Tambor con el Teatro Negro de Barlovento
LA CONDESA SANGRIENTA Homenajearon a la danza en su día
La historia de Erzsébet Báthory fue llevada al teatro
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DOMINGO 30 DE ABRIL DE 2017 / CIUDAD CCS
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La pieza teatral fue escrita por Arístides Vargas en el año 90
Francisco: soldado con vida imaginaria
Estudiantes de la escuela representaron tradiciones venezolanas mediante el lenguaje dancístico.
Eje Infantil realiza homenaje a la danza
El protagonista se ve involucrado en una línea imaginaria que separa a dos países | Texto: Liani Mendoza| Foto: Luis Bobadilla La pieza teatral del grupo Malayerba se escribió en el año 90 por Arístides Vargas, quien realizó una versión libre sobre la obra ‘Woyzeck’ de Georg Buchner, que relata la historia del soldado Francisco que se encuentra ejerciendo su rutina militar entre la frontera de Ecuador y Perú. Estos países han tenido problemas fronterizos desde hace muchos años, y por eso el interés de tratar este espacio que es ambiguo, en cuanto a la definición de territorio y la identidad. La trama se desarrolló específicamente en Cariamanga, pueblo fronterizo, donde una anciana es la encargada de llevar el hilo conductor de la historia, dando a conocer
EscEna caLLEJERa.
que Francisco era un joven huérfano que. además. vive el drama de la soledad, a pesar de estar casado con María y tener una hija. Durante la puesta en escena, la historia se transporta al pasado y juega con el presente, donde se ve cómo Francisco está involucrado en una línea imaginaria que separa a dos países. Cristina Marchán, actriz, se mostró muy contenta de ser parte del Festival de Teatro con una obra que muestra sus raíces, donde se pudo observar la parte latina, a pesar de las diferencias, permitiendo que el espectador saque sus propias conclusiones . La pieza se presenta en conmemoración del 35 aniversario de la compañía.
Las ocurrencias del payaso venezolano Tirro Plomo desbordaron de risas a la Ciudad Teatro, con un espectáculo cargado de situaciones cómicas, malabarismo y mucha creatividad. foto: huber villalobos
La presentación se enmarcó en tradiciones nacionalistas Texto: antonieta Urbina Elementos audiovisuales fueron utilizados para plasmar la vida del sanguinario personaje histórico, versionada por primera vez sobre las tablas del Teresa Carreño
Una dama peligrosa en el Municipal El montaje es el resultado de dos años de extensa investigación y preparación escénica, en el que se fusionan distintas disciplinas del arte en lo que fue una presentación memorable. Texto: María José Ramírez| Foto: Huber Villalobos La primera vez que Erzsébet mostró vestigios de demencia fue junto a su marido, en cuya correspondencia debatían las formas más crueles de torturar a sus sirvientes y, aunque ya se rumoraban los distintos padecimientos psicológicos que marcaron la infancia de la condesa, se desconocía que todo aquello era apenas el inicio de una espiral de violencia sádica y enfermiza. Erzsébet, la condensa sangrienta, versionada y dirigida por Robert Aramburo, parte de un hecho en particular. El momento en que la protagonista cree experimentar un inusitado rejuvenecimiento en su piel, luego de que la sangre de una de sus criadas salpicara sobre ella, este hecho representa el génesis de una serie de acciones desequilibradas que se interpretaron sobre las tablas del emblemático Teatro Municipal, de una forma creativa y brillante. Siguiendo la técnica de la agrupación Dramaturgia en Movimiento (Dramo) la obra unificó la música y la danza, logrando desarrollar un destacado espectáculo en escena.
“Vengo del ballet clásico y empecé montando coreografías, ese es mi primer fuerte y es el mundo que conozco, por eso quise plantear esta idea. Comencé a hacer teatro y empecé a mezclar todo, lo que es danza y ballet, conociendo los trabajos del maestro Miguel Issa, quería también, desde mi mundo, tocar temas fuertes, montar esta coreografía, hacer una obra completa que tenga todo lo que yo quiero plantear a partir de ahora como creador”, explicó Aramburo. La condesa, una mujer de delgada contextura y vestimenta extravagante, fue personificada por la actriz Claudia Olaiz, que dedicó un año de investigación a la vida de su personaje y a una serie de personajes mentalmente inestables, “lo hicimos para poder entender la obra y poder llevarla al movimiento y al teatro”, explicó Olaiz, quien tuvo que desprenderse del estilo de baile clásico para adoptar la libertad y energía que requiere la danza contemporánea. “No solo es movimiento porque sí, sino que represente y lleve alguna sensación, al-
guna emoción”, agregó la dedicada bailarina, quien sumiéndose en una completa transformación, confesó convertirse en casi una fanática de Erzsébet Báthory. Sobre el escenario, Francisco Díaz y Mariana Tamariz, respondían las interrogantes de un personaje ausente, cuya voz parecía pronunciar las preguntas que nacían en el público. Los reveladores diálogos enumeraban los múltiples asesinatos, mientras que el público se convertía en testigo silente de una asesina desquiciada. La presentación del espectáculo escénico es el producto de un extenso trabajo de dos años, “Fue un año de investigación sobre una condesa húngara, tuve que empaparme sobre el estilo de vida de la época, cómo vestían, cómo se movían, cuáles eran las etiquetas en la mesa, por qué fue que ella comenzó a matar, trabajar los
niveles de locura, un trabajo con un resultado que fascina, el desarrollo de un mundo que me atrapa”, comentó el joven director. Aramburo fue invitado a participar con la agrupación Dramo para materializar su sueño escénico, el fundador de la compañía Miguel Issa consideró que la obra reúne las características que definen el sello del grupo teatral, “la esencia del grupo es el trabajo a partir del cuerpo, el cuerpo como instrumento, el cuerpo expresa y transmite distintos sentimientos, haciendo énfasis en el trabajo del intérprete”, explicó Issa, cuyo trabajo en el festival ha sido constante y participativo. “Esto va más allá de ver el espectáculo, aquí se están formando productores, técnicos y trabajadores de la escena, las personas no saben cuánto representa el festival”, agregó Issa.
Para conmemorar el Día Internacional de la Danza, la Escuela de Música y Danza Fredy Reyna presentó ayer en el Eje Infantil, ubicado en el Parque Los Caobos, una muestra dancística al estilo tradicional y contemporáneo. Durante tres meses, un total de 60 niñas, en edades comprendidas entre los 8 y 15 años, ensayaron toda la muestra cultural bajo la tutela del maestro Esteban Leandro Brito. Brito aseguró haber enfocado el montaje en piezas caraqueñas debido a que la presentación era dedicada al Festival de Teatro de Caracas (FTC), y quiso hacer énfasis en ello, a su vez resaltó que una de las puestas en escena fue dedicada al estado Nueva Esparta debido a su riqueza musical. Por 35 minutos, las integrantes de la escuela se pasearon por un repertorio de seis piezas venezolanas, entre las que destacaron Dama Antañona, Margariteñas, Miraflores, Canto a Caracas, Águilas y Merengues; así mismo, en una segunda parte, dedicaron un espacio a la tradición contemporánea, con la danza indígena.
En cada muestra se presentaban entre 8 y 14 niñas, todas vestidas con trajes alegóricos a la tradición venezolana, y en algunos momentos haciendo uso de recursos como sombreros, paraguas y pañuelos. En la presentación de la pieza Águila, una de las que captó mayor atención de los espectadores, las estudiantes hicieron una caracterización de los cuatro elementos de la naturaleza: aire, agua, fuego y tierra. Al culminar la presentación, Brito indicó que las niñas llevaron a cabo “de manera magnífica, todas las piezas que preparamos”. Militza Zambrano, quien es representante de una de las integrantes de la escuela, califica de manera positiva la oportunidad que le dan a las niñas de llevar a efecto estas presentaciones, aseguró que es la cuarta vez que su hija puede participar dentro del FTC. La Escuela de Música y Danza Fredy Reyna se ha mantenido presente en todas las ediciones del FTC, llevando a los espectadores representaciones creativas mediante el ballet y la música.
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CIUDAD CCS / DOMINGO 30 DE ABRIL DE 2017
Tambores y ballet se fusionan en un mismo escenario
Desde la butaca Después de seis ediciones, el Festival de Teatro de Caracas se ha convertido en una tradición para las familias venezolanas, donde los espacios públicos se han transformado en zonas de recreación y disfrute.
Ciudad Teatro conmemoró el Día Internacional de la Danza con dos agrupaciones del interior del país | Texto: Yulexis Barrios / María José Ramírez| Foto: Huber Villalobos Al ritmo de las percusiones que fusionan instrumentos musicales como tambores, maracas, trompetas, teclado, bajo y los caracoles, la agrupación Teatro Negro de Barlovento, con la muestra Una sola voz se encargó de hacer retumbar la tarima de la plaza Diego Ibarra, como parte de la fiesta que conmemora las artes escénicas de Venezuela. Una pieza compleja que mezcla la actuación con la danza, el canto y las creencias propias del pueblo barloventeño, cuyas letras honran la fertilidad de sus suelos y la riqueza de su folclor, provenientes del continente africano. Esta puesta en escena está compuesta por un repertorio de danza tradicional y contemporánea, interpretada por actores, bailarines y cantantes, entrelazada con la expresión corporal. Se le otorga el nombre de Una sola voz, ya que mezcla la música barloventeña con la africana en honor a sus ancestros, con una recopilación producto de una investigación que realizó el equipo de Teatro Negro, por lo que el material que le ofrecieron a los citadinos resultó ser una producción compleja llena de sabor, y ritmos acelerados durante 12 canciones, aproximadamente. Los mensajes festivos que transmiten los repiques de sus tambores son el lenguaje con los que este pueblo lleno de color le grita al mundo para dar a cono-
cer su existencia. La primera canción fue una prosa lírica repleta de fuerza y de pasión, que hace un llamado a la tierra, a fin de fomentar la conciencia del cuidado por la misma, y para mover la fertilidad de esta, mientras que el resto de sus cantos y danzas estaban destinados a la alabanza, específicamente de Dios, con el firme propósito de pedir por la unión y la paz, así lo destacó Mabel Blanco, cantante de Una sola voz. ZHANDRA RODRÍGUEZ: BAILE Y ESCENA El director y dramaturgo Miguel Issa hizo entrega de una placa que conmemora la trayectoria artística de la pionera en la danza venezolana Zhandra Rodríguez, la cual fue recibida por Luis Penso en representación de Rodríguez. La entrega del reconocimiento fue precedida por el ballet Teatro Teresa Carreño, quienes presentaron un repertorio musical que fusionaba el ballet con tonadas venezolanas. Canciones del maestro Simón Díaz marcaron el ritmo con que la compañía homenajeó a la Primera Bailarina de Venezuela. “Zhandra marcó un hito no solo en la danza venezolana, sino en la danza mundial, por su carácter y temperamento interpretativo”, comentó Miguel Issa. Los responsables de cerrar el homenaje fueron la Escuela Danza Clásica y Urbana Tu mundo, mi mundo, quienes vinieron directamente desde Margarita.
JOHANA RIVERA
MARLY HERNÁNDEZ
MARCOS ZORRILA
“Gracias a estas actividades para que nuestros niñas y niños aprendan de las artes”
“Mi hijo está feliz, y ha aprendido muchísimo con las actividades infantiles”.
“Estas actividades impulsan el desarrollo artístico de los niños”.
ALEX GONZÁLEZ
CARMEN RODRÍGUEZ CRIS GONZÁLEZ Espectadora de la obra La casa grande
Director de la obra La casa grande
“He tenido la oportunidad de ver cinco obras del Festival, estoy maravillado”.
“La obra me pareció magistral, porque entra en la historia plena de Colombia”.
“Nos hemos conectado con el público caraqueño. Estamos muy agradecidos”.
Habitante de Caricuao
Espectador de la obra La casa grande
Habitante de Caricuao
Habitante de La Vega
El ingenioso Hidalgo. Los delirios de don Quijote y su fiel compañero Sancho Panza convirtieron al Teatro Simón Rodríguez en algún lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme. Foto: Abraxas Iribarren. Pueblo Barloventeño trajo un repertorio cargado de ritmos afrocaribeños
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