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el mundo
| Domingo 23 De septiembre De 2012
En Asia, la forma más fácil de hacerse rico es ser hijo del presidente
Hijas con poder y dinero Sus padres gobiernan; ellas se dedican a los negocios
gobernantes millonarios. Las familias de los mandatarios
tienen fortunas que crecen abiertamente y sin parar Katherin Machalek FOREIGN POLICY
WASHINGTON.– En ausencia de instituciones democráticas, el poder de las familias presidenciales suele ser lo que sostiene a muchas dictaduras en Asia Central. Los analistas se preguntan habitualmente si los líderes postsoviéticos están entrenando a sus hijos para sucederlos, al estilo de los Kim, en Corea de Norte, pero los vástagos de esos regímenes ya están en funciones. Además de ser embajadores ocasionales en el extranjero o legisladores, esos hijos suelen jugar un papel crucial en el estricto manejo de la economía, actuando como extensiones de la administración de sus padres en el sector empresario y más allá. En Uzbekistán, la omnipresente Gulnara de 40 años, hija del presidente autócrata, Islam Karimova, incursionó en casi todos los sectores de negocios del país. Llamada por la uzbekos la “baronesa del robo” –según un cable de WikiLeaks – Gulnara organizó este año, a través de su fundación Fund Forum, la extraña campaña “1000 bodas, 1000 circuncisiones” destinada a casar y a circuncidar a los más pobres. El problema es que los ciudadanos son obligados por el gobierno a participar de las ceremonias para poder conservar sus subsidios. Además de presidir una fundación supuestamente no gubernamental, Gulnara es empresaria, diseñadora de moda y cantante. La hija del presidente uzbeko trabaja también como agente de relaciones públicas del régimen a nivel internacional, una tarea nada fácil en un gobierno con una reputación de masacrar a los manifestantes opositores y de aplicar torturas que, según se alega, incluirían hervir viva a la gente. La hermana menor de Gulnara,
Lola Karimova-Tillyaeva, es una megaempresaria con todas las letras. Aunque los activos de las hermanas son difíciles de cuantificar con exactitud, la principal fuente de su riqueza –el poder de coerción del régimen de su padre– parece obvia, lo que llevó al periodista Scott Horton a decir que Uzbekistán es “la familia de negocios más grande del mundo”. Otra familia rica y poderosa es la de Azerbaiján, que amasó su fortuna a través del lucrativo sector petrolero del país. Durante el gobierno del presidente Heydar Aliyev, un ex jefe de la KGB que tomó el poder el 1993, su hijo Ilham ocupó el cargo de vicepresidente de la empresa petrolera estatal Socar, que controla los 7000 millones de barriles de petróleo en reservas con que cuenta el país. Cuando Heydar murió, en 2003, la presidencia recayó en Ilham, después de elecciones estrictamente controladas. Las leyes de Azerbaiján prohíben que los funcionarios oficiales, incluido el presidente, sean propietarios de empresas, pero esas restricciones no alcanzan a los miembros de sus familias. Una serie de investigaciones de Radio Free Europe/Radio Liberty descubrió una larga lista de compañías y propiedades offshore registrados a nombre de los hijos de Ilham. Sus hijas Leyla y Arzu Aliyeva, de 27 y 23 años, respectivamente, están sentadas literalmente sobre una mina de oro. En 2007, el régimen le entregó a la Compañía Internacional Operadora de Recursos Mineros de Azerbaiján (Aimroc) el 70% del paquete accionario de un yacimiento de oro en la aldea de Chovdar y de otros cinco depósitos mineros. Al igual que Gulnara Karimova, Leyla Alliyeva trabajó para mejorar la imagen de su familia –manchada por el violento aplastamiento de la oposición y por el encarcelamiento de blogueros y periodistas críticos–
con labores filantrópicas. Leyla es vicepresidenta de la Fundación Heydar Aliyev (HAF), una organización “no gubernamental” dedicada al desarrollo de la ciencia, la tecnología, la salud y la educación. Según el sitio web de la fundación, ésta “construye más escuelas que el Ministerio de Educación de Azerbaiján, más hospitales que el Ministerio de Salud y realiza más eventos culturales que el Ministerio de Cultura”. La fundación estampa el nombre de Aliyev en servicios que afectan de manera directa la vida de la gente, que de lo contrario tendrían que ser provistos por el gobierno y con fondos públicos, y no como regalos, sino como derechos. Más allá del poder En Kazakhstán, donde gobierna Nursultán Nazarbayev desde la caída de la Unión Soviética, los tres hijos del presidente también gozan de un poder político y económico muy significativo. Nazarbayev tiene tres hijas. La mayor, Dariga, es más conocida por su labor parlamentaria, donde encabezó la bancada de su propio partido hasta 2006, cuando se fusionó con el Nur Otan, la agrupación de su padre. Dariga abandonó el centro de la escena durante algunos años, después de que su marido de entonces, Rakhat Aliyev, fuera empujado al exilio en 2007 y condenado en ausencia por haber complotado para dar un golpe de Estado, cargo que siempre negó. Dariga y Daliyev se divorciaron y el ex marido dejó de cumplir funciones en el manejo de las finanzas familiares. Ella, sin embargo, sigue siendo multimillonaria. Hasta 2010, Dariga era accionista mayoritaria de Nurbank, la novena entidad crediticia más grande de Kazakhstán. En 2012, Dariga figuraba en el 13° puesto de la lista de los kazajos más ricos de la revista Forbes, con una fortuna estima-
GUlnaRa KaRiMOva Profesión: empresaria y cantante. Edad: 40 años. b La hija del presidente de Uzbekistán es, según WikiLeaks, la mujer más odiada por los uzbekos. Empresaria, diplomática y cantante, controla la embotelladora de Coca-Cola en su país leyla aliyeva Profesión: empresaria. Edad: 27 años. b Junto con su hermana, Arzu, la hija del presidente de Azerbaiján es accionista de una empresa que explota una mina de oro y dueña de propiedades en Dubai valuadas en 75 millones de dólares. Es vicepresidente de una oscura ONG aliada al gobierno DaRiGa naZaRBayev Profesión: parlamentaria. Edad: 49 años. b La hija mayor del presidente de Kazakhstán se dedicó a la política y muchos creen que sucederá a su padre. Según la revista Forbes, es una de las personas más ricas del país, con una fortuna estimada en 585 millones de dólares asia Central, una región dominada por clanes Los estados autoritarios de Asia Central –que surgieron luego de la caída de la Unión Soviética– están gobernados por clanes familiares extremadamente corruptos. Para lograr legitimidad y aceptación en Occidente, disimulan el origen de su fortuna disfrazándola de negocios legítimos e inquietudes filantrópicas
Kazakhstán RUSIA
Uzbekistán
Azerbaiján IRAK
Kirguizistán AFGANISTÁN
IRÁN PAQUISTÁN
1000 km
Mar Arábigo
INDIA N
LA NACION
da en 585 millones de dólares. Dinara, la hija del medio, también está en la lista Forbes, con una fortuna estimada, en 2011, en 1300 millones de dólares, lo que la convierte en la tercera persona más rica de Kazakhstán, en un empate técnico con su esposo, Timur Kulibayev. La hija menor del presidente, Aliya, abrió un spa de lujo llamado Luxor, en la ciudad de Almaty. Para asociarse, una familia debía pagar anualmente alrededor de 8000 dólares, más del doble del ingreso promedio per cápita que percibían los kazajos cuando inauguró el spa, allá por 2005. A veces, por más que los líderes autocráticos sean sacados del gobierno, el poderío económico de sus hijos sigue teniendo peso. En el caso de Kirguizistán, el autoritario presidente Kurmanbek Bakiyev fue derrocado en 2010, pero el nuevo gobierno aún sigue intentando recuperar los activos que, al parecer, fueron sacados fuera del país a través del banco más grande del país, AsiaUniversalBank (AUB), institución sospechada de lavar cientos de millones de dólares en transacciones turbias hechas antes de la caída de Bakiyev. Las nuevas autoridades kirguisas acusaron a Maksim, hijo del depuesto presidente, de estar involucrado en esa y otras maniobras financieras. Según la organización Global Witness, Maksim mantenía un estrecho vínculo personal con el presidente de AUB, y se cree que tenía intereses ocultos en esa institución. Hoy, dos años después del colapso del régimen, Maksim vive en Inglaterra, donde pidió asilo político. Consideradas en su conjunto, las actividades económicas, culturales y filantrópicas de las familias presidenciales de los estados autoritarios de Asia Central revelan que muchas de esas familias llegaron a considerar que la riqueza de sus países es de su propiedad personal. Tratan de disimular el origen de su fortuna y su poder para así ganarse la aceptación de las elites de los países democráticos, disfrazándolos de negocios legítimos e inquietudes filantrópicas. Sin embargo, muchos de esos negocios y obras de caridad se apoyan en regímenes autoritarios. Esas familias gastan el dinero de manera turbia, sin tomar en cuenta la opinión de legisladores libremente elegidos ni ser escrutados por la prensa independientes. Sólo dañan las economías de sus respectivos países y traban un desarrollo a largo plazo.ß Traducción de Jaime Arrambide