¿Los 70, en retirada?

14 sept. 2014 - Mientras el kirchnerismo nun- ca dejó de tener prejuicios sobre la seguridad, el tigre- nse Sergio Massa construyó su figura en torno al gran.
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domingo 14 de septiembre de 2014

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¿Los 70, en retirada?

De la revolución al Metrobus

Cada vez más votantes y candidatos nacieron o se formaron en democracia, en una época en que la resolución violenta de los conflictos estaba descartada, y sin experiencia directa de la violencia de los 70. ¿Significa esto que el “setentismo” se termina con el ciclo K? Mientras algunos opinan que con el kirchnerismo finaliza una generación política y eso inaugura hasta un nuevo lenguaje, otros sostienen que el “setentismo” excede a una generación, que hay ideales, estilos y valores consolidados en esos años que se mantienen y seguirán influyendo en nuestro modo de entender la política Laura Di Marco PArA LA NACIoN

S

i Cristina Fernández lidera una gesta contra los buitres, Mauricio Macri apuesta por la negociación con los holdouts. Si la Presidenta enhebra grandes discursos abogando por un cambio de reglas en el sistema financiero mundial, el gobernador bonaerense busca sumar puntos prometiéndole a la gente un objetivo más modesto: resolver sus problemas. Mientras el kirchnerismo nunca dejó de tener prejuicios sobre la seguridad, el tigrense Sergio Massa construyó su figura en torno al gran emblema de la época: las cámaras controladoras de la violencia urbana, que proliferan en su municipio. Maximalistas unos, minimalistas los otros. Con la fe puesta en los grandes relatos, los primeros; religiosos del marketing, los segundos. Metrobus o

revolución. Argumentación o eslogan. ¿Setentistas versus candidatos del siglo XXI? Dicho de otro modo, ¿el fin del mandato de Cristina Kirchner, en 2015, también entraña la despedida de una generación política? El consultor y sociólogo Eduardo Fidanza afirmaba, hace un tiempo, desde su columna en la nacion: “Tengo la impresión de que la generación del 70 prepara las valijas. Empieza a despedirse con Cristina y sus detractores. Las luchas y preocupaciones de su época ya no son las de este tiempo. El afán de salvación, el sectarismo, la violencia, un modo de concebir los ideales, perdieron centralidad. Asoman nuevos liderazgos y se enfrentan otros problemas. La tecnología domina la escena, la imagen supera al concepto; el éxito se desembarazó del mérito, la política erradicó la muerte”. Continúa en la página 4

martín balcala

puENTE AéREO

El pERfIl

Jorge Francisco Liernur. “No se trata de radicar las villas, sino de ver cómo la gente puede dejar de estar ahí”

Banalizar la pobreza, ¿cuestión de fe o cinismo? Los pobres son otro ruido en el relato, dice Martín Rodríguez Yebra Página 2

REAlISmO TRágICO

La orfandad del progre y otros desencantos

ENTREVISTA CON

La revolución encogió en la década ganada, alerta Diego Sehinkman

Emmanuel Macron, el inspirador del giro ideológico de Hollande

Página 6

Página 6

Arquitecto e historiador, afirma que sin desarrollo federal y salarios dignos, las urbanizaciones de asentamientos y programas de vivienda sólo pueden fracasar

Diana Fernández Irusta LA NACIoN

Arquitecto e historiador del arte, profesor plenario de la Universidad Torcuato Di Tella, investigador del Conicet y especialista en los vínculos entre vivienda y política, Jorge Francisco Liernur es una voz privilegiada para indagar en un tema –el del crecimiento de las villas y asentamientos porteños– que, de los sucesos en Villa Lugano a las polémicas declaraciones de Víctor Hugo Morales sobre las bondades de vivir en villa 31, no cesa de ganar actualidad. “Hace tiempo que vengo trabajando sobre cómo repensar el problema –expli-

ca–. Hay que desmontar el modo en que se lo viene considerando.” A contramano de los leitmotiv que rigen este tema, considera que las políticas de vivienda y la urbanización de villas están condenadas al fracaso: “Sin políticas de desarrollo federal y sin mejoras salariales es imposible llegar a una solución”. Asimismo, sostiene: “No se trata de radicar las villas, sino de ver cómo la gente puede dejar de estar ahí”. Considera que la integración urbana “no tiene que ser sólo de calles, sino también de habitabilidad”, propone “pensar el territorio en forma federal” y, para eso, estimular “ciudades intermedias” que activen la circula-

ción de población hacia diversas zonas del país. Pero advierte: “La ciudad no está hoy en la agenda política”. –Esta semana se conocieron estimaciones que indican que la población de las villas porteñas creció un 156% en los últimos 13 años. ¿De qué modo leer estos datos? –Lo que expresan es, sobre todo, un enorme desequilibrio económico y territorial. Evidentemente, ser pobre en la ciudad de Buenos Aires es ser menos pobre que en Formosa, por poner un ejemplo. Y en la medida en que ese desequilibrio persista, villas y asentamientos van a crecer. Es un gran problema, realmente. Continúa en la página 3