Moda & Belleza
Página 2/Sección 5/LA NACION
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Jueves 28 de agosto de 2008
BAFW EEK Ramírez
Con pasadas teatralizadas, mostró una mujer femenina y dominante, siempre vestida con piezas de cortes limpios en texturas nobles. No faltaron los vestidos negros, clásicos de la marca, retro y de factura impecable, realzados con calados importantes en el escote y la espalda; cuellos volcados; botones al frente, y mangas voluminosas. Además, hubo faldas, tubo en su mayoría, combinadas con blusas de cuello marinero, igual que los pantalones rectos con cintura en triángulo. Para ellos, una línea más moderna en pantalones sastre, que terminan antes de los tobillos, herencia de otras colecciones, y camisas rigurosas. En colores, su eterno negro y blanco, y como novedad, una estampa, lunares sobre fondo piel.
Pantalla gigante y un video artístico en la previa de este desfile inaugural. Para abrir la pasarela, una sorpresa: la presencia de la top Romina Lanaro, que brilló con un diseño en lentejuelas. Silueta relajada y multiestampas es la fórmula del éxito de esta etiqueta, que se reinventa con acierto en vestidos mini, y en las clásicas maxifaldas, enteritos con botones al frente, bermudas y blusas. Todo, en satén de seda, voile, gasas y bambulas, siempre estampadas, donde ganan flores, hojas y lunares. Look retro romántico en una propuesta plural, chic y muy veraniega.
Rapsodia
Mañana, tarde y noche. Ricky Sarkany cubre todos los momentos del día, con una impecable escenografía que transporta a Portofino, sobre el Mediterráneo: embarcación típica y deck, sobre los que se pasearon las modelos (y los modelos, muy al natural). A la luz del sol del decorado, variedad de prendas en batik, soleros y palazzos florales, con animal print de colores, rematados con fajas metálicas, y al pie, plataformas de gamuza con flecos en el empeine, sandalias con tiras y tacazos en tonos flúo. Bajo el cielo estrellado, vestidos cortos con cascadas de volados de flecos y de encaje, para lucir con más flecos en forma de tobillera –de gamuza o de cadenas finas– y taco de metal. Trendy y jugada.
Ricky Sarkany
Flavia Martini
Urbana y multifacética, sofisticada a toda hora la mujer de Flavia Martini, que diseñó una colección especialmente femenina con buenos géneros y pinceladas de color. Hay flores, tachas, pantalones anchos, soleros anudados al cuello, chaquetas entalladas, strapless con discretos diseños de lentejuelas, y vestidos animal print o negros con capas de volados en modal. Se trata de prendas fáciles de combinar, siempre chic, que incorporan mucho color, sin ninguna clase de estridencias. Ponible.
Jazmín Chebar
Cora Groppo En contraposición con un verano colorido, la diseñadora Cora Groppo creó Barroca, colección en tonos neutros, como blanco, crudo, beige, negro y visón, que se llevan solos o combinados. Y algún brillo tenue, dado por el charol. Es que Groppo se dedica a construir volúmenes, y los hace cada vez más complejos y categóricos. Atrás quedaron las formas repollo de otras temporadas para dar protagonismo a frunces logrados por cordones que recorren cada pieza. Propone tops con profundos escotes en V con volados, franjas circulares, vivos y drapeados. Además, bermudas, pantalones rectos con recorridos de cintas hasta el tobillo, y camperas cortas de cuero charolado. Para mujeres que buscan un estilo elegante, moderno y muy personal.
Pasarela rayada en blanco y negro, la de Jazmín Chebar, para llevar sobre ella todas las superposiciones de estampas posibles. La diseñadora desplegó color, texturas, detalles femeninos (volados, jabots, apliques de flores), y variedad en pantalones setentosos, pata de elefante y talle bajo tanto en grises, para llevar con chaleco, como en versiones psicodélicas. Para ocasiones especiales, vestidos cortos con brillo: en verde metalizado o en rombos de paillettes en negro y celeste. La libertad de combinar colores se extiende hasta en las carteras, en verde y violeta. A los pies, sandalias de taco bajo metalizadas. Una colección con mucha tendencia, pero sin perder el espíritu de la marca.
Vicki Otero Camisas con volúmenes en mangas y polleras de cintura alta en línea A, el verano de Otero, que prefirió contrastar el blanco con el negro, y mezclarlos con algún verde o naranja. Buenas puntadas en chalecos con tablón en la espalda y chemises rematados con una faja triangular, forma que repite en los trenchs, y también en frentes de pantalones con pinzas. Femenina, con una silueta que estiliza.
Wanama
Flores y cuadros, las estampas dominantes de una colección que jugó a tres puntas con tipologías características de los estilos romántico, safari y retro, en un mix aggiornado. Así, alternó soleros floreados hasta los pies y blusas con estampas Liberty, bien llevadas, con pantalones de tiro alto, también chupines, chaquetas ceñidas, intercaladas con cazadoras y enteritos en tonos tierra. Todo en un look bien casual y urbano.
Un, dos, tres..., Paula esta aquí, se oía segundos antes de que comenzara el desfile. Es que la firma desembarcó por primera vez en esta pasarela con una vuelta a lo romántico y a lo masculino, en una puesta que acompañó muy bien el concepto. La clave fue la naturalidad, evidenciada en siluetas largas, volátiles, con vestidos vaporosos, que incluyeron detalles de flecos, volados y plisados. Pantalones campana, chalecos, shorts, overoles y monoprendas sugirieron un aire de relax. Los trajes, de corte smoking, con vivos en contratono, y de lino, más etéreos y sin interiores. Acompañaron variedad de camisas con jabot, tablas y frunces, remerones largos, musculosas con estampas batik, animal print, Liberty, en un abanico de colores: azul, verde, coral, lila, blanco, gris y negro. Los jeans, cada vez más gastados, y una vuelta del nevado ochentoso, parecido, pero diferente.
El clásico compromiso que Cher tiene con el género femenino no sólo se vio plasmado en su propuesta, sino que esta vez también en sus musas. Leticia Brédice, Mariana Carrizo, Mónica Gutiérrez y Doria Loria, las elegidas por su actitud, presentes en primera fila, vestidas, obviamente, con diseños de la colección que se vio en pasarela. La propuesta revaloriza el costado elegante y el glam de los 70. Se destacan los pantalones anchos en todas sus versiones, camisas en gasa con mucho brillo y transparencia, bordados de lentejuelas muy cuidados y de efecto trash y rockero, prendas amplias con vuelo, babuchas, chalecos, túnicas de seda lavada, sacos, trajes y vestidos con exceso de tela. Juega con el verde, coral, rojo y lavanda, pero su fuerte es el blanco y negro. Las estampas incluyen manchas, roturas, imágenes de flores a gran escala, algunos prints étnicos y animal. Y todo arriba de plataformas de cuero supercómodas, chatas, o botinetas de taco alto, también diseñadas por Cher. Una lograda actualización de los años setenta.
María Cher
Paula Cahen d’Anvers
Fotogalería. Para ver más fotos de los desfiles, backstages, showrooms y actividades de BAF en www.lanacion.com.ar.