Juan Nolting - Técnico INTA E-mail:[email protected]

Consorcios de riego

Importancia de la participación de los usuarios en la gestión de los consorcios de riego Los consorcios de riego son instituciones con leyes claras que regulan el funcionamiento de los sistemas de riego de los grandes valles frutícolas. Su eficiencia actual y un futuro mejor dependen de toda la comunidad. Los sistemas de distribución del agua pública para el riego como los del Alto Valle de Río Negro son propiedad del estado, o sea de las provincias involucradas, en definitiva de la comunidad que la habita, responsable del buen uso y conservación de los recursos para generaciones futuras. Las provincias, por diferentes mecanismos y leyes que rigen la administración del agua pública, entregaron muchas de estas derivaciones a los usuarios (en concesión) para su administración y manejo.

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El consorcio de riego es la figura asociativa que contempla la Ley 2.952 del Código de Aguas de la provincia de Río Negro para reunir los usuarios partícipes de una misma derivación. Tiene por objeto asegurar el uso racional y un apto aprovechamiento del agua tal cual lo expresa en el artículo 107. Estos consorcios tienen amplias capacidades de actuar como entes públicos, no estatales, en el ámbito del derecho público y privado. Se rigen por reglamentaciones y estatutos aprobados por la autoridad de aplicación de la misma, quien les delega la exclusiva responsabilidad de la administración del recurso, como su uso eficiente. Es evidente que en el uso compartido de un sistema de distribución, como es el agua de riego en nuestra región, se requiere de una fuerte participación de sus integrantes en la organización y administración. El sólo hecho de no contribuir en esta tarea perjudica el funcionamiento del sistema y por ende al resto de los integrantes. Un aspecto muy importante y fundamental para lograr un crecimiento progresivo de estas instituciones es que cada uno de los participantes se de cuenta del rol comprometido que debe asumir dentro de estas organizaciones. La apropiación, por los asociados, de la responsabilidad que les cabe en la administración de un recurso que le fuera delegado a través del consorcio - desde el uso eficiente del agua de riego hasta la gestión del sistema de distribución debería ser la premisa básica para el logro de un uso sostenible del agua de riego. Por otra parte, es necesario profesionalizar la gestión para lograr un nivel de idoneidad acorde a la función que cada uno de los integrantes desarrolle dentro del consorcio, ya sea en la parte directiva, ejecutiva o del usuario. El conocimiento de la problemática del sistema de distribución por todos sus integrantes facilitará llegar al mutuo entendimiento y contribuirá a disminuir las dificultades que se producen entre los asociados, principalmente en aquellos sistemas de distribución que por sus falencias, se dificulta la distribución equitativa del agua de riego. Rompecabezas

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Para lograr una gestión coordinada de la administración de un sistema es importante lograr acuerdos que faciliten la mayor participación de los asociados y con ello sus compromisos.

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Una propuesta es la de facilitar desde la organización directiva del consorcio, la agrupación de los asociados por objetivos comunes. Un ejemplo sería la participación en la administración de la red terciaria, dado que en ese ámbito es factible analizar la problemática de cada canal terciario y su red comunera. Se podrán proponer acciones que, integradas a los demás terciarios y a la gestión del consocio, den lugar al plan de trabajo sobre el sistema de distribución. La capacitación continua de los usuarios en el manejo del agua de riego a nivel de predio es una tarea a la cual se debe prestar especial atención ya que ellos, además de disponer información para hacer un uso eficiente del agua, contribuyen con su conocimiento al suministro de la información que permita realizar una evaluación permanente de la marcha de la gestión y un cabal conocimiento de la demanda, muy importante a la hora de la distribución de los recursos. Sin duda, usuarios del agua de riego consustanciados con la problemática de los consorcios y comprometidos con su gestión, incidirán favorablemente en la renovación de los sistemas de riego tan comprometidos en su funcionamiento, como son los del Alto Valle.

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