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EXTERIOR
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Sábado 20 de marzo de 2010
EL NARCOTRAFICO EN MEXICO s MILES DE MUERTOS POR UNA LUCHA DESPIADADA
AP
Soldados del ejército mexicano observan en Ciudad Juárez la destrucción de parte de un cargamento decomisado de marihuana y cocaína
La guerra de la droga jaquea a Calderón La estrategia del mandatario de militarizar Ciudad Juárez, la ciudad más violenta del mundo, no ha generado los resultados esperados CESAR GONZALEZ-CALERO LA NACION Si Roberto Bolaño viviera, tendría que seguir narrando los crímenes perpetrados en esa ciudad imaginaria llamada Santa Teresa. Como en 2666, la novela póstuma del escritor chileno, la muerte no tiene fin en la Santa Teresa real: Ciudad Juárez, la ciudad más violenta del mundo, capital de la impunidad, cementerio de mujeres y máxima expresión de la hasta ahora fallida estrategia del presidente mexicano, Felipe Calderón, en su lucha contra el crimen organizado. Es en Ciudad Juárez donde Calderón ha encontrado una mayor resistencia por parte de ese enemigo de cien cabezas que parece imbatible: el narcotráfico. La estrategia de desplegar 50.000 soldados en los estados más calientes del país ha fracasado estrepitosamente, según los expertos. En los tres primeros años de gobierno de Calderón se registraron en todo el país más de 15.000 muertes vinculadas al crimen organizado. Sólo en los primeros 75 días de este año, el contador de la muerte ya ha superado las 2000 víctimas. Son cifras de un país en guerra. Pero más allá de la detención de algunos capos de segundo nivel, la estrategia del gobierno no ha podido frenar la violenta ofensiva de los grandes carteles, que libran una guerra en dos direcciones: entre ellos mismos, en su lucha por el control de territorios,
llevó en diciembre pasado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a dictar una sentencia contra el Estado mexicano por violaciones de los derechos humanos relacionados con el “caso del campo algodonero”, uno más entre tantos otros sin respuesta oficial, desde que a partir de 1993 comenzaran a aparecer en terrenos baldíos cadáveres de mujeres con signos de torturas y abusos sexuales. Desde entonces, unas 500 mujeres han sido asesinadas y otras tantas han desaparecido en Ciudad Juárez. Según las organizaciones de derechos humanos, la llegada de unos 6000 soldados a Ciudad Juárez no ha hecho sino empeorar las cosas. Las denuncias por abusos de los militares contra mujeres proliferan. Pero lo que sí ha cambiado es la imagen de la ciudad. A la estampa habitual de autos con los cristales polarizados que avanzan en cámara lenta en busca de alguna presa se ha unido la de soldados que patrullaban las calles armados hasta los dientes, como si aquello, en vez del norte de México, fuera Bagdad. Pero no es Bagdad, para desgracia de los juarenses. La capital iraquí ocupa el décimo lugar entre las urbes más violentas del mundo y Ciudad Juárez, el primero, con 191 homicidios por cada 100.000 habitantes, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública. En 2009 perdieron la vida de forma violenta más de 2500 personas (un tercio de los asesinatos perpetrados en todo el país), y desde que comenzó el año, ya se contabilizan unos 500 asesinatos.
EE.UU., mercado de armas
y contra el Estado mexicano, lo que deja en el camino miles de víctimas colaterales. El reciente asesinato de una funcionaria del consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez y de su marido ha disparado las alarmas al norte del río Bravo. Cometido a plena luz del día, el crimen contra la pareja de estadounidenses lleva el sello inconfundible del narcotráfico. Washington ya ha anunciado que se dedicará en cuerpo y alma a esclarecer esos asesinatos y ha calificado la estrategia de Calderón de “ineficaz”. Pero ¿por qué decidió Calderón lanzar esa ofensiva contra el narcotráfico involucrando a los militares? Para Sergio González Rodríguez, autor de varios libros sobre el tema del negocio de la droga, “el gesto de Calderón buscaba validar su llegada a la presidencia después de un proceso electoral muy cuestionado”. El escritor y periodista mexicano no cree que el Estado mexicano haya declarado guerra alguna contra los carteles de la droga: “Nunca hubo tal guerra, porque el ejército fue enviado a tareas de gendarmería sin ningún propósito serio de combatir al narcotráfico. Lo demás es mala propaganda del gobierno”. Esa negligencia gubernamental
Paradójicamente, al otro lado de la frontera de la caótica y peligrosa Ciudad Juárez se extiende El Paso, la ciudad con menos criminalidad de Estados Unidos y el supermercado de armas donde se abastecen las tres bandas juarenses más peligrosas: los Aztecas, los Artistas Asesinos y los Mexicles. La impoluta ciudad de El Paso es también la primera estación para el tren de la droga que parte de México, como recordó hace unos días la canciller mexicana, Patricia Espinosa. “Si en el vecino del Norte no reducen el consumo de drogas, la violencia continuará en México”, dijo Espinosa. Calderón ha viajado a Ciudad Juárez tres veces en los dos últimos meses. En su segunda visita, tras el asesinato de 16 jóvenes que participaban en una fiesta, el mandatario anunció un plan social para amortiguar la violencia. Más salud, más educación y más ayudas sociales complementarán a partir de ahora la acción policial. Las autoridades advirtieron que más de la mitad de los jóvenes de esta ciudad de 1,4 millones de habitantes ni estudia ni trabaja. ¿Para qué hacerlo, si pueden ingresar en la hermandad del crimen organizado y llegar a vivir algún día a cuerpo de rey, como sus ídolos, los Carrillo Fuentes, jefes del cártel de Juárez, o como Joaquín Guzmán (“el Chapo”), capo del cartel de Sinaloa, que libra una enconada batalla contra el de Juárez por el control de las rutas de la droga? Así, en dos décadas, Ciudad Juárez pasó de próspero enclave industrial a cementerio clandestino. Con una parte de la policía “poco recomendable”, en palabras de Calderón, y una clase política bajo sospecha, la ciudad amanece cada día contando los muertos del día anterior. Es la más violenta del mundo, más salvaje incluso que la imaginaria Santa Teresa.
Un argentino en una ciudad en pánico Relato de un futbolista desde Ciudad Juárez GUILLERMO IDIART LA NACION
AP
En la calle, el cadáver de una de las tantas víctimas de la guerra de la droga
“En México la impunidad de los delitos es absoluta” Lo afirma uno de los mayores expertos en crimen organizado El libro Huesos en el desierto, de Sergio González Rodríguez (Ciudad de México, 1950), sobre los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez es ya todo un clásico de la crónica periodística y ha convertido a su autor en uno de los mayores expertos en la violencia vinculada al crimen organizado. El escritor y periodista mexicano, que sufrió un secuestro en 1999 tras sus investigaciones en Juárez, denuncia la “degradación institucional” del país y cuestiona la estrategia seguida por el presidente Felipe Calderón en su lucha contra el narcotráfico. “En México se fracturó el Estado de Derecho. La impunidad de los delitos es absoluta”, señala González a LA NACION desde México. –¿Por qué el Estado mexicano ha sido incapaz de frenar la violencia en zonas como Ciudad Juárez? –La degradación institucional por el auge corruptor del crimen organizado y sus nexos con el poder político y económico son la causa fundamental de la inseguridad y la violencia. En México se fracturó el Estado de Derecho. La impunidad de los delitos es absoluta: del 99%. Y se debe tener presente que la impunidad
es el afrodisíaco de los criminales. Ahora, el crimen organizado reina en Ciudad Juárez ante la complicidad, ineficacia y simulación de las autoridades locales y federales. –¿Qué opina del despliegue de militares ordenado por Calderón para combatir al narcotráfico? –La entrada del ejército en el combate al narcotráfico sólo ha empeorado el problema. En México se blanquean al año entre 10.000 y 25.000 millones de dólares producto de actividades ilícitas. Nada ha hecho el gobierno para combatir la verdadera base de operaciones del narcotráfico, que, por lo demás, suele patrocinar carreras y elecciones políticas. –¿Cree que Estados Unidos se involucrará más después del asesinato de una funcionaria consular de ese país en Ciudad Juárez? –A la luz de la alarma estadounidense por ese asesinato se puede esperar que se vea reforzada la Iniciativa Mérida, que implica el apoyo de Estados Unidos a México para combatir el narcotráfico. Es decir, se acelerará la tendencia de paramilitarizar las operaciones y aumentará la injerencia de las agencias antidroga
de Estados Unidos en tareas conjuntas en territorio mexicano. –¿Qué hay detrás de esta escalada de violencia por parte de los carteles? –La lucha entre los carteles se da por diversos factores: el territorio, los trayectos, el derecho de paso [de la droga], el control del crimen organizado, el dominio de las policías, y el manejo político a nivel local y regional. El narcotráfico ha crecido en cada estado mexicano por la connivencia de los gobiernos de turno de distintos partidos políticos. La lucha actual de los distintos carteles se inscribe en la carrera hacia las elecciones presidenciales de 2012. –¿Cuáles son los operadores de más peso en la actualidad? –El cartel de Juárez y el de Sinaloa, desprendimiento del primero, son los de mayor importancia, al punto que su influencia llega a otros países. Por su eficacia, Los Zetas han adquirido una enorme relevancia, y ya se les identifica como un cartel autónomo, distanciado de su origen: el cartel del Golfo. A nivel regional, es importante a su vez La Familia Michoacana.
Dichos y hechos EE.UU. habla de 10 años La lucha de México más de guerra antinarco “debe ser integral“
Arrestan al jefe de un cartel del narcotráfico
WASHINGTON (El Universal).– El jefe del Comando Norte del ejército de Estados Unidos, el general Victor Renuart, pronosticó que la lucha contra los carteles de la droga en México podría durar “entre 8 y 10 años” más. “Mientras tanto –agregó–, debemos persistir en nuestra alianza con México.”
MONTERREY (AFP).– Militares mexicanos detuvieron ayer, en Nuevo León, a Alberto Mendoza, alias “el Chico Malo”, presunto jefe del cartel de los Beltrán Leyva, según informó en un comunicado la Marina Armada. Durante el operativo, además, se confiscaron equipos de espionaje, vehículos, celulares y armas.
WASHINGTON (AFP).– El responsable de la diplomacia estadounidense para América latina, Arturo Valenzuela, declaró ayer que la respuesta de México a los carteles debe equilibrar el uso de militares y policías. “Es vital que esto sea una respuesta integral del gobierno mexicano”, dijo el funcionario.
En los restaurantes hay que estar atento a los clientes que entran para decidir si quedarse o irse de la mesa: puede haber un ajuste de cuentas en cualquier momento. También hay que preocuparse si, cuando se conduce, el auto que viene detrás no hace un sobrepaso: puede ser una persecución con desenlace fatal. Vivir hoy en Ciudad Juárez, la urbe más violenta del mundo, equivale a estar en alerta permanente. Ni los miles de militares desplegados por el gobierno alcanzaron para llevar algo de tranquilidad. “Juárez parece una ciudad en guerra. A pesar de los soldados, que están por todos lados, acá todo sigue igual. Desde hace seis o siete meses que la situación empeoró muchísimo. Y la gente tiene mucho miedo”, cuenta a LA NACION el futbolista argentino Javier Malagueño, de 27 años y oriundo de Cosquín, que desde hace casi dos
Javier Malagueño juega en el principal equipo de la ciudad, Indios Juárez. La lucha encarnizada entre dos carteles que se disputan la ruta de la droga hacia Estados Unidos dejó más de 4500 muertos en dos años. Pero el pánico quedó definitivamente instalado en la ciudad porque, en los últimos meses, murieron muchos inocentes por el conflicto. Antes, los narcos disparaban con precisión contra sus víctimas. No había terceros involucrados en el fuego cruzado. “En los ajustes de cuentas, como dicen acá, [los narcos] no erraban. Pero la situación ya se les fue de las manos. Ahora es una bola de nieve cada vez mayor”, dice Malagueño, que vive en un barrio cerrado junto con su novia venezolana. Las familias comenzaron a tomar precauciones hace tiempo. Por la noche, algunas parejas conducen en autos separados para cuidarse entre sí mientras transitan. Muchos ordenan a sus hijos que no salgan. Pero ninguna medida parece suficiente. “El miedo hizo cambiar los hábitos. Cuando llegué había más vida social. Pero desde el año pasado cerraron muchos restaurantes y discotecas, por no pagar las «comisiones» que exigen los narcos –dice Malagueño–. Yo voy a entrenarme y a un centro comercial seguro. Ahí hay gimnasio, cine y restaurantes. Pero mucho más que eso no se puede hacer. Acá se aprende a convivir con la violencia.”
EDICION DEL 20 DE MARZO DE 2010 INDICE 1 Primera Exteriorlibros&cho 2 Políticalibros&cho 11 23 Saludl Cultura 24 Inf. General 26 Loterías 33 Editoriales 34
EDITORIALES 2 Economía 3 Deportes 4 Espectáculos Cartelera
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Inflación y retraso cambiario. Tarde o temprano, llega un momento en que la economía deja de responder al voluntarismo de los gobernantes. Pág. 34
Guía de servicios
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LA FRASE DEL DIA
5 Campo 6 Clasificados 7 Countries
7 secciones / 146 páginas para Capital, Gran Bs. As., los partidos de Campana, Zárate, Capitán Sarmiento, Luján, Mercedes, La Plata y Chascomús. 5 secciones / 82 páginas para el resto del país.
“La política se concentra en pequeñas batallas, mientras vamos perdiendo la guerra.” Del vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor José María Arancedo. Pág. 12
MAÑANA EN LA NACION Las notas más leídas de ayer 1. El Gobierno calificó de “disparate” la acusación de la jueza Sarmiento. 2. Había escapado del hospital. 3. Qué es lo importante para Cristina. 4. El otro juicio que perdió Pergolini. 5. Kirchner incrementó su fortuna. 6. Qué definirá al próximo presidente.
Consultorio laboral. Especialistas del mundo del trabajo responden a las inquietudes de los lectores. Hoy, nuevas tecnologías. www.lanacion.com.ar/1244863
Blog Lado B. El backstage de las producciones de videos de lanacion.com y de canchallena.com. blogs.lanacion.com.ar/lado-b/
Una vuelta anunciada Eduardo Duhalde dice que debería haber elegido a Lavagna y no a Kirchner, y explica su retorno a la política, en una charla que lo muestra más polémico que nunca. LNR