Cristina llegó a Roma con una comitiva más acotada

6 jun. 2015 - ROMA.– Consciente, tal vez, de que el protocolo del Vaticano impondrá esta vez sus rigurosas normas para evitar sorpresivos desbordes, la ...
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POLÍTICA | 27

| Sábado 6 de junio de 2015 Continuación del cuerpo principal

Cristina llegó a Roma con una comitiva más acotada para reunirse con el Papa

vaticano. A diferencia de su último encuentro, fue con

una delegación protocolar; hoy se verá con Lula da Silva

Cristina ayer, durante su llegada a la capital italiana

Mariano de Vedia EnVIAdO ESPECIAL

ROMA.– Consciente, tal vez, de que el protocolo del Vaticano impondrá esta vez sus rigurosas normas para evitar sorpresivos desbordes, la presidenta Cristina Kirchner llegó ayer a esta ciudad con una ajustada delegación. Arribó en el Tango 01 con el canciller, Héctor Timerman, y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, en contraste con la bulliciosa representación de La Cámpora que la acompañó en su último encuentro con el papa Francisco, en septiembre del año pasado. Pero, de un modo más limitado, la organización kirchnerista se hizo notar. Sin tanto ruido, una bandera de La Cámpora, sostenida por vecinos identificados con la comuna porteña 6, del barrio de Caballito, le dio la bienvenida a Cristina Kirchner en el hotel Eden, cerca de Plaza España, donde suele alojarse cada vez que pisa territorio romano. En el aeropuerto Ciampino la habían recibido, pasadas las 15, cuando la temperatura superaba los 30 grados, el sacerdote argentino Guillermo Karcher y personal de ceremonial del Vaticano, además del embajador ante la Santa Sede, Eduardo Valdés; el ex hombre fuerte de la Secretaría de Comercio y hoy agregado comercial en Italia, Guillermo Moreno; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y monseñor Luigi Canalini, de la Secretaría de Estado.

Este último fue el encargado de hablar de la audiencia que la Presidenta mantendrá mañana con el Papa, en un salón anexo al Aula Pablo VI, al que definió en el marco de “un encuentro ameno y formal a agenda abierta”. Una vez que pasó el umbral de la recepción, Cristina subió a su suite y no se dejó ver. Para hoy se espera la visita de un viejo amigo en el hotel: el ex presidente de Brasil Lula da Silva. Ambos, igual que los mandatarios de Venezuela, nicolás Maduro, y de Chile, Michelle Bachelet, serán oradores en las distintas jornadas de la 39ª Conferencia de la FAO, dedicada al problema mundial de la alimentación y el hambre. Cristina Kirchner hablará el lunes y luego tendrá un almuerzo con el presidente de Italia, Sergio Mattarella. La mandataria verá a Francisco luego de que se frustró en enero de este año, por su fractura en el tobillo, la visita conjunta que iba a realizar con Bachelet al Vaticano, para conmemorar los 35 años de la paz entre ambos países, lograda por la mediación de Juan Pablo II. El papa argentino, que en su decidida avanzada a favor del diálogo y la concordia emprenderá hoy un viaje durante el día a Sarajevo, recibió ayer a la líder de la Concertación y le anticipó que el año próximo visitará Chile, la Argentina y Uruguay, el mismo recorrido que en 1987 hizo el papa polaco (ver página 10). Una señal de que su corazón late al son de los pro-

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blemas de América latina. Fuentes de la Iglesia estimaban en las últimas horas que la decisión de recibir a tres presidentes de la región en 48 horas –Bachelet ayer, Maduro y Cristina Kirchner, mañana– no es fruto de la casualidad. dentro de un mes el propio Francisco visitará Ecuador, Bolivia y Paraguay, y es sabido que está muy bien informado de lo que acontece en la región. Incluso, en un plano más local, es consciente de que la Presidenta lo visitará dos semanas antes de que cierren las nóminas de candidatos para las elecciones presidenciales de octubre. Versiones hay para todo y algunas atribuyen a Cristina la intención de someter sus preferencias en las listas a la mirada del Pontífice. “Es una visita de cortesía, sin agenda ni temas preestablecidos. Lo que se converse dependerá de lo que la Presidenta exponga en el momento. Francisco no suele plantear cosas a un mandatario visitante si no es a partir de lo que diga el otro”, confió a la nacion un obispo argentino que sigue con interés la evolución de la relación política entre la Iglesia y el Gobierno. Al respecto, en un reciente encuentro, obispos de varias diócesis bonaerenses le transmitieron al gobernador y candidato presidencial daniel Scioli la idea de que la Iglesia vería con agrado que los partidos políticos, cualquiera sea su orientación, no incluyeran en las listas a “gente que esté rozada por denuncias o escándalos”.ß

La Presidenta cambió de decisión y finalmente irá a la Expo Milán Había suspendido el viaje por denuncias al pabellón argentino, pero busca mejorar la relación Pese a que había cancelado el viaje a Milán, Cristina Kirchner decidió el jueves casi al abordar el Tango 01 rumbo a Roma que visitará el martes próximo el pabellón argentino en la Expo Milán. La Presidenta había suspendido ese compromiso y ello le había causado conflictos internos y externos en su estadía en Italia. La mandataria había borrado su escala en Milán porque el pabellón argentino, gestionado por el canciller Héctor Timerman y el secretario de Relaciones Internacionales, Carlos Bianco, fue denunciado por irregularidades. Hace una semana se dijo que la Presidenta no quería agigantar el escándalo. Ese pabellón tuvo un costo de 10 millones de dólares, pese a que uno similar en la feria de Yeosu, Corea, había insumido 4 millones. El fiscal federal Federico delgado impu-

tó hace tres semanas a Timerman y Bianco por posible malversación de fondos e incumplimiento de deberes de funcionario. Pero la Presidenta irá ahora a Milán. “Quiere mostrar que las denuncias no la harán retroceder”, confió una fuente de fluido contacto con la diplomacia argentina. En la Cancillería nadie dio explicaciones oficiales por el cambio, del que ayer informó el diario Clarín. También habría incidido en Cristina, para ir a la capital de la moda, la relación bilateral con Italia. La embajadora italiana en la Argentina, Teresa Castaldo, había instado a visitar la Expo Milán. “La feria que hay en estos meses en Italia es una de las más grandes del mundo, reúne a 147 países y es un lugar al que nadie puede faltar”, había dicho el martes último en una recepción en su embajada por el aniversario de la República. Se interpretó como una presión diplomática a la Presidenta. Cristina visitará mañana, a las 17, en Roma al Papa en una audiencia protocolar en el Vaticano. El lunes

participará en la misma capital de la Conferencia de la FAO y luego almorzará con el presidente de Italia, Sergio Mattarella. La entrevista con Mattarella podía quedar incompleta si no iba a Milán. Ello se podía interpretar como un desplante. Lo que no se modificó es la cancelación de la participación de Cristina Kirchner en la Cumbre Unión Europea-Celac, en Bruselas, el miércoles, donde habrá más de 60 jefes de Estado para discutir sobre grandes políticas globales. La Presidenta no irá a ese cónclave luego de que un fiscal belga dictó un embargo preventivo de todas las cuentas de la embajada argentina en Bélgica. Uno de los más satisfechos era ayer Bianco, acusado por las irregularidades del pabellón argentino, entre otras cosas, por enviar a cuatro jóvenes funcionarios de La Cámpora con generosos viáticos: Cecilia Crivelli, Marcelo Corvalán, Marcelo Riva y Valeria Bucci. La decisión también implicó un respaldo de Cristina a Bianco, un hombre cercano a Axel Kicillof.ß