gran vestidor

negocio el deme dos en la Argentina. Y así estamos. [email protected]. CARA&CECA. Los precios de la moda, para el. Guinness / Y la mayoría, con ...
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Moda & Belleza

Página 12/Sección 5/LA NACION

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Algo más sobre el ropero de la Presidenta

Jueves 17 de abril de 2008

CARA&CECA

GRAN VESTIDOR

A partir de que el diario británico The Guardian incluyó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner entre los diez personajes políticos más producidos del mundo (se refiere a exhibir riqueza y cuidado excesivo), resulta tentador volver a revisar el look de la mandataria. Se ha hablado hasta el cansancio de su exceso de make-up, de los colores estridentes que elige para el día, del abuso de los cinturones sesentones y rígidos, que además se intuyen incómodos para trabajar. Pero lo que ahora tiene intrigados, y sorprendidos, a algunos especialistas de la moda es la cantidad de equipos que estrena a diario. Porque hasta ahora, desde su asunción, CFK nunca repitió un saco, ni siquiera un cinturón. Sólo le debe fidelidad a su Rolex Presidente, al que le tiene especial simpatía porque, comentan en su entorno, cree que le trae suerte. Recientemente debutó con la colección de invierno en su viaje a París. Según un diseñador que en varias ocasiones la vistió: “Ella antes repetía sin problemas, incluso la he visto con trajes que, me aseguró, tenían diez años en el ropero. El tema es que ahora está usando mucho estampado, colores fuertes, ítems que hacen difícil el reciclado. Si ella se enganchara con los tonos neutros podría repetir un pantalón o un saco sin problemas”. Debido al hermetismo con el que sus colaboradores deben moverse respecto de este tema, que ella considera tan frívolo, los rumores sobre dónde va a parar semejante cantidad de ropa rozan lo grotesco. Ha trascendido que el departamento de la calle Juncal, su ex sede porteña, atesoraría parte del arsenal textil en desuso. Otros insisten en que no hubiera permitido semejante movida, que “la señora utiliza todos los roperos de las tantas habitaciones que hay en Olivos”. Por último, está la justificación solidaria, que asegura que la Presidenta regala mucho y secretamente. ¿Encontraremos en algún baúl de iglesia el vestido turquesa brillante que usó, con saco y escarapela al tono el 7 de marzo, bajo un sol feroz? Para Elsa Serrano, a quien le sobra oficio y experiencia, la clave es una sola palabra: básicos. “Sinceramente, mi taller no podría hacer un equipo diario para una presidenta. Es una locura. Si es que uno trabaja bien y tiene clientas que atender, realmente no se puede. A mí me llamaron del Corriere della Sera a los sesenta días de la asunción. Ellos estaban asombrados porque no había repetido ni una prenda. Es notable y estresante, tanto para ella como para quien le da los equipos. Por eso digo que la clave son los básicos. Ella debería tener un placard entero con pantalones y faldas impecables, otro con sacos y un gran perchero con camisas divinas. Y después jugar con buenos accesorios. Eso sí, para el nivel en que está, sólo debería usar joyas. Pocas, pero buenísimas. ¿Para qué agotarse cambiando de cadena o collar de bijoux, que además no queda bien? Si con un collar de perlas y un brillante de Tiffany’s alcanza

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Caro no, carísimo, bien a la argentina

POR FLAVIA FERNANDEZ

Los precios de la moda, para el Guinness / Y la mayoría, con la ñata contra el vidrio / POR CARMEN ACEVEDO DIAZ Con Sarkozy, tapado y foulard manteca

pados, acomodados cada 15 centímetros, unos 5,25 metros. El área de accesorios (guantes, pañuelos, bufandas, ponchos), guardados en cajas de 10 por 30, una al lado de la otra, unos 11 metros más. El espacio final da un total de 140 metros lineales considerando un ancho de 0,60 m, equivalente a un departamento de cuatro ambientes de 84 m2. Asombroso, pero real.

Medidas del posible guardarropa presidencial

Ejemplos globales

Tapadito cruzado de línea A, un clásico

para pasar todo el año. Estoy convencida de que la mujer, cuanto más poder y exhibición tiene, más clásica y básica debe ser. Claro que para eso hay que saber cómo accionar frente al vestidor. Pero basta con un buen asesor y algo de criterio. No lo veo tan difícil. Además, ella es joven, tiene buena figura. No debería complicarse”.

Un guardarropas Guinness Si partimos de la base de que Cristina seguirá estrenando equipos sin parar y contemplamos los días hábiles de 2008, se llega a la conclusión de que durante el año usará 251 conjuntos, sin contar los extras de cóctel, galas y diferentes compromisos nocturnos. ¿Cuánto significaría esto en pesos, suponiendo que pagara todo y no aceptara atenciones? Si calculamos cada equipo (falda o pantalón, camisa y saco) a unos 1500 pesos (imaginando que le hacen un 50% de descuento), el monto sería de 376.500 pesos. Los zapatos, a 500 pesos

Engamada y de sport, en beige y marrón

y sólo calculando un par por día, dan un total de 125.500 pesos. O sea, que el total, de pies a cabeza, sin contar accesorios, carteras y tips de belleza y peluquería rondaría los 502.000 pesos. Si sumamos los abrigos (uno nuevo cada tres días), considerando 106 días de frío y calculando que uno de buena calidad se acerca a los 3000 pesos, hay que sumarle al total anterior unos 108.000 pesos más. Analizando números y cantidades, regresa inexorablemente la cuestión de espacios. Los zapatos, guardados en cajas de 30 centímetros, una al lado de la otra, ocuparían alrededor de 75,30 metros. Los conjuntos, ordenados en percheros, con una separación de 20 centímetros, abarcarían 50,20 metros. Los ta-

Nuestra presidenta no es la única política adoradora de la estética y el lujo. En la lista glam de The Guardian también figuran Nicolas Sarkozy, fanático de las joyas, especialmente Cartier; Mikhail Gorbachov, que fue modelo de Louis Vuitton; el presidente ruso Dimitri Medvedev, que ostenta una importante colección de relojes con brillantes, algunos con sus iniciales, y Hugo Chávez, que si bien aún no cayó seducido por las marcas de lujo, igual aparece en la lista por su cuidado y pensado look. De todas formas, no hace falta ser fashion victim para que el tema del guardarropas de un presidente termine en las principales páginas de los diarios. Hasta el de François Mitterrand, hombre discreto, fue noticia cuando su viuda, Danielle, organizó una subasta que fue un éxito, con un total de 368 lotes, que treparon hasta los 4000 euros. Mucho más espectacular es el proyecto del gobierno filipino, que estudia subastar cerca de un millar de pares de zapatos incautados hace unos veinte años a Imelda Marcos, la mujer del fallecido dictador Ferdinand Marcos. La viuda se hizo famosa por su locura por los zapatos, llegó a tener 3000 pares de las marcas más costosas, y las joyas, valuadas en diez millones de dólares. Hillary Clinton, en cambio, sigue pregonando austeridad e incluso se ríe de sus desaciertos. En una entrevista publicada en la revista estadounidense US Weekly, la candidata demócrata repasó con mucho humor su estilo de los últimos años. Pero unos días después surgió un cortocircuito con la editora de la revista Vogue, Ana Wintour, ya que no aceptó aparecer en la tapa de una edición especial por miedo a la imagen que podría proyectar. Ofendida, la responsable respondió molesta con un editorial donde le recomendaba una serie de conjuntos que le sentarían mejor. Más allá de las ofensas y de su actitud despreocupada hacia la moda, lo cierto es que hoy la senadora es la imagen de la camiseta más cool del diseñador Marc Jacobs, que cuesta 35 dólares y la muestra... sonriente.

Y hablando de la moda y sus precios, digamos que es cara en todos lados, aunque nunca tanto como en la Argentina, donde en esta materia, y claramente en otras, la especialidad es llevar todo al extremo, sobre todo cuando el río está revuelto y hay inflación: lo caro no es caro, sino carísimo, dada su relación con los niveles de ingresos, siempre postergados. Sin desconocer la cadena de aumentos que lógicamente afecta al sector, la desorbitancia del incremento de la ropa y los accesorios (oficialmente se habla del 15%, pero la realidad supera el 30%) hace sospechar que la suba asimismo se explica en la compulsiva necesidad de cubrirse por las dudas, Tanto que cualquiera podría sentirse (se siente) en el reino de Avivato al observar que, en el segmento de las marcas mejor posicionadas, por un cárdigan de punto canelón en la línea del momento (la A, por supuesto), por ejemplo, se pide nada menos que 350 pesos cuando a ojo de buen cubero no debería superar los 200 o, como carísimo, 250. O que por un saco trapecio pretenden que se pague 800, 900 o 1000 cuando lo natural por su nivel de calidad sería que anduviese en 400, 500... ¡600! Y que por un saco gordo de ochos se cobra 590 mientras la percepción indica que no debería superar los 300. Incluso podría suceder que, en la frustración por no poder comprar ese par de botas que cuestan unos “módicos” 700 pesos la interesada se dirija al outlet de la marca para elegir un par de la temporada pasada, con diseño más básico, que sale 370 pesos cuando antes de darlo vuelta y ver la etiqueta imaginaba que, como mucho, podría llevárselo por 200 o 250. Y mejor ni hablar de los jeans más caros del mundo, los hechos en la Argentina, que en las firmas reconocidas cuestan casi 100 dólares o más cuando en Estados Unidos, cuna del invento, los firmados por su legendario creador están en 70 u 80, o incluso a menos de 50 en tiendas como Macy’s. Sin contar unas pocas excepciones de firmas de renombre a precios algo más razonables, esta dinámica de la moda inaccesible acota el mercado: compran siempre los mismos y compran los turistas, aunque para ellos ahora ya va dejando de ser tan buen negocio el deme dos en la Argentina. Y así estamos. [email protected]

PuroDiseño de Oro. Débora y Roberto Piwnica, socios y hermanos, de la firma Neumática, fueron ganadores del premio de Oro en la última edición de PuroDiseño. “No se me borra la sonrisa”, asegura Débora. Egresada de Bellas Artes, su especialidad son los accesorios en caucho.