economía | 5
| Domingo 16 De febrero De 2014
en voz alta
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“Para el tratamiento de enfermedades habría que sumar protocolos que establezcan dónde y cómo se hace la atención.” “Cuando hay desorden en un sistema hay fuga e ineficiencia en el gasto; el Ministerio de Salud debería estar en el centro de todo.”
El presidente del Grupo ASE, integrado por la obra social de ejecutivos y la prepaga Medifé, advierte que hace falta una política de Estado para evitar mayores subas de las cuotas
Jorge Piva. “Se necesitan cambios de fondo en el sistema de salud” Texto Silvia Stang | Foto Hernán Zenteno
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odo es nuevo y luminoso en el espacio en el que Jorge Piva, director general del Grupo ASE, recibe a la nacion. En octubre pasado, el grupo integrado por la obra social de ejecutivos Acción Social de Empresarios (ASE), la prepaga Medifé y la compañía Solidez –que ofrece cobertura de prácticas de alta complejidad a pequeñas empresas de salud del interior–, inauguró el remodelado Sanatorio Finochietto, en la esquina porteña de Av. Córdoba y Ecuador. Nada es tan nuevo, sin embargo, en el diagnóstico del tema del financiamiento del sector. Piva afirma que los aranceles de los prestadores de servicios y las cuotas de las prepagas acumulan un retraso de 10%, sin contar el efecto de la devaluación reciente que impactó con fuerza en la compra de insumos. Reconoce que, en tal situación, médicos y trabajadores sufren la postergación del valor de sus honorarios y salarios. Por estos días, las prepagas negocian con el Gobierno una autorización para una suba de cuotas. Pero quien está a cargo de ASE –que en 2013 facturó $ 3310 millones y que suma poco más de un millón de beneficiarios– sostiene que se necesitan modificaciones de fondo que le den eficiencia al gasto y que saquen al sistema del lugar en el que quedó “entrampado”. Advierte: “Hay que debatir cómo hacer para que la salida no sea sólo el aumento de las cuotas, porque sino llega un punto en que la gente se cae del sistema”. Para el directivo, un problema es la alta fragmentación de los financiadores de la actividad, algo que lleva a “una fuga e ineficiencia en el gasto”. Para ordenar, señala, hace falta que el Ministerio de Salud esté en el centro de la escena y que se reduzca el trabajo en negro. Piva afirma que en 2013 el sector
cerró sus cuentas casi sin rentabilidad y agrega que, si no es posible hacer inversiones, a la larga se resentirá la calidad del sistema. El nuevo Finochietto es un edifico de 17.000 metros cuadrados, con 130 habitaciones de internación general y diez quirófanos, y con una arquitectura ecosustentable que implica, entre otras cosas, la reutilización de aguas grises y pluviales. –¿Cómo se pagó esta obra? –Esta es una obra de unos 600 millones de pesos si se suma el valor del terreno, el edificio y sus instalaciones. El edificio se hizo entre 2010 y 2013, en una parte importante con plata del grupo, para el que siempre fue un deseo tener un sanatorio de esta categoría. Tuvimos un apoyo importante de la banca pública; nos dieron un crédito del Bicentenario por 40 millones de pesos y 15 millones nos prestó el banco Ciudad. Hubo un esquema virtuoso que articuló lo público con lo privado y además, contamos con asesoramiento de la Superintendencia de Servicio de Salud; pedimos que se nos asistiera desde la APE [la Administración de Programas Especiales, que reintegra a las obras sociales gastos por determinados tratamientos médicos] que tenía una deuda muy grande. –Según las entidades de clínicas, la devaluación dejó subas en los insumos de hasta más de 40% y agravó el retraso de los aranceles cobrados a obras sociales y prepagas; ahora que el grupo es prestador, ¿cómo ve la situación? –El retraso se agravó en las últimas semanas por la devaluación, que impacta directamente en insumos importados, materiales descartables y medicamentos. Habrá que ver en qué valor se estabiliza el dólar y cómo quedan los precios; por ahora
quedaron altos y se está a la espera de acuerdos del Gobierno, para ver si se pueden retrotraer. Hubo una situación bastante generalizada, que fue que los proveedores dejaran la mercadería con un remito y sin precio; hay que esperar a que decante todo. Se está trabajando a nivel de la Jefatura de Gabinete y las entidades de salud tienen un diálogo abierto e intenso con las autoridades del área. Con el stock no tuvimos problemas. –¿En cuánto se estima ese retraso de aranceles de las clínicas y de las cuotas de las prepagas? –Hay un rezago de 5 o 6 puntos, más lo que falta compensar de la paritaria en curso; el retraso es de alrededor de 10% más los efectos de la devaluación. –Desde hace años el sector afirma que necesita tal porcentaje de suba de cuotas y desde el Gobierno se autoriza menos y con rezago, ¿qué efectos tiene eso? –Hay una discrepancia sobre el impacto que la paritaria de la sanidad tiene en la estructura de costos. La visión del Gobierno es que por cada punto de la suba salarial el impacto en el costo total es de 0,8 y la visión del sector es que la relación es 1 a 1, porque la paritaria termina organizando también todo lo que no es salarial. En los últimos años se ha podido funcionar, pero si se proyecta la diferencia, a la larga se genera un problema grave y la consecuencia sería que el servicio decaiga. Esta es una actividad con una rentabilidad muy apretada. Es complicado, pero yo soy optimista. El sector genera empleos, atiende bien a la gente y está la sensación de que la cuota es alta; uno queda en el lugar odioso de decir que no nos alcanza. –¿De cuánto es la rentabilidad? –El año pasado el sector cerró en un punto de equilibrio; se habrá arañado un punto. Antes había entre 3 y 4 puntos de rentabilidad. Para este año
Los mercados, al ritmo de las decisiones políticas Atención. El nuevo índice de inflación, leído como un sinceramiento por parte del Gobierno, provocó expectativas en los inversores Este verano el mercado parece estar como el clima: intenso y cambiante. Pero hay puntos a favor y uno de ellos es que contábamos con esa información desde hace semanas, y por ende deberíamos aprender a usar esa volatilidad a nuestro favor. La buena noticia de esta semana no es un misterio y lógicamente tiene su raíz en el número de inflación de enero. Por fuera del análisis económico, la mirada del mercado se centró en la lectura política. Es decir, la buena señal de que el Gobierno comience a sincerar las estadísticas apuntando a recomponer la confianza en una muestra de racionalidad. Desde allí, las expectativas que se disparan son varias. La más relevante para el mercado es que esto podría implicar un acercamiento a los organismos internacionales. El mayor deseo sería entrar en un círculo virtuoso de noticias que comiencen con el visto bueno del FMI, para después avanzar en un acuerdo con el Club de París, se despeje el pago a Repsol por la estatización de YPF y se vuelva a hablar de credibilidad, inversiones, ingreso de dólares y recomposición de reservas. Igual vayamos paso a paso. Aunque se respondió con optimismo al dato, los inversores deben entender que es un primer paso que debería ir acompañado de otras acciones de fondo. Entre ellas, un plan económico integral que contemple temas fiscales y una política seria antiin-
Bono Discount Evolución en pesos 245 186,5
+31,3%
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14 FEB
3 FEB
Fuente: Bolsar / LA NACION
Luego de conocerse la inflación de enero, los precios de los títulos indexados por CER saltaron hasta 20%
S&P 500 Evolución en puntos 1839,3
1741,9
+5,6%
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3 FEB
14 FEB
Fuente: Bloomberg / LA NACION
En lo que va de febrero, Wall Street tiene ganancias promedio de 3% y hay tranquilidad en mercados emergentes
flacionaria. Además, no olvidemos que la credibilidad y la confianza no se reconstruye con un solo dato sino siendo consistente en el tiempo. De hecho, es cierto que reconocer la inflación permitió cierto giro en las expectativas. Ahora bien, insistimos en que no hay que perder de vista que concretar realmente este giro dependerá de decisiones políticas. Por ende, esto garantiza que habrá que acostumbrarse a la volatilidad. Por otra parte, no hay que olvidar que el mercado aún está digiriendo la nueva normativa del Banco Central, que básicamente obliga a los bancos a recortar exposición a activos en dólares. Recordemos que el objetivo del BCRA fue ganar tiempo hasta abril, cuando debería empezar la liquidación fuerte de exportaciones y la estrategia fue positiva en lo que respecta a su objetivo: dio cierta previsibilidad al comportamiento del tipo de cambio oficial, que esperamos se mantenga en el corto plazo anclando su valor entorno a los 8 pesos. También llevó a caídas en la cotización del marginal y el contado con liquidación, y frenó la caída en las reservas. Una coyuntura que debe incluso incentivar las ventas de dólares del campo del año pasado, y no demorar la liquidación de la cosecha actual. En otras palabras, el Central compró tiempo, aunque de fondo y una vez más, se coincide en que realmente el éxito después
Cargo: director general del Grupo ASE (Acción Social de Empresarios, Medifé y la compañía Solidez Alta Complejidad Médica) Edad: 62 años b El grupo da atención a más de un millón de beneficiarios y tiene 2100 empleados. Tras haber comprado en 1998 el terreno y el viejo edificio del Sanatorio Finochietto, inauguró ese centro prestacional en octubre de 2013. El edificio tiene 17.000 metros cuadrados en 12 plantas y es ecosustentable. Sin incluir la clínica, la facturación esperada es de $ 4200 millones para este año.
de abril y mayo dependerá de las políticas macro. En este marco, para el inversor, la clave estará en quién gana entre inflación, devaluación y tasas. Por el momento, la suba de tasas, que posiblemente se busque estabilizar en torno a 30%, aún parecen lucir insuficiente para cubrir las expectativas de devaluación, ubicadas entorno a 36%, aun cuando cayeron más de 10 puntos porcentuales en las últimas dos semanas. Pero esto dependerá, nuevamente, de una decisión política. Básicamente, de hasta dónde el Central convalidará una suba de las tasas de interés. Hay quienes piensan que éstas deberían subir hasta niveles de 35 y 40 por ciento. Hay algo ya concreto, que se debe a que los cambios en la política monetaria y cambiaria de enero modificaron el escenario para los instrumentos a tasa, impulsando un reacomodamiento de las posiciones en cash que podría continuar, dependiendo de la coyuntura. Con respecto a las acciones, de corto plazo encontramos varios drivers. El primero, el comportamiento del dólar como clave por su alta correlación con el Merval. El segundo, los balances. Petrobras Argentina difundió buenas ganancias y en la semana deberían estar llegando los resultados del cuarto trimestre del BBVA, Banco Macro, Galicia, Siderar, Aluar y Tenaris, entre otras. Más allá de lo reportado para el trimestre, para el que en líneas generales se esperan buenos resultados, en especial en los bancos, la atención deberá estar en el detalle de ventas, costos y situación financiera para analizar el efecto de la devaluación y la inflación creciente en los números de este trimestre, así como el estancamiento económico que se proyecta que puede afectar las estimaciones de rentabilidad de las empresas.ß
Sabrina Corujo
la expectativa no es que la economía crezca a tasas chinas, y esta industria creció mucho en los últimos años por la expansión del empleo y la venta de planes corporativos. Pero soy optimista y creo que vamos a poder recuperar la capacidad inversora. –Por los reclamos que hacen, se entiende que se piensa llegar a un equilibrio con la suba de cuotas, ¿no hay maneras de mejorar la ecuación por fuera de eso? –Sí. Un tema es que el sistema de salud está muy fragmentado, hay un archipiélago de distintos financiadores y el Ministerio de Salud está corrido del centro del sistema, con muy pocas competencias. Creo que una reforma por hacer es reinstalar al Ministerio en el centro del sistema nacional, para que pueda articular lo público y lo privado con los beneficios que se obtienen cuando se ordena algo, que haya sinergia y no se malgaste. Cuando hay desorden hay fuga e ineficiencia en el gasto.
Países como Uruguay, Chile y Brasil trabajan en cuestiones de fondo, en consenso con las entidades del sector y fijando protocolos de atención médica para un listado de enfermedades. Un punto importante es que en un país como el nuestro, con ingresos no homogéneos, debe haber vasos comunicantes y una presencia muy sólida del Estado para que todos los argentinos reciban la misma calidad del servicio; eso se logra si el Ministerio está en el centro de todo. Es también muy importante el combate al empleo en negro, que está muy alto; imaginemos un sistema de seguridad social con 10 puntos más de empleo formal… Sería para celebrar desde el punto de vista humano y de igualdad de derechos, pero también desde el punto de vista de la eficiencia de los sistemas jubilatorio y de salud. –¿Sería útil un seguro universal que le cubra a toda la población los tratamientos más costosos? –A mí me gusta, pero hay jugadores del sector que no están convencidos. Para mí sería bueno estudiar a fondo todo lo que tienda a centralizar y a universalizar; hacer por ejemplo la compra de medicamentos centralizada. Hay que debatir cambios, porque hoy existe la cuestión de que faltan tantos puntos en las cuotas, pero eso se puede arreglar y después desarreglar, y mientras tanto sigue el tema de fondo, al no haber políticas de Estado que apunten a esto. –La ley de prepagas tuvo su punto más controvertido en la admisión obligatoria de afiliados sin importar su estado de salud, ¿cuál fue el efecto? –La verdad es que no hubo un aluvión de afiliaciones; sí podría haberlo. Creo que está mal expresado el artículo, porque alguien puede entrar y salir [como afiliado de una prepaga] según sus necesidades, y ahí se rompe el principio de la previsión. Y no hay cuota que compense eso. –Varias leyes incorporaron cobertura obligatoria de tratamientos o enfermedades; ahí está la cuestión del financiamiento por un lado y el derecho de los ciudadanos por el otro. –Hay una idea de que, en el sector, todo lo que no es la administración pública tiene una altísima rentabilidad y que pueden hacerse cargo de todo sin alterar los costos, pero eso no es verdad. A largo plazo no funciona ninguna entidad sin excedentes financieros para reinvertir. Estos temas habría que discutirlos aceptando que hay una demanda, y habría que sumar protocolos que fijen dónde y cómo se hacen la atención de enfermedades. Hay que evitar que todo vaya a las cuotas y salir de esta situación en la que quedó entrampada la actividad.ß
Cómo eS el portafolio de
Walter ramírez GErEnTE dE UnidAd dE AnáliSiS FinAnciEro bAnco SUpErviEllE
50%
30%
20%
Bonos dólar linked
que, a nuestro juicio, están subponderadas en la actualidad por el mercado.
La mitad, en bonos Un 50% del portafolio está integrado por bonos públicos que ajustan según la cotización oficial del dólar (los denominados dollar linked). Dentro de este grupo hay que dividir la tenencia en corto plazo (activos a mantener hasta su vencimiento) y mediano plazo. En el primer grupo, la recomendación es YPF a diciembre de 2014 y Ciudad de Buenos Aires, a junio de 2014. En el segundo grupo, Cresud (mayo de 2015) y Ciudad de Buenos Aires (marzo de 2018).
Bonar 2017
Horizonte
Bonos ajustables por CER
La apuesta es por una caída en el riesgo soberano dentro del horizonte de inversión, que se recomienda capturar mediante la incorporación, en un 30% de lo disponible para la inversión, de Bonar 2017.
Objetivo y plazo Este portafolio está orientado a un inversor focalizado en el mercado local con tolerancia moderada al riesgo. Posee un horizonte de inversión de un año y su objetivo es obtener una rentabilidad positiva en términos reales.
Condicionantes implícitos La selección de los activos está basada en una comparación de estimaciones de las variables de las que dependen (como el tipo de cambio oficial implícito en activos, las tasas de interés y la inflación). Así, la recomendación se refiere a los activos que dependen de las variables
La inflación, clave Finalmente, a pesar de que los bonos ajustables por CER ya están descontando un mayor índice oficial de inflación, es de esperar una buena performance relativa en los próximos meses, en la medida en que se vayan conociendo los sucesivos valores del IPC-Nu (el índice de precios al consumidor nacional urbano, que fue difundido el jueves pasado). Por último, recomendamos colocar el 20% de la cartera en los bonos denominados Pr 12 y Pr13.