economía | 15
| Lunes 9 de diciembre de 2013
Juntarse a comer para ver el Mundial costará el doble que en Sudáfrica inflación. Crean un índice de precios que releva los valores de los alimentos y bebidas de
Ver el Mundial, cada vez más caro El IPM se elabora sumando una canasta de 19 productos de consumo tradicional en este tipo de reuniones, como pizza, una picada, diferentes bebidas y hasta la carne para un asado EVOLUCIÓN DEL ÍNDICE DE PRECIOS DEL MUNDIAL En pesos y en dólares
$ 67,2
consumo tradicional en este tipo de reuniones; los comestibles no perecederos lideran el alza
(US$ 18,5)
$ 96,5
Alfredo Sainz LA nACIon
Para la inmensa mayoría de los argentinos que no podrán viajar a Brasil, juntarse a comer y ver los partidos de la selección con amigos en casa les costará más del doble que durante el Mundial de Sudáfrica 2010. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora Tomadato, el índice de precios del mundial (IPM) registró una variación de 111% entre junio de 2010 y octubre de este año, y lo peor en materia de aumentos de precios podría estar por llegar en los seis meses que restan para el partido inaugural de la Copa del Mundo, que se jugará en junio en San Pablo. El IPM, que acaba de presentar Tomadato, se elabora tomando en cuenta una canasta de 19 productos de consumo tradicional en este tipo de reuniones: desde una pizza de muzzarella hasta los ingredientes para una picada, pasando por cerveza, aperitivos, golosinas o la carne para un asado. “La idea de esta me-
dición es analizar la evolución de los precios de la misma canasta de productos desde el Mundial de CoreaJapón, en 2002, y continuar difundiendo los valores mensualmente hasta que finalice Brasil 2014”, explicó Emiliano Schwartz, responsable de Marketing de Tomadato. De acuerdo con este particular indicador, la canasta de alimentos y bebidas que en Japón 2002 costaba 67,2 pesos, en Alemania 2006 trepó a $ 96,5 (con una suba interMundial del orden de 43,5%) y cuatro años después, para la época de Sudáfrica 2010, llegó a 208 pesos (un incremento de 115,5% frente a 2006). A octubre de este año, el índice se ubicaba en 438,8 pesos (es decir, un 111% por encima de junio de 2010), con una peligrosa tendencia a la aceleración. Por rubros, los comestibles no perecederos fueron los que lideraron los aumentos, con una suba de junio de 2010 a la fecha de 145,1 por ciento. En la otra punta se ubicaron las bebidas, que tuvieron un incre-
Remates Judiciales
Judiciales
mento promedio de 80,2 por ciento, mientras que los alimentos frescos aumentaron un 108,4 por ciento. En Tomadato además cruzaron la evolución de la canasta del Mundial con el promedio del salario privado para determinar los cambios en el poder adquisitivo de los argentinos. En junio de 2002, con el salario privado promedio se podían comprar catorce canastas del Mundial. Cuatro años después se pasó a 18 canastas y en junio de 2010 se alcanzaron las 20 canastas, pero la suba se detuvo en este Mundial y a octubre de este año la capacidad de compra de los sueldos se mantuvo sin cambios. “En los últimos cuatros años se nota un crecimiento muy fuerte de los salarios, pero que termina siendo absorbido por los aumentos de precios, lo que se tradujo en un freno en la recuperación del poder adquisitivo de los asalariados. Estamos entrando en una espiralización entre los precios y los salarios”, advirtió Schwartz.
El IPM también es una buena muestra para evaluar el retraso cambiario que sufrió el peso en la última década. En la Copa del Mundo organizada por Corea y Japón, el dólar cotizaba a 3,62 pesos, con lo cual la canasta de alimentos y bebidas del Mundial se ubicaba en los 18,5 dólares. Para junio de 2006, la divisa norteamericana había sufrido una importante baja (3,08%), lo que llevó a la canasta a casi duplicar su valor en dólares, pasando a US$ 31,3. La tendencia al encarecimiento en dólares de los alimentos argentinos se profundizó para Sudáfrica 2010, cuando los alimentos de consumo mundialista llegaron a los 53 dólares, mientras que en la última medición, de octubre de este año, se batió un nuevo récord, cuando la canasta pasó a cotizar por encima de los 75 dólares, tomando en cuenta un valor promedio de la moneda norteamericana para todo el mes de 5,83 pesos. Junto con la aceleración de los precios, el otro punto que se pue-
$ 208
$ 438,8
(US$ 53) 0
JapónCorea 2002
Alemania 2006
(US$ 75,2) Octubre 2013
Sudáfrica 2010
EVOLUCIÓN DEL SALARIO PRIVADO PROMEDIO En pesos
8791
4074 912
1711
0
Japón-Corea 2002
Alemania 2006
Sudáfrica 2010
Octubre 2013
Fuente: Tomadato / LA NACION
de pronosticar es que el Mundial tendrá un efecto positivo en las expectativas de los consumidores. “En los últimos tres mundiales se observaron una mejora en los índices de confianza de los consumi-
dores y un repunte en las expectativas de compra. Se trata de un fenómeno que se repite en muchos países, pero que se profundiza en el caso de los argentinos”, explican en Tomadato.ß
Agricultura quiere revertir un aumento de retenciones
diferencias. Afecta a empresas de alimentos balanceados, que
fueron convocadas por Casamiquela; lo había impuesto Kicillof
Fernando Bertello LA nACIon
Arte & Antigüedades
(US$ 31,3)
Sigilosamente, el Ministerio de Agricultura se apresta a intervenir para revertir en parte la suba de las retenciones a los alimentos balanceados para nutrición animal que llevan soja en su mezcla de ingredientes, una medida del ministro de Economía, Axel Kicillof, que despertó polémica porque afecta a decenas de pymes. Por decreto, el Gobierno aumentó de 5 a 32% los derechos de exportación, afectando tanto a productos que no requieren una alta complejidad como a otros de alto valor que se realizan en plantas de alimentos balanceados. “El problema es que en el decreto no se hizo ninguna diferenciación en la suba de las retenciones”, contó un empresario del sector. La medida fue ideada por el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, luego de escuchar la queja de exportadores porque mientras por separado la harina
de soja tributa 32% de retenciones, y el maíz, 20%, quienes hacen una mezcla de harina de soja en un 95% y maíz en 5% pagan sólo 5%. La situación se prestaba a aprovechamiento por parte de algunas empresas. Pese a que esta historia comenzó con Moreno, fue Kicillof quien avaló con su firma el aumento de las retenciones. Y el ministro tomó en cuenta un dato: por ese diferencial de alícuotas en favor de las mezclas, el Estado se perdió US$ 120 millones de recaudación en los primeros seis meses de 2013. En rigor, en medio del diferencial de retenciones, las exportaciones de mezclas volaron: pasaron de 500.000 toneladas en 2011 a más de un millón en los primeros seis meses de 2013. En plata son unos US$ 800 millones. Lo que no tuvo en cuenta el Gobierno fue que en su afán por equilibrar las alícuotas afectó a decenas de plantas de balanceados que usan más ingredientes para hacer productos de valor agregado. En este sentido, la Cámara Argentina
de Empresas de nutrición Animal (Caena) le envió una carta al ministro a la espera de una corrección de la norma. “En primer lugar deseamos expresar y dejar asentado nuestro rechazo a las mezclas de cereales conformadas por harina de soja y grano partido, u otros ingredientes que puedan ser separados con una simple zaranda. Para nosotros, las mezclas son el resultante de un proceso industrial, ya sea pelleteadas o en harina uniforme, a través del cual a partir de distintos ingredientes se obtiene un producto resultante que impide a posteriori ser desagregado por cada uno de sus ingredientes iniciales”, dice un tramo la carta. no se sabe si Kicillof leyó la carta. Pero, a horas de que el decreto se publicara, desde el Ministerio de Agricultura, cuyo titular, Carlos Casamiquela, no habría sido consultado, se activaron llamadas a Caena para buscarle una solución al tema. Agricultura convocó para hoy a una reunión a Caena. ß