Cultura
Página 12/LA NACION
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Lunes 9 de julio de 2007
Encuentro literario en Brasil
“El mundo no lucha contra el genocidio” El novelista israelí Amos Oz lamentó que sólo se contesta con respuestas verbales a la tragedia de Darfur, en Sudán Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil RIO DE JANEIRO.– “Yo ando con dos lapiceras porque no escribo en computadora. Una es para escribir artículos y mandar al gobierno de Israel al infierno. Con la otra escribo historias, simplemente historias.” El escritor israelí Amos Oz respondió con humor a LA NACION, mientras caminaba con dificultad por las calles empedradas de la aldea colonial de Paraty, a 300 km de San Pablo. Para Oz, que llegó para participar de una feria literaria, ficción y realidad corren por caminos diferentes. “Cuando quiero escribir por una cau-
sa, no escribo literatura, sino un artículo, un ensayo. Una historia de ficción es apenas una historia”, dijo el reciente ganador del premio Príncipe de Asturias de las Letras. El drama de la guerra y las injusticias que padecen vidas anónimas, sin embargo, aparecen en todo lo que escribe. Difícil que no sea así para quien combatió en un tanque en la Guerra de los Seis Días (1967), o vio el horror de la guerra en las alturas de Golán, durante la guerra de Iom Kipur. Oz, de 68 años, llegó para mantener un diálogo abierto con la premio Nobel sudafricana Nadine Gordimer sobre el papel de la literatura en un mundo convulsionado por las guerras y las injusticias. Ambos parti-
cipan de la Fiesta Literaria Internacional de Paraty, que desde 2002 reúne escritores de todo el mundo para conversar sobre escritura y lectura, lejos de todo, en esta ciudad colonial, en el sur del estado de Río de Janeiro. Este año, junto a Gordimer y al también premio Nobel sudafricano J. M. Coetzee, estaban la Amos Oz india Kiran Desai –revelación por su libro reciente La herencia de la pérdida–, o el ácido inglés Will Self, que calificó la televisión de “supositorio del mundo”. “Palestinos que les disparan a pa-
lestinos es una tragedia colosal”, dijo Oz, en alusión al conflicto de Medio Oriente. “No hay otra alternativa que un compromiso pragmático entre Israel y Palestina, y ese acuerdo debe estar basado en la idea de dos Estados. Israel como vecino de Palestina, y Palestina, en el norte de Gaza, como vecino de Israel”, insistió, repitiendo su tesis pacifista para terminar con el conflicto: “Apenas paz”. El escritor criticó la falta de intervención internacional concreta en el genocidio que está ocurriendo en
Darfur, en el oeste de Sudán. “Desafortunadamente, está en la naturaleza de este mundo no luchar contra el genocidio cuando hay algún riesgo de sacrificar vidas. Comúnmente, y nosotros, judíos, aprendimos esto de nuestra experiencia; el mundo responde contra el genocidio enviando cartas a los diarios, con respuestas verbales. Nadie se arriesga para parar el genocidio”, afirmó. Tras comentar algunas particularidades de la escritura judía, Oz dijo: “La literatura pertenece primero al lenguaje. La lengua es como un instrumento musical: el escritor de portugués es un piano; el escritor de inglés es un violonchelo; el escritor de hebreo es un violín... Pero hay cierta sensibili-
dad judía en común. Por ejemplo, el sentido del humor para reírse de uno mismo”. “La construcción de una cultura judía universal surgida a partir de los exilios –dijo– es una riqueza, pero una riqueza demasiado cara. Seis millones de vidas, un tercio de los judíos... Muchas gracias, pero renuncio a esa riqueza: es un precio muy caro.” “Hay caminos más simples de construir una visión universal del mundo”, agregó, al tiempo que consideró que Israel necesita cambiar su política. “Alguna presión tiene que haber sobre Israel para que cambie su política. Pero esta presión se está haciendo en el lugar equivocado”, concluyó.
En Martín Saráchaga
GENTILEZA M. SARACHAGA
La obra Dolor, de Raquel Forner
Valiosas obras en un remate Son de Quinquela, Forner y Xul Solar Obras de Raquel Forner, Xul Solar, Quinquela Martín, Emilio Pettoruti, Juan Carlos Castagnino, Prilidiano Pueyrredón, Ricardo Carpani, Raúl Soldi y Pedro Figari, entre otros artistas de valiosa producción, serán subastadas a partir de pasado mañana, a las 18.30, en el remate de pintura argentina y europea de la casa Martín Saráchaga. Entre las principales piezas se destacan la témpera Metrópolis, de Xul Solar, realizada por el artista en 1942 y cuyo valor estimado oscila entre los $ 170.000 y los $ 250.000. También serán puestos en venta los óleos Atardecer, de Benito Quinquela Martín, que el artista pintó en 1962 (valuado entre $ 100.000 y $ 145.000) y Dolor, de Raquel Forner, de 1948, con un precio estimado entre $ 80.000 y $ 120.000. Otras obras importantes son Vecchia strada romana, de Emilio Pettoruti ($ 110.000); Jugadores de bocha, del artista uruguayo Pedro Figari (US$ 65.000); Mujer norteña, de Juan Carlos Castagnino ($ 110.000), y Tormenta, del artista francés Maurice de Vlaminck, con un valor estimado entre 40.000 y 65.000 dólares. Se incluyen, además, piezas de Víctor Chab, Eduardo Mac Entyre, Antonio Seguí, Horacio Butler y Leopoldo Torres Agüero, entre otros artistas. La subasta se hará en Rodríguez Peña 1778, donde las piezas se exhiben hoy y mañana, de 15 a 21. Y comprende, además, muebles, antigüedades, platería, alfombras, alhajas, arte oriental y otros objetos.
Culto católico Santoral. Nuestra Señora de Itatí, patrona de Corrientes. El poeta Carlos Guido y Spano compuso su himno, en el que la llama “Señora de las selvas y pueblos guaraníes”. San Nicolás Pieck y otros 19 religiosos de Holanda, martirizados y ahorcados por calvinistas en 1572, por defender la doctrina católica sobre la Eucaristía y la autoridad papal. Liturgia. Hoy se leen el Génesis (28, 10-22a) y el Evangelio de San Mateo (9, 18-26).
Fe de erratas El jueves último, en la página 12 (“El Papa procura no enojar a los judíos”), se escribió mal el título del próximo motu proprio de Benedicto XVI, Summorum Pontificum. En la sección Deportiva, página 4 (“Perú, un rival bastante conocido”), apareció incorrectamente escrito el nombre de la ciudad peruana de Chiclayo. Ayer, en la página 20, se escribió mal el nombre del director del Instituto de la Lengua Española, Miguel Angel Garrido.