18 | ADN CULTURA | Viernes 15 de noviembre de 2013

Oskar Metsavaht y el video que acompañó la presentación de Ipanema

Oskar Metsavaht. “Pinto con mi cámara” Hombre orquesta. El director creativo de la marca brasileña Osklen mostró en Buenos Aires Photo su faceta como fotógrafo, que se suma a otras varias: diseñador, médico, videasta y deportista, contó a adn cómo logra integrar todas sus pasiones en el proceso creativo Celina Chatruc | la nacion

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na noche de verano de 2010, Oskar Metsavaht perdió casi todo. En pocas horas, un incendio devoró gran parte de su historia: la fábrica de Osklen, una marca de lujo creada por él que se expandió de Río de Janeiro al mundo, quedó reducida a un desierto humeante. ¿Qué hizo él? Pidió prestada una cámara de fotos, rescató de inmediato los pocos colores que aún brillaban bajo las cenizas y comenzó a transformarlos en su próxima colección. La llamó Fénix.

“No fue triste. Porque yo estaba en un momento ‘fénix’ de mi vida. Lo necesitaba”, asegura este diseñador carioca de 52 años, con serenidad de Buda y look de estrella de rock, dispuesto a integrar cualquier experiencia en su proceso creativo. De visita en la Argentina para presentar en Buenos Aires Photo sus registros de la playa de Ipanema –después de haberlos exhibido en Fashion Rio, Nueva York y Art Basel Miami– Metsavaht explicó a adn de qué manera logró unir sus conocimientos de medicina y su pasión por

“Me encanta observar los opuestos, lo que tienen en común. El balance entre ambos. Si hay blanco y negro, en el medio encuentro un brillo.”

el arte, la naturaleza y los deportes extremos con una mirada clásica que rescata a los griegos, la Bauhaus y Chanel. –Me encanta observar los opuestos, lo que tienen en común. El balance entre ambos. Entre lo simple y lo sofisticado, entre la naturaleza y lo urbano. Río tiene exactamente eso. Si hay blanco y negro, en el medio encuentro algo más. –¿Cómo qué? –Un brillo. O un punto. En Ipanema, por ejemplo, la rambla es blanca y negra. Tenemos el negro del asfalto y el blanco de la arena. El negro y el blanco de las razas. Todo balanceado. Ésta es la forma en que veo Ipanema: como un clásico. En los clásicos tenés la referencia, el arquetipo de lo que pensamos. Creo que también podemos expresar en blanco y negro nuestra sensualidad y nuestro estilo de vida tropical. –¿Buscás arquetipos en tu trabajo? –Sí. Construyo arquetipos. Es un gran desafío diseñar una colección por año sobre la base de una imagen abstracta. Y si esa imagen es emocional, las formas, texturas y colores son muy originales. Son perfectos para mí. –Son auténticos. –Sé que algo es auténtico cuando me alimenta. ¿Y qué pasa con eso? La gente lo ama. Si en el principio es la imagen, antes está la cámara de Metsavaht, siempre lista. La que tenga a mano: analógica, digital, la de video, la del iPhone. Registrándolo todo en sus múltiples viajes, mientras “surfea” por las principales capitales del mundo como lo hace sobre las olas de Río o las pendientes de Aspen. –Me gusta trabajar fuera de foco y con obturación lenta. Es como pintar: pinto con mi cámara. Los colores se tornan borrosos y adquieren nuevos tonos, se pierde el contraste entre ellos. Capturo la dinámica, el gesto del movimiento. Así nació por ejemplo la colección Football Series, que llegará a las vidrieras en el otoñoinvierno de 2014, junto con el Mundial de Fútbol. El diseñador pidió permiso para ingresar en la cancha del estadio Maracaná durante un partido y registró la danza de los jugadores de la cintura para abajo. A la hora de presentarla, semanas atrás en la Semana de la Moda de San Pablo, apeló a su experiencia como VJ y sumó a último minuto un video inspirado en ese ritmo, que él asocia con el capoeira. Como había ocurrido con Fénix, cuando llevó a la pasarela las imágenes aéreas que había tomado la cadena O Globo durante el incendio, el desfile se acercó a la performance y se metió un poco más en el campo de juego del arte. –Realmente pienso que nuestros shows son instalaciones artísticas. Si quiero tener la obra tengo que tener mis trajes, mis personajes. Las colecciones no son el objeto final, sino el proceso donde todo se conecta. Formado en una familia que combinaba la ciencia, la filosofía y el arte, Metsavaht llegó al diseño por casualidad. En París estudió medicina, profesión a la que se dedicaba a fines de los años 80, cuando se disponía a