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SOCIEDAD
I
VERANO 2012
Martes 3 de enero de 2012
Elegancia “rústica” en el Este y paradores VIP en la costa
Manantiales, el secreto revelado de Punta Pequeñas tiendas de diseño, restó gourmet y un aire de “estudiada” simplicidad atraen a un público cansado de la moda y el lujo LORELEY GAFFOGLIO ENVIADA ESPECIAL PUNTA DEL ESTE.– A Florencia Cacciola, de 33 años, todos en el Este la conocen como Flo. Desde hace diez años, es la dueña de la casa de té más convocante de La Barra. Pero días atrás, en un simpático ranchito decorado todo en blanco, abrió una sucursal de Flo en Manantiales. Ahora no se mueve de allí. Ama la informalidad de ese enclave, todavía desprovisto de reglas y horarios y, hasta ahora, sin margen para las estridencias de moda. “Manantiales tiene movimiento, pero es relajado, tiene algo del espíritu rochense y una energía vital muy especial. No hay ostentación. Pero ahora todos vienen aquí porque La Barra ya es como Gorlero”, grafica Flo, sobre el desarrollo urbano que aquí muchos repelen, pero juzgan inevitable. Como ella, un puñado de negocios de alta gama y cuatro nuevos restó acaban de instalarse seducidos por esos aires (algunos dicen que estudiados) de simpleza, rusticidad y buen gusto, que desde la génesis de Punta del Este probaron ser siempre eficaces para atraer a la gente. Expandida y con servicios diversificados, ahora Manantiales no sólo ganó en autonomía: destronó a La Barra como lugar aspiracional de deseo, atrajo nuevas inversiones y se consolidó como polo gastronómico y como un enclave décontractée de paseo para todo aquel que no busca la figuración. Los habitués del lugar se despiden, sin embargo, de esos aires distendidos. Y con algo de ambigüedad también, luchan para que la avanzada comercial no desvirtúe su antigua identidad: esa fisonomía de casitas bajas que más de medio siglo atrás se construyeron los residentes de San Carlos, y que en un rango de US$ 60.000 a 150.000 los inversores hoy les arrebatan de las manos. Aunque el mismo menú de la pizzería No Me Olvides incluye su credo localista: “No venda su ranchito en Manantiales”, reza el menú con suerte dispar: es que en abril, el rancho donde se instaló Flo, la antigua Aduana, será demolida para albergar nuevos locales comerciales. “Está claro que lo que la gente busca en vacaciones es la informalidad de la vida de pueblo, no la de
la cuidad. Hay que preservar eso. Nosotros no queremos ser La Barra”, dice Mariana Mariño, una de las dueñas de Mar de Verdes. Aunque juzga inexorable el viraje hacia lo premium del balneario. “No se puede hacer nada”, remata. Hasta ahora, Manantiales se las ingenió para que sea La Barra el imán de los ejércitos de adolescentes y jóvenes que la transitan hasta el amanecer. A ella también le dejó los altos decibeles y las aglomeraciones de gente. Pero no logró sortear el nudo de autos que, en las horas pico, la vuelve intransitable. Como polo gastronómico, con diez restaurantes en apenas dos manzanas, sumó diversidad y elevó el listón gourmet. Y ya desde el año pasado, viene pisando fuerte en diseño: logró atraer a uno de los grandes diseñadores de Brasil, Osklen, que atiende a la cada vez más populosa clientela de ese país, a metros de las hermanas Solnicki y del flamante desembarco de Peter Kent. Sandra Rivero y Luigi Fumarola viven en Turín y acaban de estrenar Dolce Amaro, el restó de cucina italiana, con sabores piamonteses, pegado a Sipan, con el que atraen a los bon vivant europeos. Al lado, sumaron un coqueto local de fragancias para interiores, Lés Epiciers. “Son locales lujosos, pero que se integran bien”, juzga Sebastián Martínez Monzón, uno de los primeros en llegar con Velas La Ballena. El contrapunto de ese estilo es el bar restó Kona, que también acaba de abrir. “El desarrollo y el viraje hacia lo premium hay que aceptarlo. Resistirse es morir en el intento. Igual, es la gente que viene la que sella el espíritu del lugar”, opina Martínez Monzón. Ese resquemor se vislumbró el año pasado cuando se supo que el grupo español Rayet, asociado con Alejandro Gravier y Valeria Mazza, construirían en el extremo del balneario un hotel 5 estrellas. La proyección edilicia fue posible gracias a una polémica modificación del código de planeamiento que les permitió elevar hasta siete metros las construcciones frente al mar cuando otros desarrolladores debieron limitarse. Hoy los cimientos de esa obra, que algunos vecinos resistieron con firmas y cadenas de mails, son una realidad.
Llega el creador de Facebook La esperada llegada del gran ícono de la generación 2.0 revolucionó ayer a Punta del Este. Mark Zuckerberg, el joven de 27 años creador de Facebook y una de las 10 personas más poderosas del mundo según la lista de Forbes, le alquiló la casa al empresario norteamericano JP, en La Boyita, en José Ignacio, para pasar unos días en la costa esteña acompañado por su novia y un grupo de amigos. Cuatro de ellos ya se hicieron ver por el restaurante de La Huella donde degustaron sushi y unos platos de rabas. A pesar de su perfil descontracturado, Zuckerberg, concentrará todas las miradas.
HOY NOS CUENTA
VICTORIA
DONDA
DIPUTADA NACIONAL
Un verano sobre plataformas Cuando tenía 15 años, mi amiga Fernanda me invitó a veranear con sus padres en San Bernardo. Era la época de usar plataformas, y para ir a bailar me había comprado un par que parecían zapatos de astronauta. Pero al llegar, nos prohibieron salir hasta tarde. Tras negarnos a ir a una matinée –para la que estábamos grandecitas–, los convencimos con la promesa de volver a las 6. Nos divertimos bailando toda la noche, pero en el final salimos del boliche por otra puerta y nos perdimos. Descalzas, caminamos un buen rato por la playa. Eran las 7 cuando vimos a dos chicos jugando a la paleta. ¿Pero ustedes paran en San Bernardo o en Mar del Tuyú?, preguntaron. Ahí supimos que estábamos en otra ciudad tras haber andado más de 30 cuadras. Así que emprendimos el regreso a toda máquina, llevando churros para amortiguar el enojo. De castigo, plataformas en reposo por dos noches. Este año vuelvo a veranear con amigos; con plataformas, muchos libros... ¡Y sin celular!
Entre La Barra y José Ignacio, Manantiales impone su perfil distendido, aunque ayer muy concurrido MAXIE AMENA
TESTIMONIOS CASA DE TE FLO
SEBASTIAN MARTINEZ MONZON
“Desde que me mudé a Manantiales evito ir a mi otro local de La Barra, que ahora es como la nueva Gorlero. Están todos amontonados, con manteros en las veredas y una cantidad infernal de autos, ruidos y gritos. Por esa falta de espacio, el argentino en vacaciones se pone nervioso y te maltrata. Manantiales todavía es un bálsamo. Lástima que el ranchito que ocupo en abril lo demuelen para construir locales.”
“Cuando llegué hace 15 años, no había prácticamente nada, a excepción de un supermercado, una marisquería y, luego, una pizzería. Eso nos bastaba, sumado a lo relajado y distendido que es todo. Eso es lo que le encanta a la gente, que, a su vez, es la que hace al espíritu de este lugar. Por más lujo que llegue, no creo que logre modificarse. O si sucede, será sólo para uno de los extremos del lugar.”
FLORENCIA CACCIOLA
VELAS LA BALLENA Y KONA
AGENDA para hoy PUNTA DEL ESTE ◗
David Guetta, en vivo Hoy, a las 23, el DJ francés David Guetta, referente de la música electrónica mundial, tocará por primera vez en Punta del Este. Se presentará en el predio de El Jagüel, y las entradas ya se encuentran a la venta en Red UTS.
CARILO ◗
Homenaje a Alberto Lyzy Esta noche, a las 21, se homenajeará en la Capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro al violinista fundador de la Camerata Bariloche, quien por numerosos veranos, hasta su fallecimiento en 2009, supo ponerle música al bosque de Cariló. Entrada: un alimento no perecedero.
PINAMAR ◗
Tragos en la playa, música y sombrillas en la arena en lugar de carpas en el Ufo Point, el lugar de la generación sub 30 HERNAN ZENTENO
Las playas más top de Pinamar y Cariló El parador Ufo Point concentra la movida joven; el CR recobró todo su esplendor y el carilense Hemingway apuesta al relax EVANGELINA HIMITIAN ENVIADA ESPECIAL PINAMAR.– Fiestas privadas en plena tarde, comunicadores inalámbricos para avisar a los comensales que la mesa está servida, un spa en la arena con los últimos tratamientos de estética o una barra de tragos dentro de la pileta con vista al mar. Estos son algunos de los servicios VIP que ofrecen los paradores más exclusivos de Pinamar y Cariló para sus clientes. Claro que para hacer uso de las instalaciones hay que contratar una carpa que llega a costar casi 10.000 pesos en enero. Este verano, por ejemplo, Hemingway, en Cariló, organizó un evento para despedir el año sobre la arena con toda la impronta de las fiestas esteñas. El cubierto salía 870 pesos y tres días antes del evento ya estaba todo vendido. Durante el día, Hemingway convoca a familias de alto
poder adquisitivo. Aquí, la sombra en enero vale 8000 pesos. Tiene un spa bajo las galerías de madera que recorren el balneario en el que se ofrecen todo tipo de tratamientos estéticos. También este año el restaurante incorporó un nuevo servicio: sus clientes pueden reservar una mesa y volver a la playa, ya que un intercomunicador inalámbrico con sólo un “bip” les avisarán cuando ya esté tendida la mesa. Eduardo Horton pasa sus vacaciones en este balneario. El eligió Cariló por su tranquilidad y también por la calidad de los servicios, que a valores “más razonables” que los de Punta del Este, le permiten disfrutar de un tiempo de relax con su familia. Su mujer evalúa las alternativas que ofrece el spa para hacerse algún tratamiento y que el descanso sea completo. Entre sus vecinos de carpa, este año tiene a Mario Pergolini, a Pablo Echarri,
a Luis Majul, a “Pachu” Peña y Clemente Rodríguez. Las chicas toman sol sobre los camastros blancos de Ufo Point con una frapera de champagne cerca. Brindan, se embadurnan en bronceador y se vuelven a echar al sol en el parador más top de la costa verde, título que ostenta desde hace casi una década sin que otros le hayan hecho sombra. En las antípodas del balneario familiar, Ufo concentra la movida joven de Pinamar. Son las 18 y está por comenzar el after beach de Chandon. Para ser parte de la fiesta privada en este atardecer glamoroso y burbujeante, hay que figurar en la lista de las 100 personas que el parador convoca cada tarde por mensaje de BlackBerry o What’s Up o Twitter. Por delante hay una hora y media dentro del parador con música electrónica relajada y tragos. Conversación, poca a causa del volumen. Aquí se
dialoga con el cuerpo, con los gestos, con la pose. Y, sobre todo, con las miradas. Los after beach de Ufo son un clásico del parador que este año estrena sillones y barra. Afuera, por primera vez en varios años, el blanco de los livings, sinónimo de mucha onda bajo el sol, empezó a ceder terreno. Las sombrillas ahora son de colores varios y fuertes. No hay carpas, obvio. “Yo elijo Ufo justamente porque no me gusta la estética de los balnearios con carpas. Me pega para abajo. A lo mejor en unos años, pero acá disfruto de la música y los tragos. Si busco algo más relajado, voy a Robinson Crusoe”, explica Lucía Zegbi, que ayer paseaba a su cachorro René por las arenas de Ufo. Para moverse en el balneario más top hay que tener actitud. Se admiten las heladeritas, pero no con sándwiches, sino con bebidas alcohólicas. El promedio de edad de este balneario es de entre 25 y 35 años.
Gente joven, cero familias. En la barra, los tragos como la caipiroska de maracuyá y el pisco prometen ser claves de este verano. El balneario más exclusivo de Pinamar es CR, en el extremo norte. Es el último de los balnearios al que se puede acceder sin necesidad de llegar en 4x4. Las carpas se alquilan a 9800 pesos durante enero. Su símbolo distintivo es la piscina con una barra en mitad del complejo, desde la que se puede pedir un trago con vista al mar. Pablo Gianpietro pertenece a la familia de uno de los pioneros de Pinamar. Pasa sus vacaciones en el balneario con su mujer, Daniela y con sus hijos Augusto, Facundo y Francesca. “De CR nos gustó el ambiente familiar, tranquilo, más allá de ofrecer servicios de primera”, apunta Gianpietro, escoltado por su mujer que este año adhirió a la moda de los sombreros.
Ciclo de cine, historia y filosofía Desde hoy, y hasta el 26, tendrá lugar en el Hotel Playas un espacio de reflexión sobre el cine, la filosofía y la historia. “Un viaje por Egipto o Grecia: mitología y paisajes”, a cargo de Jorge Dulinzk, será la primera conferencia del ciclo.