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SÁBADO
Y un día el bar se mudó al jardín de infantes opinión Cecilia Guerty y Pablo Junovich PARA LA NACION
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El grupo de padres del colegio Monseñor Dillon se conoció en la adaptación de sus hijos y hoy comparten salidas solos
Vínculos
La puerta del colegio, nuevo lugar de amistad masculina Cada vez más hombres llevan a sus hijos a la escuela o participan de la adaptación al jardín y tejen, en ese marco, afinidades con otros padres
Laura Reina LA NACION
Se conocieron en la adaptación de sus hijos, en sala de 3. Se frecuentaron todo el año a la salida del colegio Monseñor Dillon y en los cumpleaños de los chicos de la salita, y terminaron de sellar la amistad en un asado en la casa de uno de ellos en diciembre último. Hoy, Eduardo Chaktoura, Maxi Cullak, Sebastián Costa, José Minón y Lautaro García forman un grupo de amigos que comparten salidas solos y un grupo de WhatsApp –surgido en ese asado fundacional– que se llama Sres Papis, como el programa que se emite por Telefé. Desde que el hombre comenzó a adoptar un rol cada vez más activo en la crianza de sus hijos, el colegio se volvió un ámbito propicio para el surgimiento de la amistad entre varones. En esos minutos de charla posteriores a la entrada de los chicos se tejen afinidades que muchas veces continúan en las salidas a comer, los partidos de fútbol, las bicicleteadas y hasta los campamentos donde ellos llevan a sus hijos a pasar en carpa el fin de semana. “Creo que este fenómeno de papás presentes se repite en muchos colegios –dice Eduardo Chaktoura,
que además de ser papá de Mía es un reconocido psicólogo y escritor–. Pero no sólo se trata de poder llevarlos o retirarlos de la escuela, sino de acompañarlos durante el fin de semana o fuera de horario escolar. Los papás varones queremos y necesitamos compartir tiempo con nuestros hijos. Aunque tenemos mucho por aprender aún.” A veces, esta amistad de puerta de escuela surge espontáneamente entre los hombres y otras es fogoneada por las mujeres, históricamente las que cultivaban este tipo de acercamiento... con las otras madres. “Para ser sinceros, las mujeres lograron una comunión previa y nosotros nos sumamos”, dice Sebastián Costa, en un bar cercano al colegio donde lleva y trae a su hijo Agustín. “Fue en paralelo”, corrige José Minón, papá de Yaro. “En realidad el asado fue idea de las mujeres, pero de ahí surgió la posibilidad de juntarnos a cenar solos, en una parrilla”, aporta Maxi Cullak, el papá de Sofía. “Sí, y ahí también se armó el grupo de WhatsApp”, recuerda Lautaro García, papá de Nacho, y enseguida la conversación deriva en otros temas, como los precios de los útiles escolares o la posibilidad de organizar un
campamento solos con los hijos. Javier Giordano tiene un hijo en séptimo grado en el Colegio Numen. Y reconoce que los amigos con los que más comparte tiempo y afinidad son los que se hizo en el colegio de su hijo. “Hoy me es muy fácil compartir más cosas con ellos porque todos tenemos las mismas preocupaciones e intereses –dice Giordano–. Yo siempre digo que es una amistad que surgió naturalmente, de vernos todos los días en la escuela.” Chaktoura agrega: “Todos cambiamos pañales, todos acunamos a nuestros hijos y lavamos su ropa. Y además somos todos padres debutantes porque se dio la casualidad de que para todos, éstos son nuestros primeros hijos. Pasamos por lo mismo en el mismo momento”.
Fútbol y camping, infaltables Leandro Cahn es otro hombre que supo forjar amistad con los padres del colegio de sus hijos, que ahora están en primero y cuarto grado. “Estuve muy presente durante todo el jardín: yo los llevaba y los buscaba porque la mamá trabajaba más lejos. Había otros que estaban en la misma situación que yo y así fue cómo empezamos a compartir
MARTIN FELIPE/AFV
tiempo fuera de la escuela –cuenta–. Y también desde el colegio mismo alientan esto, con un campeonato de fútbol para padres. Lo que no tenemos es un grupo de WhatsApp. Si hay que organizar algo mandamos mail.” Giordano es uno de los padres que comenzó la tradición de irse de campamento en el Numen. “Empezamos en 2007. La premisa era hombres solos con sus hijos e hijas. Me surgió la necesidad cuando mi hijo pasó de preescolar a primer grado. Como es muy amiguero necesitaba conocer a los padres y a las familias donde mi hijo iba a compartir muchas horas de su infancia. Mandé un mail invitando a todos a un primer campamento. Vinieron ocho padres, algo así como el 30% del curso. En este último campamento, hace una semana, ya éramos veinticinco.” Además del campamento, durante el año hay bicicleteadas, partidos de paddle y fútbol, e incluso vacaciones juntos. “El objetivo era fortalecer el vínculo entre los chicos y después surgió la amistad entre los grandes. Por eso digo que la nuestra es una amistad que le pedimos prestada a nuestros hijos. Y que hay que cuidarla, porque cualquier problema entre nosotros puede afectar el vínculo entre ellos”, advierte Giordano. Lo cierto es que muchos colegios ven con buenos ojos este tipo de iniciativas que surgen espontáneamente. “El fin de semana que saben que nos vamos de campamento no hay tarea”, dice Giordano, feliz con el apoyo de la institución. Y Chaktoura agrega: “Si bien algunas lo hacen, sería importante que más escuelas promovieran la participación masculina generando propuestas, oportunidades y encuentros para los papás”.ß
nce y media de la noche. Suena el celular y del otro lado está uno de los gerentes comerciales más agresivos del mercado automotor. Está al borde del llanto, solo y desbordado. ¿Se le cayó un negocio de varios millones? No. Su hijo de 5 años tiene fiebre y no se la puede bajar. Está angustiado. Hace veinte años esa llamada hubiera sido para comentar un partido de fútbol o para organizar un asado. Pero estamos en la era de hacer nuevos amigos después de los 40 y los hacemos a través de nuestros hijos. Amigos con los que se puede contar para otras cosas más allá del colegio o el jardín, para compartir miedos, alegrías, experiencias. Todo cambia, y si observamos la ciudad veremos que en la puerta de los jardines ya no hay sólo madres, sino muchos padres. La puerta del jardín parece ocupar el lugar del bar. Desde el inicio de Señores Papis, el desafío fue siempre bucear en un mundo poco explorado desde la televisión, cómo es el de los padres varones y sus roles en la familia actual. Nuestros cuatro papis, Nacho, Franco, Chori y Mauro, empiezan otra eta-
pa en su vida de hombres, al mismo tiempo que sus hijos terminan una etapa importante en las suyas: el último año del jardín de infantes. Esta incipiente amistad, inesperada para ellos, se vuelve un eje en la vida que cada uno empieza a enfrentar: el divorcio, el cambio de vida sexual de la pareja, la imposición de un hijo del que hay que hacerse cargo, la vida después de la viudez temprana. Desde lo autoral, elegimos todos los días abarcar todas las miradas, las de todos los padres posibles, y también las de todas las madres posibles. Los vínculos familiares siguen siendo los lazos más fuertes que formamos, para bien o para mal. Ensambladas, reconstituidas, homoparentales, las familias adquieren nuevos nombres y formas, pero el sentimiento que las une es el mismo. Desde la óptica de los protagonistas, todas las noches entramos en el mundo de los amores que sufren y de los que disfrutan, y de la manera en que se relacionan con sus hijos. Esas variables modernas de la vida masculina –la problemática de los chicos ahora en primer plano– generan vínculos y hábitos distintos que tal vez equilibren los roles que tradicionalmente la sociedad asignó a mujeres y varones.ß Los autores son creadores y guionistas del programa Señores Papis
L’Wren Scott y el club de los diseñadores suicidas La muerte de la novia de Mick Jagger se suma a la de otros creadores; ¿cuán despiadada es la industria de la moda?
EL PAíS
MADRID.– El suyo es uno de esos nombres poco conocidos para el gran público, pero enormemente respetados dentro de la industria. L’Wren Scott no sólo vestía con sus creaciones a las celebridades más poderosas y respetadas –de Oprah a Madonna, pasando por la mismísima Michelle Obama–, también ejercía como estilista de muchas de ellas. La ex crítica del New York Times Cathy Horyn afirmaba que sus consejos de imagen “eran los mejores y más codiciados del mundillo”. Ser amiga de L’Wren era casi como formar parte del club más exclusivo y glamoroso. También te aseguraba apariciones estelares en la alfombra roja –que se lo digan, si no, a Penélope Cruz, Christina Hendricks o Nicole Kidman, que no daban un paso sin dejarse asesorar antes por ella–. Su más de metro noventa de estatura y su larguísima melena negra le valieron el sobrenombre de glamazona en los medios especializados. Mucho antes, le sirvieron para que Bruce Weber la descubriera en su Utah natal. Tenía 20 años y ya desfilaba para Chanel o Mugler mientras protagonizaba sesiones con Guy Bourdin o Herb Ritts. Fue este último el que le
Gastronomía
¿Por qué un malbec de 96 pesos es capaz de vencer a vinos de fama mundial? El premio otorgado por enólogos franceses al Famiglia Bianchi Reserva Malbec en París cuestiona el prejuicio de que cuanto más caro, mejor Viene de tapa
“A la hora de catar a ciegas, es posible que un vino de 80 pesos esté a la par de uno de 500, o uno de 40 con uno de 300. Todos pueden obtener buenos puntajes. Sólo que en la media, los vinos elaborados en gamas mayores de precios, y, por lo tanto, más cuidados, ofrecen mayor cantidad de matices y, por ende, suelen obtener puntajes más altos, porque se acercan más a la experiencia tope que busca un catador”, agrega Hidalgo, creador de Vinómanos, la primera wine app de la Argentina. ¿Qué es entonces lo que los 150 jueces internacionales que en Vinalies premiaron al Famiglia encontraron en la copa? “Creo que lo que impactó ha sido la elegancia y la complejidad que tiene este vino, sin dejar de ser en esencia un buen malbec, con mucha fruta y mucha
presencia”, opina su responsable, Facundo Pereira, gerente de enología de Casa Bianchi, que, por otro lado, destaca la relación positiva precio-calidad del Famiglia y de los vinos argentinos en general. “En un mundo que dice: «No puedo gastar tanta plata», los vinos argentinos han demostrado una excelente relación precio-calidad, y eso es lo que ha abierto las puertas a que muchos quieran probar nuestros vinos”. Claro que la puerta que condujo a la premiación del concurso no la abrió el precio, ya que la evaluación fue a ciegas. “Al hacerse a ciegas, la cata despersonaliza al vino, se lo despoja de todas las preconcepciones y prejuicios que pueden asociarse a su etiqueta, y se lo juzga en su esencia”, agrega Pereira. El problema es que en la góndola del súper o de la vinoteca los vinos
no se compran a ciegas (ni se catan previamente, o por lo menos no siempre, ya que algunas vinotecas ofrecen degustaciones). La etiqueta y el precio del vino son los únicos dos elementos con los que cuenta cualquier mortal para elegir entre la avalancha de productos que se le ofrecen. Muchos piensan: ¿cuánto más caro, mejor? Pero, en los vinos, ¿es directamente proporcional la relación precio-calidad? Costo, calidad y fantasía En principio, la respuesta es sí, pero no un sí absoluto; hasta cierto punto el precio del vino refleja el costo de elaboración y, a mayor costo, es de esperar mayor calidad. “Hay una franja en la que el precio tiene justificación de costos: uvas más caras, barricas más caras, botellas más caras, enólogos y profesionales altamente remunerados, bodegas costosas. Esa cuenta se verifica siempre por debajo de los 50/60 pesos. Ahí, cada peso de aumento en los costos se traduce en un aumento del precio del vino. Esa brecha se estira hasta los 100/120 pesos hoy, aunque con la inflación es difícil establecer una barrera. De ahí en más, el precio no responde al costo, sino a un planteo comercial: si es más o menos exclusivo, a quién le habla la marca y quiénes son sus consumidores”, explica Hidalgo. “A partir de los 150 pesos, el precio de una botella se explica por una cuestión de marketing y de posicionamiento –coincide Fabricio Portelli, periodista especializado en vinos y sommelier–. El problema es que muchas bodegas miran a la de al lado para fijar sus estrategias de marketing y, entonces, si una sube el precio por alguna razón específica, las de al lado también lo suben. Por eso hay muchos vinos con precios inflados y consumidores que nunca llegan a terminar de enganchase con esas marcas.” “En la Argentina, hemos visto vinos de 700 pesos que pasaron a valer 1400 de un año al otro. Eso no lo explica la inflación ni otro factor que no sea que al vino le fue muy bien afuera y la demanda lo llevó a ese precio”, recuerda Alejandro Iglesias, sommelier que se encuentra a cargo de seleccionar las etiquetas que ofrece a sus socios el club de vinos BonVivir. “Entre una botella de 100 pesos y una de 200, uno quizá pueda apreciar una diferencia importante, pero cuando un vino supera los 300 o 400 nadie puede terminar de justificar el porqué. Como decía un bodeguero local: no existe la uva de 100 pesos el kilo, todos pagamos lo mismo por nuestros insumos –agrega Iglesias–. Un bodeguero francés me dijo algo que luego me confirmaron enólo-
La etiqueta premiada, entre los vinos de alta gama en la vinoteca Tonel Privado gos locales: no existe en el mundo un vino que justifique un costo total mayor a 12 euros.” Pero Iglesias advierte que la calidad del vino no es el único factor que orienta la elección del consumidor. “La mayoría de los consumidores cuando abren una botella buscan
dio su primera oportunidad como asistente y estilista. “No me gustaba ser tratada como un objeto”, afirmo Scott en una ocasión en el diario Telegraph. Un sello en la moda londinense En una de esas sesiones conoció a Mick Jagger, su pareja desde hace más de una década. Desde entonces vivía a caballo entre los dos barrios de Chelsea, el londinense y el neoyorquino, y aunque comenzó a presentar sus aclamadas colecciones en el marco de la New York Fashion Week y pertenecía al consejo de diseñadores americanos (CFDA), desde hace algún tiempo sus propuestas se trasladaron a la semana londinense, donde se la podía ver casi siempre junto a Victoria Beckham, Daphne Guinness y otros personajes relevantes de la moda británica. Scott y su marca homónima sabían hacer coincidir la idiosincrasia de ambos países: el glamour del Hollywood de los 50 y la vertiente más estilizada del rock inglés eran la base de sus colecciones y de su propia imagen. De formación autodidacta, comenzó a estudiar diseño y confección cuando se dio cuenta de que no le resultaba suficiente ser una estilista de prestigio. Hoy, no hay alfombra roja
en la que no aparezcan alguno de los trajes más reseñados por los medios, todos de su autoría: del ajustadísimo rojo con el que Penélope Cruz acudió a los premios Oscar tras dar a luz al imponente vestido de pedrería con el que deslumbró Nicole Kidman en la ceremonia de 2013. ¿Una industria despiadada? A las 10 de la mañana del último 18 de marzo, el New York Post anunciaba que L’Wren Scott había sido encontrada muerta en su apartamento de la 11th Avenida y que, a la espera de las investigaciones concluyentes, la causa del fallecimiento habría sido el suicidio. El mismo día en que los Rolling Stones comenzaban su gira en Australia y el mismo en que Alexander McQueen habría cumplido 45 años. Incluso se baraja la posibilidad de que la diseñadora muriera ahorcada, como el creador inglés. Cuentan que el trágico desenlace de McQueen estuvo motivado por la reciente muerte de su madre y otro suicidio, el de su madrina y amiga Isabella Blow. Hace poco más de un año, la industria nacional vivió conmocionada la noticia del suicidio de Manuel Mota, director creativo de Pronovias que, también presuntamente, sufría un grave cuadro de depresión.
L’Wren Scott, un sello de la moda londinense
NYT
Se habla de presión, de altos niveles de estrés y de exigencias enfermizas. De un ámbito implacable, atado a las cifras de ventas, a las incontables colecciones que hay que crear al año y a una exposición mediática feroz. Es pronto para hablar de las causas de la muerte de L’Wren Scott, pero el debate sobre si la industria de la moda es cada vez más despiadada con sus creadores ha vuelto desgraciadamente a estar sobre el tapete. En 2011, Balmain anunciaba que Christophe Decarnin, su director creativo, dejaba la firma para ingresar en una institución psiquiátrica. Algo que también conoció Yves Saint Laurent, quien vivió largas y constantes crisis depresivas. Y que tampoco es ajeno a John Galliano, que achacó sus problemas con el alcohol a esa falsa torre de marfil en la que vivió durante los años que estuvo al frente de Dior. Es más, cuando el creador gibraltareño se confesó públicamente en el programa del presentador americano Charlie Rose, afirmó comprender a McQueen y su trágico final. En cualquier caso, y sean cuales sean las causas del fallecimiento, la moda ha vuelto a perder a otra de sus figuras con más talento. L’Wren Scott quizá no tuviera el derroche de creatividad del que gozaban McQueen o Galliano, pero contaba con el respaldo incondicional de la crítica y el público, y representaba mejor que nadie esa fusión magistral entre el glamour y el negocio, el espectáculo y la industria que al día de hoy tanto escasea.ß
Para todos los gustos y fáciles de conseguir
Cafayate malbeC
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Un tinto a prueba de balas. Buen malbec salteño, es una explosión de fruta a un precio irrisorio.
Blend de malbec (70%) y cabernet franc (30%), un rosado intenso y con personalidad.
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Un moscatel que ofrece una mirada moderna de una cepa emblemática.
Un malbec suave, pero con estructura, de los que sabe dar la Patagonia.
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Bodegas Etchart Precio: $ 35,40
Bodega Casarena Precio: $ 64
Familia Durigutti Precio: $ 70
Bodega NQN Precio: $ 65
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Floral y con una ácidez envidiable, se trata además de un vino orgánico.
Gran corte de dos cepas que se llevan muy bien juntas.
en algún lugar del mundo
Este año, el Malbec World Day arranca en Buenos Aires La celebración se anticipará al viernes 4 de abril, para luego replicarse en San Pablo, Lima, Nueva York, México DF y Londres Malbec Making Noise es el nombre del evento con el que por anticipado se dará inicio en la ciudad de Buenos Aires a los festejos del Malbec World Day, evento global que se celebra desde 2011 el 17 de abril. El viernes 4 de ese mes, de 18 a 1, en El Dorrego, se realizará una feria de vinos, la primera en honor de la cepa insignia de la Argentina, y en la que se podrán degustar malbec de todos los terroirs y estilos. Organizado por Wines of Argentina (WOFA) y la revista GlamOut, con el foco puesto en los amantes del vino de entre 25 y 35 años –los millennials–, Malbec Making Noise ofrecerá otras atracciones como la presencia de destacados DJ, como Fabián Couto, Gaby kerpel, Carlos Alfonsín y Sebastián Arévalo, y dos food trucks: uno a cargo de Matías kyriazis (Paraje Arévalo) y otro de Ernesto Lanusse (Nómade). Otro de los atractivos del evento será la posibilidad de hacer un like a los malbec ofrecidos en el evento –y organizados por tipos y estilos: rosados tranquilos, es-
la imagen de determinada botella en la mesa o el saber que al regalar un vino van a quedar bien. Y a veces todos esos factores no te los cubre sólo la calidad del vino: te los cubre el peso de la etiqueta. Y creo que eso también es respetable.” “Cada uno sabe lo que puede in-
Seis best buy por debajo de los $ 100
Placeres
Personajes
Leticia García
SÁBADO | 5
| Sábado 22 de marzo de 2014
| Sábado 22 de marzo de 2014
pumantes, tintos jóvenes, tintos de cuerpo medio, tintos estructurados, dulces, etcétera–, mediante la app Wine Like (@winelike), disponible unos días antes del evento, y que tendrá precargados todos los vinos allí disponibles. Para los interesados en conocer un poco más sobre el malbec, dentro del evento habrá minicharlas de 20 minutos a cargo de expertos en la materia. Las siguientes estaciones del Malbec Making Noise serán San Pablo, Lima y México DF (los días 8, 11 y 26 de abril, respectivamente). En Nueva York y en Londres, el Malbec World Day asumirá un formato distinto apodado Cambalache, que tendrá como objetivo “proporcionar a los asistentes una experiencia de inmersión en la cultura y el espíritu de la Argentina, en el cual el vino es una parte esencial”, informó WOFA. Los eventos de celebración del Día Mundial del Malbec abarcarán en total unas 55 ciudades de 44 países. En ediciones anteriores, el Malbec World Day se realizó en ciudades como Los Ánge-
les, Washington, Toronto, Pekín y Shanghai. En cuanto a la celebración porteña, el costo de la entrada será de 180 pesos, y estarán en venta a través del sitio https://eventioz. com.ar/e/malbec-world-day. Recorrido sommelier En el marco de las celebraciones, Bodegas de Argentina realizará distintas actividades para difundir el conocimiento de esta cepa. El sábado 12 de abril, de 16 a 21, habrá recorridos guiados por sommeliers en escuelas de vinos de la ciudad de Buenos Aires, como la Escuela Argentina de Sommeliers, Gato Dumas Colegio de Gastronomía, Centro de Enólogos y la Asociación Argentina de Sommeliers. Allí, expertos como Marina Beltrame o Fabricio Portelli disertarán sobre el malbec, su tipicidad y diferenciación por regiones, entre otros temas. También se realizarán sorteos de vinos y maridajes en función de los distintos malbec. Inscripción:
[email protected].ß
Juana Libedinsky
Padres, hijos y esa plaga llamada sharent
M
NUEVA YOrk
i hijo menor, de 2 años, estaba intentando jugar a las escondidas con su hermana y las amigas, todas señoritas de 4. Supo meterse debajo de la cama, dentro del armario y en el canasto de ropa sucia para que no lo encuentren. Pero cada vez que le tocaba contar insistía en taparse las orejas y no los ojos. Me pareció muy cómico. Si tengo una foto donde se lo ve contando hasta diez con los ojos grandes como platos y mirando atentamente dónde las chicas –que no paraban de retarlo– se estaban escondiendo, ¿la subo a Facebook? Me doy cuenta de que no tiene por qué interesarle a nadie salvo a mi familia más íntima. De hacerlo, ¿me estaría convirtiendo en el típico ejemplo de sharent? El neologismo tan de moda aquí nace de la conjunción de share (compartir) y parent (padre). Algo así como los compar-padres y compar-madres, dado que los términos compadre y comadre ya están tomados por el viejo orden. Son los
progenitores que se caracterizan por compartir las aventuras de sus pequeños de una manera excesiva. Ya hay un sitio Web (stfuparentsblog.com) que se hizo famoso por coleccionar los mejores ejemplos de mamás que postean en Facebook, Instagram y Twitter desde el fascinante puré de papas que comió el hijo hace cinco minutos hasta las simpáticas deposiciones que vinieron después. Y los cuentos de todo lo que le dijo la maestra del jardín respecto del dibujo que hizo con las plasticolas de colores (por alguna razón, Pollock siempre viene a colación). Otro sitio muy popular, Rather. com, permite elegir lo que uno prefiera (¿gatos?, ¿botellas de ginebra?, ¿bailarines de reggaeton?) para que automáticamente reemplacen cada vez que en Facebook o Twitter aparece una imagen o anécdota de un bebe adorable. El sitio solía llamarse unbaby.me, algo así como sáquenme los bebes de encima, pero ahora se amplió y permite bloquear y reemplazar cualquier palabra o imagen.
silvana colombo
vertir en una botella de vino –afirma Portelli–. En función de eso, deberá primar la ocasión de consumo y qué quiero lograr: quiero impactar, quiero quedar bien con un regalo, quiero cumplir o que todos hablen del vino. Para lograr este tipo de cosas, hay que hacer el mínimo esfuerzo de informarse un poco.” Como elemento orientador, de a poco comienza a cobrar peso en la Argentina el valor del periodismo especializado en vinos: “Cada vez más consumidores empiezan a guiarse por el puntaje o la recomendación que al respecto de un vino pueda hacer un conocedor”, afirma Iglesias. La mencionada aplicación Vinómanos ofrece por ejemplo una sección en la que, por franja de precios, recomienda vinos de excelente relación precio-calidad. Elige tu propia aventura Pero, ¿hay algo que el precio como único indicador pueda decir sobre una etiqueta? “Un vino de hasta 50 pesos da fruta y algo de maderización. Un vino de $ 51/150 ya tiene valores agregados como uvas de origen específico, una firma reconocida o partida limitada –dice Portelli–. De ahí para arriba, se puede justificar el precio de un vino a partir de un viñedo único, de un paso por madera prolongado, de cierta originalidad y escasez y, sobre todo, por el prestigio de la marca o la bodega.” Pero en cuanto a la calidad, asegura Iglesias, “hoy en la Argentina se puede encontrar un buen vino por 30 pesos, por 50 y por 80”. ¿Cómo encontrarlo? Para eso hay críticos y, también, la propia experiencia. “Bebiendo, uno se acostumbra a ponderar la relación entre calidad y precio –concluye Hidalgo–. Cuando se conoce algo de vinos, se aprende a gastar menos de lo que la vanidad y la billetera precisan justificar.”ß
El tema del sharenting también dio pie a debates más serios. No sólo respecto a la seguridad de los menores, sino de cuán dueño es uno de la imagen de los demás, aunque sean los propios hijos. Y en una nota reciente de The Guardian, psicólogos explicaban cómo una de las formas en las que un chico forma su identidad involucra tener información sobre sí mismo que se mantiene privada, lo cual está siendo erosionado por los medios sociales. Hay más. Especialistas sostienen que los avances en la tecnología de reconocimiento facial y los algoritmos permitirán que cualquier rastro de información digital que dejemos sobre nuestros hijos podrá ser recuperado y afectarlo a la hora de ser aceptados por una universidad o buscar empleo. Pero también hay voces conciliadoras. Andrew Leonard, autor de una de las primeras historias sociales de Internet, subrayó que una razón por la que valoramos los medios sociales aunque sean problemáticos es porque permiten mantener algún tipo de sentimiento de comunidad. Esto a pesar de las distancias geográficas que hoy son tan usuales con la familia y amigos. Además, aunque éstos estén cerca, muchos padres encuentran que las demandas de combinar niños pequeños con trabajo no deja tiempo o energía para la vida social real. Poner fotos de mi hijo en Facebook no me hace un mal padre fue el título del comentado ensayo de Leonard para Salon.com. Los sharents, aliviados, al menos hasta que venga la próxima embestida.ß