Contra el mito matemático La lengua material

25 ago. 2007 - tra el mito del poder absoluto de la mate- mática y su visión analítica de la realidad, hoy se impone el paradigma organizativo. La naturaleza ...
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UN UNIVERSO DIFERENTE

CRÍTICA DE LIBROS

POR ROBERT B. LAUGHLIN KATZ TRAD.: SILVIA JAWERBAUM Y JULIETA BARBA 277 PÁGINAS

CIENCIA

$ 48

Contra el mito matemático D

esde Galileo, la concepción de la naturaleza como un “libro escrito en caracteres geométricos” fue enormemente exitosa. A partir de esta concepción matemática de la naturaleza, muchos físicos, como el divulgador británico John Gribbin, sostienen que “ahora sabemos cómo funcionan la vida y el universo” y que, por lo tanto, “la ciencia está a punto de llegar a su final”. Desde esta misma perspectiva, John Horgan, en su best-seller El fin de la ciencia (1997), argumenta que ya conocemos todo lo fundamental sobre el funcionamiento de la naturaleza. En su libro Un universo diferente. La reinvención de la física en la edad de la emergencia, Robert B. Laughlin, premio Nobel de Física en 1989, sostiene que estas concepciones “hacen perder los estribos a los físicos experimentales, pues se trata de ideas falsas e injustas”. Para Laughlin, el éxito de esta perspectiva descansa en la alianza de dos componentes: la creencia en que las leyes que operan en el nivel microscópico son fundamentales y la aceptación de un reduccionismo a ultranza, que supone que todos los fenóme-

Robert Laughlin LOU DE MATTEIS / REUTERS

nos naturales, desde la estructura de una molécula hasta la vida, se explican por vía deductiva a partir de aquellas leyes. “En el fondo, todos los físicos son reduccionistas, incluido yo. No es mi intención declarar la muerte del reduccionismo, sino darle su lugar en el orden natural de las cosas”, sostiene el autor. El término clave del libro es “emergencia”. El físico californiano lo usa para referirse a lo que llama “principios de organización”. Es cierto que la naturaleza está gobernada por una base de leyes microscópicas, pero también por “principios de

organización fuertes” que emergen de sucesivos niveles de complejidad. Algunos de estos principios son conocidos y cotidianos, como el carácter cohesivo del agua o la rigidez del acero, pero la mayoría está aún por ser descubierta. El objetivo final del libro es una sistemática y didáctica defensa de esta perspectiva. El recorrido incluye la discusión de los aspectos más esotéricos de las teorías físicas del siglo XX, como la idea de que hay materia en el vacío del espaciotiempo; o como poner en duda que la relatividad de Einstein y las leyes de la física cuántica expliquen las causas últimas de los fenómenos; o la detección de mitos allí donde muchos hablan de aspectos fundamentales de la física contemporánea. La conclusión es que la tendencia de la naturaleza a organizarse en una jerarquía de leyes trasciende la disputa académica. “Cada vez estoy más convencido de que todas las leyes físicas –y no solo algunas– son de origen colectivo”. Ahora bien, en esta disputa por el sentido epistémico y metafísico de la ciencia, buena parte de la eficacia persuasiva de Laughlin radica en la dimensión social

POESÍA EXTRANJERA

orand Gaspar nació en Rumania en 1925 y arribó a París en 1945, luego de huir de los nazis, que lo habían deportado al sur de Alemania. Concluidos sus estudios de medicina y habiendo adoptado la nacionalidad y la lengua francesas se trasladó a Jerusalén en 1954, donde ocupó un puesto de cirujano. Médico, poeta y fotógrafo, publicó nKumerosas obras de género diverso, como Carnets de Jerusalem o Carnet de Patmos. En Acercamiento a la palabra, Gaspar aborda el acontecimiento del lenguaje en su condición de poeta y médico, vale decir, como hombre que trabaja en el núcleo de una lengua, pero formado a la vez en el ámbito de los discursos científicos. Gaspar se desentiende de la fatalidad de los saberes escindidos, y propone reve26 I adn I Sábado 25 de agosto de 2007

lar a la palabra en su condición material, como una parte más de la constitución orgánica del mundo. La química y la biología le proveen el sostén para trazar analogías donde la piedra y el pez, el agua y la luz, lo mismo que el hombre y su lenguaje concurren en un punto primordial que dicta el origen común: “La emergencia del lenguaje hablado y escrito parece ser un salto no menos prodigioso que el que da la célula viviente, pero su organización arborescente, su desarrollo por ramificaciones, las relaciones dinámicas de sus elementos, su matriz germinativa, su estrategia se inspiran en el orden de lo vivo.” En ese mismo sentido reflexiona sobre la estructura química que nos constituye como seres humanos, nuestro mapa genético, la afinidad elemen-

Diego Hurtado de Mendoza © LA NACION

ACERCAMIENTO A LA PALABRA

La lengua material L

y política de su argumentación. “Nunca habríamos tenido la certeza de que la teoría básica era correcta si no hubiese sido por la Guerra Fría y la importancia económica de la electrónica, los radares y la necesidad de cronometrar todo, que impulsaron a los gobiernos a subsidiar la investigación en física por motivos eminentemente prácticos”. Observaciones de esta índole muestran que es necesario distinguir entre la eficacia tecnológica de la ciencia y su papel en la comprensión del mundo. En definitiva, el “oportunismo tecnológico” es socio de la “opacidad de la ciencia contemporánea”. La transición hacia “la era del emergentismo” señala para Laughlin el fracaso de la búsqueda de una verdad única. Estamos rodeados de misterios; por eso “nuestra época no verá el fin de los grandes descubrimientos, sino el fin del reduccionismo”. Contra el mito del poder absoluto de la matemática y su visión analítica de la realidad, hoy se impone el paradigma organizativo. La naturaleza “se nos revela ahora como una enorme torre de verdades”.

POR LORAND GASPAR

tal con todo lo existente, cuando declara que “el estar construidos con los mismos elementos de la tierra, el que esa misma materia se encuentre en todas partes en el universo, no es una ilusión”, lo que implica que allí donde el ADN determina un origen, una identidad, acaso un porvenir, la palabra no puede estar ausente. El lenguaje, en tanto organismo vivo, se mueve a la par del destino del hombre. Lo mismo, por tanto, ocurre con la poesía. Si a primera vista puede resultar extraña la escritura que Gaspar propone para analizar el fenómeno poético, pronto el lector se familiariza con el modo en que integra los tópicos propios de la ciencia –que cobran nueva vida–, con la reflexión sobre la poesía como quehacer autónomo. Los tres capítulos que componen

FCE 122 PÁGINAS $ 62

son un constante ir y venir de un modo discursivo a otro, hasta que ambos quedan integrados, y la frontera entre razón y poesía es abolida. En la primera parte, “El orden improbable”, prima el espíritu del observador de laboratorio (sin menoscabo del lírico que sobrevuela en las anotaciones). En “Lengua natal” y “Canto”, segunda y tercera partes, en cambio, se produce el despliegue de una idea que el propio Gaspar pone en juego: la de que el texto poético sólo puede ser comentado con el lenguaje de la poesía. Sandro Barrella © LA NACION