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eDITORIALeS | CARTAS

| Viernes 7 de marzo de 2014

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

Imprevisión y parches ante la inseguridad La absoluta falta de planes oficiales para combatir la ola delictiva queda en evidencia con las idas y venidas a las que el Gobierno somete a los gendarmes

I

mprovisación, parches. Éstas son las estrategias que muestra el gobierno nacional para enfrentar el problema que más aqueja hoy a la ciudadanía, la inseguridad, algo que guarda coherencia con el hecho de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haya ignorado completamente el tema en las casi tres horas de su reciente mensaje inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso. La carencia de un plan serio y orgánico ha quedado demostrada en la repentina decisión del Ministerio de Seguridad de la Nación de retirar del conurbano bonaerense a 2500 de los cerca de 5000 gendarmes que habían sido destinados a reforzar los patrullajes de las policías provincial y municipal. De Bahía Blanca, al mismo tiempo, fueron retirados 160 efectivos de la Prefectura que cumplían tareas de apoyo a las fuerzas policiales. La política de la improvisación basada en la peligrosa táctica de ir tapando agujeros a costa de destapar otros quedó evidenciada a mediados del año último, cuando el Poder Ejecutivo Nacional eligió despoblar de gendarmes las fronteras para llevar esos efectivos a la provincia de Buenos Aires, en un desesperado intento por atenuar la ola de violencia e inseguridad que enojaba a millones de ciudadanos en vísperas de las elecciones legislativas de octubre. Semejante decisión del Ministerio de Seguridad de la Nación, en momentos en que el narcotráfico ya se paseaba tranquilamente a través de las fronteras, fue un acto cuestionable, en especial porque hasta los puntos fronterizos de Salta y Jujuy, los más vulnerables a la acción del narcotráfico, sufrieron la quita de efectivos de la Gendarmería. Autoridades judiciales de esas provincias advirtieron en su momento sobre la inconveniencia de debilitar el control a lo largo de cientos de kilómetros de fronteras con Chile, Bolivia y Paraguay. Sin embargo, nada de ello detuvo al Gobierno. Alejados de sus familias y del trabajo que habían elegido hacer y para el cual se habían especializado, hacinados en hospedajes indignos, los miembros de la Gendarmería empezaron a ser parte del paisaje urbano y, a pesar de todo ello, resultaron un refuerzo valioso para las fuerzas policiales, aunque insuficientes para evitar el vertiginoso crecimiento de la inseguridad. La decisión del Gobierno de restituirlos a su ámbito natural es comprensible si la idea es volver a reforzar zonas fronterizas que son, literalmente, tierra de nadie, pero llama la atención que ello se produzca sin un plan de reemplazo y en un momento en el cual la inseguridad y la

ocupación ilegal de los espacios públicos están en una espiral ascendente, así como también una conflictividad social que se manifiesta en hechos gravísimos, como el que ocurrió en el barrio porteño de Saavedra en la madrugada del sábado último. La noche de terror que la semana pasada vivieron vecinos de una zona residencial de Quilmes, con una sucesión de robos, secuestros y balazos por doquier que dejaron tres personas heridas, está siendo ya moneda corriente en cualquier punto del conurbano y a toda hora. Como las trágicas entraderas que se produjeron también hace dos semanas en Hurlingham. Presionados por sus vecinos y con policías propias apenas organizadas que poco hacen frente a la magnitud y la violencia que caracterizan a la ola delictiva, varios intendentes del Gran Buenos Aires hicieron pública su preocupación por el retiro de gendarmes y le trasladaron esa inquietud al gobernador Daniel Scioli, quien finalmente logró que el gobierno nacional autorizara la permanencia de 2500 efectivos de la Gendarmería en el conurbano bonaerense, donde en lo que va de 2014 hubo 30 crímenes en hechos delictivos. Tiempo atrás, la jefa del Estado había afirmado de manera tajante que nunca trasladaría gendarmes a puntos urbanos para colaborar con la policía. Luego, frente a las elecciones de octubre, finalmente lo hizo. Y ahora, vuelve sobre sus pasos. En medio de tantas idas y venidas, queda claro que el Gobierno no dispone de un plan racional y de mediano y largo plazo para combatir la inseguridad. Otra prueba de ello salta a la vista en las constantes fugas de presos y detenidos en distintos penales, por lo general con la aparente complicidad de personal de los servicios penitenciarios. El Gobierno, además, tampoco atina a utilizar su poder en el Parlamento para poner en una mesa de debate serio, desprovisto de mezquindades políticas, las reformas a los códigos que posibiliten a los jueces disponer de nuevas herramientas, de manera de evitar que personas que han sido detenidas por hechos graves como crímenes y violaciones recuperen prontamente su libertad y, como también lo demuestran los hechos, rápidamente vuelvan a delinquir. Por el contrario, como si nada ocurriera, sigue la política de la improvisación y del parche, con el agravante del deslinde de responsabilidades y, como lógica consecuencia, el crecimiento exponencial de la inseguridad y la indefensión cada vez mayor de la sociedad.

La manifiesta ilegitimidad de Nicolás Maduro Los ardides del mandatario venezolano y el paso del tiempo impidieron la prometida auditoría integral de los cuestionados comicios presidenciales

E

l pretendido triunfo electoral de Nicolás Maduro en los reñidos comicios presidenciales venezolanos de 2013 fue en su momento dura y seriamente cuestionado por la oposición venezolana y por gobiernos como el de los Estados Unidos. El resultado electoral arrojó menos de 300.000 votos de diferencia y fundadas sospechas de fraude. Como fruto de aquellos cuestionamientos y de las fuertes fricciones políticas que la situación generó, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocó de urgencia a una reunión de la organización, que tuvo lugar en la ciudad de Lima. En ella, tras una intensa deliberación, se decidió saludar a Maduro por los resultados de la elección. En la misma declaración, se tomó expresamente nota de la decisión de las autoridades electorales venezolanas, a la que se calificó de positiva, de “implementar una metodología que permita la auditoría total de las mesas electorales”. La palabra “total” incluida en la declaración no fue casual. No pudo ignorarse, ni mucho menos minimizarse. Es obvio que tal expresión fue fruto de un laborioso compromiso político entre los distintos miembros de la Unasur y sus respectivas visiones de lo acontecido, que no puede interpretarse como apenas una suerte de componente menor de la anterior decisión. El reconocimiento de la Unasur a Maduro estuvo muy lejos de haber sido pleno o incondicional. La delicada cuestión de la necesaria auditoría electoral fue, por cierto, un componente esencial de la decisión del organismo regional de saludar a Maduro. Casi una condición.

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Claro que la Unasur partió del supuesto de que esa auditoría integral y completa de los comicios se iba a implementar. Pero se trató de un craso error, porque los ardides de Maduro –sumados al paso del tiempo– permitieron que la visión y la buena fe de gran parte de los 12 miembros de la organización sudamericana fueran burdamente burladas por el presidente venezolano. Lo cierto es que la auditoría total referida por la Unasur nunca se llevó a cabo y que ella fue, en cambio, reemplazada por una mañosa serie de auditorías menores, cuidadosamente seleccionadas, que resultaron tan incompletas como parciales. De ese modo, no fueron escuchados los reclamos y pedidos de la oposición venezolana. Tampoco se pudo comprobar la verdad de lo sucedido, como cándidamente pareció suponer la Unasur que iba a suceder. Por todo ello, la legitimidad de origen de Maduro como presidente de Venezuela quedó, desde el vamos, fuertemente objetada y seriamente lastimada, al margen de la escasa legitimidad de muchos de sus actos de gobierno, claramente autoritarios y propios de un régimen dictatorial. Nada de esto puede disimularse ni ignorarse sin falsear la verdad de lo históricamente sucedido. Particularmente cuando gran parte del pueblo de Venezuela, que está protestando insistentemente desde hace semanas en las calles de las principales ciudades de su país, pese a la violenta represión desplegada en su contra, sabe bien de la burla de la que, en definitiva, terminó siendo inocente objeto.

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¿Por qué ellos ganan? El martes por la noche le robaron a mi hermana, tras apuntarle con un arma. El día anterior a un conocido, la semana pasada a una amiga, hace unos meses a unos amigos de la familia, a quienes golpearon. En octubre, a mí y a mis amigas nos arrastraron por la vereda para robarnos las carteras. Ya no es necesario leer el diario o mirar televisión para enterarnos de estas noticias, alcanza con hablar con cualquier conocido o con salir a la calle .¿A quién no le pasó? Lamentablemente, en los últimos años nos hemos convertido en rehenes de malvivientes y personas sin escrúpulos. Porque ellos no tuvieron la oportunidad, hay que comprenderlos, resocializarlos, y respetar sus derechos humanos. ¿Y nosotros? ¿El resto de los ciudadanos? ¿Y nuestros derechos humanos? Ya no somos libres de caminar libremente por la calle sin mirar a nuestro alrededor, agarrando fuerte la cartera cada vez que vemos pasar una moto. Cuando queremos entrar el auto en la cochera damos una vuelta a la manzana para asegurarnos de que no pase nadie sospechoso y después ingresamos lo más rápido posible, mientras le rogamos a Dios. Si nos quedamos en nuestras casas conectamos las alarmas, contratamos un servicio de monitoreo, le pagamos a un sereno para que vigile porque no alcanza con la policía. Nada es suficiente. Nos hemos convertido en rehenes de los delincuentes, que marchan seguros por las calles. Y no olvidemos que se proyecta modificar el Código Penal, en el que se bajarán las penas de numerosos delitos y se eliminará la reincidencia. ¿Por qué ellos ganan? ¿Por qué nadie nos da una respuesta concreta? ¿Por qué? Y sobre todo… ¿hasta cuándo? Marinella Rossi

DNI 30.651.714

Giro con los piquetes En el último mensaje, la Presidenta estableció un cambio de política sobre los cortes de rutas y calles. A través del tiempo, la misma conducta fue considerada un delito, ejercicio legítimo de un derecho a reclamar... y ahora, nuevamente, es una práctica que merece ser castigada. También, según quien los lleva a cabo, hay piquetes buenos y piquetes malos. Ello nos indica que no está claro qué está bien y qué está mal, aunque pareciera que lo que está mal es la manipulación política del tema. Además, esa triste verdad nos previene acerca de que no es un buen momento para legislar sobre conductas punibles. H. Guillermo Vidal Albarracín [email protected]

Cobro retrasado Por los últimos feriados (que tanto le gustan a la señora Presidenta, y que los disfruta en El Calafate), los jubilados que cobramos los días 1, 2, 3 y 4 quedamos sin nuestros magros ingresos. Por más que cambie el tono de voz, la indiferencia al que menos tiene es la misma. Patricia Hogg de Saravia

DNI 5.242.721

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de mi hijo Felipe, tal como correspondía, y elegimos el Lengüitas. Le tocó en el sorteo el orden de prioridad número 287. En una primera instancia figuraba en la lista de espera del turno tarde de la sala de 3 años. A partir del 19 de febrero desapareció de la lista de espera y en el sistema pasó a figurar como solicitante de una vacante en un colegio que nunca pedimos, ubicado a más de 50 cuadras de mi casa. Rechazamos dicha vacante, dado que es imposible para nosotros que concurra a un colegio en esa distancia (teniendo en cuenta que la cursada es una jornada simple de tres horas). Actualmente figura en el sistema con la vacante rechazada y sin lugar en ningún colegio elegido ni en la lista de espera del Lengüitas. Realizamos varios reclamos a la línea telefónica, dos de ellos de ma-

En la Red Chávez: a un año de su muerte Facebook

“Señora Presidenta, me hubiese encantado que así como le rinde homenaje a este demagogo populista, le hubiera rendido homenaje a las víctimas de Once, pero no lo hizo. Todo lo contrario, usted desapareció” Víctor Mariano Alves Lopes

“Homenajean a un dictador, qué bajo que cayó Venezuela” Cristhian Serur

“La razón no alcanza, solamente se puede esbozar una piadosa sonrisa, el lamento de un pueblo, la pérdida de un precioso tiempo. Todo sigue igual o peor” Alina De Souza

Controlar a los “vivos” En relación con una carta referida a “obleas de discapacidad”, deseo manifestar que me afecta una rara enfermedad denominada “hipertensión pulmonar” (distinta de la conocida hipertensión arterial), que produce una carencia de oxígeno en sangre con la consecuente imposibilidad de realizar cualquier clase de esfuerzo físico, ya que inmediatamente sufro fatiga. Para el diagnóstico estuve internado once días y, finalmente, se me indicó una costosísima medicación que mi prepaga se negó a suministrarme, lo cual me obligó a pedir un amparo judicial que se resolvió favorablemente en plazo perentorio. Por junta médica oficial fui declarado discapacitado y se me proveyeron obleas con mis datos personales y foto, además del certificado correspondiente, que llevo en mi auto. Lamento si alguien pueda pensar que mi salud es normal porque mi apariencia no es la de un discapacitado. Lo que sí es evidente y nadie se ocupa de controlar es la existencia de “vivos” que compran obleas en determinados comercios y las exhiben para usar indebidamente el libre estacionamiento que sólo corresponde a los vehículos de discapacitados. Emilio Riccitelli

DNI. 4.188.880

Agentes de tránsito Durante enero y febrero pasados, agentes de tránsito ordenaban la circulación entre las 18 y las 19 en el cruce de Bullrich-Juan B. Justo y avenida Santa Fe. Ahora, que ya todos están de regreso de sus vacaciones, desaparecieron. Miguel A Di Pietro

DNI 4.311.522

La Madama Lynch

[email protected]

Menos verde

Hicimos la inscripción online (Nº 336.599) para el jardín de infantes

LE 4.868.665

DNI 10.155.661

Juan Manuel Bogisich

Al leer el editorial de ayer “Control de precios: otra vuelta de tuerca infructuosa”, recordé que en 1952 comimos sólo pan negro y que faltó de todo; tuvimos veda de carne primero y luego cerraron también las carnicerías los miércoles y los viernes; por el bajo precio del vino los bodegueros lo tiraron a las acequias, con lo cual escaseó ese producto. Lo mismo ocurrió con los cigarrillos , el papel higiénico, etc. Y con las multas y cárcel para los agiotistas se cerraron todas las grandes tiendas, Las Filipinas, la Piedad, La San Miguel y otras cuyo nombre no recuerdo. Parece mentira que insistamos con los mismos métodos que fracasaron y no ataquemos la inflación que genera el Gobierno.

Esperando vacante

Jorge Barraco

Tras leer la carta sobre el avance del cemento en Parque Chacabuco y el artículo sobre el posible emplazamiento de la estatua de Cristóbal Colón en la plaza Urquiza, ya atosigada de metálicas esculturas sobre el pasto colindante al Museo de Bellas Artes, es que me animo a preguntar a los responsables de estas decisiones qué los impulsa a cerrar un sector del parque Las Heras para destinarlo a “juegos de agua”, a seguir cementando las tradicionales sendas de corredores en Palermo, lo mismo que el emplazamiento de estructuras metálicas, baños, etc ,para organizar los estruendosos recitales que torturan a los vecinos de varios parques donde debería haber paz y tranquilidad, en contraposición con la política de los que nos gobiernan. Ambiente y... ¿espacios verdes?

nera formal: el primero en el Ministerio de Educación de la Ciudad (Nº 35.620) y el segundo en la avenida Córdoba 1951 (Nº 37.163). Además le enviamos una carta a la directora del Lengüitas. No tuvimos respuesta a ningún reclamo, y teniendo en cuenta la proximidad del inicio de clases la situación es bastante desesperante. Felipe fue sacado de la lista de espera sin consultarnos nada y él tendría la prioridad número 1 para entrar en caso de que se libere una vacante. DNI 27.434.493

DNI 4.231.740

Es frecuente que frente a las cabinas de peaje de nuestras rutas se formen largas filas de automóviles, especialmente en las correspondientes al pago manual. Para evitar estas demoras, ¿no sería posible emitir una especie de boleto equivalente al peaje, que se podría vender en estaciones de servicio y otros sitios similares, y que el conductor entregara al pasar por la cabina? De ese modo se evitarían los pagos con dinero, los vueltos y las demoras.

En el artículo sobre Eliza Lynch aparecido en adn del viernes pasado, Alicia Dujovne Ortiz expone la tesis sobre la guerra del Paraguay de los defensores de López, según la cual la Argentina, Brasil y Uruguay habrían sido manipulados por Inglaterra. En el caso de la Argentina, que se había declarado neutral, su participación se debió a que fue invadida por Paraguay; varias damas correntinas fueron llevadas de rehenes y muy pocas volvieron después de la guerra, pues muchas murieron debido a las penurias sufridas. En la República Oriental gobernaban los blancos. Después de una revolución colorada, que fracasó, un alto funcionario, Brito del Pino, fue a Asunción e hizo una alianza con López. El Partido Colorado, sostenido por Brasil, emprendió otra revolución y fue auxiliado por este país. López cumplió con el pacto y declaró la guerra a Brasil. En cuanto a los bancos ingleses, no podían ejercer mucha influencia sobre Brasil, pues el principal cliente de éste era Estados Unidos y no Inglaterra. La destrucción de Paraguay se debió a la contumacia para no reconocer la derrota. Los traidores eran aquellos que querían la rendición y así, López, mandó fusilar a su hermano, al obispo de asunción y al general Robles, héroe de la guerra. Finalmente, cuando la Madama Lynch llegó a Buenos Aires para embarcarse rumbo a Europa, la esperaba en el puerto una multitud hostil. Entonces Mitre subió al barco en que había venido, bajó con ella del brazo y evitó que sufriera algún ataque.

Control de precios

José Jorge Balbín

Colas en los peajes

Gastón Jonquières

Juan Carlos Bruzzi Costas

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