que saliera con nosotros la noche siguiente, algo que aceptó gustoso.

*** Mayo me gustaba, verdaderamente lo hacía. Amaba poder usar vestidos floreados y zapatillas bajas. Era lo mío… o en realidad lo era en esa época, lo mío eran las chaquetas de cuero y dar la

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Grant Lorna / Painting Flowers / 181 apariencia de chica mala, pero ¿a quién le importaba que yo cambiara de estilo mes a mes? Única y exclusivamente, a mí. — ¿Alex estas ahí? —La voz de Nimerya me trajo a la realidad. — Oh sí, solo estaba pensando en que vestido ponerme… — Claro como digas —rio—. Bueno te estaba contando… Espera un momento ¿estas segura que no te molesta que te cuente mientras estas trabajando? Además de que es muy temprano y sábado y… — ¿Nimerya? ¿Eres tú? —logré hacer un acento cordial—. ¿Qué has hecho con mi amiga de pelo blanco? — ¡Tarada! —chilló riendo—. Es raro… estuve hablando mucho con Jefferson y bueno eso. Creo que me gusta. Nimerya siempre había sido de hablar las cosas de frente, si algo no le gustaba lo decía sin pelos en la lengua y lo mismo pasaba si algo sí le gustaba… así que ese algo era Jefferson. Enfoqué mi vista en la ventana del local, estaba casi soleado pero no había mucha gente en la calle, o por lo menos no pasaban por la puerta de mi local. “¿Qué esperabas cariño? Es sábado… a la mañana.” — Nime —dije—. Creo que vas a tener que programar un viaje a Londres dentro de poco tiempo… y podríamos arreglar para salir los cuatro… o todos. — ¡Cita doble! Eso me encanta. Al, estoy muriendo de sueño… hablar hasta tarde con Jefferson no causa buenos efectos. —reí—. Sí, ríete, me estoy transformando en una niña cursi de esas que esperan a que el teléfono suene y que sea él, siento que ese no es mi papel. En fin, te amo amiga.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 182 — Yo también Nime, adiós. Corté la comunicación y me dediqué a esperar a que alguien entrara al local, y por suerte eso pasó, solo que, no era quien esperaba. ¿Por qué no podía la gente pasar y comprar algo?

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Capítulo 25 Paul ingresó al local con un aire extraño, y una sonrisa plantada en el rostro. — ¿En qué puedo ayudarte? —pregunté tratando de sonar como si no lo hubiera reconocido. — ¿Alex? ¿Trabajas aquí? — Así es… bienvenido a mi local. Paul me sonrió y me incitó a que le contara como fue que había logrado llegar a esto. Para cuando nos dimos cuenta era pasado el mediodía y nuestros estómagos rugían. Como los sábados no eran mis mejores días de ventas y ya quedaban dos horas para cerrar, decidí irme antes. — ¿Así que este es tu departamento? —preguntó entrando al loft. Murmuré una respuesta y tiré las llaves sobre la mesada, le di un pequeño tour antes de que decidiéramos que comer y nos sentáramos a ponernos al día. Ninguna noticia de Adam para ese momento. — ¿Y, te enteraste por qué Adam dejó de asistir? —me preguntó dándole un sorbo a su bebida. Me congelé. — Eh… no. No hablamos de eso. —murmuré—. ¿Me disculpas? Voy a buscar algo al cuarto… — Claro Alex. Traté de devolverle la sonrisa pero me fue imposible, me levanté y caminé directo al cuarto. Tanteé la cama en busca de mi celular y lo encontré. La bolilla de luz azul parpadeaba indicando que tenía un mensaje:

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Grant Lorna / Painting Flowers / 184 Adam: “¿Amaneciste bien? Estuve bastante ocupado con los chicos y los preparativos de esta noche. Cuando puedas llámame, te amo x” No contesté el mensaje, pero si guardé el celular en el bolsillo delantero del vestido que llevaba puesto. Y volví a la cocina. — ¿Todo en orden? —Paul me miró detenidamente. — Claro… ¿por qué? —levanté las cosas sucias de la mesa—. ¿Quieres postre? — Tu cara… esta algo transformada. No, gracias. Es más, creo que debería irme. Eso me tomó por sorpresa, es decir la forma en la que se dio cuenta de todo, las cosas se resbalaron de mis manos cayendo en el fregadero haciendo un ruido importante, y Paul estuvo a mi lado. “¿Qué demonios es ese ardor?” Reproché en mi mente, los platos estaban cubiertos de sangre, un vaso se había roto y el cristal se había enterrado en mi mano. De ahí el ardor, demonios. — ¿Alex? ¿Te encuentras bien? ¡Te cortaste! —dijo algo asustado. — Sí pero está todo bien. Ya, ya está. —tiré del cristal evitando gritar de dolor. Paul me obligó a sentarme y fue en busca de alcohol para limpiar la herida, y una venda. — Gracias Paul —dije cuando apretó la venda. Hizo una mueca. — No es nada cromi —sonreí al escuchar como solía llamarme en la secundaria, de él no me molestaba. El silencio se volvió incómodo, hasta el punto en el que te dan ganas de cortarlo con un cuchillo o simplemente con un grito.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 185 — ¿Es por Adam? —dijo de repente. Sacándome de mi trance, y de mi incomodidad. Asentí—. ¿No hablan de eso? — Lo intentamos… una vez. —mi garganta se cerró—. Pero, no pudo decírmelo, y todavía no lo logró. Los brazos de Paul me rodearon y por un instante, me olvidé de Adam y del dolor que sentía cuando recordaba la secundaria, me dejé estrechar por los brazos de Paul, que destilaban consuelo, uno que necesitaba. Una hora más tarde Paul se había marchado y mi celular no dejaba de sonar. Notificaciones de Twitter y mensajes de texto explotaban en la pantalla, y el teléfono de línea de mi departamento sonó. — ¿Hola? —atendí algo extrañada, hacía demasiado tiempo que no sonaba ese aparato. — Sigues viva, demonios Alexia creí que habías sufrido un colapso. ¿Te encuentras bien? — Nimerya… sí estoy bien ¿por qué no debería de estarlo? — Eso significa que todavía no viste tu teléfono y que por eso estamos hablando por aquí. — Apreciaría la claridad Nime, estoy un poco cansada. — No soy partidaria de las malas noticias, o de las noticias de mal gusto. Si abres Twitter no llores. Probablemente es algo retocado o simplemente… una de esas fotos que suelen sacarse. Son fans. Fruncí el ceño. ¿De qué demonios estaba hablando? Tomé el celular y abrí la aplicación de Twitter para encontrarme con la cantidad de noticias que tenía, varias menciones y casi todas eran comentando una foto, una foto de Adam besándose, de manera nada amistosa, con una chica de cabello dorado. Suspiré.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 186 — ¡¡¿¿Alexia??!! Te estoy hablando y me estas ignorando, ¿podrías contestarme cariño? — Aquí estoy Nime —susurré. Mi pecho de repente se sentía pesado—. No te estoy ignorando… ya vi la foto que decías… — ¿Estás bien cariño? Lamento haberte llamado para eso pero temía que estuvieras sufriendo un colapso o algo de eso. — Gracias… de todas formas lo vería, todo lo que hay en mis menciones es la foto. — interrumpí lo que sea que ella estaba por decir—. Me voy a ir a dormir un poco Nime, estoy bastante cansada, como ya te dije. — Claro Al, cualquier cosa que me necesites. Ya sabes. — Sí, gracias. — Te am —corté la comunicación antes de que mi amiga terminara su despedida. Me tiré en la cama y apagué todas las luces, Adam se había besado con alguna fan y no me lo había dicho, tuvo el descaro de no decirlo, era simplemente un beso, pero no me lo había dicho.

***

Adam: “A las 21:00 paso por tu casa a buscarte. ¿Te parece?” “2 llamadas perdidas: Adam” “Alex, ¿por qué no me contestas?” “Cariño me estas preocupando. ¿Es por la foto con la fan? Alex por lo menos podrías enviarme un emoji para saber que estas bien.”

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Grant Lorna / Painting Flowers / 187 “Jeff dice que todo está bien, que debería habértelo contado. ¿Acaso estas molesta por eso? Te amo, no estés molesta” Entrecerré los ojos a la pantalla del celular, la luz de ésta estaba cegando mis ojos adormilados. Me levanté de la cama, tomé una toalla y busqué la ropa que me iba a poner. Salí de la ducha quince minutos más tarde, y me encontré con Adam sentado en mi sofá. — ¿Cómo…? —comencé y recordé que tenía una llave de emergencia. Dejé de hablar y caminé hasta el cuarto a ponerme los zapatos y arreglarme el cabello, tenerlo corto era un beneficio en días como estos, podía alborotarlo un poco y quedaba bien. Sentí la presencia de Adam dentro de la habitación así que una vez que guardé las cosas en mi pequeño bolso giré para mirarlo, estaba vestido con su típica ropa de “voy a pasarla bien”. Y una sonrisa ladeada plantada en el rostro, una sonrisa que no me derritió como solía hacerlo, por lo contrario me entristeció, y de repente, no tenía tantas ganas de salir. — Hola —dijo y besó mis labios cortamente. Asentí en forma de saludo, aguantando las lágrimas que trataban de salir. Me sentía mal por culpa de Paul, él había hecho que yo recordara que no sabía el porque me había separado de Adam, y luego a causa de la foto con la fan, y que Adam no me lo hubiera comentado, me sentía molesta. Me miró durante unos segundos y luego llevó un dedo a mi barbilla, tiró de ella para que lo mirara a los ojos. Pasó del verde al celeste, del celeste al verde. Sentí la necesidad de desviar la mirada. — ¿Qué pasa? —preguntó pegando su frente a la mía y besando la punta de mi nariz. — No, no pasa nada. —contesté tratando de sonar segura.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 188 Me separé de su agarre y forcé una sonrisa, encogí mis hombros y le di un beso casto. — ¿Vamos? Lo lamento por hacerte llegar tarde, me quedé dormida… —me excusé. Adam sonrió para luego besar mi mejilla. — No me molesta. Y estas hermosa. —eso me hizo sonreír—. Esa es una sonrisa sincera, vamos. Entrelazó nuestras manos y me sacó del departamento. Me encontré en la entrada de un lugar al que nunca había venido antes. Era un pub, claramente, pero no lo conocía, Adam notó mi confusión. — Eh… es algo más privado que Mahiki, por eso lo elegimos. — Oh. Me miró nuevamente durante unos segundos, sabía que no se iba a rendir tan rápido en saber que me pasaba. Pero evite demostrar lo que sentía, como él había dicho un tiempo atrás, todavía no era el momento, y eran simplemente fans. Entramos y rápidamente nos encontramos con los chicos y una cantidad importante de gente. ¿No que era algo más privado? Adam estaba detrás de mí caminando directo hacia la barra. Sus manos estaban aferradas a mi cintura, algo que me pareció posesivo, y de una forma que no me agradó. No me encontraba de humor para soportar eso. — ¿Adam? —lo llamé de mala gana antes de que llegáramos a la barra. — ¿Qué? —preguntó y dio una vista rápida a nuestro alrededor. Lo seguí y mi vista se cruzó con Paul. — Oh, mucho sentido. —murmuré. — ¿Está todo bien? Te noto un poco… posesivo. Y me resulta molesto. —le dije retomando la conversación con cautela.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 189 Los ojos le brillaron y asintió repetidas veces para luego acercarse un poco más y juntar nuestras bocas, un beso que no me fue satisfactorio. — Lo lamento, todo está perfecto. ¿Vamos a buscar algo para beber? Asentí sin ánimos y dejé que me guiara.

***

Las luces daban vuelta a mí alrededor y el perfume de la persona con la que estaba bailando no era exactamente el de Adam. Pero, no me interesó, ya que probablemente se encontraba ebrio entre la gente, con alguien más. Con alguien que no era yo. — ¿Estas bien? —dijo esa persona en mi oído. Cerré los ojos tratando de reconocer la voz, demonios no tendría que haber dejado que Myles me guiara para beber. — ¿Por qué todo el mundo me pregunta eso? —me quejé—. Estoy perfecta. ¡PERFECTA! Lo siguiente que sentí fueron los labios de esa persona sobre los míos, una sensación extraña me recorrió. Me negué durante unos segundos y luego me rendí, necesitaba ese beso, en el cual todo se había desvanecido, no estaba pensando en quién era, o en lo que había pasado con Adam. Aunque de una cosa estaba completamente segura, no era Adam. Definitivamente, no era Adam.

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Capítulo 26 Me tambaleé para atrás cuando la persona se separó de mí. Y ahí pude ver todo con claridad, Adam sostenía del cuello de la camisa a Paul y lo miraba con rabia. Alguien que me joda. ¿Era Paul a quien estaba besado? — ¿Alex? ¿Alex estas bien? —Esa era la voz de Nolan a mi lado—. ¿Alex por qué demonios no respondes? Y esa fue la gota que rebalsó el vaso. No. No estaba bien. No quería que me gritaran, no quería tener cerca a Paul, o a Adam o a cualquier miembro de Stereo Faces. No quería. — ¿¡Qué demonios!? —grité—. ¡No, no estoy bien! Me hice camino entre la gente, que por la paranoia que sentía, creí que todos me observaban con ojos inquisidores, para poder salir del lugar, conseguiría un taxi y me iría a casa. No quería estar otro segundo ahí dentro. “Si no le planteas a Adam que quieres saber el porqué de su ausencia cuando eran adolescentes nunca lo vas a conseguir.” “Y también deberías decirle que sí te molesta la foto.” Mi mente me recordaba esas dos cosas hasta logré salir del lugar. Una pequeña luz roja indicando que el taxi que se acercaba estaba libre se acercaba por la acera, caminé hasta él y levanté la mano para frenarlo. — ¿Alex? —La voz de Adam sonó detrás de mí. Pude sentirla ahogada, y apagada. Y el aire comenzó a faltarme.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 191 Giré para mirarlo, al borde de las lágrimas, un estado en el que también estaba yo. El taxi frenó a mi lado y dio un bocinazo para anunciar que me apurara. Miré a Adam durante unos segundos y abrí la boca para hablar. Pero nada salió de mis labios. — Alex —suplicó. Negué con la cabeza mientras me mordisqueaba los labios. — Yo… yo lo lamento Adam. No puedo —respondí con sinceridad. Pestañeé varias veces soportando las lágrimas y me metí dentro del auto sin mirarlo dos veces. — ¿A dónde la llevo? —me preguntó el hombre mirándome por el espejo retrovisor. — ¿Lejos? —traté de sonar divertida. Fallé.

***

Adam Me senté en el cordón de la vereda tratando de recapacitar lo que había pasado. Abracé mis rodillas contra el pecho y escondí el rostro en ellas, no sería lindo que alguien pasara y viera a Adam Garwood ebrio y llorando. Demasiadas noticias calientes llevaban mi nombre. Me sentía expuesto y traicionado, pero había algo en la mirada que Alex me había dado antes de subirse al taxi que no comprendía, algo que me decía que escondía alguna cosa y que tenía miedo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 192 Los sollozos atravesaron mi garganta y escuché como un trueno se disparaba en el cielo. Lo que me faltaba, que se largara a llover. ¡Cartón lleno para Adam Garwood! Una mano se posó en mi hombro y me sacudí de inmediato con violencia. Pero al levantar la vista bajé un poco las defensas, Myles se sentó a mi lado y pasó un brazo por mis hombros de manera protectora. — Tranquilo —dijo en voz baja. — ¿Cómo puedo estar tranquilo? —sollocé. Él sonrió de lado—. La amo Myles, verdaderamente lo hago. Y-y me alejé dos segundos, la estábamos pasando tan bien, y me alejé dos segundos… — Lo sé, yo estaba. Pero… Alex no la estaba pasando tan bien como tú. Fruncí el ceño y le di un pequeño golpe al suelo de cemento. ¿No la estaba pasando tan bien? Si ella no hubiera querido ir lo hubiera dicho. Las gotas comenzaron a caer sobre nosotros. Alex no me había dado una sonrisa sincera desde que habíamos entrado al pub, Myles tenía razón. — ¿Entramos? —me preguntó meciéndose de un lado al otro. — No… creo que me iré a casa. Myles asintió sin dudarlo y me dio una pequeña palmada en el hombro antes de levantarse y perderse dentro del pub nuevamente. — Voy a irme a casa. —repetí y frené un taxi.

Bajé tratando de llegar rápidamente a la puerta del edificio. En el momento que me había preguntado a donde iba, la dirección de Alexia había escapado de mis labios, una vez que estuve debajo del techo apreté el panel de timbres, tres veces, pero Alex no atendió. Resoplando busqué

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Grant Lorna / Painting Flowers / 193 en mis bolsillos las llaves para poder entrar a su casa, si estaba durmiendo, la despertaría, o simplemente me quedaría sentado a su lado, le diría que todo estaba bien y que me contara que era lo que la atormentaba. Al subir por el ascensor y meter la llave en la cerradura me encontré con todo apagado y tal cual lo habíamos dejado. Alex no había venido. Encendí las luces y miré el reloj de pared, marcaba las cuatro de la mañana. ¿Dónde demonios estaba Alexia?

***

Alexia La lluvia había empapado mis zapatos y pesaban demasiado, por lo que me los había sacado. Me acurruqué contra el borde de una de las columnas del Bankside. Cuando le dije al taxista que quería ir lejos… no había cumplido exactamente pero me había llevado hasta el Bankside, donde decidí que era un buen lugar para pensar, ver el río me calmaba, incluso con el viento que movía el agua de manera violenta y arrítmica contra las orillas debajo de mí. Pero no me preocupaba, nada lo hacía. Me senté en con las piernas cruzadas, dejé que la lluvia me mojara, y que la fresca brisa que corría se colara por mis huesos. Temblé luego de media hora, y me paré, me calcé los zapatos para guardar algo de seguridad, y dignidad. Dejé que el agua de lluvia me terminara de empapar,

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Grant Lorna / Painting Flowers / 194 como si fuera posible que eliminara todos mis problemas, y malas vibraciones, o sólo lo que había pasado hoy, con eso me conformaba. Mi celular sonó, lo ignoré. Suspiré mientras esperaba que un taxi pasara por esos lados y pudiera volver a casa. Esperé alrededor de 10 minutos bajo la lluvia y completamente sola hasta que un taxi apareció, le di la dirección de mi departamento y arrancó. — ¿Esta todo en orden ahí atrás? —preguntó alegremente el conductor que no pasaría los 30 años. Asentí, dándole a entender que no diría una palabra. ¿Vieron ese sentimiento de que algo malo va a pasar pero no podes detenerlo? Eso era lo que sentía. Una presión en el pecho que no se iba y un zumbido en mis oídos que me apretaba la cabeza. Hice que mi vista se perdiera en el camino, ya habíamos entrado en la zona de mi barrio y en poco tiempo estaría de vuelta en casa. Levanté la mirada, escuché el chirrido de los neumáticos y me golpeé contra la puerta. Me quejé en voz alta, una bocina que fue más fuerte de lo común, una luz blanca que ocupó todo mi campo visual, mi cabeza golpeando contra algo fuertemente. Y la oscuridad me invadió.

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Capítulo 27 Adam Me quedé en su casa a esperarla, quería entender por qué había besado a Paul y por qué se había marchado. Traté de llamarla varias veces, pero no contestaba. — Bien, Alex voy a esperarte. —dije al contestador de su celular, dejando un nuevo mensaje de voz y me acosté en su cama. Horas más tarde mi teléfono comenzó a sonar, un número desconocido. Eran casi las seis de la mañana, tendría que atender. — ¿Hola? — Nos comunicamos de la clínica central de Londres, usted es el último en la lista de llamadas de la Srta. Alexia Followill —mi corazón dejó de latir—. ¿Es usted familiar o conocido directo? — Sí s-soy el novio… ¿qué sucede? ¿Se encuentra bien Alexia? — La Srta. Followill tuvo un accidente automovilístico y se encuentra inconsciente… vamos a proceder a comunicarnos con —no dejé que terminara de hablar. — Voy para allí. Corté la comunicación con lágrimas en los ojos y corrí fuera del edificio por un taxi. La lluvia era leve, maldije por no tener mi auto aquí, escribí rápidamente un mensaje que enviaría a los chicos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 196 Para: Stereo Faces Group “Alex tuvo un accidente. Clínica central de Londres, voy a estar allí.” *** Una semana después.

— ¿Cómo están las cosas Adam? —preguntó Nimerya por el celular. — Igual… están haciendo estudios para ver porque no despierta… también placas, quieren descartar algunas cosas… Eran las nueve de la mañana de un martes, y yo estaba caminando a la clínica. — Diablos —dijo—. Ella es fuerte, lo sabemos. — Sí —murmuré. — Voy a tomar un vuelo mañana, Jefferson va a recogerme… ¿Los padres de Alex ya están allí? — Llegaron el domingo. Te mantengo informada, que tengas un buen vuelo Nimerya. — Gracias Adam. Adiós. Ingresé en la sala de espera y me encontré a los padres de Alexia, Jefferson y Ann. Los demás habían estado anoche y Jefferson no quería separarse. Paul estaba a un costado, le mandé una mirada fulminante y me fui junto a Jefferson. — ¿Algo? —le pregunté vagamente. — Nada…

***

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El calendario mostraba que era miércoles y Nimerya tocaba la puerta del departamento de Alex, donde me estaba quedando, para que fuéramos juntos a visitarla. Stereo Faces se había tomado unas pequeñas vacaciones personales, Jefferson había comenzado a escribir algunas canciones y nosotros tratábamos de ayudar, pero no estábamos mucho en la prensa. — Hola chicos —declaró Nolan cuando llegaron a las afueras de la sala de Alex, en terapia intensiva. Levanté la cabeza en forma de saludo. Estaba sentado junto a los Followill en espera de alguna noticia, y mi vida mejoró durante los segundos que un doctor salió de la sala. — ¿Parientes de Followill? — Nosotros —respondimos los nueve, Paul incluido. El médico escondió una sonrisa, miró los papeles y luego asintió. — Bien, voy a comunicarles el estado de Alexia, la cual despertó hace unos minutos. Mi pecho se infló de felicidad y los padres de Alex lloraban a causa del mismo sentimiento. — ¿Podemos entrar a verla? —Nimerya no escondió su euforia. — Claro, de a tres personas van a poder hacerlo. Pero… —levantó el dedo índice, en forma de aviso—. Antes tengo que explicarles, Alexia sufrió un golpe demasiado fuerte… no posee ningún daño físico grave, pero es posible que por el aturdimiento no recuerde algunas cosas con claridad. —Jefferson ahogó un gritito de sorpresa—. Hablé con ella sobre cosas en general, y luego le pregunté si recordaba lo que le había pasado, y me explicó el accidente y donde había estado antes de tomar el taxi de regreso a su casa… nada de antes de ese momento. Es posible

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Grant Lorna / Painting Flowers / 198 que olvide datos importantes, o sucesos. Nada muy grave, será momentáneo pero no la presionen, ella va a recordarlo eventualmente. Terminó de hablar y todos nos agrupamos para poder ingresar a verla. Los padres junto a Nimerya, salieron sonrientes. Nolan, Myles y Shaun también. Ingresé a la habitación junto a Jefferson y Paul. Alex estaba más pálida de lo normal haciendo que su rojo cabello resaltara con fulgor, sentada con las manos en su regazo y mirando todo. Despeinada y con grandes ojeras. Pero… estaba despierta. — ¡Alex! —Jeff rápidamente se acercó a ella, que ahora sonreía. — Hola Jeff —contestó devolviéndole el abrazo. Paul se aproximó cuando lo nombró e imitó la acción de Jefferson. La mirada de dos colores de mi chica se posó en mí, estudiándome. — Hola —dije sonriendo abiertamente. Ella mordió su labio, estaba nerviosa. ¿Por qué estaba nerviosa? — Hm… No quiero ser grosera pero… hm No… ¿quién eres? —preguntó con un nerviosismo mayor, salteando su mirada de los chicos a mí. Temblé.

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Alexia La puerta se cerró detrás de Myles que fue el último en salir. Había tenido un accidente, lo recordaba con claridad, y ahora mis familiares y amigos más cercanos estaban visitándome. La maldita puerta se abrió nuevamente y junto a Jefferson y Paul entró un chico alto de ojos azules, que creí conocer, me parecía conocido de la secundaria pero no podía recordarlo bien. No lo tomé en cuenta, hasta que abracé a Paul y lo atrapé mirándonos. Lo observé, tenía cara de no haber dormido bien en días, una camisa a cuadros con una remera debajo, jeans oscuros cabello castaño despeinado. — Hola —dijo sonriendo abiertamente y haciendo que detuviera mi inspección. Mordí mi labio, no sabía quién era y eso me ponía nerviosa. — Hm… No quiero ser grosera pero… hm no… ¿quién eres? —pregunté y miré a Paul, Jefferson y luego al chico. El chico tembló, me sentí un poco mal por no saber quién era. — ¿No sabes quién soy? —preguntó y se notaba realmente asustado. Negué y miré a Jefferson confundida. Me dijeron que sería posible que olvidara algunas cosas, a causa de uno de los golpes que había recibido en el accidente… pero no que olvidaría personas. — Adam, no la presiones… Alex, él es un viejo amigo tuyo —dijo Jefferson. Aparentemente se conocían. El chico de leves rizos castaños suspiró, de manera frustrada y lo miré. Mi corazón comenzó a latir de manera arrítmica. ¿Quién demonios era Adam?

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Capítulo 28 Dos días después de que desperté me dejaron ir a casa, y Adam se ofreció a llevarme a casa, donde Nimerya me esperaba. — Eh… gracias Adam —dije en la puerta del departamento. — Claro —respondió vagamente—. Cualquier cosa… tienes mi número en tu celular. Levanté ambas cejas ¿Qué clase de cosa sería la necesaria para llamarlo? Lo miré durante unos segundos más, no, no lo recordaba.

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— ¿Verdaderamente no lo recuerdas? —Preguntó Nimerya. Estábamos cenando y surgió el tema Adam de un momento a otro, serví más ensalada para acompañar el pescado y le puse un poco de limón, fruncí los labios antes de hablar y mirar fijamente a mi amiga de cabello blanco. — No, de verdad que no. Jeff dijo que era un viejo amigo mío pero, no logro recordarlo. Y se parece mucho a alguien de la secundaria, que tampoco recuerdo con claridad. Es frustrante, ¿quién es? Nimerya se tensó. Suspiré de mala gana y volví a enfocarme en mi plato. — El doctor dijo que si no lo recuerdas debe ser por algo, que solo va a volver… no puedo meterme cariño.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 201 Le tiré una hoja de lechuga. — Mala amiga. —dije y ella sólo se encogió de hombros.

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Dos semanas habían pasado desde que salí completamente de la clínica. Había vuelto a trabajar tranquila y salía con los chicos regularmente, Paul entró a la universidad por lo que no lo veía seguido, algo que muy en el fondo no lamentaba. — ¿Quieres agua Alex? —Me preguntó Adam con una sonrisa. Asentí. A su alrededor me sentía extraña pero cómoda, él aprendía rápido las cosas que me gustaban, o ya las sabía, eso no importa. Adam era agradable conmigo, y lo había atrapado mirando mis ojos con un aire nostálgico varias veces, algo que me hacía sonreír de manera escondida. Me habían explicado que él formaba parte de la banda y que solía estar pegado a mí, habíamos ido juntos a la secundaria y nos habíamos reencontrado. De ahí era que me parecía conocido, pero seguía siendo algo que yo no recordaba. — Y mañana tenemos una entrevista en la radio, a unas cuadras de Painting Flowers… — Jefferson habló sonriendo. — Podríamos ir a almorzar cuando salimos, ¿Quieres Alex? —Shaun también sonreía. “¿Por qué sonreían tanto?” La idea me agradaba. Mi vista bajó un poco hasta dar con mi reloj de muñeca, ya era medianoche. Me sorprendí. — Chicos… —comencé—. Tengo que irme. Un par de ojos azules se enfocaron en mí.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 202 — ¿Te llevo? Miré a Adam, tenía una sonrisa dulce en sus labios. Había rechazado sus ofrecimientos varias veces ya, era hora de que le diera una oportunidad. — Lo apreciaría. —dije.

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— Gracias Adam. Me había acompañado hasta la puerta del edificio, mirándome de una forma que lo único que me transmitía era ternura. “Maldición, él era lindo.” — No hay porque agradecer Alex. Tuve ganas de sonreír por la manera en la que dijo mi nombre, pero aguanté. Quedaría como una estúpida que sonreía por todo. La noche estaba estrellada y se sentía extraño, pero no quería que Adam se fuera. “Una excusa para que se quede… rápido.” Abrí la boca para hablar, pero ninguna palabra salió. Fruncí el ceño frustrada, él se iría. Y yo, realmente no quería eso. — ¿Cómo van las cosas? —me preguntó metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón y se balanceó. Mordí el interior de mi mejilla. ¿Él quería hablar? Quiero decir… no es que no hubiéramos hablado, pero… bueno no. No habíamos hablado a solas. — Van bien, tratando de recordar algunas cosas. Asintió y miró a la nada. Ese era mi momento, le diría si quería entrar a tomar té y hablar.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 203 — Debería irme —dijo y mi mundo se derrumbó—. Mañana tengo que levantarme temprano… ya sabes. ¿Sonaba nervioso o era mi imaginación? La idea del té era inútil. ¿En qué estaba pensando? Otro día lo vería. — Oh, claro. Sí, totalmente deberías ir… yo debería entrar a dormir un poco. —sonreí de lado. Asintió nuevamente y se acercó torpemente a mí. Me sentí acorralada, pero se sentía bien el tenerlo tan cerca. — Adiós Adam —susurré perdida en el azul que me miraba con profundidad. Sentí como mi voz se hacía más pesada. — Adiós Alex —dijo. Pude ver como algo surgía en sus ojos, y que no se movió del lugar en el que estaba, ni un centímetro. Y de un momento a otro me encontraba con los brazos sobre su cuello y atrayéndolo a mí, sentía la leve necesidad de tenerlo aún más cerca y él solo sonreía. Rozó nuestros labios, mordió cariñosamente mi labio inferior y se apartó, dejándome aturdida y deseando un beso. — Adiós Alex —repitió. En un estado de sorpresa observé como subía al auto sonriendo y arrancaba, pestañeé todavía aturdida por lo que había hecho y entré al edificio, apoyé mi espalda contra el cristal y resbalé hasta llegar al piso, llevé una de mis manos a mis labios, me di cuenta de que estaba sonriendo. ¿Podría ser que Adam me volviera loca?

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Capítulo 29 El día estaba nublado cuando salí del edificio para ir a trabajar, la música llenaba mi cabeza y me hacía sonreír. No había podido dormir correctamente, y sí, todo era culpa de Adam. Había soñado con él y una presentación de arte en Los Angeles… había sido un sueño muy vívido. Abrí las persianas de Painting Flowers y me encontré con que debería limpiar los vidrios, por lo que al ver que era temprano y que era poco común que alguien entrara a comprar una pintura a esas horas, busqué los artículos de limpieza. Había terminado uno de los ventanales cuando una camioneta se estacionó frente al local, giré por curiosidad y también por paranoia. Me encontré con Adam bajando alegremente. — ¡Alex! —llamó y lo miré confundida. — ¿Adam? ¿Qué estás haciendo… Tiró de mi brazo para encerrarme en los suyos y besarme en la coronilla. La respiración me falló al sentirlo tan cerca nuevamente. — Venía a saludar. —sonrió sin mostrar los dientes y se alejó. — ¡Hola Alex! —gritaron los chicos desde la camioneta. Y agité la mano en forma de saludo. “Venía a saludarte” ¿Qué clase de persona va tan temprano al local de alguien sólo para “saludarla”?

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La tarde luego del almuerzo junto a los chicos pasó rápida, y ya me encontraba cerrando el local y decidida a buscar algo al supermercado para poder cenar. Tomé algunos bastidores para hacer las pinturas que me había pedido y una vez que saqué la llave de la puerta mi celular comenzó a sonar, haciendo que se me complicara agarrar todas las cosas y algunas cayeran a la vereda cuando atendí. — ¿Hola? —pregunté algo enojada por dejar caer las cosas y me agaché a tratar de recogerlas. — Hola Alex. ¿Quieres que te lleve a casa? Me exalté al oír la voz de Adam del otro lado y mi cabeza golpeó contra el picaporte de la puerta de vidrio. ¿Era alguna clase de stalker? — Maldita sea —susurré con los ojos cerrados—. ¿Qué? —abrí los ojos y me quedé en el lugar. Adam estaba sonriendo con el celular a la altura de su oreja, mirándome atentamente. Sacó el aparato electrónico y lo metió en su bolsillo. — ¿Te llevo? — Oh… eh creo que voy a poder… — Alex —negó riendo—. Déjame reformular lo que dije: ¿Necesitas ayuda? Porque voy a llevarte a casa. — Esta bien, necesito algo de ayuda… —dije y me concentré en las cosas tiradas en la vereda. Algo sobre él me inspiraba confianza, Adam imitó mi acción y su mano viajó directo al mismo bastidor que yo trataba de agarrar, nuestros dedos se rozaron y una corriente me recorrió. Seguida de una escena muy parecida a la que estábamos viviendo, sólo que había nieve… Me

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Grant Lorna / Painting Flowers / 206 aparté con rapidez y me senté contra la pared tratando de recuperar el aliento. ¿Había vivido algo parecido a esto? — ¿Alex? —se puso a mi altura y tomó mi rostro entre sus manos—. Alex, ¿te encuentras bien, nena? Podía sentir como la garganta se me secaba y negué, pero luego asentí y traté de levantarme, cayendo de costado directo a los brazos de Adam. — Eh, sí estoy bien. Solo… solo creo que recordé algo. Me miró con ojos esperanzados y sonrió mostrando una hilera de dientes perfectos. — ¿Qué recordaste? —dijo todavía esperanzado. Bajé la mirada, tratando de que el recuerdo no se fuera. Si es que eso era un recuerdo o solamente lo había imaginado. — ¿Puede ser que no sea la primera vez que pasa esto? —él asintió—. OH… bueno, eso explica mucho. — ¿Recordaste la vez que vine a buscarte en invierno? Entonces, era un recuerdo. ¡Estoy recordando! — Sí. Los brazos de Adam me rodearon para formar un abrazo y besar mi cuello, haciendo que me estremeciera y eso me llevara a un bar, un abrazo, un beso en el cuello… un Adam ebrio. Me alejé pestañeando compulsivamente y recogí las cosas del suelo de golpe. Adam me miraba extrañado, pero sin decir nada tomó lo demás y lo llevó al auto. Abrió la puerta del acompañante para mí y subí. Agradecí su discreción en mi mente. — ¿Podrías frenar en un supermercado? —pregunté ya más calmada.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 207 El asintió. El viaje había sido callado, no entendía como decirle que estaba recordando algunas cosas y eso me aterraba de alguna manera. ¿Por qué los recuerdos que supuestamente estaban volviendo eran exclusivamente momentos junto a él? ¿Era que lo había olvidado solo a él? Hasta recordaba los chistes malos de Nolan. ¡Recordaba incluso a Annie maldita sea! El auto se detuvo en el supermercado que estaba cerca de mi departamento y me acompañó a comprar lo que necesitaba. — Eh… esto… —comencé tomando un paquete de pasta rápida—. ¿Te quedas a cenar? Levantó una ceja y sonrió de lado. — ¿Me estas invitando? Traté de esconder una sonrisa, pero estoy muy segura de que no lo logré y asentí, al momento que metía el paquete de pasta en el canasto. — Entonces sí —dijo. Pagué las cosas y salimos hasta el auto, traté de explicarle pero simplemente no lograba formar la frase en mi mente, menos hacer que mi boca se dignara a hacer algún sonido. Una vez que llegamos al departamento puse el agua para que la pasta se hiciera y me acerqué a acomodar las cosas en mi sector de pintura… aunque eso era todo el ambiente. — ¿Pongo algo de música, Alex? —me preguntó una vez que regresé a la cocina. — Cómo quieras —respondí en un tono algo alto para que pudiera oírme. Bien, era momento de que mi mente se pusiera a crear las formas en las que le diría a Adam que había recordado algunas cosas, oh por lo menos un bar y una playa. También una muestra de arte, pero eso era más borroso que todo lo demás.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 208 — ¿Necesitas ayuda? —preguntó, haciendo que dejara caer el cucharón de madera que había puesto en la salsa de tomate. — ¡Maldito seas Adam! Me asustaste. Me limpié las manos en el repasador más cercano y él tan solo rio. Por el rabillo del ojo vi cómo se subía a la mesada y me miraba. — Combina con tu pelo. Giré levantando ambas cejas y lo miré. ¿Qué trataba de hacer? — ¿Qué? Bájate de ahí y ayúdame, ya que te ofreciste… — Te dije un halago, Alex. Largué una carcajada sonora. — Decirme que mi pelo, el cual es de color rojo, combina con salsa de tomate no está dentro de mis estándares de halagos Ad. —dije la última palabra y me paralicé. ¿Por qué lo había llamado así? Sonaba bastante idiota, pero se sintió natural, y había escapado de mis labios. Adam se bajó rápidamente de la mesada y se paró a mi lado, tomándome por los codos. — ¿Me dijiste Ad? Pestañeé repetidas veces y comencé a sentirme algo mareada, me aferré de su hombro que era lo más cercano y traté de calmarme. Inhalando y exhalando con rapidez. — Ouch —dije dejando caer mi cara directo en su pecho. — ¿Estas bien Alexia? Traté de asentir pero me costaba, y apreté su hombro más fuerte. — Me… me duele mucho…

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Grant Lorna / Painting Flowers / 209 — ¿Qué cosa cariño? ¿Qué te duele? —su voz sonaba preocupada. Pero mi mente solo captó el ‘cariño’ y la entonación con la que había dicho esa palabra. Y me sentí aterrada, y con ganas de llorar, el dolor que tenía en la nuca era demasiado fuerte y hacía que me mareara todavía más, cerré los ojos y mordí la punta de mi lengua mientras apretaba la frente contra el pecho de Adam. Una imagen de un Adam tenso apareció delante de mis ojos, suspiraba y bajaba la mirada, me sentía arrepentida de haber preguntado algo, susurré que lo extrañaba y golpeé su pecho con el puño cerrado, seguía repitiendo que lo había extrañado y que él simplemente había desaparecido. Lloraba, contra mi voluntad y él me miraba a punto de llorar, me decía que él también me había extrañado pero había tenido que irse… me quejé de eso, comencé una discusión que terminó en un beso. Largué un pequeño sollozo. ¿A caso ese era otro recuerdo? ¿Por qué dolía tanto?

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Capítulo 30 Sentí como mi rostro se empapaba por las lágrimas y el frío del suelo golpeaba contra mis rodillas. — ¡Alex! —gritó Adam desesperado y al segundo estuvo frente a mí. Levanté la vista para encontrarme con sus profundos ojos azules, y todos los recuerdos, absolutamente todos, golpearon mi mente. Lo miré durante una infinidad de minutos hasta que sentí como mi boca comenzaba a moverse, lista para hablar. Lista para escuchar su respuesta, lista para que él confiara en mí. — ¿Adam? —pregunté, principalmente para confirmar que mi voz estuviera en su lugar. Él asintió y tomó mi rostro entre sus manos. — ¿Sí? — ¿Adam? —dije, esta vez reconociéndolo por completo. — Sí, soy yo Alex. ¿Qué sucede? Un nudo se formó en mi garganta antes de que comenzara a hablar, pero lo hice a un lado. Me sentí valiente, y debía hablar. — Recuerdo todo… todo. —dije tratando de que entendiera.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 211 Él sólo sonrió, y me abrazó. Para luego besar repetidas veces mi coronilla, pero… no dijo una sola palabra, en mi mente las imágenes anteriores al accidente pasaban con rapidez, los sentimientos que tuve en ese momento estaban, ahora, a flor de piel. No me sentía para nada bien. “No digas nada” Dijo esa pequeña voz, que casi nunca escuchaba, era una voz que me decía que si decía una palabra podría perderlo. Decidí hacerle caso, por el momento. ***

Una semana más tarde, de que ya recordaba todo, habíamos vuelto a la normalidad. Sólo había un detalle, yo no había vuelto a ser la novia de Adam, lo había decidido. Todavía las cosas me costaban un poco, y a veces me resultaban confusas… sin mencionar que necesitaba que Adam me contara el porqué de su ida, no sentía que confiara en mí totalmente. Y no podía tener una relación así. — ¡Tierra llamando a Alexia! —gritó Jefferson y me golpeó en el hombro. — Ouch — Suerte que fue él y no yo. ¡Perra pelirroja te estamos hablando! —Esa fue Nimerya. Miré a la pareja de mala manera y terminé de acomodar los cuadros nuevos en un estante. — ¿No tienen algo mejor que hacer que molestarme mientras trabajo? ¿Qué pasa? —pregunté bajando de la escalera y sacudiéndome un poco el flequillo. — “¿Qué pasa?” —Jefferson me imitó ignorando lo que dije antes—. Te estamos diciendo que mañana cumple Adam, ¿qué vas a regalarle? —levantó ambas cejas y las hizo bailar. — ¿Algo pervertido tal vez? —se sumó a su novio, mi llamada mejor amiga.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 212 Puse los ojos en blanco y caminé hasta el otro estante en busca de más cosas. Mañana sería el cumpleaños de Adam, bueno, lo recordaba, pero no tenía ni idea de que podría regalarle… ¿una pintura? No, eso sería predecible y estúpido… demonios que era mala para los regalos. Siempre lo había sido. — No sé qué voy a regalarle. —Contesté luego de un rato, cuando volví a donde ellos estaban. — ¿Un barril de cerveza? —Nimerya largó una carcajada luego de proponerlo. — No sería mala idea… pero no. Lo que menos quiero es tenerlo tan ebrio el día de su cumpleaños Nime —dije con una sonrisa. Jefferson miraba la escena de manera distante, y de un momento a otro me rodeó con sus brazos. — ¿Qué demonios… — ¡Entradas para el próximo recital de Coldplay! Y una hermosa estadía en el hotel más cercano… — ¿Qué? — Me gusta esa idea Jeff — ¿Qué? Nimerya y Jefferson se sonrieron para luego mirarme de manera perversa. ¿Querían que… comprara entradas para el recital de Coldplay? ¿Hotel? ¿Qué? ¡Yo no era de la clase de persona que conseguía entradas y hoteles! Estaban equivocados. — No entiendo, verdaderamente no. — ¡Saca tu tarjeta de crédito cariño! —gritó Nimerya sacudiendo su cabello blanco que ahora tenía unas pequeñas mechas verdes. — Del hotel me encargo yo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 213 En menos de dos horas ya tenía el regalo gracias a ellos, habíamos retirado el par de entradas para el recital de Coldplay, la banda favorita de Adam, y Jefferson tenía lista la información del hotel ¡incluso una habitación! Esta noche se haría la fiesta de cumpleaños de Adam, en Mahiki, para ‘conservar la tradición’ cómo era de esperarse, Nimerya tenía planeado que mi relación con Adam se solucionara y él me contara todo… no podía culpar a mi amiga, yo también me sentía con esperanzas. — Repite la respuesta porque no la entiendo. ¿Por qué me arrastraste por ropa nueva? —le pregunté a mi amiga mientras caminábamos por las calles de Londres. — Porque quiero que estés hermosa, y que el tarado de Adam se dé cuenta de lo que se pierde cada vez que caminas junto a él. —dijo sonriendo, luego gritó y la miré—. Necesitas esas botas de plataforma. Asentí al momento de ver las botas que mi amiga señalaba, después de pasar horas recorriendo los locales conseguí una camisa blanca que tenía un cuello con agregados, era justamente lo quería. — ¿Sigues teniendo ese short de jean que tanto amo? —Nimerya habló al momento de meterse una cucharada de helado de menta en la boca. — ¿El que los bolsillos se ven de adelante? —reí. — ¡Ese mismo! Con las cosas que compramos y una campera de jean de seguro se ve espectacular en ti. Nimerya era una amante de la moda, y esa era una de las razones por las cuales dejaba que me ayudara a vestir algunas veces. Luego de comer el helado, me dirigió hasta un local en busca de un sobre y papeles para que el regalo de Adam no fuera tan “impresentable”.

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— ¿Vendrás, no es así? —Preguntó Adam del otro lado del teléfono. — Claro que voy a ir muchacho —dije en un tono gracioso—. Es tu fiesta de cumpleaños, creo que sabes que no me la perdería por nada del mundo… y además de que es tu primer cumpleaños conmigo luego de mucho tiempo. —sonreí a la nada. — Como si pudiera olvidar eso, y si lo olvidara, me lo harías recordar. — ¿Para qué están los amigos? Un silencio se formó en la línea telefónica y de inmediato me mordí la lengua. — Lo lamento —dije. Y él rio, de forma triste, pero lo hizo. — Esta bien. —se aclaró la garganta—. Bueno nena, ¿vienes con Jefferson? — Así es… — Mahiki va a estar esperando por ti. Y por mi regalo —largué una carcajada y él me imitó. Y esta vez, la sentí sincera—. Adiós Alex. — Adiós Adam, hasta la noche. Corté la comunicación y pateé las zapatillas fuera de mis pies. Me dediqué a mirar las cosas que había comprado, grandes bolsas que contenían la ropa y una más pequeña para el regalo de Adam. Tomé la ropa y la abrí sobre la cama, para luego ir hasta mi escritorio con el sobre en mano, las entradas para Coldplay entraron de manera perfecta, dejando lugar para un papel más. La carta que le haría a Adam, sonaba cursi, pero necesitaba hacerlo. Después de todo, no habíamos tenido tiempo para ser cursis en otros cumpleaños.

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*** — Espero que tengas todo listo Alexia —gritó Nimerya al entrar con su llave a mi departamento. Nimerya había decidido quedarse en mi casa, hasta volver a Los Angeles. — ¡Casi lista! —grité en respuesta. — Todavía debe estar en una toalla… —ese fue Jefferson. Reí por lo acertado que había estado en esa suposición. La pareja se paseaba por mi loft como si fueran los dueños. Miré la ropa sobre la cama una vez más y culpé a Nimerya por haberla comprado, incluso cuando fui yo la que eligió y aceptó. — Demasiado tarde para retractarte, la amas. Luego de pronunciar esas palabras me encontraba cambiándome y guardando las cosas necesarias en la cartera. — ¡Estas hermosa! Ahora, vámonos. Deberíamos ser parte de los primeros en llegar —dijo mi amiga sonriente. Miré mi reflejo en el espejo una última vez antes de salir junto a ellos.

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Capítulo 31 Mahiki estaba casi vacío cuando nos presentamos en la puerta. Me sentía nerviosa, a tal punto que mis manos amenazaban con sudar. — Tranquila, Alex —Jefferson me miró—. Todo va a salir bien. Sonreí tratando de calmarme, e ingresamos al club. — ¡ROMPE-CORAZONES! —Myles se acercó a mí con una botella de cerveza en su mano y me lo entregó. Luego besó mi mejilla. — ¿Gracias? —pregunté riendo y dándole un trago a la bebida. — El cumpleañero te espera. Esta bastante ansioso por verte… — ¿Ebrio? — Muy sobrio —la voz de Adam surgió detrás de nosotros—. ¡Alex! —sentí sus manos en mi cintura y me estremecí—. Comienzo a beber a las diez y media. — ¿Ahora hay un horario? —giré para mirarlo. — Una nueva modalidad… o quieren darme uno grande. — ¿Uno grande? —pregunté mirando a todos. Los presentes mostraron su mejor cara de póker, dejándome sin comprender.

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Dos horas más tarde Kelly estaba apoyada en mi hombro mientras reía, totalmente ebria, pero alegre, tengo que confesar que yo también lo estaba, no tanto como ella pero ebria. La rubia a mi lado estiró su mano para dar con mi muñeca y llevar mi reloj a sus ojos. — ¿Es esa hora? —Preguntó, abriendo los ojos de manera exagerada. — Así es… — ¡Vamos, es tu turno! Antes de que pudiera decir algo, o incluso respirar, Kelly me había tomado de la mano y me arrastraba hasta donde estaban Nolan, Ann y los demás, menos Adam. Detrás de la barra, hablando con un chico alto que preparaba algunas botellas y un cofre. — Va a alucinar con esto. Observé al chico que había hablado, era muy parecido a Adam. Y entonces caí en la cuenta. — ¿Thomas? —él giró, sonriendo abiertamente. Lo cual me extraño, las sonrisas de Thomas nunca estaban dirigidas a mí. — Ya estaba preguntándome ¿cuándo ibas a honrarme con tu presencia? —se tiró sobre mí en un abrazo sofocante—. Eres la encargada de darle el feliz cumpleaños a Adam, con la ayuda de éste amable muchacho de aquí. Todos sonrieron y observé al chico detrás de la barra, el cabello le relucía de un color azul y me sonreía, frente a él se encontraba un cofre cerrado y las botellas encima de unos soportes formando una pirámide. Un encendedor con forma de tótem resplandeció en las manos del joven. — ¿Esto es lo grande? —pregunté, y mi voz sonó ingenua.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 218 — Eso cariño —dijo Nolan largando una carcajada. — es un cofre del tesoro, y bebidas que arderán. — ¿Bebidas que arderán? — ¡Nos estamos retrasando con todo esto! —chilló Merlina. Sacudí mi cabello, pero lo único que se movió fue mi flequillo. — ¿Por qué yo? — Porque eres la indicada. —Shaun me guiñó un ojo, luego miró su reloj—. ¡Tenemos media hora antes de las doce! Brendon las luces por favor. El chico de pelo azul asintió, y las luces subieron a un tono medio, iluminando todo de una manera especial. — ¿Alex? —Brendon me preguntó y asentí—. Voy a pedirte que camines delante de mí, y que me ayudes con esto. Me tendió el tótem y salió de la barra para colocarse detrás de mí junto con una pequeña mesa movible que llevaba el cofre y la pirámide. — Bien. Con el tótem entre mis manos comencé a caminar hacia donde se encontraba Adam, los invitados habían hecho un círculo a su alrededor. — ¿Alex? —preguntó con una sonrisa gigante. — Adam —dije riendo—. ¿Feliz cumpleaños? El rostro se le iluminó, y los ojos le brillaron. — Mi sorpresa. —declaró. Asentí al momento que me hacía a un lado y le entregaba al Brendon el tótem.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 219 — No cariño, eso lo haces tú. Enciende la pirámide y yo me encargo del cofre. Abrí los ojos sorprendida, ¿no podían habérmelo dicho antes? Claro que no. Adam me miraba atento, acerqué el tótem a las botellas y lo encendí. Una flama azul salió de estas y la gente comenzó a cantar el feliz cumpleaños, Brendon frente a nosotros abrió el cofre revelando una capa de hielo, rodajas de limón y una botella, los ojos de Adam relampaguearon. — Brandy y licor de melocotón, limón y azúcar. Y por último una botella de champán, para el cumpleañero. Que lo disfrutes Adam. Brendon le dedicó una sonrisa y se marchó. — Oh dios. Adam se agachó en busca de la pajilla.

***

— Su resaca —hubo una pausa, él estaba haciendo fuerza—. Va a ser espantosa. —dijo finalmente Thomas, que me ayudaba a entrar a Adam a mi departamento. — Y va a quedarse en mi casa ¿por qué…? — ¡Porque! ¡Porque eres mi-mi-mi mi meeeeeeeeejor amiga! Ambos miramos a Adam a punto de estallar en carcajadas. — Claro que sí, y porque Nimerya va a quedarse en la casa de Jeff… Thomas me sonrió, y luego le susurró algo en el oído a su hermano, él asintió.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 220 — Cualquier cosa —comenzó a decir, y levanté una ceja en su dirección. Estaba siendo demasiado amable conmigo—. Tienes razón, no me llames. Mañana vengo a buscarlo, vamos a almorzar a la casa de mamá y estas invitada-obligada. Asentí con una sonrisa y él se marchó. — Bien Adam, es hora de que te des una ducha. Adam reía sin sentido mientras yo lo empujaba a la ducha. Eso era lo que él necesitaba en principio, una ducha de agua fría. — ¿Este es mi regalo? —preguntó ronco—. ¡Te sonrojaste! Te descubrí. Negué mientras reía y le saqué la camisa, que desprendía olor a alcohol mezclado con el aroma característico de Adam, ese que yo amaba. Sacudí la cabeza, alejando esos pensamientos. — Dúchate. —demandé. — Mandona, me gusta este lado de ti. Lo miré fijo y señalé la ducha, Adam obedeció, sin más. Mientras yo lo esperaba en la cocina con un vaso de agua con limón y un té para mí, escuché como gritaba desde el baño. — ¡Alex! —gritó y me acerqué. — ¿Qué pasa? — No puedo, no puedo secarme. — Ni lo sueñes —dije. Estaba sonriendo, pero él no podía verme. Minutos más tarde, Adam salió usando una de sus remeras negras y unos boxers que había encontrado en mis cajones y se reunió conmigo en la cocina. — Gracias por cuidarme. —dijo tratando de sonreír. — No es nada, para algo estamos los mejores amigos de los ebrios.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 221 Largó una carcajada y besó fugazmente mi mejilla, dejando la piel ardiendo bajo su toque. Bebió el agua con limón y fue de manera tranquila hasta el sofá, en donde me acomodé a su lado. — Lo lamento —habló luego de unos segundos de silencio sepulcral. Lo miré atenta, intentado comprender a qué se refería—. Lamento haberme ido en la secundaria, sin decir adiós, sin darte explicaciones. Mi corazón se detuvo. Él iba a confiar en mí.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 222

Capítulo 32 Mi cuerpo dio un pequeño temblor, a causa de que Adam iba a hablar. Pasó uno de sus brazos por mis hombros y me di cuenta de que buscaba apoyo, dio una respiración. — Tom se había metido en algunas cosas bastantes… turbias. Y no era difícil darme cuenta de que mi hermano necesitaba ayuda. Mamá no lo entendía, y tampoco se daba cuenta, los chicos sospechaban, pero, Tom sólo confiaba en sí mismo. Y… en ellos. Mis ojos comenzaron a cristalizarse, y tuve que acurrucare junto a Adam. En un acto de brindarle un poco más de apoyo. — Un martes, Tom despertó a la madrugada, encendió la luz de su velador y se quedó allí sentado en su cama, sin decir nada. Y me di cuenta de que algo no estaba bien. —me miró—. Sabes que Tom duerme demasiado, tarda en despertarse y cuando lo hace nunca es temprano… —asentí—. Bueno, lo enfrenté, diciéndole que me contara, pero él me dijo que no era seguro… me puse furioso, ¿no era seguro? No había nada más seguro que me contara a mí, a su hermano y mejor amigo. « Y ahí fue cuando Tom lo soltó todo, había estado saliendo con unos chicos que… no eran una buena influencia, ellos estaban metidos en un tema de drogas, no sólo en consumición, y Tom también formaba parte de eso» Mi cuerpo se tensó. ¿Thomas en las drogas? Era algo difícil de imaginarme. — Necesitaba dinero, y vaya que era una suma importante… y nada fácil de recaudar en poco tiempo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 223 « Tuvimos una pelea con ellos, salimos bastante heridos —lo miré aterrada—. Pero ambos tratábamos de proteger al otro. Mamá se enteró y rebuscó en los ahorros familiares para poder pagar lo que Thomas debía, luego de eso decidió que dejaríamos la escuela, en busca de tranquilidad para Tom y para mí, también para el resto de la familia, buscaríamos un lugar para que él pudiera rehabilitarse y yo continuar mis estudios y… me alejé» — ¿Por qué no me llamaste? Yo hubiera podido ayudar con el dinero o la casa o… — Ellos sabían todo sobre Thomas, y por lo tanto sobre mí… te encontrabas en esa lista. — Podrías haber llamado para… decirme que te irías. —me sentía egoísta al decirlo. — No podía arriesgarte, no podía perderte Alex. Me separé un poco de él, el aire ingresaba en mi sistema con dificultad, toda la información que había recibido era algo que no lograba procesar de forma completa. Después de tantos años creí que sería una excusa estúpida, o sin fundamentos, como no lo sé ‘me aburrí’. Pero esto, esto era algo que no había esperado. No era una situación simple. — Yo… eh… —balbuceé y me paré. Tomé más distancia de Adam, no sabía porque, pero necesitaba estar algo alejada. Las palabras que había dicho me golpeaban sin cesar, se repetía en mi mente la historia como si fuera un disco rayado. — No es necesario que digas nada —susurró y lo miré. Adam seguía sentado en el sofá, rizos despeinados y todavía húmedos, los codos sobre las rodillas, mirando a la nada. Pude ver como una lágrima caía de manera solitaria. Sollocé.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 224 — Adam —dije al momento que me acercaba de golpe y me sentaba en la mesa ratona frente a él. Entrando su campo visual—. Lamento lo que pasó y lamento no haber podido ayudar. — No era necesario… — No haberte escuchado cuando no quisiste contarme, o… haberte presionado. —susurré. Era verdad, y me sentía mal. Los ojos azules de los cuales me había enamorado se clavaron en mí, no aparté la mirada. No quería hacerlo. Asintió lentamente, pero no dijo nada, yo tampoco lo hice. Era uno de esos momentos en el que dos amigos se quedan mirando sin necesidad de hablar. Uno de esos momentos en los que podías sentir la calidez, el amor, y la confianza en el aire. Y se te eriza la piel. — No iba a arriesgarme a perderte. —repitió, más lento. — No ibas a perderme. Sentí como mis mejillas comenzaban a humedecerse, las lágrimas caían ya sin pausa y las de Adam también lo hacían. — Nunca —dije de manera ahogada. — Alex —tomó aire—. Cuando, cuando tuviste el accidente creí que iba a perderte. Juro que lo creí. —pestañeé, dejando que más lágrimas cayeran—. Y me di cuenta de que nunca te había dicho el temor que sentí en la secundaria, o la forma en la que me hacías sentir cada vez que te sentabas a mi lado y sonreías a la nada. Una sonrisa apareció en su rostro, provocando una mejoría en mí. Pasé una de mis manos por su mejilla, haciendo que la barba pequeña picara en mis dedos. — Te perdí cuando me fui, y creí que me habías olvidado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 225 — ¿Olvidarte? —pregunté tratando de no sonreír demasiado—. No podría olvidarte, sería muy difícil olvidar a mi primer amor. —Reí apagadamente. Y en ese momento me di cuenta de lo que verdaderamente estaba ocurriendo, esto no era Adam contando las razones por las cuales se había marchado, esto no era yo enfadada con él por marcharse sin decir nada. Esto era algo mucho más grande, éramos nosotros, confesando todo el amor que sentíamos el uno por el otro, como nunca hubiéramos podido imaginar que haríamos. Estiró uno de sus brazos y agarró mi cintura con delicadeza, haciendo que me levantara de la mesa ratona y diera dos pasos para quedar frente a él. Sentí sus labios en mi vientre, dejando el rastro de un beso dulce, destilando una corriente eléctrica por mi espina dorsal y erizando la piel de todo mi cuerpo, sonreí por instinto. La mano de Adam se entrelazó con una de las mías y tiró con suavidad para que cayera sobre sus piernas, su otra mano fue a mi nuca, acariciando con cariño el cabello que terminaba allí. Enfoqué mi mirada en la suya, y me perdí. — Alex —su voz fue ronca. Asentí, para que continuara—. Te amo más que a nada. Mordí en interior de mi mejilla y luego relamí mis labios. — Yo también te amo Adam. —suspiré, juntando nuestras frentes—. Más que a nada. —repetí sus palabras. Adam sonrió, una de esas sonrisas que decían que todo iba a estar bien, luego de eso soltó una carcajada, corta y perfecta. — Te amo —repitió sonriendo, y creí que le dolerían las mejillas luego. — ¿Adam? —pasé una de mis manos por sus rizos húmedos, cerró los ojos al tacto. — ¿Sí? —preguntó rozando su nariz con la mía.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 226 Esperé unos segundos, sembrando su impaciencia, y cuando vi que los ojos comenzaban a brillarle, en la búsqueda de algo que decir, presioné mi cuerpo contra él. Haciendo que su espalda quedara contra el respaldo del sofá, sonrió una vez más. — Feliz cumpleaños. Observé su reacción, y grabé en mi memoria cada detalle. Luego me acerqué para besarlo.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 227

Capítulo 33 Desperté en la incomodidad del sillón, chocando de frente con el pecho desnudo de Adam. — Buenos días Alex —dijo acariciando mi mejilla—. Te preguntaría si dormiste bien, pero, por la forma en la que roncaste… — ¡Mentiroso! —Grité y lo empujé, logrando que cayera al suelo. — Mi resaca no va a mejorar con dolor físico. Me dejé caer al suelo, a su lado. — Buenos días. — Esto de despertar así el día de mi cumpleaños, me gusta. Asentí y recordé que era su cumpleaños. Es decir, seguía siendo, su cumpleaños y yo no le había dado su obsequio. — Lo olvidé. — ¿Qué? ¿Qué era mi cumpleaños? — No, que no te di tu regalo. — Creo que con el regalo de anoche… — ¡Adam! —grité riendo y negué—. Voy a buscarlo, ¿sí? — ¿Me vas a dejar solo? Me paré y acomodé mi corpiño, luego lo miré. — Nunca.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 228 Adam mantenía los ojos fijos en el sobre, todavía no lo había abierto. Tan solo lo giraba entre sus manos, y lo miraba para luego mirarme a mí. — Abre el maldito sobre —dije desplomándome en el sillón a su lado. Sacudió su cabeza varias veces antes de sonreír y asentir, y escuché como abría el sobre. — ¿Entradas para el recital de Coldplay? —asentí—. ¿Hotel? —preguntó levantando la ceja y sonriendo de lado—. ¿En qué estás pensando Alexia? Largué una carcajada. — En que conozcas a una de tus bandas favoritas, y yo voy a acompañarte. —dudé—. Si es que quieres claro… Adam se movió para atraparme entre sus brazos y besar cada centímetro de mi rostro riendo tontamente. — Esto es en —miró las entradas—. Dos días. ¿Lo sabías? — Claro que sí, yo fui quien sacó las entradas —le mostré la lengua, como una niña de ocho años. Volvió a besarme, esta vez más dulce que antes, y me sorprendí, nunca creí que pudiera ser más dulce. Se separó unos centímetros y tomó mi rostro entre sus manos, haciendo que mí mirada solo se enfocara en sus ojos. — Te amo. ¿Lo sabías? —dijo en mismo tono de antes. Me quedé estática, lo sabía, o más bien me lo había demostrado. Y la noche anterior lo había dicho varias veces. Sentí como mis mejillas ardían, y mi cara se volvía completamente roja. — Tengo que suponer que, por el rubor de tu rostro, —rio— ¿también me amas? Reí de manera estúpida y asentí para abrazar su cuello y besarlo en la nariz.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 229 — También te amo Adam. —dije sonriendo—. Pero creo que eso ya lo sabías.

***

Pasamos el día en la casa de los padres de Adam, festejando su cumpleaños junto a su familia. Pocas veces veía a Adam de la manera en la que se comportaba cuando su familia lo rodeaba, era como un adolescente otra vez. — Creí que no ibas a quedarte. —dijo Adam al momento que se cambiaba la remera por una de dormir. Me senté en la cama, lista para dormir. El cuarto de Adam se no se parecía en nada al que compartía con Thomas cuando éramos adolescentes, aquél había estado adornado con fotos de diferentes bandas o chicas playboy y algunas banderas un equipo de fútbol, por el contrario éste era de un color verde oliva y era exclusivamente de Adam. — ¿Por qué no me quedaría? Es tu cumpleaños, y tengo afecto por tu familia. —dije graciosa. Adam asintió y se tiró sobre mí, haciéndome caer. — Eso es verdad, y además… ellos te adoran. — ¿Sí? —pregunté riendo y entrelazando mis manos detrás de su cuello. Asintió nuevamente, para luego besarme la punta de la nariz y reír. — Ya queda poco de mi cumpleaños —dijo en tono de “pobre de mí”, mirando el reloj que marcaba que tan solo faltaban cinco minutos para que su cumpleaños finalizara. — No puedo creer que hayas venido a acostarte tan temprano —reí. Entrecerró los ojos y mordió mi labio inferior con suavidad.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 230 — Quería aprovechar un poco más —levanté una ceja a su frase—. ¡De ser el cumpleañero Alex! —dijo sentándose sobre mí, logrando hacer más presión sobre puntos clave de mi cuerpo. — Lo entiendo, lo entiendo. Tiré de su mano para que se cayera a mi lado. — Pero, estoy cansada. Lo lamento. Me giré con una sonrisa a apagar la luz y esconderme bajo las sábanas. Sabía que había dejado a Adam confundido. Y, luego de que unos segundos pasaran, en la oscuridad y el total silencio, la voz de Adam se escuchó. — ¿Alex? —habló en mi oído, y sus manos estaban en contacto con la piel de mi cadera. Sonreí. — ¿Sí? — ¿Estas cansada? Reí en silencio, iba a jugar un poco con él. — Sí… —arrastré la palabra, tratando de que se diera cuenta del ‘no’ implícito. Su mano se encontró con la mía y entrelazó nuestros dedos. — ¿De verdad? —preguntó en un tono que decía ‘sé que me mentís.’ Largué una corta carcajada para girar a su encuentro.

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Capítulo 34 El día del recital había llegado, y Adam estaba tan emocionado como si estuviera en el lugar de una de sus fans a punto de verlos. — Espero que les vaya bien. —Dijo Nolan levantando algunas cosas del suelo. La noche anterior habían hecho una mini-fiesta en su casa, y nos habíamos quedado para limpiar el maldito desastre o por lo menos yo había obligado a la banda a quedarse y ayudar a Nolan. — ¡Claro que nos va a ir bien! Tengo pensado que sea la mejor noche de mi vida. Las palabras de Adam me hicieron sonreír, mientras juntaba unos vasos y los tiraba dentro de una bolsa negra. — Lo va a ser cariño. —dije de manera distraída y terminé con mi trabajo. Adam se levantó de un golpe del sillón cuando le tiré una bolsa vacía. Indicando que me ayudara. Mientras más rápido termináramos, más rápido nos iríamos. — ¿Van a quedarse en el mismo hotel? — Sí, no es como si Adam fuera a colarse en las habitaciones de los integrantes de la banda. Los cinco largaron una carcajada que no comprendí, y decidí pasarla por alto. Capté una mirada graciosa de Nimerya, pero también la ignoré. Nada iba a arruinar esta noche.

*** Me tiré en la cama de Adam ya lista a la espera de que él terminara de cambiarse de ropa, yo había tardado algo de diez minutos en vestirme mientras que él seguía dentro del baño.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 232 — No creo que vayas a conquistarlos —dije con una carcajada ahogada. Adam salió del baño chorreando agua de su cabello por todo el lugar. Ya tenía puesta una remera holgada y unos vaqueros. Todavía en pies descalzos. — Sexy —reí. Y me miró mal. Estaba nervioso, y eso era adorable. — Todo va a salir bien, es solo un recital… de tu banda favorita… primeros lugares… —puse suspenso en mi voz. — Ya entendí Alexia. Me levanté de un salto de la cama y abracé su cuello, besé su yugular para tratar de calmarlo, algo que logré de forma inmediata.

Diez minutos más tarde estábamos en el auto rumbo al estadio en el que se haría el recital. Con la gran mayoría de los semáforos a nuestro favor llegamos en un tiempo casi record. Ingresamos, y nos ubicamos en nuestros lugares, en primera fila. No podía evitar mirar de soslayo a Adam y sonreír, todo por su expresión de fascinación, realmente parecía un niño pequeño en un cine, o algo así. Media hora más tarde, cuando las luces comenzaron a bajar Adam entrelazó su mano con la mía haciendo que me acercara a besarlo. — Bueno, espero que disfrutes tu regalo. —dije y sonreí de lado. El solamente asintió con euforia y se concentró en lo que aparecería en el escenario.

***

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Habíamos gritado, y llorado, yo mucho más que él, pero habíamos compartido todo el recital de una manera que creí que nunca iba a poder comparar. Coldplay estaba dando un show excelente y ahora se encontraban en una mini pausa antes del final. Adam giró sobre su cuerpo para enfrentarme. — Gracias —dijo sonriendo abiertamente y tomándome el rostro para besarme de manera profunda. — No hay nada que agradecer —contesté cuando se separó. La sonrisa no se le borraba por nada del mundo. Y la voz de Chris Martin resonó por los altavoces, haciendo que volviéramos a enfocarnos en él. — Llegamos al final —dijo sonriendo al público. Sonrisa encantadora—. Esto es ‘Till kingdom come’ Miré al escenario con una sonrisa gigante en mi rostro, yo amaba esa canción, por la expresión de Adam él también lo hacía. Cuando los acordes comenzaron a sonar no pude evitar saber que derramaría unas cuantas lágrimas, recordando todo lo que había pasado junto al chico que tenía a mi lado. El amor de mi vida. Giré, sin quererlo haberlo premeditado, y me encontré con que Adam me miraba atento, pero dentro de su mirada había algo extraño, algo que no descifraba, algo que no recordaba haber visto nunca, estiró uno de sus brazos y lo pasó por mi cintura, acercándome a él un poco más. Volví a mirar hacia el escenario, y le presté atención a cada una de las palabras que decía la canción, y por qué tenía un significado tan importante para mí, el día que había conocido a Adam había llegado a mi casa, abrumada por el nuevo lugar, aire y personas, pero principalmente por

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Grant Lorna / Painting Flowers / 234 los azules ojos del que se sentaba a mi lado, y la canción que había escuchado sin cesar ese día era la que hoy estábamos presenciando. — ¿Alex? —dijo Adam con la voz profunda, por sobre mi oreja. Asentí para que hablara. — nunca te lo dije el día que te conocí…, esta canción sonaba en mi cabeza y tuve que escucharla al llegar a casa. Un escalofrío me estremeció desde la punta de la cabeza hasta los pies. No era algo simple, siempre habíamos tenido pequeñas cosas en común, pero esto era exagerado, casi imposible. Pero… me gustaba. — Yo también lo hice. —dije tratando de no sonreír demasiado. — Cuando pintaste flores en el mural… también la escuché. Levanté la vista para encontrarme con su barbilla, y deposité un beso ahí. Luego giré para besar su cuello, y pude sentir como él se estremecía. — Te amo Alex, nunca lo dudes. — Lo mismo debería decir. —dije con una risa—. Pero creo que no hay forma de que lo dudes. Me aparté un poco para que pudiéramos besarnos como era debido y entrelazáramos nuestras manos en una sola. Era un agarre firme, duradero. “Cómo lo que tenemos” dijo esa voz en mi cabeza. — Alexia. —dijo por sobre la música. Lo observé con las cejas levantadas, el tono en su voz y la forma en la que había dicho “Alexia” me decía que era algo serio, debía prestarle atención con sumo cuidado. Por más que la canción estuviera sonando de fondo, a punto de terminar. — ¿Sí Adam? —sonreí tratando de ocultar la gracia que me causaba el momento.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 235 — Quiero ir a las vegas, contigo. Esta noche. Eso fue un balde de agua fría para mí. ¿Las vegas? ¿Por qué demonios las vegas? — ¿Qué? ¿No podemos disfrutar de la última canción? —dije volviendo mi mirada al escenario. Adam atrapó mi cuerpo en uno de sus brazos y llevó sus labios a mi cabello. — Voy a casarme contigo Alexia, esta noche. Y si no es en Las Vegas lo será aquí. No creo tener un ‘no’ como respuesta.

*** Una vez que el recital terminó Adam condujo dando vueltas durante una hora, hasta que llegamos al aeropuerto. No viajaríamos a Las Vegas ¿o sí? Me miró, durante unos segundos, luego se inclinó un poco y me besó. Y fue uno de esos besos que te convierten en gelatina. — No iba a decir que no. —murmuré con los ojos cerrados y lamí mi labio inferior. Adam me mordió dulcemente. — Me amas, te amo. Vamos a casarnos. ¿Era orgullo lo que sentía? O era una… extraña excitación por el momento. — ¿No… no vamos a avisarle a nadie? —pregunté de manera estúpida. — Podríamos —dijo vacilando, luego largó una carcajada suave. — ¿Podríamos? — Cuando terminemos yo recomendaría que llamaras a Nimerya… Levanté las cejas. — Probablemente me gritaría, y correría a donde fuera que estuviéramos. — Mejor no la llames.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 236 Fijé la vista en el aeropuerto durante unos cuantos minutos, para luego echarme a reír a carcajadas. Esto era una locura, no podíamos ir a Las Vegas, simplemente no podíamos. Era de locos. — No te rías —dijo Adam evitando contagiarse de mi risa—. Esta por ser medianoche. — Bien, apuremos el paso, salgamos del auto y caminemos. —hablé eufóricamente. En realidad, tenía algunos nervios. Pocos—. ¿Entonces, quién será? — ¿Qué cosa? Entrelazó una de sus manos con la mía y la miré mientras hablé. — ¿Quién va a casarnos? —comencé a reírme otra vez—. Michael Jordan o Elvis. ¡Vamos elije! — ¡Alex deja de hacer esto un chiste! —ahora él reía. Soltó mi mano de golpe y bajó del auto, lo rodeó y abrió mi puerta. Bajé y caminé junto a él de manera nerviosa hasta que pasamos las puertas del aeropuerto. ¿No se vería sospechoso que no lleváramos equipaje? ¿O que Adam Garwood estuviera sin su banda a media noche en un aeropuerto? Chasqueó sus dedos frente a mí y tuve que frenar, habíamos llegado a una tienda de dulces y la sonrisa de Adam se hizo inmensa. Recorrió los dulces hasta encontrar dos paletas en forma de corazón. — Tiene que ser una broma Adam —le dije mirando a mis costados, temía que alguien nos viera y nos corriera del lugar. O peor, que una fan apareciera. — O cariño, no lo es. Puso las dos paletas en el mostrador, los pagó y sacó el pequeño precinto que apretaba el envoltorio. Lo miré atenta durante todo el proceso, al igual que la vendedora detrás del mostrador.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 237 — Alexia, extiende tu mano, estos no son los permanentes —extendí la mano—. No, esa no. La izquierda. — Adam ¿qué demonios estás haciendo? Extendí la mano izquierda y Adam ató el precinto dorado en mi dedo anular. Pestañeé repetidas veces. — Alexia Followill ¿te gustaría ser mi esposa? La chica detrás de nosotros largó un alarido y comenzó a aplaudir, me sentía observada por ella y por las demás personas que ahora nos prestaban atención. — ¿No te dije antes que nunca diría que no? Tomé el otro precinto y lo até en el dedo anular de Adam, sus ojos relucían. — Adam Garwood, acepto maldita sea. Me dedicó una sonrisa de dientes completos para estrecharme en sus brazos y besarme profundamente. Estábamos casándonos, en un aeropuerto, bajo los ojos de la cajera de la tienda de dulces y los clientes de la misma. En un aeropuerto. Algunas personas aplaudían, llenándome de vergüenza, pero de esa vergüenza que se siente bien ¿Ya dije que nos habíamos casado? ¿En un aeropuerto? — Señorita Garwood. Adam tomó las dos paletas y entrelazó nuestras manos. — ¿Sí Señor Garwood? — El guardia no me está mirando muy bien, es momento de largarnos al hotel. — Nunca creí que dirías nada más acertado.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 238 Comenzó a correr tirando de mi brazo para que lo siguiera, y así salimos del aeropuerto directo a su auto. Una vez que estuvimos fuera se recostó contra la puerta de conductor y tomó mi cintura para acercarme a él, mi lugar favorito en el mundo. — Te amo, y muero de hambre. — Propongo que nos movamos. — Concuerdo en esa propuesta, esposa. Largué una carcajada por la forma en la que me había llamado y me subí al auto, él tardó unos segundos más en subir y una vez que lo hizo atrapó mis labios en un nuevo beso.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 239

Epílogo Tomé un vaso para llenarlo de agua y me apoyé contra la mesada. Eran las cinco de la mañana, y por la ventana podía ver que el cielo comenzaba a ponerse anaranjado, indicando que amanecería. Tenía demasiado sueño, pero no podía conciliarlo. Y Adam, estaba en la cama totalmente dormido. El resplandor que ingresaba comenzó a iluminar lentamente la cocina, e hizo que mi dedo picara de calor. Picara en el lugar donde estaba el anillo de casada, observé el tatuaje con una sonrisa. El día que nos habíamos casado, hacía ya dos años, no teníamos anillos… y Adam había dicho que los que usaríamos no serían los definitivos, y era algo obvio ya que habían sido precintos de dulce. Dos días luego de lo sucedido en el aeropuerto comprendí sus palabras, en el momento en el que me había llevado a una casa de tatuajes. El tatuaje había sido la pequeña frase “we’re all mad here”III la cual rodeaba nuestro dedo como si fuera el grabado de un anillo. Suspiré al sentir que mi panza comenzaba a golpearme nuevamente, enjuagué el vaso y me encaminé hasta la habitación, al entrar encontré a Adam con los abiertos de par en par y estirado sobre mi lado de la cama. — ¿Te encuentras bien? —preguntó precipitadamente. Sonreí, el último mes, que nos habíamos enterado que podría llegar a ser prematura, había estado preguntándome como me sentía cada dos minutos.

III

Traducción: “Aquí estamos todos locos” proveniente de la película Alicia en el país de las maravillas de Disney.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 240 — Si Adam, estoy bien. —me acosté, haciendo una mueca de molestia—. Tu hija, no para de moverse. Y digo más, tiene sed a todo momento. ¿Es normal que tenga tanta sed? Adam me miraba con brillo en los ojos, cada vez que decía algo de la bebe, o simplemente la frase ‘tu hija’, ese brillo aparecía. Negué sonriendo y me acomodé, tratando de que no me molestara la posición. Rápidamente Adam se movió a mi lado y me acunó entre sus brazos, pasando uno de ellos por encima de mi vientre, el movimiento se detuvo de inmediato. — Genial —dije agotada—. Gracias por eso. — ¿Por qué cosa? —preguntó besando mi oreja. — Por hacer que dejara de moverse, creí que nunca pararía. —reí apagadamente. — Amor, estas cansada. —asentí. Hacía días que no dormía—. Espera, ¿dijiste que había dejado de moverse? ¿Eso es correcto? Escuché la desesperación, esperanza y alegría en su voz y largué una carcajada. — Sí Adam. Cuando tu mano está en contacto con mi vientre, ella se calma. No hubo respuesta, tan solo pude sentir la sonrisa de Adam sobre mi cuello, y ahora su mano dibujaba círculos inexistentes sobre la piel de mi vientre, la bebé estaba en total calma. Respiré de manera profunda y cerré los ojos, las imágenes de todo lo que había vivido se pasearon por mi mente como diapositivas, Stereo Faces no dejaba de ser un éxito, Nimerya y Jefferson planeando una boda, Kelly y Nolan criando a su hijo, Shaun y Merlina por su segundo… Myles haciendo de las suyas junto a su nueva pareja Layla, la cual era mi nueva compañera en el local.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 241 Todavía me parecía todo un tanto irreal, tener éxito en mi propio local, haber conseguido un amor duradero con la persona de la cual me había enamorado desde un primer momento. Todo parecía irreal. Pero, sabía que no era así. — ¿Alex? —dijo Adam suavemente. — ¿Qué? —murmuré. — ¿Esto está pasando? —reí—. Sí lo sé, pregunta estúpida. — No, estaba pensando en eso. Sí, o eso creo. Rio suavemente y besó la parte trasera de mi cuello, sentí como la bebe pateaba tan solo una vez. — Alice —Adam habló de un momento a otro. Abrí los ojos de repente, traté de girar pero me fui difícil. — ¿Qué cosa? —pregunté. Y sentí una patada por parte de la bebé—. Ouch. — Alice —repitió. — No entiendo Adam. —una nueva patada—. ¡Ok! ¿Por qué pateas ahora? —le pregunté a… Alice. Me quedé en silencio durante unos segundos. Y luego comprendí. — ¿Alice? —dije. — Si Alex, ‘painting flowers’, el conejo blanco, el reloj de bolsillo —dijo felizmente Adam. — ella debería llamarse Alice. —acarició mi vientre—. ¿Te gusta Alice, nena? Su tono de voz era todo dulce, y sentí una pequeña patadita justo donde él tenía la mano. — Definitivamente le gusta. —murmuré sonriendo. Las lágrimas picaban en el fondo de mis ojos.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 242

Carta de Alexia para Adam Mayo 2014

¿Debería comenzar con un ‘feliz cumpleaños Adam’? ¿O simplemente con decirte lo mucho que te amo? Feliz cumpleaños Adam, te amo. Eso suena mejor. Haberte olvidado durante unos pocos días fue lo peor que me pudo haber pasado, sentía que algo me faltaba y que sin eso me costaría vivir. Si Nimerya se enterara de lo que estoy escribiendo me golpearía, ella está planeando una entrada fatal para que te des cuenta de “lo que te pierdes cada vez que paso a tu lado” Eso no debería haberlo escrito. IGNORALO. ¿Recuerdas cuando pinté flores en el mural? ¿En la secundaria? Me habías dicho que te gustaban mis flores o por lo menos las que dibujaba en todo momento, fue esa la razón por la cual las pinté. Me sentía fuera de lugar y tú me hiciste encajar, desde ese momento me enamoré… pero esto creo habértelo dicho y si no lo hice, ahora lo sabes. Cuando te olvidé, parecía que estaba en una dimensión paralela y desconocida, me sentí como Alicia tratando de descifrar por qué demonios la reina me odiaba y quería las flores de color carmín. ¿No podía conformarse con las blancas? En este caso, yo no podía conformarme con

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Grant Lorna / Painting Flowers / 243 haberte olvidado. Y Adam, quiero que sepas que cada vez que te veo, me siento como si estuviera en mi hogar, como si comprendiera el porqué de las flores carmín. Eres mi hogar Adam. Así que citando a una de mis bandas favoritas, cariño “I’m still painting flowers for youIV.”

Alex. ♥

IV

Correspondiente a la canción de All Time Low “Painting Flowers”. Traducción: “Sigo pintando flores por ti”.

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Grant Lorna / Painting Flowers / 244

Agradecimientos A mi familia en primer lugar, por haberme apoyado desde siempre con la idea de que ‘quería ser escritora’ ‘quería publicar un libro’. A una de mis autoras favoritas Cora Carmack por darme consejos cuando tuve un fuerte bloqueo de escritor (¡Realmente funcionó, gracias!). Y por sobre todo a las personas que leyeron la primera versión de esta novela, que comenzó como algo para de una fan para fans, gracias por tomarse el tiempo de leerlo y de comentar con las cosas que les gustaban (y no). De esa forma nació Painting Flowers. Y a ustedes, gracias por dedicarle un poco de su tiempo a leerla, significa muchísimo. Lorna.

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