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POLITICA

I

ELECCIONES 2011

Domingo 31 de julio de 2011

Tiros y heridos políticos en el distrito más populoso del conurbano

Guerra peronista en La Matanza Los candidatos se disputan la estructura que fue de Balestrini, relegada ahora por el intendente Espinoza MARCELO VENERANDA LA NACION En el distrito más populoso del conurbano bonaerense, donde la suerte de concejales e intendentes puede definir la de un gobernador y un presidente, los fusiles de la Gendarmería no serán los únicos que protejan los votos. Dos candidatos admiten sin tapujos que sumarán “sus muchachos” al convoy encargado de custodiar las urnas en las internas del 14 de agosto y, si llegan, en las elecciones de octubre. “Los vamos a ayudar, por las dudas”, desliza uno. “Si ganamos, sabemos que vamos a tener que salir a los tiros”, cuenta el otro. No hay metáforas, sonrisas ni guiños cómplices. Es La Matanza. La tensión viene en aumento en el territorio del intendente kirchnerista Fernando Espinoza, un bastión histórico del peronismo que, con 847.064 votantes, tiene más peso electoral que toda la Patagonia. La última semana, tres disparos perforaron la comitiva del programa Carne para Todos, con el que hace campaña el matarife Ricardo Bruzzese, rival de Espinoza en la interna del Frente

El secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, intenta evitar la diáspora del balestrinismo hacia Duhalde y De Narváez para la Victoria. Las denuncias de amenazas, trompadas y hasta secuestros de militantes se volvieron habituales. Pero la pelea real en La Matanza persigue un nuevo y único botín: la estructura y los votos del último hombre fuerte del distrito, el vicegobernador Alberto Balestrini, convaleciente desde el accidente cerebrovascular que sufrió en 2010. Sucede que, contra los pronósticos, Espinoza, que llegó a la intendencia de la mano de Balestrini, armó una nueva estructura de poder y dejó afuera a los aliados de su jefe político, que por lo bajo empezaron a conversar con los opositores: el kirchnerista Bruzzese, el denarvaísta Fernando Asencio y el duhaldista Julio Ledesma. Todos afirman que cuentan con el aparato balestrinista de su lado y prometen dar la sorpresa en las internas de agosto. La lista de heridos políticos del balestrinismo comienza en la cabeza del Concejo Deliberante local: el presidente de ese cuerpo, Daniel Castro, no renovará su cargo ni siquiera como concejal. La misma suerte esperan importantes miembros del gabinete municipal, desplazados del

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entorno de Espinoza por el “nuevo hombre fuerte” del intendente, como definen a Raúl Magario, recordado por su papel de tesorero de Montoneros. Alejado de la función pública –fue secretario de Medio Ambiente–, el rostro político de Magario es su hija Verónica, vicejefa de gabinete municipal y primera candidata a concejal, puesto que la llevaría a conducir el poder legislativo local. También la colocaría en la línea de sucesión de Espinoza, una alternativa que agitan quienes buscan dañar la imagen del intendente. De hecho, opositores y balestrinistas heridos no hablan de “fernandismo” como la nueva estructura de poder, sino de “magarismo”. Espinoza no atendió a LA NACION en toda la semana. La misma cerrazón le achacan opositores internos como Bruzzese o Miguel Saredi, quienes recuerdan haber hablado más veces con Néstor o Cristina Kirchner que con el intendente. “Si no fuera por las macanas de Espinoza, los peronistas que se fueron con Duhalde y De Narváez se hubieran quedado en el kirchnerismo y Cristina arrasaba en La Matanza”, sostiene Saredi, que se bajó de la interna del FPV por las trabas que sufrió su lista. Desde la Casa Rosada, que colaboró en sumar tensiones dejando fuera de las listas de diputados nacionales a varios peronistas ortodoxos, ahora intentan frenar la diáspora del PJ matancero. Lejos de calmarse en los despachos de los candidatos a vice Amado Boudou y Gabriel Mariotto, los lamentos terminan en el teléfono del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini. Enfrente está “la ambulancia” que prometió Eduardo Duhalde. El ex presidente presentó cuatro listas para las internas, aunque su hombre fuerte es el sindicalista Julio Ledesma, paradójicamente, el primero que acompañó a Néstor Kirchner en la provincia, en 2002. Francisco de Narváez, por su parte, apostó al concejal peronista Fernando Asencio, detrás del cual se asienta el poder del diputado nacional Juan Carlos Piriz y la estructura de un viejo cacique, Alberto Pierri. “El magarismo montó una empresa gerenciada en el kirchnerismo local, por eso la cantidad de listas peronistas”, interpreta Bruzzese, un peronista que se define “nacional y católico” a la vez que kirchnerista, aunque reconoce que sus referentes en la Casa Rosada son Zannini y el operador radical Roberto Porcaro. “Lo que no saben es que, sin Balestrini, Espinoza está perdido”, arremete. Si Bruzzese pierde la interna, Asencio ya cuenta como propios los votos de los balestrinistas que hoy apoyan al matarife. El mismo botín que reclamarán los duhaldistas.

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Miguel Saredi quedó fuera de la interna

 


  
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A la caza de votos opositores En La Matanza, las esperanzas de Francisco de Narváez no sólo pasan por sumar en octubre los votos de los balestrinistas que hoy apoyan a Ricardo Bruzzese en la interna kirchnerista contra el intendente Fernando Espinoza. Cuando lleguen los comicios generales, también espera aprovechar los votos que la colectora del diputado Martín Sabbatella pueda restarle al gobernador Daniel Scioli. Lo dice con crudeza el candidato a intendente de De Narváez, Fernando Asencio, que en las internas del 14 de agosto enfrentará a dos candidatos radicales que también integran la Unión para el Desarrollo Social

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(Udeso). “Espinoza, solo, era fuerte. Pero con Sabbatella, no. Sabbatella me cayó como un regalo del cielo”, sostiene Asencio, para añadir: “En octubre, Espinoza va a tener que cuidarse de las boletas de Sabbatella, que también van a decir «Cristina Kirchner arriba»”. Operadores del kirchnerismo local, no obstante, siembran dudas sobre las chances de que De Narváez repita las elecciones de 2009 (cuando logró 185.511 votos, el 31,65 por ciento del padrón local) sin el apoyo de Eduardo Duhalde, que este año presentará su propia candidatura presidencial. Por eso, interpretan que el empresario y diputado apeló

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El candidato al que ni Moyano pudo salvar

a la estructura de Alberto Pierri en La Matanza, eligiendo a Asencio por sobre su hombre de confianza, Adrián Verdini. Quien también mira de reojo los votos peronistas en La Matanza es Jorge Ceballos, de Libres del Sur, que será candidato por el Frente Amplio Progresista (FAP): lleva de primer candidato a diputado nacional por Buenos Aires a Víctor De Gennaro, sindicalista de la CTA con fluidos lazos con el peronismo local. Ceballos también mira las espaldas de Asencio: cree, después de la interna, que los radicales de la Udeso preferirán votar a Margarita Stolbizer antes que a De Narváez.

“No me podés votar”, dicen los nuevos afiches de Miguel Saredi, el candidato que ni con el apoyo del camionero Hugo Moyano pudo entrar a las internas kirchneristas en La Matanza. Vinculado con el campo, Saredi era la llave para los votos “críticos y blanquitos”, como definieron sin sutilezas dos operadores del PJ local. Fuera de la puja electoral, el líder de Pampa Sur llevó la pelea a la Justicia y denunció penalmente al intendente Fernando Espinoza, mientras intenta evitar que sus aliados se pasen a las filas de Eduardo Duhalde. En la presentación que hoy maneja el juez federal Claudio Bonadio, Saredi denunció que la Junta Electoral del Frente para la Victoria, que integra Espinoza, adulteró documentos públicos con el fin entorpecer la presentación de su lista, la 911. De hecho, la Junta no sólo cambió el nombre de la fórmula (pasó a ser la 4, luego la 680 y, nuevamente, la 4), sino que modificó los apoyos a gobernador y presidente. De apuntalar las candidaturas de Daniel Scioli y Cristina Kirchner, Saredi se encontró un día con que su lista apoyaba la postulación del intendente de José C. Paz, Mario Ishii, la colectora que creó el kirchnerismo para evitar el éxodo de dirigentes bonaerenses hacia el duhaldismo o las huestes de Francisco de Narváez. En La Matanza, bajo ese paraguas, se ubicó el matarife Ricardo Bruzzese, que enfrentará a Espinoza en las internas de agosto. Bruzzese también debió batallar ante la Junta Electoral del PJ provincial, que Scioli entregó como prenda de paz a los intendentes. Las trabas a su lista sólo cesaron cuando la Junta recibió una llamada del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini. Saredi, en cambio, no pudo resistir el abandono del titular de la CGT y presidente del PJ bonaerense, Hugo Moyano, que había colocado a dos de sus hombres en la lista 911. De hecho, el camionero Luis Velázquez era el primer candidato a concejal. “No puedo con estos muchachos”, fue la explicación que sonó en el teléfono de Saredi el día que los dos hombres de Moyano se bajaron de su lista. Líder de Pampa Sur junto a María del Carmen Alarcón, Saredi había sido un férreo opositor al Gobierno durante el conflicto agropecuario. Sorprendió luego al pasarse a las filas kirchneristas. Sin chances electorales, promete permanecer.

Alfonsín suspendió un acto por agresión Debió interrumpir una visita con De Narváez a Quilmes; queman un local del Frente Progresista LA PLATA.– Cuando faltan dos semanas para las elecciones primarias, se repiten cada vez con más frecuencia las denuncias por violencia durante las campañas. Ayer, el candidato presidencial por Unión para el Desarrollo Social (Udeso), Ricardo Alfonsín, acusó a militantes del kirchnerismo de agredir a dirigentes de su sector en la localidad de San Francisco Solano e interrumpir, así, la recorrida que llevaba adelante con el postulante a gobernador bonaerense Francisco de Narváez. A ello se sumó otra denuncia del Frente Amplio Progresista, cuyo candidato presidencial es Hermes Binner, por amenazas y el incendio de un local partidario en Marcos Paz. La candidata a gobernadora por ese espacio, Margarita Stolbizer, condenó el ataque. Alfonsín y De Narváez habían comenzado por la mañana una recorrida por el centro comercial de San Francisco Solano, en el municipio de Quilmes. El candidato a presidente explicó que al llegar a la feria local se toparon con “unos 80 muchachos que con cadenas y palos nos estaban impidiendo que continuáramos con la caminata”. Por recomendación policial, los dirigentes decidieron suspender la visita para no generar enfrentamientos. Pero el problema no se resolvió allí. Según contó a LA NACION el concejal Fernando Pérez, de la UCR, los hombres “armados” no quisieron hablar y se trenzaron a golpes de puño y “cadenazos” con varios militantes de Udeso. “Eran patoteros del intendente Gutiérrez [Francisco] porque distinguí entre ellos a dos actuales concejales, Claudio González y

PRENSA FAP

Destrozos en un local del FAP Ricardo Argüello”, denunció uno de los legisladores agredidos. Contó, además, que los manifestantes se bajaron de dos colectivos que tenían impresos la cara del jefe comunal y que vestían prendas con el logo del municipio de Quilmes.

Amenazas en Marcos Paz La denuncia del Frente Amplio Progresista por el incendio de local en Marcos Paz fue radicada en sede policial por el candidato a intendente por ese espacio, Marcelo Ferrigno Paz, quien advirtió que el día anterior, durante una recorrida por el barrio Los Aromos, había recibido amenazas de muerte por parte de un hombre armado. Tras el incendio del local, registrado en la madrugada de ayer, los candidatos de la primera sección electoral realizaron ayer un acto en repudio por los hechos de violencia. Se indicó allí que varios militantes habrían sido amenazados con armas de fuego durante las actividades de campaña.