Jueves 14 de agosto de 2008 EFEMÉRIDES HISTÓRICA / Javier Garciadiego

94 años de la firma de los tratados de Teoloyucan, CONDUCTOR: Mario Campos PROGRAMA: ANTENA RADIO (MATUTINO)

FRECUENCIA: 107.9 FM CADENA: IMER

Transcripción nota radio: Mario Campos (MC): Es un gusto para mí, como todos los jueves, presentarle al doctor Javier Garciadiego, presidente del Colegio de México, doctor, ¿cómo le va?, ¡qué gusto saludarlo! Javier Garciadiego, colaborador: Mario, el gusto es para mi, muy buenos días a todo tu equipo de trabajo y sobre todo a todos tus radioescuchas, Mario. MC: Gracias, doctor. JGD: Yo quisiera comentar sobre un acontecimiento muy importante, que ayer tuvo su cumpleaños, digamos que ayer se cumplieron 94 años de la firma de los llamados tratados de Teoloyucan, una población, una entrada ferroviaria, a Ciudad de México, que está cerca de Tepotzotlán, allá en el camino a Cuautitlán. Digamos, en la parte norte de la Ciudad de México, bueno, estos tratados de Teoloyucan, aunque son poco conocidos, son importantísimos porque simple y llanamente fijaron el triunfo de la revolución constitucionalista. El triunfo de la revolución maderista se fijo en los tratados de Ciudad Juárez, bueno, pues la Revolución constitucionalista, la que encabezó Carranza, contra Victoriano Huerta, se fijó en los tratados de Teoloyucan, entonces es la derrota de Huerta y el triunfo de la Revolución. El contexto es que para mediados de 1914, convergieron sobre Ciudad de México dos grandes ejércitos: El cuerpo de ejército del noroeste, encabezado por Alvaro Obregón que había iniciado su campaña año y medio antes, Sonora, Sinaloa, lo que es Tepic, Jalisco y ahí se doblaron hacia el centro de la República. El cuerpo del Ejército del noreste, encabezado por Pablo González había hecho campaña en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro y de ahí se fue ya sobre la Ciudad de México.

Por otro lado, sabemos que Villa y la División del Norte, se habían quedado a regañadientes operando en el norte, no se les había permitido descender al centro del país. Por otro lado, Victoriano Huerta, había huido cuando ya el avance de las fuerzas revolucionarias era implacable, huyó en julio junto con Blaquet, algunos otros colaboradores, sus familiares y se quedaron al frente del gobierno de Huerta, digamos Francisco Carbajal, pero también huyo la víspera de los tratados, Refugio Velasco al frente del Ejército y encabezando la Ciudad de México un señor de nombre Eduardo Iturbide. Bueno, pues el 13 de agosto de 1914 se encontraron estas autoridades con los jefes de los ejércitos respectivos, se firmó un tratado que tiene dos partes, es muy importante Mario, la primera parte tiene que ver más con asuntos de la ciudad y lo firmaron Eduardo Iturbide y Alvaro Obregón, que la entrada del Ejército constitucionalista sería luego de la salida del Ejército federal, para que no hubiera enfrentamientos. Que los cuerpos de policía se pondrían a las órdenes inmediatas de las mismas autoridades y que la entrada sería pacífica y se castigaría cualquier desmán, cualquier saqueo, cualquier robo por parte de las fuerzas centrales. La segunda parte de los tratados, Mario, es entre, lo firman Alvaro Obregón y Lucio Blanco, famoso revolucionario y por el otro lado Gustavo Salas, por parte del Ejército de tierra y por Othón P. Blanco, por parte de la armada del Ejército huertista, esto ya no tiene tanto que ver con lo urbano, sino más bien con lo militar. Esta segunda parte es muy importante, porque involucra a las fuerzas militares que habían estado luchando durante año y medio y en resumen, para no aburrir al auditorio, se aceptó ahí la disolución del Ejército federal. El desarme y la disolución que (...) regresaba a su vida pacífica por parte de los soldados huertistas. Un punto muy importante porque nos habla de los conflictos al interior de las fuerzas revolucionarias, es que se acordó, que los puestos militares, las trincheras militares que daban hacia el sur de la ciudad, digamos San Angel, Tlalpan, Xochimilco en sí, estaban enfrente de las fuerzas zapatistas, digamos resistiendo a los zapatistas, sólo seguían abandonadas por las fuerzas huelguistas, hasta que llegaran las fuerzas constitucionalistas. En otras palabras, acordaron federales y constitucionalistas que no ingresaran a la Ciudad de México por el sur, los zapatistas. Hubo otros acuerdos, por ejemplo que no se utilizaría a los federales, que los jefes quedarían a disposición del Ejército Constitucionalista y que Alvaro Obregón, les daría algunos recursos a los soldados, digamos de las clases

bajas, los soldados rasos, para trasladarse a sus casas. La firma de este documento, que es importantísima, fue muy sencilla, todos conocemos de esta ilustración fotográfica que se está firmando este acuerdo monumental para México, en el guardafango de un automóvil. Pero esto, es importante Mario, a diferencia de los tratados de Ciudad Juárez, de mayo de 1911, en donde el Ejército y el Gobierno derrotados, esto es el gobierno de Díaz y el Ejército de Porfirio Díaz, pusieron condiciones, por ejemplo la presidencia de León de la Barra. Y en este caso, Carranza, mucho más experimentado, más duro que Madero, no permitió condiciones y entonces podemos decir que en estos tratados firmados a la entrada de la Ciudad de México, en Teoloyucan, sobre el guardafango de un automóvil, terminó el antiguo régimen y comenzó realmente la historia del siglo XX mexicano o el estado mexicano revolucionario. Así de sencillo. MC: Vaya, pues qué importancia. Gracias, como siempre. JGD: El agradecido soy yo, Mario, y un abrazo para todos los radioescuchas. MC: Muchas gracias, doctor, hasta el próximo jueves. JGD: Hasta el próximo jueves, gracias. MC: Gracias, doctor.