FOTOS: GENTILEZA PALAIS DE GLACE
ARTE Una lupa sobre los artistas y las obras que dejan huella en la Argentina y en el resto del mundo
Impulsada por el GoetheInstitut y con obras de artistas europeos y latinoamericanos, la muestra Menos tiempo
que lugar propone una mirada estrictamente contemporánea sobre el significado del Bicentenario
ALEXANDER APÓSTOL (VENEZUELA). Yamaikaleter, 2009, video
ECOS DE LA INDEPENDENCIA POR DIANA FERNÁNDEZ IRUSTA De la Redacción de La Nacion
L
os sonidos –la voz de un conocido cantante de rock, chirridos urbanos, tonos agrestes– se entremezclan y contrastan tanto como las imágenes. Allí, en la primera planta del Palais de Glace, la disposición de una decena de videos nos invita a una suerte de peregrinaje entre pantalla y pantalla pero, sobre todo, nos sumerge en una experiencia de caos, contradicciones y belleza que también está presente en las obras expuestas en la planta baja y que refiere a un solo nombre: América latina. De este continente y del bicentenario de su independencia trata Menos tiempo que lugar, una iniciativa del GoetheInstitut que explora las resonancias de los cruciales hechos ocurridos hace dos siglos. “La noción de independencia que manejamos no tiene que ver con algo ligado a la política o al derecho internacional (haber dejado de estar sujetos al régimen colonial), sino con las relaciones entre los distintos actores sociales, las problemáticas de género, la globalización”, aclara Hartmut Becher, director del Goethe-Institut de Buenos Aires. Así, el eje del proyecto podría sintetizarse con una pregunta: ¿cuál será el significado que términos como
22 | adn | Sábado 17 de abril de 2010
“independencia” o “emancipación” adquieren en la actual situación del continente? Una inquietud que hace dos años se les presentó, junto con algunos documentos históricos, a varios artistas europeos y latinoamericanos. La elaboración –compleja, definitivamente alejada de la estampa escolar– que cada uno hizo a partir de esta propuesta es lo que configura la presente exhibición. En ella se encuentran fotografías, instalaciones y un llamativo predominio
del formato audiovisual. “Es la técnica más apta para este tema. Es muy actual, habilita el trabajo con estructuras narrativas y, además, permite llevar toda una exposición en el bolsillo”, afirma un sonriente Alfons Hug, curador de la muestra, a propósito del video digital. Entre los trabajos realizados en este soporte destaca Dictados, de la argentina Leticia El Halli Obeid. Tras estudiar a conciencia la Carta de Jamaica (escrita por Simón Bolívar en 1815), la artista
MARTÍN SASTRE (URUGUAY). Episode I: Tango with Obama, 2009, video
decide profundizar su experiencia con este texto y copiarlo a mano en una situación incómoda. Toma el tren de la línea Mitre que hace el recorrido Retiro-Zárate y, al ritmo del proverbial traqueteo, transcribe la carta. Las tres horas de performance, registradas por tres cámaras, se sintetizan en treinta minutos. Los contrastes se suceden desde el mismo inicio: la caligrafía de la autora y las marcas ilegibles que atraviesan los vidrios de las ventanillas, la opulencia urbana y la precariedad de los asentamientos. Todo, a la vez, dialogando con las visiones emancipadoras de Bolívar: un discreto palimpsesto de conceptos y realidades tan dispares como entrelazadas. El tono jamás es estridente, lo que profundiza la potencia de un trabajo cuya dureza final sorprendió incluso a la propia creadora. Claro que no todos los artistas optaron por trabajar con tanta proximidad los textos históricos. Tal es el caso de la boliviana Narda Alvarado, que en su video Politeísta ecléctico fiestero eterno cotidiano se registra a sí misma practicando los habituales gestos de cada mañana (desayunar, lavar los platos, hacer la cama) mientras, a modo de fluir de la conciencia, su voz en off recrea los motivos, personajes, atuendos y coreografías que podría tener un espectáculo de danza nu-