DESCIFRANDO LA ECONOMÍA TEORIA.pdf - ESCUELA DE ...

en el siglo VII a.C. los lidios hicieron circular mone- das de electro (aleación natural de oro y plata). Rápidamente, las civilizaciones descubrieron que.
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© Banco Central de la República Argentina, 2008 ISBN: 978-987-1564-10-1 Hecho el depósito que establece la ley 11.723 Idea y Dirección General Gerencia Principal de Comunicaciones y Relaciones Institucionales Validación y corrección Subgerencia General de Economía y Finanzas Subgerencia General de Investigaciones Económicas Redacción y elaboración de contenido Victoria Giarrizzo Colaboración Mabel Esteve, Irene Cano y Alejandro Mologni de la Subgerencia General de Medios de Pagos; Emiliano Basco y Emilio Blanco de la Subgerencia General de Investigaciones Económicas; y Diego Scarella de la Subgerencia General de Economia y Finanzas. Ilustración Alexiev Gandman Diagramación MN Stands Banco Central de la República Argentina Reconquista 266, (C1003ABF) Buenos Aires, Argentina Tel. | (54 11) 4348-3500 Fax | (54 11) 4000-1200 Mail | [email protected] Mail | [email protected] Web | www.bancocentraleduca.bcra.gov.ar www.bcra.gov.ar Publicación de distribución gratuita. Prohibida su venta.

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Temario

Capítulo 1

Dinero, comercio y medios de pago



Capítulo 2

Los precios y la inflación



página 35

Capítulo 3

Los bancos comerciales: ahorro, crédito y crecimiento



página 13

página 43

Capítulo 4

El Banco Central y sus políticas

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Dinero, comercio y medios de pago

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Dinero, comercio y

medios de pago

En las últimas décadas, hemos presenciado el inicio de una nueva era en la historia monetaria: la era del dinero electrónico. De aquellos primitivos sistemas de trueque que durante miles de años sirvieron para intercambiar bienes y servicios, nacieron las primeras manifestaciones de billetes y monedas que hoy conocemos. Fueron mercancías-monetarias primero y metales preciosos después, hasta llegar al dineropapel, un medio de cambio que simplificó el comercio, pero obligó a los Gobiernos a un cuidadoso control de sus monedas. Hoy, la mayoría de los países del mundo tiene su propio signo monetario, y el avance de la cibernética y las telecomunicaciones está dando lugar a formas cada vez más sofisticadas de dinero, todas para la concreción de un mismo fin: agilizar el comercio.

La economía del “trueque”

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ace miles de años, para conseguir los bienes necesarios para vivir, los hombres utilizaban un sistema de intercambio muy especial: el trueque. El trueque era la forma primitiva de intercambiar bienes y servicios sin la utilización de dinero. ¿Cómo funcionaba este sistema? Si un productor de papas necesitaba leche, debía buscar a una persona que tuviera leche y quisiera intercambiarla por sus papas. Cuando ambos estaban de acuerdo en realizar la transacción, la operación o trueque se concretaba. El trueque parece a simple vista una actividad sencilla: cambiar una mercancía por otra. Sin embargo, esta acción les demandó un gran esfuerzo a los primeros grupos humanos. Para concretar una operación de trueque, era necesario que cada persona tuviera algo que le interesara a la otra. Y no siempre quien requería un producto o servicio tenía para ofrecer lo que el otro necesitaba. Si el productor de papas quería leche, pero el productor de leche no quería papas, debía seguir buscando a una persona que además de tener leche, estuviera dispuesta a intercambiarla por sus papas. El trueque tenía otro inconveniente: no siempre las mercancías y servicios intercambiados tenían valores equivalentes. Si las papas y la leche no valían lo mismo, había que establecer primero cuántas papas se necesitaban para comprar un litro de leche o cuántos litros de leche eran necesarios para comprar un kilo de papas.

Trueque y valor Ptolomeo produce papas y necesita huevos. Muy cerca de su hogar se encuentra con Teodoro, que tiene un gallinero y estaba buscando papas. ¿Cuántos kilogramos de papas debería entregar Ptolomeo por 12 huevos? En aquellos tiempos, establecer el precio de los productos era una ardua tarea. Investiguemos cuál sería la relación si quisiéramos realizar ese intercambio hoy. ACTIVIDAD

Valor actual del kg de papas Valor actual de la docena de huevos ¿Cuántos kg de papas necesitamos para comprar una docena de huevos?

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Intercambio y valor

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odas las mercancías son portadoras de valor. Si dos productores cambian un kilogramo de papas por un litro de leche, es seguramente porque consideran que ambas mercancías valen lo mismo.

A medida que el comercio entre pueblos se fue intensificando, estas limitaciones del trueque se volvieron insuperables. A pesar de ello, el sistema de trueque nunca colapsó: casi naturalmente, las sociedades encontraron formas más eficientes de continuar desarrollando el comercio y esto dio origen paulatinamente a la aparición del dinero. Desde entonces, la mayoría de las transacciones comenzaron a realizarse con el nuevo medio de intercambio: el dinero. Los bienes eran entonces intercambiados por dinero y el dinero por bienes.

Pero ¿qué es el dinero?

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Pero ¿de qué manera nuestros ancestros reconocían el valor de sus mercancías para llegar a un acuerdo de intercambio? En primer lugar, sabían que la producción de la mercancía que querían intercambiar les había demandado un gran esfuerzo. Si era una manta, primero habían tenido que criar una o varias llamas, lavar la lana, hilarla, teñirla, tejerla en un telar, hacer un diseño agradable y, previo a todo ello, haber aprendido el oficio de tejer. Por lo general, debían cubrir además grandes distancias para llevar el producto hasta un mercado donde cambiarlo, lo que involucraba un costo adicional que era el transporte. Un tejedor sabía que su manta tenía un valor que incluía todo el trabajo y esfuerzo realizados, y trataría de cambiarla por algo de igual valor, quizás una cuchilla para hacer mejor su trabajo. Seguramente el herrero que llevaba la cuchilla al mercado razonaba de la misma forma: lograr una hoja de buen filo y templada había insumido varios días de trabajo. Pero tanto la manta como la cuchilla tenían otra propiedad: la manta tejida, realizada con fina lana y bellos diseños, era además un bien necesario que protegía del frío. Y la cuchilla era una herramienta necesaria para muchísimas actividades. La necesidad del producto era otro elemento a tener en cuenta para establecer su valor. En las operaciones de trueque, que por lo general regían el normal intercambio de bienes, es posible que el tejedor hubiera querido cambiar su mercancía no por una cuchilla sino por una red de pesca. En este caso, quien hizo la cuchilla se habría quedado sin la manta que necesitaba. 16

inero es todo aquello que se acepta en el intercambio de bienes y servicios. Y su origen tiene mucho que ver con el desarrollo del trueque. Las dificultades para comercializar a través del trueque hicieron que los pueblos buscaran un sistema más rápido de intercambio que diera además un valor más preciso a sus mercancías.

Así surgió la necesidad de un medio de cambio que lograra representar el valor de todas las mercancías. Cualquier mercadería que tuviera la aceptación de todos, separada especialmente, podía convertirse en equivalente general y ser aceptada como dinero. Las primeras manifestaciones de este dinero fueron simples elementos denominados «mercancías monetarias». Alimentos como la sal, objetos como el cuero o «monedas de la tierra» como la cebada, el cacao, los vacunos o el té, fueron usados como dinero durante siglos por las distintas culturas del mundo. Posteriormente, aparecieron formas más sofisticadas de este dinero, como los metales preciosos, más tarde el dinero-papel y después, en su versión más moderna, el dinero electrónico. Lo increíble de este proceso es que en distintos continentes, y sin conocerse entre sí, los pueblos fueron simultáneamente transformando el trueque y dando origen a la moneda.

El sabor del dinero Así como hoy usamos billetes y monedas para realizar nuestras transacciones cotidianas, los pueblos antiguos se valían de diversos elementos como medio de cambio. Sal, pescado, tabaco, metales o clavos eran algunas de las mercancías más utilizadas. El hierro fue un instrumento común de comercio entre los antiguos espartanos, el cobre entre los romanos primitivos y el oro y la plata entre las naciones ricas. Según relata Adam Smith en su libro La Riqueza de las Naciones, en Abisinia (Etiopía), la sal fue durante muchos años el instrumento común de cambio. También los soldados de la antigua Roma recibían su salario en sal y de allí surge el término “salario”. En algunas costas de la India se usaban caracoles; en Nueva Zelanda pescado seco, en Virginia (EE.UU.) tabaco y en las civilizaciones de América Latina, los aztecas utilizaban tajaderas como dinero. En las tribus primitivas, era común en-

contrar este tipo de “herramientas-dinero”, fabricadas principalmente de cobre. En África se usaban puntas de lanza retorcidas como aportación del esposo al matrimonio, y entre los pueblos del Alto Nilo, una esposa valía ocho vacas. En Norteamérica, los cobres en forma de escudos eran usados como dinero por los indios, mientras que en China, se hicieron ladrillos de té que los mercaderes llevaban en sus viajes. El té era un medio de intercambio muy aceptado en todo Oriente, porque como todo dinero bueno, se podía dividir en fracciones más pequeñas para comprar productos de menor tamaño.

Los medios de intercambio que más se usaron en la antigüedad Hierro, cobre, bronce, vino, ron, maíz, sal, caballos, ovejas, cabras, yerba mate, cacao, caparazones de tortuga, dientes de delfín, barbas de ballena, vi-

Las primeras monedas

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obre la aparición del dinero monetario hay diferentes testimonios. Las primeras monedas que surgieron en el mundo se acuñaron en Lidia, un reino de Asia Menor enclavado en las montañas de Anatolia (actual Turquía). Como era una zona difícil para la labranza, pero muy rica en metales preciosos, en el siglo VII a.C. los lidios hicieron circular monedas de electro (aleación natural de oro y plata). Rápidamente, las civilizaciones descubrieron que las monedas de metales preciosos como el oro o la plata facilitaban el comercio, y comenzaron a usarlas en lugar de alimentos como la sal, el pescado o la cebada, que en general eran productos perecederos y no se

drio, ollas, tabaco, herramientas agrícolas, cuero, oro, plata, cuchillos, botes, resina, arroz y vacas.

podían almacenar por largos períodos de tiempo. Así, a partir de los lidios, muchos pueblos comenzaron a acuñar sus propias monedas. Sobre el origen de los billetes, hay quien sostiene que en el siglo IX, ante la necesidad de un comercio cada vez más frecuente, los chinos inventaron el papel moneda, que era fácil de transportar. Su valor estaba garantizado por el oro y la plata del Gobierno chino. La palabra dinero proviene del latín “denarius”, nombre que se le daba a una antigua moneda.

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Marco Polo fue el primer occidental que se sorprendió cuando viajó a China y observó que el emperador mongol, Kublai Khan, en el siglo XI, había creado el billete como certificado de propiedad de una cantidad de monedas de oro. Pero el papel moneda, tal como se lo conoce hoy, habría nacido en Europa durante el siglo XVI. Inicialmente fueron certificados sobre la existencia de un depósito de oro en un banco. A fines del siglo XVI, cuando el dinero comenzó a ser utilizado para saldar deudas y realizar pagos, los bancos emitieron certificados equivalentes a una cantidad determinada de diAcuñar: imprimir o sellar una pieza de metal, especialmente una moneda o una medalla, por medio de un cuño, que al tener el diseño grabado en negativo, lo estampa en positivo por medio de un golpe sobre el cospel. Se acuña desde el siglo VII a.C. y hasta el día de hoy este sistema sigue siendo el mismo, aunque más tecnificado. Cuño: molde de acero dulce, que bajo presión imprime un relieve sobre la cara de una moneda o medalla. En la antigüedad se acuñaba golpeando el cuño sobre la moneda con una maza. Hoy, una moderna maquinaria puede llegar a acuñar 800 monedas por minuto.

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nero. Los primeros billetes oficiales fueron emitidos en 1661 por el Banco de Suecia. Actualmente, la mayoría de los países tienen su propio sistema monetario e imprimen su dinero. Ese dinero en sí mismo tiene escaso valor y el valor nominal que representa lo dispone cada Gobierno. Los diseños de esos billetes y monedas difieren en los colores, tamaños, ilustraciones y denominaciones. Sin embargo, todos guardan algunas propiedades comunes que les permiten ser confiables y aceptados por el público.

Los billetes y monedas de la Argentina Antes de la conquista española, los grupos de aborígenes que poblabaron el territorio nacional y la zona del Alto Perú no se valieron de ningún elemento como medio de cambio. Comerciaban sólo a través del trueque, aunque eso no les impidió realizar un intercambio fluido con pueblos de lejanas regiones. Pero, para entrar en nuestra historia monetaria, debemos trasladarnos a la etapa colonial.

Las primeras monedas La historia monetaria argentina comienza con la creación del Virreinato del Perú (1542). Algunos años después, el 21 de agosto de 1565, se fundó la primera Casa de Moneda de América del Sur, que en 1568 comenzó a acuñar en Lima (capital del Virreinato) y luego fue trasladada al Alto Perú (actual Bolivia), cerca del rico Cerro Potosí, que abastecía de metal precioso a la región. Las primeras monedas potosinas eran de plata y se acuñaban a golpes. Con la creación del Virreinato del Río de la Plata, el 1° de agosto de 1776, cuya capital era Buenos Aires, la Casa de Moneda de la Villa Imperial de Potosí pasó a depender del nuevo Virreinato. Así fue que las monedas hispanoamericanas que se troquelaban en esta Casa resultaron precursoras de las amonedaciones argentinas. Con las primeras luchas revolucionarias en pos de la emancipación, en 1813 se decidió realizar una moneda y la Asamblea General Constituyente emitió piezas con sello propio. El valor evocativo de estas monedas determinó que su emisión se considarara el punto de partida de la moneda argentina. El estudio de la moneda nacional se ha especializado así en dos grandes períodos: uno que abarca entre 1813 y 1881, año de la sanción de la Ley de Unificación Monetaria, y otro que comprende el período entre 1881 y la actualidad.

Primera época: 1813 - 1881 Amonedación de Potosí–Primera Moneda Patria En 1813, la Villa Imperial de Potosí, donde se encontraba la Casa de Moneda, fue ocupada por las tropas de Manuel Belgrano, que dispuso inmediatamente una medida de carácter político: reemplazar las monedas que circulaban por otras que excluyeran el escudo español y llevaran el sello de la Asamblea de 1813. Se acuñaron monedas de plata y oro similares a las que circulaban hasta entonces. Pero en menos de un año se perdió esa zona. Los realistas tomaron la ceca de Potosí, fundieron las monedas de los rebeldes y acuñaron otras con el rostro del rey de España Fernando VII. En 1815 la situación volvió a cambiar: las tropas argentinas recuperaron Potosí y realizaron una segunda acuñación, esta vez sólo en plata. A pesar del esfuerzo por expulsar a los realistas del Alto Perú, el desastre de Sipe-Sipe en noviembre de ese año determinó la pérdida definitiva de esta zona, que en 1825 se independizó y pasó a formar parte de Bolivia.

Monedas provinciales Las provincias del Río de la Plata debieron adaptarse a esta nueva situación, dificultosa ante la falta de explotación de metales y la pérdida de la Casa de Moneda de Potosí. Una vez declarada la independencia y

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sin grandes recursos, los caudillos de cada provincia argentina intentaron diferentes acuñaciones de monedas en cada región. Hubo intentos en La Rioja entre 1821 y 1860; Buenos Aires entre 1822 y 1861; Santiago del Estero entre 1823 y 1836, y Córdoba, 1833 y 1854. En este contexto aparecieron los bancos privados. El primero fue el Banco de Buenos Aires, que comenzó la emisión de papel moneda convertible en 1822, y prometía pagar la cantidad de pesos estipulados en el billete en moneda metálica. A medida que la situación del país se estabilizaba y se incorporaban otros bancos (privados y provinciales), cada una de las instituciones financieras de esta época (1857-1881), hizo circular su propio papel moneda. Esto produjo una increíble diversidad de diseños en todas las regiones del país.

de 1 peso y de 50, 20, 10 y 5 centavos; y monedas de cobre de 1 y 2 centavos. Los distintos bancos del país siguieron en tanto con sus propios papeles moneda, pero con la denominación del valor unificado en pesos. En 1887, se sancionó la Ley de Bancos Nacionales Garantidos para controlar las emisiones de todos los bancos. A través de esta ley, toda entidad que tuviera un capital mínimo de 250.000 pesos moneda nacional, y deseara emitir billetes, debía

Segunda época: 1881 a la actualidad

realizar un depósito en oro en el Tesoro Nacional por igual cantidad emitida. Así, el dinero circulante tendría respaldo del Estado.

Unificación monetaria

Caja de Conversión: 1890 -1935

En diciembre de 1878, el Ministerio de Hacienda advirtió que la falta de una moneda nacional dificultaba enormemente el comercio. Cada provincia tenía una moneda especial y el valor de una misma moneda llegaba a tener diferencias de hasta un 25% entre una región y otra. Ante la gravedad de esta situación, se creó una moneda nacional única. El 5 de noviembre de 1881 se determinó el Peso Oro como nueva unidad monetaria. Se emitieron monedas de oro de 5 y 2 pesos; monedas de plata

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En 1890, se creó la Caja de Conversión: una institución del Estado que reemplazó a los bancos nacionales garantidos. El Estado Nacional tuvo, a partir de ese momento, la potestad de emitir dinero en todo el país. Los billetes contaban con el respaldo de la Nación y eran convertibles a oro. Los diseños tenían la imagen de una mujer sosteniendo una antorcha en alto, que representaba la imagen del Progreso alumbrando el Porvenir. Se fijó inicialmente una paridad de 44 centavos papel por cada peso oro y, salvo durante la Primera Guerra Mundial, la Caja mantuvo este canje hasta la crisis de 1929, cuando se dejó de convertir el dinero.

Nace el Banco Central Una característica del siglo XX fue la creación de bancos centrales en el mundo. Y la Argentina no escapó a esa tendencia: en 1935 se creó el Banco Central de la República Argentina, que tendría en adelante la facultad exclusiva de emitir la moneda. Las primeras emisiones resultaron similares a las de la Caja de Conversión, pero con el tiempo fueron evolucionando los motivos y los sistemas de impresión. En 1943, entraron en circulación billetes con mejores elementos de seguridad. Las monedas también se modificaron y se cambió el metal (oro, plata y cobre) por bronce y aluminio. En 1961, salió a circulación el billete de 10.000 pesos cuya primera serie se realizó en Inglaterra y, en 1962, se emitió el billete de 5.000 pesos. Una creciente inflación forzó al Gobierno de facto de Juan Carlos Onganía a un cambio monetario, que sustituyó el Peso Moneda Nacional vigente desde 1881 por la línea Pesos Ley 18.188 a partir del 1° de enero de 1970. En ese cambio, se eliminaron dos ceros de la vieja moneda, con lo cual cien Pesos Moneda Nacional ($100) eran iguales a un Peso Ley 18.188 ($1).

Las propiedades del dinero

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Por qué un billete o moneda, a pesar de no tener valor en sí mismo, puede tener un alto valor de cambio? ¿Qué factores hacen que un billete de 100 pesos valga 100 pesos y uno de 5 valga 5 pesos? El dinero es un instrumento de pago sancionado por el Estado. Esto resuelve la cuestión del valor nominal del dinero y su validez jurídica. Pero eso no asegura que ese dinero mantenga su poder adquisitivo. Un billete de 100 pesos, legal y nominalmente puede valer 100 pesos por muchísimos años, pero lo que importa no es sólo su valor nominal, sino su poder adquisitivo, es decir, cuánto se puede comprar con esos 100 pesos. Si lo que se puede adquirir con esos 100 pesos nominales es cada vez menos, significa que el poder de compra o poder adquisitivo del dinero se ha reducido. A lo largo de la historia, como consecuencia de las guerras, las malas administraciones o el desconocimiento de algunas relaciones económicas, muchos

En junio de 1983, se adoptó una nueva unidad monetaria, el Peso Argentino, y se determinó una paridad de un Peso Argentino ($a 1) por cada diez mil Pesos Ley 18.188 ($10.000). Es decir, se quitaron cuatro ceros a la moneda. El 15 de junio de 1985, se produjo otro cambio de moneda, esta vez denominada Austral. En esta nueva línea se le corrieron tres ceros al signo monetario. Un Austral (A1) era igual a mil Pesos Argentinos ($a 1.000). A causa de la hiperinflación, se llegaron a emitir billetes de hasta 500.000 Australes y las monedas, que inicialmente eran de medio Austral, finalizaron con un valor de mil Australes. A partir del 1° de enero de 1992, entró en vigencia la línea Peso. Se estableció una paridad de un peso ($1) equivalente a diez mil Australes (A 10.000). El peso era convertible con el dólar a una relación 1 a 1. Los billetes emitidos en esa oportunidad llevaban la leyenda: “Convertibles de curso legal”. El 6 de enero de 2002, se derogó la Ley de Convertibilidad y se dispuso suprimir la frase “Convertibles de curso legal” en los billetes de la línea Peso. De todos modos, los billetes que tienen esa leyenda y continúan en circulación conservan su valor legal.

países observaron cómo el poder adquisitivo de su dinero se reducía, y los Gobiernos debieron cambiar el signo monetario o buscar la forma de recuperar la confianza en su moneda. A partir de estas experiencias, se pueden identificar algunas propiedades esenciales que debe tener el dinero para ser considerado como tal: El dinero debe servir como medio de cambio. El dinero debe ser aceptado cotidianamente en las transacciones de bienes y servicios. Si no es aceptado como medio de pago, no es dinero. El dinero se acepta como medio de pago porque se cree que luego otros lo aceptarán. Para ello debe tener otras propiedades. El dinero debe servir como unidad de cuenta. Los precios de los bienes y servicios se miden y expresan en función del dinero aceptado. En la Argentina, la unidad de medida del dinero es el peso. Los bienes y servicios están medidos en pesos y no en cantidades de otro bien. Decimos que un kilogramo de azúcar vale 1,5 pesos y no que un kilogramo de azúcar vale un kilogramo de sal. 21

El dinero debe servir como depósito de valor. El dinero debe mantener su valor con el paso del tiempo. Con su dinero, una persona debe poder realizar compras en el futuro sin que pierda su valor. Cuando el dinero pierde esta propiedad, la población busca desprenderse de él. Un helado sin heladera nunca servi-

ría como depósito de valor porque una vez derretido desaparecería y no valdría nada. El dinero debe servir como patrón de pagos diferidos. El dinero que fue prestado debe ser devuelto en un determinado tiempo. Por eso se dice que el dinero es un patrón de pagos diferidos, ya que es la unidad que mide la cantidad de dinero que se va a devolver en un futuro.

La vuelta al mundo en monedas Así como los países tienen su bandera o su himno nacional, también cuentan con una moneda en la cual se expresan los precios de los bienes y servicios que se venden en el mercado interno. El peso en la Argentina, el dólar en EE.UU., el yen en Japón, o el real en Brasil son algunos de los signos monetarios vigentes en el mundo. Algunos países, para llevar a cabo sus transacciones con otros, emplean monedas de un tercer país porque la consideran más fuerte.

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Un ejemplo es el dólar estadounidense, que se ha convertido en un patrón internacional para las operaciones que realizan los distintos Estados entre sí. Hay países que formalizan con otros lo que se denomina una “Unión Monetaria”, en la cual todos sus integrantes tienen una moneda en común y la usan tanto para sus transacciones locales como para sus transacciones externas. Esto se puede observar hoy en algunos países de la Unión Europea que adoptaron el “euro” como moneda.

La Unión Europea y su signo monetario La Unión Europea (UE) es una organización de cooperación internacional formada por 25 países europeos. Los Estados que la integran han creado instituciones para tomar decisiones sobre asuntos específicos de interés común. Trece de los Estados miembros de la UE han adoptado una moneda común: el euro (EUR o €) y han conformado lo que se denomina el ¨eurosistema¨. El ¨eurosistema¨ está formado por el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales de los países miembros. Actualmente, el euro es una moneda tan fuerte como el dólar y circula por la mayoría de los países del mundo. En diciembre de 2008 su cotizacion

El comercio internacional y los tipos de cambio

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a mayoría de los países del mundo mantienen una relación comercial intensa. ¿Sabías que la Argentina compra y vende sus productos en más de 145 países? La mayoría de las naciones del planeta compran y venden diariamente bienes y servicios a otras naciones. Así como la Argentina compra y vende productos a Brasil, también realiza intercambios con China, Sudáfrica o los países europeos. El comercio

era de 1,4 dólares por euro y el tipo de cambio entre el peso argentino y el euro se ubicaba en 4,82 pesos por euro. ACTIVIDAD

Valor actual ¿Cuántos pesos vale un euro? ¿Cuántos pesos vale un dólar? ¿Cuántos dólares vale un euro? ¿Cuántos euros vale un dólar?

internacional es una práctica muy antigua que, bien gestionada, tiene enormes ventajas. Pero ¿en qué moneda pagan los países sus compras y ventas de productos y servicios a otras naciones? En la mayoría de las transacciones internacionales se utiliza el dólar, aunque en los últimos años ciertas monedas como el euro o el yen han adquirido una creciente importancia. Al utilizarse una moneda como patrón de pago internacional, como el dólar o el euro, los países necesitan calcular diariamente el valor de sus monedas en función de estas otras. Ese valor se llama tipo de cambio. El comercio internacional es el intercambio de bienes y servicios que se efectúa entre dos o más países. Las ventas de mercancías que realiza un país son sus exportaciones y las compras que realiza a otros países son sus importaciones. ¿Podrías identificar tres ventajas del comercio internacional? ACTIVIDAD

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Tipo de cambio

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l precio de una moneda en términos de otra se denomina tipo de cambio. Los tipos de cambio desempeñan un papel fundamental porque al expresar los valores en una misma moneda, permiten comparar los precios de los bienes y servicios producidos en diferentes países. El tipo de cambio es la cantidad de unidades en moneda nacional que se necesitan para adquirir una unidad de moneda extranjera.

En la Argentina, el tipo de cambio más observado es el precio del peso en relación al dólar. A fines de 2008, se necesitaban 3,47 pesos para comprar un dólar. Entonces, el tipo de cambio en ese momento era $3,47. ¿Por qué decimos que el tipo de cambio es un precio? Porque es el precio de una moneda expresada en otra. Si bien en la Argentina se sigue con atención la relación entre el peso y el dólar, porque la mayoría de las transacciones internacionales se hacen en dólares, también es útil establecer el tipo de cambio en relación con monedas de otros países con los cuales la Argentina mantiene algún tipo de relación comercial (por ejemplo, el tipo de cambio entre el peso y el euro o entre el peso y el real brasileño). Así, el tipo de cambio no es sólo cuántos pesos son necesarios para comprar un dó24

lar sino también cuántos pesos se necesitan para comprar un real, un euro o un yen. El tipo de cambio es el precio del dinero de un país en términos del dinero de otro. Y un país tiene tantos tipos de cambio como monedas hay en el mundo. Los tipos de cambio pueden subir o bajar. Cuando el tipo de cambio sube, significa que se requiere más dinero nacional para comprar la moneda de otro país. Por ejemplo, si el tipo de cambio sube de $3,47 a $3,7 significa que se necesitan más pesos para comprar un dólar. En ese caso se dice que el tipo de cambio aumentó. Es común decir que el peso se depreció puesto que, en relación con el dólar, el peso vale menos. Pero los tipos de cambio también pueden bajar. Si por ejemplo, el tipo de cambio entre el peso y el dólar cayera de $3,47 a $3,1, significaría que el peso se apreció. Es decir que el peso valdría más que antes en relación con el dólar porque con menor cantidad de pesos, sería posible adquirir una unidad de dólar.

El dólar es la moneda oficial de los EE.UU. Su sigla es US$ (La “U” de “United”, la “S” de “States” y el signo “$” forman “United States $” o US$). También hay países como Panamá, Ecuador y El Salvador que han adoptado el dólar como su moneda oficial. Durante los años´90, la Argentina adoptó un sistema de convertibilidad que establecía por ley que la moneda local, el peso, era convertible al dólar por un valor de 1US$ =1 peso. En enero de 2002 ese régimen fue derogado.

Conocer el tipo de cambio entre las monedas de dos países, por ejemplo del país A y del país B, nos permite saber cuánto vale en moneda del país A un producto comprado en el país B. Conociendo por ejemplo, que el tipo de cambio entre el peso y el dólar es $3,47, es posible calcular cuántos pesos son necesarios para comprar un equipo de música cuyo valor es de 150 dólares. La cuenta es simple, sólo hay que multiplicar el valor del equipo de música (que está en dólares) por el tipo de cambio.

ACTIVIDAD

¿En qué país nos conviene comprar un equipo de música? Como se puede ver en la tabla, el precio del equipo en cada país se expresa en la moneda de ese país. Pero, a traPaís y moneda Precio del equipo de audio expresado en la moneda de cada país Zona euro (euro) Brasil (real) Chile (peso) China (renmimbi) EEUU (dólar) México (peso) Uruguay (peso)

200 euros 520 reales 95.000 pesos 1.720 renmimbies 220 dólares 2.500 pesos 5.500 pesos

¿Por qué suben? ¿Por qué bajan? ¿Qué determina el valor del tipo de cambio entre una moneda y otra?

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na simple respuesta sería que es la oferta y la demanda en el mercado de cada una de estas divisas lo que determina el tipo de cambio. Pero la oferta y demanda de divisas, que es la cantidad de cada moneda que el mercado quiere comprar

vés del tipo de cambio, se pueden llevar todos esos precios a una sola moneda (el peso, por ejemplo) y así comparar en qué país el equipo tiene un menor valor en pesos. Cuántos pesos argentinos se Cuántos pesos necesitan para comprarlo se necesitan para (según tipo cambio de mayo de 2008) comprarlo hoy $ 988,0 $ 1000,4 $ 618,6 $ 775,2 $ 688,6 $ 757,8 $ 867,3

y vender, depende a su vez de muchos factores, como la situación de la economía, la composición de las exportaciones, la estructura productiva del país, las tasas de interés, la inflación o la confianza de la gente. Los movimientos en el tipo de cambio dependerán, sin embargo, del sistema cambiario adoptado por el país. En general, los sistemas cambiarios pueden ser flexibles o fijos, aunque pueden darse otras combinaciones.

Del “Patrón Oro” al “Patrón Dólar” Entre fines del siglo XIX y hasta después de la Primera Guerra Mundial, los países fijaban el valor de sus monedas en relación con el oro. Los Gobiernos estaban preparados para intercambiar oro por su moneda local cada vez que fuera necesario con el objetivo de mantener el precio fijado.

El oro funcionaba como patrón internacional, por eso este sistema monetario se denominó “Patrón Oro”. El dólar norteamericano, por ejemplo, tenía un valor de una veinteava parte de una onza de oro. Es decir, si dividiéramos cada onza de oro en veinte partes, cada una de esas partes equivaldría a un dólar. Esto significa que el emisor del dólar garantizaba devolver al poseedor de esos billetes la cantidad de oro que representaba. Si había circulando 2.000 dólares, debían existir 100 onzas de oro como respaldo de ese dinero. Esto obligaba a los bancos centrales a mantener una relación fija en-

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tre el dinero emitido y sus reservas de oro. Al definir el valor de las distintas monedas con respecto al oro, este metal se convirtió en el patrón de referencia, porque en base a él era fijado el valor de cada una de las monedas, y los países constituían sus reservas internacionales en oro. Durante la Primera Guerra Mundial (19141918) el Patrón Oro fue abandonado y muchos países financiaron sus gastos militares imprimiendo dinero, lo que generó graves problemas de inflación. En 1919, EE.UU. volvió al Patrón Oro y en 1922 un grupo de países entre los que estaba Italia, Francia, Inglaterra y Japón acordaron la vuelta a este sistema. Durante la Gran Depresión de 1930 nuevamente los países abandonaron este esquema, aunque algunos de ellos, volvieron a instaurarlo superada la grave crisis económica. Luego de la Segunda Guerra Mundial, las cosas cambiaron más firmemente y un nuevo sistema monetario se impuso. En julio de 1944, cuarenta y cuatro países se reunieron en Bretton Wo-

Tipo de cambio flexible

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n un sistema de tipo de cambio flexible o flotante, el tipo de cambio se determina a partir de la oferta y demanda entre monedas extranjeras y la moneda local. Cuando la demanda de monedas extranjeras (divisas) es mayor a su oferta, el tipo de cambio sube. Y cuando la oferta de divisas es mayor a su demanda, el tipo de cambio baja. Por ejemplo, si aumenta la demanda de dólares en el mercado - bajo un sistema de tipo de cambio flexible - el valor del dólar aumentará. Pero si aumenta la oferta de dólares, por encima de la demanda, el valor del dólar bajará. ¿Quiénes demandan divisas? Los importadores, los que necesitan viajar al extranjero, aquellos que prefieren ahorrar en divisas y no en moneda doméstica o quienes quieren invertir en el exterior. También los

ods, New Hampshire, donde firmaron un acuerdo que buscaba organizar un nuevo orden económico mundial y fomentar el comercio entre las naciones. El medio para lograr estos objetivos era un nuevo sistema monetario internacional que estableciera tipos de cambio fijo frente al dólar y un precio invariable de 35 dólares la onza de oro. Allí surgío el dólar estadounidense como nuevo patrón internacional. Durante la década de los 60’ y 70’ EE.UU. perdió parte de sus reservas en oro, dado que tenía un importante déficit de balanza de pagos. A su vez los países occidentales y Japón acumularon dólares. Ante la imposibilidad de convertir la totalidad de los dólares en circulación en oro, en 1971 EE.UU. decide suspender la convertibilidad dólar-oro. En 1973, la gran mayoría de los países del mundo deciden pasar a un sistema de flotación frente al dólar, si bien algunos países bajo determinadas circunstancias implantaron una paridad fija con esta moneda.

Gobiernos y las empresas demandan divisas para pagar sus deudas en dólares u otras monedas extranjeras. ¿Quiénes ofertan divisas? Los exportadores cuando reciben dólares por sus ventas externas y los cambian a moneda local (pesos en la Argentina), los extranjeros que desean invertir o venir de vacaciones al país o los Gobiernos cuando reciben préstamos del exterior en divisas y las convierten a pesos.

Algunos factores que pueden modificar el tipo de cambio cuando es flexible • Si más argentinos deciden veranear en EE.UU. o Europa, necesitarán comprar dólares (sube la demanda de dólares) y eso tenderá a incrementar el valor del dólar en el mercado local.

Divisas: Asi suele denominarse a las monedas extranjeras.

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• Si suben las exportaciones, ingresarán más dólares al país y las empresas exportadoras necesitarán cambiar parte de ellos a pesos, para pagar salarios y realizar sus transacciones habituales. Eso aumentará la oferta de dólares en el mercado y hará bajar el tipo de cambio. Así se comportan los tipos de cambio cuando son

flexibles o flotantes. Pero no siempre el valor del tipo de cambio se determina según la oferta y demanda de divisas. Puede suceder que, a través de una ley o una norma del Ministerio de Economía o del Banco Central, se determine un tipo de cambio fijo.

¿Dónde comprar y vender divisas?

La compraventa de divisas se puede realizar en cualquier casa de cambio. También los bancos cambian divisas, aunque muchas entidades sólo le venden y compran a sus clientes. El tipo de cambio suele tener dos valores. Un valor comprador y un valor vendedor. El valor comprador es el precio que las entidades le pagan al público por cambiar sus divisas a moneda local. El valor vendedor es el precio al cual las entidades le venden al público las divisas. El valor

Tipo de cambio fijo

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n un sistema de tipo de cambio fijo, el Banco Central indica el valor de la moneda nacional en relación a la moneda de otro país. Para elegir qué moneda se va a tomar como patrón, se opta generalmente por la de un país fuerte y estable. En las épocas del Patrón Oro, se elegía este metal, cuyo valor no dependía de la fortaleza de un país, porque a diferencia de los billetes, el oro tiene valor en sí mismo.

comprador siempre es menor al valor vendedor. La diferencia entre el tipo de cambio comprador y vendedor es la ganancia de la entidad vendedora (banco o casa de cambio). En diciembre de 2008, el tipo de cambio peso-dólar en la Argentina cotizaba a $3,47 para la compra y $3,38 para la venta. Eso significa que si el público desea comprar dólares, cada unidad le va a costar $3,38, pero si quiere vender dólares, por cada unidad le van a pagar $3,35.

Lo que se establece en un sistema de tipo de cambio fijo es una regla que dice cuántas unidades de moneda nacional se necesitan para comprar una unidad de moneda extranjera. Una vez establecida esa relación, el Banco Central compra o vende en el mercado todos los dólares que son necesarios para mantener el tipo de cambio fijado. Por ejemplo, durante la “Convertivilidad” en la Argentina, el tipo de cambio se había fijado en una relación de 1 peso = 1 dólar y el Banco Central intervenía cada vez que era necesario para preservar esa paridad. 27

¿Cómo es la intervención de los bancos centrales? Si hay más demanda que oferta de dólares en el mercado, el tipo de cambio tiende a subir. Para evitar que suba y mantener el valor fijado, el Banco Central vende dólares para que haya tanta oferta como demanda de divisas. De esa manera, el tipo de cambio se mantiene sin variación. Puede ocurrir la situación contraria: que haya más oferta que demanda de dólares en el mercado. En ese caso, el valor de esa moneda tenderá a bajar. Para evitarlo y mantener el tipo de cambio fijo, el Banco Central interviene comprando dólares y mantiene de esa forma el tipo de cambio sin variación. Entre los dos sistemas cambiarios de tipos de cambio especificados, flexibles y fijos, se pueden encontrar algunas combinaciones. Una de las más comunes es la que se denomina “flotación administrada”. Se trata de un sistema de tipo de cambio flotante donde el Banco Central puede intervenir con el objetivo de evitar fluctuaciones fuertes. La elección del sistema de tipo de cambio que tenga un país la realiza la mayoría de las veces el Banco Central. Aunque esta decisión suele ser consensuada con la política económica que define el Gobierno. En el caso de la Argentina, la política cambiaria la fija el Congreso de la Nación y la ejecuta el Banco Central. Los diferentes sistemas de tipo de cambio suelen tener ventajas y desventajas. Y a lo largo de la historia, los países se han trasladado de un sistema cambiario a otro, de acuerdo a las necesidades del momento.

Los medios de pago en la Argentina Del trueque al dinero electrónico

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n las últimas décadas hemos presenciado el inicio de una nueva era en la historia del dinero. A partir de los avances en las telecomunicaciones y la cibernética, nació el dinero electrónico, que vino a suceder al “dinero plásti-

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co” y como consecuencia de ello, surgieron diferentes medios de pago como alternativas al dinero papel. Las múltiples formas que adopta el dinero no se excluyen mutuamente y son una manera más de demostrar que el hombre, de acuerdo a sus necesidades, puede utilizar diferentes instrumentos para la concreción de un mismo fin: el pago de sus bienes y servicios. El “nuevo dinero” presenta muchas variedades y modalidades, y en el futuro posiblemente aparezcan otras que ni siquiera imaginamos. Pero todas tienen algo en común: acrecentar el dinamismo y la rapidez de nuestras transacciones económicas cotidianas. Conozcamos el universo de medios de pago que se utilizan en la Argentina, en qué circunstancias usarlos y de qué manera.

El cheque

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l cheque es un documento bancario que forma parte de un talonario (chequera) utilizado comúnmente como medio de pago. Es una forma sencilla de pagar sin utilizar dinero efectivo. Las chequeras son emitidas por los bancos y, para tener una, es necesario contar con una cuenta corriente en el banco emisor. Cuando un individuo utiliza un cheque como medio de pago, está autorizando a quien lo

recibe a retirar determinada cantidad de dinero de la cuenta corriente que posee en el banco que emitió la chequera. La persona o empresa que extiende un cheque a otra debe tener fondos suficientes en su cuenta para cubrir el monto de dinero que especificó en el cheque. Es posible que quien emita el cheque no sea el titular de la cuenta, pero esté autorizado por el titular o la empresa a movilizar dinero de la cuenta.

¿Cómo podemos cobrar un cheque? Una de las formas más comunes de cobrar un cheque es por ventanilla, en el banco y sucursal indicados en el cheque. Para cobrarlo, el portador debe presentar su documento de identidad y el dinero se le entrega en el momento. Los cheques también se pueden depositar en una cuenta corriente o caja de ahorros. En este caso los fondos se acreditan en la cuenta del tenedor del cheque al segundo día hábil posterior al depósito (si se depositó el cheque un lunes, los fondos estarán disponibles el miércoles). Actualmente, en la Argentina, cuando se deposita un cheque para cobrarlo, el banco efectúa un descuento del 6 por mil del importe del cheque (seis pesos cada mil pesos). Es decir, que si se deposita un cheque por $1.000, se acreditarán en la cuenta $994. Los $6 restantes es lo que se denomina “Impuesto a los débitos y créditos” o comúnmente llamado «Impuesto al cheque». Ese monto el banco se lo entrega a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Los cheques tienen una fecha de pago estipulada que puede extenderse hasta 30 días corridos. Pasado ese plazo, el cheque vence.

¿Qué es el endoso de un cheque? Endosar significa transferir un cheque a otra persona. Quien transfiere un cheque debe previamente firmarlo en el dorso y colocar su nombre y apellido completos, número de documento y domicilio (si se deposita, se le debe agregar el tipo y número de cuenta). Los cheques comunes pueden tener solo un endoso y los cheques de pago diferido hasta dos.

Tipos de cheques Los cheques pueden presentarse en diferentes modalidades: Al portador: un cheque “al portador” puede ser cobrado por cualquier persona, ya sea por la ventanilla del banco emisor o depositándolo en una cuenta bancaria (cuenta corriente o caja de ahorros). A veces estos cheques suelen tener una leyenda que dice “al portador”. Quien recibe un cheque “al portador” puede cobrarlo o transferirlo a otra persona sin necesidad de endoso. Sin embargo, cuando una persona recibe un cheque “al portador” como parte de pago, es conveniente que esté endosado para saber a quién reclamarlo si hubiera alguna dificultad. A la orden: en los cheques que contienen la leyenda “a la orden” figura un beneficiario (por ejemplo: Páguese a Juan Fernández). El beneficiario de un cheque “a la orden” puede cobrarlo o transferirlo a otra persona (generalmente como parte de pago por la compra de algún bien o servicio). Pero a diferencia de los cheques “al portador”, cuando se transfiere un cheque “a

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la orden”, el beneficiario que figura en el documento (en este caso Juan Fernández) deberá primero endosarlo (es decir firmarlo al dorso). No a la orden: en un cheque “no a la orden” figura un beneficiario (ejemplo: Páguese a Juan Fernández) que será el único autorizado a cobrarlo. Para cobrarlo deberá primero firmarlo al dorso. Pero a diferencia de los cheques “al portador” y “a la orden”, los documentos “no a la orden” no se pueden transferir. Cruzado: cuando un cheque está cruzado, lleva dos líneas paralelas en el extremo superior izquierdo, y sólo se puede cobrar mediante el depósito en la cuenta bancaria del beneficiario. Si una persona recibe un cheque cruzado y no tiene cuenta bancaria, no lo podrá cobrar. Certificado: el cheque certificado tiene adicionada una leyenda escrita por el banco, en la cual se indica que la cuenta del titular del cheque tiene fondos y que además esos fondos serán reservados para el beneficiario durante cinco días. Quien recibe un cheque certificado tiene la garantía de que dentro de los cinco días de extendido el cheque, habrá fondos para poder cobrarlo. De Pago Diferido (CPD): es una orden de pago a un plazo futuro, que no puede superar los 360 días. A diferencia de los cheques comunes, se consignan dos fechas en el documento. Una es la fecha en la que se extendió el cheque y la otra es la fecha en que debe ser pagado. No se puede cobrar un cheque de pago diferido antes de esa última fecha. A partir de la fecha de cobro estipulada, hay 30 días corridos para cobrarlo.

Débitos directos o automáticos

minada cantidad de dinero de su cuenta bancaria o tarjeta de crédito para pagar la prestación de un bien o servicio. Esta forma de pago se utiliza comúnmente para el pago de servicios públicos o privados (luz, gas, teléfono, cable, colegios, clubes, seguros, sanatorios, etc.). Quien quiera pagar un servicio mediante débito directo puede dirigirse indistintamente al banco donde tiene su cuenta o a la empresa que le presta el servicio para notificarla de su decisión. En este caso, deberá firmar una autorización para que realicen los débitos de su cuenta. Los débitos se realizarán en la fecha de vencimiento de los servicios. Este medio de pago se utiliza cada vez más en la Argentina. Actualmente es muy común que muchas familias autoricen a que empresas de luz, servicio de cable u otras, debiten de su tarjeta de crédito o su cuenta bancaria el costo del servicio.

La clave de identidad bancaria ¿Cómo identifica la empresa a la persona a quien debe hacerle el débito? Todo aquel que posea una cuenta en un banco tiene una Clave Bancaria Uniforme (CBU) que es como su “domicilio financiero”. La CBU es una serie de números que incluyen: el número del banco y de la sucursal donde el cliente tiene abierta la cuenta y el número y tipo de cuenta. Con estos datos, “el débito” conoce el “domicilio” bancario de quien tiene que pagar y allí se dirige. Los actores de este servicio son:

• La empresa que presta el servicio. • El banco donde tiene cuenta la empresa que presta el servicio. • El cliente que quiere pagar el servicio. • El banco donde tiene cuenta el cliente que quiere pagar el servicio. • La Cámara de Compensación, que compensa lo que le transmiten los bancos.

¿Cómo es el circuito?

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s una forma de pago automática en la cual una persona o empresa autoriza a otra (generalmente a una empresa) a descontar deter-

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Paso 1: El banco donde tiene cuenta la empresa prestadora del servicio (o sea quien tiene que cobrar) le envía a la Cámara de Compensación (24hs hábiles antes del vencimiento) la orden para debitar el importe pautado al usuario del servicio. Paso 2: La Cámara de Compensación le transmite al banco, donde tiene cuenta el usuario del servicio, la orden del débito. Paso 3: El banco debita a su cliente el importe informado en la fecha del vencimiento del servicio. Luego el dinero es recibido por la empresa prestadora en su cuenta.

Cámaras de Compensación Son entidades por medio de las cuales los bancos u otros organismos autorizados por el BCRA, acuerdan intercambiarse medios de pagos y otras obligaciones financieras. Entre sus funciones se encuentran: compensar electrónicamente todo documento compensable (cheques, débitos, transferencias, etc.) presentado por una entidad a cargo de otra, liquidar los saldos resultantes entre ellas y suministrarlos al Banco Central para posibilitar su registro en las cuentas abiertas allí, ordenando los movimientos que correspondan.

Transferencia

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s el movimiento de fondos originado por empresas o clientes entre distintos bancos. Para realizar la transferencia, la empresa o cliente ordena a su banco que acredite determinada cantidad de dinero sobre la cuenta del destinatario o beneficiario, debitándola de la propia cuenta. Los actores de este servicio entonces son:

Como en el débito directo, las transferencias se realizan utilizando la CBU (Clave Bancaria Uniforme o “domicilio financiero”). Las entidades deben informar al cliente, a través del extracto de cuenta, de las transferencias realizadas. Se pueden realizar desde un cajero automático, por Home Banking o en la ventanilla de los bancos.

Home Banking El cajero automático en la PC Con este sistema es posible pagar la tarjeta, transferir dinero entre cuentas y abonar impuestos y servicios desde casa: sólo se necesita una PC conectada a Internet. No tiene costo y los pagos se validan en forma instantánea. Se puede transferir dinero entre cuentas de distintos bancos y funciona todos los días, a toda hora. Su nombre se explica solo: Home Banking, en inglés, significa algo así como el banco en casa. Utilizando el Home Banking, cualquier usuario puede tener un cajero automático en su casa (excepto en lo que se refiere a manejar efectivo). Los requerimientos básicos para poder hacer uso de este sistema son muy pocos: una PC, una conexión a Internet y, claro, una cuenta en un banco.

• El cliente que desea realizar la transferencia (es decir, “pagar por algo” a alguien, como algún proveedor por una mercadería, a una persona por un auto, etc.). A este (puede ser una empresa) es a quien se le va a realizar el débito de su cuenta. • El banco donde tiene cuenta el cliente que realiza la transferencia. • El beneficiario de la transferencia. • El banco donde tiene cuenta el beneficiario de la transferencia. • La Cámara de Compensación, que compensa lo que le transmiten los bancos. Tanto el pagador (emisor) como el beneficiario (receptor) tienen que contar con una cuenta bancaria en alguna entidad. Estas cuentas bancarias son las cajas de ahorros y cuentas corrientes.

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El mundo de las tarjetas

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xisten en principio tres tipos de tarjetas que pueden utilizarse como medio de pago: las de compra, las de débito y las de crédito.

La tarjeta de compra permite realizar compras hasta un monto acordado previamente con el emisor de la tarjeta, con el compromiso de pagar una factura mensual. Un ejemplo de estas tarjetas son las que ofrecen los grandes locales para emplearlas en ellos ofreciendo promociones para fomentarlas.

La tarjeta de débito permite operar con cajeros automáticos y realizar compras en los comercios adheridos sin necesidad de llevar efectivo. El importe que deriva de su empleo se debita, en el momento, de la cuenta del titular (caja de ahorros o cuenta corriente). Para realizar compras, el comerciante pasa su tarjeta por la terminal P.O.S. (Point of Sale, por su significado en inglés). Una vez confirmada la operación entrega un comprobante. Actualmente, por las compras realizadas a través de la tarjeta de débito, el Gobierno efectúa un reintegro de 5 puntos porcentuales del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se pagó por las compras.

La tarjeta de crédito permite diferir el pago de una compra en el tiempo. El emisor de la tarjeta puede estipular un monto máximo de gastos y un monto de financiación. Además, se puede utilizar para realizar adelantos de efectivo desde cajeros automáticos con un interés. Es factible pagar un importe mínimo del total de los gastos realizados y financiar el resto también con un determinado interés. En cada facturación mensual se paga un importe por gastos de resumen y también se pueden cobrar las renovaciones periódicas del plástico. A través de estas tarjetas, es posible adherirse al débito automático de distintos servicios (televisión por cable, Internet, gimnasios, etc.). Eso significa que mensualmente se le debitará la cuota correspondiente. La Ley de tarjetas de crédito 25.065 regula su funcionamiento. Un dato a tener en cuenta es que en su artículo 37 inc. C se prohíbe

cobrar precios diferentes según se pague en efectivo o con tarjeta, ya sea mediante recargos o “bonificaciones”. Esta práctica, que es muy común en los negocios, constituye además una violación a la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor y el comercio que lo realiza puede ser sancionado. Esta normativa es aplicable para compras que se realizan en un solo pago; en caso de una operación en cuotas se pueden “cargar intereses”.

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¡¡¡Atención!!! Los cajeros automáticos tienen muchos beneficios pero hay que tomar recaudos en su uso.

Recaudos • Cambiar el código de identificación o contraseña personal (password, “PIN”) asignada por el banco por uno que la persona elija. No tiene que ser su dirección personal ni su fecha de nacimiento u otro número que pueda obtenerse fácilmente de documentos que puedan guardarse en el mismo lugar que su tarjeta. • No divulgar el número de clave personal ni escribirlo en la tarjeta magnética o en un papel que se guarde con ella. Ese código es la llave de ingreso al sistema y por lo tanto a las cuentas. • No digitar la clave personal en presencia de personas desconocidas, aun cuando parezca que éstas quieren ayudar, ni facilitar la tarjeta magnética a terceros, ya que es de uso personal. • Guardar la tarjeta magnética en un lugar seguro y verificar periódicamente su existencia. • No utilizar los cajeros automáticos cuando se encuentren mensajes o situaciones anormales. • Al realizar una operación de depósito, asegurar-

se de introducir el sobre que contenga el efectivo o cheques junto con el primer comprobante emitido por el cajero durante el proceso de esa transacción. Colocar el sobre en la ranura específica para esa función y retirar el comprobante que la máquina entregue al finalizar la operación. El comprobante servirá si se necesita hacer un reclamo después. • No olvidar retirar la tarjeta magnética al finalizar las operaciones. • Si el cajero retiene la tarjeta o no emite el comprobante correspondiente, comunicar de inmediato esa situación al banco con el que se opera. • En caso de pérdida o robo de la tarjeta, denunciar de inmediato esta situación al banco que la otorgó. En caso de extracciones, cuando existan diferencias entre el comprobante emitido por el cajero y el importe retirado, comunicarlo al banco en el que se efectuó la operación y al administrador del sistema.

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