el poder de la oracion intercesora - ObreroFiel

1 Peter Wagner. Escudo de Oración. Miami Florida, EE.UU. Editorial Caribe, (1992). Pág. 27. 2 José M. Martínez. Teología de la Oración. Terrassa, Barcelona.
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EL PODER DE LA ORACION INTERCESORA Por Lic. Roberto Ozuna Usado con permiso INTRODUCCION En esta oportunidad vamos a hablar acerca de el poder de la oración intercesora. Es necesario que los hijos de Dios, conozcamos los recursos que el Dios Todopoderoso nos ha dado. Por tanto, uno de esos recursos es la intercesión en oración. Por lo cual, en este artículo vamos a presentar diferentes áreas de la intercesión. Por ejemplo, definiremos qué es la intercesión, hablaremos respecto al poder de la oración, la oración que puede cambiar el mundo, la oración guerrera y la intercesión de Jesús en el evangelio de Juan Capítulo 17. Por lo tanto, comencemos a hablar de la oración intercesora. ¿QUÉ ES LA INTERCESIÓN? Con frecuencia usamos la palabra “intercesión” como sinónimo de “oración”. En las conversaciones comunes y corrientes es aceptable, pero no cuando la usamos técnicamente. La oración, en sentido general, significa hablarle a Dios. La intercesión es allegarse a Dios a favor de otro. Toda intercesión es una oración, pero no toda oración es una intercesión. La palabra “intercesión” se deriva del latín (inter), que significa “entre” y (cedere), que significa “salir”. Luego intercesión implica entremeterse o ponerse en la brecha. El Señor dice a través del profeta Ezequiel: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ezequiel 22:30). Esta es una clara referencia a la intercesión. Teológicamente hablando: “La intercesión son los ruegos de la persona que, a la vista de Dios, tiene el derecho de hacerlo para obtener misericordia por el que se encuentra en necesidad”. 1 En otras palabras, la intercesión es presentarse delante de Dios en oración a favor de otra persona. Por tanto, no es ejecutar una simple oración, sino luchar en oración. El poder de la oración “Nada hay más poderoso que la oración; nada puede compararse con ella”. Con esta cita de Juan Crisóstomo da comienzo Olive Wyon a su libro Prayer (Oración). Y no cabe la menor duda de que todo cristiano reconoce la verdad expresada por el distinguido Obispo de Constantinopla. Es obvio que la oración ejerce una acción poderosa en el espiritu de quien la practica. Descargar ante el trono de Dios nuestras congojas, temores e inquietudes nos reporta “la paz de Dios que excede a todo conocimiento” (Fil. 4:6, 7). La confesión de nuestros pecados libera nuestra conciencia del sentimiento de culpa y, sobre la base de las promesas de Dios, nos infunde el gozo del perdón (Sal. 32:5; 1 Juan 1:9).2 La oración es una herramienta que Dios les ha dado a sus hijos para que tengan una comunicación directa con él. La cual, nos lleva a tener una relación espiritual experimental con el Padre, y a observar el poder que se trasmite a través de la oración, y ver las ejecuciones y transformaciones que Dios hace en el mundo natural, como respuesta a las oraciones de sus hijos.

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Peter Wagner. Escudo de Oración. Miami Florida, EE.UU. Editorial Caribe, (1992). Pág. 27. José M. Martínez. Teología de la Oración. Terrassa, Barcelona. Editorial Clie, (2000). Págs. 79-80.

A través de la oración intercesora de Abraham, Abimelec y su familia fueron sanados (Gn. 20: 17). Las fervorosas súplicas de Ana obtuvieron como respuesta el nacimiento del hijo insistentemente pedido (1 S. 1:10). En contestación al clamor de Elías, Dios le concedió una resonante victoria sobre el baalismo (1 R. 18:36), y fueron las oraciones del mismo profeta las que influyeron decisivamente en la sequía y en la lluvia (Stg. 5:17, 18).3 Por tal razón, podríamos seguir mostrando ejemplos de otros siervos y siervas de Dios que han dedicado sus vidas a la práctica de la oración intercesora, de las cuales, se han visto grandes resultados. Esto nos debe motivar a practicar una vida de oración intercesora, para que podamos observar las grandes maravillas que Dios va a realizar en otras personas, por medio de nuestras intercesiones y también en nosotros. (Aunque no todos los pasajes citados arriba tienen relación directa con la intercesión, sí sirven para mostrar el poder de la oración.) La intercesión puede cambiar el mundo En una ocasión el escritor Patrick Johnstone expresó lo siguiente respecto a la intercesión: “lo que sí cambiará el mundo es nuestra intercesión. Mi difunta esposa, Jill, por muchos años sintió la necesidad de escribir un libro que ayudara a los niños a orar por el mundo. Su título: You Can Change the World (Tú Puedes Cambiar el Mundo), surgió del colapso del comunismo y del cambio radical que ocurrió en Albania cuando un grupo de niños en Londres empezó a orar sistemática por ese país, hasta ese momento cerrado al evangelio. En la primera parte del capítulo ocho de Apocalipsis vemos el impacto de las oraciones de los santos sobre el destino del mundo.4 Es importante que los hijos de Dios, entendamos la gran importancia de la oración intercesora. Porque a través de nuestra intercesión, Dios puede hacer que lo imposible se vuelva posible. Por tanto, es necesario que intercedamos por el sistema de este mundo y por las personas que vivimos en él. Usemos las armas que Dios nos ha dado Separados de Dios quedamos indefensos delante de Satanás, pero unidos a Dios no hay razón para temerle al diablo. En Efesios 6:10-18, Pablo nos indica no sólo la armadura que debemos ponernos sino las armas ofensivas, o sea, la espada del Espiritu “que es la Palabra de Dios” y la oración “en el Espíritu” que debemos empujar. Demasiados siervos de Dios se han metido tanto en la guerra espiritual, que han descuidado la armadura divina y han engrosado la lista de bajas en la lucha.5 Es necesario que tengamos presente la forma cómo debemos enfrentar a Satanás, practicando una vida de oración intercesora. En primer lugar digamos que: Primero, por la sangre del Cordero. Por medio de su sacrificio en la cruz, Cristo ha eliminado de una vez y para siempre nuestra culpa ante la presencia de Dios, a tal grado que Satanás ya ni siquiera puede acercarse a Dios para acusarnos. Con tal de que le confesemos a Dios cualquier pecado que pueda surgir en nuestra vida, estamos completamente seguros en los brazos de Cristo. Segundo, por nuestro testimonio. Contra la mentira del diablo podemos usar nuestro testimonio acerca del Señor Jesús, nuestra posición en el Amado, y quién va a vencer. Es el Espíritu quien nos da poder para testificar y quien nos avisa, al retirar su paz del corazón, cuando algo necesita arreglarse en nuestra vida (Colosenses 3:15). Tercero, por nuestro compromiso hasta la muerte. Frente a las amenazas y los arreglos que propone el diablo, debemos abandonarnos a la voluntad de Dios, sea para vida o para muerte (Filipenses 1:20). Tal actitud deja a Satanás impotente.6 3

Ibid,. Pág. 80. Poder Y Misión. Debate sobre la guerra espiritual en América Latina. Publicaciones INDEF. San José Costa Rica, (1998). Pág. 61. 5 Ibíd,.Pág. 68. 6 Ibid. 4

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Paguemos el precio de un intercesor La gracia de Dios es completamente gratuita, pero si queremos ministrar esta gracia a otros, esto tiene un precio: morir a nuestra autosuficiencia (2 Corintios 1:8-11). Tenemos que identificarnos totalmente con el objeto de nuestra intercesión así como lo hicieron Moisés (Éxodo 32:32), Pablo (Romanos 9:3) y Cristo mismo (Isaías 53:12). El báculo de Elías en manos de Giezi no ayudó al hijo de la sunamita. Sólo la intercesión comprometida de Elías le pudo dar vida (2 Reyes 4:29-37). Existe el peligro de confiar en báculos, técnicas y la experiencia, en vez de una costosa dedicación hacia liberaciones verdaderas y eternas.7 Es fundamental que el intercesor se comprometa con el objeto de su intercesión delante de Dios, porque en realidad el que intercede en oración a favor de otro, está luchando en el mundo espiritual para buscar un beneficio en el mundo natural de parte de Dios, para el bienestar de dicha persona. La oración guerrera Uno de los énfasis en el movimiento de guerra espiritual es la oración o intercesión como principal “arma” en la confrontación contra Satanás y sus huestes demoníacas. Es a través de la oración, como dice Neuza Itioka, que…luchamos contra las potestades. Pero no se trata de cualquier oración, sino de la “oración de guerra”, aquella “…diseñada para sacar a los incrédulos de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios… Se le conoce también como “atar al hombre fuerte”.8 En otras palabras, según la interpretación del pasaje de Mateo 12:29 y Lucas 11:21-22 por el misiólogo Peter Wagner, estos pasajes enseñan que la iglesia debe “atar” en oración al “hombre fuerte” (el Diablo o cualquier espíritu demoníaco), utilizando así las llaves del Reino a fin de que el imperio del mal no obstruya la edificación de la iglesia de Cristo aquí en la tierra. Declaración acerca de la oración guerrera Mark Bubeck, comenta que este tipo de oración “…representa una de las más grandes necesidades de intercesión en estos días.” Para él, la oración de guerra es un arma importante y poderosa para la liberación de la gente que vive atada por el Diablo, pero poco usada por los creyentes. Aún el mismo Satanás, en palabras de Bubeck, “…hará todo lo posible para desviar al creyente de la oración combativa.9 En realidad quién escribe no proviene de un trasfondo “Pentecostal”, pero sí cree que la oración intercesora no es una simple oración. Sino es meterse en la “brecha”, en el mundo espiritual, para batallar contra Satanás y sus demonios, buscando un resultado positivo en el mundo físico o natural, en el área, por la cual, la persona estuvo intercediendo. La oración guerrera que contrarresta el poder de las tinieblas Dean Sherman, opina que la oración de guerra debe hacerse también para contrarrestar el poder de las tinieblas sobre las relaciones entre creyentes y para que la obra de Dios no sea estorbada en ellos. Por ejemplo, cuando surjan situaciones que amenacen la reconciliación entre creyentes, Sherman aconseja decir a Satanás: “…te reprendo. No tendrá mi matrimonio, mis hijos, mi amigo, mi líder. Te resisto y te ato en el nombre de Jesús”. Para él es imprescindible que los creyentes, si desean detener la influencia del mal, se dirijan “…a Satanás y a los poderes de las tinieblas directamente, reprendiéndolos, y verbalmente negándoles el acceso…a sus vidas.10 7

Ibid,. Pág. 70. Oscar Arias, Guerra espiritual: Descripción y Evaluación del Movimiento Contemporáneo. Kairós (Revista publicada por el Seminario Teológico Centroamericano). Guatemala, (Enero-Junio, 1998). Pág. 66. 9 Ibid,. Pág. 67. 10 Ibid. 8

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Según Edward F. Murphy, la manera en que los creyentes deben “resistir al diablo”, como lo enseña Santiago 4:7, es a través de una confrontación verbal basada en la Palabra de Dios. Para él hay momentos de crisis o ataque satánico en la vida del cristiano en que se debe seguir el ejemplo de Jesús en Mateo 4:1-11 y encarar al diablo mediante un “choque de verdad”. Para Murphy, la resistencia contra Satanás se debe realizar en forma enérgica y hasta burlona.11 Respecto a esto, podríamos decir que en las Escrituras aparecen numerosas evidencias que atestiguan que Satanás existe y que no se trata únicamente de un símbolo del mal o de una figura retórica. Satanás es un ser angélico de gran poder e influencia, uno de los personajes principales en la escena del universo de Dios. Es enemigo de los hombres y de los creyentes a quien deberíamos conocer, respetar y resistir en la fe, a través del poder de Dios y en el nombre de Jesús. La Intercesión de Jesús en Juan Capítulo 17 En esta oportunidad nos vamos a enfocar en la persona de Jesús para comentar acerca de la oración intercesora que hizo el Señor delante de Dios el Padre. Por tal razón, observemos algunas facetas de la oración de Jesús. Peticiones de Jesús para sí mismo Jesús pudo acercarse al Padre en oración debido a la relación de Padre a Hijo que existe entre ambos. Comenzó su plegaria con la palabra “Padre” (Mt. 6:8) y la usó otras tres veces en el transcurso de ella (Jn.17:5, 21, 24) así como “Padre Santo” y “Padre Justo”. La hora, dijo el Señor, ha llegado. Había sobrevenido el momento de cumplir el plan divino de redención. Entonces Jesús oró: “Glorifica a tu Hijo” (17:5). Esta petición de glorificación era para que el Padre lo sostuviera en medio del sufrimiento, que aceptara su sacrificio, y que después lo resucitara y restaurara a su gloria inmaculada. El propósito de la petición era que el Padre fuera glorificado por el Hijo, que la sabiduría, el poder y el amor de Dios pudiera ser conocido a través de Jesús.12 La oración de Jesús a favor de sí mismo, estaba basada en su obra terminada. “Yo te he glorificado”, lo que da por hecho su obediencia hasta la muerte. A pesar de que la cruz era futura, también era segura. El repitió su petición de regresar a su gloria inmaculada con el Padre basado en la certeza de que terminaría su obra en la cruz.13 Intercesión de Jesús por los Apóstoles Jesús oró por sus discípulos antes de escogerlos (Lc. 6:12), durante su ministerio (Lc. 22:31-32), en este pasaje (Jn. 17:6-19), y más tarde en el cielo (Ro. 8:34, He. 7:25). Esta oración de intercesión revela la preocupación y amor de Jesús por ellos.14 De acuerdo a esta declaración podemos observar la prioridad que le daba Jesús a la oración intercesora. Por lo cual, es evidente que Jesús tuvo una relación constante con su Padre, mientras estuvo en la tierra, a través de la oración. Y en la cuál, la intercesión a favor de otros siempre estuvo presente. La oración de Cristo (Jn. 17:6-19), fue hecha en particular a favor de los once, aunque se aplica en todos los creyentes (v.20). En este punto, él no estaba orando por el mundo lleno de hostilidad e incredulidad. Esta oración se hizo por dos cosas: (a) la preservación de los discípulos (“guárdalos”, v.11) y (b) su santificación (“santifícalos”, v.17). El mundo no puede ser preservado en su rebelión o santificado en su incrédulidad. Jesús hizo esta petición debido a que Dios es dueño de ellos por creación y elección. Las palabras de Jesús: todo lo mío es tuyo, 11

Ibid. John F. Walvoord y Roy B. Zuck. El Conocimiento Bíblico. Puebla México. Ediciones Las Américas, (1997). Pág. 100. 13 Ibid,. Pág. 101. 14 Ibid. 12

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y lo tuyo mío, revelan su unidad, intimidad e igualdad con el Padre.15 Podemos aprender de la oración intercesora, que una de sus características es que debe ser enfocada en algo específico, con un propósito establecido. Intercesión de Jesús por los futuros Creyentes La porción final de la oración de Jesús (Jn.17:20-26) se refiere a los creyentes que vendrían a él por la palabra de los apóstoles. En la era de la iglesia, todos los cristianos han venido a Cristo directa o indirectamente a través del testimonio de los apóstoles. Jesús sabía que su misión tendría éxito. Él moriría, resucitaría, enviaría al Espíritu Santo, los apóstoles predicarían, la gente se convertiría y se formaría la iglesia. Así como cada sumo sacerdote de Israel presentaba los nombres de las tribus ante la presencia de Dios en el tabernáculo y en el templo (Ex. 28:912, 21-29), así Jesús, el gran sumo sacerdote, llevaría a los futuros creyentes a la santa presencia de su Padre celestial.16 Por tal razón, es de suma importancia que nosotros como hijos de Dios, valoremos la oración intercesora, porque a través de ella, podemos ver el poder de Dios manifestado entre nosotros. Y también los cambios ejecutados por Dios alrededor nuestro, es decir, en nuestras familias, la iglesia y la sociedad. Conclusión Al llegar al final de este ensayo respecto al poder de la oración intercesora, podemos expresar que es un área de la vida cristiana, en la cuál, nosotros debemos poner mucha atención. Porque a través de la oración intercesora, nosotros podemos ser un canal de bendición para tantas personas que necesitan del favor de Dios. Por tal razón, hermanos, dediquémonos a interceder por las iglesias, pastores, misioneros, evangelistas, por las naciones y por los seres humanos en sentido general, para que disfrutemos de las bendiciones del Señor Jesús en nuestras vidas y de esa manera podamos ser un instrumento de bendición para las demás personas. ¡Que el Dios Todopoderoso nos ayude a sumergirnos en tan ardua labor de interceder en oración delante del Señor a favor de nuestro prójimo! ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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Ibid. Ibid.

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