Espectáculos
Página 6/Sección 4/LA NACION
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Domingo 17 de agosto de 2008
TEATRO (En el mundo)
(En escena)
Por Pablo Gorlero
■ De Evita a Piaf. El reestreno mun-
dial en Londres de Piaf, la obra escrita en 1978 por la dramaturga Pam Gems, fue todo un éxito para la prensa especializada y el público. Su protagonista es la argentina Elena Roger, en su segundo rol protagónico en el teatro británico. Así como lo hizo con su papel principal en Evita, se lució el miércoles pasado en el estreno, frente a los críticos de los principales medios del Reino Unido. El vespertino londinense Evening Standard le otorgó cuatro de sus cinco estrellas, mientras que los lectores la premian con la nota máxima en la edición de Internet de ese diario. Roger, de 33 años, debió aprender a hablar en francés para protagonizar esta obra, que incluye 13 canciones de las más populares del “gorrión de París”, como “Non, je ne regrette rien”, “La vie en rose” y “Milord”. Según el Evening Standard, que consagró casi una página a la obra (que en la Argentina protagonizó Virginia Lago), tituló: “La estrella de Evita renace como Piaf”. La obra, de casi dos horas de duración, estará en cartel hasta el 20 de septiembre en el Donmar Warehouse, de Covent Garden, uno de los más reconocidos teatros del West End. “Antes de ver esta producción parecía extraño que le hubieran dado a Elena Roger el papel de Edith Piaf. ¿Una argentina encarnando a la estrella francesa más emblemática del siglo XX?”, se interrogó Johann Hari, crítico del diario mencionado. “Roger fue fantástica como Evita, pero de eso a interpretar a este ícono francés hay un gran trecho. Sin embargo, desde el primer minuto en el micrófono, todas las dudas desaparecieron... Roger se ha metido tanto en la piel de Piaf que no se pueden ver las costuras. Su voz es como la de la artista que encarna: profunda, amarga e irresistible, y durante dos horas, ella es Piaf ”, concluyó el crítico. * * *
Hoy no hay Pepino
De su papel, señala que supone una enseñanza porque transmite valores esenciales del ser humano, algo que le afecta emocionalmente, “como que una falta del pasado pasa factura en el presente hasta que se resuelve o la lucha por la búsqueda de la verdad”. El actor comparte escena con Francisco Galiardo, en un escenario desnudo y con un coro mezclado e integrado en la acción.
Debido a un desgarro sufrido por el actor Alejandro Paker, hoy se suspende la función del musical Pepino el 88, en el Presidente Alvear. El miércoles próximo se retomarían las funciones.
Un policial misterioso Los lunes, a las 22, sube a escena MalaKrusa, escrita y dirigida por Leonardo Azamor, con Leo Alvarez, Mariano Campetella, Denise Cukierkorn y Lucila Termini. En Hip Bar, Hipólito Irigoyen 640. $ 15.
Universo barroco rioplatense Se reestrenó El cadáver de la nación, de Néstor Perlongher, con actuación y dramaturgia de Juan Manuel Correa, dirigida por Juan Pablo Miran-
EFE
Un moderno e imponente montaje en Salzburgo Una escena de la obra Die Raeuber (Los ladrones), del autor dramático alemán Friedrich Schiller, en Austria, que se estrenó anteayer, en el Festival de Salzburgo
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Elena Roger, como Edith Piaf AFP
Un momento de Don Quijote contra el ángel azul, el musical escrito y dirigido por Jerome Savary
■ Ernesto Alterio, en Mérida. Nacido en Buenos Aires en 1970, Ernesto Alterio protagoniza en estos días Edipo Rey, en una obra versionada por José Ramón Fernández e incluida en la LIV edición del Festival de Mérida, bajo la dirección de Jorge Lavelli. En declaraciones a EFE, Alterio asegura que siente la necesidad de encontrarse con el teatro, porque es donde más crece como artista, y recuerda el éxito obtenido con Yo, Claudio, en 2004, cuyo actor principal fue su padre Héctor Alterio.
EFE
Alterio interpreta Sófocles El hispano-argentino Ernesto Alterio, junto a Francisco Galiardo, durante la representación de Edipo Rey, en el Teatro Romano de Mérida, dirigidos por Jorge Lavelli EFE
Quijote moderno. Jérôme Savary es un director nacido en Buenos Aires, pero nacionalizado francés, amigo personal de John Lennon, creador de un sinnúmero de montajes escénicos y películas, y ex director del Téâtre National de Chaillot y de la Opera Comique, de París. Recientemente formó su propia compañía: La Boîte à Rêves. Amante del burlesque, el music hall, el cabaret y la comedia musical, estrenó en enero, en París, Don Quijote contra el ángel azul. Es una visión musical de la novela de Cervantes y la película El ángel azul, de Josef von Sternberg. Luego de una extensa gira por Francia, llegó a España y esta semana pasó por Madrid y por el Festival de Peralada (Girona). La obra presenta a un Quijote que viaja a la actualidad y pretende enfrentarse a la “despechugada” Daisy Belle, que encabeza la revista del “Moulin Rouse”. Pero obviamente, se enreda con ella y se ve envuelto en los vapores de la noche parisina. Es una comedia musical que lleva a los españoles Joan Crosas y Marta Ribera en los roles protagónicos, junto a un extenso elenco de actores, cantantes y músicos.
Juan Manuel Correa hace a Perlongher
da. Domingos, a las 19, en El Excéntrico de la 18ª, Lerma 420 (4772-6092). Entre 15 y 20 pesos.
Obra elogiada, en Lomas Los domingos de este mes, a las 17, La única manera (de contar esta historia es con mandarinas), de Ana Lidejover y Melisa Hermida, subirá a escena en el Banfield Teatro Ensamble, Larrea 350, Lomas de Zamora (4392-2011). De 12 a 15 pesos.
Palomino y Rizzo, en Avellaneda Hoy, a las 21, Juan Palomino y Raúl Rizzo harán La tentación, de Pacho O’Donnell, dirigidos por Santiago Doria, en el Roma, Sarmiento 109, Avellaneda.
Auspiciado por el Parakultural Los domingos, a las 19.30, sube a escena El pliegue o Filosofía para princesas, inspirado en La Casa de Bernada Alba, textos de Chéjov y de Fernando Pessoa. Dirigida por Susana Herrero Markov, en el Buenos Aires Club, Perú 571 (4307-6444). $ 20.
Falleció ayer de una afección renal
Colombia llora a Fanny Mikey Fue la impulsora, durante 20 años, del Festival Iberoamericano de Bogotá Sería mucho más fácil imaginar una ficción, por ella protagonizada, que girara en torno a la noticia de su muerte. Eso permitiría hablar de la pasión y la garra que le puso a la vida, a su inagotable alma teatrera, a su carácter fuerte y omnipotente que equilibraba con grandes dosis de dulzura y carisma, sin tener que sortear la enorme pena que podría provocar su ausencia. Pero lamentablemente no se puede jugar con la imaginación: la noticia del fallecimiento de la actriz argentino-colombiana Fanny Mikey es concreta, tangible y sumamente dolorosa para quienes la frecuentaron. Conocida sobre todo como el alma máter del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB), sin duda, el más importante encuentro teatral de toda América, esta incansable mujer murió ayer a la madrugada en un sanatorio de Cali, donde fue internada hace un par de semanas por un problema renal. Hasta esa ciudad había llegado unos días antes en gira de presentación de su último espectáculo Perfume de arrabal y tango, donde sacaba a relucir –entre canción y canción– que todavía tenía mucho de porteña. Fanny Mikey había nacido en Buenos Aires en 1930, donde se formó como actriz en la Sociedad Hebraica Argentina; hacia finales de la década del 50 viajó a Colombia y se radicó en la ciudad de Cali (la misma que hoy la despide y que pelea con Bogotá el privilegio de un homenaje, ya que hasta el presidente Alvaro Uribe ofreció el Capitolio Nacional para las exequias). Fue en Cali donde empezó su carrera colombiana en el Teatro Experimental, y sólo hacia finales de la década siguiente se trasladó a Bogotá para ser parte del recién fundado Teatro Popular. Decenas de espectáculos grupales y unipersonales (creó La Gata Caliente, el primer café concert de Bogotá) encaró esta actriz que, de a poco, se fue transformando en una leyenda viva del teatro colombiano. Fueron varias las veces que llegó a la Argentina para mostrar algunos de sus espectáculos, hecho que le generaba un nerviosismo especial por cierta sensación de tener que rendir examen frente a amigos y colegas. Donde ya no hacía falta que rindiera prueba alguna era en Bogotá, donde a partir de la creación del
EFE
Fanny Mikey deja un vacío enorme en la escena iberoamericana
FITB, hace 20 años, se transformó en una figura pública tremendamente querida no sólo por los teatreros, sino por el público que se adueñaba de cada encuentro, hasta el punto de llenar cada una de las innumerables funciones programadas con obras de los mejores elencos de la escena mundial. Ese fue el punto culminante de su legado, pero no el único. Fanny Mikey creó, además, la Fundación Teatro Nacional, con tres sedes, que se transforman cada dos años en el corazón del encuentro internacional, pero que día tras día dan vida a gran parte de la actividad teatral bogotana. Más allá de que nadie puede imaginar cómo seguirá el FITB sin la enorme presencia de Fanny y su impactante cabellera anaranjada, ya todo está muy aceitado como para que se la extrañe desde lo afectivo pero no desde
la producción, aunque muchos tienen miedo de no tener la fuerza arrolladora de la actriz y el desparpajo, a la hora de buscar auspiciantes. Nada más clara y contundente que la expresión de uno de sus allegados en tiempos festivaleros para definirla: “Tuvo los mejores 78 años vividos de la Tierra; se los bailó, se los gozó, se los trabajó y se los tomó con un gusto y una gracia envidiable”. Sin duda, la posta del teatro colombiano debe estar en buenas manos, pero hay algo que cada artista que viaje a Bogotá a participar del encuentro sí extrañará: los famosos encuentros en el elegante y acogedor piso de Mikey, donde cada domingo invitaba a comer su famoso ajiaco bogotano. Sin ella, no tendrá el mismo sabor.
Verónica Pagés