Espectáculos
Página 2/Sección 4/LA NACION
2
3
Domingo 26 de agosto de 2007
Por Pablo Gorlero
Bambalinas ■ Cibrián va al teatro. Durante muchos años, Laura Manzini fue la actriz “fetiche” de Pepe Cibrián. Trabajó en musicales como Calígula, George Sand, Aquí no podemos hacerlo, Mágico burdel y Las dulces niñas, entre otros. La vida los hizo separar sus carreras, pero volvieron a unirse este año en el programa de TV Aquí podemos hacerlo. Como Manzini ahora hace su propio musical: Martirio (mujer y tango), de Enrique Morales y Enrique Dacal, allí estuvo su amigo Cibrián para felicitarla y acompañarla.
* * * ■
La obra transcurre en un estudio de grabación
Mundos opuestos y muy parecidos Buena
✩✩✩ Bloqueo. Autor y director: Rafael Spregelburd. Con Karina Firbank, Ezequiel de Almeida, Ximena Banús, Javier Drolas, Gabriela Calcaterra, Rashed Estefenn, Mauricio Morando, Santiago Gobernori, Lalo Rotavería y Hernán Lara. Música original: Javier Drolas y Santiago Gobernori. Sonido: Nicolás Varchausky. Escenografía y luces: Matías Sendón. Vestuario: Mónica Raiola. Asistente de dirección: Laura Fernández. Asistente segundo: Gabriel Guz. En el Teatro del Pueblo, Roque Sáenz Peña 943. Los jueves, a las 21. Duración: 80 minutos.
“El tiempo, cuando se equivoca en todas partes, deja algunas islas como ejemplo”, la frase la dice el cubano Dog, uno de los personajes de Bloqueo, la nueva pieza de Rafael Spregelburd. Es el personaje que menos habla y, por tanto, el que muy poco se da a conocer; excepto al final, en el que propone una serie de fuertes reflexiones y ahí también deja muy en claro que esos mundos que se han mostrado y cuyas situaciones han provocado risa han generado una profunda inquietud en la platea. En esta oportunidad el autor de La estupidez, La modestia, Lúcido y Acassuso cruza dos realidades en un estudio de grabación. En ese lugar en el que se registran discursos artísticos aparecerán, en principio, un grupo de músicos cubanos dispuestos a grabar sus creaciones musicales y, luego, un trío de médicos que provienen de un hospital en el que las dificultades para desarrollar sus trabajos son moneda
corriente. Fuera de las realidades que se viven dentro de la cabina de grabación, el técnico y una joven invitada intentan comprender sus realidades y, a la vez, la de aquellos que parecerían interferirlas.
Divierte, con altibajos El juego que desarrolla Rafael Spregelburd tiene su riqueza. Resulta muy ingenioso el cruce de esos seres cubanos que constantemente afirman cuestiones de su identidad con los médicos que testimonian los padecimientos que viven. Entre los discursos de unos y otros se abren muchas preguntas y, también, asoman respuestas. Como ya se dijo, Bloqueo inquieta y esto lleva a reflexiones individuales, no generales, que pueden resultar conmovedoras. Sobre todo las que llegan después de la risa conducen, realmente, a dudar y preguntarse si en verdad está bien reírse de lo que acontece o se dice. El espectáculo presenta algunos altibajos. Ciertas situaciones desarrolladas por el grupo de músicos se prolongan demasiado y, por momentos, pierden algo de la mucha riqueza que tienen en las composiciones actorales. Las interpretaciones de los médicos deberían fortalecerse para que sus perfiles resultaran más definidos a la hora de acentuar sus problemáticas. Son muy destacados los trabajos de Karina Firbank (Sofi, la compañera del técnico), Ximena Banús (la cantante), Javier Drolas (el guitarrista) y Santiago Gobernori (el cantante).
Mujeres
convocadas.
La obra Ocho mujeres, de Robert Thomas, se hizo más conocida a través de la película francesa que dirigió François Ozon, en 2002, que incorporaba a la trama canciones populares. Esta versión será llevada al teatro por Alicia Zanca, hacia fines de este año, para lo cual está abocada a la tarea de reunir al elenco. Aunque todavía no hay nombres confirmados, se sabe que ya fueron convocadas Mercedes Morán, Rita Cortese, Julia Zenko, Cecilia Roth, Dolores Fonzi y Tamara Garzón. La obra es un thriller psicológico y humorístico sobre ocho mujeres que podrían ser las causantes de la muerte del hombre de la casa.
Pepe Cibrián y Laura Manzini, juntos otra vez James Murray volvió a unirse con la coreógrafa Elizabeth de Chapeaurouge para hacer un nuevo espectáculo al estilo de Jazz, swing, tap, que se estrenará el año que viene. * * * ■ Coreógrafa
* * * ■
Más Yasmina Reza. Por es-
tos días, Betiana Blum está leyendo El hombre inesperado, otra obra de Yasmina Reza (Art, Tres versiones de la vida), una pieza que, durante mucho tiempo, tuvo ganas de hacer Norma Aleandro. La producirá Javier Faroni para estrenarla en Mar del Plata este verano. También tienen el libro en sus manos Luis Brandoni y Juan Leyrado.
Mimí Ardú hará teatro
Rita Cortese, entre 8 mujeres haciendo una de las versiones de El montaplatos, junto a su amigo Fernando Sureda. Su compañero “simulador” Martín Seefeld fue a verlo la semana pasada. * * *
* * * ■ Bassi, por Krum. Paola Krum
Fiore, Seefeld y Sureda
deberá dejar su personaje en Tres versiones de la vida por recomendación médica. Tendrá que cuidar su primer embarazo y le dejará su lugar a Valentina Bassi, que pronto se incorporará a la obra, junto a Fernán Mirás, Luis Luque y Carola Reyna. * * * ■ Echegoyen dejará Cabaret. Otra que dejará su lugar en
teatro es Patricia Echegoyen, que
está haciendo un papel destacado en Cabaret. Todavía se desconocen los motivos y el nombre de la actriz que la reemplazará. Su “cover” actual es Tiki Lovera, de amplia experiencia en el género musical. * * * ■
Amigos. Los simuladores
siguen tan amigos como siempre y tan consecuentes con la autogestión. Por eso, Alejandro Fiore está
■ Musicales. Parece que Valeria Ambrosio (Mina... che cosa sei? y La fiaca) y James Murray (Jazz, swing, tap) fueron los elegidos por Andy Ovsejevich para dirigir el musical Rent, en la Ciudad Cultural Konex el año que viene. Todavía no se oficializó, pero ya están trabajando sobre la planta escénica. De todos modos, no son los únicos proyectos en los que están ambos directores. Ambrosio ya definió que el Lola Membrives será el teatro que albergue su musical Rafa... ella, sobre canciones de Rafaella Carrá, con Ivana Rossi, Natalia Cociuffo y Dan Breitman, entre otros. Entretanto,
comprometida.
Silvia Vladimisky prepara un nuevo espectáculo de teatro danza con destino a la India. La coreógrafa trabaja o dicta cursos, tanto en ese país como en Italia, de manera intensa. De hecho, ya presentó otra obra en el continente asiático. Esta vez, la temática versará sobre la identidad perdida, el tango y la influencia de la doctrina de Sai Baba. Entretanto, en su obra El nombre, otros tangos, que se hace en el ciclo de Teatro x la Identidad, hubo que reemplazar a Carlo Argento por Francisco Pesqueira, ya que se le hizo un esguince en una función. * * * ■ Ardú y Gabbani, en una comedia. Ovidio García va a
producir una obra teatral en una nueva sala el Centro Cultural Buen Arte, que anteriormente pertenecía a un sindicato y se abrirá en forma comercial, en Sarmiento al 1200. La obra habla de las diferencias genéricas a través de distintos cuadros. Se llama Busco al hombre de mi vida, de Daniela Di Segni y Andrés Tulipano, que dirigirá Pedro Utrera. Las actrices convocadas, que ya están ensayando son Mimí Ardú, Judith Gabbani, Viviana Sáez y Mónica Buscaglia. Se estrenaría en octubre con mucha pompa para presentar la nueva sala. Por su parte, Ardú también fue convocada para integrar el elenco de una obra en Mar del Plata.
Carlos Pacheco
Un merecido homenaje al escritor Manuel Puig Buena
✩✩✩ Boquitas, de Gilda Bona sobre textos de Boquitas pintadas, de Manuel Puig. Con Marta Albertini, Juliana Cosentino, Gabriela De Giorgi, Jimena La Torre, Paul Mauch, Emilse Díaz y Julián Vilar. Escenografía: Magalí Acha. Vestuario: Alejandro Granado. Diseño de iluminación: Fernando Berreta. Diseño sonoro: Javier Cano. Fotografías: Juan Travnik. Dirección: Paula Travnik. Los domingos, en Elkafka.
En la sala Elkafka, la directora Paula Travnik (en su primer trabajo como puestista) presenta Boquitas, una especie de homenaje a la pluma de Manuel Puig a cargo de la dramaturga Gilda Bona. Para el armado de esta historia, la autora trabajó sobre
textos de Boquitas pintadas, del autor de El beso de la mujer araña. Puig es un fino retratista de siestas de pueblo cargadas de chismes y ronroneos que se mueven sigilosamente entre almohadas, radioteatros con tramas intrincadas, tiempos muertos, deseos escondidos y revistas del corazón que hablan de historias pasionales. Fiel a ese tono, Paula Travnik pone en escena a siete personajes que irán contando una historia amorosa que sirve, por elevación, para contar la historia de un pueblo con sus más crueles falsedades, sus mandatos más rígidos, sus papeles establecidos, sus rutinas inamovibles, sus conductas discriminatorias, sus glamorosas reuniones sociales y sus tabúes más ortodoxos. En la puesta, los siete actores, alternativamente, se incorporan de
Un elenco parejo y solvente, con Marta Albertini al frente
sus sillas desparramadas por el espacio vacío para contar (o confesar con cierta vergüenza) sus verdades. Cada uno de ellos es dueño de un tono funcional a un trabajo orquestal muy delicado. Cada uno de ellos (Marta Albertini, Juliana Cosentino, Gabriela De Giorgio, Jimena La Torre, Paul Mauch, Emilse Díaz y Julián Vilar) son los narradores de sus propios cuentos que, a medida que avanza la acción, van tomando cuerpo. Ese distanciamiento ayuda a armar la
idea de postales en movimientos que –más allá del paso del tiempo– laten con intensidad, con el dolor de algo que no cicatrizó. Ahí radica una de las virtudes de este montaje intimista y muy respetuoso del mundo de Manuel Puig. Se percibe que tanto Paula Travnik como cada uno de los actores aman a esos personajes. Y eso es algo que el espectador siempre agradece.
Alejandro Cruz