Diego Fernández Slezak,un informático tras los misterios del ...

29 jun. 2014 - Diego Fernández Slezak,un informático tras los misterios del pensamiento humano. Innovadores. Doctor en Historia por la Uni- versidad ...
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enfoques

| Domingo 29 De junio De 2014

MI Mundo dIgItaL

Jesús Oyamburu

Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid e integrante de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) desde 1995, es el flamante director del Centro Cultural de España en Buenos Aires (Cceba). Aunque regularmente visita blogs y sitios web, es renuente a Twitter. Y cuenta que Skype le cambió la vida: “Soy un usuario desde hace once años por su gratuidad y facilidad en las telecomunicaciones”.

BLogs

sItIos weB

http://blogs.publico.es/ vicenc-navarro “Leo algunos blogs en diarios españoles, y particularmente me gusta el del profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra Vincens Navarro.”

http://info.nodo50.org “Información actualizada y alternativa sobre diversos movimientos sociales.”

http://www.eldiario.es/ escolar “Otro blog que sigo es el del periodista Ignacio Escolar.” www.aecid.es “Página que nunca dejo de visitar.”

otros recursos 1 http://alabs.org “Entidad sin ánimo de lucro dedicada a la producción de herramientas sociales libres.”

http://www.relacionesinternacionales.info/ojs/ index.html “Los entresijos y complejidad de las relaciones internacionales de la mano de expertos del ámbito académico y político.”

2 http://medialab-prado.es “Programa del Ayuntamiento de Madrid concebido como un laboratorio ciudadano colaborativo de producción, investigación y difusión de proyectos culturales.”

pijamasurf.com “Me resulta interesante y novedoso su abordaje de la cultura.”

3 Dropbox y WeTransfer “Para el intercambio de archivos pesados.”

Innovadores

Diego Fernández Slezak, un informático tras los misterios del pensamiento humano Profesor e investigador del Conicet, fue premiado por Microsoft por sus investigaciones que cruzan la computación con las neurociencias Lorena Oliva LA NACIoN

H

ace cinco años, difícilmente una computadora era capaz de reconocer caras. Hoy en día, en cambio, basta con subir una foto a Facebook para que la máquina sugiera el nombre de los fotografiados, sobre la base de la memoria que conserva de imágenes anteriores, con una precisión digna del asombro de cualquiera. Este tipo de procesos de razonamiento –históricamente propios del cerebro humano– acercan una faceta más humanizada de la tecnología, con todo lo de inquietante que eso tiene, si se piensa en la cantidad de guiones cinematográficos y libros que la paridad entre humanos y máquinas ha inspirado hasta el momento. Pero más allá de las similitudes con el género de la ciencia ficción, se sabe que, también en la vida real, una de las principales vocaciones que motorizan a la ciencia y la tecnología es la de empujar los límites. La de volver posible lo imposible. Mucho de esa vocación inspira el trabajo de Diego Fernández Slezak, doctor en Ciencias de la Computación y director del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, cuyo trabajo fue recientemente galardonado por Microsoft, en el marco de un premio internacional con el que el gigante informático distingue a jóvenes científicos de todo el mundo que se encuentren desarrollando investigaciones innovadoras dentro del rubro de la informática. En pocas palabras, el trabajo de Fernández Slezak cruza la informática con las neurociencias a fin de lograr que una computadora sea capaz de hallar ciertos patrones comunes al pensamiento humano en el mayor repositorio de textos que existe a escala global: Internet. De esta manera, bastaría con acotar ese universo y establecer ciertos

quién es b Nombre y apellido Diego Fernández Slezak b Edad 34 años b Premio mundial Es uno de los siete científicos en todo el mundo que Microsoft acaba de premiar por sus investigaciones que intentan que una computadora reconozca parámetros de pensamiento humano.

parámetros de búsqueda para que Internet se convirtiera en una suerte de laboratorio capaz de revalidar cualquier hipótesis de trabajo. Con una trayectoria profesional intensa para sus 34 años, Fernández Slezak reconoce que su interés por la informática nunca se redujo a la mera programación. Lo interdisciplinario, el cruce de la informática con el funcionamiento de las cosas, está en su ADN. De madre y padre físicos, arrancó, de hecho, su formación rindiendo, en forma paralela, materias de Física e Informática. El cruce de disciplinas se hizo aún más explícito durante su doctorado, cuando se acercó a la biología y las neurociencias. Fue, por aquellos años, que conoció al físico y doctor en neurociencias Mariano Sigman, con quien comenzó a encarar proyectos conjuntos. “Los experimentos de neurociencias que se realizan con seres humanos en laboratorios tienen la lógica limitación de que el número de individuos es acotado. Hoy, con Internet, tenemos a miles de millones de personas produciendo cómputo, al realizar toda una serie de actividades que son, en definitiva, producto del pensamiento humano. Buena parte de esa actividad –traducida en datos y texto– se vuelca en un gigantesco repositorio común que es Internet, al que yo puedo acceder e, incluso, analizar”, explica el científico. Internet, ese laboratorio Internautas convertidos, sin saberlo, en sujetos de experimentación, son quienes recrean, por ejemplo, el funcionamiento de Recaptcha, cada vez que validan su perfil de usuario, se loguean en ciertas páginas o compran entradas por Internet. Se trata de un sistema creado por el científico guatemalteco Luis von Ahn –hace unos años adquirido por Google–, con frecuencia presentado como un recurso para detectar fraudes in-

b Computación y algo más De madre y padre físicos, su inquietud por la computación siempre se centró en el cruce de la informática con otras disciplinas.

variar la propia estrategia y que, incluso, si jugamos contra alguien notablemente mejor, nuestro juego mejora. En cambio, si la situación es la contraria, nuestro juego empeora también, como una suerte de contagio”, explica. En esta nueva oportunidad, el objetivo que guía el trabajo de Fernández Slezak pretende dotar a una computadora de herramientas que la vuelvan capaz de leer en un texto no sólo palabras, sino también estados anímicos, partiendo de hipótesis previas.

DIEGO SPIVACOW / AFV

formáticos (máquinas haciéndose pasar por humanos). Recaptcha le solicita al usuario que transcriba dos palabras o secuencias de letras. En realidad el sistema sólo conoce la primera. La segunda proviene de algún texto escaneado que, por diversas razones, el sistema no logra decodificar y transformar en texto. De esta manera, millones de personas comprando entradas o logueándose en perfiles de Internet son, a la

vez, una gigantesca máquina de escaneo de libros. A nivel local, Fernández Slezak participó hace unos años, junto a Sigman, de un experimento que se proponía detectar patrones del comportamiento humano en cientos de millones de partidas de ajedrez que obtuvieron del servidor gratuito mundial Free Internet Chess Server. “Luego de aquel trabajo, llegamos a la conclusión de que el perfil de un oponente hace

Computadoras más humanas “Si estamos ante una persona esquizofrénica, tal vez nosotros no sepamos de psiquiatría como para diagnosticar el cuadro, pero podemos darnos cuenta de que esa persona tienen algún tipo de trastorno. Si los humanos podemos notar la diferencia, la computadora debería poder hacerlo también”, profundiza. La idea sería, entonces, lograr que una computadora sea capaz de detectar en el texto ciertos parámetros aportados de manera previa. Para llevar adelante esta tarea, el especialista, también investigador asistente del Conicet, mantiene diálogo

fluido con científicos del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), entre ellos, su director, el doctor Facundo Manes, con la intención de puntualizar los síntomas y estados anímicos propios de ciertos estados mentales a fin de transformarlos en un código que pueda ser leído por la computadora. Esta herramienta métrica, asegura, sería muy valiosa dentro del ámbito de la salud mental ya que funcionaría como una especie de soporte a la labor de los especialistas del área. Pero la distinción de un gigante como Microsoft –que consiste en un premio de 100.000 dólares, acceso a software e invitaciones a conferencias– permite deducir el enorme potencial que posee también en otros campos. Computadoras capaces de “leer” estados anímicos o mentales abren la puerta a procesos e investigaciones sumamente útiles a la hora de perfeccionar motores de búsqueda en Internet, un área que desvela a cualquier gigante del rubro. “La tecnología de procesamiento de textos es materia de investigación en las grandes compañías. Es un área clave para ellas. Y es cierto que parte de las herramientas que nosotros utilizamos son usadas también a la hora de perfeccionar esa tecnología”, admite. Y también, claro está, la posibilidad de que una máquina adquiera habilidades hasta ahora propias de los seres humanos ingresa en el campo de lo que se conoce como “inteligencia artificial”. Definida como el arte de la computadora para asemejarse a la inteligencia humana, la inteligencia artificial tiene múltiples usos posibles en la vida cotidiana: desde el ejemplo antes mencionado de Facebook hasta la posibilidad de que los múltiples sistemas de chat con computadoras que ofrecen no pocas empresas para el trato con sus clientes se vuelvan lo más humanizados posible. “Más de una vez nos ha disgustado descubrir que estamos hablando o chateando con una máquina”, agrega el especialista, quien reconoce que investigaciones como la suya se proponen desandar ese camino. Humanizar la tecnología e incluso, si es posible, tratar de que el artilugio no se note.ß

reaLIsMo trágIco (en dos MInutos)

La fábula de Lavezzi y el DT acostumbrado Diego Sehinkman PARA LA NACIoN

L

o vi nervioso (a Sabella) y quise descomprimir. No creo que se haya enojado, ahora le voy a preguntar, pero ya está acostumbrado.” ¿Qué es lo más grave de la declaración del jugador de la selección argentina Ezequiel Lavezzi? ¿Que haya sepultado la autoridad de un técnico, tirándole agua en la cara frente a las cámaras? No. Lo grave es que Lavezzi haya contado que Sabella está acostumbrado. o sea, resignado, sometido. ¿Y si en realidad Sabella somos todos? ¿Cuántos chorros nos bancamos en la cara? Hoy día sabemos que fue una farsa. Pero en la primavera cristinista de 2011, ¿qué cantidad de argentinos concurrieron al festival de Boudoustock a verlo tocar la guitarra al vice? ¿Cuántos millones creyeron en

su flower power? Confiado por los aplausos, el artista pasó la gorra demasiado a la vista entre algunos empresarios para comprar Ciccone. Error de músico amateur. Ahora el juez Lijo comprobó, con los datos brindados por la Dirección Nacional de Migraciones, que Guido Forcieri (ex jefe de gabinete del Ministerio de Economía durante Boudou), Núñez Carmona y Vandenbroele viajaron juntos a Brasil en 2011. Aquí hay dos revelaciones: la primera, que Forcieri, ex funcionario de Boudou, estuvo con Vandenbroele, a quien el vicepresidente siempre dijo no conocer. Y la segunda y más importante, que a Boudou le van soltando la mano. ¿Migraciones, brindando información comprometedora para el vice? Sí. ¿Y de quién depende Migraciones? Del Ministerio del Interior y Transporte. ¿Y quién maneja ese ministerio? Alguien que fue acusado por Boudou de ser uno de

los “machos del off”. Lo que es tener oído absoluto: hoy el vice se aleja de la guitarra y se acerca al pianito. 7 de noviembre de 2004. En privado, con una sonrisa nerviosa, Néstor Kirchner dice en voz baja: “Si esta jugada me sale bien, voy a ser Gardel. Van a poner mi foto al lado de la de San Martín”. La jugada maestra era la llegada de 20.000 millones de dólares provenientes de China. Representaría el arribo de capitales más impactante de las últimas décadas y todo sería destinado a infraestructura: habría un plan energético, se construirían caminos, ferrocarriles, tren bala Buenos Aires-Rosario-Córdoba, 350.000 viviendas, se modernizarían las telecomunicaciones, se abriría el turismo a China y millones vendrían porque seríamos “país admitido”. El presupuesto que invertiría China en nuestro país sería 20 veces mayor al que previó para 2004 el Ministerio de Planificación. “Los chinos necesi-

tan materias primas para crecer los próximos 30 años y nosotros las tenemos. Sólo falta que el 16 de noviembre venga el presidente Hu Jintao y ponga el gancho”. Néstor dixit. Nunca ocurrió. A fines de marzo de 2006, Qian Xiaoqian, viceministro de Comunicaciones chino, visitó la Argentina. Entonces fue consultado por el periodismo acerca del supuesto préstamo de 20.000 millones. “Yo sugiero que en el futuro levanten el teléfono y consulten con la embajada. Así se evita el escándalo”, contestó. La anécdota vale, porque el cuento chino fisuró por primera vez el contrato de credibilidad con un gobierno kirchnerista. Diez años después, el gobierno que anunció con bombos y platillos el desendeudamiento más grande de la historia, le suplica en Nueva York a un juez perverso que no se exceda, porque si Argentina es condenada a pagar 15.000 millones de dólares –la

mitad de sus reservas– caería en el abismo de 2001. Como se dijo alguna vez en esta columna: “Una de dos: o el perro va con la cadena clásica, caminando al lado de la pierna del amo, o va suelto. Se cuenta el caso de un perro que iba de lo más confiado en su «modelo de matriz diversificada con inclusión

social», ladrándoles al Fondo, a los holdouts, dándole recetas al mundo, y de repente, pif, le llegó el tirón de Griesa. Lo peor para el perro es esa correa extensible llamada populismo. Le hace creer al bicho lo que no es: un ser libre”.ß Twitter @diegosehinkman